Por: Alfonso Bustamante Canny
Perú21, 5 de Abril del 2023
“Es hora de escucharnos, de comunicarnos mejor, con empatía y honestidad, de construir un país donde podamos crecer juntos con respeto a nuestras diferencias, a nuestras costumbres y con educación de calidad que genere igualdad de oportunidades”.
Vencido el terrorismo en los 90, las huestes remanentes de Sendero Luminoso se replegaron:
– Los terroristas militarizados se escondieron en la selva, reinventándose como agentes al servicio del narcotráfico, amalgamándose luego con ellos hasta convertirse en amos y señores del tráfico de drogas en el Perú.
– Los no militarizados se infiltraron en escuelas, universidades, sindicatos de trabajadores y dependencias públicas, donde por décadas vienen sembrando el discurso de odio y de lucha de clases. Como un cáncer fueron creciendo y en el año 2009, formaron la organización política Movimiento por la Amnistía y Derechos Fundamentales (Movadef).
Sendero buscó lograr por las urnas lo que no consiguió por las armas. Si lo logró o no en el gobierno del golpista Castillo, lo determinará la Fiscalía a través de las investigaciones en curso. Lo anterior ocurre por la persistencia en el discurso de odio propalado por 25 años de manera organizada, estructurada y permanente por un grupo de formadores de opinión radicales, sin réplica organizada de la ciudadanía, de los empresarios ni de la academia.
Grupos políticos con diversos matices de rojo, han adaptado ese discurso de odio, culpando de las enormes desigualdades que subsisten en el Perú a los empresarios, a la Constitución del 93, a las bancadas políticas de centro y derecha y por supuesto a Alberto Fujimori y a cualquiera que simpatizara con él.
Sin embargo, en 21 de los últimos 23 años, hemos tenido gobiernos de izquierda, quienes han dinamitado el desarrollo nacional con innumerables excusas que postergan inversiones productivas y con ello, la creación de puestos de trabajo. Además de una pésima gestión gubernamental que posterga también la necesaria inversión social, agudizando las imperdonables desigualdades en el Perú.
Es hora de escucharnos, de comunicarnos mejor, con empatía y honestidad, de construir un país donde podamos crecer juntos con respeto a nuestras diferencias, a nuestras costumbres y con educación de calidad que genere igualdad de oportunidades.
Aportemos con ideas. Acá algunos aportes de profesionales en diferentes campos:
1. Infraestructura. Licitar los contratos de obra a través de contratos llave en mano, tipo EPCM (Ingeniería, Procura, Construcción y Administración)
2. Salud. Dotar a Essalud de gobernanza para que pueda gestionarse desde sus órganos de control. Permitir, además, que Essalud y el Minsa puedan contratar los servicios de salud privados cuando no puedan brindar el servicio por sus propios medios.