Jaime Spak
Para Lampadia
Desde hace varios años, y en mayor escala desde que asumió la presidencia Pedro Castillo, he sido muy crítico de varios gobiernos, pero en especial de este de Perú Libre.
Los gobiernos de izquierda, en su gran mayoría han fracasado.
El único país que ha logrado una mejora de la población es China y a pesar de ser gobernado por el partido Comunista, la política que impera en ese país es de un capitalismo de estado.
Nunca ha habido tantos millonarios en China, como ahora.
Cuando uno critica al gobierno peruano, hay que recordar que lo dirige una mujer con un 2% de aprobación de la población, y no tiene la más mínima idea de cómo componer la situación.
La corrupción ha llegado a tal extremo, que somos incapaces de proteger a nuestros ciudadanos.
A diario somos testigos de asesinatos por encargo.
Ni siquiera cuando estos malhechores son aprehendidos y enviados a la cárcel, la corrupción de los empleados del INPE convierten las cárceles en tierra de nadie.
La incapacidad ha llegado al extremo, que están viendo la posibilidad de enviar a los más peligrosos delincuentes a cárceles de El Salvador.
Debería de comparar al Perú con países que están haciendo bien las cosas.
Lamentablemente será al revés.
Analicemos lo que sucede en los países que están en esta zona, gobernados por la izquierda y que están en una crisis terrible.
Para pensar muy seriamente a quien le daremos nuestro voto.}
El país más antiguo de esta parte de las Américas y que viene sufriendo una dictadura de más de 60 años es Cuba.
El cuento de que no hay analfabetos y que la medicina es la más avanzada de esta zona, es falso.
Cuba está sufriendo la más grave crisis de su historia.
Cada día hay 18 horas de apagones, la economía paralizada, antes fue uno de los grandes productores de azúcar y ahora deben de importarla.
Producían 8 millones de toneladas y ahora con las justas superan las 165,000.
La industria del turismo, que era una fuente importante de ingresos ha caído a niveles mínimos, nadie quiere venir a pasar vacaciones, en un lugar donde no hay energía eléctrica.
Hace tres años hubo una manifestación masiva en contra del gobierno y 700 jóvenes fueron apresados simplemente por protestar, luego condenados a 25 años de cárcel.
Mas de un millón de jóvenes han fugado del país y ahora Cuba se ha convertido en un país de ancianos.
Ellos no tienen las fuerzas de protestar contra la dictadura.
Igualmente sucede en Nicaragua, donde la pareja presidencial de Ortega y Murillo ejerce la más violenta dictadura y han apresado o deportado a todo aquel que se le oponga.
Nadie se salva. Ni la iglesia.
Venezuela era un país que tenía una de las mayores reservas de petróleo del mundo, por la incapacidad del gobierno, ahora producen el 10%.
Venezuela vive ahora del narcotráfico, la guerrilla de Colombia del ELN ha tomado con toda libertad el sur de Venezuela y junto con las mafias de Irán, Albania y México, producen y exportan los estupefacientes a vista y paciencia de las autoridades, que reciben jugosas ganancias.
Diariamente aviones de Irán van y vienen sin control alguno de las autoridades.
Será muy difícil que caiga Maduro y su camarilla.
La situación de Colombia no es mejor.
El presidente Petro que es criticado por actitudes políticas y personales, bajo la idea de querer apaciguar al país, le dio libertad a una cantidad enorme de líderes de los carteles, tanto de droga, como de bandas criminales.
Cuando se pronunció sobre el atentado que sufrió el senador Uribe Turbay, no tuvo ningún reparo, en no solo criticar el intento de homicidio en manos de un joven de 15 años, sino que en ese mismo discurso expresó que respetan los derechos humanos de este criminal.
A Colombia le está sucediendo lo mismo que al Perú, con Petro ha tenido un retroceso de 20 años.
Han vuelto los coche-bomba.
En Bolivia, Evo Morales ha entrado en rebeldía luego que la corte de justicia dictaminó que no puede participar en las elecciones, está bloqueando carreteras, se avecina una confrontación más seria.
El costo de arreglar la economía en Bolivia será altísimo.
Por lo antes expuesto es imprescindible que, al momento de ir a las urnas en abril del próximo año, elegir a un estadista.
No podemos seguir dándole nuestros votos a la izquierda, para que la final suceda lo mismo que hemos reseñado.
Las comparaciones son odiosas, pero es inevitable hacerlas.
Lampadia