Jaime Spak
Para Lampadia
Tal parece que los peruanos somos super inmediatistas.
Todo lo queremos para ayer y no tenemos la capacidad de ver más allá del futuro inmediato.
Nos pasamos todas las semanas discutiendo sobre hechos, sobre todo delictivos, que van a apareciendo como por arte de magia.
Estamos tan inmersos en la corrupción, que como decía Gonzales Prada, hace más de 130 años, “El Perú es un organismo enfermo, donde se aplica el dedo sale pus “.
Que duro comentario, pero más duro fue cuando en el famoso discurso Politeama indico, que ya es hora que vengan arboles nuevos a dar flores nuevas, los viejos a la tumba y los jóvenes a la obra.
No es nuevo el problema y no tenemos la capacidad de ver una solución que sea a corto, mediano y largo plazo.
Estamos a mediados de enero del 2024 y el próximo año ya estaremos en un año preelectoral.
En abril del 2026 son las elecciones generales.
Quienes tienen interés en administrar y conducir el país deben tener las cosas claras.
No podemos seguir teniendo caciques en las elecciones, es importante que quienes se decidan a tomar las riendas del país, lo hagan con un equipo preparado en todas las instancias.
El Perú ha caído en una pendiente de improvisación, desaliento y sobre todo enorme preocupación por el futuro, que quien ingrese al poder si no tiene las ideas claras, seguiremos siendo incapaces de corregir los problemas más álgidos que padecemos.
Debemos de desacostumbrarnos a hablar solo de la inseguridad.
¿Pero cómo nos vamos a desacostumbrar si cada día el crimen nos ha tomado por asalto?
Debemos dejar de hablar y tratar de entender los problemas en el ministerio público.
¿Pero cómo lo vamos a hacer si lo que vemos en el interior es una olla de grillos, donde es una pelea de todos contra todos?
Ni que hablar del poder judicial que deja libre a los más agresivos delincuentes y la situación se repite todo el tiempo.
Para dejar de tener esos puntos como los más importantes en el país, debemos de quitarnos las vendas de los ojos.
No hay peor ciego, que pudiendo ver la realidad se sigue tapando los ojos con vendas para ser cómplices pasivos de toda la inmundicia que nos rodea.
Lo que se debe de hacer, sabiendo que este mediocre gobierno de Dina Boluarte, no hará nada por mejorar la economía, es que aquellos que tienen interés en postular dentro de 24 meses, se dediquen a preparar planes de gobierno coherentes.
No hablo de gente de derecha, centro o izquierda.
Para mí, esos adjetivos ya son anacrónicos.
Para administrar el país, se necesita gente preparada en diferentes ámbitos de la administración pública.
Es urgente que lo hagan proponiendo desde ya soluciones para volver a crecer como antes.
Es el único camino para vencer la pobreza.
El Perú necesita un gobierno que se proyecte a crecer un mínimo de 5% anual, sino será más de lo mismo.
A diferencia de lo que decía Gonzales Prada en 1988, también hay peruanos que si se les aplica el dedo no sale pus, sino ideas importantes para el bienestar general.
Son estos peruanos que deben de una vez por todas, dejar de lado la hipocresía, cuando les preguntan si se van a postular a la presidencia y no responder con esas frases trilladas, “lo estoy pensando “o “si el pueblo me lo pide”.
Basta de hipocresía y de ingenuidad.
En esta oportunidad los que deseen administrar el país, deben de tener los siguientes requisitos:
- Honestidad a toda prueba.
- Ser candidatos por un partido serio y no de un vientre de alquiler o de partidos de caudillistas.
- Tener un grupo de por lo menos 500 personas capaces de compartir sus conocimientos y experiencias por el bien de nuestra patria.
- Ser muy cuidadosos con los candidatos al congreso, pues de ellos dependerán al momento de corregir leyes absurdas y de generar normas importantes.
- No más indeseables en la administración publica
No podemos seguir esperanzados en gente de pésima calidad que se aprovecha de la pobreza y desinterés de muchos ciudadanos para conseguir esos votos que los convertirán en más de lo mismo.
Para poder hacer lo que propongo se requiere de mucha valentía.
Deben dar a conocer los planes de gobierno y expresarlos meses antes de las elecciones.
Así se sabrá quién improvisa y quien tienen las cosas claras.
Qué lástima que Dina Boluarte no ha entendido, que en sus manos estaba poder hacer cambios importantes en la economía del país.
No ha tenido ni la capacidad ni el coraje para reactivar los proyectos que están durmiendo el sueño de los justos.
Ella nunca más será elegida para nada.
Entonces que no siga siendo esa ciega que no quiere ver lo que está muy claro delante de sus ojos.
Lampadia
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