Jaime Spak
Para Lampadia
El principal problema que atraviesa nuestro país es la inseguridad.
El pasado viernes sicarios atacaron un bus en la zona de Tahuantinsuyo y mataron a un niño de seis años que iba junto a su madre.
Quien puede dar una palabra de aliento a esta pobre madre, que tendrá que convivir con este dolor toda la vida.
Nos está atacando un cáncer muy agresivo y en vez de tener a un experto para curarlo, se escoge a un mediocre estudiante de medicina, que receta una aspirina.
Así de grave está la situación.
El 84.6 % de la población esta insatisfecha con la forma de combatir la inseguridad.
El 80% responsabiliza a la presidente, de no elegir a la gente más adecuada para luchar contra este flagelo.
El 70% no confía en la policía.
El 30% no siquiera denuncia un hecho de este tipo, pues si en caso hipotético, los delincuentes son aprehendidos por alguna argucia legal son puestos en libertad.
El 64% no se siente seguro ni siquiera en su propia casa o negocio.
¿Por qué ha crecido este problema?
El gobierno de Perú Libre, ha cambiado 14 veces al ministro del interior.
Es decir, cada tres meses en promedio, se ha cambiado al titular del interior.
Ustedes creen que, en ese lapso, algún ministro puede trabajar una estrategia para poder combatir la delincuencia.
Nunca se ha convivido en el Perú, con préstamos gota a gota, de la extorsión, de los asesinatos por sicariato cada día.
Esto es consecuencia, de la importación de delincuentes extranjeros, que han ingresado a un país pacifico como el Perú y encontraron un caldo de cultivo para cumplir sus fechorías.
Los delincuentes venezolanos, colombianos, han dado un curso de maestría a los delincuentes peruanos y ahora son una cofradía del mal.
Y que hacen los ineptos gobernantes, en lugar de equipar a la policía con lo más importante: dar impulso a la inteligencia policial, equipar con los últimos implementos de comunicación, elementos de protección y armamentos, hacen vista gorda.
Gastan más en rescatar Petroperú.
No quiero mencionar nombres, pero ha habido ministros en los últimos cuatro años que han demostrado una ignorancia supina en poder solucionar el problema de inseguridad.
Hablemos claro, el problema de la inseguridad ya es incontrolable en el Perú.
A ninguno de estos mediocres ministros se le ha ocurrido convocar a los más brillantes policías, que nos ayudaron a combatir la lacra del terrorismo en la peor época de Sendero y del MRTA.
La delincuencia ya no asalta bancos, ahora el gran dinero está en las minas de oro, donde utilizando la ley del más fuerte han desarrollado la minería ilegal o seudo artesanal y se han hecho de grandes recursos, que una policía carente de apoyo puede combatir.
Hablemos claro, la presidente Boluarte no tiene la más mínima idea de convocar a la mejor gente.
Si en estos momentos ella intenta buscar ministros para otras carteras, probablemente nadie quiera aceptar.
Pero en el caso del interior, estoy seguro que dándole el verdadero respaldo y los recursos, muy buenos policías regresarían a colaborar para combatir esta lacra.
Evidentemente está más preocupada en la frivolidad, en los numerosos expedientes de la fiscalía por diferentes delitos, que en defendernos.
Si no hay seguridad los turistas dejaran de venir, los inversionistas huirán y nuestros hijos saldrán corriendo del país.
Quedan solo once meses para las nuevas elecciones y si este mediocre gobierno, no tiene la capacidad de poner toda la carne el asador y dedicarse exclusivamente a mejorar la seguridad lo demás vendrá automáticamente y el problema será terrible.
Esta mediocre mujer pone de ministros a impresentables y solo para muestra un botón, ha reemplazado al penúltimo que duro exactamente 50 días, por un ministro cuya experiencia ha sido en el sector tránsito.
Quien es más responsable: una mujer que elige mal, un asesor como Santivañez que aconseja mal, o un ministro actual que sabe que no tiene las condiciones y acepta el puesto.
Si el sector interior no se empodera con la mejor gente en inteligencia, con adecuados cuadros, con equipos de última generación que superen los equipos utilizados por la delincuencia y con una cabeza de primer orden, los próximos meses seguiremos sufriendo de la mayor inseguridad que se ha visto en los últimos 25 años.
El cáncer de la inseguridad se debe de combatir con profesionales de primera calidad y con remedios de última generación.
Señora Boluarte, no sé si usted tiene acceso a esta columna, pero entienda que, en lugar de frivolidad, gente de medio pelo asesorándola, haga cambios urgentes o no me sorprendería que no acabe su gobierno.
Si usted no tiene la capacidad, llame a mejores asesores para que el país pueda regresar a la tranquilidad.
Hablemos claro, necesitamos paz en este maravilloso país. Lampadia