Pablo Bustamante Pardo
Director de Lampadia
Los peruanos mayores de 40 años sufrimos con mucho dolor y daños personales y familiares, uno de los peores desastres que puede generar una economía para sus ciudadanos, la hiperinflación.
Según la información de Paola del Carpio, que compartimos líneas abajo, la inflación que enfrentaron los peruanos:
- De 40 años llegó a un promedio de 314.5% anual
- De 50 años llegó a un promedio de 259.1% anual
Pero los peruanos más jóvenes:
- De 30 años solo enfrentaron un promedio de 21.2% anual, y
- Los de 20 años tuvieron estabilidad de precios con un promedio de inflación de solo 2.7% anual
Nuestros jóvenes no saben lo que es la inflación, no la han vivido y no la comprenden.
La inflación destruye la vida de los ciudadanos, cada día reduce la capacidad de compra de las familias, y afecta de mayor manera a los que tienen ingreso fijo y a los más pobres. Es la peor maldad que se puede generar para la sociedad.
Veamos la historia de la inflación peruana, que empezó a mediados de los años 70 con la dictadura militar de izquierda de Velasco, terminó hacia inicios del siglo XXI, gracias a la Constitución de 1993 que estableció el rol y la autonomía del Banco Central de Reserva.
Pero la inflación no es el único fenómeno que nuestros jóvenes desconocen. La historia del Perú de los últimos 50 años nos permite entender lo que son malas políticas públicas y los remedios que permitieron regresar al Perú a ser un país respetado en el concierto internacional como un buen destino para las inversiones y para visitarlo.
El año 1990 el Perú era un ‘Estado Fallido’:
- El 60% de los peruanos éramos pobres
- El Estado solo recaudaba el 3.8% de un PBI diminuto
- La empresa más grande solo facturaba US$ 600 millones anuales, mientras en Ecuador sus empresas facturaban US$ 1,500 o 2,000 millones.
Todos éramos pobres, los ciudadanos, el Estado y las empresas. No había inversión ni empleo.
Pero gracias a la apertura de la economía y el regreso de la inversión privada, este maravilloso país pudo recuperarse, y hacia el 2011 bajamos la pobreza a 20%, generamos recursos fiscales de 23% de un PBI sustancialmente mayor y nuestras empresas multiplicaron sus operaciones en el Perú y en el exterior.
Con el propósito de ilustrar a nuestros jóvenes sobre lo malo y lo bueno que hicimos los peruanos en las últimas décadas, compartimos líneas abajo, la excelente presentación de Paola del Carpio en el último CADE Universitario, dirigido a los estudiantes del último año de sus carreras en las universidades e institutos superiores de todo el Perú:
¿Cómo potenciar el crecimiento económico y la competitividad?
Paola del Carpio
Coordinadora de investigación en la Red de Estudios para el Desarrollo (REDES)
CADE UNIVERSITARIO 2022 de IPAE – Tu progreso es mi progreso
29 – 30 de junio, 1 de julio, 2022
Colas para comprar alimentos
Los atentados del terrorismo
La experiencia con la inflación según edades
Espectacular capacidad de recuperación
Las exitosas políticas públicas que las izquierdas quieren abolir
A medio camino por el sabotaje de los enemigos del Perú
La pandemia agravó los daños que se iniciaron desde el año 2011 con las izquierdas humalistas y generó mucha confusión sobre las relaciones causa efecto de las políticas públicas
Sin crecimiento económico no podemos bajar la pobreza
Nuestra gente y el Perú en su conjunto son resilientes
Debemos desarrollar una revolución productiva y mejorar la productividad laboral y económica
Tres lecciones básicas a mantener y cuidar
Pudimos y podremos. Solo necesitamos un buen gobierno
Los jóvenes tienen en sus manos el desarrollo del país
El futuro de éxito de todos los peruanos, está esperando nuestro entendimiento, nuestro compromiso y nuestras acciones
Lampadia