Fausto Salinas
Para Lampadia
Mientras el mundo evoluciona a las transacciones financieras sin contacto (contact less), los pagos por plataformas de pago telefónicas como Alipay, Zelle o Venmo, los pagos en línea como Pay Pal, Google Pay, Apple Pay, o inclusive con pagos que combinan débito con crédito como Affirm o Buy Now Pay Later, otros se van quedando atrás, en la era de piedra.
Mientras en el Perú la iniciativa privada nos permite también avanzar en los pagos por transferencias bancarias con bajo costo, en pagos por tarjeta sin contacto, en pagos telefónicos como Yape o Plin, en plataformas de pago como Agora o similares, otros peruanos y sobre todo ciertos sectores del Estado, insisten en mantener al Perú en el pasado.
Veamos algunos ejemplos
Municipalidades distritales y provinciales que sólo aceptan el pago de impuestos predial, alcabalas, limpieza pública y otros tributos municipales en efectivo.
Nuestro transporte público (Salvo el Metro, Metropolitano o Corredores) se paga, mayoritariamente, en efectivo. No se pueden compartir las tarjetas de pago para el resto del transporte público.
Los boletos de acceso a las atracciones turísticas administradas por el Ministerio de Cultura y otras entidades se pagan en efectivo. Los turistas, que no usan ya CASH tienen que conseguirlo para pagar sus tickets de ingreso.
Supermercados o Farmacias no aceptan pagos telefónicos.
Los servicios de salud en hospitales y postas médicas se cobran en efectivo.
El slogan ONLY CASH (solo pago en efectivo) va desapareciendo en el mundo donde el mensaje que se encuentra cada vez más frecuentemente es el ONLY CARD o NO CASH.
Utilizar plataformas virtuales de pago o medios financieros ahorra costos de gestión, seguridad y transporte de valores, disminuye riesgos, genera registro y trazabilidad de las operaciones, disminuye la evasión y reduce el espacio para el delito y la corrupción.
Estos beneficios no parecen importar a quienes en el Estado, siguen impidiendo los pagos virtuales y mantienen vigente el ONLY CASH. ¿Será el amor al pasado?
¿Será que nos quieren mantener en la edad de piedra financiera? O será que en el efectivo hay más espacio para la corrupción, el delito y la malversación de los fondos públicos?
En el Estado, al contrario de lo que se piensa, para disminuir el dispendio y la corrupción, debiera prohibirse el pago en efectivo y todo pago debiera hacerse con cualquiera de las formas de pago que ya están al alcance de los peruanos más humildes de nuestro país. Así, por lo menos el Estado tendría el registro de todos los ingresos reales que recibe. Lampadia