¿Por qué los peruanos no abrazamos el crecimiento?
Pablo Bustamante Pardo
Expresidente de IPAE
Director de Lampadia
Siempre me pregunto cómo es que en el Perú, teniendo tantas oportunidades para crecer y eliminar la pobreza, no la vemos.
Me asalta la idea de que en parte, esta debilidad, viene de la inoculación política del ominoso oncenio velasquista con la revolución socialista de los 60s y 70s, durante la cual el éxito se tornó sospechoso y vergonzante, y el crecimiento anti-social.
Así como las consecuencias de haber permitido la prédica del SUTEP-Patria Roja en las escuelas públicas durante más de 50 años.
Aparentemente, terminada la revolución en 1980, nuestra sociedad quedó debilitada, sin saber cómo apostar a ganador. El gobierno de Belaunde no se atrevió, siquiera, a autorizar inversiones mineras en Las Bambas y en Antamina; y García sucumbió a lo peor de la politiquería latinoamericana de inspiración cepalina-peronista.
Entonces ya teníamos los ejemplos de desarrollo de Corea del Sur, Singapur y Taiwan. Chile con sus militares enroló a los ‘chicago-boys’, llevando a nuestros vecinos a la mejor experiencia de desarrollo de la región. Nosotros no tomamos nota.
En el Perú, nuestro empobrecido sector privado solo se defendía con auxilios mercantilistas, sin visión de futuro y sin estamina para promover el crecimiento y la apertura de la economía, con su consiguiente reducción de la pobreza y mejora de la calidad de vida de nuestra aspirante población.
¡Pero decir ‘crecer-por-crecer’ en el Perú es una suerte de anatema!

¿Por qué lo planteo? Porque es hora de vacunarnos contra el germen vergonzante del socialismo que por décadas sigue debilitando nuestras piernas.
“Hay que despolitizar el crecimiento”
Andrés Velasco, Encuentro Regional de Desarrollo, CREDICORP
En estos días, todos nuestros economistas están correctamente alarmados con el sostenido déficit fiscal, y sobre todo, con su proyección para los siguientes años.
Es pues una barbaridad que en el Congreso se pretenda regresar a un régimen pensionario de cédula viva para el gremio magisterial, o sacar normas como la de la ley de negociación colectiva, que elimina la opinión vinculante del MEF sobre remuneraciones en el sector público y permite la indexación de sueldos a la inflación.(Ver anexo).
Además, es muy criticable que el Estado sea una agencia de empleo, directo e indirecto (asesorías), con una planilla que crece largamente por encima de lo razonable.
Todo esto tendría por supuesto un importante impacto en el endeudamiento público, una gran fortaleza que aun mantenemos.
Sin embargo el análisis se está haciendo estáticamente, sobre la base del pobre crecimiento actual de alrededor de 3% anual.
Si creciéramos 7% anual, como bien podríamos hacer, recuperando un mayor nivel de inversión privada y eliminamos las castrantes trabas regulatorias que nos han lastrado, la perspectiva de análisis sería más adecuada.
Está muy bien que nuestros economistas nos alarmen sobre el incremento desmedido de gasto, pero al mismo tiempo debieran alertarnos sobre el bajísimo nivel de crecimiento de nuestra economía.
El Perú debe apuntar a crecer entre 6 a 8% anual, dadas nuestras capacidades productivas y las condiciones de los mercados internacionales, empezando por nuestro potencial minero y de agroexportación. Minería para traer riqueza y alimentos para generar empleo formal rural.
Ya es hora de vacunarnos contra el germen socialista que nos
impide apostar con franqueza y optimismo por el crecimiento.
Tengo muy claro que el crecimiento no es lo único que debemos buscar, pero como nos dijo Norman Loayza en el último Cade, los asiáticos tienen obsesión por el crecimiento. ¿Y nosotros?
Estimados economistas, háblennos de control fiscal y crecimiento alto y sostenido. Ambos son muy importantes y se complementan de maravilla.
Anexo: Algunas observaciones del Tribunal Fiscal
- La Ley N° 32387 que asigna mayores recursos a los gobiernos locales mediante el incremento de la asignación al FONCOMUN, con un costo anual de S/ 8.5 mil millones.
- La Ley N° 32335 que establece cursos de capacitación como medida preventiva para las microempresas bajo la potestad sancionadora de SUNAT, con un costo fiscal de aproximadamente de S/ 5.3 mil millones.
- La Ley N° 32201 que establece un régimen excepcional del impuesto a la renta para promover la formalización de la economía y ampliar la base tributaria de contribuyentes respecto de rentas no declaradas, con un costo total de S/ 3.6 mil millones.
- La Ley N° 32424, que establece la homologación del incentivo CAFAE de los trabajadores del régimen laboral 276 de gobiernos regionales, con un costo fiscal anual de S/ 2.6 mil millones.
- La Ley N° 32216 que autoriza suscribir acuerdos con incidencia económica en la negociación colectiva a nivel descentralizada, con un costo anual estimado de S/ 2.3 mil millones en el primer año y creciente en el tiempo, de acuerdo con los estimados del MEF.
Lampadia






