Agro, pesca, mercados, restaurantes y millones de trabajadores
Pablo Bustamante Pardo
Expresidente de IPAE
Director de Lampadia
El Perú, con las riqueza de nuestra geografía, en la costa, los andes, la selva y los mares, nos regala una pletórica diversidad que se expresa en la producción de alimentos de una gran calidad.
Durante las últimas décadas hemos aprovechado crecientemente estas capacidades, al punto de ser hoy día, uno de los emporios de alimentos más importantes del mundo.
Con lo cual, además, hemos generado la mayor fuente de trabajo para los peruanos. Entre campesinos, pescadores, procesadores, transportistas, conservadores, vendedores, mozos y cocineros; tenemos a millones y millones de trabajadores.
Merece destacarse que en el extremo final de esta cadena de servicios alimentarios, en la gastronomía, desde los puestos de mercado, hasta los restaurantes urbanos y las estrellas de la gastronomía mundial, como Maido, Central, Astrid y Gastón, Maita, y varios más, se ve a gente que trabaja con gusto con lo que hace.
El año pasado hemos exportado alimentos por US$ 12,000 millones y hemos importado US$ 6,000 millones. Vendemos el doble de lo que compramos. Si incluimos los productos pesqueros, la relación es un espectacular 2.4.
Para este año se estiman exportaciones agropecuarias de US$ 14,000 a 15,000 millones. Seguridad alimentaria para regalar.
Un desarrollo espectacular, que a pesar de todo tiene enemigos entre las izquierdas envidiosas y resentidas, como bien señala Fernando Cillóniz:
“Las empresas agroexportadoras de Ica han dejado a la población sin agua”. Así dicen los detractores del agro iqueño, entre los que figuran representantes de instituciones tan renombradas como:
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- La Pontificia Universidad Católica del Perú (PUCP),
- el Grupo de Análisis para el Desarrollo (GRADE),
- el Centro Peruano de Estudios Sociales (CEPES),
- la Comisión de Derechos Humanos de Ica (CODEH ICA),
- el Instituto de Defensa Legal (IDL), entre otros.
Nuestra agroexportación – incluso – tiene detractores internacionales: Oxfam, Water Witness, Diakonia, y varios más.
En el Perú estamos por definir la estructura fiscal del sector agroexportador, al estar por ver si se puede devolver al sector las condiciones que fueron retiradas en pánico por el pésimo interregno de Sagasti.
En este aspecto, el exministro de Economía, Luis Carranza, con una visión desarrollista que contrasta con la mayoría de nuestros economistas, mayormente fiscalistas, acaba de darnos una sentencia clarísima sobre la importancia de apoyar fiscalmente a este crucial sector:
“Estamos ante un sector que podría transformar estructuralmente la economía peruana en los próximos 15 años. No hablemos ya de las economías de aglomeración que se generarían en ciudades con mayor densidad o los efectos de desborde a otros sectores; el crecimiento de la actividad agroexportadora nos permitiría erradicar la pobreza en 15 años.
Ver en Lampadia: Superexternalidad
Los peruanos estamos moralmente obligados a agradecer y a aprovechar lo que tenemos, en pro del bienestar general.
¡Pudiendo eliminar la pobreza, sería inmoral no empeñarnos en ello!!!
Lampadia