Jaime Spak
Para Lampadia
Las comparaciones son odiosas, pero en política lamentablemente hay que hacerlas.
Luego de la juramentación del gabinete Jerí, pensé en el primer gabinete de Castillo y no pude evitar comparar.
Cuando en un acto histriónico Castillo, juramento a su primer ministro, Guido Belido, en la Pampa de la Quinua, fue una tremenda sorpresa.
Bellido un impertinente político, chacchando coca en el hemiciclo, hablando ante los periodistas en quechua, solo para que no lo entendían, fue el elegido.
Compararlo con el nuevo presidente del consejo de ministros, Ernesto Álvarez Miranda, un abogado, profesor universitario, con maestría en el extranjero, presidente del Tribunal Constitucional, condecorado por el Colegio de Abogados de Lima, es imposible.
En el ministerio de relaciones exteriores, fue nombrado el exguerrillero Héctor Béjar, de pésimo comportamiento y corto periodo, no podemos compararlo con Hugo de Zela, un eminente diplomático de carrera,
En el ministerio del interior comparar a un mediocre fiscal como Juan Carrasco, que ahora está siendo procesado, con el general en retiro Vicente Tiburcio Orbezo, que fue comandante general de la policía, experto en inteligencia, ex miembro del glorioso grupo Gein, que logró la captura de Abimael Guzmán y toda la cúpula de Sendero, sería un insulto a la inteligencia.
Lo sucedido el miércoles con la llamada marcha de la generación Z, resulta muy censurable.
Hasta las 7 pm, todo se desarrolló con tranquilidad, hasta que se desato el premeditado plan del grupúsculo de vándalos, delincuentes, para arremeter contra la policía.
Gracias a las cámaras de la municipalidad de Lima, que intentaron eliminarlas, cortando la fibra óptica que permitía la interconexión, y que felizmente pudieron arreglarlas en tiempo récord, fuimos testigos de lo ocurrido.
Gente con escudos y cascos de protección arremetieron contra la policía con piedras, bombas molotov, y una especie de lanzallamas, usando rayos láser, apuntando a los policías que debían de ser agredidos.
Mas de 100 policías heridos, algunos que aún siguen hospitalizados.
Lo que vimos es inaudito, gente agrediendo a la policía y ellos sin reaccionar.
Pero eso no bastaba, necesitaban muertos.
Lamentablemente el joven Eduardo Ruiz Saenz de 32 años, fue alcanzado por una bala, que según las primeras investigaciones fue realizada por el suboficial Luis Magallanes.
No fue un joven que pasaba por allí, hay videos que lo muestran tirando piedras de grueso calibre y bombas molotov.
Se debe de hacer una profunda investigación, la consigna en la policía era utilizar armas premunidas con cartuchos de goma, no con balas de verdad.
En este video se aprecia al suboficial corriendo y disparando hacia atrás.
No estoy defendiendo al policía, sino que hay ser objetivos, de cómo ocurrieron los hechos.
Los programas periodísticos del pasado jueves se la pasaron indicando que debía de renunciar el general Arriola y hasta el ministro del interior.
En realidad, ese era el objetivo de los vándalos, que consiguieron que toda la noticia girase en torno al joven fallecido.
El gabinete Jerí recién tenía 24 horas de haber juramentado y querían como indique en mi artículo anterior, que se produzca un escenario que denomine Merino 2.0.
Aquella vez hubo dos jóvenes fallecidos.
No había cámaras en aquel entonces, para poder corroborar los hechos.
El general Tiburcio, hombre probo y decente, fue separado de la Policía por Pedro Castillo, de mala manera, al enterarse que estaba en la búsqueda de sus sobrinos prófugos de la justicia, y de su inefable secretario Bruno Pacheco, aquel que le encontraron los veinte mil dólares, ocultos en el baño de su despacho en el palacio de gobierno.
La policía necesita una reforma total.
El ministro Tiburcio ya adelanto que hará una profunda depuración de la institución, retirando a los malos elementos, pues nadie confía en la policía en estos momentos.
Una prueba es que mientras duran las investigaciones del joven fallecido, ha retirado a generales de alto rango.
Eso es transparencia y no pasar las cosas por agua tibia.
Ha hecho un llamado a sus ex compañeros de la Gein, para hacer una real estrategia de inteligencia.
Lograr una estrategia para enfrentar a las hordas del crimen de sicarios, que, en una motocicleta, siguen atentando sobre todo a los transportistas.
El lunes pasado hubo un paro total transportistas.
El viernes fue asesinado en Lurín un chofer y heridos tres pasajeros.
La consigna es priorizar el tema de la inseguridad.
Hay personas que desean que Jerí fracase, que saque a los buenos elementos del ministerio del interior.
No debemos permitir eso.
Ya Sagasti paso al retiro a 17 generales de la policía para nombrar al general Cesar Cervantes, el número 18 en el escalafón, comandante general de la institución.
Luego Castillo empezó a subastar los ascensos.
Cada ascenso tenía un precio.
Queremos tranquilidad y una policía proba para empezar a respirar tranquilos y que la población pueda sentirse protegida. Lampadia