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Una impostura del siglo XXI

Alejandro Deustua
7 de junio de 2023
Para Lampadia

Entre agosto de 2000 y mayo de 2023 cuando los presidentes del Brasil convocaron a sendas cumbres presidenciales suramericanas, el sistema internacional había transitado del escenario unipolar hacia otro de multipolaridad indefinida mientras el consenso liberal sobre órdenes democrático-representativo y economías de mercado retrocedía allí donde éste se había arraigado. Esos cambios no han sido extraños a los regímenes de cooperación política y económica en Suramérica.

Salvo el incierto proceso abierto en la cumbre de Brasilia de mayo último, todos los mecanismos de cooperación regionales de ese período (la Comunidad Suramericana de Naciones, el UNASUR -que involucró un Consejo de Defensa Suramericano-) y PROSUR han fracasado.

Ello ha ocurrido a pesar de la precaria subsistencia de organismos de integración (la Comunidad Andina, el Mercosur, la Alianza del Pacífico) caracterizados por su mala performance (comercio intrarregional por debajo del 10%), mucha normativa (el caso de los dos primeros) y hasta sabotaje ejercido por sus propios miembros (México y Colombia en el caso de la Alianza).

¿A qué se debe el fracaso progresivo de la cooperación plurilateral suramericana y la reiteración en ese empeño con parámetros de probada falta de éxito?

Probablemente a que el interés nacional en ese tipo de cooperación no sea en este siglo tan intenso como se declara, a la subordinación del mismo a la tradición bilateral, a las estridencias de la diplomacia declarativa siempre predispuesta a la “gran estrategia” carente de voluntad y poder para llevarla a cabo y a características sui generis de los Estados suramericanos.

Entre estas últimas sobresalen la inconsistencia de los Estados suramericanos en la realización de intereses proclamados y a la prevalencia del interés interno sobre el externo. Y, por tanto, al predominio del capricho de gobiernos débiles y volátiles sobre los requerimientos del Estado, así como a ciertas perversidades como la irracionalidad ideológica y la corrupción.

De este último caso ha sido víctima el promisorio programa de integración física concertado en la primera cumbre suramericana del 2000: el IIRSA. A pesar del concurso del financiamiento multilateral ese programa fue absorbido por instrumentos intensivos en corrupción organizada en entidades estatales (el Bndes brasileño, p.e.) por autoridades y empresas locales que terminaron derruyendo gobiernos (el clamoroso caso del Perú). Sobre el particular es inaceptable que, mientras ex-presidentes peruanos están en la cárcel por ello, la matriz brasileña de corrupción que tuvo como jefe político al actual promotor de una nueva experiencia de cooperación regional, no haya dado siquiera las explicaciones del caso.

De otro lado, la irracionalidad ideológica y su predisposición hegemónica (el socialismo del siglo XXI) se ha mostrado en todo su esplendor en el caso de UNASUR. Establecido en 2008 a iniciativa de presidentes democráticos liberales, el UNASUR fue contundentemente absorbido por la influencia política de Chávez y potenciada por alianzas de vocación confrontacional e intervencionista al punto de promover la suspensión de la participación de Perú, Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Paraguay en 2018 (luego se agregarían Ecuador y Uruguay en 2019 y 2020).

El retorno de Brasil y Colombia a esos fueros es hoy sólo convergente con el inaceptable intento de legitimación de Maduro por el anfitrión Lula y la increíble pretensión del presidente brasileño de alterar la realidad de la dictadura venezolana describiéndola como una falsa narrativa fabricada por terceros.

En este punto Lula se ha disociado de la evidencia. Es decir, de las acusaciones de crímenes contra la humanidad imputados por órganos de la ONU al gobierno de Maduro, del desconocimiento de las elecciones venezolanas del 2019 por la OEA y el Grupo de Lima, de la destrucción de la economía venezolana (una contracción de 75% del PBI entre 2014 y 2020) y de la emigración de 7 millones de sus ciudadanos que dan cuenta de ello.

Esa claudicación (frente a la cual la delegación del Perú guardó silencio) muestra la clamorosa carencia de valores compartidos reales dentro del UNASAUR. Y también la vigencia de intereses contradictorios: su propósito de mayor democracia y autonomía, sólo ha logrado economías de dependencia diversificada a la que China -un socio buscado y preferido- ha contribuido notablemente.

Luego de esa experiencia bufa, PROSUR, que pretendió en 2019 reemplazar al UNASUR, no fue sino un último estertor de la experiencia cooperativa regional cuya ofrenda folclórica proporción el RUNASUR.

Quebrado el consenso liberal en la región y arraigada una nueva ola populista en el área, al amparo del interés brasileño de organizar el espacio suramericano a su manera como base de su proyección externa (práctica funcional al intento de mediación en el conflicto de Ucrania y en la potenciación de los BRICS), la reciente cumbre de Brasilia ha prescindido de toda referencia a las nociones del mercado libre en economía y de representatividad en la democracia como factores aglutinantes esenciales en el área. Al respecto, no es exagerado concluir que Suramérica está retornando a la era del “pluralismo ideológico”.

Sin embargo, si en ese escenario se logra contener el afán de predominio geopolítico de la potencia subregional y el empuje ideológico colombo-venezolano (al que otros ya están sumados) y si el foro regional logra identificar problemas específicos del área y modos concretos de solucionarlos, nuestros países no estarían encaramándose necesariamente en nueva ficción de cohesión suramericana.

Ello, sin embargo, será insuficiente para revertir el manifiesto declive del peso estratégico de Suramérica en el mundo reflejado en la disminución de su participación en el mercado global (de 8.4% en 1950 a 5.4% hoy en el PBI mundial).

El proceso de recuperación de ese valor perdido depende hoy mucho más del esfuerzo de cada uno de nuestros países y quizás de los mecanismos de integración establecidos si éstos se proponen potenciarlos asumiendo con seriedad objetivos elementales de largo plazo (p.e. lograr niveles comercio intrarregional más cercanos al 40% asiático) en un contexto global innovado por una nueva era tecnológica que generará más asimetría y competencia interregional y un sistema internacional en que la multipolaridad no implica menor conflictividad. Lampadia




Mal de muchos, consuelo de tontos

“América Latina corre el riesgo de pasar a ser irrelevante”

Por: Julio Velarde
Presidente de Banco Central de Reserva
El Comercio, 2 de Junio del 2023

Pese a la ralentización de la economía el presidente del BCR destacó el crecimiento del Perú frente a los demás países de la región. Según las expectativas empresariales, se espera un mayor crecimiento en el 2024 que en este año.

El presidente del Banco Central de Reserva, Julio Velarde se refirió al crecimiento de la economía peruana y a la recuperación de la confianza que viene siendo “paulatina”, en medio de un escenario en el que hay un deterioro de América Latina en su conjunto.

Tras señalar que aunque el crecimiento de este año viene siendo un tanto “mediocre” a nivel nacional, las expectativas de empresarios y otros actores económicos para el próximo año sobre el Perú han mejorado bastante. “No estamos tan mal frente a la región, lo que pasa es que América Latina es un desastre”, lamentó en un evento en el Cusco.

El sesgo de crecimiento -señaló- probablemente sigue siendo a la baja en este año, “pero lo que hay que señalar, es que en las encuesta que hacemos a empresas, analistas financieros, y bancos de inversión del mundo, la proyección (del 2024) es mayor a la de este año, es decir que sí esperan cierta recuperación”.

“No estamos tan mal frente a la región, lo que pasa es que América Latina es un desastre (..) Hace 40 años, Asia emergente pesaba 7%; Latinoamérica pesaba 22%, ahora las cifras se han invertido. América latina corre el riesgo de pasar a ser irrelevante, eso es una tragedia”, dijo.

Dentro de los factores que han influido al deterioro de la confianza a lo largo de los últimos años, haciendo que se pierda ese optimismo que vivió el Perú en los años 2017 y 2018, se encuentran la inestabilidad producto de los conflictos sociales, el Covid-19 y el mal manejo gubernamental.

“El Covid nos golpeó mucho, tuvimos uno de los confinamientos más estrictos, la gente se comió su capital de trabajo para sobrevivir, al no haber una red para sobrevivir. La inestabilidad política nos pasó factura y todo esto nos ha afectado bastante”, apuntó

“La calidad de la gestión publica fue muy mala. Ahora hay un cambio radical en cuanto a ministros. Se está tratando de impulsar gestiones, es un proceso”.

Sobre el empleo, avizora un crecimiento “pobre”, destacando, sin embargo, que el empleo formal está por encima del 2019 y creciendo casi 8%.

De otro lado, Velarde destacó la importancia del desarrollo de proyectos como Chavimochic y Majes; y adelantó que el proyecto minero Zafranal (Arequipa) “está casi listo y podría salir en setiembre”, por lo que se mantienen las expectativas.

“Felizmente está comenzando (el interés), gracias a la demanda potencial de cobre que va a haber en el mundo, no solo carros eléctricos que demandan más de cuatro veces lo que demanda un carro convencional, sino la infraestructura eléctrica que debe construirse y que requiere mucho cobre (..) De nuevo hay interés y si hay las condiciones adecuadas, estos nuevos proyectos podrían salir”, destacó.




“Lula se equivocó tontamente”

Entrevista a Eduardo Ponce Vivanco
Perú21, 1 de Junio del 2023

El embajador Eduardo Ponce asegura que fue un grave error del presidente brasileño Lula da Silva invitar a Nicolás Maduro a la reunión de presidentes sudamericanos.

¿Lula da Silva hizo bien en integrar a Venezuela a la cumbre y llamar “narrativa” a la dictadura que vive ese país?

Creo que ha cometido un grave error y me llama mucho la atención porque teniendo una Cancilleria tan profesional, el presidente brasileño debió estar informado. Entonces, me parece que la inauguración de su cumbre no ha podido ser más lamentable y equivocada porque ha generado el rechazo de un presidente de izquierda como es Boric Esto es un pésimo cálculo del Brasil de Itamaratiy de Lula al inaugurar la cumbre recibiendo tan ostentosamente al señor Nicolás Maduro.

¿Se puede aceptar la reintegración de Venezuela que aún vive en dictadura?

Creo que haría muy mal Brasil en no escarmentar porque esta feacción ante lo ocurrido tiene que haberle dolido Lula ha estado lejos de satisfacer sus ambiciones lo que quiere es una plataforma que le permita figurar como una suerte de potencia mundial y se ha equivocado tontamente.

El presidente de Uruguay no quiso estrechar la mano al premier Alberto Otárola, ¿ello tiene alguna explicación?

No he visto la imagen, pero me sorprende de una persona como el presidente de Uruguay. No creo que se encuentre alguna explicación a esto o expresiones previas que hayan sido negativas ante una sucesión constitucional a consecuencia del golpe de Pedro Castillo, que fue televisado. De tal manera que las imágenes y el discurso es prueba más que suficiente de lo que se hizo en el Perú. Además, la presentación de Otárola ha sido muy decorosa.

¿Considera importante que la presidenta Boluarte viaje a futuras cumbres?

A mi me parece lamentable que Boluarte no haya viajado por los intereses del pais y la vocería de alto nivel que ejerce la jefa de Estado en este momento. Creo que el Congreso debe encontrar una fórmula satisfactoria para no cerrarle al Perú una puerta importante para estar presente con otras autoridades internacionales.




Narrativa mentirosa de Lula

Por: Augusto Álvarez Rodrich
La República, 1 de Junio del 2023

Contra los derechos humanos, la democracia y la honestidad.

El ‘retiro’ presidencial convocado por Lula por la integración regional fue un fracaso por el afán del anfitrión de anteponer su propio interés geopolítico al principio vital de la democracia.

“El retiro crea una oportunidad histórica donde la altura la pondrá la grandeza de la que hagan muestra los participantes”, escribió el sábado Pepe Mujica a Lula, y eso fue lo que este defraudó al querer lavarle la cara a la dictadura criminal y corrupta de Venezuela, con una declaración vergonzosa:

“Me estuve peleando con los compañeros socialdemócratas europeos y gente de Estados Unidos, porque para mí era absurdo que quienes defienden la democracia te nieguen a ti como presidente de Venezuela, habiendo sido elegido por el pueblo venezolano. Hay un prejuicio muy grande, porque no les caes bien. Ustedes saben muy bien cuál es la narrativa que han construido sobre Venezuela: del autoritarismo”, le dijo Lula a Nicolás Maduro.

Lula miente. En Venezuela, las elecciones son estafa, Maduro maneja una cleptocracia, se persigue a la oposición y violan los derechos humanos, y los venezolanos desperdigados por el mundo mendigando un lugar para vivir evidencian el desastre que el presidente brasileño atribuye a una ‘narrativa’.

Hicieron bien el uruguayo Luis Lacalle y el chileno Gabriel Boric al marcar distancia de ese exabrupto, a diferencia del argentino Alberto Fernández, el boliviano Luis Arce y el colombiano Gustavo Petro, quien es un ejemplo grotesco del doble estándar. Critica al gobierno peruano, sin fundamento, de ser una dictadura, como volvió a hacerlo en Brasilia, pero se pachamanquea con el autócrata venezolano por considerarlo de ‘izquierda’.

Lula, que en sus presidencias previas fue entusiasta promotor de la exportación de la corrupción de las constructoras brasileñas en la región, cree que América Latina es ‘su’ patio trasero para proyectarse como mediador de la paz entre Rusia y Ucrania, pero actuando de conserje de Xi Jinping y Putin.

Pero es inaceptable querer construir un liderazgo regional con la defensa de una dictadura corrupta como la de Venezuela, en complicidad con Petro y el mexicano Manuel López, lo que explica el respaldo de ambos a otro ladrón y golpista como Pedro Castillo.




México critica al Perú y alaba a Cuba

Por: Andrés Oppenheimer
El Comercio,28 de Mayo del 2023

“Cualquiera sea la razón, López Obrador no tiene fundamentos legales ni autoridad moral para cuestionar la legitimidad de Boluarte”.

El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, está estableciendo un nuevo récord de incongruencia política: está cuestionando insistentemente las credenciales democráticas de la presidenta del Perú, tras darle una bienvenida de alfombra roja y otorgarle la medalla más prestigiosa de México al dictador de Cuba.

Ya sé, suena a broma, pero no lo es. López Obrador ha llamado falsamente a la presidenta peruana Dina Boluarte “usurpadora” del poder.

Lo que es más, el presidente mexicano citó una supuesta falta de legitimidad democrática del gobierno peruano para justificar la negativa de México a entregarle al Perú la presidencia rotativa de la Alianza del Pacífico, el bloque comercial integrado por México, Chile, Colombia y el Perú.

Por todo esto, el Congreso Peruano declaró el 24 de mayo a López Obrador “persona non grata” en el Perú. Aunque el Congreso del Perú tiene una tasa de desaprobación del 90%, según una encuesta reciente de la empresa IEP, muchos peruanos están aplaudiendo su decisión de declarar a López Obrador indeseable en el país.

Se puede criticar a la presidenta del Perú, Dina Boluarte, por su represión a manifestantes opositores al principio de su gobierno, pero los expertos constitucionales coinciden en que, contrariamente a las afirmaciones del presidente mexicano, su designación fue apegada a la ley peruana. Hasta el presidente de izquierda de Chile, Gabriel Boric, está pidiendo que se le entregue la presidencia rotativa de la Alianza del Pacifico al Perú.

Boluarte fue proclamada presidente en diciembre después de que el expresidente izquierdista Pedro Castillo fuera destituido por el Congreso por dar un golpe de Estado. Castillo fue arrestado después de haber anunciado en televisión nacional que disolvería el Congreso y gobernaría por decreto.

Cuando leí las recientes declaraciones de López Obrador cuestionando las credenciales democráticas de Boluarte, me costó creer que hablaba en serio.

López Obrador está tratando de mostrarse como un defensor inquebrantable de la democracia en el Perú apenas tres meses después de haber condecorado con la orden del Águila Azteca – la más alta distinción del Gobierno Mexicano a un extranjero– al dictador cubano Miguel Díaz-Canel.

Y, más recientemente, el 5 de abril, López Obrador dijo en una cumbre presidencial virtual que Cuba es un país “como para irse a vivir allá”, una declaración sorprendente, tratándose de una isla donde una gran cantidad de gente arriesga su vida huyendo por mar para escapar de su miseria.

La negativa de México a entregar la presidencia rotativa de la Alianza del Pacífico al Perú está perjudicando a las economías del Perú, Chile y Colombia, que junto con México integran el bloque comercial.

“Al hacer esto, López Obrador está torpedeando la Alianza del Pacífico, que es el mecanismo de integración más eficiente de América Latina”, me dijo el excanciller chileno Roberto Ampuero.

“La Alianza ha tenido éxito precisamente porque se enfocaba en resultados concretos, y no en cuestiones ideológicas”, agregó Ampuero. “Ahora está paralizada, por consideraciones políticas de López Obrador”.

Entre las varias teorías de por qué López Obrador se niega a entregar la presidencia rotativa del bloque comercial al Perú, además de su simpatía por el expresidente peruano Castillo, está que al presidente mexicano nunca le gustó la Alianza del Pacífico.

El grupo fue formado en el 2011 por presidentes en su mayoría de centro derecha, que querían aumentar el libre comercio en la región. Además, López Obrador puede estar tratando de desviar la atención pública de las tasas récord de violencia en su país. Nuevas cifras oficiales muestran que México registró un récord de 156.066 homicidios el año pasado, y que el total de muertes violentas durante el mandato de López Obrador ya es un máximo histórico.

Otra explicación adicional puede ser que López Obrador quiera ganar cierto protagonismo en América del Sur. En el último año, la figura de López Obrador como uno de los líderes de la izquierda regional ha sido eclipsada por los presidentes de Brasil, Colombia y Chile.

Cualquiera sea la razón, López Obrador no tiene fundamentos legales ni autoridad moral para cuestionar la legitimidad de Boluarte. ¿Cómo puede López Obrador arremeter contra la democracia del Perú, mientras alaba la dictadura de Cuba?

Eso no tiene ningún sentido, y hay que recordárselo.

© El Nuevo Herald. Distribuido por Tribune Content Agency, LLC.




El Estado, el fallido emprendedor

«Queda en evidencia el principal problema de las empresas estatales, éstas no tienen los incentivos para ser eficientes»

Fernando Claro
DF Más – Chile
28 de mayo de 2023

Cada vez que me toca escribir para esta sección del DFMás, soy acechado por Mariana Mazzucato y su espectro. Parece que algo hay de verdad en eso de que los astros se alinean, esta ya es la tercera vez consecutiva. La segunda fue en marzo, cuando se destapó el contrato que ella y su equipo tenían con el gobierno de Petro en Colombia: cobraban un millón de dólares para asesorarlos en materias de «política industrial misión-orientada, alineando sus objetivos de crecimiento económico junto a otros dos, sostenibilidad e inclusión».

Mazzucato justo andaba en gira por el mundo hablando de su nuevo libro donde despotrica contra los consultores tipo McKenzie y BCG por asesorar a diferentes Estados —especialmente el británico— en materias en las cuales no tendrían experiencia. Ella, sin embargo, cobraba un millón de dólares porque, me imagino, ella es la que sabe, especialmente sobre Colombia. Quizás sabe también sobre litio, ya veremos.

La primera vez fue a fines del octubre del año pasado, cuando la también directora de ENEL y académica nos visitó generando varias polémicas. En esos días critiqué los fundamentos teóricos y empíricos de sus propuestas, ya que no pasan ninguna prueba de calidad científica. Miles de comentaristas y burócratas académicos se espantaron en las redes sociales, llegando a decir que mis dichos eran simples mentiras. Destacaban su cantidad libros y artículos, y su impacto —con el «índice H». La decadencia de la ciencia. No sabían que ese índice no dice nada acerca de la verdad de una teoría —teorías demostradamente equivocadas como la teoría económica marxista tienen gran impacto—. Es más, ese índice puede crecer justamente, por lo contrario, pero, no importa, y menos entre burócratas académicos y twitteros que descubrieron recién la industria de los papers.

Bueno, el impacto y buen recibimiento de los fraudes teóricos y empíricos de Mazzucato es lo que ha legitimado el resurgimiento de la idea de que el Estado es bueno emprendiendo y es lo que nos tiene, ahora, por tercera vez, hablando sobre ella.

Esta semana, por enésima vez, quedó demostrada la pésima idea del Estado emprendedor.

A pesar de las advertencias, el gobierno intentó ingresar al negocio de la distribución minorista de gas licuado generando obvias pérdidas por cada entrega de balón de gas. El objetivo, decían ellos, era ayudar a los más pobres. Sin embargo, no escucharon lo que todos le dijeron al respecto: si de verdad querían ayudar a los más pobres lo más eficiente era comprar a las empresas que producían, ya sea subsidiando a las mismas personas directamente o «agregando demanda». Se hizo un carísimo plan piloto que no era un plan piloto, ya que estos se hacen sobre políticas que pueden resultar con alguna probabilidad, para hacer los ajustes finos, pero acá nada decía que resultaría. Fueron advertidos.

Acá queda en evidencia el principal problema de las empresas estatales:

Éstas no tienen los incentivos para ser eficientes y con una probabilidad muy alta se mal administran con fines políticos: en este caso se utilizó el lanzamiento de este plan simplemente para hacer un show electoral en medio de la campaña del Apruebo, con Giorgio Jackson de ministro —olvidando su deber como ministro y no como gerente de empresa pública— realizando grandes y coloridas puestas en escena. Esa fue la razón, ya que en su programa de gobierno no hay ni una sola palabra sobre esta industria. ¿Y qué ha dijo el gobierno corporativo de ENAP sobre todo esto? Esperemos que esos balones de gas y gorros rosados de Giorgio queden como símbolos del fiasco del Estado Emprendedor. Lampadia




Un gobierno enano que se cree gigante

La distancia entre lo que el Gobierno de Boric ha podido hacer y el discurso de superioridad moral y técnica que tenía su generación cuando era oposición es abismante.

El Líbero – Chile
Patricio Navia
26 mayo, 2023

Si la evaluación se hiciera sólo por los anuncios de reformas que ha presentado el Gobierno, cualquier observador poco atento podría concluir que éste está siendo uno de los más transformadores de las últimas décadas en Chile. Pero como la evaluación final se hace respecto a los resultados y logros en estos 15 meses de administración del presidente Gabriel Boric, la única conclusión posible es que este está siendo un gobierno de enanos, tanto por su incapacidad para cumplir sus ambiciosas promesas como por su ineptitud para realizar las tareas básicas que implica ser Gobierno.

Ser enano en política es no estar a la altura de lo que se prometió ni de las expectativas mínimas que tiene la población respecto a lo que debe hacer un gobierno. La administración Boric llegó al poder con una agenda fundacional ambiciosa y desmedida.

Si bien es cierto que todos los gobiernos pecan de soberbia al iniciarse sus periodos -recordemos la frase de Sebastián Piñera aludiendo a que lo que la Concertación no había podido hacer en 20 años, su gobierno lo había logrado en 20 días- el Frente Amplio pecó de particular soberbia cuando dictó cátedra sobre lo mal que lo estaba haciendo el segundo gobierno de Piñera y lo fallido que había sido el modelo implementado por gobiernos de izquierda y derecha en Chile desde el retorno de la transición.

Aunque siempre es más difícil cuando hay que gobernar que cuando se puede criticar desde la galería -otra cosa es con guitarra- la distancia entre lo que el Gobierno de Boric ha podido hacer y el discurso de superioridad moral y técnica que tenía su generación cuando era oposición es especialmente abismante.

Uno de los mejores ejemplos fue la rapidez con la que se derrumbó el liderazgo de Izkia Siches, la ministra del Interior nombrada por Boric al asumir su administración. Después de haber usado irresponsablemente su tribuna como presidenta del Colegio Médico para criticar la respuesta del Gobierno a la pandemia del Covid-19, Siches tardó menos de una semana para hacer estrellar en el piso su reputación como ministra. La patética escena de su comitiva mostrando una bandera mapuche por la ventana de un auto cuando era repelida a tiros en La Araucanía en su primera visita a la región dejó en claro que este Gobierno no tenía dedos para el piano.

En los 15 meses de Gobierno que han transcurrido, la ineptitud oficialista, la falta de preparación, la superficialidad de sus lecturas sobre el país, la arrogancia de sus declaraciones y el exceso de errores no forzados han confirmado, una y otra vez, que no está a la altura del desafío y que no tiene capacidad para cumplir sus promesas.

Pero la fuerza de la realidad no ha sido suficiente para que el Ejecutivo retroceda en su ambición o para que corrija rumbo. En vez de recular y tratar de evitar seguir cometiendo errores, el Gobierno ha doblado la apuesta.

Aunque es evidente que el Gobierno, y también el Estado, son incapaces de poder asegurarse de que los estudiantes puedan asistir a las escuelas públicas y adquirir los aprendizajes más básicos, La Moneda se embriaga en el ambicioso sueño de convertir al Estado de Chile en un actor relevante a nivel mundial en la producción de litio. Aunque el Gobierno no es capaz de hacer valer el Estado de Derecho e imponer el orden en La Araucanía, Boric intenta dar lecciones sobre cómo otros gobiernos del mundo debieran defender los valores democráticos. Aunque el país está sobrepasado por una crisis de seguridad en las calles, Boric insiste en que su Gobierno quiere fortalecer la red de protección social. Aunque su Gobierno es incapaz de generar las condiciones para que el país crezca, Boric quiere impulsar la reforma más importante a las pensiones en 40 años.

En una semana, el presidente Boric dará su segundo discurso ante la nación y el Congreso. Aunque muchas personas no se molesten en escuchar lo que tenga que decir el egresado de derecho (que nunca fue capaz de terminar sus estudios y titularse), lo más probable es que el discurso termine replicando lo que ha sido la tónica de este Gobierno.

Boric, presidente de un Gobierno que no ha estado a la altura, un Gobierno enano, hablará como si su administración estuviera compitiendo por ser la que llega más alto en transformar al país.

La disociación entre la realidad de ser un Gobierno enano y las aspiraciones de ser un Gobierno de gigantes pudiera parecer hasta tierna si se tratara de un juego de niños. Pero como estamos hablando del Gobierno de la República, la incapacidad de Boric para verse al espejo y entender que el suyo es un Gobierno que no da el ancho debiera preocupar al resto del país. Después de todo, no hay nada más peligroso para una sociedad que sus líderes no sean capaces de entender a cabalidad sus fortalezas y sus debilidades.

Lampadia




Cierre de la Asamblea Nacional de Ecuador va a debilitar a la derecha

Entrevista a Pablo Bustamante Pardo
Director de Lampadia
El Tiempo, 18 de Mayo del 2023

El director de Lampadia, Pablo Bustamante, aseguró que con esta medida constitucional la izquierda ecuatoriana va a tener la oportunidad de participar en las nuevas elecciones.

La Asamblea Nacional de Ecuador ayer amaneció rodeada de militares y policías. El mandatario, Guillermo Lasso, tomó la decisión drástica para frenar el proceso en su contra. Por primera vez en la historia de Ecuador, decretó la disolución del Parlamento alegando que el juicio, que podría provocar su destitución por haber tolerado un supuesto caso de corrupción, había provocado una “grave crisis política”.

Sobre el suceso, el director de Lampadia, Pablo Bustamante, explico a El Tiempo que la decisión tomada por Lasso ha sido un acto de urgencia pero es una medida constitucional.

“Es una lástima que se llegue a una crisis de ese nivel. En Ecuador son muy belicosos, el presidente se ha visto forzado a usar esta norma constitucional y ha cerrado el Congreso, convocando a nuevas elecciones”, indicó.

Del mismo modo advirtió que esto va a debilitar a la derecha ecuatoriana. “Ahora entra en un proceso inestable, con riesgo de que la izquierda en el vecino del norte, influenciada por el izquierdista Rafael Correa, tome el control. El cierre del Congreso ecuatoriano debilita a la derecha”, insistió.

“Si la izquierda logra ganar las elecciones se convertirá en una parte activa del socialismo del siglo 21″, añadió.

Bustamante reiteró que de llegar la izquierda al poder, traerá consigo empobrecimiento del país, parálisis de la inversión y la fuga de capitales y de talentos.

De igual manera, el hijo del Nobel de Literatura Mario Vargas Llosa, a través de sus redes sociales señaló que la decisión del mandatario ecuatoriano “es constitucional y jurídicamente defendible”.

“La decisión del presidente Guillermo Lasso es constitucional y jurídicamente defendible, y políticamente valiente y arriesgada, ante una situación extrema. Es acertado el pronunciamiento del Gobierno peruano. Cualquier comparación con el intento golpista de Castillo es absurda”, escribió en su cuenta de Twitter.

Mientras que, el expresidente ecuatoriano, Rafael Correa, aseguró que es ilegal la muerte cruzada decretada por el actual presidente, Guillermo Lasso.

“Lo que Lasso hace es ilegal. Obviamente, no hay ninguna ‘conmoción interna. Tan solo no pudo comprar suficientes asambleístas para salvarse. En todo caso, es la gran oportunidad para librarnos de Lasso, de su Gobierno y de sus asambleístas de alquiler, y recuperar la patria”, dijo Correa.

CHILE

Respecto a los últimos acontecimiento en Chile, Bustamante opinó que ha sido favorable el triunfo de la derecha chilena, ya que esto “representa un desarrollo interesante (…) la izquierda ha perdido completamente cara”. Dijo esperar la elaboración de una constitución que apoye al país vecino.

Ver Noticia :
https://www.lampadia.com/wp-content/uploads/2023/05/Crisis-en-Ecuador-Pablo-Bustamante.pdf




Ciegos y clarividentes

J. Eduardo Ponce Vivanco
Ex Vice Canciller del Perú
Para Lampadia

No recuerdo de que más de veinte ex Cancilleres de Chile hayan emitido un pronunciamiento tan acabado y macizo en apoyo a la Alianza del Pacífico y a la coordinación que, como Presidencia “pro tempore”, ahora corresponde al Perú según establece nítidamente el Acuerdo Marco de la Alianza (artículo 7.1), un tratado internacional cuyas obligaciones deben ser respetadas por todos los Estados Parte que lo suscribieron.

Declaración de ex Cancilleres de Chile:

“INJERENCIAS QUE DAÑAN LA INTEGRACIÓN Y CONCERTACIÓN REGIONALES”

Algunos hechos recientes debieran alertar a nuestra Cancillería y a la opinión pública nacional [Chile] acerca de las dañinas injerencias que se repiten por parte de gobernantes y entidades de izquierda latinoamericanas, en detrimento de la estabilidad democrática regional.

El primero, se refiere al rechazo del presidente mexicano (AMLO) a entregar la presidencia pro tempore de la Alianza del Pacífico a Perú por considerar que su presidenta Dina Boluarte carece de legitimidad y es una “usurpadora”. Esto no solo constituye una evidente intromisión en los asuntos internos del Perú, sino también un desconocimiento arrogante e inadmisible del proceso constitucional y democrático que ha seguido dicho país ante el fallido autogolpe del expresidente Castillo. El incumplimiento del estatuto de Alianza del Pacifico, es un pésimo precedente para uno de los pocos organismos integracionistas latinoamericanos que funciona en forma independiente de los gobiernos de turno.

El segundo, dice relación con declaraciones del presidente Gustavo Petro de Colombia sobre una fiscal general peruana, demostrando su desconocimiento acerca de la independencia y autonomía constitucional de que goza el poder judicial en cualquier sistema democrático. Ni López Obrador ni Petro son buenos ejemplos para el futuro de la democracia y la integración en América Latina. Ambos, en su sesgada defensa del defenestrado Castillo, parecieran no tener otro objetivo que horadar la institucionalidad peruana.

Un tercer hecho lamentable, es que el desacreditado Grupo de Puebla manifiesta su “profunda inquietud” por el resultado de la reciente elección de consejeros constitucionales chilenos. Hace un llamado a los sectores progresistas a cerrar filas para detener los “avances de la derecha reaccionaria regional”. Ni una sola palabra sobre la impecabilidad del proceso electoral, ni el derecho soberano del pueblo chileno para decidir su futuro constitucional.

Es en virtud de todo lo anterior, que los embajadores chilenos abajo firmantes no sólo deploramos la excesiva ideologización y radicalización que está operando en la región, sino que alertamos contra proyectos de nuevas instituciones regionales al estilo de Unasur. Qué duda cabe, varios de estos líderes populistas tienen claros intereses ideológicos en recrear instancias regionales para profundizar la izquierdización y división del continente.”

Roberto Alonso B., Andrés Barbé G., Hernán Brantes G., Jorge Canelas U., Benjamín Concha G., Ricardo Concha G., Samuel Fernández I., Rodrigo Gaete V., Alfredo García C., Carlos Klammer B., Alberto Labbé G., Cecilia Mackenna E., José Luis Morales M., Juan Salazar S., Leonel Searle C., Alfonso Silva N., James Sinclair M., Pedro Suckel A., Isauro Torres N., Patricio Torres E., Horacio del Valle I y Fabio Vio U.”

Salta a la vista que los gobernantes de México y Colombia – AMLO y Petro – no están a la altura del trascendental compromiso asumido por sus Estados y ni de las expectativas que la Alianza suscitó en la comunidad internacional, atrayendo un sinnúmero de países observadores de todas las latitudes.

Es deplorable y condenable el tropical ejemplo gubernamental mexicano-colombiano que contrasta con la seriedad de los ex cancilleres de Chile y de los empresarios que, bajo la coordinación peruana, se siguen reuniendo normalmente en el Consejo Empresarial de la Alianza del Pacífico (CEAP) para construir nuevos pisos sobre las ricas posibilidades que el Acuerdo Marco permite en el ámbito de los emprendedores privados.

Ellos ven claramente la acogida que recibió la AP en el inmenso y prometedor espacio económico y comercial del Asia Pacífico. Y han percibido también la ceguera política de AMLO Y Petro, cuyas trasnochadas ideologías son ampliamente superadas en el dinámico nivel de los agentes económicos que forjan la riqueza de nuestros pueblos. Lampadia




Lasso no pudo desactivar las bombas de tiempo de Correa

Jaime de Althaus
Para Lampadia

Las bombas de tiempo dejadas por el populismo de izquierda de Rafael Correa siguen estallando. En el trasfondo de la “muerte cruzada” decretada por Guillermo Lasso, están unos desequilibrios engendrados por la “revolución ciudadana” que el presidente Lasso nunca pudo corregir porque el congreso no le aprobó las reformas que ofreció para resolverlos y porque el movimiento Pachacuti se movilizó para impedir la reducción de los subsidios a los combustibles, entre otros cambios.

Recordemos que Correa se benefició del explosivo boom de los precios del petróleo, que usó para generar un incremento desmesurado del gasto público, que pasó de un 26% del PBI en el 2006 a un 47% del PBI en los años 2013-2014.[1] Incrementó subsidios a los combustibles e hizo, sí, obra pública, pero desincentivó la inversión privada, oprimiéndola. Le ocurrió ya a partir del 2015 lo mismo que ahora está sufriendo Bolivia: cuando los precios del petróleo empezaron a caer, ya no había como solventar ese gasto, y la deuda pública empezó a crecer para financiarlo.  Así, el endeudamiento externo pasó de un 15% a un 62% del PBI[2] entre 2010 y 2021. Y el 2022 habría cerrado en un nivel cercano al 70%,[3]  sin contar las ventas anticipadas de petróleo a la China por montos superiores a los 10 mil millones de dólares y el crédito del Banco Central Ecuatoriano al gobierno.

Pese al mayor endeudamiento, el gasto público ha tenido que ir reduciéndose a la mala, bajando de aquel 47% a un 38% el 2021,[4] reduciendo básicamente inversión pública. Ello, sumado a una débil inversión privada, ahogada por regulaciones, rigideces y costos no salariales inducidos también durante el periodo de Correa, determinó que la economía no creciera o creciera muy poco. 

Para corregir esos desequilibrios y volver a crecer a tasas relativamente altas, Guillermo Lasso planteó una serie de reformas tales como la reforma laboral, mayor flexibilidad, facilidades para inversiones, reforma de la seguridad social, concesionar carreteras y la administración de empresas públicas. La asamblea nacional solo le aprobó la reforma tributaria, porque subía los impuestos a los ricos.  Los subsidios a los combustibles, que según el economista Albornóz Guarderas llegan a 4% del PBI, apenas pudo reducirlos en una fracción porque la movilización indígena lo impidió.

De modo que entre un congreso en el que apenas tenía 12 parlamentarios y en el que el correísmo tenía la primera mayoría, y el movimiento indígena Pachacuti, Lasso simplemente no pudo aplicar su programa y por lo tanto no pudo resolver ni el problema fiscal ni tampoco reiniciar una corriente caudalosa de inversión privada. No pudo desactivar las bombas de tiempo que dejara Rafael Correa, que por ahora no puede postular, pero buscará que alguno de sus peones llegue al poder para cosechar los votos de un descontento que él mismo sembró años atrás. Lampadia

[1] Banco Central de Ecuador,Estadísticas

[2] https://datosmacro.expansion.com/deuda/ecuador#:~:text=En%202021%20la%20deuda%20p%C3%BAblica,euros60.471%20millones%20de%20d%C3%B3lares%2C.

[3]  Información del economista Vicente Albornoz Guarderas

[4] Banco Central de Ecuador, Estadísticas




“Ecuador: “Fulano (Cámpora) al gobierno, Correa (Perón) al poder””

Por: Aldo Mariátegui
Perú21, 18 de Mayo del 2023

No han faltado los ignorantes y los malintencionados que han buscado confundir al resto, igualando el fallido intento golpista de Castillo con esta “muerte cruzada” que Lasso ha invocado en Ecuador. Mientras que Castillo pretendía salirse del libreto constitucional para atornillarse en una suerte de dictador, Lasso se ha apegado a su Constitución y más bien va a dejar el poder junto a su Congreso y va a gobernar brevemente de ahora en adelante por decretos controlados por su versión local de nuestro Tribunal Constitucional.

Lasso ha sido víctima de la alianza del correísmo con la izquierda indigenista y una derecha politiquera ciega, además de su ingenuidad e incompetencia. Fue uno más de estos presidentes que son elegidos para gobernar enérgicamente como derechistas y no lo hacen, lo que en España llaman “la derechita cobarde”, esa que termina caviaronoide y débil por acomplejadamente sensible frente a las críticas “progres”’; al final quieren agradar a todos y terminan no agradando a nadie. Aquí tuvimos a PPK como el mejor ejemplo de eso, así como a Piñera y Duque en Chile y Colombia (Bolsonaro o Boris Johnson son distintos. Serían más bien unas derechas que por torpes y no por cobardes no hicieron muchísimo más teniendo la oportunidad).

Sin conocer a fondo la política ecuatoriana, creo que Lasso debió renunciar en favor de su vicepresidente, pues lo que me temo es que estas elecciones le van a abrir las puertas al regreso de Correa al poder, que ya el correísmo acaba de arrasar en las recientes elecciones ediles y regionales, además que hasta la burguesía extraña la estabilidad que les daba el autoritarismo correísta. Si bien Correa tiene varios procesos que le impiden volver y candidatear, lo más probable es que se busque a su Cámpora como hizo Perón en los 70: un candidato fantoche ganador, que vuelve a convocar elecciones para que su jefe vuelva. Parafraseando el slogan argentino de la época, sería otro “Fulano (Cámpora) al gobierno, Perón (Correa) al poder”.




Ni retroexcavadora ni aplanadora

Los opinólogos chilenos serios van perfilando un lenguaje incluyente que marque el espíritu de la nueva constitución que debe diseñar el Consejo Constitucional. Incluyente, no por asumir el lenguaje progresista que sigue ensuciando los debates políticos, sino por pretender albergar a todos los ciudadanos, discriminaciones políticas.

Lean el importante artículo de Varela al respecto.

Fundación para el Progreso – Chile
Gerardo Varela
Publicado en El Mercurio
13.05.2023

Que agradable es un triunfo de la derecha. En la noche, sus líderes llaman a la humildad y la izquierda a que no se repitan sus errores. La gente celebra con banderas chilenas, no hay saqueos ni violencia y al día siguiente nos levantamos a trabajar y retomamos nuestra vida normal. ¡Que contraste!

  • Con Bachelet que cuando ganó señalaba «cuando la izquierda sale a la calle la derecha tiembla» o
  • Con Boric que invitaba a transformar Chile en la tumba del neoliberalismo o
  • Quintana usando la metáfora de la retroexcavadora para referirse al programa de gobierno.

Los chilenos quieren que nadie tiemble ni en su casa ni en la calle ni por lo que piensa ni por lo que dice.

Chile necesita menos amenazas y menos ideología para retomar su senda de progreso. Una sociedad libre se construye con las armas de la democracia: el diálogo y el voto, y un país se desarrolla con esfuerzo, inversión y trabajo. La Constitución debe asegurar ambos.

La izquierda tuvo la oportunidad de hacer una constitución para todos, pero la hizo para ella y perdió. Hoy la derecha puede hacer una constitución para Chile y no debe caer en el error de hacerla para ella.

En nuestro país habitan el profesor Silva y su hermano cineasta y en la Constitución deben caber los 2; el humilde y serio profesor de derecha con el talentoso y poco hermanable cineasta de izquierda.

Para eso, es mejor una Constitución que diga menos y no más y que el Congreso zanje temas controvertidos sin dejarlos inamovibles en la constitución.

La paridad, el matrimonio gay o el aborto es mejor tratarlas en la ley y no en la Constitución. La Constitución de EEUU – la más exitosa de la historia- permanece silente sobre estos temas. La izquierda -a partir de Roe vs Wade– logró meter al aborto en la Constitución forzándolo en el derecho a la intimidad y sustrayéndolo del debate democrático, pero recientemente la Corte Suprema lo sacó revocando ese fallo y lo devolvió a los congresos estatales, para que se resuelva democráticamente. Yo soy anti aborto y anti pena de muerte, pero pueden y deben discutirse en el Congreso.

Dos elecciones confirman que Chile no es de extrema izquierda y que los chilenos no quieren refundar ni demoler nada, sino que quieren progresar en paz. El voto obligatorio ha mostrado el Chile real. Por cada octubrista que salió a quemar y robar, había el doble que querían salir a estudiar o trabajar y por cada octubrista que pedía el fin del neoliberalismo había el doble que querían disfrutar de él. Es hora de usar la maquinaria pesada para construir no para destruir; es hora de ser más sobrios en el lenguaje, más templados en las opiniones y más humildes en los objetivos. Chile con el voto obligatorio ha mostrado un camino de mesura y moderación y sus líderes deben seguirlo.

El desafío no es refundacional, sino que modernizador. Chile quiere que el Estado deje de crecer y empiece a mejorar. Que el ejecutivo administre con eficiencia y responsabilidad; que el Congreso legisle pensando en el bien común, no en la próxima elección; que el Poder Judicial aplique la ley y no haga política y que el Banco Central cuide el valor de nuestros sueldos y ahorros.

Queremos que la Constitución reconozca nuestros derechos a la vida, la libertad y la propiedad y a desarrollar nuestros proyectos vitales de la forma que elijamos.

No queremos una constitución que nos diga como ser felices ni que permita que los políticos se metan en todos los aspectos de nuestras vidas.

No queremos que una constitución sirva para exigirle al resto que financie nuestras necesidades, sino una que garantice que podremos disfrutar del fruto de nuestro esfuerzo.

Los chilenos quieren libertad, para elegir el colegio que eduque sus hijos, el doctor que sane sus heridas y el dios al que encomienden su alma. Quieren igualdad en dignidad y derechos sin privilegios ni preferencias. Quieren que el estado cuide el medio ambiente compatibilizándolo con el humanismo y el desarrollo.

Chile quiere una Constitución hecha desde la tolerancia no del odio, desde la paz no de la violencia y desde la generosidad no del resentimiento. Queremos una Constitución inclusiva, moderna y libertaria, no una excluyente, retrógrada y sectaria. Esa ya la rechazamos y no queremos repetir la experiencia. Lampadia