J. Eduardo Ponce Vivanco
Ex Vice Canciller del Perú
Para Lampadia
No recuerdo de que más de veinte ex Cancilleres de Chile hayan emitido un pronunciamiento tan acabado y macizo en apoyo a la Alianza del Pacífico y a la coordinación que, como Presidencia “pro tempore”, ahora corresponde al Perú según establece nítidamente el Acuerdo Marco de la Alianza (artículo 7.1), un tratado internacional cuyas obligaciones deben ser respetadas por todos los Estados Parte que lo suscribieron.
Declaración de ex Cancilleres de Chile:
“INJERENCIAS QUE DAÑAN LA INTEGRACIÓN Y CONCERTACIÓN REGIONALES”
Algunos hechos recientes debieran alertar a nuestra Cancillería y a la opinión pública nacional [Chile] acerca de las dañinas injerencias que se repiten por parte de gobernantes y entidades de izquierda latinoamericanas, en detrimento de la estabilidad democrática regional.
El primero, se refiere al rechazo del presidente mexicano (AMLO) a entregar la presidencia pro tempore de la Alianza del Pacífico a Perú por considerar que su presidenta Dina Boluarte carece de legitimidad y es una “usurpadora”. Esto no solo constituye una evidente intromisión en los asuntos internos del Perú, sino también un desconocimiento arrogante e inadmisible del proceso constitucional y democrático que ha seguido dicho país ante el fallido autogolpe del expresidente Castillo. El incumplimiento del estatuto de Alianza del Pacifico, es un pésimo precedente para uno de los pocos organismos integracionistas latinoamericanos que funciona en forma independiente de los gobiernos de turno.
El segundo, dice relación con declaraciones del presidente Gustavo Petro de Colombia sobre una fiscal general peruana, demostrando su desconocimiento acerca de la independencia y autonomía constitucional de que goza el poder judicial en cualquier sistema democrático. Ni López Obrador ni Petro son buenos ejemplos para el futuro de la democracia y la integración en América Latina. Ambos, en su sesgada defensa del defenestrado Castillo, parecieran no tener otro objetivo que horadar la institucionalidad peruana.
Un tercer hecho lamentable, es que el desacreditado Grupo de Puebla manifiesta su “profunda inquietud” por el resultado de la reciente elección de consejeros constitucionales chilenos. Hace un llamado a los sectores progresistas a cerrar filas para detener los “avances de la derecha reaccionaria regional”. Ni una sola palabra sobre la impecabilidad del proceso electoral, ni el derecho soberano del pueblo chileno para decidir su futuro constitucional.
Es en virtud de todo lo anterior, que los embajadores chilenos abajo firmantes no sólo deploramos la excesiva ideologización y radicalización que está operando en la región, sino que alertamos contra proyectos de nuevas instituciones regionales al estilo de Unasur. Qué duda cabe, varios de estos líderes populistas tienen claros intereses ideológicos en recrear instancias regionales para profundizar la izquierdización y división del continente.”
Roberto Alonso B., Andrés Barbé G., Hernán Brantes G., Jorge Canelas U., Benjamín Concha G., Ricardo Concha G., Samuel Fernández I., Rodrigo Gaete V., Alfredo García C., Carlos Klammer B., Alberto Labbé G., Cecilia Mackenna E., José Luis Morales M., Juan Salazar S., Leonel Searle C., Alfonso Silva N., James Sinclair M., Pedro Suckel A., Isauro Torres N., Patricio Torres E., Horacio del Valle I y Fabio Vio U.”
Salta a la vista que los gobernantes de México y Colombia – AMLO y Petro – no están a la altura del trascendental compromiso asumido por sus Estados y ni de las expectativas que la Alianza suscitó en la comunidad internacional, atrayendo un sinnúmero de países observadores de todas las latitudes.
Es deplorable y condenable el tropical ejemplo gubernamental mexicano-colombiano que contrasta con la seriedad de los ex cancilleres de Chile y de los empresarios que, bajo la coordinación peruana, se siguen reuniendo normalmente en el Consejo Empresarial de la Alianza del Pacífico (CEAP) para construir nuevos pisos sobre las ricas posibilidades que el Acuerdo Marco permite en el ámbito de los emprendedores privados.
Ellos ven claramente la acogida que recibió la AP en el inmenso y prometedor espacio económico y comercial del Asia Pacífico. Y han percibido también la ceguera política de AMLO Y Petro, cuyas trasnochadas ideologías son ampliamente superadas en el dinámico nivel de los agentes económicos que forjan la riqueza de nuestros pueblos. Lampadia