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El mundo necesita mejores líderes

Es difícil encontrar líderes que puedan ir más allá de las disputas diarias de la política moderna y establecer un norte genuino para su país, que tengan profundidad, visión y resiliencia. Para compensar la falta de ideas, capacidad y arduo esfuerzo, los líderes de hoy hablan en frases vendedoras o ‘virales’, apelan a las emociones y dividen sus países. Cuando los líderes son incapaces de ejercer un verdadero liderazgo, quienes sufren los resultados somos todos los ciudadanos.

Muchos de los retos a los que nos enfrentamos hoy son por la falta de liderazgo y de líderes apropiados. El liderazgo no se basa en el poder y los elogios otorgados al líder, sino en la mejora de aquellos a quienes el líder sirve. En su esencia, el liderazgo se basa en su gente. Su objetivo principal consiste en mejorar el statu quo e inspirar la creación de un cambio positivo.

Según los asertos más comunes, la generación de Millennials tecnológicos está desilusionada con casi todos los líderes actuales, convirtiéndose en una generación huérfana (Ver en Lampadia: La caída de nuestros líderes es una tragedia). De alguna manera las personas, especialmente los jóvenes, están perdiendo la esperanza y el respeto por los “viejos de la tribu”, por el establishment, que sienten que les ha fallado e interrumpido sus expectativas de un mundo mejor.

Fuente: striveleadership.org

En un reciente artículo de Project Syndicate (traducido y publicado líneas abajo), Kishore Mahbubani (uno de los principales pensadores de la geopolítica global) y Klaus Schwab (visionario de las tendencias a futuro como la Cuarta Revolución Industrial), se hicieron una gran pregunta: ¿qué diferencia a un líder del resto? ¿Qué cualidades debería tener un líder?

  • Para Mahbubani, la respuesta se centra en la “compasión, entusiasmo y coraje, así como en la habilidad para identificar el talento y comprender la complejidad”.
  • Para Schwab, los cinco elementos clave son “corazón, cerebro, músculo, nervio y alma”.

En esencia, ambas caracterizaciones dicen lo mismo, con palabras distintas.

Entonces, ¿tenemos actualmente líderes con estas cualidades? Lamentablemente, muchos dirigentes políticos no califican en la categoría de líderes y que dejan mucho que desear. Como hemos manifestado en Lampadia, (6/7/2015), Donald Trump debió ser declarado como ‘persona no grata a la humanidad’. Sus posiciones extremistas contra los más débiles en su propia sociedad y su desdén por muchos otros pueblos del mundo, lo deberían haber descalificado para encarnar la postulación republicana.

La realidad es que hoy existe un gran vacío de liderazgo político a nivel mundial. Según Fortune, “el sistema político en EEUU está roto y vemos pocas razones para pensar que los contendientes actuales puedan solucionarlo.” Este es un indicio más, de que hay un problema importante: un extraordinario nivel de disfunción política en el mundo y una aparente incapacidad de cualquiera de nuestros líderes actuales para salir adelante.

Pero si hay algunos ejemplos de liderazgo que pueden destacarse por ser auspiciosos, como el reciente advenimiento a las ligas globales de Emmanuel Macron en Francia, quien se está perfilando, desde sus primeros días en el gobierno, como una fuerza transformadora, que presenta con un lenguaje directo, y apunta mucho más allá de sus fronteras. Ver en Lampadia: Ha nacido un nuevo líder global. Y Justin Trudeau, el Primer Ministro de Canadá, quien se está consolidando como el modelo del líder con especial sensibilidad humanidad. Ver: Justin Trudeau, el modelo de un líder diferente.

Los líderes que actualmente hacen nuestras leyes, escriben nuestros presupuestos y establecen nuestras agendas no son vistos como eficaces. Actualmente, especialmente en occidente, hay una falta grave y alarmante de liderazgo en los cargos de elección popular.

En esta época de liderazgos tan débiles y de devaluación de la política, “debemos buscar líderes que puedan proteger y servir a los intereses de las personas que se supone que representan”, sin recurrir al populismo o cortoplacismo irresponsable. Más bien con visión y coraje, y hasta con capacidad de llamar al sacrificio, como hizo el gran Winston Churchill con su famoso: “Blood, sweat, toll and tears” (sangre, sudor y lágrimas)Lampadia

¿Qué hace que alguien sea un gran líder?

Dos destacados pensadores reflexionan sobre las características del liderazgo y de quienes lo representan en nuestros días.                                                                                                                                        

Kishore Mahbubani, Decano de la Escuela Lee Kuan Yew de Políticas Públicas de la Universidad Nacional de Singapur, es autor de The New Asian Hemisphere.

Klaus Schwab, Fundador y Presidente Ejecutivo del Foro Económico Mundial (WEF), es autor de La Cuarta Revolución Industrial.

9 de agosto, 2017
Project Syndicate
Traducido y glosado por
Lampadia​

Hace no mucho tiempo, durante una cena en Singapur, intentamos definir qué cualidades hacen a un gran líder. Para Klaus, los cinco elementos clave eran corazón, cerebro, músculo, nervio y alma. Para Kishore, la clave eran compasión, entusiasmo y coraje, así como la habilidad para identificar el talento y comprender la complejidad. El nivel de superposición es revelador.

No es casualidad que ambas listas comiencen con el corazón. Al igual que Nelson Mandela y Mahatma Gandhi, un líder no puede alcanzar la grandeza sin mostrar una profunda empatía con su pueblo – un sentimiento que alimenta la lucha contra las injusticias que esas personas pueden enfrentar.

No es probable que estos líderes heroicos surjan en tiempos normales. Pero estos no son tiempos normales. Por el contrario, la desigualdad sin precedentes de hoy en muchas partes del mundo es precisamente el tipo de injusticia que podría estimular la aparición de grandes líderes con compasión por los que menos tienen. El primer ministro canadiense, Justin Trudeau, el joven líder que irradia más esperanza hoy, fue elegido por su compromiso de ayuda a la gente común.

Luego está el “cerebro” – la capacidad de tamizar a través de las masas de información con la que estamos constantemente inundados, con el fin de tomar decisiones inteligentes en un mundo complejo y rápidamente cambiante. Aquí, algunos líderes actuales están mostrando mucha aptitud.

Por ejemplo, el crecimiento y continuo desarrollo de las economías de China e India reflejan que el Presidente Xi Jinping y el Primer Ministro Narendra Modi, respectivamente, comprenden los desafíos económicos y sociales y las oportunidades que implica la Cuarta Revolución Industrial. Saben que, en este complejo contexto, deben desarrollar nuevas industrias dinámicas que sitúen a sus economías en la frontera del progreso científico y tecnológico.

El uso inteligente de la nueva tecnología también está ayudando a aliviar la pobreza. Los mil millones de indios que se han inscrito en un Aadhaar, una tarjeta de identidad electrónica, ahora tienen acceso directo a prestaciones sociales sin barreras burocráticas. Los mil millones de chinos que utilizan sus teléfonos inteligentes para hacer pagos móviles, ahora disfrutan de acceso directo a todo tipo de productos de consumo que mejoran su estilo de vida.

Todavía nadie ha cuantificado de manera fiable el impulso al bienestar que tales avances tecnológicos producen. Pero el optimismo tanto en China como en India está aumentando. Según el Centro de Investigación PEW:

  • El 87% de los chinos se sienten positivos sobre la situación económica actual de su país
  • El 82% cree que sus hijos tendrán una mejor condición de vida que la que mantienen hoy en día.
  • El 83% de los indios se sienten positivos con respecto a la economía.
  • El 76% piensa que sus hijos tendrán mejores oportunidades.

La tercera cualidad crítica de un gran líder es el valor – o el nervio, como dice Klaus. La oleada de refugiados en Europa, especialmente los solicitantes de asilo sirios en 2015, llevó a una explosión de sentimientos populistas, con cada vez más líderes políticos llamando a cerrar las fronteras. Algunos líderes débiles se rindieron bajo la presión, alineando su retórica con la de los populistas o siendo arrasados por sus competidores.

La canciller alemana Angela Merkel no lo hizo. Ella dio un ejemplo muy poderoso al aceptar un millón de refugiados. Al principio, su posición con los votantes – e incluso muchos dentro de su propio partido – se debilitó, hasta el punto de que algunos comenzaron a escribir su epitafio político. Pero su notable coraje acabó dando sus frutos. Ahora es reconocida mundialmente como una de las líderes más fuertes de nuestro tiempo.

El presidente Joko “Jokowi” Widodo de Indonesia, con su manera tranquila, ha mostrado un valor similar. Indonesia, al igual que Europa, se enfrenta a la creciente presión de las voces nacionalistas y populistas que buscan desplazar los cinco principios de la tolerancia -la “Pancasila” – que sustentan la condición de Estado indonesio.

El encarcelamiento del aliado político de Jokowi, el ex gobernador de Yakarta, Basuki Tjahaja Purnama, también conocido como Ahok, por motivos de blasfemia contra el islam ha reforzado esa presión. Sin embargo, Jokowi, al igual que Merkel, ha seguido luchando contra los extremistas, incluso proscribiendo al grupo extremista Hizb ut-Tahrir.

Por supuesto, transformar el coraje en un cambio positivo requiere músculo – la influencia y la autoridad para actuar – lo que requiere una comprensión astuta de las realidades políticas. Esa astucia era vital para provocar el poderoso cambio en el sistema político de Irlanda, por ejemplo, un país profundamente conservador que eligió a Leo Varadkar, un homosexual de origen indio, como su primer ministro.

El Papa Francisco muestra cómo estas diversas cualidades pueden unirse para producir un fuerte liderazgo. La astucia, el coraje, la moralidad y la inteligencia han respaldado sus esfuerzos por cambiar la posición y la percepción de la Iglesia Católica Romana en el mundo.

Por ejemplo, mientras la tradición prohíbe al Papa endosar la homosexualidad, el Papa Francisco tuvo el valor de decir: “Si una persona es gay y busca al Señor y está dispuesta, ¿quién soy yo para juzgar a esa persona?” De la misma manera, el Papa Francisco se salió de la línea tradicional de la Iglesia para sugerir que las mujeres expuestas al virus Zika que asoló partes de América Latina el año pasado podrían usar anticonceptivos artificiales.

Asimismo, el Papa Francisco ha demostrado coraje y sabiduría al impulsar una estructura de iglesia más descentralizada y tener la visión de una iglesia inclusiva que es un “hogar para todos”. En otro movimiento astuto, incentivó gradualmente la rotación de altos funcionarios en el Vaticano.

El Papa Francisco también tiene lo que Klaus llamaría el alma de un líder. La mayoría de los líderes sucumben, en un momento u otro, a los cómodos adornos de la oficina. Sin embargo, el Papa Francisco sigue viviendo una vida sencilla y humilde, sin las ventajas que a menudo se asocian con el liderazgo, incluso en el ámbito religioso.

En un mundo que está cambiando más rápidamente que nunca, debemos buscar líderes que puedan proteger y servir a los intereses de las personas que se supone que representan. Esto significa no sólo criticar los fracasos de los líderes débiles, sino también destacar los éxitos de los más fuertes. Pueden ser raros, pero sí existen, y debemos celebrarlos. Lampadia




Gran Bretaña desbarata su historia política

Es una pena que los modelos de la buena política se vayan devaluando en países que han tenido la historia más destacada en la práctica de la democracia, el nivel de convergencia de sus partidos políticos sobre las más importantes políticas públicas y la predictibilidad del futuro de sus ciudadanos.

Tanto EEUU como Gran Bretaña, vienen, lamentablemente, destruyendo sus valiosas tradiciones políticas y bajo pobres liderazgos, están arriesgando el futuro de sus pueblos.

De Trump ya hemos hablado en innumerables ocasiones. Ahora debemos llamar la atención sobre la gestión de la Primera Ministra de Gran Bretaña, Theresa May, que está a días de una elección convocada para incrementar su poder parlamentario, pero que puede terminar marcando un estrepitoso fracaso.

May insiste en llevar adelante un divorcio traumático de Europa (un Brexit duro), no da detalles de su visión ni de los impactos de su propuesta y no recoge los mensajes de la realidad, como son las reacciones de los gobernantes europeos, liderados por Angela Merkel.

El país de Winston Churchill, Margaret Thatcher y Tony Blair, bajo el triste comando de May, está a punto de auto-infligirse un daño de proporciones.

Veamos las reflexiones sobre la coyuntura británica, según Foreign Policy y The Economist:

1- Una elección auto-infligida de Theresa May

La votación que se suponía debía reforzar al primer ministro británico antes de las negociaciones del Brexit, está ahora a punto de dejarla herida y vulnerable.

heresa May’s Self-Inflicted Election

Fuente:  lavanguardia.com

La rápida elección británica iba a ser bastante inútil. Ahora parece más probable que termine como un innecesario acto de humillación auto-infligida.

Cuando Theresa May anunció que iba a llevar a cabo una sorpresiva elección general, no pensaba que iría así. En esa época, las encuestas mostraban un liderazgo conservador saludable, la mayoría de los comentaristas esperaban que los conservadores lograran una mayoría astronómica, algo así como 150 escaños. El líder laborista, Jeremy Corbyn, era visto como débil, nada carismático y políticamente desquiciado.

No ha funcionado como ella esperaba. May podría, absurdamente, acabar en la misma posición en la que comenzó cuando llamó a la votación – o posiblemente perder su mayoría. El aire de una tragedia de Shakespeare.

Es imposible exagerar el efecto del Brexit sobre la economía británica. Arriesga el regreso de una frontera dura con Irlanda, miles de millones de ingresos perdidos del comercio con Europa, caos regulador a nivel nacional, obstáculos de viajes e innumerables otras cuestiones. Podría ser la decisión política más grande tomada por un gobierno británico en la era de la posguerra. Pero May todavía se niega a discutir el tema.

May ha pedido a los votantes que confíen en su juicio sobre el Brexit sin estar preparada para divulgar los detalles. Su estrategia electoral se asemeja a una demanda religiosa más que a una proposición intelectual.

El lanzamiento del manifiesto Tory fue un desastre. Incluyó la propuesta de una nueva política de asistencia social diseñada para hacer más sostenible la ayuda a las personas mayores. Las personas que requieran cuidados al final de su vida pagarían por ello con sus bienes después de su muerte, hasta los últimos US$ 129,000. Esto se presentó, en los titulares, como el “impuesto de la demencia” – un esfuerzo del Estado para evitar que se puedan dar en herencia las viviendas  a los hijos.

En cuestión de días hubo un giro en “U”. Las encuestas comenzaron a cambiar. La gente está reevaluando su voto.

La aparente negativa de May de participar en debates ayudó a sellar la impresión de que ella no es tan buena como se había pensado inicialmente, “la primera regla del liderazgo es estar presente”.

Las encuestas actuales dicen que ella ganará las elecciones, pero con la misma cantidad de escaños que tenía cuando entró al poder. Eso la dejaría  mortalmente herida. Michael Crick, reportero de Channel 4 News dijo: ya no será considerada “fuerte y estable”, sino “débil y vulnerable”. La imagen indomable de May se ha visto empañada. Sus adversarios, en casa y en el extranjero, han olido sangre. Es poco probable que olviden el olor. 

Foreign Policy, Ian Dunt, 2 de Junio, 2017, Traducido y glosado por Lampadia

2- El centro se cayó fuera de la política británica

Los líderes de ambos partidos principales se han alejado de una visión de décadas como un país abierto y liberal

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La última vez que Gran Bretaña votó por en una elección general, fue hace apenas dos años. Entonces, el país era un puente entre la Unión Europea (UE) y el EEUU de Barack Obama. Su economía estaba mejorando después de años de bajos estándares de vida. La independencia escocesa acababa de ser descartada. La política más controvertida del Laborismo era un plan para limitar los precios de la energía, denunciada como “marxista” por el partido Conservador, que ganó las elecciones.

Hoy, Gran Bretaña se encuentra en una era distinta. La votación para el Brexit la ha comprometido a dejar a su mayor socio comercial, la UE. El crecimiento se está desacelerando. Los inversionistas están nerviosos. La unidad se cuestiona de nuevo. Los salarios reales se han estancado. Los servicios públicos están al límite.

Los partidos políticos han respondido de maneras radicalmente diferentes. Todos han reemplazado a sus líderes. Jeremy Corbyn ha llevado al Partido Laborista a la izquierda lunática, proponiendo la carga tributaria más pesada desde la segunda guerra mundial. La primera ministra conservadora, Theresa May, promete un ‘Brexit Duro’. El pequeño partido del centro, Liberal Democrático, irían por una versión más suave del Brexit, o incluso podrían reversarlo.

Tanto May como Corbyn, cada uno a su manera, retroceden de las ideas que hicieron  prosperar a Gran Bretaña: mercados libres, fronteras abiertas e internacionalismo. Van a desarmar un acuerdo político que ha durado casi 40 años y que influyó en toda una generación de gobiernos occidentales. Ya sea que prevalezca la izquierda o la derecha, el perdedor será el liberalismo.

Corbyn

Quiere que los ferrocarriles, el agua y el servicio postal vuelvan a ser propiedad pública. Resucitaría la negociación colectiva de salarios y elevaría el salario mínimo hasta el punto en que el 60% de los salarios de los trabajadores jóvenes serán fijados por el Estado. Su plan de impuestos apunta a los altos ingresos y las empresas.

Al no ser un liberal en lo económico, Corbyn tampoco valora mucho la libertad personal. Abrazó a tiranos como Hugo Chávez y Fidel Castro. Ha pasado su carrera afirmando defender a los oprimidos, mientras respaldaba a los opresores.

May

Planea abandonar el mercado único de la UE, una vez apreciado por los conservadores como uno de los mayores logros de Margaret Thatcher. Insiste en reducir la migración neta en casi dos tercios.

Al igual que Corbyn, propone nuevos derechos para los trabajadores, sin considerar que haría menos probable que las empresas los contraten en primer lugar. Quiere hacer más difícil que las compañías extranjeras compren empresas británicas. Su “estrategia industrial” parece implicar la selección de industrias y empresas favorecidas. Incluso ha adoptado la política “marxista” del trabajo referida a los topes de precios energéticos.

También hay dudas sobre su liderazgo. Quería que la campaña electoral la estableciera como una primera ministra “fuerte y estable”. Está logrando lo contrario.

El torbellino desencadenado por el Brexit es impredecible. El laborismo ha estado a punto de romperse desde que Corbyn asumió el poder. Si May sale mal en las encuestas, los conservadores también pueden dividirse. Conservadores y laboristas moderados podían unirse a un nuevo partido liberal de centro. Nuestra esperanza es que ellos, junto con el partido Liberal Democrático, se conviertan en parte de un partido radical del centro, esencial para una Gran Bretaña próspera.

The Economist, 3 de junio, 2017, Traducido y glosado por Lampadia

 




Aprendamos de la gran crisis del 2008-2009

En este análisis presentamos la cuarta publicación de The Economist sobre las más importantes teorías económicas explicadas de una manera menos ‘matematizada’ y con énfasis en cómo estas teorías se aplican en la actualidad. Este artículo se refiere al gran debate sobre la adecuación de políticas públicas expansivas o contractivas para guiar las fluctuaciones del ciclo económico, especialmente en situación de crisis, como se hizo en el 2008/09.

Por un lado tenemos la austeridad. Los beneficios, en el campo de la gestión del presupuesto público, es que elimina gastos superfluos, mejora la eficiencia recaudatoria, devuelve la confianza a los mercados financieros internacionales, reduce el coste de la deuda y posibilita alcanzar un equilibrio entre ingresos y gastos que culmina con un relanzamiento de la economía del país después de un periodo (en teoría relativamente corto) de ajuste, en que se ha reducido el crecimiento y el empleo.

Sin embargo, como afirma The Economist, los efectos contractivos pueden provocar un debilitamiento en la capacidad productiva del país y una reducción significativa de la recaudación impositiva por efecto de la caída de rentas y del estímulo al fraude fiscal. Bajo estas condiciones pueden realimentarse los temores de impago de la deuda soberana en los mercados financieros internacionales, elevación del costo de una deuda pública creciente y entrar así en un círculo vicioso de austeridad y reducción del crecimiento y del empleo.

Por otro lado tenemos el estímulo fiscal, una de las propuestas innovadoras de John Maynard Keynes, quien afirmaba que cuando la economía está trabajando por debajo del pleno empleo, es la demanda más que la oferta quien determina la inversión y la renta. En estas situaciones, el dinero adicional gastado por el gobierno añadiría directamente producción, trabajo y rentas a través de los contratistas de obras, funcionarios o receptores de las políticas de bienestar social. Además, el nuevo gasto tendría efectos en cadena que podrían multiplicarse en el tiempo.

El debate económico en términos de la necesidad del estímulo fiscal o austeridad fiscal llegó a los gobiernos durante la última crisis económica internacional, donde Europa y Estados Unidos actuaron de manera completamente opuesta. Durante esta crisis ha quedado claro que los planes de estímulo propuestos por EEUU han triunfado en detrimento de las políticas de austeridad de Angela Merkel.

El estímulo económico de Barack Obama ha contribuido a terminar con la caída en picado de la economía; ha creado o conservado millones de puestos de trabajo; ha dejado un importante legado de inversión pública y privada. Y es que EEUU supo minimizar los efectos de la crisis mediante un plan agresivo de inyección de efectivo en la economía. Desde el año 2009 cuando se produjo un frenazo en la producción estadounidense, EEUU ha crecido a una media de más del 2.5% del PBI rebajando la tasa de desempleo hasta el 5.3%.

Por otro lado, en Europa se llevó a cabo la política contraria, la de los recortes y austeridad, que lo único que ha hecho es enfriar la economía.

Como afirmó José Luis Sardón, cuando era decano de la UPC, “el Perú debe recoger las lecciones aprendidas por las economías más desarrolladas, cuidando de no utilizar estímulos económicos similares, frente al eventual enfriamiento de la economía. Desde que la clave del éxito de una economía es la asignación de los recursos productivos a sus usos más valiosos, la única manera sana de estimular la economía es devolviendo la decisión sobre la asignación de los recursos productivos a quienes los generan con su creatividad y laboriosidad.”

Es importante que analicemos cuidadosamente las consecuencias de lo que sucedió en la crisis para que estemos preparados para los nuevos “períodos de vacas flacas” y que estos no afecten negativamente las perspectivas de desarrollo del Perú. Lampadia

Estímulo versus austeridad

Dudas soberanas

El cuarto en nuestra serie de artículos sobre la crisis financiera ve en el aumento de la deuda pública y el debate sobre la rapidez con que los gobiernos deben hacer recortes.

The Economist

18 de Agosto de 2016

Traducido y glosado por Lampadia

Los economistas son argumentativos. Sin embargo, antes de la crisis, la mayoría estaba de acuerdo en que el estímulo fiscal era una reliquia obsoleta. La política monetaria parecía totalmente capaz de domar el ciclo económico. Los esfuerzos del gobierno para aumentar el gasto o reducir los impuestos para luchar contra el desempleo solamente ensuciarían las cosas. Sin embargo, cuando la crisis golpeó en 2008, se evaporó el consenso.

La aterradora velocidad del colapso económico obligó a los gobiernos a tomar acción, a pesar de las dudas doctrinales de los economistas. En 2009, muchos países implementaron grandes medidas de recortes de impuestos y mayor gasto con la esperanza de activar el crecimiento. Este estímulo fue de 2% del PBI en promedio entre los miembros del club del G-20. Entre las primeras medidas de Barack Obama como presidente estaba firmar la Ley de Recuperación y Reinversión, un plan de estímulo valorizado en US$ 831 mil millones, o casi el 6% del PBI de ese año, de la cual la mayor parte se gastaría durante los próximos tres años.

Los partidarios del estímulo seguían las ideas de John Maynard Keynes, economista británico. Sus acólitos razonaron que la depresión se produce cuando hay demasiado ahorro. Cuando demasiadas personas quieren ahorrar y muy pocos quieren invertir, entonces los recursos (incluidos los trabajadores) se estancan. Las empresas y las familias pueden ahorrar demasiado debido a la incertidumbre financiera o porque están trabajando para “reducir el apalancamiento”.

En tiempos normales, los bancos centrales tratan de estimular el crecimiento mediante el ajuste de las tasas de interés para desalentar el ahorro y fomentar el endeudamiento. Sin embargo, a principios de 2009, los bancos centrales habían reducido sus principales tipos de interés casi a cero, sin conseguir el resultado deseado. El sobreendeudamiento, conjeturaron algunos, podría haber impedido que las personas pidan todos los préstamos que quisieran, sea cual sea el tipo de interés. Los keynesianos afirman que los gobiernos necesitan compensar por la falta de préstamos de las empresas y familias, pidiendo prestado y gastando más (o gravando menos) para fomentar el consumo del exceso de ahorro.

Cuando la economía está débil, los estímulos fiscales pueden ser especialmente potentes gracias a un efecto “multiplicador”. Un dólar gastado en la construcción de un ferrocarril, por ejemplo, podría ir a los salarios de un trabajador de construcción. A continuación, el trabajador puede utilizar el ingreso extra en comestibles, enriqueciendo al dueño de la tienda, que a su vez va de compras y así sucesivamente. Cada dólar de estímulo podría ser el resultado de dos dólares de output con un multiplicador de dos. (Los multiplicadores también se aplican a los recortes gubernamentales, amplificando la reducción del PBI.) Eso permite a los gobiernos entregar una explosión económica considerable con un costo fiscal moderado.

Sin embargo, el estímulo fiscal es más necesario cuando los gobiernos ya tienen costos adicionales que solventar. De 2007 a 2010, los países ricos vieron la proporción de su deuda soberana bruta con respecto al PBI subir de 74% a 101% en promedio. La deuda pública británica subió de tan sólo el 44% del PBI a 79%, mientras que el alza de Estados Unidos fue de 66% del PBI a 98%. Grecia se elevó en 40 puntos porcentuales, hasta el 148% del PBI (véase el gráfico 1). El déficit de Grecia era tan alto que cuando el gobierno lo anunció, la admisión desencadenó una crisis de confianza en las finanzas públicas en el sur de Europa, y por lo tanto en la viabilidad del propio euro.  

El estímulo no fue la razón principal de la acumulación de la deuda: el mayor lastre para las finanzas públicas provino de los ingresos fiscales más bajos, gracias a las ganancias débiles y el alto desempleo. Los rescates financieros añadieron a la cifra fiscal, al igual que los “estabilizadores automáticos”, medidas como las prestaciones por desempleo que elevan el gasto de forma automática y apoyan la demanda cuando se produce una recesión. El Fondo Monetario Internacional (FMI) estima que casi el 60% del aumento de la deuda pública desde 2008 se debe al colapso de los ingresos, más del doble que el costo del estímulo y los rescates combinados.

Dado que el crecimiento volvió en 2010, algunos líderes argumentaron que era el momento de recortar el gasto público. Otros temían que la recuperación era demasiado frágil para permitir cualquier indicio de austeridad. No había duda de que “la consolidación fiscal” podría ser eventualmente necesaria, pero había mucha controversia acerca de cuándo se debía comenzar.

Gran Bretaña se movió rápidamente hacia la ‘sobriedad’, poniendo fin a su estímulo en 2010 y planificando futuros recortes. De 2010 a 2011, el gobierno redujo su déficit “estructural” del presupuesto (es decir, ajustado para tener en cuenta los costos cíclicos tales como estabilizadores automáticos) en dos puntos porcentuales, con caídas adicionales de un punto porcentual en 2012 y 2013. Varios países del sur de Europa tuvieron que hacer recortes aún más profundos ante la propagación de la crisis. Pero Estados Unidos mantuvo el gasto, agregando nuevas rebajas de impuestos al estímulo anterior. Como resultado, el déficit estructural disminuyó más lentamente.

El debate sobre estas políticas giraba en torno a dos cruciales incertidumbres. Una de ellas era el tamaño del multiplicador. Los escépticos estimaban que sería bajo, y que ni el estímulo ni la austeridad tendrían mucho efecto en la producción o el empleo. El estímulo simplemente absorbería recursos que de otro modo habrían sido utilizados por empresas privadas, argumentaron. Por otra parte, las empresas y los hogares probablemente guardan su parte de las ganancias, en lugar de impulsar la economía con el gasto, ya que se asume que la generosidad del gobierno era sólo temporal y que las contribución pronto iban a subir.

Los de una inclinación keynesiana le restan importancia a estas preocupaciones. Con un alto desempleo y una baja demanda privada de préstamos, había poco riesgo de que el gobierno “desplace” la actividad privada. De hecho, en una “recesión de balance”, con las familias endeudadas, forzadas pagar los préstamos rápidamente por la caída de precios de los activos, impulsando los ingresos de un estímulo fiscal que aceleraría el ajuste financiero, y generaría así una recuperación más rápida.

La otra pregunta era la cantidad de deuda que los gobiernos ricos podrían asumir sin dañar la economía. Por lo general, a medida las deudas públicas crecen, los prestamistas exigirán a los derrochadores gobiernos tasas de interés cada vez más altas. Eso conduce a tasas más altas para todos los demás, que reduce el crecimiento económico. Pero los partidarios del estímulo argumentan que una economía en crisis, con bajísimas tasas de interés, no tiene ninguna razón para temer de los ‘vigilantes’ del mercado de bonos. 

La evidencia académica, inevitablemente, también ha sido disputada. Carmen Reinhart y Kenneth Rogoff, de la Universidad de Harvard, publicaron un artículo muy citado afirmando que las tasas de crecimiento económico bajan bruscamente cuando la deuda pública supera el 90% del PBI. Los estudios complementarios también presentaron una relación negativa entre el crecimiento y la deuda, aunque no siempre en el mismo umbral. La investigación realizada por Alberto Alesina, de Harvard, y Silvia Ardagna de Goldman Sachs, mostró que la rectitud fiscal, sobre todo en forma de recortes de gastos en lugar de aumentos de impuestos, en realidad podría impulsar el crecimiento.

Los keynesianos cuestionaron las conclusiones de Reinhart y Rogoff, señalando que el crecimiento lento podría ser una causa de la elevada deuda en lugar de un síntoma de la misma. También pensaban que la “austeridad expansiva” de Alesina era una quimera. En el pasado, se observó que se había producido sólo bajo condiciones muy diferentes. Si el endeudamiento público hubiera estado tomando el  escaso crédito, empujando hacia arriba las tasas de interés para las empresas privadas, entonces los menores déficit podrían reducir las tasas y desencadenar un auge de la inversión. Pero  la mayoría de tipos de interés del mundo rico ya eran bajos; el problema era el ahorro excesivo.

Lo que es más, los keynesianos sustentan que los multiplicadores son mucho más altos durante las crisis más fuertes que en otras épocas. La investigación realizada por Lawrence Christiano, Eichenbaum Martin y Sergio Rebelo de la Universidad Northwestern sugiere que cuando las tasas de interés están cerca de cero, el multiplicador podría ser mayor que dos, ya que las personas tienen un incentivo mayor de lo habitual a gastar que a ahorrar. Una crisis financiera también eleva los multiplicadores, encontró otro estudio. El trabajo de Larry Summers, el arquitecto del estímulo de Obama, y ​​Brad DeLong de la Universidad de Berkeley en California, argumenta que dado el costo del desempleo prolongado, el estímulo podría pagarse por sí mismo durante una larga recesión. 

El tiempo ya está dejando veredictos. A principios del año pasado, un estudio de McKinsey señaló que el des-apalancamiento financiero en EEUU funcionó más rápidamente que en el Reino Unido y Europa. También el año pasado, el FMI publicó un análisis de sus previsiones económicas, y encontró que la austeridad engarza crecimiento mucho más de lo que se había esperado. Mientras mayores fueron los recortes previstos, más cayó la previsión de crecimiento, concluyó el FMI. El multiplicador sobre los recortes de gastos fue tal vez el doble de lo que los investigadores habían previsto en un principio. La austeridad española redujo el déficit estructural del gobierno en más de dos puntos porcentuales entre 2011 y 2012. Pero los recortes ayudaron a impulsar la economía en recesión. En realidad, el endeudamiento neto del gobierno aumentó.

En abril de este año, una investigación de la Universidad de Massachusetts socavó la conclusión de Reinhart-Rogoff que afirmaba que el crecimiento se desacelera bruscamente cuando la deuda supera el 90% del PBI. Resulta que un error en el análisis y datos cuestionables habían sustentado el resultado. No hay consenso entre los economistas en cuanto a qué nivel de la deuda daña el crecimiento, o si incluso si es posible establecer una regla de ese tipo.

Eso no quiere decir que el aumento del endeudamiento público no es nada de qué preocuparse, sin embargo. Una nueva investigación sugiere que los gobiernos menos endeudados son mucho más propensos a recurrir a los estímulos para fomentar el crecimiento económico, presumiblemente debido a que sienten que pueden permitirse el lujo de hacerlo. Puede tomar un buen tiempo en llegar (la deuda pública de Japón asciende actualmente a 245% del PBI), pero en algún momento demasiada tinta roja dará lugar a una crisis de la deuda. Las preocupaciones sobre la solvencia de un país conducirán a los acreedores a exigir mayores tasas de interés, que a su vez agravarán sus problemas fiscales.

Saber justo cuando cambiará el mercado de bonos depende de una serie de factores. Economías vistas como refugios, como Estados Unidos y Suiza, tienen más libertad: la agitación económica tiende a reducir sus costos de endeudamiento en lugar de aumentarlos. Ayuda si la mayoría de los acreedores son locales, como en Japón, ya que los pagos ayudan a impulsar la economía doméstica.

El pánico es más probable cuando la deuda se da en una moneda que el gobierno no controla, ya que el banco central no puede actuar como prestamista de última instancia. La incertidumbre sobre si el Banco Central Europeo va a desempeñar este rol ha avivado la crisis de la zona euro, por ejemplo. Si se lleva al extremo, la compra de deuda pública puede alimentar temores sobre la inflación, que a su vez puede dar lugar a mayores costos por intereses, mientras que los acreedores exigen una prima de riesgo de inflación. Sin embargo, durante la crisis, las economías eran tan débiles que las compras de los bancos centrales de bonos del gobierno, demostraron ser más tranquilizadores que preocupantes para los inversores, en parte debido a la reducción del riesgo de pánico y de default.

La hora de la verdad, sin embargo, puede estar más cerca de lo que parece. Bancos en quiebra pueden transformar rápidamente las cargas de deuda de moderada a galopante. Antes de la crisis, los activos de los bancos comerciales de Irlanda aumentaron a más del 600% del PBI. Las deudas de Irlanda explotaron de 25% del PBI en 2007 a 117% en 2012, sobre todo gracias a la suposición del gobierno sobre las deudas de los bancos después de la crisis.

Cada corte tiene su día

La austeridad, en conclusión, todavía tiene su lugar. Pero ¿qué tipo? Mientras que algunos economistas recomiendan recortes de gastos, otras investigaciones indican que los impuestos más altos también pueden funcionar. Ambos enfoques tienen sus costos. Gravar pagos puede distorsionar los mercados de trabajo; los impuestos al consumo pueden conducir a la inflación, provocando una política monetaria contractiva. Sin embargo, la reducción del gasto es más impopular y puede exacerbar la desigualdad.

La experiencia de los últimos años ha respondido la pregunta del cuándo. El momento de tomar el camino de la austeridad es, idealmente, cuando la economía puede soportarlo. No todos los gobiernos pueden darse ese lujo, por supuesto: el de Grecia, por ejemplo, no podría retrasar los feroces recortes puesto que ya no podría pedir prestamos suficientes para financiar sus déficits. Los que tienen más espacio para respirar deberían tratar de estabilizar sus deudas en el largo plazo, indica el FMI, mediante el establecimiento de planes para reducir sus déficits. Mientras más creíble sean sus planes, tendrán mayor margen de maniobra para apartarse de ellas si las condiciones lo justifican. Como insistía Keynes, el tiempo para la austeridad es el boom no la crisis.

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Se recuperan los precios del Cu, Zn, Au y Ag

Se recuperan los precios del Cu, Zn, Au y Ag

En una época de gran volatilidad de precios, debemos recordar las palabras de Larry Summers a inicios de año, cuando afirmó que “los mejores ejecutivos manejan sus compañías con un ojo en la rentabilidad de largo plazo, no en el precio diario de sus acciones. Y los hacedores de políticas públicas lo hacen mejor cuando se concentran en fortalecer sus fundamentales económicos, en vez de hacerlo en función de las fluctuaciones diarias de los mercados”.

El precio del cobre, el precio más importante para la economía peruana, cerró este lunes con un alza en la Bolsa de Metales de Londres, llegando a los US$ 2.22578 la libra. El último impulso al precio de este material se dio después de que los datos de las manufacturas chinas indicaran un ligero crecimiento, lo que ha incentivado las esperanzas de nuevos estímulos económicos, a pesar que se preveía que la fortaleza del dólar contendría el alza.

Uno de los principales motivos para esta alza es que la demanda de China por cobre ha subido un 14% en lo que va del año, una grata sorpresa tras la caída en los últimos años por la desaceleración del crecimiento y de su gasto de inversión. Las compras de China representan casi el 50% de del consumo global, equivalente a aproximadamente 22 millones de toneladas en 2016.

Más allá de la caída de un 50% del precio del cobre desde su pico en 2011, China mantiene una gran demanda del metal. Por ejemplo, sus fundiciones de cobre no han reducido su ritmo de expansión, más bien se espera que la industria de fundición del metal continúe creciendo durante los próximos cuatro años (más del 70% de la fundición mundial de cobre durante los próximos cuatro años se llevará a cabo en China). 

Según un reciente estudio de CRUGROUP, expertos en la minería mundial, dan el ejemplo de los cátodos de cobre: A pesar de que China ha sido el mayor productor de cátodos de cobre en el mundo durante varios años, todavía tiene que importar entre el 30-40% de su consumo total cada año (cuya demanda sigue en aumento), lo que significa que con el apoyo gubernamental (en forma de préstamos a bajo costo, la aprobación ambiental y el acceso a la tierra, entre otros), fácilmente hay un mercado disponible para el cobre.

Por otro lado, en el Perú el Ministerio de Energía y Minas (MEM) indicó recientemente que, durante el primer semestre del 2016, la producción nacional de cobre registró un crecimiento de 51% respecto al mismo periodo en 2015, alcanzando los 1.12 millones de toneladas métricas finas (TMF). El MEM precisó que, a nivel nacional, Arequipa lidera la producción cuprífera al obtener 23.19% del total, seguido por Áncash y Cuzco.

En cuanto a los otros commodities, el 2016 ha sido el año del zinc, el cual ha aumentado su precio en 51% en el primer semestre. Esto ha llevado a que la minera MMG de China, propietaria de Las Bambas, anunciara recientemente que buscará  nuevas minas de zinc en el Perú. “Estamos pensando en lugares como Perú, donde hay una gran cantidad de zinc”, afirmó el presidente ejecutivo Andrew Michelmore. Recordemos que el Perú tiene la tercera mayor reserva de zinc del mundo.

Además, según Bloomberg, “El zinc ha subido más de un 50% desde su mínimo de enero por recortes de producción en las minas y los cierres de Glencore PLC y Century de MMG y la disminución de las operaciones de Lisheen Vedanta Resources Plc. Goldman Sachs Group Inc. pronostica una escasez mundial cada vez mayor.”

En Lampadia estamos muy atentos a la evolución de los precios de los minerales básicos indicados, los del cobre y zinc, que configuran de manera muy importante el escenario económico global para el Perú. Además, la contribución del oro y de la plata, también ha tenido una evolución muy favorable al país. Todos estos metales forman parte de la minería peruana, la cual genera aproximadamente el 60% de las exportaciones y ha explicado una buena parte del crecimiento económico y de la inversión privada, muy importantes encadenamientos con otros sectores productivos al tiempo que ha beneficiado al fisco, incluyendo a los gobiernos locales y regionales con el canon minero.

Veamos la evolución de los precios más importantes para nuestra economía: 

Pero lo más importante es que este sector tiene un potencial para el crecimiento y la expansión muy importante. Nuestras oportunidades de inversión son amplias y variadas, pues aún no se ha explorado gran parte del territorio, dejando un inmenso potencial para el desarrollo futuro. Entre las exploraciones y operaciones mineras, se interviene menos del 2% del territorio nacional. Según un estudio de EY, se estima que sólo el 0.32% del territorio del país ha sido explorado al año 2013. Del mismo modo, sólo se ha explotado el 0.9% del territorio al mismo año.

Desde que empezaron a caer los precios de los commodities hace cuatro años, en Lampadia destacamos nuestra protección en mercados débiles dado nuestro nivel de costos competitivos, la oferta de diversos minerales y nuestro tamaño relativo al gran comprador de minerales, la China. Entonces afirmamos que los precios habían bajado, pero no la demanda por nuestros productos, máxime si el 7% de crecimiento de China equivale a 3.2 veces el PBI anual del Perú. Ver en Lampadia: China: Un Gigante cambia de Piel

En los últimos años hemos perdido magníficas oportunidades de inversión en importantes proyectos que ahora debieran estar en su fase productiva, generando los recursos que nos hacen tanta falta. Por ejemplo, según el IPE (ver el siguiente cuadro), el crecimiento de nuestra economía podría haberse mantenido en niveles del 6%, de no haberse suspendido los proyectos mineros.

Es momento de señalar y denunciar los daños originados por los anti mineros y aprovechar la autoridad moral del nuevo gobierno para, tal como ha planteado el Presidente Kuczynski en su primer mensaje a la nación, explicar a la población los beneficios de las industrias extractivas. 

Lampadia  




Un economista de Harvard le pone colores políticos a la globalización

(El término “izquierda caviar” tiene su origen en la expresión francesa gauche caviar, que hace referencia a los políticos de izquierda que provienen de una clase social privilegiada. En el Perú se refiere a su estilo de vida de la burguesía).

En Lampadia pensamos que es muy importante que nuestros ciudadanos se nutran de la evolución del pensamiento sobre desarrollo y políticas públicas del mundo global. Pero, comprobamos una y otra vez, que la perspectiva que reflejan muchas publicaciones, incluso las de las luminarias de las mejores universidades de EEUU y Europa, requieren un análisis crítico para que podamos aprovecharlas debidamente.

Por ejemplo, en los últimos años, tanto en EEUU como en Europa, ha tomado mucho espacio el tema de la desigualdad que, efectivamente, ha crecido dentro de los países más ricos. Pero, a nivel global, la desigualdad entre ellos y los países emergentes, ha disminuido de manera importante.

En esta ocasión queremos analizar un último artículo de Dani Rodrik, titulado La abdicación de la izquierda, que publicó Project Syndicate (11 de julio, 2016). Rodrik es uno de los gurús de la Universidad de Harvard. En su articulo habla sobre el Brexit, la globalización y la política, el cual nos parece poco académico y más bien ‘jesuítico’.    

“Mientras el mundo no termina de recuperarse de la conmoción del Brexit, economistas y políticos comienzan a darse cuenta de que subestimaron seriamente la fragilidad política de la forma actual de la globalización. (…) reafirmación de identidades locales y nacionales, demanda de mayor control y rendición de cuentas democráticos, rechazo de los partidos políticos centristas y desconfianza hacia las élites y los expertos”.

“Algunos economistas (entre los que me incluyo) advirtieron sobre las consecuencias de llevar la globalización económica más allá de los límites de las instituciones que regulan, estabilizan y legitiman los mercados. La hiperglobalización comercial y financiera, dirigida a la plena integración de los mercados mundiales, desgarró las sociedades locales”.

En el plano económico, la globalización se expresa principalmente en el comercio y el financiamiento y las inversiones. Efectivamente, este proceso es en esencia un desarrollo de mercado. Sin embargo, en el plano institucional y político, seguimos con las instituciones de la pos guerra. Como hemos afirmado anteriormente, el mundo global necesita una mejor gobernanza global. Eso no hace negativa la integración comercial.

La integración comercial y financiera ha integrando efectivamente los mercados globales y ha producido inmensos beneficios para la humanidad en su conjunto, como una gran disminución de la pobreza global y de la desigualdad entre los países más ricos y los más pobres. En los últimos 40 años se ha duplicado la población mundial y se ha formado una clase media global de 3,000 millones de habitantes y, hoy los más pobres tienen mejores condiciones de vida que nunca antes, con mayor esperanza de vida, mejor alimentación y mejor salud. Se estima que en 20 años podamos superar del todo la pobreza.

Los problemas reales de los países más ricos no son por la globalización, son porque no han sabido medir y manejar sus capacidades. Han creado sociedades con fallas y déficits estructurales, crearon más derechos que deberes y, más pasivos que activos, son menos trabajadores, ahorrativos y creativos que antes y que otros, tienen más privilegios que nunca.

Sin embargo, ante los problemas actuales, incluso los académicos más afamados, prefieren echarle la culpa a la globalización.  

“Pero lo que sorprende más es el giro decididamente derechista que tomó la reacción política. En Europa, el proceso ha llevado al surgimiento de una serie de partidos mayormente populistas nativistas y nacionalistas, mientras que la izquierda solo ganó terreno en unos pocos lugares como Grecia y España”.

“Tal como a regañadientes concede el nuevo consenso que comienza a aparecer en el establishment, la globalización acentúa las divisiones de clase entre quienes cuentan con habilidades y recursos para aprovechar la existencia de mercados globales y quienes no”.

Otra vez, un análisis parroquial que ante la falta de respuestas más consistentes, recurre a un obsoleto marco de análisis ideológico.

“Tradicionalmente, las diferencias de ingresos y clase, siempre fortalecieron a la izquierda. ¿Por qué esta fue incapaz de presentar un cuestionamiento político significativo a la globalización?”

“Las democracias latinoamericanas son un contraste elocuente. Para estos países la globalización fue ante todo un shock del comercio internacional y la inversión extranjera, más que un shock de inmigración. Por eso la reacción populista en América latina (en Brasil, Bolivia, Ecuador y, más desastrosamente, Venezuela) fue hacia la izquierda”.

“(…) revela una debilidad mayor de la izquierda: la ausencia de un programa claro para remodelar el capitalismo y la globalización para el siglo XXI”.

“Gran parte de la culpa es de los economistas y tecnócratas de izquierda. (…) [quienes] lideraron el movimiento hiperglobalizador en momentos cruciales”.

“La entronización de la libre movilidad del capital como norma por parte de la Unión Europea, la OCDE, y el FMI fue probablemente la decisión más fatídica para la economía global que se haya tomado en las últimas décadas.

Muy curioso que se califique la movilidad de capital como el gran demonio del bienestar. Arbitrariamente, Rodrik suprime todos los demás factores que han moldeado la realidad del mundo global. No registra que esa movilidad de capitales ha permitido financiar buena parte del crecimiento de los países emergentes. Tampoco registra que, a diferencia de las décadas de menor integración (cuando los países, llamados entonces ‘en desarrollo’), estaban sobre endeudados y sin capacidad de mejorar las condiciones de vida de sus ciudadanos, ahora, los países más ricos son los que están sobre-endeudados y se ven forzados a ajustar el ritmo de vida de sus ciudadanos.

“La buena noticia es que el vacío intelectual de la izquierda se está llenando. Hay un corpus económico “respetable” cada vez mayor del que los políticos de izquierda deberían extraer inspiración (Anat Admati, Simon Johnson, Thomas Piketty, Tony Atkinson, Mariana Mazzucato, Ha-Joon Chang, Joseph Stiglitz, Jeffrey Sachs, [et al]). Aquí hay suficientes elementos para construir una respuesta económica programática desde la izquierda”.

“Una diferencia crucial entre la derecha y la izquierda es que la primera prospera profundizando divisiones en la sociedad (“nosotros” contra “ellos”), mientras que la izquierda, cuando es exitosa, las supera por medio de reformas que unen a las partes”.

Increíble afirmación en boca de un líder en análisis ‘económico’. Por definición las izquierdas son las contestatarias y por lo tanto, las que dividen. Pero además, hay que preguntarse ¿cuándo fueron exitosas las izquierdas?

  • ¿Con el laborismo británico antes de la Thatcher, en el ‘winter of discontentent’ de Callahan?
  • ¿Con el socialismo de Mitterrand en Francia, que sentó las bases de una economía sobre regulada, relativamente cerrada y poco competitiva, que ahora debe ser reformada por el nuevo socialismo de nuestros días?

Ese es pues nuestro mundo. Mucha información y poco análisis. Con más mitos y contrabando intelectual no arreglarán sus problemas los países más ricos, como no los arreglamos antes los países emergentes con la ‘teoría de la dependencia’.

Por nuestro lado, los peruanos debemos buscar las perspectivas adecuadas para acomodar nuestras políticas y no dejarnos llevar por lo que en la banca se denomina ‘name lending’ (te presto por tu nombre y no por lo que vales). No basta pues ser un profesor de Harvard para que tomemos sus opiniones ‘face value’. 

Lampadia




OCDE: Un traje grande que se pone con calzador

El ministro de Economía y Finanzas, Alonso Segura, anunció en el Foro “Perú camino a la OCDE: Retos y Desafíos” (organizado por EY y Confiep) que se espera que en el 2019 Perú pueda ingresar a la  Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE), el club de 34 países desarrollados comprometidos con la economía de mercado y con sistemas políticos democráticos, que en conjunto representan el 80% del PBI mundial. De lograrse el acceso, este sería un hito más en la construcción de nuestro camino hacia el desarrollo y la opción por que ese desarrollo se adorne con las mejores prácticas de los países miembros.

La OCDE sería un socio estratégico de los tomadores de decisiones sobre las complejas políticas públicas en las tareas de promover reformas estructurales. Así mismo tendríamos acceso a un foro donde los gobiernos comparan, intercambian experiencias en políticas públicas, identifican mejores prácticas, promueven decisiones y recomendaciones, y mediante esos y otros instrumentos legales, acuerdan y se comprometen con estándares de alto nivel técnico y avanzada voluntad política. Para ello, el diálogo, el consenso, las evaluaciones y las revisiones entre pares conforman el núcleo del trabajo de la OCDE, la que constituye una de las fuentes más grandes y confiables a nivel internacional en los ámbitos de las estadísticas y de la información económica y social.

Recordemos que el Perú viene trabajando en el “Programa País” de la OECD, un novedoso mecanismo de la organización al que fuimos invitados por su Consejo tras la reunión de los ministros de los países miembros de Mayo 2014. Este programa consiste en 60 acciones enmarcadas dentro de 18 proyectos que deben aplicarse en los próximos años en materias de inclusión social en la economía (educación, salud), competitividad y diversificación económica (reducir la informalidad, fortalecer el sistema tributario), sanción a la corrupción (credibilidad institucional) y uso sostenible de recursos naturales.

En el foro, Segura destacó el buen trabajo realizado con el Programa País, ya que el Perú presenta muchos avances y ha venido incorporando los estándares requeridos por la OCDE, los cuales son evaluados de cerca por el organismo (mediante 18 revisiones de políticas). Resaltó que somos el primer país no miembro en solicitar adhesión a los Códigos de liberación y la Recomendación de Gobernanza de APPs. De esta manera, se fortalecerá la confianza de los inversionistas e impulsará el mecanismo de APP de manera responsable contribuyendo al desarrollo de infraestructura y servicios públicos para nuestros ciudadanos.

La ejecución del Programa País nos permitirá incorporar en la administración pública las buenas prácticas, estándares y códigos de los miembros de la OCDE, en temas como lucha contra la corrupción, gobernanza pública, políticas de desarrollo de la productividad, y desarrollo territorial, entre otros. Los ejes de trabajo son:

  1. Identificación de barreras al crecimiento y desarrollo. Busca identificar la dinámica económica y social que restringe el crecimiento y desarrollo, y redefinir las políticas públicas para afrontar la baja productividad, la informalidad, entre otros temas.
  2. Mejora de la institucionalidad y gobernanza pública. Busca identificar las “fallas del gobierno” en el diseño, implementación y evolución de políticas públicas, así como mejorar la interacción del gobierno y sociedad civil.
  3. Fortalecimiento de la productividad y capital humano. Busca mejorar la productividad de la economía, mejorar el entrenamiento de la fuerza laboral y reorientar la educación hacia las necesidades del mundo moderno.
  4. Transparencia del Estado y lucha contra la corrupción. Busca incorporar las mejores políticas de transparencia y rendición de cuentas en las instituciones públicas, así como la lucha contra la corrupción.
  5. Mejora de los estándares ambientales. Busca implementar políticas que tenga un balance óptimo entre el manejo de los recursos naturales y el impulso productivo en nuestra economía.

Según Segura, el camino adoptado por el Gobierno del Perú constituirá una ventaja para el país respecto a sus pares de la Región, contribuyendo al desarrollo de infraestructura y servicios públicos para nuestros ciudadanos, potenciando tanto la producción como la provisión de bienes públicos.

Es importante notar que entre los avances del Perú se encuentra el hecho de que fuimos reconocidos como “co-chair” del Programa Regional para América Latina y el Caribe de la OCDE, además de ser anfitriones en varios eventos como la Junta de Gobernadores, reuniones APEC, entre otras.

Del mismo modo, según varios estudios importantes (muchos están en el proceso de publicación), el ministro afirma que “a pesar de que se clasifican los documentos oficiales, sabemos que la OCDE ha evaluado los progresos realizados por el Perú y otros dos países, y nuestro país obtuvo una calificación aprobatoria”.

El cumplir con estas medidas fomentará una mayor inversión privada, el fortalecimiento de las instituciones y eliminará trabas burocráticas. El ser miembro de la OCDE es el mejor certificado de buena conducta económica que cualquier país puede ostentar, sobre todo para atraer inversiones y ser un país más predecible con un buen nivel institucional. Este organismo es un socio estratégico para promover reformas estructurales y es además, un foro donde los gobiernos pueden comparar y compartir experiencias de políticas públicas, identificar las mejores prácticas y promover  recomendaciones. (Ver en Lampadia: Un Grupo al que el Perú debe entrar).

También resalto que el involucramiento del sector privado es clave en un proceso de reformas que contribuya a la implementación de los principios de los miembros de la OCDE. La aplicación de estándares OCDE en temas de Gobierno Corporativo, Lobbies, transparencia, entre otros, genera mayor confianza en las empresas que quieran hacer negocios en el país.

Los países entran a la OCDE primero como observadores, luego invitados y finalmente como miembros. En la conferencia, Segura señaló que el ingreso de Perú como invitado debería darse a mediados del próximo gobierno.

También indicó que hay factores externos no controlables: la evaluación implica una aceptación unánime de los miembros de la OCDE y es un proceso de acceso geopolítico y los miembros tienen que decidir ampliar el acceso en primer lugar. “Lo único que podemos hacer de nuestro lado es estar listos para que cuando entre la siguiente camada, el Perú esté ahí”. Además, explicó que se requerirá el compromiso del próximo gobierno para continuar la agenda del ‘Programa País’. Algo clave para precipitar la invitación para acceder a la OCDE.

Ingresar a este organismo nos permitiría afianzar nuestras políticas públicas y adoptar normas y regulaciones pro-desarrollo que nuestros ciudadanos podrán entender en el contexto del desarrollo global, lejos de la dialéctica política local y, además, nos permitiría  aprovechar las experiencia de sus miembros.

Los avances del Perú en la integración de su economía al mundo global desde la reinserción de la economía de los años 90, su consolidación con los tratados de comercio y el acceso a los nuevos foros comerciales, cómo APEC y la formación de la Alianza del Pacífico, nos han permitido llevar nuestras exportaciones desde los US$ 3,000 millones que exportábamos a inicios de los 90, hasta los US$ 48,000 que exportamos en 2012 o US$ 33,000 en 2015, después de parar los proyectos mineros.

Más allá de los absurdos reparos al comercio internacional por parte de las izquierdas tradicionales y sus ‘ideas muertas’ del pos-extractivismo, este proceso de integración comercial ha contribuido notoria y claramente al crecimiento de la economía, reducción de la pobreza y desigualdad, que nos permiten ahora, tener la base para ambicionar el ingreso de nuestro país al más exclusivo club de los países que combinan desarrollo económico con institucionalidad y democracia. 

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El desarrollo institucional de las empresas extractivas

El desarrollo institucional de las empresas extractivas

Como todos sabemos la actividad minera y las empresas extractivas vienen siendo sujeto de un proceso de cuestionamiento que ha descarrilado las políticas públicas que permitieron su desarrollo y su consiguiente aporte (múltiple) a la mejora de nuestros indicadores económicos y sociales durante los últimos 25 años. Por ejemplo, las regulaciones con las que se impulsó el crecimiento del sector minero en los años 90 han sido multiplicadas, literalmente, por 100. Otro ejemplo, ningún gobierno estableció, en la conciencia de la opinión pública, las relaciones causa-efecto entre las operaciones extractivas y el canon con que se multiplicaron los recursos de las regiones. Tan es así, que en algún momento, poblaciones vinculadas al sector minero marcharon coreando: “Canon sí, minería no”.

Las empresas extractivas, en todo el mundo y en el Perú, se han caracterizado por enfoques de gestión de un corte ingenieril. Esto no ha impedido que hagan los mayores esfuerzos por desarrollar operaciones que respeten el ambiente y las relaciones con los pueblos y comunidades de sus áreas de influencia. Estas empresas gastan cientos de millones de dólares durante décadas para evaluar y entender los aspectos geológicos y técnicos del desarrollo de sus proyectos y también en temas ambientales y sociales, pero no han sido capaces de desarrollar una visión igualmente sofisticada sobre los factores políticos, sociales y económicos que dan forma a los países en los que operan.

Esto tiene que cambiar. Obtener y conservar el acceso a los recursos naturales a largo plazo es uno de los aspectos más críticos para las empresas extractivas. Por esta razón, en Lampadia recogemos en este análisis las medidas más importantes sugeridas en el informe de McKinsey Global Institute (MGI) titulado “Invirtiendo la maldición: Maximizando el potencial de las economías impulsadas por los recursos“. Medidas que debieran tomar las empresas extractivas para lograr una mejor inserción en el imaginario social de los países donde operan. (La semana pasada hicimos un primer análisis más general de dicho informe, ver: Aprovechando la bendición de los recursos naturales).

Desarrollar un entendimiento detallado del contexto del país

Según McKinsey, los ejecutivos de las empresas extractivas necesitan entender completamente las diez dimensiones más importantes que determinan la naturaleza de los países en que operan. Éstas varían de país en país y el entendimiento de cada caso es esencial para que adapten sus enfoques empresariales. Ver el detalle en el siguiente cuadro:

Una dimensión importante es el tamaño del país. En los países con poblaciones relativamente pequeñas, la industria extractiva puede ser mucho más importante para el desarrollo económico que en los países más grandes que son propensos a tener una economía más diversa y mercados internos más grandes. Como resultado, es probable que en los gobiernos de los países más pequeños, la industria extractiva sea objeto de un escrutinio mucho más detallado.

Otro aspecto importante es el grado de desarrollo económico de un país. Los gobiernos de los países con economías menos desarrolladas tienen más probabilidades de depender de los ingresos procedentes de la extracción de recursos. Probablemente también dependan de las empresas privadas desempeñen funciones más amplias dentro de la economía, como prestar servicios sociales a la comunidad o desarrollar las infraestructuras. Las empresas también pueden enfrentarse a un imperativo más fuerte para contribuir a un mayor desarrollo económico.

Evaluar rigurosamente las contribuciones actuales de la empresa y compararlas con las expectativas

Las empresas necesitan mejorar su comprensión del impacto de sus actividades y cómo podrían responder más eficazmente a las expectativas de los países anfitriones. La mayoría de las empresas extractivas hacen contribuciones sustanciales a los países en los que operan, ya sea una importante contribución fiscal, dividendos y obligaciones patrimoniales.

Pero no solo contribuyen de esta manera. También lo hacen mediante la creación de empleo y el desarrollo de habilidades de los empleados a través del desarrollo de sus propias fuerzas de trabajo y las cadenas de suministro, así como a través del desarrollo industrial, producto de encadenamientos sectoriales muy importantes, como ha sido en el Perú. Invierten en infraestructuras y en la creación de beneficios sociales más amplios. Sus actividades pueden beneficiar a las comunidades locales a través de contribuciones en las áreas de salud, educación, seguridad, rehabilitación ambiental y la sostenibilidad económica. Y, por último, pueden desempeñar un papel importante para minimizar la contaminación del aire, la tierra y el agua, así como en la conservación de la biodiversidad.

En contra de lo afirmado por los grupos anti extractivistas, la mayoría de las empresas consideran todas estas áreas. Sin embargo, una encuesta que realizó McKinsey a 22 líderes de algunas de las compañías mineras más grandes del mundo muestra algo interesante: “Cuando se le preguntó cómo pensaban que los representantes del gobierno enumerarían en orden de importancia las diferentes áreas de desarrollo social y económico, la inversión en infraestructuras fue vista como una de las áreas más importantes. Sin embargo, las infraestructuras también fueron consideradas por estos mismos ejecutivos como una de sus áreas de peor desempeño. Por el contrario, el impacto ambiental se considera un área en la que sus empresas se desempeñaron relativamente bien, pero fue visto por los ejecutivos mineros como una prioridad muy baja para los gobiernos.”

Para entender mejor este tema, McKinsey desarrolló una herramienta que le permite a las empresas evaluar su performance en las distintas áreas de interés y comparar sus expectativas con las de los otros interesados (gobiernos, países, instituciones, etc.). Ver diagrama inferior:

Contribuciones en desarrollo local

En el diagrama, se evalúa el potencial de las actividades de desarrollo económico a nivel de activos y proyectos. McKinsey identificó 90 medidas en cinco dimensiones: (1) contribución fiscal; (2) creación de empleo y desarrollo de habilidades; (3) inversión en infraestructuras; (4) beneficios sociales y comunitarios; y (5) preservación del medio ambiente. A estas se les suma un conjunto de medidas de rendimiento de la empresa en la gestión de accionistas/inversionistas y los esfuerzos de comunicación interna, lo cual es importante si las contribuciones de la empresa han de tener el impacto deseado.

Esta herramienta clarifica la contribución de una empresa al desarrollo económico mediante la evaluación de qué tan bien coinciden las prioridades de la empresa con las de las ‘partes interesadas’; compara el rendimiento de las mejores prácticas con las expectativas de los interesados e identifica las áreas en las que se puede mejorar, ya sea mediante el fortalecimiento del desempeño en áreas específicas o reasignación de gastos.

Las principales conclusiones de McKinsey después de utilizar esta herramienta fueron:

  • Las prioridades de las empresas extractivas normalmente no coinciden con las de los stakeholders locales.
  • Las prioridades y sus performances pueden variar significativamente dentro de la misma empresa.
  • La performance no es valorada adecuadamente por los stakeholders locales.

A medida que el mundo en desarrollo capta una participación cada vez mayor de la exploración y producción de recursos naturales, es cada vez más importante para las empresas adoptar un enfoque más cuantitativo y basado en el rol que desempeñan en el desarrollo económico de los países receptores.

En países como el Perú, en donde el aventurerismo político asume, en muchas ocasiones, la forma de movimientos anti-mineros, estos temas no pueden dejarse a la improvisación o al ensayo y error. Mientras las empresas no tomen los cuidados necesarios, los anti-mineros tendrán amplias facilidades para desarrollar sus acciones hostiles. La responsabilidad sobre la recuperación de la legitimidad y buena imagen del sector, está en manos de los gobiernos (nacionales y regionales), de las mismas empresas extractivas, de los gremios empresariales y el periodismo.

Para lograr este cometido es imperioso organizar una gesta nacional para asociar, en la mente de nuestros ciudadanos, las relaciones causa-efecto entre la operaciones extractivas y el crecimiento, empleo, ingresos fiscales, infraestructuras, encadenamientos sectoriales, mejoras sociales, valor agregado y mejoras del medio ambiente. Algo muy difícil, pero no por el esfuerzo requerido, sino por la esquiva decisión política por parte de los actores vinculados al sector, para emprender la gesta por transformar los recursos naturales en una bendición para sus pueblos.  

Lampadia




Elecciones hacia fines del bicentenario republicano

Todos sabemos que en casi 200 años, nuestra vida republicana no ha logrado traer a los peruanos la riqueza y condiciones de vida que debimos alcanzar de haber aprovechado nuestras capacidades. En Lampadia esperábamos que el final del bicentenario, sus últimos cinco años, más allá de la definición del ganador, sirvieran para ponernos en un mejor predicamento para el inicio del ‘tricentenario’. (Ver: Lo que el Perú enfrentará los próximos cinco años).

Con los resultados de la primera vuelta de las elecciones presidenciales, interpretamos que el mandato popular nos decía que ‘debíamos construir sobre lo avanzado’, rechazar los planteamientos refundacionales (cambios  de modelo y/o Constitución) y alejarnos de las ‘ideas muertas’ que han debilitado el filo y calidad de nuestras políticas públicas durante muchas  décadas.

Este enfoque político implicaba que los dos candidatos jugaran el partido de la segunda vuelta de la siguiente manera:

  • Reconociéndose más como socios que como enemigos.
  • Mostrando su coincidencia en las políticas públicas más importantes.
  • Explicando a los ciudadanos, cada uno con sus particularidades, dos cosas que pocas veces se llevan a la opinión pública: ¿Por qué debemos seguir esas políticas? Y ¿Cómo debemos ejecutarlas?
  • Poniendo al costado a los que confrontaban las ideas básicas que los electores abrazaron con su voto.

Lamentablemente, nada de esto apareció durante los últimos dos meses:

  • Se mostraron como enemigos irreconciliables.
  • Atacaron sus propuestas, desdibujándolas a los ojos de los ciudadanos, en vez de matizarlas.
  • En lugar de enfatizar la imperiosa necesidad de desarrollar ciertas acciones de gobierno y mostrar sus relaciones causa-efecto con el bienestar general, se fueron deslizando a temas más marginales y más cercanos a las ideas de los perdedores de la primera vuelta.
  • En cuanto a las dirigencias de los partidos políticos que quedaron excluidos de la segunda vuelta, en nuestra opinión PPK (desde el 11 de abril en que anunció su deseo de visitar a Gregorio Santos en la cárcel) cometió el error de invitarlos para obtener su apoyo en votos a cambio de ‘hipotecas políticas’ y, según el propio PPK, también de espacios en la maquinaria del gobierno. Hipotecas, como la expresada el 5 de junio por Guido Lombardi, que consideró que las adhesiones de la última semana (llámese Verónika Mendoza o Julio Guzmán) habían sido muy importantes en el resultado y, que esto tendría que reconocerse en el gobierno. – ¿VM, PF, JG, CA, al eventual gabinete de PPK?

El marco político dibujado por los candidatos en la segunda vuelta dio pie a otro desarrollo destructivo, un ‘vergonzoso’ carga montón mediático, intelectual y político a un candidato que obtuvo el 40% del voto nacional y 73 de 130 congresistas. A este se sumó también el gobierno en boca del Presidente de la República y su esposa.

Teniendo una agenda de reformas importantes, que para ejecutarse se  requiere concordancia entre el ejecutivo y el legislativo, la descalificación  de Fuerza Popular dificultará el éxito del gobierno. Además, siendo que, hoy por hoy, es el único partido político con una estructura sólida, presencia nacional y representación política,  su eventual debilitamiento, dejaría un vacío político que sería cubierto por la proterva colección de cúpulas de la izquierda tradicional, radical y anti sistema.

No queremos entrar en el detalle de los ataques mutuos de ambos  candidatos, que esperamos sean superados por el bien de todos. Es evidente que aparte de las hipotecas políticas indicadas líneas arriba, sobre PPK, referidas a la apertura del juego con la izquierda, ambos han desarrollado también, ‘hipotecas programáticas’ por sus ofertas populistas y oportunistas, que si bien, podían entenderse en el estilo en que se desarrolló la segunda vuelta, son muy perniciosas con respecto a la capacidad de desarrollar un gobierno exitoso con políticas legítimas que no contradigan las malas ofertas.

A estas alturas no sabemos quién ganará, pues entre actas observadas y no procesadas, quedan aún muchos votos por clasificar (lunes, 11a.m.). Más allá de la definición del próximo Presidente, esperamos que estas reflexiones, ayuden a ambos grupos a entender el contexto político desde el cual debemos proyectar los próximos cinco años, uno de convergencia, colaboración y de mucha consecuencia y responsabilidad.

Como están las cosas, pareciera que Peruanos Por el Kambio controlará el ejecutivo y Fuerza Popular el legislativo. Por lo tanto, ambos grupos políticos serán determinantes en la calidad del próximo gobierno.

Hasta hoy, nuestro análisis nos permite decir que la segunda vuelta ha sido ‘sub-óptima’, pero insistimos en esperar un gobierno que se acerque al óptimo, si queremos que nuestra tercera centuria vea finalmente el despegue del Perú hacia el bienestar general. 

Lampadia




Propuestas para reducir la conflictividad (4 de 6)

Propuestas para reducir la conflictividad (4 de 6)

Esta cuarta publicación sobre nuestras propuestas para reducir la conflictividad anti minera, desarrollada en colaboración con Sebastiao Mendonça Ferreira, del Centro Wiñaq, está referida a las condiciones políticas y sociales que hoy se hacen indispensables para el desarrollo de los numerosos proyectos  mineros que pueden contribuir al crecimiento de la economía en su conjunto y, también, contra lo que se ha predicado por parte de los grupos anti mineros, al bienestar de las poblaciones más vinculadas al sector.

Lamentablemente, ante la debilidad de nuestras instituciones políticas, gremiales, académicas y mediáticas, los anti mineros han logrado convertir los mitos anti mineros en una suerte de ‘breviario’ de lo políticamente correcto. No solo el gobierno actual ha abdicado de sus responsabilidades y, ha permitido que sus otrora socios de la anterior campaña política paralicen buena parte del sector, el 100% de los candidatos a la Presidencia de la República, los 19 que arrancaron y los dos que quedan, han expresado distintas formas de desconocimiento, sometimiento a lo ‘políticamente correcto’ y han caído en propuestas de corte populistac.

Estamos a menos de un par de meses del cambio de mando y si el próximo gobierno quiere emprender las reformas pendientes y reactivar la economía, tendrá que desarrollar una estrategia para hacer viables los proyectos, debilitando los aprontes políticos de sus opositores y logrando el apoyo de la sociedad en su conjunto y de los pueblos  de las regiones y provincias mineras.

En las siguientes líneas presentamos algunos lineamientos para ilustrar este importante cometido. Ver los tres primeros capítulos de este desarrollo en LampadiaRecursos Naturales y Desarrollo.

Conflictividad minera

Consenso para el Desarrollo Compartido

(Propuestas para Reducir la Conflictividad, 4 de 6)

Sebastiao Mendonça Ferreira

Centro Wiñaq

El inicio de un gobierno ofrece una oportunidad para hacer cambios en las políticas públicas y retomar el desarrollo perdido en la actividad minera durante los últimos años. En los próximos meses, el nuevo gobierno deberá diseñar una serie de iniciativas que desaten el nudo Gordiano de la conflictividad social ligada a la minería para destrabar la puesta en marcha de los proyectos mineros hoy paralizados. Si queremos que la actividad minera sea sostenible, es decir, que sea parte del presente y del futuro del país, su reactivación debe tener legitimidad social, es decir debe ser lograda en acuerdo con las poblaciones de las regiones mineras.

Este artículo busca dar algunas ideas en ese campo. Partimos del supuesto de que la minería tiene defensores y detractores y, que estos últimos han logrado paralizar decenas de miles de millones de dólares en proyectos, han bloqueado la generación de miles de puestos de trabajo, han quebrado a muchas empresas locales, y han sido exitosos en impedir que la población de la regiones mineras reciba algunos miles de millones de dólares en obras públicas producto de impuestos y canon. También asumimos que, si hacemos bien las cosas, la minería podría ser nuevamente uno de los principales motores del desarrollo nacional para los próximos 35 años.

Anti-mineros y polarización política

El reciente proceso electoral, en su 1ª vuelta, ha evidenciado una alta correlación entre la fuerza electoral de las organizaciones políticas anti-sistema y la conflictividad social. La conflictividad es alta justamente donde esos grupos tienen sus fuerzas políticas desarrolladas, y sus fuerzas se desarrollan mejor donde logran desencadenar procesos de conflictividad social. 

Es muy importante entender la dimensión política de la conflictividad social, porque la estrategia de los grupos anti-mineros es crecer en la conflictividad. Es decir, para ellos es más fácil lograr presencia mediática y la atención pública a través de los conflictos. Toda vez que se abre un conflicto ellos obtienen, gratuitamente, presencia mediática, presentándose como las voces autorizadas para hablar de conflictividad y de su resolución. 
No es coincidencia que los líderes anti-mineros más conocidos (candidatos en el reciente proceso electoral) han adquirido su notoriedad provocando y/o participando en grandes conflictos sociales hostiles a la minería: Gregorio Santos y Marco Arana en Cajamarca y Verónika Mendoza en el Cusco. Hablando en términos biológicos, la conflictividad social es el eco-sistema preferido de los anti-mineros. La efectividad de esa estrategia se evidencia en el mapa de los resultados del reciente proceso electoral. Ello se ha evidenciado a lo largo de toda la cordillera Andina.
Lo interesante es que los resultados electorales de los distritos y provincias mineras, han sido independientes de las opciones políticas de sus regiones. Por ejemplo: Cajamarca es una región anti-minera, entonces no sorprende la influencia electoral de los anti-mineros en las provincias y distritos Cajamarquinos. Piura es una región pro-desarrollo, donde ganó Fuerza Popular, pero en la provincia piurana de Majaz, los anti-mineros obtuvieron 59%; y en Lambayeque, en Cañaris, obtuvieron 47%. Todos distritos en que ocurrieron los conflictos mineros [1].  
Los anti-mineros aceptan una parte de la relación expresada en el gráfico superior: ellos tienen fuerza política donde hay conflictividad social (la conflictividad social favorece su expansión); pero buscan ocultar la otra parte de la relación: donde los anti-mineros tienen fuerza política la conflictividad social es más alta. Ellos buscan ocultar que su presencia genera y/o aumenta la conflictividad. 
Con las evidencias de las recientes elecciones (ver en Lampadia: Rebelión, de Richard Webb), colapsan los intentos de presentar la conflictividad minera como resultado exclusivo de la mala relación entre las comunidades locales y las empresas mineras. Ya no se puede  reducir el tema de la superación de la conflictividad a una cuestión de distribución de los beneficios de las actividades extractivas o del manejo de los impactos sociales y ambientales de la minería, o por la presencia del Estado, sin considerar el rol de todos los actores políticos que operan en la zonas mineras. En realidad, los actores políticos anti-mineros tienen un rol crítico en coordinar y escalar pequeños conflictos y para transformarlos en una  perturbación mediáticamente visible que les genere protagonismo a nivel nacional. 

Esos resultados confirman el marco interpretativo que hemos presentado en artículos previos de esta serie, donde explicábamos que los conflictos mineros están relacionados a la influencia política de organizaciones hostiles a la minería y a su accionar.[2] En esos artículos explicábamos que la posibilidad de un proceso de desarrollo compartido, dinamizado por la minería, depende del accionar de cuatros actores: las empresas mineras, la sociedad regional, las instituciones públicas y los grupos anti-mineros. El descuido del rol de cualquiera de esos actores genera propuestas inviables. Si queremos reducir la conflictividad necesitamos poder afectar la conductas de todos ellos, y no solo de las empresas o del estado.

¿Es suficiente la Inversión Pública?

La gran mayoría de la población peruana espera que el nuevo gobierno sea capaz de reabrir la ruta del desarrollo del Perú, y para ello se hará necesario reactivar la inversión en la minería. Pero si queremos aprovechar esa oportunidad y construir regionalmente un ambiente social y político favorable a un desarrollo compartido en que la minería cumple un rol dinamizador, necesitamos entender bien los factores que están detrás de la conflictividad.

Hay quienes creen que será suficiente que el nuevo gobierno se encargue de poner en marcha algunos grandes proyectos de infraestructura, con impacto en la economía local. Sería excelente que ello fuera así, pues hacer obras es más fácil que influenciar sociedades. Las obras serían suficientes si las poblaciones naturalmente se dieran cuenta que las obras son efectos positivos de la actividad minera sobre el desarrollo local. Pero, la experiencia reciente muestra el tema de la conflictividad es más complejo.

En los últimos 10 años han sido transferidos, mediante el canon, S/. 36,200 millones a las regiones mineras del Perú, equivalente a US$ 11,104 millones, por concepto de canon minero a las regiones (Una cantidad fabulosa de recursos!) y su reconocimiento por las poblaciones locales como contribución de la minería al desarrollo es muy discutible.[3] Si esa relación estuviera clara para la población, los anti-mineros no habrían obtenido tanto apoyo político en las zonas mineras en estas elecciones. Los votantes de los anti-mineros no entienden que los recursos que reciben vía canon proviene de la minería, no saben que el canon minero es el 50% de los impuestos pagados por las empresas mineras.

Sólo Minera Yanacocha ha realizado un aporte de US$ 1,711 millones por concepto de canon al desarrollo de Cajamarca. Además del canon de esa empresa en particular está el canon aportado por las otras empresas mineras (Gold Field, Tantahuatay, etc.), los aportes por cientos de millones de dólares en diversos proyectos locales, y las inversiones del gobierno nacional, financiadas con impuestos de la actividad minera. [4]

Sin embargo, en Cajamarca los grupos anti-mineros juntos (Democracia Directa y Frente Amplio) han obtenido más del 50% de los votos en las recientes elecciones generales, y sus campañas fueron enfocadas en oponerse a la minería, especialmente a Minera Yanacocha, pero también a Gold Field y a la minería como actividad productiva. Hay distritos en Cajamarca, en donde los anti-mineros han obtenido más del 80% de respaldo político, independiente de la existencia o no de alguna actividad minera en su área. Ello evidencia que hay un sistema de creencias y de alineamiento político de la población en Cajamarca que les impide imaginar su desarrollo en una relación sinérgica con la minería.

Podríamos considerar que las autoridades locales y regionales no han hecho un uso óptimo del canon minero, dados los montos gigantesco de las contribuciones fiscales de la minería y los índices actuales de pobreza de algunas regiones beneficiadas por el canon, pero independiente de las explicaciones de la ineficacia del canon, importantes segmentos de la población no relacionan minería, canon y desarrollo. En algunas regiones, la población cree que la paralización de la minería no tendría mayor impacto en sus actividades económicas, e incluso, podría ser bienvenida por algunos segmentos sociales significativos. Solo así se explica ese grito que decía: “Canon sí, minería no”.

Hacia un nuevo consenso social y político

Hay que tener claro que, haga lo que haga el nuevo gobierno para reactivar la minería, las organizaciones anti-mineras van buscar descalificar las iniciativas y van intentar crear un movimiento de oposición en las regiones, en los medios nacionales y en el Congreso de la República (junto con rebotes internacionales tácticos). El nuevo gobierno, por lo tanto, no deberá enfocar su estrategia de reducción de conflictos sociales en la realización de obras, sino con la creación de condiciones sociales y políticas que viabilicen la inversión y las actividades mineras. Las obras serán efectivas en la medida en que sirvan como instrumento para este objetivo.

La reactivación de la minería necesitará ser un proceso no solo económico sino principalmente social y político, tanto en el ámbito regional como nacional. Por ejemplo: los Cajamarquinos necesitarán evaluar su experiencia con la minería, tanto en período del auge minero (2003-2013) como en su actual período de reducciones y cierres. Los líderes regionales y la población necesitarán repensar sus aciertos y errores, e imaginar cómo pueden combinar la actividad minera con sus otras actividades económicas, para volver a ser una región atractiva para las inversiones mineras.

En ese proceso de creación de un nuevo consenso deben participar tanto los sectores rurales como urbanos. Este proceso no debe reducirse a una negociación entre las empresas mineras y las comunidades vecinas a sus operaciones, de espaldas a los demás actores. Esta clase de negociación estimula la conflictividad y la búsqueda de rentas económicas de parte de algunos dirigentes y sectores sociales, como sucedió recientemente en Arequipa y anteriormente en Espinar, y de rentas políticas por parte de aventureros locales y nacionales. El consenso social a crearse debe involucrar a todos los actores de la sociedad regional, y no solo a las fuerzas en conflicto.

El desarrollo regional compartido, y el rol de la minería en ese desarrollo, interesa a todos los segmentos de la población, y también a las empresas e instituciones de la región. Las actuales mesas de concertación, creadas para manejar conflictos, son insuficientes para canalizar las expectativas y hacer cumplir los compromisos de todos los sectores y actores institucionales y empresariales cuyo presente y futuro serán afectados por la paralización o desarrollo de la minería.

Los sectores medios de las sociedades regionales deben tener espacios en que puedan expresarse libremente, sin la hostilización de los grupos anti-mineros. La diversificación de las economías regionales dependerá críticamente del desarrollo de las empresas locales. Además, son esos sectores medios que pueden evitar la polarización social que tanto buscan los anti-mineros para generar una dinámica de conflicto en la cual su postura extremista pueda fortalecerse “pulverizando el centro”. Los sectores medios regionales deben ser empoderados para hacer posible que los intereses de los sectores menos conflictivos, que apuestan por la creación de riqueza y no por el conflicto rentista o ideológico, puedan expresarse en libertad.

Son los sectores medios quienes pueden generar una diversidad de oportunidades para que los sectores de menores ingresos saquen provecho de la minería sin tener que utilizar la conflictividad como mecanismo principal de disputa de las rentas mineras. Es importante que las empresas mineras fortalezcan las cadenas de valor locales, pero el desarrollo compartido requiere más que esto. Si queremos democratizar las oportunidades de desarrollo, necesitaremos que los sectores medios (rurales, urbanos y peri-urbanos) progresen económicamente y generen oportunidades de empleo, y demanda de productos y servicios a los demás sectores sociales.

La victoria electoral en esta 2ª vuelta, sea de quien sea, le va entregar al nuevo gobierno un gran capital político, un capital que no debe ser desaprovechado. El gobierno deberá enviar las señales políticas, definir las reglas del juego, ofrecer el marco institucional, y crear las condiciones para que el proceso de creación de ese nuevo consenso social y político avance en las regiones mineras. Las experiencias exitosas de desarrollo minero, como la de Botsuana, África, muestran que el uso efectivo de los recursos generados por la minería (canon, impuestos, regalías, etc.) ha sido un factor importante del éxito de esos países (Acemoglu et al, 2001, p. 19).[5] Estos últimos 10 años de canon y desarrollo regional muestran que el aprovechamiento de las rentas mineras en el Perú es muy deficiente, y esta ineficiencia contribuye al incremento de la conflictividad.

Todo el proceso debe realizarse estando consciente que se requiere fortalecer a una red de actores locales que visualizan en el desarrollo compartido dinamizado por la minería como su ruta de progreso. Esos actores locales, con un apoyo del Estado y de políticas públicas, serán quienes podrán encontrar las rutas de prevención y/o de solución a los conflictos que pueden darse en las zonas de actividad minera.

No es cuestión de reunir a los anti-mineros para ver si se logra convencerlos a abandonar su estratégica de promoción de conflictos, ni mucho menos ofrecerles protagonismos y beneficios con la ilusión de ganarlos o neutralizarlos. Ellos ya saben como obtener beneficios de la conflictividad, lo vienen haciendo por décadas, y tienen una ideología de polarización social (son, en un 90%, anti-sistema). Ellos solo van dejar de promover conflictos cuando sus métodos comiencen a fracasar, es decir, cuando la población comience a rechazar sus iniciativas y pongan sus esperanzas en otra dirección.

¿Por donde empezar?

Cada región del Perú va ser un caso específico, con su historia de conflictividad, con una institucionalidad local particular, con un clima social específico, y con una situación económica y política pero todas deberán ser parte de una propuesta de alcance nacional.

No hay que empezar por abordar los problemas más difíciles, sino por solucionar aquellos casos que, siendo viables en un plazo breve, pueden asumir un rol demostrativo del tipo de solución posible en los casos más difíciles. También se puede comenzar desde ahora operando en las regiones con los casos más conflictivas, pero debemos hacerlo abordando los temas en los cuales ya hay elementos de consenso social, como la reparación de los pasivos mineros.

Las iniciativas a poner en marcha deberán ser acciones simbólicas para que la población local pueda comenzar a imaginar como sería el desarrollo en su zona, y así puede comenzar a creer en la sinergia entre la minería y sus otras actividades económicas. El propósito de las primera acciones será crear confianza, en como podría ser un proceso de desarrollo compartido, y gradualmente generar entusiasmo en la población.

La población se va convencer por más los ojos que por los oídos, es decir, los avances logrados en algunas zonas van servir de referencia de lo que podría suceder en otras zonas. No hay que reinventar la rueda ni la pólvora. Hay que identificar las iniciativas de desarrollo compartido que ya están en proceso. Hay que generar espacios regionales y nacionales en que puedan ser visualizadas, compartidas y potenciadas. Hay que mapearlos a nivel nacional, visibilizarlos y extraer lecciones de cómo podrían se generalizados y/o ampliados. A nivel local, mucha gente creativa ya ha venido progresando en armonía con la minería, tipo ferias de innovación para el desarrollo compartido. Estos casos deben inspirar nuevas iniciativas e ilustrar lo que puede ser en la escala regional. Estos casos, además, van a servir como prueba de lo que se puede lograr con el apoyo de políticas nacionales adecuadas.

Naturalmente, se van a requerir reformas en las instituciones públicas nacionales ligadas a la actividad minera y al desarrollo regional. Será necesario además crear el marco institucional regional para que los sectores medios (empresas, universidades, instituciones privadas, etc.) tengan voz. Esos cambios en el marco institucional necesitarán ser bien pensados, para reducir la generación de espacios para la disputa social y para propiciar la difusión de una narrativa que legitime la actividad minera y la iniciativa empresarial regional.

Lampadia

 

[1] http://www.lampadia.com/analisis/mineria/conflictos-mineros-y-resultados-electorales

[2] http://www.lampadia.com/analisis/mineria/propuestas-para-reducir-la-conflictividad-anti-minera-2-de-6
 
[3] SNMPE. (2016). Reporte Canon Minero
http://www.snmpe.org.pe/informes-y-publicaciones/canon/canon-minero/269-reporte-canon-minero-2015.html
 
[4] Gran Angular. (2015). 22 años de minería a gran escala en Cajamarca y sus impactos socioambientales 
http://es.slideshare.net/elgranangular/22-aos-de-minera-a-gran-escala-en-cajamarca-y-sus-impactos-socioambientales
 
[5] Acemoglu, D., Johnson, S., & Robinson, J. (2001). An African Success Story: Botswana. Department of Economics, MIT: 
http://economics.mit.edu/files/284
 
 
 
 

 




La igualdad de género empieza con una buena educación

La igualdad de género empieza con una buena educación

Un reciente artículo del Financial Times afirma que un estudio psicológico en distintas universidades de EEUU habría concluido que “los estudiantes varones asumían que sus compañeros masculinos sabían más sobre el material del curso que las estudiantes de sexo femenino – incluso cuando las mujeres obtuvieron mejores calificaciones”.

Esto resalta un gran problema: a pesar de los grandes avances en los derechos de la mujer, todavía existe una gran brecha que cerrar con respecto a la gran desigualdad de género. Además, según el estudio reseñado, es importante hacer hincapié en la necesidad cambiar la mentalidad de los hombres hacia los derechos de la mujer, empezando en las aulas de clase.

La predisposición de los hombres de asumir que sus pares masculinos son más inteligentes que las mujeres es preocupante. Como afirma el Financial Times, “los estudiantes de hoy crecerán, tomarán  decisiones de contratación y de promociones y darán forma a las políticas públicas”. ¿Qué podemos esperar de una generación de egresados con esta mentalidad? ¿Qué pueden esperar las mujeres?

Las niñas y las mujeres, algo más de la mitad de la población mundial, contribuyen en gran medida a la economía como consumidores, trabajadores, empresarios y mediante la entrega de una gran cantidad de trabajo no remunerado dentro y fuera de sus hogares. Al mismo tiempo, las niñas y las mujeres constituyen la mayoría de los pobres del mundo, reciben un salario muy inferior al de los hombres, trabajan más tiempo y, en algunos lugares, tienen menos acceso a la educación y la salud. Hace algunos días, en Lampadia publicamos un artículo de Melinda Gates sobre su compromiso con la necesidad de empoderar a las niñas y mujeres del mundo, que aún no tienen el status y las condiciones de vida ni el  reconocimiento que merecen. Ver: Igualdad de género: Otra apuesta de la Fundación Gates

Para que el mundo pueda continuar progresando, tenemos que brindarles a las niñas y mujeres las mismas oportunidades que se les da a los hombres. Esto no sólo las beneficiará a ellas, sino a la sociedad en conjunto. Ver en Lampadia: La hora de la igualdad de género es hoy (8:00 a.m.)             

Invertir en ellas es la mejor y más efectiva inversión para el desarrollo. Por ejemplo, según el World Economic Forum, las mujeres utilizan el 90 % de su salario en sus hijos y en la salud, la educación y el bienestar de su familia, mientras que los hombres sólo invierten un 30 a 40 %. La eliminación de las barreras que impiden a las mujeres insertarse de manera equitativa al mercado laboral puede aumentar la productividad hasta en un 25%.

Por lo tanto, este es un tema que no se puede ignorar. La inversión en la participación económica de las mujeres es una de los mejores caminos para la reducción de la pobreza y un crecimiento económico inclusivo. Lampadia

¿Por qué los hombres piensan que otros hombres son más inteligentes?

Los visitantes caminan delante de una instalación. Imagen: REUTERS / Miro Kuzmanovic

Escrito por Danielle Paquette

Publicado en Washington Post

17 de febrero de 2016

Traducido y glosado por Lampadia

 

El antropólogo Dan Grunspan estaba estudiando los hábitos de los estudiantes cuando notó una tendencia persistente: Los estudiantes varones asumían que sus compañeros varones sabían más sobre el material del curso que las estudiantes de sexo femenino – incluso cuando las mujeres obtuvieron mejores calificaciones. “El patrón simplemente me gritó,” dijo.

Así, Grunspan y sus colegas decidieron cuantificar el nivel de este sesgo de género en el aula, en la Universidad de Washington y en otras partes.

Después de encuestar a aproximadamente 1,700 estudiantes de tres cursos de biología,  encontraron que los hombres se dieron constantemente más crédito entre sí del que otorgan a sus compañeras de clase femeninas que son igualmente inteligentes.

Los hombres sobre-calificaban a sus pares en tres cuartos de punto de GPA (puntaje de notas americano), según el estudio publicado este mes en la revista PLOS ONE. En otras palabras, si Johnny y Susie ambos tenían A, recibirían la misma cantidad de aplausos de estudiantes de sexo femenino – pero Susie sería registrada como una estudiante ‘B’ a los ojos de sus pares masculinos, y Johnny se vería como una estrella de rock.

“Está pasando algo inconsciente”, dijo Grunspan. “Durante 18 años, estos [jóvenes masculinos] han sido socializados para tener este prejuicio.”

El ser de sexo masculino, agregó, “es una especie de impulso”. Por lo menos a los ojos de otros hombres.

Las encuestas le preguntaron a cada estudiante que “nomine” a sus compañeros de clase más capaces en tres momentos durante el año académico. ¿Quién conocía mejor el tema? ¿Quiénes fueron los alumnos de más alto rendimiento?

La igualdad de género

Para ilustrar la diferencia de percepciones entre sus pares, los investigadores compararon la importancia de las calificaciones del estudiante a la hora de ganar una nominación. El típico estudiante recibió 1.2 nominaciones, con un promedio de 1.3 para los hombres y un promedio de 1.1 para las mujeres.

Las estudiantes mujeres les dieron a otras estudiantes mujeres un reconocimiento equivalente a 0.04 GPA – demasiado pequeño como para indicar cualquier preferencia de género, dijo Grunspan. Los estudiantes varones, sin embargo, otorgaron a sus compañeros estudiantes de sexo masculino un reconocimiento equivalente a un incremento promedio de 0.76.

“En esta escala”, afirma el informe, “el sesgo de género de los presentadores masculinos es de 19 veces el tamaño de los presentadores femeninos”.

Las “celebridades” del aula – definidas en el estudio como los estudiantes con el mayor reconocimiento – eran mayoritariamente hombres. Los hombres dominaron los tres primeros puestos en las tres categorías, mientras que las mujeres alcanzaron su punto máximo en el número 4.

En una clase, el hombre más reconocido, por así decirlo, obtuvo 52 nominaciones, mientras que la mujer más famosa consiguió nueve.

Los investigadores también examinaron qué estudiantes hablaban más en las salas de lectura, que podían acomodar hasta a 700 estudiantes. El aumento en la visibilidad de sexo masculino, pensaron, podría conducir a un mayor reconocimiento de sexo masculino.

Los hombres levantan la mano más a menudo, al menos según recuerda el profesor. Sin embargo, después de controlar las variaciones en las notas y la participación, los estudiantes varones siguieron recibiendo un mayor reconocimiento de los otros hombres que sus pares femeninas.

Grunspan afirma que el refuerzo de los profesores y los compañeros es de enorme importancia en la educación y el desarrollo profesional de una persona joven. Un simple “puedes hacerlo”, tanto para hombres y mujeres, podría significar la diferencia entre empujarlo a través de la adversidad o renunciar.

“Nuestro trabajo implica que el frío ambiente para las mujeres no va a pasar ni desaparecer  pronto”, escribieron los investigadores.

Lampadia

 




Cambio de Constitución en Chile

Los planteamientos políticos para cambiar la Constitución renacen cada cierto tiempo y, hasta ahora, no hemos puesto estas ideas en el cajón de trastos. El tema apareció por primera vez durante el gobierno de Alejandro Toledo, donde después de señeros debates, el tema fue descartado en el Acuerdo Nacional. Posteriormente, la propuesta se convirtió en el ‘Leitmotiv’ de Javier Valle Riestra, cosa que terminó en la recolección de firmas y un nuevo proyecto en el Congreso. Finalmente, el tema fue traído a la campaña electoral por la candidata del Frente Amplio, Verónika Mendoza (VM) y Gregorio Santos de Democracia Directa.

En esta última ocasión, después de toda el ‘agua que corrió debajo del puente’, buena parte de los medios recogieron el tema como una opción política ‘interesante y audaz’, dejando, en la parte posterior de nuestros cerebros, la sensación de que el asunto podría ser necesario.

En nuestra opinión, VM cometió un error político al tocar el tema en el debate presidencial. En general, los políticos más radicales, al final de las campañas, tratan de limar las aristas de sus propuestas, buscan aggiornarse para disminuir los votos contrarios y pasar por el aro electoral. Puede ser que este error sea uno de los factores de la derrota de VM, pues lo último que quiere el pueblo es inestabilidad y prorrogar el estancamiento de la economía.

Los aprontes refundacionales han sido parte de los contrastes electorales en el Perú y Latinoamérica, pues permiten hacer planteamientos llamativos sin tener que hacer precisiones de perfilamiento de las políticas públicas, algo que los políticos populistas carecen.

Pensamos que los peruanos debiéramos tener muy claro, que estas acciones políticas (como las desarrolladas en el siglo XXI en Venezuela, Argentina, Bolivia, Ecuador y Nicaragua) deben ser descartadas para siempre del debate político. En estos países, solo sirvieron para permitir las eternas reelecciones de sus líderes y para malograr el desarrollo de sus países.

En estos días, Chile, de la mano de su presidente, Michelle Bachelet, se ha sumergido en el cambio constitucional, con consecuencias muy malas para su economía y con un manejo nada democrático, que hace prever un enfoque más orientado al poder político que al desarrollo del país.

Como afirmó Niall Ferguson, el historiador británico hace casi un año, “Chile  está ejerciendo su derecho a ser estúpido”. Ver en Lampadia: Chile sigue ejerciendo su derecho a ser estúpido. Y el cambio constitucional sería la cereza en la torta de la estupidez.

El siguiente video de cuatro minutos, presentado por el diputado de Renovación Nacional, Nicolás Monckeberg, explica con claridad los daños que está produciendo el proceso y los engaños con que se está conduciendo a la población a la estructura de un país con la visión de Bachelet, que sería más cercana a la de la República de Alemania Democrática antes de la caída del Muro de Berlín. Ver en Lampadia: Diálogo de Conversos de Roberto Ampuero y Mauricio Rojas.

Ver también en Lampadia: Chile por el mal camino y Chile: Límites al Crecimiento

Los peruanos debemos ir madurando en la política como lo hemos hecho en lo económico con la nueva clase media emergente, que ha abandonando los reclamos sociales a los políticos populistas, consolidado la orientación de nuestra gente hacia el trabajo como camino a la prosperidad. Lampadia




A doce días de una elección muy importante

A doce días de una elección muy importante

Pablo Bustamante Pardo

Desde el 11 de abril venimos planteando que los candidatos recojan el mandato popular de ‘seguir construyendo sobre lo avanzado’. Esto implicaba aprovechar la segunda vuelta para que el debate se centrara en la determinación de la agenda de gobierno, sus por qués y sus cómos. Si bien el voto popular había recogido con mucha sabiduría la dirección básica de gobierno, la opinión ciudadana está muy lejos de entender las relaciones causa-efecto entre la prosperidad y las políticas públicas que la hacen posible. Ver en Lampadia: El mandato popular que tenemos que leer.

Lamentablemente, los acontecimientos han ido por otro lado. Un enfrentamiento despiadado, en el que es muy difícil, con objetividad, afirmar quién empezó o quién lleva una mayor responsabilidad, entre otras cosas porque se ha desatado una guerra de ‘todos contra Keiko’, contrariamente a lo afirmado en los medios.

Prácticamente todo el establishment está en contra de Keiko. Casi todos los grupos políticos que le han dado su apoyo a PPK, lo mismo que los intelectuales y académicos que incluso han publicado pronunciamientos. Su máximo representante, MVLl como abanderado. Y la prensa, todos los canales de televisión, radios y la gran mayoría de periódicos dan también un apoyo exacerbado. El único estamento de la clase dirigente que no figura en la campaña es el empresarial. Bien por ellos.

El caso de los medios de comunicación llega a extremos de vergüenza. Se ha  recurrido a las prácticas de la prensa chicha, como hizo el Canal 4 en ‘Poder de Cuarta’ (Cuarto Poder), o como se han reportado los resultados del primer debate presidencial:

Si se contrasta la movilización del establishment contra KF con el voto de la primera vuelta  y con las últimas encuestas se está configurando una brecha perniciosa entre el establishment y las clases populares. Ver:

  • Votación: PPK solo ganó en 3 de 196 provincias y KF ganó en 16 departamentos con un promedio de 46%, fue segunda en 7 con 27% y tercera en dos con 24%
  • Encuestas: CPI-intención de voto: KF=45.8%, PPK=40.2% / IPSOS-simulacro: KF=52.6%, PPK=47.4%

KF acusa a PPK de ser el candidato de los empresarios, está equivocada, es el candidato del establishment y, ella sería efectivamente la candidata de las clases populares, una polarización política suicida.

Hoy día PPK y la mayoría de medios acusa a KF de ser muy agresiva, que en el debate atacó y no hizo propuestas. PPK afirma que en el debate: “Keiko sacó su ametralladora hecha por Montesinos”. Sin embargo, mientras PPK se quiere disfrazar de víctima, su publicidad, antes y después del debate, dice lo siguiente:

“Yo me comprometo a combatir la corrupción, pero les pido que no les den un solo voto más a los corruptos”.

Ver spot: 

Además, PPK también dice en sus spots:

“Lo que el Perú necesita no es otro pacto entre políticos, yo quiero un pacto con la gente, contigo”.

Sin embargo, lo que ha hecho es todo lo contrario, ha celebrado pactos con las cúpulas den todos los demás partidos, faltando solo el Frente Amplio, que ya anunció su intención de hacerlo. Por si no fuera poco, es también evidente, la existencia de una especie de contubernio con el gobierno, especialmente en boca de la señora Nadine Heredia.

En Lampadia no queremos entrar a la discusión sobre quién ganó el debate, se lo dejamos al propio PPK, que al final del mismo le dijo a KF (con su lenguaje corporal) que ella había ganado. Ver imagen publicada por El Comercio:

Nosotros seguimos lamentando el giro de los acontecimientos, creemos que es auto destructivo y estamos corriendo el riesgo de que la población se harte con la falta de consecuencia de los candidatos, como ha advertido Martín Tanaka. Con ello, el ganador podría perder su ‘luna de miel’ y debilitar su gobierno.

A pesar de que ambos candidatos pretenden fortalecer el modelo de economía de mercado con el que hemos tenido el mayor ritmo de progreso de nuestra historia, parece, lamentablemente, que tienen dos visiones distintas: Un modelo y dos visiones. La visión de KF aparece como ‘bottom-up’ (de abajo hacia arriba) y la de PPK como ‘top-down’ (de arriba a abajo), expresando la perniciosa brecha que se está dibujando entre las élites tradicionales o el establishment y las clases populares.

Como hemos planteado anteriormente, lo que está en juego es mucho más que la elección del 5 de junio, también nos estamos jugando las elecciones del bicentenario (2021), pues solo un buen gobierno, que se aboque a las grandes reformas que necesitamos, podrá conducirnos, el 2021, a optar entre opciones políticas constructivas. Así mismo, los próximos cinco años son claves para generar los impulsos que nos permitan engancharnos de la mejor manera posible en el nuevo mundo de la ‘cuarta revolución industrial’, algo esencial para evitar que nuestros pobres se queden desconectados del resto de la humanidad. Lampadia