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“En política no hay que preocuparse del populismo sino del continuismo”

“En política no hay que preocuparse del populismo sino del continuismo”

Es considerado uno de los intelectuales más influyentes del mundo. Politólogo, Moisés Naim estuvo de paso por Lima y analizó los centros de poder y los peligros del continuismo en América Latina. Cree en el control de las redes y asegura que tarde o temprano el poder corrompe. Le duele la poca solidaridad con Venezuela, su país natal. La entrevista fue realizada por la periodista Milagros Leiva Gálvez.

Ha escrito “El fin del poder”, un libro en el que explica cómo el poder se ha hecho cada vez más difícil de ejercer y más fácil de perder. Escritor, analista, editor. Tiene una columna en el diario “El País” y es considerado uno de los intelectuales más influyentes del mundo. Tiene un programa de televisión que se puede ver en América Latina: “Efecto Naim”. Llegó a Lima para dictar una charla sobre el poder empresarial y político en el aniversario del grupo Graña y Montero. Lo encontré en el hotel Westin, absolutamente relajado, sintiéndose un académico disciplinado y trabajador más que un conferencista poderoso. Aquí su pensamiento.

Imagino que después de estudiar a los políticos y sus relaciones tormentosas ya tiene claro para qué sirve el poder.

El poder es y siempre ha sido muy dependiente de quien lo tenga. El poder lo puede tener un benevolente que trasforma el mundo… hoy mismo estamos pensando que Mandela puede estar en sus últimos momentos, pero también lo puede tener Adolfo Hitler. El poder es simplemente un instrumento y como todo instrumento depende de quién lo use.

Usted dice en sus análisis político que hoy es más difícil mantener el poder, pero Cuba no le da la razón, tampoco Venezuela, menos se la da Correa y Morales que quieren perpetuarse…

Lo que yo digo es que el poder sigue existiendo y que hay centros de poder muy importantes como los que tú me has mencionado. Pero también mantengo con una multitud de datos que el poder es más fácil de obtener, más difícil de retener y por lo tanto más efímero. No puedes argumentar que el régimen de Cuba es más poderoso que antes, depende de un subsidio que viene de Venezuela y a su vez hoy nadie podría argumentar que el Gobierno de Venezuela es más fuerte que cuando Chávez estaba en su apogeo. El Gobierno de Brasil no es más fuerte del que era hace 10 años cuando Lula estaba en su apogeo. Tampoco puedes argumentar que el Gobierno Chino tiene más poder que antes.

¿Y qué pasa con China, es o no es el centro actual del poder?

De ninguna manera. Hay que salir del ascensor.

¿Qué es el ascensor?

Ver el mundo pendiente de quién sube y quién baja, quién está arriba y quién abajo, cuál es el más poderoso, cuál el segundo, cuál el tercero, cuál es la empresa, cuál el político, cuál el líder religioso, eso por supuesto forma parte del instinto humano que siempre está muy interesado en ver quién llega primero. Pero mi punto es que mucho más importante que decir si China es o no es el poder más importante es entender que quien tiene más poder ahora tiene más restricciones para usarlo.

¿Cuáles son esas restricciones? ¿El control social a través de las redes, por ejemplo?

La manera más fácil para decirlo es pedirle a tus lectores que se imaginen a Gulliver y los liliputienses. No solo estoy hablando del gobierno, estoy hablando de los grandes ejércitos, de las grandes religiones, de las grandes empresas. Hoy las empresas son más ricas pero menos poderosas. Un gran empresario puede tener mucho más dinero pero hace menos con ese dinero en términos de control. Piensa en las grandes empresas que están limitadas por otras empresas.

Estoy pensando en las grandes mineras, que no han podido llevar a cabo grandes proyectos por falta de licencia social.

Y no es solo el Perú… Lo que quiero enfatizar es que pasa en todo el mundo y en todos los sectores. No solo pasa en el gobierno, no solo pasa en el sector privado, donde hay una actividad humana organizada vas a encontrar que quienes la dirigen tienen más restricciones.

¿Los gobernantes actuales han entendido este mensaje?

Cuando hablas con ellos sí, cuando los ves actuando, no.

¿Qué de la demagogia y clientelismo político para tener popularidad? Conoce bien el modelo brasileño y el venezolano. ¿Qué piensa de los programas asistencialistas que dan poder y popularidad al gobernante?

Pienso que estos programas son muy positivos, son la razón por la cual América Latina ha tenido avances importantes en la lucha contra la pobreza. Estoy hablando de programas que se llaman de transferencia condicionada, es decir que se le entrega un subsidio a una madre, a cambio de que esa madre garantice que sus hijos estén en la escuela, que estén vacunados, etc. Esos programas en México, en Brasil, en otras partes han tenido un impacto social como no hubo antes en América Latina.

Pero en algunos casos ha sido utilizado por gobernantes para obtener apoyo político, para ganar voluntades, simpatías.

Cuando tienes un político que transforma una iniciativa social importante en un programa electoral, entonces estás en presencia de alguien que está distorsionando el objetivo. Hay países en los que ha sido hecho de una manera desfachatada, corrupta y tramposa con el único afán de perpetuarse.

Mire lo que pasa con Brasil, al final el modelo no era sostenible.

Brasil es admirable pero demostró no ser sostenible. También creo que los latinoamericanos no se deben preocupar tanto por el populismo, se tienen que preocupar por el continuismo. Es mucho más amenazante para el futuro de América Latina el continuismo del poder que el populismo de los presidentes. Un presidente populista, si no tiene garantizada la continuidad, lo botan. Pero si un presidente es populista pero además hace todo tipo de trucos, trampas para quedarse, te fregaste. Vas a tener populismo por mucho tiempo. Verbigracia Correa, verbigracia Kirchner, verbigracia Venezuela. Yo hubiera pagado lo que fuese en Venezuela por no tener continuismo, por no tener esa maldición de que un gobernante se puede ir y volver a reelegir. Eso está minando a América Latina.

¿Tiene sospechas reeleccionistas con Humala?

Yo no soy experto en el Perú y quiero ser muy cuidadoso. Lo que digo es que no se preocupen por el populismo si logran enfrentar y derrotar el continuismo. Inevitablemente los presidentes populistas terminan teniendo situaciones políticas y sociales malas. Si tienes democracia y si tienes un bloqueo al continuismo, los van a sacar.

¿Qué hacer con los corruptos?

La respuesta es muy sencilla: dejar la obsesión por la búsqueda del hombre o líder honesto y empezar a buscar instituciones que no permitan la corrupción. En América Latina y en el mundo se ha hecho un daño enorme cuando los pueblos y los votantes hartos, desesperados de la  corrupción, están dispuestos a entregarle el poder a quien quiera que les prometa que no es corrupto y que va a luchar contra la corrupción. Eso llevó al poder en Italia a Silvio Berlusconi y mira cómo terminó. Lo mismo pasó en Rusia, donde eligieron a Vladimir Putin. Lo mismo en Venezuela, hartos de la corrupción eligieron a Hugo Chávez. En cada uno de esos tres casos la corrupción, después de que fueron elegidos, fue muchísimo más grande. Y las consecuencias para el país y para la debilidad del país y para todo tipo de retroceso en esos países se debe a la  desesperación del pueblo por buscar un hombre honesto. No hay que buscar un hombre honesto, hay que tener instituciones que hagan que la discrecionalidad, la impunidad, la opacidad sean difíciles. Busquen las instituciones, no busquen el hombre honesto, porque en el poder el hombre honesto se corrompe.

¿Todos?

Muéstrame uno solo que no. El poder tiende a corromper. El poder absoluto corrompe. “Hay que dejar la obsesión por el hombre honesto, no existe”

¿No ha conocido a algún gobernante que usted haya dicho: Este hombre sí es honesto?

Sí, he conocido, absolutamente los hay, existen. Mencioné a Fernando Henrique Cardozo, menciono a Ricardo Lagos…

Henrique Cardozo tuvo críticas y denuncias…

Me acabas de mencionar la manera como se lucha contra la corrupción en América Latina, que es la denuncia y el escándalo en los periódicos que no termina en nada. Lo único que crea es frustración de la gente con respecto a los políticos. Como la corrupción se ha trasformado en una gran preocupación nacional, ¿de qué se trata el debate político? No se trata de quién tiene mejor programa para mejorar la educación, no se trata de quién tiene la mejor política en economía, se trata de quién es menos corrupto. La lucha política es con denuncias mediáticas y después llega a los tribunales y no pasa absolutamente nada. La corrupción es un cáncer que corroe a América Latina y la lucha contra la corrupción no es la búsqueda del líder mesiánico que te promete honestidad. La lucha tiene que ser por instituciones que impidan la corrupción cuando aparezca.

¿Entonces qué debemos buscar en un gobernante? Si la honestidad no es la columna vertebral…

Cuidado, no me caricaturices. No te estoy diciendo que hay que escoger líderes que sean corruptos, estoy diciendo que no les creas a quienes tengan como única credencial: “Yo no voy a robar”.

¿Qué cree usted que debemos buscar en un gobernante?

Yo vería con mucha atención su historia. No lo que me dice que va a hacer sino en la práctica lo que hizo. Cómo es su vida, qué hizo, cuando hubo momentos difíciles cuáles fueron sus decisiones,

cuál es su instinto para rodearse con gente, quién le rodea, quiénes son las personas en quienes confía. En momentos difíciles de su vida, cuando tenía 18 años y tuvo una crisis, cómo se comportó, qué decidió, qué dicen de él personas que eran cercanas a él o a ella cuando él no era importante. El mensaje es: no mires lo que te promete, mira su historia personal y examina con cuidado cómo se comportó cuando hubo momentos muy difíciles en su vida.

“Si quieres llegar lejos, ve acompañado”

Humala dijo en una entrevista a “El País” que su éxito de alguna manera se explica porque no ha hecho invisibles a los pobres y que en cada pueblo que visita se demora como media hora en saludar a la gente, cosa que antes los políticos no hacían y simplemente se subían al estrado. Dice que se pone en el lugar del otro. Siempre. ¿En su caso, cuál ha sido el secreto de su éxito personal? Usted es también un claro ejemplo de cómo una persona puede tener su propia  empresa y su propia marca. De hecho usted es un ‘Factor Naim’, y es considerado uno de los intelectuales más influyentes del mundo.

Pasión por lo que hago. A mí me divierte, yo no tengo otra respuesta, que me levanto temprano porque me encanta hacer lo que hago y porque tengo un interés inagotable y un entusiasmo por lo que hago. Mi trabajo no es un esfuerzo, es un gran placer. Yo no me puedo imaginar viviendo sin hacer lo que hago. El otro balance muy importante es que hoy en día, para ser bueno en lo que haces, necesitas ser obsesivamente atento a los detalles de lo que haces, ser sistemático y riguroso y tiempo lo que haces. Necesitas preparar tu tarea y hacer tu tarea, y hacerlo bien y dedicarle tiempo y etc. Eso es verdad en el mundo de las empresas y en el mundo de la guerra y en todas partes. La obsesión por ser excelente. Pero, cuidado: Hay que ser especializado y ver con mucha atención lo que haces pero no pierdas de vista lo que está pasando. Ten cuidado con descuidar tu visión periférica.

¿Nos está diciendo cuidado con ver en una sola dirección?

Exacto porque pierdes lo que está sucediendo a los lados, hacia arriba, hacia los diagonales. Por allí es que viene la competencia.

¿Cómo no se cansa? Viaja mucho, escribe libros, hace conferencias…

Sí, me canso. Y tengo cosas que me hubiese gustado hacer que no he podido, hay libros que he querido escribir y no he tenido tiempo  de escribir, hay programas de televisión que hubiera querido sacar antes y no han salido. Hay cosas que no salen.

¿Cómo maneja la frustración?

En silencio. No soy gritón ni estridente. No doy patadas a las paredes, ni cabezazos. Mi papá una vez me dijo: Un problema que no tiene solución no es un problema.

¿Qué es?

Una posibilidad para continuar. Si no tiene solución debes seguir caminando. No te pares a hacer el luto por algo que no tiene solución.

¿Qué pasa cuando se equivoca?

Constantemente me pasa. Lo primero es que lo sé instantáneamente porque tengo centenares de seguidores en Twitter, lectores, tengo hijos. No hay mejor antídoto para no creerse muy importante que el tener unos hijos que le hablen con toda libertad. Mis hijos me hablan así… Yo me equivoco, yo lo sé instantáneamente. Yo sé que hay que tener mucho cuidado, que hay que tratar con respeto, que donde estoy puedo no estar mañana y que necesito seguir todo el tiempo haciendo lo que hago lo mejor posible. Lo que creo es que no hay tal cosa como el secreto para lograr el éxito. Quienes buscan la píldora mágica se equivocan. No hay tal cosa.

¿Si resumiera su vida, qué diría?

Que soy un privilegiado. Estoy muy consciente de mis privilegios. Logré lo que tengo porque mucha gente me ayudó. Yo le doy muchísimo crédito al hecho de que en el mundo todos tenemos puertas que se abren y gente que cierra puertas. Yo he tenido mucha suerte de tener siempre cerca a gente que me abrió puertas. Hay un dicho muy interesante que dice: Si quieres ir rápido, ve solo, pero si quieres ir lejos, ve acompañado.

“Los venezolanos estamos tristes por la falta de solidaridad”

¿Cuánto le duele su país en este momento?

Estoy muy preocupado. Lo que pasa en Venezuela no ha sido entendido por el mundo. Hay una tragedia de proporciones mayúsculas y creo que eso tiene consecuencias por todas partes. Lo que sucede en Venezuela los va a afectar a ustedes, a los colombianos y al resto. Los venezolanos estamos absolutamente tristes de ver la falta de solidaridad de América Latina.

¿Lo ha decepcionado la Unasur?

No me ha decepcionado porque no me esperaba mucho. La Unasur es casi una caricatura de lo que debería ser una organización internacional.

¿Qué pensó cuando Ollanta Humala llamó de emergencia a todos los gobernantes y legitimó a Maduro?

Primero me alegré de que hubiera una iniciativa, una preocupación. Recuerden que aquí hay un gran fraude, un gran mito, el mito de la no intervención en los asuntos internos de un país. Brasil ha dicho que ellos no dicen nada de lo que sucede en Venezuela por no intervenir en los asuntos internos. Es el mismo gobierno en el que Lula, siendo presidente, en vísperas de una elección en Venezuela, se apareció a decir que el presidente Chávez era el mejor de los últimos 100 años.

Lula es quien en las elecciones de Maduro grabó una publicidad de video que apareció en todos los canales controlados por el gobierno, diciendo que Maduro era lo mejor que le podía pasar a Venezuela. Están interviniendo todo el tiempo cuando les conviene.

Pero bueno, yo me alegré de que al menos había por parte de la Unasur la intención de ver una elección que claramente tuvo irregularidades. Esa era la buena noticia. La segunda buena noticia es que Maduro le prometió a la Unasur que sí iba a hacer la auditoría de los votos.

Se abrazaron, celebraron su solidaridad democrática y se fueron a sus casas. Se tomaron la foto y entonces se celebró la gran victoria. ¿Qué pasó dos días después? Que la presidenta del Consejo

Nacional Electoral, que simplemente es un apéndice, salió diciendo que las elecciones habían sido perfectas.

Ahora sabemos que hubo más de 300 mil muertos que votaron…

Pasó de todo. ¿Dónde está la Unasur? Hoy tenemos la evidencia de que Nicolás Maduro les mintió. ¿Por qué están callados?

¿Por qué callan los presidentes de América Latina?

Por el petróleo. En el fondo los países no tienen amigos, tienen intereses. Lo que me interesa para mi país es que me sigan regalando petróleo, que cuando yo tenga mi campaña electoral me manden mi maletín lleno de dólares, que me manden asesores políticos. Qué me voy a pelear, qué me importa…

¿Los presidentes son grandes convenidos con Venezuela?

Absolutamente. Pero cuidado, no estoy acusando solamente a los latinoamericanos, también están los rusos, los bielorrusos, los iraníes. Hay pocos gobiernos detestables en el mundo que no están teniendo negocios en Venezuela. Están lucrando muchísimo. El Gobierno de Bielorrusia, que es claramente la última dictadura que existe en Europa, es mejor amigo de Venezuela, también Irán y Cuba. Busquen un dictador y ese dictador tendrá lazos estrechos y de afecto con el Gobierno de Venezuela.

Una de las grandes historias no entendidas es que Cuba tiene un control extraordinario sobre lo que pasa en Venezuela.

Esa es una historia que el día que sepamos los detalles va a escandalizar al mundo y va a sorprender. Eso es una isla en bancarrota política, quebrada económicamente, que sufre una pasión por ideas muertas.

Es una isla que realmente está muy mal. Sin embargo, esta isla, quebrada, debilitada por sus propias políticas, logra el contacto político del país que tiene las reservas petroleras más grandes del mundo sin disparar un tiro. Esa es una historia que algún día habrá que contar. Cómo una isla quebrada controla los más grandes yacimientos de petróleo sin un solo disparo.

¿Cree usted que los gobernantes demócratas de América Latina van a despertar y ser solidarios con Venezuela o cree usted que el petróleo y las dádivas seguirán prevaleciendo?

Vamos a ver lo que sucede, porque el petróleo se le está acabando a Venezuela. La capacidad de regalar petróleo como de regalar dinero no va a ser la que era antes y eso tiene consecuencias. Quizás hace que esas solidaridades automáticas del resto de América Latina empiecen a ser menos automáticas, empiecen a preocuparse más.

Publicado por El Comercio, 11 de agosto del 2013




Por una descentralización más efectiva

Por una descentralización más efectiva

La descentralización ha sido uno de los anhelos más importantes de las regiones, probablemente una de las banderas de lucha más presente en el reclamo de  décadas de los provincianos contra el asfixiante centralismo limeño. Cuando se abordó en los años 80, terminó en el fracaso y la regresión. Finalmente, en los años 2000 se lanza un proceso apurado que hoy vivimos y sufrimos. El Presidente de la República ha recogido el sentir nacional y en su último mensaje a la Nación,  nos ha dicho: “Se requiere plantear un debate nacional sobre la efectividad del proceso de descentralización, en el cual venimos avanzando hace ya una década. Cabe preguntarnos si hemos logrado construir un Estado presente, efectivo y transparente al servicio de todos los compatriotas. En torno a estas reflexiones, invito a la Representación Nacional a iniciar un amplio debate con miras a fortalecer el proceso de descentralización y presentar propuestas normativas para lograr los objetivos de modernización del Estado y mejorar los servicios que requiere el ciudadano”.

En Lampadia estamos de acuerdo con la necesidad de llevar a cabo un gran debate que nos permita mejorar el proceso actual, para que todos entendamos que es la descentralización de un país unitario, que debemos esperar de ella, cómo debemos evaluar sus resultados y cómo, la nación, debe controlar el proceso y el desempeño de los líderes regionales.

Aportes al debate de la descentralización desde sus pecados originales

1.     La descentralización vigente fue anunciada por el Presidente Toledo en su discurso de investidura ante el Congreso de la República en julio del 2001, sin contar con el beneplácito de su Gabinete Ministerial. El Congreso apuró el debate, no se hizo caso a los llamados a la cordura y sensatez para privilegiar un diseño cuidadoso antes que uno expeditivo. Se recibieron consejos de expertos internacionales, como algunos de España, que ya llevaban 25 años manejando sus autonomías, y seguían enfrentando problemas complicados. El tema de la descentralización se convirtió en una oferta política y no importaba si salía pato o gallareta. Finalmente se aprobó la descentralización sin haber terminado de establecer la legislación correspondiente.

2.     De partida se cometieron errores muy graves:

–         No se enfatizó que se estaba diseñando un proceso de descentralización de un país unitario.

–         Se fijó una región para cada departamento.

–         Se estableció indebidamente el cargo de Presidente Regional, elegido por sufragio.

–         Se permitió la reelección inmediata sin que el Estado Central tuviera la capacidad de controlar el uso indebido de recursos públicos en 25 regiones.

–         Se desmembraron una serie de competencias del Gobierno Central para ser asignadas a las regiones mediante un proceso simple de corte y traslado, sin contemplar el diseño de vínculos entre ambas instancias de gobierno que permitieran una acción conjunta y coordinada.

–         No se prestó la menor atención a la creación de capacidades.

–         Se otorgó a los gobiernos regionales capacidad discrecional absoluta sobre sus resoluciones, sin que los ciudadanos y empresas pudieran recurrir en queja o revisión a una instancia administrativa nacional, a una segunda instancia, principio fundamental de las democracias modernas.

–         No se diseñó un buen arreglo de pesos y contrapesos, estableciéndose una concentración excesiva de poder en los llamados presidentes regionales.

–         No se establecieron sistemas adecuados de rendición de cuentas.

–         No se establecieron capacidades de control para el Gobierno Central, más allá de los referidos a los procesos a cargo de la Contraloría General, el Poder Judicial y el Tribunal Constitucional.

3.     Posteriormente, durante el segundo gobierno del Presidente García, se aceleró el proceso populachero e irresponsable de desmembramiento y transferencia de competencias centrales a los gobiernos regionales y/o locales, con el mismo expediente simple de corte y delegación, sin los necesarios procedimientos de coordinación entre lo central y lo regional.

4.     Entre tanto se presentó la necesidad de regular la distribución del canon, como producto de la recuperación de nuestra industria minera, que debía, evidentemente, producir beneficios directos en las zonas de influencia de sus proyectos, sin cautelar las compensaciones necesarias para las zonas no mineras.

5.     Nunca se entendió, y menos se explicó a la población, que la descentralización de un país es esencialmente económica. Máxime en el caso del Perú, en que por décadas se había proscrito la inversión privada en las regiones, puesto que el Estado capturó la minería para paralizar su desarrollo, prohibió la presencia del sector privado en el campo, y capturó también la pesca y el turismo.

Nunca se entendió, ni se explicó, que con el retorno del Perú a un manejo económico ortodoxo y a la promoción de la inversión privada, dadas nuestras inmejorables capacidades naturales, íbamos a tener una serie de proyectos de inversión en las regiones que podían transformar nuestra vida, y que era muy importante que autoridades, líderes de opinión y ciudadanos, entendiéramos que todos seríamos responsables de propiciar y cuidar un buen clima de inversión.

Contrariamente, una buena parte de los líderes regionales y locales, empoderados con una serie de atribuciones de gobierno y contando con los  recursos distribuidos por el gobierno central y los provenientes del canon, pensaron que el desarrollo de sus regiones dependía de ellos, de sus propias luces y de lo que ellos pudieran financiar con los recursos públicos. Así es como, en vez de que se haya desarrollado un proceso de colaboración entre el sector público y el privado, en algunos casos se han producido conflictos muy profundos, como en el caso de Puno, con su anterior Presidente, o de Cajamarca, con Santos, imponiendo una dictadura anti-minera con métodos estalinistas de coerción y manipulación.

6.     Ante los conflictos sociales, los propios líderes y autoridades regionales y locales reclamaban la presencia del Estado, que ellos debían representar. Autónomos para hacer de las suyas, pero, con destacadas excepciones, irresponsables y ausentes cuando quemaban las papas.

7.     Mientras tanto, el Estado Central se ha mostrado inerme, maniatado por unas regulaciones de descentralización absurdas, que han descuartizado nuestras capacidades de gobierno.

Sin embargo, a pesar de los grandes problemas de nuestra descentralización política, la verdadera descentralización, la económica, avanza viento en popa. En la medida que la economía de mercado promovió el regreso de la inversión privada a la minería, el campo, la pesca y el turismo, las regiones y los municipios gozan ahorade recursos que eran inimaginables durante el modelo proteccionista de sustitución de importaciones, que concentraba la inversión en Lima.

Algunos ejemplos del avance de las regiones: entre el 2001 y el 2012, ocho regiones del país registraron un crecimiento anual promedio del PBI per cápita por encima del promedio nacional de 5.1%. (Ver cuadro 1). Los ingresos familiares también han crecido más en las regiones que en Lima (Ver cuadro 2), y el empleo, igualmente se desarrolla con más fuerza en las provincias (Ver cuadro 3).

En otras palabras, el proceso de descentralización, ha sido salvado y sustentado por el mercado, por el sector privado. Lo importante ahora, es cómo diseñar un mejor arreglo institucional que promueva procesos que sumen hacia objetivos comunes de los gobiernos regionales, locales y el gobierno central; y también entre el sector público y el sector privado.

Todos queremos un Perú unitario, descentralizado y efectivo para la gesta del desarrollo y el bienestar general.

¡Bien Presidente, debatamos! L




Es hora de sintonizar la política y la economía

Es hora de sintonizar la política y la economía

Al finalizar el segundo año de la administración del presidente Ollanta Humala, el país enfrenta una gran decepción con sus cuadros políticos y con las instituciones de gobierno. Esta situación coincide con la prevalencia de la crisis internacional y sus múltiples impactos, así como con un notorio enfriamiento de nuestra propia economía, tanto por factores externos e internos.

Mientras tanto, en el balance de los ciudadanos, corroborado por los inversionistas y analistas del exterior sobre la economía peruana, es sin lugar a dudas bastante positivo, especialmente en cuanto a la naturaleza de su evolución reciente. La visión del futuro económico peruano sigue siendo muy positiva. Nuestro potencial de desarrollo y crecimiento son muy importantes, hecho que puede constatarse mediante cualquier análisis riguroso de nuestra realidad.

Esta falta de sintonía, de tono, entre nuestra coyuntura política y las capacidades económicas del país, configuran una brecha autodestructiva que es menester se enfrente a la brevedad y con la mayor apertura de mente posible, pues es tarea de todos. Pero, quienes tienen una mayor responsabilidad al respecto son nuestros gobernantes, empezando por el Presidente de la República, pero incluyendo también a los congresistas y líderes regionales. Por eso se espera que con ocasión de las Fiestas Patrias, los representantes de los ciudadanos hagan un acto de contrición y propósito de enmienda.

Nuestro modelo de desarrollo económico y social, iniciado hace un par de décadas, muestra impresionantes resultados a favor de los pobres. Se ha reducido la pobreza, la desigualdad, la desnutrición infantil, el crecimiento de los ingresos y del empleo es mayor en las regiones y en la sierra y la selva. Lamentablemente esto se acompaña con un deterioro permanente y creciente de la situación  política. Las deficiencias del espacio público son muchas y allí están las diversas interpretaciones de los politólogos y constitucionalistas sobre esta situación, que pueden servir de base para empezar un debate nacional. Sin embargo, una cosa es fundamental: la voluntad de la Primera Magistratura de la Nación, es decir, del Presidente de la República, para enfrentar la crisis política, de modo que todas las instituciones, los partidos, los políticos y los líderes de la sociedad civil, asuman su responsabilidad para sintonizar la gestión pública con el enorme potencial que tenemos para seguir reduciendo la pobreza y la desigualdad y, finalmente, alcanzar el desarrollo y el bienestar general.

Esta situación es también una excelente oportunidad para reaccionar y comprometernos con las rectificaciones necesarias de nuestras instituciones tutelares. De ninguna manera puede justificarse el que se aproveche la coyuntura para propiciar un mayor desorden a costo de nuestra democracia, que debe saber enfrentar y corregir sus errores, sin salirse de los cánones establecidos.

Consideramos que una actitud presidencial, que promueva esa actitud, se convertiría en una herramienta fundamental para iniciar la recuperación de la confianza de los ciudadanos en el Estado. Hasta hace poco muchos sostenían que la política y la economía marchaban por cuerdas separadas, pero esa situación parece haber llegado a su fin. Allí está una de las causas de la evidente desaceleración económica.  En todo caso, Señor Presidente, usted tiene la palabra. ¡Qué mejor momento que el mensaje de Fiestas Patrias!

El Perú en general se enriquece, los pobres abandonan la pobreza, pero la política se empobrece. ¡Esto no puede seguir! ¡Tenemos que ponernos a la altura de nuestras responsabilidades! ¡Viva el Perú!




“Siento que la generación más joven va a llevar al Perú al nivel que siempre hemos soñado”

“Siento que la generación más joven va a llevar al Perú al nivel que siempre hemos soñado”

A una semana del 28 de julio, podríamos decir que este cocinero es considerado casi un símbolo patrio. Muchos lo quieren como presidente, pero Gastón Acurio prefiere seguir en lo suyo: haciendo política desde su cocina. “Habría que estar loco para ocupar un cargo político”, bromea, y acaba una vez más con el sueño de aquellos que le escriben por el Twitter: “Sálvanos, Gastón”. La entrevista fue realizada por la periodista Ana Núñez.

-Contaste una vez que por un tema de “traumas, fantasmas y demonios” no soportabas antes el amargor de la aceituna negra. ¿Qué historia tuya hay detrás de esa antigua aversión a las aceitunas, Gastón?

Debe ser algo familiar… Es interesante, porque el peruano tiene un problema con el amargo. No hay un solo plato de la cocina peruana en donde el amargo sea un sabor importante. La cocina peruana es cítrica, picante y dulce. El amargo es una virtud gastronómica en Europa. Es un asunto cultural. Quizá por ahí vaya lo de las aceitunas. Pero es un tema de ir liberándose de estas murallas que vas construyendo en tu cabeza por miedos, influencia familiar o cultural, etc.

-¿Así como superaste el problema con el amargo, lograste matar esos fantasmas, esos demonios?

Nooo, no quiero. Ni hablar. A los demonios hay que dormirlos un poquito y que se despierten de vez en cuando, cuando las causas lo ameriten. ¿Cómo valorar el cielo si no conoces el infierno?

-¿Has estado en el infierno?

Sí. Si el demonio habita en ti, en el sentido de esta dualidad que tiene el ser humano, que la llevas dentro, y que se expresa en los momentos más inesperados y te termina dominando a veces…

-¿En qué momento de tu vida te sentiste dominado por el lado oscuro de esa dualidad?

Cuando empecé, porque recibí un mal ejemplo en mi formación. El cocinero de ahora no tiene nada que ver con el cocinero que tuve como profesor. La imagen del cocinero de antes es la de un personaje histérico, ególatra, vanidoso, ensimismado en su mundo puramente culinario; egoísta en el sentido que no revela sus recetas. A mí me metió un patadón un día un jefe de cocina porque me demoré en… Era normal en la formación de aquella época.

-¿Era normal…?

Sí, o sea, “apúrate, huevón”  ¡Plafff! Esas son cosas que aprendes a no hacerlas, ¿no? Pero de lo que es difícil sustraerse es de esta obsesión por que todo salga perfecto y que los convertía en ogros irascibles cuando algo no salía bien. Cuando abrí mi primer restaurante, entonces, sí pues, gritaba como un loco cuando algo no salía bien; hasta que terminé un día en la clínica por un ataque de estrés y ahí se acabó. Ahora nadie grita y lo más importante: si algo no sale bien, mañana saldrá mejor. No pasa nada.

-Mario Vargas Llosa escribió un artículo que tituló “El sueño del chef”. Ahí cuenta la historia del niño que a los 8 años gastaba sus propinas en ingredientes de cocina y que luego lograría una hazaña cultural y social al frente de la gastronomía peruana. Pero olvidó decirnos cuál es ese sueño tuyo, Gastón…

Yo tengo muchos sueños, me levanto con la ilusión de hacer algo nuevo cada día. Son sueños que buscan crear, producir y que están relacionados con lo que me gusta hacer y con el impacto que eso puede generar en mi entorno, en mi país. Y sí, pues, creo que el sueño más grande que tenemos miles –porque yo me siento parte de una generación– es que podamos vivir el momento que el Perú siempre debió tener.

-¿Cuál es ese momento?

Ser un país protagonista en el mundo, un país capaz de inspirar al mundo, que sea reconocido por su cultura, por sus productos, pero también por sus logros como sociedad. Hay muchas batallas por librar aún, pero estamos en el camino.

-Batallas libradas junto a tu “ejército de cocineros”, como los llamas…

Lo fascinante es que ahora ya no es solo de cocineros sino de toda una generación. Los peruanos finalmente hemos perdido el miedo en el sentido más histórico. Nuestra multiculturalidad se ha convertido en un ingrediente de seguridad y eso se traduce en música, moda, arte, cultura, empresarios comprometidos, etc. Ahora creemos en nosotros mismos, condición número uno para conquistar una libertad económica, que es lo que nos falta. Tenemos libertad política, la emocional la hemos logrado recientemente, y ahora vamos por la libertad económica.

-Tienes una preocupación especial por el tema educativo. En el 2007 creaste el Instituto de Cocina de Pachacútec y ahora te has propuesto crear una universidad. Pero, aún con estos esfuerzos, el nivel de educación en nuestro país sigue siendo uno de los últimos en el mundo.

Si tienes claro que la educación es la mejor herramienta para saldar deudas sociales, para que los jóvenes que no tuvieron oportunidades puedan competir, tienes dos caminos: eludir esa responsabilidad o enfrentarla. Mi responsabilidad en lo personal es intentar hacer la mejor universidad del mundo. Tenemos 25 hectáreas cerca de Santa María y la idea es que ese desierto, en cien años, sea como Berkley, una universidad de estudiantes y profesores de todo el mundo, vanguardista en todo sentido, que genere luz, cambio, líderes. Pero, claro, entiendo lo que dices. Por eso pienso que debemos tener objetivos y un plan de 50 años.

-¿Cuáles serían esos objetivos?

El primer objetivo es que la educación pública en el Perú sea mejor que la privada; el segundo, que la educación en el Perú sea la mejor de América Latina. Logrado esto, para que sea una de las mejores educaciones del mundo hay un paso. Pero debe haber una obsesión en todos los peruanos para que ni un talento en las ciencias, en las artes, en la cultura, se pierda por falta de oportunidades. Ese es un pasivo muy grande que el Perú no se puede dar el lujo de asumir.

-Dicen que la gastronomía es al Perú como el fútbol a Brasil o Argentina. Quizá por eso las críticas a nuestra comida, como las de Martín Caparrós, hacen sonar tambores de guerra. ¿Cómo las tomas tú?

Es importante decirlo mil veces: no hay mejor herramienta para progresar que la crítica. La buena y la mala. La bienintencionada e incluso la malintencionada, que te permite conocer a tus enemigos. Y mal haríamos en promover intolerancia frente a una crítica en un discurso gastronómico cuya bandera es la tolerancia, y que en ningún momento ha dicho que somos mejores que otros, sino simplemente que queremos ser cada día mejores. Lo importante es explicar que las críticas no son una amenaza sino una oportunidad para mejorar.

-Hubo también quienes aprovecharon la intoxicación de Morrisey para desprestigiar a la comida peruana. ¿Este suceso te parece una anécdota menor o es preocupante para la imagen de nuestra gastronomía?

No, es una alerta de que hay que seguir trabajando en lo que se conoce técnicamente como la inocuidad alimentaria. Es cierto que existe la posibilidad de que personas que no han desarrollado los anticuerpos puedan sufrir algún tipo de intoxicación si toman el agua que nosotros estamos acostumbrados a tomar, pero la realidad es que lo que le pasó a este señor le pudo haber pasado en cualquier país del mundo. Y si además aparentemente (Morrisey) tenía una debilidad estomacal… Pero todo eso ya pasó, ya fue. Entonces no era tan importante.

-Estamos a ocho años del bicentenario y quizá sea momento de replantearse la pregunta de Zavalita. ¿Se sigue jodiendo el Perú?

No, para nada, estamos en buen camino. Faltan muchas batallas que luchar, pero el 2021 es una fecha icónica, una meta, una ilusión que para la generación a la que pertenezco implica muchas cosas. Soy muy optimista con la generación más joven, siento que esa generación va a llevar al Perú a los niveles que siempre hemos soñado en todos los terrenos: en la política, en la cultura, en la actividad empresarial, en la investigación, etc. Creo que el 2021 el Perú va a ser un país querido y reconocido en el mundo.

-¿Jornadas como la del miércoles en el Congreso, el día de la llamada “repartija”, no te hacen sentir que en lo político las cosas no mejoran?

Pero quién ha construido el desarrollo del Perú en los últimos 12 años, ¿la política o la sociedad? Es la sociedad civil la que ha construido el desarrollo del Perú trabajando duro, creando, haciendo, arriesgando. Pero más allá de un gobierno, de una casta política, el sistema no está acompañando esa energía. La gran oportunidad es hacer que a quienes les estamos entregando el poder estén a la altura de esa responsabilidad, pero no podemos descorazonarnos porque algunos ejemplos no lo estén. Lo que quiero decir es que en realidad somos los ciudadanos los que tenemos el poder.

-Ese poder ciudadano, concentrado básicamente en los jóvenes, le ha enmendado la plana al Congreso esta vez; ha logrado rectificar cuestionables acciones políticas. Esto es esperanzador, cuando menos…

Hoy más que nunca este poder ciudadano no está dispuesto a ser un mero espectador de las decisiones que se toman en este Perú que estamos construyendo con gran sacrificio. Hoy los jóvenes están llenos de sueños para sus vidas y su país, no creen en ideologías extremas ni sueñan con que el Estado les regale nada. Pero sí creen en la democracia como un sistema que debe ser conducido por gente preparada e intachable. Por eso es que salen a las calles a reclamar cuando ven que sus supuestos líderes no están a su altura. Esto no puede ser más esperanzador para el futuro del Perú. Son los jóvenes los que llevarán al Perú a lo más alto que jamás hayamos imaginado.

-La clase política está muy desprestigiada en nuestro país. La gente no se siente representada por ella. ¿Compartes este sentimiento de rechazo?

A mí no me gusta generalizar. Creo que hay políticos buenos y políticos malos. Como hay empresarios buenos y empresarios malos. Y creo que la política tiene más tribuna de la que debería, porque la realidad es que hay muchas historias de gente que hace política sin tener cargos políticos, gente que está haciendo cosas muy buenas por su país. Pero sí es cierto que la democracia se debilita mucho cuando se descubre una doble moral, y nuestra democracia está muy frágil todavía. Cada 12 años, siempre hay algún problema… Estamos en el año 13, así que tenemos que trabajar para fortalecerla.

-¿Desde tu lugar, desde tu cocina, desde tus institutos, estás haciendo política también?

Cuando los cocineros salimos a promover el Perú, estamos haciendo política, política cultural, política económica. En mi campo, desde la cocina, hacemos política todos los días, intentando elevar la imagen del Perú en el mundo, intentando promover nuestros productos en los mercados, intentado integrar a las cadenas productivas que estaban históricamente olvidadas en nuestra actividad económica. Para un médico, hacer política es luchar por que la salud llegue a todos por igual; para un profesor, buscar que sus alumnos cada día tengan una mejor formación. Pero un cargo político… habría que estar loco, ¿no?

-¿Habría que estar loco para aceptar un cargo político?

Sí, hay que haber nacido para ser político y yo no he nacido para eso. Mi terreno es la cocina y de ahí no me voy a mover.

-Un gran sector de la población, sin embargo, desearía que ocupes un cargo político. Algunos te quieren de presidente. En el Twitter hay un hashtag “Sálvanos, Gastón”…

(Ríe). ¿De verdad? Qué bárbaro… La verdad, sería muy malo que un cocinero tenga la arrogancia y la vanidad de querer ser presidente. Muy malo. Hay mucha tarea que demanda conocimiento, pasión, trabajo, dentro del terreno de la cocina, y que puede ser muy bueno para el Perú. Si nuestra huancaína tiene la universalidad del ketchup algún día, ¿eso no es bueno para el Perú? Claro que es bueno. Qué tiene que ver eso con creerse una suerte de mesías, para lo cual tienes que tener otro tipo de habilidades…

-¿Habilidades que crees que no tienes…?

Nooo, para nada. La del político es una personalidad distinta, es diferente. Yo no tengo la menor intención… A veces parece, quizá, porque hablamos cosas… Los cocineros no podemos tomar una posición política porque representamos a todo el país. Obviamente, si hay temas de corrupción o que atenten contra la democracia, seremos los primeros en salir al frente. Pero no estamos en esa situación. La crítica que podría hacerles, eso sí, es que se pelean mucho. Deberían estar discutiendo ideas en pro de objetivos y no peleándose. Por eso no quiero ser político…

-Steven Levitsky escribió hace poco que una candidatura tuya tendría la capacidad de “jalar” el caudal de votos “paniagüistas”.

No, ya los candidatos están más o menos claros…

-Pero varios de ellos, como García y Toledo, están enfrentando investigaciones y procesos por corrupción, y quizá no lleguen al 2016.

Yo creo que el 2016 competirán cuatro o cinco candidatos. Probablemente, haya outsiders, pero digamos que, en la derecha, Keiko representará la candidatura. En el centro, creo que quien se ha ganado la posibilidad de aglutinar las fuerzas de la izquierda y la derecha moderada en ambos casos es Lourdes Flores. En el caso del partido de gobierno, me parece que se perfila el señor Abugattás o Jaime Delgado. Y en el Apra, y esta es mi opinión, creo que, por la lealtad que le ha mostrado a su partido, quien se ha ganado el derecho de postular es el señor Mulder.

-¿Y a Alan dónde lo dejas?

Eso es lo que va a ser. Yo te digo lo que debería ser…

-¿Y en ese partidor de ninguna manera podrías estar tú?

Para nada. En ese escenario político del 2016 ya hay candidatos y creo que en todos los casos, salvo que aparezca un outsider, el camino será el mismo y seguirá siendo perfectible. En mi opinión, la mejor opción siempre es el centro, porque –por su propia naturaleza– es un punto en común, el que busca sin apasionamientos y sin una ideologización extrema encontrar caminos que respondan a los objetivos de todos y, según sea el momento, puede girar hacia un lado u otro para cumplir esos objetivos sin la prisión que puede significar una ideología. Una opción que busque abrazar a todos es la ideal.

-¿Estás satisfecho con lo avanzado por Ollanta Humala en sus dos primeros años de gobierno?

Como todos los gobiernos, tiene cosas buenas y cosas malas, pero creo que hay una buena capacidad de autocrítica, lo que es importante para ir corrigiendo cosas. Tenemos un buen ministro de Economía, tenemos a ministerios que funcionan mejor que otros, pero nada es perfecto, hay que ir avanzando. Hemos tenido gobiernos realmente desastrosos. Personalmente, creo que hay que estar alertas en cosas muy importantes, como la defensa de un modelo que tiene que ir perfeccionándose en el tiempo y que apuesta por la libertad en todo sentido, económica, política, de credo, de opción sexual.

-¿Puede ser el 2016 el momento para que finalmente el Perú tenga una presidenta o crees que en cuanto a gobernantes no tiene nada que ver un asunto de género?

Pienso que el tener una presidenta sería un mensaje muy saludable dentro y fuera del Perú. Históricamente, la mujer ha cumplido y cumple un rol admirable. Yo voy pertinentemente a Pachacútec y sé cuál es el rol de la mujer en la familia, en sacar adelante a sus hijos, etc. Tener una presidenta sería muy esperanzador.

Publicado por La República, 21 de julio de 2013




¡Irresponsables pretenden aprovecharse del caos!

¡Irresponsables pretenden aprovecharse del caos!

El escándalo político nacional que desató la elección en el Congreso del Defensor del Pueblo y los miembros del Tribunal Constitucional (TC), causado, principalmente, por la voluntad obsesiva de Gana Perú y el oficialismo por controlar el TC, con la complicidad de Perú Posible, del fujimorismo y del devaluado PPC, de pronto, parecería ser parte de un juego maquiavélico que busca desprestigiar a la clase política, al Congreso y a las instituciones para generar el caos público e interrumpir el sistema democrático y la economía de mercado.

¿Alarmismo injustificado? De ninguna manera. Ya se conoce que sectores nacionalistas han comenzado a recolectar firmas para “cerrar el Congreso” en Chiclayo. En un reciente comunicado de Patria Roja en el  que se convoca a una revuelta nacional para este 27 y 28 de julio, se sostiene que “frente a la crisis del  Estado neoliberal se hace urgente y necesaria una nueva Constitución para refundar la república sobre nuevas bases”. Algo más. Nicolás Lynch de Ciudadanos por el Cambio, en un reciente artículoen La República, escribe lo siguiente: “una reforma política inmediata que la sociedad organizada le exija al Congreso y una Nueva Constitución, elaborada por una Asamblea Constituyente, que se elija el 2014…”.

Como se ve, por la boca muere el pez. Alguna mano negra o algún seguidor de Montesinos pretende sacarle partido al caos político desatado por el oficialismo palaciego y la torpe comparsa congresal. Al margen de la especulación de si todo esto fue causado adrede para interrumpir la democracia, es evidente que se quiere aplicar a pie juntillas el Manuel Bolivariano que pasa, precisamente, por generar crisis políticas y de representación, convocar a una Asamblea Constituyente e instaurar un autoritarismo que se perpetúa en el poder mediante reelecciones indefinidas. Así pasó en Venezuela, Bolivia y Ecuador.

En el colmo del delirio, Lynch agrega: “Hay que regresar al último acuerdo de paz entre los peruanos que es la Constitución de 1979…” ¿Cuál acuerdo de paz? ¿El de esa constituyente regimentada por las botas militares? ¿Se refiere a la hiperinflación incontrolable, las colas y escaseces  motivadas por el control de precios? O, quizá se refiera al hecho de que Sendero Luminoso controlaba una tercera parte del territorio nacional, asesinaba a autoridades locales, hacía volar edificios y casas en los pueblos más alejados y Tarata y Palacio de Gobierno. ¿A eso se refiere Lynch? Tanto delirio y tanta irresponsabilidad son difíciles de entender.

Los representantes del proyecto bolivariano usando el deterioro de la clase política (algo evidente y que nadie puede negar) pretende acabar con la democracia y la única institución que ha funcionado en el Perú: el mercado. Su enemigo real es la libertad económica consagrada en la Constitución de 1993, pero terminar con ella, solo es posible enterrando a la democracia. De allí la esencia autoritaria del proyecto bolivariano.

Tratar de comparar la Constitución del 93 con la de 1979 es como comparar el cielo con el infierno. Antes de los noventa no solo nos azotó la hiperinflación y el terrorismo, sino que nuestras reservas internacionales eran negativas, hoy suman  US$ 68 mil millones (ver artículo Quieren bajarle la llanta a la prosperidad). Otro dato para estremecernos: cerca del 60% de los peruanos era considerado pobre en tanto que hoy solo el 25%. La inflación promedio era de 1,187% mientras que ahora solo es de 2.5%.  ¿Cuál acuerdo de paz? La maniobra bolivariana es más que evidente.

El modelo político y económico peruano se ha caracterizado por un impresionante crecimiento económico, reducción de la pobreza y la desigualdad, pero ese desarrollo no ha sido acompañado por una eficiente gestión pública de los políticos y de las instituciones. Se puede decir, entonces, que el mercado ha funcionado, pero los políticos han fallado.

Necesitamos, pues, una reforma política para que el espacio público acompañe y potencie todos los círculos virtuosos del desarrollo y del bienestar general. Pero de ninguna manera podemos dejar pasar la maniobra bolivariana. Queda claro, pues, que la indignación de los peruanos contra la clase política también tiene que ser contra los animadores del proyecto bolivariano que pretende resucitar el viejo velasquismo que convirtió a la mayoría de peruanos en mendigos.

Deberíamos aprovechar esta crisis para reflexionar sobre los ajustes que requieren nuestras instituciones públicas, empezando por los partidos políticos (Ver: La Trampa del Corto Plazo) y la estructura del propio Parlamento. En un momento de dificultad, la gente de buena voluntad, tiene que saber sacra lo mejor de cada uno. ¡Ojalá estemos a la altura de las circunstancias! L




Se cree la quinta espada del marxismo

Se cree la quinta espada del marxismo

En una reciente entrevista en El Comercio, Marco Arana , uno de los líderes del autodenominado Frente Amplio de Izquierda (FRENAIZ) y del movimiento “Tierra y Libertad”, el único con inscripción electoral vigente, saca del desván los trapos viejos de los argumentos contra la economía de mercado y el capitalismo y, francamente, es asombrosa su desconexión con la historia de la humanidad. Para el ex cura no existieron las tragedias del comunismo, de los socialismos y nacionalismos del siglo pasado.

 

Sin el menor rubor sostiene que “planteamos que colocar el egoísmo y el individualismo como una meta suprema para las relaciones sociales y económicas, es un error. Promovemos formas solidarias de colaboración y participación”. “Proponemos un modelo alternativo al capitalismo que se base no solo en los valores económicos”. Recordemos, además, que Arana explicó hace unos meses en España su visión de desarrollo, sosteniendo que el país no debe crecer más de 2% anual, para así no demandar minerales ni petróleo.

Arana adereza su propuesta económica con retórica filosófica. Pues bien, habría que recordarle que todas las ideologías que negaron al individuo como punto de partida de la sociedad reemplazándolo por el Estado en supuesta representación de “formas solidarias”, “colectivismos”, “socialismos” y “nacionalismos”, que terminó ahogando a la humanidad en océanos de sangre. Allí está el Gulag estalinista con sus 40 millones de muertos, o la barbarie Nazi con el genocidio de los judíos y otras minorías, o los 60 millones de chinos sacrificados por Mao. No olvidemos la deshumanización creada por el sistema soviético.

Arana tampoco entiende la verdadera solidaridad. ¿Qué individuo en la historia ha prosperado sin cooperación? El individuo, el productor, en un mercado abierto solo sobrevive y triunfa en base a la cooperación con miles de agentes económicos, solo si se establecen vastas redes solidarias en la que millones se organizan para producir y vender.Las dos caras de la moneda del mercado, pues, son el individuo y la cooperación.

¿No conoce Arana la realidad de los mercados populares del Perú en el que millones de “individuos” migrantes andinos producen, compran y venden? ¿No se da cuenta que su propuesta es totalmente antipopular en Gamarra, Villa el Salvador o Huancayo y Juliaca?

Cuando a Arana se le pregunta cómo se llama su modelo, dice “llámele la recuperación del socialismo, de una economía solidaria, justa y ecológica”.  Luego afirma que su propuesta es una alternativa al capitalismo neoliberal. Pero cuando se le pregunta en qué ha país ha funcionado su modelo,  con increíble falta de respeto a la inteligencia de los peruanos, responde “nosotros creemos que no existe. Hay que trabajar en esa línea”. ¡Vaya! Arana no solo está contra las inversiones y el mercado sino que es el fundador de una nueva teoría mundial, una especie de quinta espadadel marxismo(la cuarta fue Abimael Guzmán, la tercera Mao, la segunda Lenin y la primera Carlos Marx), porque Corea del Norte, Cuba, los países bolivarianos de América Latina hoy, o el socialismo soviético de la pasada Guerra Fría y todos los modelos anticapitalistas y anti-mercado que han surgido en los últimos 150 años, no tienen nada que ver con su ideario. Arana es puro, inmaculado, tocado por una mano divina, aunque repita el fracasado recetario anticapitalista superado por la humanidad.

No se advierte, pues, alguna novedad ideológica en el discurso del llamado (FRENAIZ) Frente Amplio de Izquierda. Se trata del mismo huaqueo ideológico contra el mercado y la inversión privada que se ha levantado antes con diferentes envolturas, ya sea la marxista, fascista, nazi, nacionalista, chavista, “ecológica-radical” e, incluso, las teocráticas.

Las recetas contra el mercado, como las de Arana, nacieron con el propio mercado, pero este es el único modelo económico que, fracasando, nace y se reforma una y otra vez, como el ave Fénix, para continuar avanzando. Como se ve la nueva propuesta de la izquierda nace demasiado vieja y arrugada.




Basta de fracasos en educación

Basta de fracasos en educación

La crisis de la educación es ya un mal crónico. Lo tenemos claro hace décadas. Desde el estado y la sociedad, se han planteado objetivos de todo tipo en el Acuerdo Nacional y en muchos CADE por más de 30 años, los hemos discutido en todos los foros académicos y de reflexión nacional,  hay consenso en cuanto a la naturaleza de la crisis (mala educación) y la imperiosa necesidad de superar el problema. Sin embargo, no avanzamos, peor aún: en algunos casos retrocedemos, como sería ahora con el mal proyecto de reforma universitaria.

Por alguna razón no hemos logrado movilizar los recursos necesarios, ni priorizar la gestión, ni convocar la mejor gente para su manejo, y tampoco hemos tenido un buen liderazgo.  Es evidente que no podemos seguir así. Frente a esta realidad, surge por sí sola la pregunta ¿Por qué fracasamos si somos absolutamente conscientes del problema?

Los economistas José Gallardo y Piero Ghezzi, en un artículo firmado por ambos (Ver La paradoja de la inacción), señalan que la falta de acción del estado ante el problema educativo, entre otros, se origina  en la ausencia de “grupos de interés influyentes que logren que el gobierno priorice la resolución de problemas impostergables”. Ante este escenario plantean la posibilidad de crear una burocracia especializada, de un nivel equivalente a las que manejan la macroeconomía, (MEF y BCR).

Efectivamente, los peruanos aprendimos con mucho dolor, del resultado del populismo y de las malas políticas públicas que produjeron inflación, déficit fiscal, sobre endeudamiento público y empobrecimiento. Hace ya un par de décadas que mantenemos un manejo macroeconómico prudente, que ha permitido no solo la recuperación de nuestras finanzas, sino también que la sociedad en conjunto haya aprendido y aquilatado su importancia, respaldando a dos equipos sólidos, como los mencionados, que de alguna manera son como grandes pilares que sostienen la carpa bajo la cual se protege la salud de la República. Según la recomendación de Gallardo y Ghezzi, deberíamos construir un equipo igual, sólido y fuerte, para que vele por un mejor manejo de la educación.

De igual manera, Jaime de Althaus (Ver Reforma sin liderazgo) nos recuerda que los eventuales “afectados” por las necesarias reformas de la educación y el servicio público, como el SUTEP, están organizados y se movilizan para proteger sus privilegios, mientras que las grandes mayorías que se beneficiarían con los cambios, no tienen capacidad organizativa y no representan públicamente sus intereses. Así es como la educación pública sigue en manos de un sindicato que promueve la lucha de clases y que no tiene propuestas pedagógicas.

En cuanto a la educación superior, en el Congreso de la República se está debatiendo, sin mayor participación ciudadana, un proyecto de reforma universitaria que tiene la oposición de prácticamente todas las universidades del país. Lamentablemente, con la disculpa de la calidad educativa, otra vez grupos políticos alejados del interés nacional, pretenden hacer una reforma a tontas y locas, en su pequeño mundo, mal hecha, y por supuesto con el bonito ropaje que siempre le ponen a los proyectos que solo terminan creando lo contrario de lo que ofrecen, como son las llamadas Normas Contra-Propósito. (Ver Normas Contra-Propósito).

Con toda razón, las universidades peruanas están rechazando el intervencionismo y la regimentación que pretende el proyecto de  ley. A estas alturas debiera ser evidente que, en la sociedad del conocimiento, en el mundo del acelerado cambio tecnológico, en el reino de la innovación, donde las influencias de la globalización tienen una dinámica imparable y no predecible, es absurdo y ridículo, intentar uniformizar la educación mediante la planificación estatal y sujetarla a procedimientos burocráticos estatales. Esto se aplica también a los demás estamentos educativos.

Como señala el periodista Mirko Lauer (Ver Invasión legislativa en las universidades), “es inimaginable que un proyecto tan rechazado como el que comentamos sea aprobado al caballazo en una democracia”.

Todos los peruanos debemos exigir el más amplio debate sobre los temas educativos y que se convoque a los mejores cuadros para diseñar y ejecutar nuestra salida de la trampa de la mediocridad y la inacción (Ver Una impostergable revolución educativa).




¿Ayuda para quién?

¿Ayuda para quién?

Ayer se hizo público un nuevo cuestionamiento sobre el uso que el Gobierno podría estar dando a los recursos públicos, con la finalidad de viabilizar una eventual candidatura de la primera dama. “Perú21” informó que el Ministerio de la Mujer, a pesar de haber reducido considerablemente sus funciones, habría aumentado su presupuesto en 153% en un año de gestión. Según varios miembros de la oposición, estos recursos parecerían estar siendo utilizados para financiar entregas clientelistas de bienes, así como las actividades extraoficiales en las que participa la señora Heredia junto con la ministra Ana Jara y que constituirían, realmente, parte de una campaña política mirando al 2016.

Esta denuncia de clientelaje y malversación de fondos públicos, qué duda cabe, es preocupante y sería muy positivo que la señora Jara fuese al Congreso a explicar el uso de ese dinero, como ella misma lo ha solicitado. Las sospechas de la debilidad de Gana Perú por el uso clientelar de recursos, sin embargo, no terminan en esta reciente denuncia. Y es que el  gobierno ha decidido expandir esquemas de distribución de dinero o alimentos en lugar de concentrar esfuerzos en programas que ayuden a los pobres a volverse más productivos para que puedan salir adelante por sí solos. Este tipo de esquemas por el que el Estado hoy prefiere apostar ayuda mucho al gobernante que quiere volverse más popular y lograr que parte del electorado dependa de sus dádivas, mas flaco favor le hace a los más necesitados, quienes no logran convertirse en ciudadanos más prósperos y autónomos.

El programa Juntos, por ejemplo, ha pasado de beneficiar a 490 mil hogares en el 2011 a 650 mil en el 2012. Además, el tiempo de permanencia de las familias en el programa se ha incrementado. Inicialmente se beneficiaban de él por cuatro años y ahora pueden obtener beneficios hasta que sus hijos cumplan 19 años. El resultado es que en un solo año se pasó de 950 mil individuos beneficiarios del programa a 1’500.000. Este número seguirá creciendo sin que nada asegure que los receptores de la ayuda desarrollarán medios para, en un futuro, producir ellos mismos su propia riqueza, y sin saber tampoco si dicho aumento será financieramente sostenible.

Incluso algunos de los nuevos programas ‘productivos’ que lanza el propio Ministerio de Agricultura son también –paradójicamente– asistencialistas o populistas. Es, por ejemplo, el caso del programa Buena Siembra, que reparte vales de S/.500 a los campesinos para que estos los canjeen por fertilizantes en las tiendas de productos agro-veterinarios. Este sistema ya se aplicó dos o tres años durante la década de 1990, con la diferencia de que los vales se entregaban no como un regalo sino a cambio de trabajo en zanjas de infiltración y otros proyectos. Ahora ni siquiera sucede eso, por lo que no hay garantía de que los agricultores logren aumentar su producción. De hecho, es muy probable que muchos campesinos canjeen el vale de S/.500 (como incluso sucedió en el pasado) por menos dinero y que el agro-veterinario cobre los S/.500 al Gobierno y se quede con la diferencia. Un gran negocio para quien, con este regalo, aumenta puntos en las encuestas, pero uno pésimo para el combate a la pobreza.

Sería muy positivo que, en vez de regalar dinero en mano, el Gobierno priorice proyectos que permitan a los campesinos aumentar la productividad de sus tierras (como reservorios o riego por aspersión) o que los conecten mejor con el resto del país para expandir sus posibilidades comerciales y de empleo. Un ejemplo de esto último es el Fondo para la Inclusión Económica en Zonas Rurales (Fonie) que considera, de aquí al 2016, el mejoramiento de 9.450 kilómetros de caminos rurales para interconectar los centros poblados con las capitales de distrito, junto con inversiones en electrificación, agua potable y saneamiento.

El Estado debería concentrar sus recursos en este último tipo de programas en vez de aquellos que se prestan fácilmente para el clientelaje. No solo porque los primeros son más efectivos para superar la pobreza, sino porque, además, así el Gobierno ayudaría a disipar las dudas de quienes piensan que no usa los recursos públicos para ayudar a los más necesitados, sino para ayudarse a sí mismo en las próximas elecciones.

(Editorial de El Comercio, 30 de mayo, 2013)




NOBLEZA OBLIGA

NOBLEZA OBLIGA

En un gesto que lo enaltece, el Presidente Humala ha anunciado un conjunto de medidas tendientes a favorecer los procesos de inversión, mediante el cual ha reaccionado a la situación de enfrentamiento generalizado de los días pasados. En Lampadia publicamos el artículo Rectificar es nobleza en el que señalábamos que una oportuna rectificación tiene el doble de valor, y que se presentaba una gran oportunidad para refrescar la política nacional con un liderazgo constructivo. Señor Presidente, bien por el cambio de tono.

Más allá del posible impacto de las medidas concretas, que publicamos más abajo, de lo que se trata es de estar a la altura de las circunstancias. En ese sentido ojalá se vea durante los próximos días un mayor acercamiento del gobierno con el mundo empresarial y político, asumiendo el espíritu principal de la Presidencia: unir y representar a todos los peruanos.

Toca ahora a los empresarios responder con propuestas de trabajo conjunto entre el sector privado y el gobierno. Hay mucho que hacer y no hay tiempo que perder.

A continuación presentamos las 7 medidas anunciadas y las declaraciones del Presidente Ollanta Humala en la reunión que sostuvo con los editores de los principales medios de comunicación:

1. Creación de un equipo de técnicos para impulsar las inversiones

El equipo será implementado por el MEF en 15 días y tendrá como función elaborar reportes sobre los avances de los proyectos de inversión ante ProInversión. A fines de marzo ya se había creado un comité especial de proyectos de inversión pública en ProInversión, ente adscrito al MEF, con el objetivo de impulsar las asociaciones público privadas. 

2. Ley de expropiaciones para para obras de infraestructura

El Ejecutivo envió en diciembre pasado el proyecto de ley de expropiaciones, el cual luego de cinco meses se convirtió en ley la semana pasada. La expropiación no es la única solución para que se sigan construyendo obras como carreteras, pues urge renegociar los contratos de concesión para adelantar los plazos de la ejecución de algunas autopistas.

3. Agilización en la entrega de Certificados de Inexistencias de Restos Arqueológicos

La entrega de esos certificados no tenía plazo y muchas veces había proyectos que no podían avanzar, según el Ejecutivo. Pero a inicios de mayo el Ministerio de Cultura había manifestado que eso era un mito. En el 2013 -hasta el 15 de marzo- se recibieron 154 solicitudes del CIRA, de las cuales se han emitido 144. En el 2012 las solicitudes de CIRA fueron 632, de las cuales fueron finalizadas 550 con la expedición del certificado: 290 de inversión pública y 260 de inversión privada.

4. Reforma del mercado de capitales para que las medianas y pequeñas empresas

Se quiere ampliar las fuentes de financiamiento de las pequeñas empresas en el mercado de valores, lo cual podría ser más atractivo frente a las mayores tasas de interés que les cobran los bancos. En abril pasado la empresa agrícola Chavín de Huántar se convirtió en la primera en hacer uso de ese sistema, y se espera que 9 mil empresas puedan utilizarlo.

5. Proyecto de Ley de Reposiciones de Capital

La iniciativa del Ejecutivo busca dar un mayor valor a los bonos, permitiendo que estos títulos puedan ser utilizados como un medio de pago o puedan ser vendidos antes de su plazo de vencimiento. Esta sería la única iniciativa novedosa de todas medidas anunciadas el viernes pasado.

6. Creación de la Ventanilla Única para los Estudios de Impacto Ambiental

El Gobierno quiere permitir que los estudios de impacto ambiental (EIA) de los inversionistas sean gestionados y resueltos en un solo acto administrativo, y que se definan plazos para que el inversionista sepa cuánto le va a demorar tener aprobado el estudio. Sin embargo, ya el Gobierno creó el año pasado el Servicio Nacional de Certificación Ambiental para las Inversiones Sostenibles (Senace), concibiéndose como un ente que fomentará la competitividad al convertirse en una ventanilla única, pues es la única instancia para la aprobación de EIA.

7. Nuevos criterios para que las regiones y municipios no demoren los proyectos de inversión

Se pretende afinar los criterios de calificación de las regiones y municipios para acceder al Fondo de Promoción a la Inversión Pública Regional y Local, para que junto con el gobierno central no haya demoras en la entrega de permisos y licencias de los proyectos de inversión.

“Algunas ONG veían en la consulta previa un mecanismo de poder”, Gestión, 28 de mayo




RECTIFICAR ES NOBLEZA

RECTIFICAR ES NOBLEZA

De pronto los peruanos estamos despertando en un país diferente. Ya no parecemos el milagro económico que sorprende al planeta, ni destilamos optimismo. El gobierno está distanciado y en abierto enfrentamiento con todos los sectores políticos y empresariales del país, aquellos sectores sin los cuales no se puede concebir la democracia, ni la economía de mercado.

Hoy lo que marca el sentimiento nacional es el desconcierto, la desazón, las preguntas sin respuesta, la desconfianza y un regreso al pesimismo.

Nos preguntamos, ¿puede haber algo positivo detrás de estos enfrentamientos? ¿Puede haber algo constructivo?

¿Cómo entender que, de la noche a la mañana, un país con alto crecimiento, reducción de la pobreza, la desigualdad y la desnutrición infantil, proceso que ya está amenazado por la crisis financiera internacional, sea conducido a un estado de enfrentamiento generalizado?

No hay explicación posible, solo el error. Nos toca a todos los peruanos reclamar ponderación, sensatez y apoyo para juntos enfrentar, los verdaderos problemas del Perú. Por su lado, al gobierno le toca rectificar y convocar a la armonía nacional.

Más allá de los costos de esta situación, una oportuna rectificación tiene el doble de valor. Una gran oportunidad para refrescar la política nacional con un liderazgo constructivo. Señor Presidente, tome el guante.




Normas Contra-Propósito

Normas Contra-Propósito

Uno de los principales obstáculos que traban nuestro crecimiento económico son las llamadas Normas-Contra Propósito que cada vez con mayor frecuencia son propuestas y aprobadas en el Congreso de la República y en el Ejecutivo. En esta sección ofrecemos a nuestros lectores una selección de los mejores artículos publicados sobre dichas iniciativas que, supuestamente, se plantean para beneficiar a los ciudadanos pero que, en la práctica y siempre, acaban perjudicándolos.

 

 

A continuacion les presentamos los artículos seleccionados:

Libertades amenazadas (Aviso de Sociedad Nacional de Radio y Televisión – Gestión, 19-07-2013)

Sin convicción no se avanza (Por:Gianfranco Castagnola – Peru21, 29 de junio del 2013)

Perdidos en el espacio (Por Franco Giuffra – El Comercio, 14 de junio, 2013)

Mala legislación (Por Gianfranco Castagnola – Perú 21, 08 de junio, 2,013)

Hacia la torpeza perfecta (Editorial El Comercio, 9 de junio, 2,013)

Profundizando el hueco (Editorial El Comercio, 10 de junio, 2,013)

Yo gano, tu pierdes (Por Cecilia O’Neill de la Fuente, El Comercio, 05 de junio, 2013)

Libre iniciativa privada (Por José Luis Sardón, El Comercio, 23 de mayo, 2013)

Remodelaré mi depa (Por Huascar Ezcurra, El Comercio, 22 de mayo, 2013)

Congreso le pone más trabas al crecimiento (Lampadia, 16 de mayo, 2013)

Legislando para espejismos (Lampadia, 8 de mayo, 2013)

Una propuesta para la escasez (Lampadia, 19 de abril, 2013)

¡Confabulación contra las exportaciones textiles! (Lampadia, 15 de abril, 2013)

¡El delito tributario no pertenece al crimen organizado! (Lampadia, 1 de abril, 2013)

¿Qué es más peligroso, un celular o una ley que restringe la libertad? (Lampadia, 27 de febrero, 2013)




Remodelaré mi depa

Remodelaré mi depa

Hace tiempo mi esposa y yo venimos pensando si es momento de remodelar nuestro departamento. Muebles nuevos. Un par de cuadros. Mi televisor plasma. Y un jardincito para la terraza. Pero dudamos. No es claro si la economía seguirá creciendo. En marzo el crecimiento del PBI fue de solo el 3%. ¿Nuestros ingresos, en el largo plazo, nos permitirán pagar una nueva deuda? No sé. Mejor guardo un dinero para la universidad de las niñas. Cuanto antes comencemos con eso, mucho mejor.

Pero ahora que Jaime Delgado ha propuesto una ley para ayudar a las personas naturales que tienen deudas bancarias o pólizas de seguros que no pueden pagar, vamos a darle una nueva mirada al asunto.

La gran idea de esta ley es que si no puedo pagar porque pierdo mi trabajo, me enfermo, me separo, me divorcio o por cualquier circunstancia no prevista que me impida pagar, puedo ir al Indecopi y obtener un plan de reprogramación de todas mis deudas con la banca o empresas de seguros, hasta por cinco años y, además, reducir los intereses o, incluso, condonarlos. Lo más interesante y conveniente es que los bancos no deciden si tengo derecho a ese plazo máximo de cinco años o a menores intereses o a una eventual condonación. El que decidirá es el propio Indecopi y lo hará luego de escuchar a los bancos, las aseguradoras y escucharme a mí. Y como siempre cumplí con los bancos (mi récord es impecable) y pagué mis seguros, estimo que tengo buenas opciones de obtener un buen plazo y mejores condiciones con el Indecopi, que las que podría negociar hoy con la banca o las aseguradoras. Además, como dice la propuesta de ley, los consumidores tenemos derecho a “vivir de acuerdo al estatus adquirido durante nuestra vida” y el Indecopi tendrá eso en cuenta.

¿Saben qué? Mi esposa merece una camioneta nueva. Hace mucho que pienso en ello. ¿Y yo? También. Vamos por el combo completo de una vez. Ya no tengo dudas. No me preocupan las voladas de un enfriamiento de nuestra economía. Confío en nuestro futuro. Es tiempo de atender tantas necesidades postergadas.

A ver… Volvamos a la realidad. Cuando menos, a mi realidad. No estoy pensando ni en un auto nuevo ni en remodelar mi departamento. No asumo deudas que no puedo pagar.

Pero la verdad es que cuando leí el proyecto de ley de insolvencia familiar de Jaime Delgado pensé en los efectos que dicha norma tendría en quienes ya andan endeudados y no pueden pagar, o quienes piensan en seguir endeudándose a pesar de sus dudas sobre sus posibilidades de pagar. El proyecto que comento les vendrá como anillo al dedo.

De aprobarse, endeudarse más de la cuenta será un gran negocio. Los ganadores serán los que se animen por el combo completo: remodelación, televisor plasma, auto y, por supuesto, seguros para el patrimonio que se incrementa, seguros médicos para toda la familia, etc. Se acabarán las preocupaciones por el riesgo de no poder pagar. Al final quien pagará el costo de las deudas refinanciadas o condonadas por el Indecopi seremos los que pagamos puntualmente nuestras deudas bancarias y las primas de nuestros seguros. Los bancos subirán las tasas de interés para cobrarse con mayores intereses los mayores costos de las reprogramaciones de deuda o condonaciones que apruebe el Indecopi. Las compañías de seguros subirán las primas. Y los que pagaremos esas mayores tasas de interés o mayores primas seremos quienes siempre pagamos lo que debemos.

La idea de Jaime Delgado es una pésima idea para proteger a los consumidores. Los consumidores tendremos que pagar mayores intereses y mayores primas de seguros. Y un crédito o seguros más caros no protegen al consumidor. Más bien alejan el crédito y los seguros del consumidor.

Estimo que esta idea promoverá una avalancha de estos pedidos al Indecopi. La carga administrativa que hoy ahoga al Indecopi se incrementará. El Indecopi será más lento de lo que ya es, y por una tarea que no genera beneficio alguno. ¿Quiénes ganan con esta idea? Aquellos que sí piensan en remodelar su depa, en su televisor plasma y en su auto nuevo. Y probablemente esta idea beneficiará también a Jaime Delgado. No necesariamente porque remodelar su depa sea parte de su agenda, sino más bien por los votos que obtendrá gracias a los cientos de miles de consumidores beneficiarios del combo.

Tomado de El Comercio, 22 de mayo, 2013