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El Inevitable Mega Terremoto de Lima

El Inevitable Mega Terremoto de Lima

Prioridad 1: Salvar Vidas y Preservar Infraestructura Básica de Producción y Servicios

Ing. Raúl Delgado Sayán
Para Lampadia
11 de julio, 2019

Quienes hemos nacidos en los años 50 del siglo pasado, conocíamos que en el Perú y en la costa del Pacífico de Sudamérica había una intensa actividad sísmica, pero con los conocimientos de aquel entonces no sabíamos ni la magnitud ni el cuándo ocurriría un gran terremoto. La ciencia sismológica en todos estos años, al igual que las otras ramas, ha desarrollado instrumental de alta tecnología y ahora sí nos permite conocer la magnitud de la energía, que merced al silencio sísmico, necesita ser liberada, inclusive la zona y la profundidad probable de este gran sismo. Lo único que nos falta conocer es el cuándo ocurrirá esta gran liberación de energía, pero que ocurrirá es indiscutible y por los más de 273 años de silencio sísmico en la costa de Lima ello será más pronto que tarde.

Lagunas Perú

El 26 de mayo pasado ocurrió un sismo magnitud 8 en Lagunas, Loreto con una duración de 127 segundos que causó solo 2 víctimas fatales. La razón de los pocos daños fue que la zona de ruptura (foco del sismo) ocurrió a 123 kilómetros de profundidad.

Pocos días después, el 31 de mayo, hubo un simulacro nacional para un sismo de magnitud 8.5 MW para Lima a tan solo una profundidad de 35 kilómetros, que es la profundidad normal de ocurrencia en los sismos costeros en nuestro litoral y se le ha asignado una duración de 1 minuto (particularmente me parece muy poca duración para la enorme cantidad de energía liberada). Ello vino acompañado por una altura de masa de agua desplazada de 10 metros y un tiempo para la llegada a la costa de 15 minutos (tsunami).

El reporte de Andina mencionó que como consecuencia de ello se habrían producido 41,600 fallecidos, 248,553 heridos y 773,581 damnificados; 66,123 viviendas colapsadas; 131,308 viviendas inhabilitadas y 89,284 viviendas afectadas, siendo las áreas más vulnerables: San Juan de Lurigancho; Villa El Salvador, Villa María del Triunfo; San Juan de Miraflores; La Molina y el Centro de Lima.

Para imaginarnos la real magnitud de este megasismo se han elaborado tablas de cantidad de energía liberada medidas con equivalentes que nos es más fácil de imaginar y en base a ello queremos explicar que este terremoto grado 8.5 y el subsiguiente tsunami corresponderán a una energía equivalente a 5,699 bombas de Hiroshima y/o 84’802,436 Toneladas de dinamita (TNT); claro está a 35 km de profundidad dentro de la masa de tierra con onda expansiva viajando hacia la superficie.

¿Existe la posibilidad de que tengamos pronto en Lima y Callao un sismo de esa magnitud?

Ciertamente que sí, ¿cuándo?… no lo sabemos. La Placa Nazca que va desde el sur de Chile hasta el Ecuador es una de las placas tectónicas más activas de la tierra y por consiguiente el sismo grande va a venir de todas maneras y hay que tomar acciones de a de veras. Ya no es solo un tema de investigaciones sismólogos o de geofísicos. Ellos ya han hecho su trabajo al medirlo y alertarnos que va a venir de todas maneras y puede ser perfectamente igual o aún peor que el de Chile de febrero de 2010, con el agravante de que nuestro mayor centro densamente poblado: Lima y Callao está en la costa. Lima apenas a 14 km y como los epicentros son en su mayoría costeros, los efectos van a ser extremos. Hay que estar preparados.

Un recuento histórico, según los records del Servicio Geológico Norteamericano (USA), nos muestra que en el Perú sí han ocurrido sismos de esta magnitud: Grado 9 ocurrió en Arica el 13.08.1868 cuando aún era territorio peruano, pero también en la costa peruana ocurrieron otros sismos que han excedido el grado 8, como en Lima el 20 de octubre de 1687 con 8.5 grados, también en Lima el 28.10.1746 sin datos de la magnitud pero de efectos devastadores por el famoso tsunami que atacó la costa del Callao, 8.2 grados el 24.05.1940 en el Callao y por cierto, a partir de esa fecha a la presente 6 sismos más que han excedido el grado 8 en la costa del Perú.

Para darnos cuenta de la enorme magnitud de este fenómeno natural es conveniente mencionar que un estudio realizado por la Central para Estudios de Riesgos de la Universidad de Cambridge, por encargo de la Reaseguradora Lloyds de Londres, ha considerado a la ciudad de Lima en el primer lugar entre las 10 ciudades de mayor riesgo sísmico en el mundo con una probable perdida material de 36,000 millones de dólares americanos solo por efecto del sismo, sin considerar la ocurrencia de un tsunami, que dada la gran amplitud de nuestra costa incrementa considerablemente esta cifra de riesgo en pérdidas de vidas humanas y materiales.

¿Cuán preparados estamos para sismos de esta magnitud y cuál es el efecto en pérdidas humanas y materiales que ello pudiera significar?

Desde el punto de vista de vidas humanas, es claro que los mayores riesgos se originan cuando los epicentros están muy cercanos a centros altamente poblados y el conjunto urbanístico de Lima y Callao ocupa el lugar número 22 en el mundo en densidad poblacional, según estadística de Naciones Unidas. Las pérdidas de vidas humanas dependerán también de la hora del día en que ocurra el movimiento sísmico, siendo la más perjudicial en la noche. Por cierto, también preocupa la realidad negativa de tener un 60% de las viviendas de la capital en situación informal de autoconstrucción, sin haber participado en ella ingenieros especializados, siendo que la mayoría de ellas se ubica precisamente en las áreas más vulnerables de la ciudad.

Para disminuir las pérdidas de vidas humanas es imprescindible instruir a nuestra población para que logren en los primeros 20 segundos desde la percepción del sismo la evacuación de su vivienda hacia la calle o áreas libres lejos de paredes y techos susceptibles de colapsar, puesto que por lo general luego de los primeros 20 segundos el sismo estará en su máxima magnitud.

La información a la población y los simulacros en sus viviendas son importantes porque mucho es lo que se puede hacer en esos 20 segundos críticos si uno automáticamente sabe a dónde dirigirse sin vacilación ni pérdida de tiempo. Sin embargo, ello no es suficiente. Los simulacros carecen de dos elementos fundamentales que ocurren durante el sismo. El primero de ellos es el pánico y el segundo el hecho de que el piso se sacude y mueve considerablemente.

¿Qué hacer entonces para disminuir las pérdidas de vidas?

Creo que no son suficientes tan solo los simulacros ni las mochilas ni las recomendaciones generales que la mayoría de la población difícilmente entiende. Una sugerencia más efectiva es que, al igual que durante un determinado día se le visita a la población en sus hogares para efectuar el censo poblacional, deberá planificarse que en un determinado día, estudiantes del último año de los programas de ingeniería civil, debidamente adiestrados, visiten a los ciudadanos en sus respectivas viviendas, particularmente en las zonas más vulnerables, para que de acuerdo a la realidad de cada uno les enseñen como proteger su vida y ponerse a buen recaudo dentro de los primeros 20 segundos desde que sienten el sismo y tomar acciones sin esperar a determinar si se trata de un temblor pequeño o si es realmente un terremoto importante. En caso de que no exista la posibilidad de ganar la calle en ese corto tiempo, identificar dentro de la vivienda la zona menos vulnerable para señalarla con un código de seguridad; sugerir en esa zona un reforzamiento especial y sobre todo enseñarles a proteger la cabeza, que es la parte de más riesgo vital del cuerpo humano.

La Protección y Reforzamiento de Infraestructura Básica de Producción y Servicios

Aparte del tema de vivienda y de salvar las vidas humanas, el otro aspecto fundamental se refiere a las pérdidas materiales de la gran infraestructura de producción y servicios que con gran esfuerzo se ha construido a lo largo de muchos años, parte pública y parte privada, y que es de vital importancia siga operando después del mega sismo y sus correspondientes réplicas fuertes.

Se tiene la responsabilidad frente al país de salvaguardar al máximo esa infraestructura puesto que mucha de ella tiene que prestar servicios imprescindibles después que ocurra el terremoto, entre ellos hospitales, cuyos pacientes no pueden abandonar sus camas durante la ocurrencia del sismo y por cierto estas instalaciones necesitarán atender a los heridos después del sismo; centros educativos que en el momento del sismo pueden albergar a población infantil muy vulnerable, pero que después podrán servir como centros de protección y abrigo en caso de un desastre mayor; al igual que estadios, coliseos, iglesias, entre otros; carreteras que son imprescindibles para la comunicación, auxilio y ayuda inmediata a las comunidades más afectadas y puentes, cuya rehabilitación en caso de colapso demora muchísimo; plantas de tratamiento de agua potable como las de Sedapal y Huachipa; redes de agua y reservorios; plantas de generación de energía eléctrica, comunicaciones, puertos, aeropuertos, instalaciones industriales de importancia, refinerías, viaductos en la ciudad, redes de gas, entre otras que constituyen sistemas que no pueden colapsar.

El sismo ocurrido en febrero de 2010 en Concepción, Chile de 8.8 grados de magnitud originó daños por un valor de US$ 30,000 millones que representa el 10% del valor total de infraestructura afectada de US$ 300,000 millones y una población en la zona mayor a 8 grados de magnitud del orden de 3’548,000 personas.

Si comparamos los índices de infraestructura per cápita de Chile con los de Perú y que la población de Lima Metropolitana es de 10’580,900 habitantes, el valor total de infraestructura de Lima que podría ser afectada por el sismo sería de US$ 849,932 millones, y si de allí calculamos el porcentaje estimado de daños del 10%, similar al de Chile, tendríamos un valor potencial de daños estimados de US$ 84,993 millones.

Para tener una idea de magnitud de esta cifra es bueno recordar que ella representa aproximadamente 9 veces el total anual de inversiones en obras públicas consideradas en el Presupuesto de la República, 38% del PBI actual del Perú y es casi 1.3 veces el total de las reservas internacionales netas. En síntesis, una hecatombe inimaginable que comprometería no solo a nuestra generación sino también a las generaciones futuras. Ciertamente debemos realizar de inmediato las acciones pertinentes para mitigar y reducir considerablemente estas pérdidas de vidas y de daños materiales.

Sugerencias para Reforzamiento de Infraestructura de Producción y Servicios

Como expresamos anteriormente, este ya no es un tema de geofísicos o sismólogos. Es un trabajo fundamentalmente de ingenieros civiles estructurales con especialización en diseño antisísmico que puedan revisar las estructuras de instalaciones existentes más críticas para reforzarlas y hacerlas capaces de resistir sismos de esta magnitud. La experiencia señala que inversiones del orden de apenas un 8% a 10% del valor de las instalaciones más críticas antes mencionadas, pueden lograr duplicar la capacidad sismo resistente de las mismas, adecuarlas a las normativas sísmicas más recientes y mejorar sus capacidades de resistencia. Para ello, un procedimiento inmediato en acción que sugerimos es el siguiente:

Que todas las entidades públicas y privadas que tienen a su cargo la operación y mantenimiento de estas instalaciones dispongan de inmediato la realización de un primer estudio de determinación prioritaria del estado de vulnerabilidad de estas instalaciones, concluyendo en una lista de prioridades de mayor a menor importancia relacionadas con su funcionamiento crítico.

Que respetando esa orden de prioridades se proceda a hacer un acopio de la información existente en cuanto a planos de sus estructuras y que con ellos se proceda a hacer una inspección visual para definir el estado de servicio presente y resistencia de estas estructuras. Esta inspección visual permitirá detectar fisuras en los elementos de soporte para ver si estas fisuras son estructurales o de otro orden (contracción de fragua que no tendría mucha significación) y luego determinar cuáles de ellas son sospechosas de no reunir las condiciones de seguridad adecuadas.

Proceder a hacer un cálculo resistente detallado de aquellas estructuras que el paso anterior haya determinado que se encuentran en estado crítico, sometiéndolas a un sismo extremo incluso mayor que el ocurrido en Chile en cuanto a aceleraciones críticas y aspectos de diseño, para proceder a hacer un proyecto de reforzamiento estructural que corrija las deficiencias actuales e incremente su capacidad sismo resistente.

Por cierto, la pregunta lógica que surge es la siguiente: ¿cuánto costará esto y en qué tiempo se podrá realizar? Siendo que la mayoría de estas instalaciones críticas son responsabilidad del Estado a través de sus 3 niveles de gobierno, las más altas autoridades deberán dar de inmediato las directivas de ejecución de los pasos 1 y 2 antes mencionados con profesionales especializados, para de allí ya disponer y contratar la realización de los proyectos de reforzamiento y el Gobierno Nacional proveer los recursos económicos en los ejercicios presupuestales para que ello se realice. Si bien es cierto una primera estimación de lo que ello pudiera significar en costo para las instalaciones críticas de Lima y Callao pudiera significar una cifra que oscilaría entre los US$ 1,500 a US$ 2,000 millones, esta cifra podría ser programada para realizarse en 3 ejercicios presupuestales en base a una lista priorizada de instalaciones según su estado de criticidad. De todas formas, aún en el caso de ser esta cifra de US$ 2,000 millones, solo en pérdidas materiales, ella sería apenas el 2.8% del total potencial de las pérdidas, lo cual justifica ampliamente que no nos quedemos dormidos en el letargo de la indiferencia.

Espero que luego de la lectura del presente artículo, el cual lo he tratado de escribir en términos y lenguaje muy simple, las autoridades de todo nivel de gobierno y los lectores coincidirán en que no existe mayor riesgo que el descrito y que la pérdida de más de 50,000 vidas es algo que no debemos permitir que ocurra. La Constitución nos expresa como mandato en su primer artículo que: “El ser humano es el fin supremo de la sociedad y del Estado” … y ciertamente nada es más sagrado que preservar la vida de nuestros compatriotas.

Nota final: Al término de la redacción del presente artículo, tomé conocimiento con mucho pesar del fallecimiento del Dr. Ing. Julio Kuroiwa Horiuchi, insigne catedrático, investigador y dilecto amigo, que dedicó su vida a precisamente estudiar los efectos de los sismos para evitar pérdidas de vidas y materiales excesivas, dejando un legado y obras sobre lecciones aprendidas que han sido reconocidas internacionalmente. Dedico el presente artículo como homenaje a tan ilustre colega peruano, pidiendo al Estado que su memoria quede perennizada como corresponde por calles y plazas y centros de investigación. Lampadia




La Ingeniería está presente en el desarrollo nacional y en la mejora de la calidad de vida

Raúl Delgado Sayán
22.04.2019
Para Lampadia

Todos los países del mundo aspiran a tener un crecimiento y desarrollo sostenido que garantice sus actividades con eficiencia y productividad, y buscan por todos los medios posibles el lograrlo promoviendo la ingeniería y la construcción, preferentemente propias, que permita lograr adelanto tecnológico; cerrar brechas de infraestructura que combatan el aislamiento, la baja eficiencia y lograr competitividad; garantizar la satisfacción de las necesidades básicas de la población con la debida infraestructura y tecnología en sectores como: vivienda; salud; educación; transporte; agua y saneamiento; industria; minería; energía; entre otros. Es una gran verdad que la ingeniería es el pilar en el cual se sustenta el desarrollo, crecimiento y bienestar de un país.

Donde quiera que uno físicamente se encuentre, sea en la ciudad, el campo o medio semi-rural si despliega su visión en 360 grados, va a ver alrededor suyo que todo lo que signifique progreso, ha sido realizado con participación de la ingeniería. Si ve carreteras, ferrocarriles, puertos, canales, túneles, aeropuertos, ellos han sido tarea de ingenieros y que decir de plantas de diverso tipo de generación de energía convencionales y no convencionales, y todos los sistemas de transmisión en alta y baja tensión que nos permiten a los humanos el disfrutar del principal combustible del presente y el futuro. Por cierto, también la extracción, producción y refinación de hidrocarburos que mueven máquinas, equipos y los medios de transporte que llevan todo tipo de personas y carga. El agua, elemento fundamental para la vida de los humanos y la disposición cuidadosa de residuos sólidos y líquidos. Las ciudades donde vivimos y trabajamos en todo tipo de actividades, que requieren de edificaciones y habilitación urbana para una gran acumulación de personas; los productos industriales o de consumo, alimentos, medicamentos, aparatos eléctricos, que además los adquirimos de grandes establecimientos comerciales (diseñados por arquitectos e ingenieros), irrigaciones y represas que garanticen el regadío de los productos de panllevar que nos alimenten o embarcaciones pesqueras artesanales o industriales. La lista sería interminable.

La Ingeniería es en suma la actividad del mundo real que diseña y construye todo aquello que produce, genera y transforma constituyendo la base de prácticamente las actividades representadas en el PBI de un país y las atraviesa horizontalmente a todas ellas; es decir cualquier actividad que quiera crecer necesariamente tendrá que invertir en ampliar su infraestructura y/o mejorar equipos y facilidades logísticas que optimicen sus costos y los vuelvan más competitivos. Los sectores como agricultura, pesquería, minería, industria, comercio y servicios en general están vinculados en su crecimiento a actividades de ingeniería y construcción. El termómetro de la sostenibilidad del crecimiento en años futuros se mide por el crecimiento del sector construcción ya que el crecimiento del mañana se construye en el hoy y es un síntoma saludable y optimista cuando el índice de crecimiento del sector construcción llega hasta incluso duplicar el índice general de crecimiento del PBI.

Un estimado muy general del activo patrimonial del país en todos los rubros antes mencionados debe sobrepasar el billón de dólares (un millón de millones), siendo que el 80% de ello corresponde a inversión nacional con un altísimo componente y presencia de la ingeniería y construcción peruana. Es también un hecho evidente que, sin descartar la importante colaboración de la ingeniería extranjera con la nacional, la no dependencia absoluta de una nación en términos de desarrollo tecnológico y crecimiento depende de una ingeniería fortalecida y prestigiada por gobiernos e iniciativa privada del propio país.

El gran pensador y literato mexicano, Carlos Fuentes, refiriéndose a la globalización tenía una cita muy importante: “No hay globalidad que sirva si no hay localidad que valga”. También Don Felipe Ochoa, un reputado ingeniero y consultor mexicano afirmaba lo siguiente de su propio país: “México no puede seguir siendo un país llave en mano”. Junto con las universidades (cimiento de la formación de los ingenieros), los institutos de investigación, y las empresas de ingeniería y construcción conforman la base del trípode que constituye la reserva tecnológica de un país y constituye el patrimonio tecnológico de una nación. Los desarrollos modernos que apenas en décadas o lustros cambian la forma de vida de las personas son productos de la ingeniería. La ciencia descubre lo que ya existe, mientras que la ingeniería transforma y crea lo que aún no existe para generar bienestar y calidad de vida en la población, combatir y ayudar a desterrar la pobreza.

He querido que este último capítulo de la serie que he denominado “Ingeniería para los No Ingenieros” sea un homenaje a esta profesión tan fundamental para países que esperan lograr y mantener un alto estadio de desarrollo y calidad de vida. Permítanme terminar con una reflexión final: “Si la reencarnación existiera y me tocara el turno de regresar a la Tierra, le pediría al Altísimo si por favor me concediera el talento para ser ingeniero y que nuevamente me envíe al Perú, donde hay tanto por hacer en beneficio de nuestros semejantes, para continuar construyendo un país grande para todos”. Lampadia




Sobrecostos

¿Estamos hablando de un delito o de algo de común ocurrencia en obras públicas y privadas?

Raúl Delgado Sayán
11.04.2019
Para Lampadia

Quizás una de las palabras más vilipendiadas en el lenguaje común de los últimos dos años y utilizada en forma incorrecta por personas ajenas a la profesión de la ingeniería con una connotación muy equivocada es la palabra Sobrecosto. Si realizamos una investigación muy sencilla con el buscador Google o uno similar y simplemente escribimos la palabra Sobrecosto, vamos a encontrar la siguiente definición: “Un sobrecosto, también conocido como un incremento de costo o sobrepasar el presupuesto, es un costo inesperado que se incurre por sobre una cantidad presupuestada debido a una subestimación del costo real durante el proceso de cálculo del presupuesto” [sic]. También agrega lo siguiente: “Un sobrecosto es algo común en los proyectos de infraestructura, construcción de edificios y tecnología” (sic).

“Un comprensivo estudio de los sobrecostos publicado en el Journal of the American Planning Association en el año 2002 encontró que 9 de 10 proyectos de construcción habían subestimados los costos. Sobrecostos de 50% a 100% fueron muy comunes. La subestimación de costos fue encontrada en cada una de las 20 naciones y 5 continentes cubiertos por el estudio, y la subestimación de los costos no ha disminuido en los 70 años para los cuales había disponible datos” [sic]. Más adelante se muestra una lista de proyectos emblemáticos de la ingeniería mundial de todo tipo que han incurrido en importantes sobrecostos y una frondosa bibliografía de investigadores muy prestigiados, entre ellos los profesores Bent Flyvbjerg de la Universidad de Oxford, Mette Skamris Holm y Søren Buhl, así como Martin Wachs de la Universidad de California, Los Ángeles, e igualmente instituciones multilaterales de financiamiento de obras que coinciden con esta definición. Las publicaciones de Bent Flyvbjerg, Mette Skamris Holm, y Søren Buhl muestran interesantes datos de sobrecosto en infraestructura de 258 proyectos de transporte valorizados en US$90,000 millones, estudio que concluye lo siguiente:

  1. Los costos están subestimados en 9 de cada 10 proyectos. Para un proyecto seleccionado aleatoriamente, la probabilidad de que los costos reales sean mayores que los costos estimados inicialmente es del 86%, %. La probabilidad de que los costos reales sean menores o iguales a los costos estimados es del 14%.
  2. Los costos reales son en promedio 28% más altos que los costos estimados, aunque varían desde 44.7% para Metros y ferrocarriles; 33.8% para Puertos y túneles y 20.4% para Obras viales de carretera.
Más adelante muestra el resultado de los sobrecostos por cada tipo de proyecto infraestructura, obteniendo lo siguiente:

Inexactitud de las estimaciones de costo del proyecto de transporte por tipo de proyecto (precios fijos)

También una segunda tabla a continuación muestra el mismo detalle para los tipos de obras de infraestructura de transporte, pero de acuerdo a la ubicación geográfica desglosado entre Europa, América del Norte y Otras Áreas Geográficas, y en cada uno de ellos se señala la muestra analizada que le corresponde y el aumento de costo promedio. Si bien es cierto la muestra es integral, los de mayores incrementos en la muestra corresponden a ferrocarriles urbanos (metros) y de alta velocidad. Lo expresado como enlace fijo son elementos de conexión como puentes y túneles, y en la parte vial fundamentalmente a carreteras de todo tipo.

Inexactitud de las estimaciones de costos de proyectos de transporte por ubicación geográfica (precios fijos)

Ciertamente invito a los lectores realmente interesados en saber la verdad de los Sobrecostos a que examinen esta fuente de información que tiene una frondosa bibliografía de estudios y casuística muy seria a nivel mundial y con altos niveles de análisis y precisión, incluso utilizando teorías de probabilidad para hacer lo que se conoce como la técnica de “overshooting”, que es el realizar estimados previos sobre una determinada probabilidad de sobrecostos antes de iniciar las obras para fines de previsión presupuestal, sin que ello necesariamente implique la posibilidad de la no existencia de un sobrecosto final.

El Sobrecosto, por tanto, no es otra cosa que la diferencia existente entre el costo final de la inversión necesaria para realizar un proyecto versus el estimado inicial del mismo con el cual se firma el contrato y que corresponderá a un estudio previo cuyo nivel será de perfil; factibilidad o estudio constructivo que será contrastado con la realidad en el momento de la ejecución de las obras.

No olvidemos que la tendencia de construcción en obras privadas y obras públicas bajo cualquier modalidad, incluyendo APPs, está requiriendo de procesos “Fast Track”, que partiendo de un nivel bajo de estudios (Perfil, Ingeniería Básica o Factibilidad) contratan el desarrollo de los Expedientes Técnicos de Construcción en forma paralela y con un muy ligero desfase de las operaciones de construcción. El nivel de precisión de estos estudios con los cuales se contrata es por tanto bajo en comparación con la realidad.

El lector que ha realizado proyectos de inversión bastante sencillos como por ejemplo la construcción de su propia vivienda e inversiones en su negocio de cualquier tipo: agricultura, industria, minería, hidrocarburo, o actividades comerciales incluyendo adquisición de maquinaria y equipo, sabe que el costo final de su inversión siempre sobrepasa su estimado inicial, y si ello ocurre en proyectos más comunes como no va a ocurrir en megaproyectos y proyectos de mayor complejidad.

Cuando en el sector privado se prioriza el no sobrepasar una determinada cifra meta presupuestal, el cliente por lo general contrata a una empresa gerente para que supervise sus obras y lo empodera para que ante aumento de costos inesperados que generen adicionales, aplicando una ingeniería de riesgos, redimensione el proyecto generando a su vez deductivos que se posterguen para más adelante y así balancean la cifra presupuestada. En el sector público, este procedimiento no es permitido puesto que una vez preparado y aprobado el Expediente Técnico con los alcances señalados en el contrato, no se permite aplicar ingeniería valorativa de riesgos que redimensionen las metas y que dejen de ejecutar una parte de los alcances contratados; salvo que existan muy contadas excepciones como casos que aplicando otras legislaciones foráneas facultan el uso de Gerencias de Proyecto PMOs o similares que permitan la realización de este balance. Un caso notorio reciente es el de los Juegos Panamericanos, donde según expresiones de su Director Ejecutivo, los aumentos inesperados en parte de sus edificaciones principales han sido ajustados en base a ahorros realizados con la utilización de infraestructura deportiva existente y/o cambios de ubicación de otras.

Conforme lo antes descrito, el lector: ingeniero o no ingeniero, podrá darse cuenta que los sobrecostos de ingeniería existen inevitablemente en todas partes del mundo y para cualquier tipo de inversión, y de ninguna manera constituyen delito si es que están justificados e incorporados en las obras para beneficio y seguridad del propietario y de los usuarios del servicio que brindan, y por consiguiente deberán correr a cargo del dueño o propietario del bien, salvo que se hayan generado por una negligencia punible de quién diseña que no garanticen las condiciones de funcionalidad, resistencia, durabilidad y seguridad, o que no hayan sido incorporados al proyecto, esto último sí sería sin lugar a dudas un delito.

La normatividad peruana aplicable a la ingeniería desde tiempos inmemoriales ha reconocido la existencia de los sobrecostos y los tiene perfectamente normados en la Ley y en el Reglamento de Contrataciones en muchos artículos, y es más se establece como garantía de la correcta ejecución, además de las opiniones de los muchos ingenieros de las distintas especialidades que intervienen en el control de las obras, que aquellos sobrecostos que sobrepasen el 15% del valor de contratación deberán ser previamente a su ejecución y aprobación, revisados y aprobados por la Contraloría General de la República (CGR) y eso conlleva por cierto una mayoría de obras públicas, siendo que estas auditorías de la CGR no se refieren únicamente a la contabilidad de costos, sino también a la evaluación de todo lo invertido en la obra y no solo el exceso sobre el 15%. La formalización de estos sobrecostos o adicionales y su incorporación al contrato se realiza a través de una Adenda que contiene el presupuesto adicional suscrito y acordado por ambas partes, utilizando para ello los análisis de costos de partidas presupuestales que existen en el contrato o de nuevas en caso de no existir.

Tanto de la lectura de lo anteriormente expresado vinculado a sobrecostos disponibles en la web como en el artículo titulado: “Adendas y adicionales: Separando la paja del trigo” publicado en la revista institucional del Colegio de Ingenieros del Perú, Consejo Departamental de Lima, Edición # 84 de Marzo 2018, muestran una lista de varios proyectos emblemáticos de la ingeniería mundial como: la Opera de Sidney (Australia); el Burj Khalifa (Edificio más alto del mundo en Emiratos Árabes Unidos); el Aeropuerto Internacional de Hong Kong; Presa de las 3 Gargantas (China); Túnel Ferroviario de San Gotardo (Suiza); la Gran Excavación de Boston (EE.UU.); el Euro túnel; el Plan Delta (Holanda), indicando en cada caso el costo inicial del año de inicio de la obra y el costo final del año de culminación de la obra y puesta en operación.

En conclusión, los sobrecostos existen en todas las obras de ingeniería puesto que provienen de caracterizaciones aproximadas de los proyectos antes del inicio de los mismos versus la realidad del terreno, el entorno y los factores de diverso tipo que se presentan durante la ejecución y si ellos son necesarios y están incorporados en la obra no constituyen delito. Las obras realmente ejecutadas pueden ser verificadas numéricamente y con todo detalle confrontando la liquidación final de la obra versus lo realmente ejecutado en el terreno; y de otro lado, existen los mecanismos de control a través de comparaciones con “benchmarks” internacionales de obras semejantes ejecutadas en terrenos similares o peritajes de auditorías técnicas que puedan realizarse luego de concluidas las obras.

El no darle el verdadero sentido a la palabra Sobrecosto y el generalizado estigma generado sobre los instrumentos de su formalización contractual reconocida por ley, se están constituyendo en uno de los principales elementos de traba de los proyectos de inversión, puesto que quienes participan en ellos con honestidad y profesionalismo no quieren correr el riesgo en un futuro de verse perjudicados por actos correctos efectuados en el ejercicio de su profesión. Lo incorrecto y delictivo que haya ocurrido en la obra debe sancionarse, pero solo cuando existan las pruebas fehacientes de dolo y negligencia y no son objeto de sanción cuando obedezcan a opiniones profesionales serias basadas en: conocimientos, experiencia y criterio profesional para garantizar la inversión y la vida de los usuarios, respetando los principios de funcionalidad, resistencia, durabilidad y seguridad que mandatoria y éticamente debe garantizar el ejercicio profesional de la ingeniería.

Una nota final sobre la materia de los Sobrecostos. Si bien es cierto existen los Sobrecostos productivos que generan beneficios y seguridad necesarias en los proyectos y sobre lo cual he tratado en extenso en el presente artículo, también existen Sobrecostos improductivos –y hay que evitarlos- que son aquellos que ocurren como consecuencia de la pérdida de tiempo y trabas por no tomar decisiones. Los Sobrecostos improductivos solo ocurren en obras públicas y no en las privadas por obvias razones. Si consideramos que los costos de construcción escalan naturalmente entre 3.5% a 4.5% anualmente, una postergación o demora de 3 años, que no es infrecuente implica un escalamiento de costos del orden del 11% al 12% sobre la inversión, amén de los costos y perjuicios por no disponer de la infraestructura ni contar con el servicio que prestan durante todo este lapso de tiempo perdido. Ese si es un Sobrecosto improductivo que en el sector público debería sancionarse como se hace en el sector privado.

Hace muy bien la Contraloría General de la República en haber llamado la atención recientemente sobre el inmenso número de proyectos que están trabados y generando este perjuicio grave al Estado y a los ciudadanos, y proponiendo medidas de excepción para reactivar y concluir proyectos de inversión que hayan avanzado más del 80% y que estén trabados para que se culminen. Particularmente pienso que el umbral debía ser menor y aplicarse a partir del 66% (2/3 ejecutado), y por cierto también hacer un trato especial a aquellos proyectos de gran impacto que no alcancen estas cifras y cuyo no destrabe resulte siendo muy crítico para el país. Lampadia




Mecanismos de control de costos

Casos de Adendas y Adicionales; Comparación con Benchmarks Nacionales e Internacionales y Control de la Contraloría

Raúl Delgado Sayán
11.04.2019
Para Lampadia

En las dos notas anteriores de esta serie hemos definido a la ingeniería como la profesión que utiliza instrumentos de la ciencia para la preparación de sus proyectos; que plantea soluciones a sus proyectos inicialmente en base a información primaria y muestral, que no es precisa hasta que se contrasta con la realidad del terreno y del entorno en el momento de su ejecución y que está basada en 3 atributos de sus profesionales que son: a) sus conocimientos; b) experiencia; y c) criterio profesional.

Es una profesión que se expresa de manera objetiva; numérica y está totalmente documentada. Que inicialmente sus proyectos, con información preliminar, buscan caracterizar obras que cumplan adecuadamente con los requerimientos de: funcionalidad; resistencia; durabilidad y seguridad, y que sobretodo protejan la inversión frente a los requerimientos que le plantean los usos y abusos durante la vida útil del proyecto y garanticen la seguridad y vida de los usuarios. En síntesis, proyectos que inicialmente reflejen la información que se posee según niveles de estudios con los cuales se contrata (Perfil, Factibilidad y Diseño Constructivo), y que tendrán que sufrir modificaciones al contrastarlos con la realidad del terreno durante su ejecución, tanto en obras públicas como en privadas bajo cualquier modalidad y que finalmente estas modificaciones se materialicen en los denominados adicionales y/o deductivos, formalizados a través de adendas u órdenes de cambio, según sean requeridas.

Pues bien, si esto ocurre en normalmente todas las obras públicas y privadas, ¿qué mecanismos de control tienen las entidades y/o clientes para tener la plena certeza de que lo que invierten en las obras finalmente sea lo correcto? En primer lugar, debemos partir de la premisa que estas modificaciones cumplan con las siguientes condiciones:

  • Que sean imprescindibles para corregir y/o complementar lo establecido inicialmente en el proyecto para lograr que la obra cumpla adecuadamente en su servicio con los fines previstos para toda su vida útil.
  • Que el adicional, en caso de producirse, haya sido verdaderamente incorporado en la obra física en todos sus componentes con la calidad y procedimientos constructivos que se requieren para estas obras (lo cual es muy fácil de constatar), y
  • Que el monto que significa el Adicional haya sido calculado correctamente en costos y en tiempo.

Si se cumple estas tres premisas anteriormente anunciadas, el Adicional y/o deductivo está plenamente justificado y el Cliente se beneficiará con la modificación que motivó el Adicional.

¿Qué elementos de control existen para la verificación correcta de los Adicionales y/o Deductivos?

En el caso de las inversiones privadas, normalmente los clientes en proyectos de importancia contratan bajo la modalidad EPCM (“Engineering, Procurement, Construction Management”) o PMO (“Project Management Office”), ambas por sus siglas en inglés, y bajo tercerización a una empresa privada especializada que vele por sus intereses y a quienes en idioma inglés se les conoce como Owner’s Representative (Representante del propietario).

En el caso de las obras públicas, la Entidad contratante retiene para si el control a través de sus funcionarios de las áreas especializadas, quienes tienen la decisión definitiva y emiten los resolutivos de aprobación, y quienes a su vez, a través de concursos públicos, eligen a una empresa supervisora de consultoría de obras para un apoyo y control más detallado, quedando también como instancia auditora por parte del Estado las propias oficinas de control en las entidades adscritas a la Contraloría General de la República (CGR), y/o finalmente a la propia CGR en sus funciones de realizar acciones de control concurrentes simultáneas y acciones de control posterior de cumplimiento.

Cabe mencionar que de acuerdo a nuestra legislación, para el caso de obras públicas, cuando el monto de los adicionales supera el 15% de la suma inicialmente contratada, lo cual ocurre en la gran mayoría de las obras, se requiere de manera obligada el informe previo de aprobación de la CGR antes de su ejecución, siendo que la revisión del máximo órgano de control del Estado no se centra únicamente por la suma en exceso del 15%, sino es de carácter integral para toda la obra a ejecutar. Cuando se trata de una inversión de obra pública considerada como de gran envergadura o de mucho interés público, la CGR audita de oficio aun cuando no se haya pasado la meta del 15%.

¿Cómo se podría tener un indicio sobre si una obra es sospechosa de incurrir en sobrecostos sin justificación o en exceso?

Evidentemente no existen dos obras que sean idénticas en todos sus parámetros para que puedan ser comparables entre sí con mucho nivel de precisión; pero sí existen indicadores (Benchmarks) tanto nacionales como internacionales, que de manera aproximada nos pueden dar indicios sobre si los valores por parámetros del tipo de construcción proyectada; las condiciones geológicas o del entorno (costa, sierra o selva); condiciones naturales o de riesgo ante fenómenos extremos (sismos, lluvias, huracanes, etc.), y descontando elementos que puedan incidir en los costos y que no estén vinculados a la naturaleza constructiva como por ejemplo financiamiento; modelo de contrato (Obra pública tradicional o concesión APPs), o cargas tributarias directas en caso de benchmarks internacionales, haga posible comparar los parámetros por costo unitario. Con esto quiero decir que si se trata de una obra de edificación ya sea para oficinas, viviendas, uso industrial o el que fuera, el parámetro de comparación sería el costo por m2. Si se trata de obras extendidas como por ejemplo una carretera, o una obra de irrigación con canales madre y secundarios, o un tren o metro, o un puente o túnel, o una línea de transmisión de alta tensión, entre otros, tendremos como parámetros el costo/km; si se trata de teatros, coliseos deportivos, tendremos un costo por butaca; si se trata de obras de saneamiento (agua y desagüe) tendremos costos por m3; en el caso de centrales hidroeléctricas costo por kW de generación eléctrica, y así sucesivamente. Cada entidad o cliente que realice este tipo de inversión tiene su propia estadística o acceso a ellas para saber si el rango de sus costos está dentro de estos parámetros indiciarios correctos que le permitan tener una primera apreciación antes de hacer las verificaciones detalladas correspondientes.

Si como resultado de efectuar una comparación con parámetros obtenidos de otras obras similares en entornos y realidades muy parecidas no se diera la satisfacción o confianza del caso, se puede pasar a la siguiente etapa, la de realización de un peritaje técnico sobre la obra ejecutada, peritaje por cierto que solo podría ser realizado por peritos especializados y preferible institucionalmente, vale decir realizado por personas que además tengan una vasta experiencia en la ejecución de proyectos similares; respetando a su vez la racional discrecionalidad de las opiniones profesionales de aquellos ingenieros que diseñaron y construyeron las obras y si ellas tenían justificación, puesto que solamente serán ellos  -quienes diseñaron y construyeron- quienes tengan la total responsabilidad de lo diseñado y construido, teniendo en cuenta su criterio profesional y el cumplimiento de los requerimientos de funcionalidad, resistencia, durabilidad y seguridad antes mencionados.

Es menester finalmente señalar que no se pueden emitir juicios de valor sin contar previamente con opiniones y peritajes serios realizados por especialistas de ingeniería en la materia, tal y conforme lo estable la Ley 16053 de febrero de 1966 y la Ley Complementaria 28858 de julio de 2006 y sus Reglamentos, que autorizan a los Colegios de Arquitectos y al Colegio de Ingenieros del Perú para normar el ejercicio de la ingeniería en el Perú y supervisar la práctica y actividades de los profesionales de arquitectura e ingeniería en toda la República, señalando expresamente que solo tendrán validez aquellos informes, documentos técnicos y peritajes, entre otros, realizados por profesionales especialistas hábiles para ejercerlo. Lampadia




Expedientes técnicos: entendimiento y rol que juegan en el destrabe de obras de ingeniería

Raúl Delgado Sayán
05.04.2019
Para Lampadia

Seguramente el lector ha escuchado la palabra Expediente Técnico y la primera impresión es pensar que se trata de un conjunto de documentos, planos y presupuestos, entre otros, muy técnicos y precisos y que inequívocamente conducen a señalar todo aquello que debe ser ejecutado en la obra y que no admite ninguna modificación. No se menciona que existen varios tipos de Expedientes Técnicos, que, de acuerdo al nivel de profundidad de los estudios, requieren de modificaciones para ser adecuados a la realidad.

Antiguamente los ingenieros otorgábamos una clasificación más precisa a los estudios o expedientes técnicos, lo llamábamos nivel de perfil (o pre-anteproyecto) aquellos que en realidad eran en base a datos muy generales obtenidos de mapas o cartas geográficas y que más que nada eran estudios de escritorio; el segundo nivel era el de factibilidad (anteproyecto), que consistía en estudios orientados a evaluaciones económicas, financieras, sociales y ambientales y como parte de uno de sus capítulos contempla la estimación del nivel de inversiones necesarias que servían para determinar si se abandonaba por no ser viable o se mejoraba para continuarlo y pasar a la siguiente etapa que era el del estudio definitivo o final, la ingeniería de detalle o constructiva que constituye el proyecto que normalmente se utiliza para licitar la obra, donde el estudio desarrolla un diseño para  la construcción y que ya tiene más muestras de información de campo. En síntesis, todo lo anteriormente descrito comprende documentos de un proyecto con distintos niveles de información, que inicialmente de manera aproximada, intentan caracterizar la realidad con la cual nos vamos a encontrar durante la ejecución de las obras y que necesariamente tendrán que ser reajustados a dicha realidad.

Finalmente, existe normalmente en todas las obras públicas y privadas, un último nivel del estudio que se llama el de post construcción, en inglés se conoce como “As built”, y que se presenta a las entidades y/o clientes, como liquidación de obras; y que como su nombre lo indica, contiene planos y documentos de todas las obras conforme han sido construidas, incluyendo todas las pruebas y ensayos de calidad y las valorizaciones de obra ajustada y ejecutada en cada uno de los periodos mensuales hasta el final. De entre todas las profesiones existentes, la ingeniería se caracteriza por ser la más: objetiva; numérica y totalmente documentada. Así en los estudios y obras ejecutadas no existe subjetividad alguna puesto que todo lo que se realiza tiene que cumplir el objetivo pre establecido; todo es expresado numéricamente; no solo los costos sino también la calidad de los materiales de la obra en sí y finalmente todo lo ejecutado está plenamente documentado para permitir en el momento que se desee la constatación física y peritaje pertinente.

El Colegio de Ingenieros del Perú (CIP), institución representativa de la ingeniería por ley en el Perú, en muchas oportunidades se ha referido a la correcta aplicación de normas sobre adicionales de obras, siendo la más clara y precisa la publicada el 15.08.2006 en el Diario El Comercio – página A13 en el cual se señala, entre otros aspectos, todo lo anteriormente expresado sobre los cambios que necesariamente ocurren entre el momento en que se diseña la obra y el momento en que se ejecuta debido a factores de distinta naturaleza, y que es obligación de los ingenieros el adecuar y/o modificar los proyectos y presupuestos originales de acuerdo a lo que resulta imprescindible realizar, generando los presupuestos adicionales y/o deductivos para adecuarse a las exigencias de la realidad, y que ello de modo alguno significa falta para los profesionales que hayan formulado y/o aprobado el Expediente Técnico en alguno de los niveles antes mencionados (Se adjunta copia de dicho comunicado).

La normatividad mundial, así como la peruana, reconocen en extenso a través de varios artículos en la Ley y en el Reglamento de Contrataciones sobre estos impredecibles eventos de los proyectos iniciales que se presentan necesariamente durante su ejecución, puesto que obviamente si no se modifican oportunamente, lo construido adolecería de deficiencias que en el extremo podrían conllevar al colapso.

La ingeniería, los riesgos y los factores de seguridad

Tanto el ingeniero que construye como particularmente el que diseña obras de ingeniería saben que para el desarrollo de su trabajo debe emplear sus conocimientos, experiencia y criterio profesional para tomar decisiones que le permitan, con los debidos factores de seguridad, proteger la inversión realizada y sobre todo garantizar la seguridad y la vida de las personas que se constituyen como usuarios de la misma, no solo en la etapa de diseño y construcción, sino durante toda la vida útil del proyecto, y como tal utilizarán su criterio profesional que les permita avizorar tanto los riesgos de fenómenos naturales extremos predecibles como los usos y abusos a los que pueda prever que su proyecto va a estar expuesto durante su vida útil; como son por ejemplo la falta oportuna de mantenimiento preventivo y de rehabilitación; el no control de pesos y cargas sobre su estructura; el cambio de uso de una edificación; la necesidad de ciertos factores de redundancia para proteger la estructura final ante decisiones del propio usuario; entre muchas otras.

Otros riesgos muy importantes además de la integridad y resistencia del proyecto

Existen una serie de riesgos adicionales en aspectos técnicos que pueden presentarse durante la ejecución, entre los cuales mencionaremos las variaciones geológicas/geotécnicas; la incompleta identificación y cuantificación de interferencias con servicios públicos; los hallazgos de restos arqueológicos significativos no previamente identificados; deficiencias imprevistas en el EIA (Estudio de Impacto Ambiental) o riesgos generados en el entorno de la entidad contratante como pueden ser las demoras en la expropiación y liberación de terrenos; demoras en obtención de permisos y licencias; el incumplimiento de compromisos sociales pactados; incremento de las expectativas sociales frente a las identificadas en el EIA; y finalmente riesgos dentro del ámbito de contratistas y proveedores como son los riesgos inherentes de construcción o ambientales; los riesgos vinculados a accidentes de construcción y daños a terceros; aquellos derivados de eventos de fuerza mayor, y riesgos por cambios regulatorios o normativos que ocurran durante la ejecución de las obras. Muchos de estos riesgos podrán ser identificados como riesgos potenciales, pero no pueden ser incluidos inicialmente en su componente de costos porque son potenciales y por lo tanto no se conoce la medida en la cual puedan o no ocurrir, aunque otros sí se encontrarán dentro de lo inicialmente identificado. Lo que sí todos ellos tendrán una incidencia clara en modificar el Presupuesto Referencial y el Expediente Técnico con el cual se contrató la obra, generando inevitablemente al final de la misma los denominados “sobrecostos” que universalmente no son otra cosa que la diferencia entre el valor real final de las obras y el valor inicial aproximado con el cual estas fueron inicialmente contratadas.

La identificación de estos riesgos de manera oportuna debe conllevar dentro del ámbito de la entidad contratante a tratar de evitarlos o mitigar en alguna forma los costos y demoras en el proyecto, pero nunca jamás podrá evitarlos en caso ellos ocurran. La modalidad correcta del contrato deberá identificar en cada caso a cuál de las partes le corresponderá enfrentar y subsanar estos riegos, siendo por cierto, en los casos, que corresponderá a los contratistas y/o proveedores, el asumirlo si es que se generan en el ámbito de su responsabilidad, pero en la mayoría de los casos le corresponderá a la propia Entidad contratante en su calidad de dueño el asumirlos sea por estar dentro de su ámbito o por ser de naturaleza impredecible.

En suma, ojalá el presente artículo sirva para aclarar por qué no existe en el país ni a nivel mundial la posibilidad de que el costo final de una obra sea el mismo que el costo aproximado referencial con el cual fue contratada. Esta diferencia será mayor si se considera como base para la contratación un Expediente Técnico de nivel de perfil o de factibilidad, y menor si el Expediente Técnico es de nivel definitivo; pero siempre existirá diferencia.

Es importante destacar que con el incremento de las modalidades de construcción Diseño-Construcción (Fast Track) y de APPs, los proyectos se están contratando apenas con el nivel de factibilidad (Anteproyecto) ya que se invierten en estudios previos apenas un 0.5% del valor de la inversión y ello conllevará por su bajo nivel a incrementos significativos durante su ejecución al tener que adecuarlos a la realidad.

El enfrentar en mejor medida la optimización de costos en estas circunstancias dependerá de que exista un modelo de contrato que permita que tanto en el ámbito técnico de la Entidad contratante, los Contratistas y la Supervisión de la obra el que puedan tomar decisiones óptimas que impidan la demora en resolver estas situaciones imprevistas y para ello es muy importante que los profesionales involucrados en esta tarea cuenten con las suficientes garantías de confianza, predictibilidad y discrecionalidad donde se respeten y valoren sus criterios profesionales y los factores y medidas de seguridad que hayan tomado para proteger la vida de los usuarios, teniendo en cuenta que según la normatividad existente la responsabilidad recae en el profesional que realiza el diseño y no en quién opina o audita posteriormente esta decisión sin que ello le acarree responsabilidad alguna. Lampadia




Las Bambas: Urge una solución definitiva

Leopoldo Monzón Ugarriza
Gerente General Proesmin SAC
Lima, 03 de abril de 2019
Para Lampadia

Entre el 2015 y la fecha, PROESMIN tuvo la oportunidad de visitar el corredor minero de Apurímac-Cuzco en más de 15 oportunidades, desarrollando propuestas y estudios para distintos organismos tales como Presidencia de Consejo de Ministros, el MINEM, el Banco Mundial y empresas mineras y comunidades. En dichas visitas se identificó los siguientes factores en común:  

  • Los problemas encontrados son enfrentados de forma aislada con compromisos o promesas que no se cumplen. Lo que debe plantearse es una solución integrada para todo el corredor minero considerando todas las cuencas hidrográficas involucradas.
  • El gobierno central y las empresas mineras no han definido claramente sus roles en las zonas de explotación minera y en el corredor minero, superponiendo decisiones sin ningún tipo de planificación ni estrategia. Como consecuencia, los proyectos no prosperan, se repiten y el costo se incrementa ante la falta de articulación entre los principales actores del problema.
  • Los gobiernos regionales, provinciales, distritales y las comunidades desconocen el verdadero valor de las regalías y el canon que van a recibir durante la vida de los proyectos y cómo ese valor puede financiar un plan de desarrollo integral sostenible. Por lo tanto, no se sienten partícipes del desarrollo de las mismas. No consideran a las empresas como socias estratégicas sino como “depredadoras” económicas de sus recursos (que se llevan la mayor parte).
  • Al mismo tiempo, la población de la zona no tiene un rechazo a la actividad minera. Lo que quiere es beneficiarse con la explotación. Pero en el actual modelo del proyecto, los beneficiados son pocos, lo cual da pie a que se involucren extorsionadores, falsos defensores del medio ambiente y autoridades corruptas.
  • La dimensión territorial es un elemento clave para conocer los recursos y el potencial de las cuencas hidrográficas en el corredor minero. Sin embargo, no se considera la generación de los proyectos de infraestructura para desarrollar ese potencial. Se desarrollan soluciones parciales no sostenibles que en la mayoría de los casos no cubren las principales posibilidades del territorio.
  • La falta de expedientes de ingeniería de calidad, y muchas veces sobrevaluados, impide conseguir el financiamiento público, déficit agravado estos últimos meses por el cambio de autoridades en todos los niveles.
  • La pobreza imperante en la zona, la desnutrición, los climas fluctuantes y la falta de infraestructura son características comunes que definen a la mayoría de las comunidades.
  • La pobreza y la ausencia de las autoridades nacionales hace que las poblaciones se sientan poco vinculadas al país. Asumen que el gobierno central vela por los intereses de las empresas y no de ellos.

La única solución viable es una planificación integral de todo el corredor minero y las cuencas involucradas. Para esto, hemos considerado el desarrollo de una línea de base, formulación del modelo prospectivo, y la validación del mismo. 

A. Línea de base

  • Levantamiento de información de la situación actual de la infraestructura como carreteras, centros de salud, vivienda, comisarías, gestión integrada de recursos hídricos (agua potable, saneamiento, puntos de acopio, etc.), energía, colegios, entre otros.
  • Desarrollo del catastro de predios y el catastro de infraestructura existente
  • Levantamiento de estudios realizados, viables y no viables, en el corredor minero. Esto para no comenzar de cero, pues en varias localidades se han realizado varios estudios sobre lo mismo.

Mapa de ubicación del corredor minero

B. Modelo prospectivo

  • Visión integral de las cuencas y del corredor. Determinación de actividades por desarrollar en función a la dimensión territorial y los recursos existentes de todo tipo (agua, radiación solar, suelos, topografía, entre otros.)
  • Análisis e identificación de infraestructura por desarrollar que proporcione una solución a las brechas encontradas: sistemas de riego, plantas potabilizadoras, plantas de tratamiento de aguas residuales, represas, vías, carreteras, etc.
  • Elaboración de un plan estratégico para el aprovechamiento sostenible de los recursos naturales incluyendo a todas las comunidades presentes en las distintas cuencas hidrográficas.
  • Desarrollo de un modelo de crecimiento productivo sostenible en toda la zona, implementando programas tipo Sierra Productiva que tiene mucho éxito en zonas aledañas al proyecto.

C. Validación del modelo

  • Validación social en las comunidades del plan integral de desarrollo del corredor minero, explicando cómo los proyectos que han pedido están integrados dentro de un plan y cómo saldrán de la regalía y el canon.  
  • Capacitación integral para transmitir a los pobladores que serán dueños de los proyectos y que se encargarán del mantenimiento de los mismos.

D. Desarrollo de la ingeniería

  • Preparación de la ingeniería en todas sus etapas a la medida de lo planteado y, a la validación del modelo.
  • Especificación de la inversión por cada rubro (riego, saneamiento, transporte y comunicaciones, vivienda, energía, salud educación, programas sociales sostenibles, entre otros).
  • Identificación de problemas con sus respectivas soluciones en relación a los objetivos trazados.
  • Desarrollo de los proyectos y construcción de la infraestructura integral, a través de proyectos de Inversión Pública.
  • Promoción de proyectos a través de obras por Impuestos, asociaciones público-privadas e inversión privada.

Mapa de infraestructura por desarrollar

E. Financiamiento de la inversión

El corredor minero cuenta con minas en explotación que tienen planes de minado aprobados a largo plazo. Esta información servirá de base para preparar un flujo de caja y determinar el valor presente de las utilidades que se generará por cada mina. Si se mantienen las condiciones actuales y sin considerar futuras inversiones, del valor resultante en el flujo de caja se podrá estimar las Regalías y el Impuesto a la Renta a recaudar (28%). Esto será contrastado con el presupuesto requerido para desarrollar la construcción de infraestructura básica. En base a nuestras experiencias pasadas, PROESMIN, desarrolló en el 2015 un modelo solicitado por el Banco Mundial en el que se estimó que para desarrollar la infraestructura se requerirá menos del 12% del valor presente del impuesto a la renta y las regalías del proyecto minero.

  • Por lo tanto, la inversión estimada afectará muy poco al Canon Minero y las Regalías, ya que los montos se amortizan paulatinamente en 25 años.
  • Con la garantía de las utilidades y regalías futuras, el gobierno puede salir al mercado internacional a conseguir los fondos a tasas de interés bajas para adelantar los recursos necesarios para financiar el plan.
  • Esto haría posible adelantar parte del Canon Minero y las Regalías estableciendo un fondo autónomo que ejecute el plan de desarrollo evitando la burocracia que retrasa y entorpece los procesos. La viabilidad de los proyectos se puede lograr contratando a un organismo multisectorial que asocie a consultoras nacionales de forma que estructuren el modelo de manera inmediata respondiendo a los principales problemas del territorio

Conclusión

Las Bambas es un claro ejemplo de los conflictos socio ambientales que se presentan cuando la operación minera no forma parte de un plan de desarrollo integral. La población reclama mejoras en infraestructura, servicios básicos, calidad de vida, desarrollo sostenible, empleo digno, entre otras necesidades. Lamentablemente, algunos han aprovechado la situación actual para extorsionar, manipular y beneficiarse de una cantidad ingente de recursos mal manejados por los usuarios sin ninguna planificación adecuada. Por lo tanto, es necesario que el gobierno y las empresas consideren la visión de las comunidades para plantear soluciones integrales que defiendan tanto los intereses de las poblaciones afectadas como los de la empresa y el país, con la finalidad de asegurar el desarrollo de todos. Lampadia




Destrabando conceptos errados sobre Ingeniería

Raúl Delgado Sayán
27.03.2019  
Para Lampadia

Las expresiones que durante meses se han venido señalando de manera generalizada en distintos medios de comunicación por personas ajenas a la profesión de la ingeniería y la distorsión que ello pueda haber generado en el público, hace necesario el que utilizando un lenguaje sencillo se puedan aclarar conceptos que son fundamentales para el correcto ejercicio de la ingeniería, tanto en actividades de estudios y diseños como en ejecución de obras de construcción y equipamiento.

Qué es la Ingeniería
La verdadera definición de la ingeniería

Existe una idea errónea de que la ingeniería es una ciencia y por consiguiente debe tener soluciones únicas y precisas como las matemáticas, donde se aplican fórmulas que dan resultados indiscutibles. Nada más errado. La ingeniería no es una ciencia sino fundamentalmente es una profesión que utiliza instrumentos de la ciencia para realizar obras imprescindibles para el desarrollo y mejoramiento de la calidad de vida de las personas, respetando el medio ambiente y el entorno que nos rodea.

Felizmente no se trata únicamente de aplicación de fórmulas matemáticas, o de física y química, o de tantas otras disciplinas científicas que nos dan una solución única y precisa para cada caso. Si esto fuera así, con los adelantos modernos no necesitaríamos de ingenieros, sino simplemente de robots; computadoras y algoritmos que permitirían desarrollar los proyectos. Más aun todos los elementos matemáticos y de las ciencias antes mencionadas, entre otros, generan instrumentos y procedimientos basados en fórmulas matemáticas que son de naturaleza lineal y homogénea, mientras que la realidad es discontinua con materiales heterogéneos y haciendo frente a muchas circunstancias imprevisibles de naturaleza aleatoria; de aproximado conocimiento y en cierta forma muy erráticas que pueden ser fenómenos naturales extremos, como aquellos causados por el clima, caso de los huracanes, inundaciones, huaicos y demás, o por el comportamiento geodinámico de la tierra como es el caso de los grandes terremotos causados por desplazamiento de placas o por erupciones volcánicas.

Frente a todo ello, los ingenieros tenemos que desarrollar y construir proyectos teniendo como finalidad principal la de proteger las obras e inversiones contra estos fenómenos y aquellos que puedan sobrevenir con diferentes intensidades durante su vida útil, y sobre todo protegiendo y garantizando la vida de los usuarios. No olvidemos que el primer artículo de nuestra Constitución y la de muchos países señala que: “El ser humano es el fin supremo de la sociedad y del Estado” y considerando además que la ingeniería es la única profesión cuyo error profesional o negligencia puede causar la pérdida de vidas de decenas y cientos de personas, los ingenieros tenemos que ser muy cuidadosos en nuestro ejercicio profesional ya que este es fruto de la conjunción de 3 fundamentos en nuestra formación que son: a) conocimientos, b) experiencia, y c) criterio profesional, y solo el ejercicio adecuado de ello nos permitirá diseñar proyectos que garanticen: i) correcta funcionalidad; ii) resistencia, iii) durabilidad, y iv) seguridad; entre otros atributos.

Anteriormente mencioné que las soluciones de ingeniería no son únicas y ello se debe de manera fundamental a que no existirán dos ingenieros que necesariamente tengan de manera idéntica las 3 características principales antes nombradas: conocimientos, experiencia y criterio profesional; y es este último el que como consecuencia de los dos primeros plasmará el tipo de solución que equilibrando costos y beneficios con los riesgos y seguridad adecuados para así elegir una solución óptima. Por ello nuestra ética profesional, al igual que los de la profesión de medicina, no nos permite criticar la actuación y criterios de otros colegas de la profesión a no ser que tengamos la convicción de que la solución propuesta por el colega que realiza el Estudio o Diseño no cumple con lo anteriormente expresado de: funcionalidad, resistencia, durabilidad y seguridad.

Ni de lejos la ingeniería es una profesión sencilla. En las siguientes entregas lo justificaremos. Nuestro campo es ilimitado e inmensos los retos que tenemos que enfrentar y solucionar con los instrumentos que tengamos que solo nos proporcionan adelantadamente una aproximación hacia realidades de proyectos muy complejos que servirán en muchos casos a cientos de miles de usuarios cuyas vidas tenemos que proteger y no obstante ello, existen muchos casos que no obstante haber cumplido con la normatividad técnica del conocimiento del caso, no han prestado el servicio del caso e incluso han colapsado.

Es allí donde el criterio profesional debe prevalecer y previendo usos y abusos, mantenimiento inadecuado o fenómenos naturales de excesiva crudeza, sepamos como contrarrestarlo. Es por ello que toda norma técnica siempre señala que su aplicación es de mínimo cumplimiento, dejando a criterio del profesional superarla si lo considera conveniente y tiene la convicción de ello. Lampadia




Reconstrucción con cambios y la Torre de Babel

Carlos Gálvez Pinillos, Ex presidente de la Sociedad Nacional de Minería, Petróleo y Energía (SNMPE)
Para Lampadia

En el verano del año 2017, el Perú sufrió el embate del “fenómeno del niño” que provocó grave destrucción de ciudades e inundaciones, producto del desborde de ríos, especialmente en la zona central y norte del país.

A fines de marzo de ese año, cuando aún estábamos en medio del desastre, se le sugirió al ejecutivo convocar a compañías de ingeniería internacionales de primer orden, que cuenten con experiencias de “Disaster Managment”, tales como las catástrofes de Queensland, New Orleans u otros y que puedan orientar el proceso de mitigación rápida del desastre generado, levantar un inventario de la infraestructura destruida, plantear la remediación inmediata de corto plazo y diseñar un “Máster Plan” para la “reconstrucción con cambios”.

Dicho servicio implicaba:

  • Identificar las zonas inundadas por los huaicos
  • Zonas donde no se debía asentar la población y a las que no debieran volver.
  • Analizar la geografía y definir las presas y reservorios que se debiera construir para acumular agua en las alturas y regular con esa infraestructura el flujo de agua a la costa.
  • Definir el encauzamiento o canalización de los ríos, particularmente el río Piura, uno de los que más impactó a la población.  
  • Identificar y diseñar carreteras, puentes y la rehabilitación urbana de redes de agua, saneamiento y eléctricas, entre otros, que permita albergar colegios, postas médicas y casas, para una población que pueda funcionar articuladamente.

Lo anterior era una oportunidad para convocar a las autoridades y población local, cuyo conocimiento ancestral y experiencia constituían el insumo fundamental para el diseño adecuado del “Plan Maestro” e ingeniería conceptual de la mencionada reconstrucción con cambios.

A partir de ahí se debía diseñar la “ingeniería básica para licitar”, con elementos suficientes de topografía, estudio de calidad de suelos e identificación de canteras para la obtención de agregados, así como diseñar el plan de ejecución con sugerencia de procesos constructivos. Todo se iniciaba pues con una buena ingeniería, pero lamentablemente observo que hubo un gran desprecio por la ingeniería. Definir un presupuesto de calidad sustentado en esa ingeniería y los procesos constructivos y secuenciamiento de actividades, identificando los plazos de construcción y la “ruta crítica” del proyecto. Recordemos que no se puede controlar aquello que no se puede medir.

La selección de una compañía seria e independiente, que cuide como activo fundamental su prestigio y reputación, como supervisor del cumplimiento de avance y calidad exigida, dentro de los costos presupuestados, etc., es un factor que nunca se debió menospreciar.

Ciertamente, el Plan de Reconstrucción con Cambios resultante iba a requerir para su ejecución; decisión política, capacidad de imponer el principio de autoridad para re-asentar a la población afectada y evitar que regresen a las zonas impactadas por el fenómeno del niño y finalmente, la convocatoria de empresas constructoras de primer nivel, nacionales y extranjeras, capaces de ejecutar tan importante desafío.

Lamentablemente estalló en el Perú, casi en simultáneo, el mayor escándalo de corrupción de impacto continental que, involucró a las principales empresas constructoras peruanas. Ciertamente el caso merece todo un análisis independiente a esta nota, pero imposible dejar de mencionar que la red mafiosa de gobiernos de izquierda latinoamericanos, liderados por Lula da Silva y el Partido de los Trabajadores, contando con el poder financiero de empresas manejadas por el Estado, como Petrobras, que “coordinaba” licitaciones para que solo las empresas constructoras brasileñas pudieran ganar, forzó a prácticamente todas las empresas constructoras peruanas a asociarse con ellas si querían subsistir en el negocio.

En esas circunstancias, se tomaron decisiones políticas inadecuadas que neutralizaron la capacidad de reacción y movilización de las empresas constructoras establecidas en el Perú y retrasaron todo el proceso de reconstrucción que tanto reclamamos hoy.

Ha transcurrido más de un año y medio desde ese desastre y hoy nos quejamos del poco avance de la reconstrucción. Los cambios no se han definido o no se aprecian. Como no se hizo ningún “Plan Maestro” de la reconstrucción, ni se conformó un equipo del más alto nivel a cargo de un ministro capaz de articular con las autoridades sub-nacionales para que faciliten el proceso de reconstrucción, hoy tenemos el resultado obvio, lo raro hubiera sido que haya funcionado.  Las grandes compañías solo están dispuestas a asumir la responsabilidad, sabiendo que se juegan su reputación en el proyecto, si cuentan con un buen plan, una ingeniería adecuada, un presupuesto razonable y permisos, autorizaciones y apoyo político para ejecutar.

Hoy, pasado el tiempo, nadie es responsable y todos reclaman, no hay ni inventario inicial consensuado de las obras a reconstruir, no hay “Plan Maestro”, ni ingeniería, ni control de avance, secuencia y calidad de obras. Por si fuera poco, ahora se transfiere dinero para ejecutar “sabe Dios qué”, tratando de demostrar que se ha desembolsado fondos como si eso significase avance en la “inversión pública”, pero incrementando el riesgo de más corrupción.

No puedo dejar de recalcar que la estructura política y de gobierno en el Perú es lo más cercano a las condiciones dadas durante la construcción de la Torre de Babel, por lo que la reforma política pasa por tomar decisiones drásticas en el diseño del poder ejecutivo y no maquillajes en el poder legislativo. Lampadia




El ejemplo de Pisco… y sus empresas

Fernando Cillóniz B.
Gobernador Regional de Ica
Ica, 30 de marzo de 2016
Para Correo Ica y Lampadia

Se abrió el tramo Pisco – San Andrés de la Autopista Chincha – Ica. Se iniciaron las obras para la modernización del Puerto General San Martín en Punta Pejerrey en Paracas. En junio próximo se inician los vuelos comerciales – ida y vuelta – entre Cusco y Pisco. El Tren de Cercanías entre Barranca e Ica – cuya ingeniería está en curso – tendrá un ramal al Puerto de Pisco.

La autopista Chincha-Pisco se inicia en el intercambio vial Chincha Alta (km. 185 de la Panamericana Sur) y concluye en el intercambio vial San Andrés. | Fuente: MTC – RPP

 

El mes pasado, el valle de Pisco fue integrado al proyecto “Agua Grande” a través de la incorporación de la presa Suytupampa, en las nacientes del río Pisco. El alcance final del proyecto más importante de la región ha quedado así: “Sistema de afianzamiento hídrico en los valles de Ica y Pisco y áreas irrigables de las provincias de Huaytará y Castrovirreyna en Huancavelica.” ¡Pisco va a tener agua todo el año!

El Alcalde Provincial de Pisco es una excelente persona. Con menos presupuesto – en apenas 3 años – ha hecho mucho más que lo que hicieron sus antecesores en 30 años. Obras de alcantarillado, pistas y veredas, serenazgo, limpieza pública, recreación cultural y deportiva… Pisco ha dado pasos gigantes bajo el liderazgo de Tomás Andía y su equipo de colaboradores.

Los pisqueños le pararon el macho al Congresista Oliva y a la ex Ministra Choquehuanca, quienes estaban promoviendo el desalojo del Centro de Salud de Pisco. Los chicharrones estaban detrás de un turbio negocio inmobiliario que – sabiamente – la población rechazó con firmeza. El Ministerio de Salud, la Defensoría del Pueblo, la Fiscalía, el Poder Judicial, y – por supuesto – el Gobierno Regional… todos respaldamos al pueblo pisqueño en su afán de mantener los servicios de su legendario nosocomio.

Pero hay más. También vienen… el nuevo Instituto Superior Tecnológico en Pampas de Oca; los desembarcaderos pesqueros de San Andrés, Laguna Grande, y Lagunillas; el Hatchery – o incubadora – de Conchas de Abanico en la Facultad de Pesquería de la Universidad San Luis Gonzaga; el Malecón de San Andrés; el nuevo Palacio Municipal; y las rehabilitaciones de la Plaza de Armas y la Plazuela Bolognesi. El progreso de Pisco es muy evidente y motivador.

Sin embargo, lo más-más está por el lado deportivo. Se viene el Irma Cordero, el súper anhelado Coliseo Cerrado para Vóley y Básquet. Y – lo que más pedían los pisqueños – se viene la reconstrucción del Teobaldo Pinillos Olaechea, el – también – súper esperado Estadio Municipal de Pisco para la práctica del fútbol, fulbito, y todas las disciplinas atléticas.

Ambos recintos deportivos colapsaron en el aciago terremoto del 2007. A ese respecto, todos los Gobernadores Regionales y alcaldes que ocuparon cargos durante y después de la catástrofe ofrecieron su reconstrucción… pero de la boca para afuera. En realidad, no hicieron ni los perfiles. Y menos, los expedientes técnicos. ¡Puro floro! ¡Cero efectividad! ¡Un engaño… de aquellos!

Ahora en cambio, ambas obras – el coliseo y el estadio – estarán reconstruidos y operativos antes de fin de año. Y los pisqueños… felices.

La pregunta es ¿cómo así Pisco progresa tanto? ¿Por qué Pisco sí progresa, y otras ciudades no? Obviamente, el alcalde y su equipo tienen mucho que ver en el tema. Pero hay algo más que merece ser destacado. En todas las obras antes indicadas hay empresas privadas de por medio. Empezando por la pura inversión y su efecto dinamizador en el mercado de bienes y servicios; y en la generación de empleo, producción, exportaciones, tributación, riqueza, tecnología… y todo lo demás.

Sin embargo, las empresas pisqueñas han ido mucho más allá de su mero rol empresarial. A través de Obras por Impuestos, Aportes Voluntarios, Fondos Sociales, Programas de Relaciones Comunitarias, Donaciones de Terrenos, etc. han colaborado mucho con las autoridades locales. Y – por ende – con el bienestar de la población.

En Pisco – a diferencia de otras regiones del país – la cordialidad es el común denominador entre autoridades públicas, empresas privadas, y población. En vez de quejarse de las empresas locales – y confrontarlas como si fueran el demonio, o esquilmarlas hasta dejarlas languidecientes – los pisqueños las acogen con cordialidad, y – juntos – construyen el progreso y bienestar de la población.

¡He ahí el detalle! Ojalá todos sigamos el ejemplo de Pisco… y sus empresas Si todos los peruanos fuéramos como los pisqueños, el Perú sería mejor. Lampadia




La ampliación del Canal de Panamá

Desde su apertura en 1914, el Canal de Panamá ha sido una de las infraestructuras comerciales más importantes del mundo y una maravilla de la ingeniería. Su expansión, celebrada el 16 de junio de este año, ha duplicado la capacidad de carga y aumentará las rutas de navegación, al igual que volverá menos costoso y más eficiente el comercio marítimo.

En el primer mes desde la ampliación del Canal de Panamá han transitado 55 barcos Post Panamax que han generado ingresos por más de US $20 millones. De acuerdo con las estadísticas del Canal de Panamá, en este mismo periodo se ha registrado el tránsito de 40 buques portacontenedores, 24 de gas licuado de petróleo (GLP), tres portavehículos y dos de gas natural licuado (GNL), los primeros en pasar con dicha carga a través de las nuevas esclusas.

La Autoridad del Canal de Panamá puntualizó además que el número de reservaciones que el canal ha recibido, de varios tipos de buques Pos Panamax, supera las 250, cifra que crece cada semana. Agregó que para los años fiscales 2017 y 2018 se esperan los primeros siete tránsitos de cruceros o buques de pasajeros por las nuevas esclusas.

El constante aumento de la demanda es una prueba más de la confianza continua de la industria marítima en el Canal de Panamá, así como del impacto que tendrá en el futuro en el comercio marítimo mundial.

Un poco de historia del Canal de Panamá

El gobierno de EEUU construyó el Canal de Panamá original, de tan solo 50 millas, en 1994. La Sociedad Americana de Ingenieros Civiles lo nombró una de las siete maravillas del mundo moderno. Cuando se abrió el canal por primera vez, fue hecho del tamaño de los buques de la Armada de EEUU: 110 pies de ancho y 42 pies de profundidad. Antes de su apertura, los barcos tenían que viajar todo el camino hasta el estrecho de Magallanes, cerca de la punta de América del Sur para cruzar desde Nueva York a San Francisco.

Fuente: El País de España

Los barcos entran al canal a través de una serie de tres cámaras, que los elevan hasta el nivel más alto del lago Gatún a través del cual se deslizarán, y posteriormente los bajan al nivel del mar. Además, la marea de la costa atlántica es mucho más baja que la del Pacífico.

Fuente: El País de España

La actualización, que costó alrededor de US$ 5.25 mil millones, fue diseñada para soportar las necesidades actuales del comercio global de Asia. Los modernos buques llamados Post  Panamax pueden ser de más de 150 pies de ancho y tienen un calado de 50 pies.

El proyecto ha sufrido muchas dificultades durante su construcción, como es típico en muchos proyectos de esta magnitud. Las más notables han sido los excesos de costos y de tiempo (dos años más de lo previsto), las fugas dentro de las paredes de las esclusas y las preocupaciones sobre el uso de remolcadores en vez de locomotoras de remolque eléctricos. La principal preocupación de los remolcadores es podrían no tener un control suficiente de la embarcación, particularmente durante la estación seca, cuando los vientos alisios soplan con fuerza.

Fuente: El País de España

¿Cuál es la importancia de la ampliación del Canal de Panamá?

La Cuenca del Pacífico triplica en extensión y en magnitud económica a la del Atlántico, con lo cual los Panamax no eran eficientes para cubrir la demanda de la región. Por ello, la ampliación fue una solución importante e inteligente, ya que el Canal de Panamá estaba pasando de ser un facilitador del comercio internacional a una limitación. En el 2012, cerca de 40 por ciento de la flota mundial rebasaba las dimensiones Panamax, lo que obligaba a buscar nuevas rutas a las navieras (como en el Canal de Suez) o a diseñar nuevos esquemas de transporte.

Fuente: El País de España

El nuevo Canal de Panamá está cambiando el sistema de transporte mundial, no sólo porque cruzarlo es la opción más rápida y efectiva frente a las rutas tradicionales de Chile, África o el Canal de Suez, en Egipto, sino por la reducción de costes que trae consigo, entre un 7 y un 17% por contenedor, según los cálculos que realizan distintos operadores logísticos.

Tras la ampliación, pasarán 600 millones de toneladas de mercancías al año por el canal, el doble que antes. Ahora transitará el 5% del comercio mundial. Los principales clientes son EEUU, China y Chile.

Impacto en el Perú

Hoy el Perú es el sétimo país en el mundo en utilizar este canal con un flujo de carga con 15.1 millones de toneladas. El primero es Estados Unidos que transporta por esta vía 136.7 millones de toneladas, le sigue China con 46.4 millones de toneladas. Chile es el tercero con 29 millones de toneladas y Colombia el cuarto con 17.6 millones de toneladas.

Para poder aprovechar la ampliación del Canal de Panamá, el Perú se ve obligado a modernizar sus puertos. La más importante modernización es, sin duda, la de los Muelles Norte y Sur del Callao. En ambos, el calado se ha incrementado a 16 mil toneladas para poder recibir hasta los buques súper-pos-panamax. La modernas grúas pórtico permiten descargar los contendores a gran velocidad y su capacidad, tanto del muelle norte como del sur es de 1 millón seiscientos mil contenedores al año.

El Perú no puede volver a apartarse del mundo. A pesar de todo lo que digan algunos personajes, la prosperidad está en una mayor apertura, como se ha probado durante los últimos años, en que la realidad nos premió, derrotando a todos los demonios con los que nos amenazaron los predicadores de “las ideas muertas” durante los debates previos a la firma del TLC con los EEUU, que consolidó nuestro camino final a la integración comercial y a la atracción de inversiones. 

Lampadia




Cuando más pequeño es mejor

Cuando más pequeño es mejor

La nanotecnología tiene menos de cuatro décadas de antigüedad y está ayudando a mejorar considerablemente, incluso revolucionar, la tecnología y la industria en muchos sectores: informática, energía, medio ambiente, medicina, seguridad nacional, seguridad alimentaria y transporte, entre muchos otros. (Ver en Lampadia: Revolución Tecnológica)

¿Qué es la nanotecnología? La nanociencia y nanotecnología son el estudio y aplicación de cosas muy pequeñas y se puede utilizar en todos los otros campos de la ciencia, como la química, la biología, la física e ingeniería. Es la ciencia, la ingeniería y la tecnología realizada en una nanoescala, que es alrededor de entre 1 a 100 nanómetros.Dato curioso, ‘nano’ viene del griego νάνος, que significa ‘enano’.

Imagen conceptual de la nanotecnología molecular    Fuente: emaze.com

Para poner el tamaño en perspectiva, un nanómetro es la mil millonésima parte de un metro. Un cabello humano es tiene entre 80,000 y 100,000 nanómetros de grosor. La manipulación de la materia a esta escala ofrece herramientas innovadoras para ampliar los límites de lo que es posible, permite la creación de nuevos materiales o la modificación de los ya existentes. En la escala nanométrica, las propiedades de los materiales pueden diferir fundamentalmente de sus características a escala macro. 

Los recuadros en rojo se encuentran en la nano escala

David H.A. Blank, profesor asociado y director del programa de ciencias de los materiales de interfaces en el Instituto MESA de Nanotecnología de la Universidad de Twente, afirma que: “La nanotecnología es incomprensible e intangible a la mayoría de la gente, pero creo que la gente debe saber de qué se trata… Esta tecnología crea nuevas oportunidades. La gente debe estar más enterada del tema“.

https://www.youtube.com/watch?v=KXwW6F181i0

La mayoría de los beneficios de la nanotecnología se dan por la adaptación de las estructuras esenciales de materiales a la nanoescala para conseguir propiedades específicas. Con esta metodología, distintos materiales pueden convertirse en más fuertes, más ligeros, más duraderos, más reactivos, mejores conductores eléctricos, entre muchas otras características. Ya se utilizan en muchos ámbitos de la computación, comunicaciones y otras aplicaciones de la electrónica, proporcionando sistemas portátiles más rápidos y pequeños que a su vez pueden manejar y almacenar cantidades cada vez mayores de información.

También trae beneficios en el sector energía. La dificultad actual de satisfacer la demanda de energía del mundo se ve agravada por la creciente necesidad de proteger nuestro medio ambiente. Muchos científicos están investigando maneras de desarrollar fuentes de energía limpias, asequibles y renovables, junto con los medios para reducir el consumo de energía y disminuir las cargas de toxicidad en el medio ambiente.

Los paneles solares que incorporan nanotecnología son más eficientes que los diseños estándar en la conversión de luz solar en electricidad, con la promesa de que la energía solar tendrá más bajo costo en el futuro. (Ver en Lampadia: Energía infinita y gratuita: Promesa de un futuro cercano). Otro ejemplo, esta ciencia está mejorando la eficiencia de la producción de combustibles, así como la eficiencia del consumo de combustible en vehículos y plantas de energía a través una combustión de mayor eficiencia y disminución de la fricción.

En el caso de las infraestructuras, la nanoingeniería de acero, hormigón, asfalto y otros materiales de cemento, y sus formas recicladas, ofrece una gran promesa en términos de mejorar el rendimiento, resistencia y longevidad de las carreteras e infraestructura de transporte, reduciendo a la vez su costo. Además, los sensores y dispositivos a nanoescala pueden proporcionar monitorización estructural continua de manera rentable de la condición y el rendimiento de los puentes, túneles, rieles, estructuras de estacionamientos y aceras.

En el aspecto laboral, brinda nuevos empleos. La nanotecnología intenta crear cosas nuevas. Y donde hay cosas nuevas, hay oportunidades para los empresarios. Lo que hace que esta tecnología brinde nuevos empleos es su capacidad de cambiar radicalmente cómo se comportan los materiales y cómo se utilizan. Y eso es una gran noticia para los empresarios, ya que significan nuevas oportunidades de negocio y nuevos puestos de trabajo. En otras palabras, la nanotecnología puede ayudar a romper la tendencia de crecimiento sin empleo.

Desde el punto de vista del empresario, esto significa invertir más en la formación de científicos e ingenieros para traducir sus descubrimientos en productos comercializables; la creación de incentivos que recompensen la asunción de riesgos empresariales; la eliminación de barreras de propiedad intelectual; el desarrollo de modelos de inversión que apoyan la innovación a largo plazo; la capacitación de la fuerza de trabajo de la nanotecnología y crear un entorno donde la innovación responsable y socialmente sensible sea económicamente atractiva.

La nanotecnología también puede ayudar a millones de personas a escapar de la trampa de la pobreza proporcionando diagnósticos de salud asequible, prevenciones y curas y fertilizantes y pesticidas que sólo actúen cuando sea necesario. La tecnología por sí sola no puede romper las causas por las que persiste la pobreza, pero ofrece muchas maneras de llevar a más personas a la fuerza laboral, además de apoyo asequible en salud e infraestructuras, entre otros.

Esta ciencia, como con muchas otras tecnologías, nos ayuda a aumentar nuestra productividad; requiere menos gente para producir la misma unidad de resultado, pero que también aumenta nuestra capacidad de adquirir más unidades de resultado. Ya nos está ayudando a hacer un mejor uso de nuestros recursos naturales, por ejemplo, lo que aumenta nuestra capacidad de producción por unidad de impacto ambiental.

En términos simples, la nanotecnología nos ayuda a ser más eficientes, y con ello vendrán más oportunidades de negocio. Las políticas públicas, que actualmente se centran principalmente en el fomento del crecimiento económico, deben centrarse en proporcionar más oportunidades, menos desigualdad y un futuro económico, social y ambiental más sostenible.

La nanotecnología no es la solución, pero es, sin duda, una herramienta poderosa para lograr este ambicioso objetivo. Lampadia




“UTEC puede convertirse en la mejor universidad de ingeniería del mundo”

“UTEC puede convertirse en la mejor universidad de ingeniería del mundo”

Con dos años de funcionamiento en el país, la UTEC tiene alianzas con universidades top del mundo como Harvard, el MIT y Purdue. Asimismo, ha repatriado a catedráticos peruanos con el más alto grado académico.

Entrevista a Eduardo Hochschild. Fundador de la Universidad de Ingeniería y Tecnología (UTEC)

Por Silvia Mendoza y Abraham Taipe

(El Comercio – Portafolio, 19 de Diciembre del 2014)

El próximo lunes 29, la UTEC inaugurará su campus en Barranco. Eso le permitirá entrar a su tercer año de funcionamiento con una mejor infraestructura para atraer alumnos del Perú y el extranjero. Eduardo Hochschild cuenta en esta entrevista los avances que ha alcanzado la institución y las perspectivas que tienen de convertirse en una de las mejores universidades de ingeniería del planeta.

¿Cómo nace la idea de crear una universidad como UTEC?

Todo comenzó con mi papá [Luis Hochschild], quien hace 30 años creó Tecsup. Cuando fallece ya estaba a medias la sede de Arequipa y ahora ya estamos en el norte. Por eso consideraba que todavía había energías para una segunda etapa: la universidad. Así que hace unos años, con la ayuda de mi esposa, nos lanzamos. Desde entonces no dejo de hablar de UTEC.

¿Apostar por la ingeniería tiene que ver con las propias carencias que han visto en el sector?

Sin lugar a dudas. Una universidad de ingeniería es lo más difícil de hacer, es caro. Es más sencillo tener un auditorio con 100 estudiantes de Derecho que un laboratorio con 10 alumnos de Ingeniería. Pero es lo que más necesitamos en el país y en esas estamos.

¿La inversión a cuánto ascendió?

Casi a US$100 millones.

¿Además del grupo Hochschild, qué otras empresas apoyan este proyecto?

En el directorio de la universidad están Roque Benavides, Dionisio Romero, Carlos Rodríguez-Pastor, José Graña, Ricardo Rizo Patrón, Óscar Gonzales Rocha, Mario Testino, entre otros, quienes han ayudado de una u otra manera.

En el 2015 la UTEC entrará a su tercer año de funcionamiento. ¿Qué avances han tenido?

Ya tenemos 400 alumnos y hemos repatriado a profesores peruanos de universidades de EE.UU., Europa y Brasil. Todos tienen doctorado o están estudiándolo. En el caso de los alumnos hemos tratado de atraer talento, con Carlos Heeren, gerente general de UTEC, hemos ido a los colegios Fe y Alegría y el Colegio Mayor. También a la sierra y la selva para becar a los talentos.

¿Qué porcentaje de esos 400 alumnos está becado?

La gran mayoría. Por eso, con los ingresantes del 2015 queremos llegar a un equilibrio y tener un total de 1.000 alumnos. También buscamos atraer a alumnos del extranjero. Eso sí, seguiremos becando a los jóvenes con talento o dándoles préstamos para que puedan estudiar. Si en Tecsup un egresado gana unos US$2.000, en UTEC podrá ganar hasta US$10.000, eso les permitirá pagar sus estudios.

¿Cuán complicado fue repatriar a talentos peruanos?

Tuvimos que ir a buscarlos. A los primeros había que contarles toda la historia de este sueño, pero hoy como ya somos conocidos se comienzan a pasar la voz y acceden. Todos están instalados en el país con sus familias.

También tienen alianzas con universidades extranjeras y peruanas.

Hemos firmado alianzas con el MIT, que nos toma como su campus en América Latina para atraer talento. También con Harvard, que en su última reunión de ingeniería nos dijo que no hay ningún motivo para que la UTEC no logre ser la universidad más creativa y la mejor de ingeniería del mundo. Con estas dos universidades tenemos convenios para intercambio de profesores y realizar investigaciones en conjunto. Con la Purdue University tenemos un acuerdo para una titulación doble. En el caso del Perú estamos con la Universidad del Pacífico y la Universidad Ruiz de Montoya, la primera nos ayuda con los temas de economía y derecho; y la segunda con las humanidades.

¿Qué significa que el MIT los tome como su campus en América Latina?

Que el Perú se convierte en un polo de atracción. Ya están mandando a chilenos a estudiar aquí. Es decir, captan talentos, los traen aquí (UTEC) y luego se los llevan. El decano del MIT nos decía que se jalará a un alumno de la UTEC, y eso está bien, porque si se lleva uno, vendrán dos más. Se está comenzando a crear un flujo de tecnología, el MIT ya está viendo trabajar proyectos de investigación con empresas peruanas. Por nuestro lado, cada vez que vienen alumnos del extranjero los llevamos a las empresas peruanas para que observen, intercambien ideas y nos ayuden a resolver problemas puntuales. Es todo un flujo de conocimiento.

¿Cuál es el déficit de innovación en investigación en el país?

Los países se desarrollan en base a tecnología e innovación. Eso sucedió con EE.UU., Japón, países de Europa y recientemente con China. Por eso necesitamos investigadores, desarrolladores de tecnologías.

¿Y de qué manera ustedes apoyan este camino?

La UTEC ya está presentando ‘papers’ científicos y solicitando patentes de sus inventos. Y recién tenemos dos años de funcionamiento. Pero queremos más. También tenemos una desarrolladora de start-ups tecnológicas [UTEC Ventures].

¿Esta labor debe complementarse con la UNI, la otra universidad de ingeniería del país?

Las dos estamos empujando en el mismo camino y bienvenido que venga una tercera más.

Hoy cuentan con cinco carreras profesionales. ¿Qué otras carreras piensan en crear?

Por ejemplo con el Colorado School of Mine pensamos en una carrera ligada a la minería, con la Cleveland Clinic de EE.UU. una especialidad ligada a la medicina y la ingeniería. Asimismo, LAN Chile tienen interés en una carrera relacionada con la reparación de motores aéreos. Vamos ir viendo lo que requiere la sociedad.

Entonces su enfoque no va por las carreras tradicionales.

No. Lo marketero no es nuestro enfoque, no estamos para ganar plata sino para que el alumno estudie algo que sí le va a servir. En Tecsup el 97% de nuestros egresados tiene trabajo y eso lo queremos reflejar en UTEC.

El proyecto es loable. ¿Pero en qué período podrá ser autosostenible?

Las universidades sin fines de lucro ganan plata para desarrollarse y desarrollar a sus alumnos. Harvard reinvierte la plata que gana. Ahora UTEC y Tecsup son solo uno, pero en los próximos cinco años debería alcanzarse un equilibrio.

En una entrevista indicó que la UTEC no sería una universidad masiva y tendría hasta 2.000 alumnos. ¿Sigue pensando así?

No, el mundo está cambiando. Hoy los cursos ya se encuentran en Internet. Ahora se puede aumentar la cantidad de alumnos sin atiborrar el campus, el MIT lo está haciendo. En nuestro caso serán varios miles de alumnos, pero no todos estarán en el campus. Un semestre podrán estudiar desde su casa y el otro en el campus.

Eso quiere decir que no pasará lo mismo que con Tecsup, que empezó en Lima y hoy está en el sur y norte del país.

Tecsup se ha descentralizado, tiene tres campus principales en Lima, Trujillo y Arequipa, pero también sedes complementarias. Con UTEC vamos a mantener una sede principal y trabajar más con Internet la educación online. Obviamente, si es necesario crecer, nos ayudaremos con la infraestructura de Tecsup.

El próximo año tendrán un encuentro de gran importancia en el país

Sí, Harvard ha decidido realizar su reunión anual de ingeniería en el Perú, en la que participarán también las universidades de Stanford, Philadelphia y Toronto. Será a mitad de año y durará varios días. Habrá una tormenta de ideas sobre el futuro de la ingeniería, con charlas y exposiciones de expertos. Tenemos la idea de sumar también a universidades peruanas.