Fernando Cillóniz B.
Gobernador Regional de Ica
Ica, 30 de marzo de 2016
Para Correo Ica y Lampadia
Se abrió el tramo Pisco – San Andrés de la Autopista Chincha – Ica. Se iniciaron las obras para la modernización del Puerto General San Martín en Punta Pejerrey en Paracas. En junio próximo se inician los vuelos comerciales – ida y vuelta – entre Cusco y Pisco. El Tren de Cercanías entre Barranca e Ica – cuya ingeniería está en curso – tendrá un ramal al Puerto de Pisco.
La autopista Chincha-Pisco se inicia en el intercambio vial Chincha Alta (km. 185 de la Panamericana Sur) y concluye en el intercambio vial San Andrés. | Fuente: MTC – RPP
El mes pasado, el valle de Pisco fue integrado al proyecto “Agua Grande” a través de la incorporación de la presa Suytupampa, en las nacientes del río Pisco. El alcance final del proyecto más importante de la región ha quedado así: “Sistema de afianzamiento hídrico en los valles de Ica y Pisco y áreas irrigables de las provincias de Huaytará y Castrovirreyna en Huancavelica.” ¡Pisco va a tener agua todo el año!
El Alcalde Provincial de Pisco es una excelente persona. Con menos presupuesto – en apenas 3 años – ha hecho mucho más que lo que hicieron sus antecesores en 30 años. Obras de alcantarillado, pistas y veredas, serenazgo, limpieza pública, recreación cultural y deportiva… Pisco ha dado pasos gigantes bajo el liderazgo de Tomás Andía y su equipo de colaboradores.
Los pisqueños le pararon el macho al Congresista Oliva y a la ex Ministra Choquehuanca, quienes estaban promoviendo el desalojo del Centro de Salud de Pisco. Los chicharrones estaban detrás de un turbio negocio inmobiliario que – sabiamente – la población rechazó con firmeza. El Ministerio de Salud, la Defensoría del Pueblo, la Fiscalía, el Poder Judicial, y – por supuesto – el Gobierno Regional… todos respaldamos al pueblo pisqueño en su afán de mantener los servicios de su legendario nosocomio.
Pero hay más. También vienen… el nuevo Instituto Superior Tecnológico en Pampas de Oca; los desembarcaderos pesqueros de San Andrés, Laguna Grande, y Lagunillas; el Hatchery – o incubadora – de Conchas de Abanico en la Facultad de Pesquería de la Universidad San Luis Gonzaga; el Malecón de San Andrés; el nuevo Palacio Municipal; y las rehabilitaciones de la Plaza de Armas y la Plazuela Bolognesi. El progreso de Pisco es muy evidente y motivador.
Sin embargo, lo más-más está por el lado deportivo. Se viene el Irma Cordero, el súper anhelado Coliseo Cerrado para Vóley y Básquet. Y – lo que más pedían los pisqueños – se viene la reconstrucción del Teobaldo Pinillos Olaechea, el – también – súper esperado Estadio Municipal de Pisco para la práctica del fútbol, fulbito, y todas las disciplinas atléticas.
Ambos recintos deportivos colapsaron en el aciago terremoto del 2007. A ese respecto, todos los Gobernadores Regionales y alcaldes que ocuparon cargos durante y después de la catástrofe ofrecieron su reconstrucción… pero de la boca para afuera. En realidad, no hicieron ni los perfiles. Y menos, los expedientes técnicos. ¡Puro floro! ¡Cero efectividad! ¡Un engaño… de aquellos!
Ahora en cambio, ambas obras – el coliseo y el estadio – estarán reconstruidos y operativos antes de fin de año. Y los pisqueños… felices.
La pregunta es ¿cómo así Pisco progresa tanto? ¿Por qué Pisco sí progresa, y otras ciudades no? Obviamente, el alcalde y su equipo tienen mucho que ver en el tema. Pero hay algo más que merece ser destacado. En todas las obras antes indicadas hay empresas privadas de por medio. Empezando por la pura inversión y su efecto dinamizador en el mercado de bienes y servicios; y en la generación de empleo, producción, exportaciones, tributación, riqueza, tecnología… y todo lo demás.
Sin embargo, las empresas pisqueñas han ido mucho más allá de su mero rol empresarial. A través de Obras por Impuestos, Aportes Voluntarios, Fondos Sociales, Programas de Relaciones Comunitarias, Donaciones de Terrenos, etc. han colaborado mucho con las autoridades locales. Y – por ende – con el bienestar de la población.
En Pisco – a diferencia de otras regiones del país – la cordialidad es el común denominador entre autoridades públicas, empresas privadas, y población. En vez de quejarse de las empresas locales – y confrontarlas como si fueran el demonio, o esquilmarlas hasta dejarlas languidecientes – los pisqueños las acogen con cordialidad, y – juntos – construyen el progreso y bienestar de la población.
¡He ahí el detalle! Ojalá todos sigamos el ejemplo de Pisco… y sus empresas Si todos los peruanos fuéramos como los pisqueños, el Perú sería mejor. Lampadia