Urpi Torrado
El Comercio, 29 de mayo del 2025
“Conocer al nuevo votante es el primer paso para acercarlo a la política y al proceso electoral”.
La crisis política, la desconfianza generalizada y el poder de las redes sociales no son fenómenos nuevos, pero su impacto y la manera en que los experimenta cada generación son distintos. No basta con conocer el contexto; es necesario entender la magnitud de estos fenómenos sociales y cómo afectan a cada grupo de votantes. Los jóvenes que hoy tienen entre 17 y 23 años votarán por primera vez en las próximas elecciones generales. Al igual que los demás ciudadanos, enfrentarán una cédula compleja y una oferta fragmentada de partidos, pero lo harán desde una posición distinta, pues están más alejados de la coyuntura política del país. Por ello, una nueva encuesta de Datum y El Comercio para el Día 1 Summit nos ofrece luces sobre cómo se vincula esta generación con la política.
Aunque el padrón electoral no ha cerrado, el Reniec ha adelantado algunas cifras preliminares. El Perú tiene 27,5 millones de ciudadanos habilitados para votar, de los cuales 2,5 millones son jóvenes que nunca han votado. Este grupo es más activo en redes sociales que las generaciones anteriores: se informa, sigue a políticos e interactúa en plataformas digitales. Sin embargo, esta conexión virtual no se traduce en un compromiso real con la política tradicional; el 65% afirma que no participaría de ninguna manera en actividades políticas, y apenas un 6% se considera dispuesto a hacerlo. Una cuarta parte dice que podría considerarlo. Las principales barreras para involucrarse son la desconfianza en los partidos y movimientos políticos, y la falta de interés por la política.
El 73% de los jóvenes se informa a través de redes sociales, aunque el 62% reconoce que está poco o nada informado. TikTok y Facebook son las plataformas más usadas, pero también las más cuestionadas, la mayoría desconfía de ellas como fuente confiable de información. A pesar de esto, los medios tradicionales como la televisión y la prensa escrita siguen siendo los más confiables, aunque han perdido peso como principal canal de noticias.
Aunque están desconectados de la política, más de la mitad de los jóvenes se ubica en el centro del espectro ideológico. El 18% se identifica con la derecha y el 14% con la izquierda. A su vez, la mayoría considera que el Perú necesita un gobierno democrático, aunque una quinta parte expresa preferencia por un régimen autoritario. Esto refleja una tensión entre el ideal democrático y la frustración con la realidad política del país.
La investigación también muestra que la corrupción, la inseguridad y la política son motivos de vergüenza para una parte importante de estos nuevos electores, mientras que el orgullo y el amor por el país persisten como sentimientos predominantes, aunque con riesgo de debilitarse si la situación no mejora. La lucha contra la corrupción es, de hecho, la causa más movilizadora entre los jóvenes, incluso por encima de otras demandas como la inseguridad o la economía.
Aunque más de la mitad de los jóvenes declara haber recibido algún tipo de información sobre política durante su etapa educativa, solo un 16% lo hizo de manera amplia y frecuente. Peor aún, la mayoría considera que esa formación ha tenido poco o ningún impacto en su involucramiento o comprensión de la política. Este hallazgo refleja una carencia en el sistema educativo, pues al finalizar la etapa escolar, muchos jóvenes no comprenden cómo funciona el Estado ni qué esperar de sus instituciones. Esa falta de formación cívica abre una brecha entre las expectativas y la gestión pública, lo que contribuye a la apatía política y a la desconfianza hacia las instituciones.
Conocer al nuevo votante es el primer paso para acercarlo a la política y al proceso electoral. Partidos, candidatos e instituciones deben entender sus preocupaciones, fuentes de información y referentes. Solo así podrán construir confianza y promover una participación más informada.