Por: Sergio Bolivar
Expreso, 19 de mayo del 2022
El Colegio de Economistas del Perú mantiene un perfil bajo evitando pronunciarse en relación con la actual crisis. Una tarea pendiente para los economistas colegiados es tratar el deterioro económico por la caída de las inversiones y el frenazo del crecimiento que trajo el gobierno de Castillo. Para este colegio profesional, la pérdida de la institucionalidad está relacionada a la falta de comunicación.
Las 24 órdenes departamentales del Colegio de Economistas usan la imagen del Cóndor Chahua de Guamán Poma en el logo, que hace alusión al viejo maestro de los “khipus” del imperio incaico, conocido como el “Contador Mayor I Tezorero Tavantinsvio Quipoc Cvraca Condor Chava”, que era el economista de la época. Según Franklin Pease y Frank Salomon, este personaje tuvo una trascendencia clave durante el siglo XVI, porque usó el khipu para defender los intereses andinos en sus propiedades y articular con la encomienda.
El ejemplo idílico de Cóndor Chahua debería ser tomado como inspiración por los economistas colegiados a fin de proteger la economía afectada ahora por el incremento del riesgo país -alto para nuestro estándar-. El pasado miércoles 11, este indicador cerró con 1.81 puntos porcentuales según JP Morgan. ¿Pero qué significa? Funciona de forma similar a los khipus del mundo andino, porque permite articular al país según este indicador. Hoy en día, mantener el riesgo país en un nivel bajo y controlado promueve el interés por invertir e indica que el país puede honrar sus obligaciones financieras en el exterior. Es decir, el riesgo país es la percepción del inversionista acerca del cumplimiento de los compromisos de deuda externa, comparado con otros países.
Resulta muy importante la comunicación institucional del Colegio de Economistas, acerca de la inestabilidad política que atravesamos por los escándalos de corrupción, el negativo impulso a la constituyente, la paralización minera, los recientes bloqueos del transporte y los conflictos sociales.
La agenda pública del Colegio de Economistas debe incorporar las variables que afectan al riesgo país, desde lo político, económico, entorno social, seguridad, institucional, e inclusive judicial, asimismo, sus efectos en las proyecciones de crecimiento económico para el 2022. La comunicación institucional debe considerar la lucha por no perder lo construido en décadas. Por ello, resulta prioritario que el Colegio de Economistas transmita su opinión y, además, busque la unión con otros colegios profesionales para articular una voz más poderosa.
Una política económica adecuada busca el fortalecimiento de las instituciones, reduciendo el impacto de las tasas internacionales y el incremento de los precios, producto de la guerra que afecta Ucrania. El rol del Colegio de Economistas estaría centrado en generar más respaldo a favor del Ministerio de Economía (MEF), el Banco Central de Reserva y la Superintendencia de Banca y Seguros para que logren impulsar la inversión pública y compensar la caída del PBI. Además, el pronunciamiento del Colegio de Economistas debe ser fuerte contra el Ministerio de Energía y Minas, manejado por Cerrón que pidió el retiro del titular del MEF.
La percepción de economistas que se han alejado del colegio es que la entidad sirve a los intereses particulares de sus dirigentes y no para pronunciarse por el bien común del Perú. La comunicación es importante para crear comunidad, para influir a favor de la economía y para fortalecer la institución. El Colegio de Economistas debe implementar un control ético profesional, afianzando y vigorizando la participación de más profesionales. Siempre habrá opciones, como lo dijo Edmund Burke: “Para que el mal triunfe, solo se necesita que los hombres buenos no hagan nada”