Roque Benavides: “Cobre es el metal del futuro y el precio se elevará inevitablemente”
Expreso, 27 de octubre del 2025
Fidel Quevedo Linares
Benavides calificó de «absurdo» el lema «agua sí, mina no», y propuso un análisis bajo el concepto de cuenca. Recordó que el Perú es el octavo país en el mundo con mayor cantidad de agua dulce, pero en valles de la costa, el 85% del agua de lluvia se va al mar.
El presidente del directorio de la Compañía Minera Buenaventura, Roque Benavides Ganoza, se erigió como una de las voces más autorizadas en la Conferencia Anual de Seguridad y Desarrollo “CASEDE 2025” (organizado por el Centro de Altos Estudios Nacionales, CAEN), desgranando una visión integral y estratégica sobre el papel fundamental de la minería en el desarrollo sostenible y la estabilidad económica del Perú. Su ponencia fue una clara exhortación a la acción, dirigida a todos los estamentos de la sociedad, para capitalizar los ingentes recursos naturales de la nación, con un énfasis particular en el cobre, al que catalogó sin ambages como el metal que definirá el futuro energético y ambiental del planeta.
Benavides Ganoza no solo presentó cifras contundentes, sino que también enmarcó la minería dentro de un esquema de responsabilidad social compartida y eficiencia ambiental, ofreciendo ejemplos concretos de cómo la industria formal puede ser un activo ambiental y un catalizador de progreso descentralizado.
Cimiento de la inversión
Antes de adentrarse en el ámbito minero, Benavides Ganoza dedicó un espacio significativo a la importancia de la estabilidad macroeconómica, un pilar que considera esencial para cualquier inversión a largo plazo en el Perú. Hizo un reconocimiento a las figuras históricas que han sentado las bases de esta solidez, como don Julio Velarde, actual presidente del Banco Central de Reserva del Perú (BCRP), a quien calificó de prohombre y figura de admiración.
No obstante, recordó también la figura de don Germán Suárez, otro expresidente del BCRP, quien logró la hazaña histórica de reducir la inflación desde el dramático 7,650% en 1990 a tan solo el 1% en el año 2000, un verdadero récord Guinness. Este recordatorio del pasado busca inculcar una cautela permanente ante la tentación de repetir errores, especialmente en un contexto donde, según alertó el propio Benavides, el Congreso de la República parece propenso a emitir un considerable número de medidas populistas. La inflación fue definida por el ejecutivo de Buenaventura como “el impuesto a los pobres”, lo que justifica la necesidad de de mantenerla siempre a raya.
El crecimiento proyectado para el PBI en 2025, situado por el BCRP entre el 3% y el 3.5%, es visto como una meta alcanzable, siempre que se garantice la estabilidad política y se evite la concreción de las mencionadas medidas populistas que amenazan con desbalances económicos. En este escenario, la inversión privada es el motor principal, siendo comparada con el “caballo percherón al que hay que alimentar” – citando a Winston Churchill – y no con la vaca a la que solo hay que ordeñar, ilustrando que la inversión debe ser incentivada y no solo vista como fuente de recaudación. El crecimiento de la inversión privada es directamente proporcional al crecimiento del país y la generación de los puestos de trabajo que tanto necesita la población. El crecimiento del empleo formal, que fue del 5% en 2024, es una señal positiva que debe ser alimentada con más inversión y estabilidad.
Oportunidad minera
El núcleo de la ponencia se centró en la vasta cartera de proyectos mineros que, según las cifras oficiales del Ministerio de Energía y Minas (MINEM), asciende a 54,000 millones de dólares. Roque Benavides Ganoza hizo un llamado enfático a que estos proyectos sean puestos en valor sin dilación, argumentando que su desarrollo representa la clave para un salto cualitativo en la economía y el bienestar social del Perú. La paralización o la lentitud en la ejecución de estos proyectos es una oportunidad perdida, y su concreción permitiría generar la asombrosa cifra de 2.3 millones de puestos de trabajo nuevos en el país.
El ejecutivo de Buenaventura ilustró el impacto de la minería con cifras que definen su trascendencia en la economía nacional. La minería representa el 14% del PBI total del país, y constituye el 58% de las exportaciones nacionales, sumando $45,000 millones de dólares, una cifra que empequeñece los 12,000 millones de dólares exportados por la agroindustria. No se trata de elegir entre sectores, sino de reconocer la importancia de cada uno, pero es innegable que la minería es el principal generador de divisas. Además, la industria minera aporta el 19% de los tributos empresariales y consume el 50% del consumo de energía eléctrica, haciendo de la minería un pilar para el desarrollo de la interconectividad eléctrica en el Perú, explicó.
Roque Benavides Ganoza también desmanteló el mito de que la minería no genera suficiente empleo. Detalló que más de 250,000 personas trabajan de forma directa en el sector. Al citar un estudio del Instituto Peruano de Economía (IPE), destacó el efecto multiplicador de la industria: por cada puesto de trabajo directo, se generan ocho puestos de trabajo indirectos o inducidos, lo que implica que la minería es la fuente de sustento, directa o indirecta, de entre 6 y 8 millones de peruanos.
Además, resaltó el carácter descentralizador de la minería, que opera lejos de las grandes urbes, en departamentos como Cajamarca, Huancavelica, Moquegua, Tacna y Arequipa, contribuyendo así a la necesidad de descentralizar la producción nacional.
“Metal del futuro”
Una de las secciones más importantes de su presentación se centró en el cobre, al que no dudó en describir como el “metal del futuro” y el “metal del medio ambiente”. Esta valoración está directamente ligada a la transición energética global. Roque Benavides Ganoza señaló que, al visitar Europa, China o Japón, es evidente el impulso de la electromovilidad, donde la mayoría de los vehículos son eléctricos. Un vehículo eléctrico consume, en promedio, cuatro veces más cobre que un vehículo a combustión. Este dato, sumado al creciente impulso en países como la India, Indonesia y otros, crea una demanda exponencial que la oferta mundial no podrá satisfacer.
El mensaje fue una advertencia y una oportunidad simultánea: la demanda será tal que “no va a haber suficiente cobre en el 2030 para la cantidad de consumo del planeta”.
Responsable
La industria minera formal y responsable es además un ejemplo de eficiencia en el uso del agua. En Buenaventura, se recircula el 93% del agua utilizada, siendo esta una práctica que no solo es ambientalmente responsable, sino también más económica, aprovechando la tecnología.






