Por: Rolando Arellano
El Comercio, 20 de abril de 2020
La verdad no está en los extremos, como sucede hoy cuando solo recibimos noticias negativas sobre la pandemia del COVID-19. Por ello, casi como una vacuna, es importante que las personas sensatas vean también los hechos positivos, para enfrentar más balanceadamente la realidad. Aquí algunos ejemplos de la versión opuesta de las cosas, quizás igualmente sesgada, y las consecuencias prácticas de verla.
¿Hay mucha preocupación en la población? Sí, pues en nuestros estudios el 72% cree que la situación impacta negativamente al país. Pero el 85% piensa que volverá a la normalidad en un año o menos, y que hará el esfuerzo para lograrlo. Y aun si ese no fuera el plazo real, los organismos internacionales repiten que somos uno de los países de mejor pronóstico. Confiemos en el esfuerzo de los peruanos.
¿Qué la cuarentena nos inmoviliza? Sí, pero el 53% siente que lo ha ayudado a incrementar los lazos familiares ayudando a reconstruir la unión que se iba perdiendo. Y si se ha paralizado gran parte del sector productivo, 23% considera que eso ayuda a la recuperación del planeta y genera más conciencia para protegerlo. Reforcemos esos intangibles, que de otra forma no hubiéramos ganado.
¿Estamos gastando los ahorros del país? Sí, por una buena razón, pero al emitir deuda previendo mayor gasto fiscal, por nuestra buena reputación nos prestan a tasas menores de 3%, entre las más bajas de nuestra historia. Y mientras nuestros vecinos pagan entre 10% y 30% más por sus importaciones (incluidos medicamentos) los peruanos solo pagamos 2% más, por nuestra menor devaluación anual. Protejamos y mejoremos las partes del sistema que funcionaron bien.
¿Que algunas empresas se portaron mal? Algunas lo hicieron, y la crítica mayor fue a los pequeños comerciantes que subieron precios. Pero también, algo nunca visto en monto y duración, se han listado más de 200 iniciativas de solidaridad (www.perusiempre.com) con cientos de millones de soles de ayuda desinteresada de empresas de todo tamaño. Reconozcamos su solidaridad, para estimularlas a dar más.
¿Crecen los infectados? Sube el número de infectados detectados, pero con ello la tasa de mortalidad disminuye. Si antes moría el 6%, hoy la tasa es cercana a 2% y sigue achicándose. Siempre será una cifra inmensa para nuestro sistema de salud, pero ayuda saber que la tendencia mejora. Estimulemos los test, para que nos aclaren el panorama de la pandemia.
En fin, hoy las personas sensatas debemos obligarnos a evaluar bien tanto lo malo como lo bueno que ocurre, sin sesgos y con ecuanimidad en la interpretación de los datos. Y así, con buena voluntad en su difusión, ayudaremos mucho más al país. Que tengan una semana muy positiva.
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