Expreso, 15 de Enero del 2023
Escrito por: Mile Cacic
Confundir nuevamente al terrorismo con vándalos, manifestantes iracundos o abigeos, nos volverá a costar miles de muertos, violencia y destrucción. Estos no son ni vándalos ni abigeos, son terroristas que han planificado, dirigido y ejecutado actos de violencia subversiva en el sur, financiados por el narcotráfico y otras actividades ilegales. Son terroristas que incitan a la población descontenta a servirles de fuerza de choque, mientras ellos asesinan policías, destruyen aeropuertos y toman carreteras, incendian propiedad pública y privada y atacan a las fuerzas del orden.
El Estado tiene la obligación de enfrentar esta violencia subversiva utilizando la fuerza legítima como lo manda la Constitución y la ley. Tanta fuerza como sea necesaria para superar de forma contundente a estos delincuentes. Sra. Boluarte, no puede mandar a las fuerzas del orden en inferioridad de condiciones, si quiere disuadir y evitar que los violentistas crean que pueden doblegar al Estado. Se necesita decisión, mano fuerte y mente clara, Ud. está defendiendo a 33 millones de peruanos dentro de la ley de una minoría cuyo fin es tomar el poder por la fuerza e implantar un narco estado con Ud., el Sr. Otárola, la Dra. Benavides y otros miembros del Estado en la cárcel y cualquier títere corrupto en Palacio de Gobierno.
El Perú con sus fuerzas armadas y policiales, ya derrotó al terrorismo antes y lo volveremos a hacer, pero esta vez no permitiremos que sus cómplices enquistados en el Estado, poder judicial, ONGs, o en la CIDH los liberen e indemnicen para que años más tarde intenten destruir el país.
La subversión cuenta con cómplices y grupos de apoyo que azuzan desde diferentes lugares, incluyendo el Congreso y algunas radios como ocurre con los bermejos, los pukas y betssys y demás miembros de esta plaga de sabandijas rojas que quieren destruir nuestro país junto con los vende patrias que pretenden desmembrar el territorio nacional.
Es obligación del Estado identificar a todos aquellos que han desatado la violencia y son responsables de las decenas de muertos que se han producido para aplicarles el peso de la ley. Muchos ya están identificados y otros aparecen en las redes sociales como el delincuente terrorista que lee en Arequipa los criminales acuerdos de la denominada asamblea de la macro región sur.
Ninguno de los pedidos de los violentistas es admisible y tienen poco que ver con los cambios que anhela el común de la gente que quiere progresar, pero están en línea con los pedidos de la izquierda retrógrada que ante las obvias carencias que sufren muchos compatriotas solo atinan a pedir cambio del modelo económico y nueva constitución.
Nadie sabe cuáles son estos cambios, pero no hay que ser un lince para saber que quieren un modelo castro chavista al estilo Venezuela, Nicaragua o Cuba, países que el socialismo convirtió en fábricas de pobres. Los peruanos nunca lo permitiremos.
La economía peruana se rige por los mismos principios que la de aquellos países que han logrado bienestar y progreso para su gente. El Perú no necesita ni nueva constitución ni nuevo modelo económico, necesita menos Estado, menos corrupción, menos burocracia, menos empresarios mercantilistas timoratos y menos socialismo.