“La responsabilidad social no son poses”
Entrevista a Juan Manuel Arribas
Perú21, 12 de setiembre del 2024
Mijail Palacios Yábar
Es director ejecutivo de la asociación Hombro a Hombro y próximamente tendrá una videocolumna en Perú21. Entrevistamos a Juan Manuel Arribas.
Estudió Derecho, se dedicó al marketing y fue campeón nacional de tiro. ¿Por qué entregó su tiempo a la responsabilidad social?
“¿Quién me acompaña a Cajamarca?”, preguntaba su padre. “Yo, yo, yo”, decían los hijos y alzaban emocionados la mano. Así, Juan Manuel conoció el Perú. Su padre era vendedor y recorría el país, sobre todo los mercados. “La única forma de tener la fibra de servicio es conociendo. No amarás al Perú si no lo conoces”, me dice.
Estaba camino al aeropuerto Jorge Chávez para viajar a Iquitos. De pronto, el automóvil se empezó a mover de manera irregular. Prendió la radio y, efectivamente, hubo un temblor, que sobre todo se sintió en Santa María de Nieva, Amazonas, cerca de la frontera con Ecuador. “Para haberse sentido así en Lima, esto debe haber sido un cataclismo en Amazonas”, pensó Juan Manuel. Y cambió de dirección rumbo al Centro de Operaciones de Emergencia Nacional, donde tiene un lugar en representación de los empresarios.
Juan Manuel Arribas es director ejecutivo de la asociación Hombro a Hombro y pronto tendrá una videocolumna en las plataformas de Perú21.
Abraham Levy, ‘El hombre del tiempo’, ha escrito sobre Hombro a Hombro que “es el patriótico concurso de decenas de empresas, empresarios, ejecutivos para asistir a nuestros compatriotas en el caso de desastres”.
Muchas gracias a Abraham por esas palabras bonitas. Tenemos, en general, un empresariado que es muy solidario y proactivo cuando ocurren desastres, pero antes no había un ente que agrupara a todas las empresas para trabajar en equipo con el Estado. Es decir, en vez que cada empresa vaya por su lado, tratando de hacer lo mejor que pueda, la idea ahora es juntar a todo el sector privado, todos los bancos, todas las minas, todas las empresas de consumo masivo, etcétera, y trabajar en coordinación con la autoridad, con el Instituto Nacional de Defensa Civil (Indeci), que define qué llevar, qué no y a dónde. De esa manera, hacemos que nuestra actuación sea inmensamente más eficiente.
Lo que ya han puesto a prueba en la pandemia.
Desde El Niño Costero de 2017, en los huaicos de Arequipa, Moquegua y Tacna.
¿Dirías que tu motivación es el Perú?
Absolutamente. He sido scout en el colegio, salíamos a provincias y luego en la universidad formamos grupos de estudiantes para preocuparse por la realidad nacional. También participé en el Movimiento Libertad, de Mario Vargas Llosa, nos íbamos a provincias.
Hay una vocación dirigencial, de estar en el campo.
También es la educación en el colegio: el jesuita que inculca mucho pensar en los demás.
¿Por qué estudiar Derecho?
Para tratar de arreglar las cosas. Pero una vez que comencé a practicar, la verdad que no me gustó mucho la carrera. La terminé e hice una maestría en la Universidad de Piura, donde descubrí el marketing, y empecé a practicar en Inca Kola. Estuve casi 10 años en gaseosas. Estando en Coca Cola, pasé a Alicorp, hasta que me llamaron del mismo Alicorp para armar el área de Responsabilidad Social.
¿La responsabilidad social debe ser un tema trasversal en toda organización?
Es que, si no, no es genuino. ¿En un brazo soy responsable y en el otro no? No son poses. Trabajar bien y ser buen ciudadano corporativo es un tema de esencia; no es un tema de “ah, desde ahora soy así”. No. Esto no es un maquillaje, es algo intrínseco a la acción de un empresario o de una compañía. Si no es genuino, no es sostenible.
Y la gente tampoco lo cree.
¡Exactamente! Es un tema de reputación. A raíz de la experiencia en El Niño Costero, los tres grupos empresariales más importantes del país, Breca, Intercorp y Gloria, decidieron y nos llamaron a Soluciones Empresariales contra la Pobreza (una ONG que formamos con Pedro Olaechea y Lucho Salazar con la idea de apoyar al Estado en temas de gestión de política pública) y nos dijeron para lanzar un frente empresarial ante desastres. Ahí nació Hombro a Hombro.
Más allá de ser un trabajo, ¿por qué hacerlo?
Creo que hay una vehemencia, una obsesión por atender a nuestra gente. Si tenemos, como sociedad, la posibilidad de hacer algo para minimizar ese costo, ¿por qué no hacerlo? El doctor Arellano hizo un estudio en la pandemia y demostró que el empresario peruano apoyaba varias veces más en términos porcentuales sobre el PBI que el sector privado norteamericano, por ejemplo, cuando ocurrió la pandemia. Entonces, si tenemos un sector privado que genuinamente ayuda, muchísimos de ellos sin salir en reflectores, ¿por qué no juntarnos y hacer más eficiente el tema?
¿En casa la familia no te pide tener un trabajo más ‘convencional’, no relacionado con emergencias nacionales?
Tengo el soporte de mi familia al máximo.
Has venido con tu hijo a esta entrevista y eso dice algo también… Como tu padre cuando te llevaba fuera de Lima…
Mira tú, qué bonito eso, me emociona mucho… Lo que pasa es que de aquí nos vamos al simulacro en la Plaza Mayor de Lima.
Esos momentos padre-hijo se quedan grabados. Quizás por eso hoy te dedicas a esta labor de responsabilidad social…
No lo había visto así, pero es un punto… Hoy mi padre tiene 96 años y mi madre 91.
¿Qué te dicen de la labor que realizas?
Están contentos…
Autoficha:
-“Soy Juan Manuel Arribas Berendsohn, tengo 55 años. Nací en Piura. En el 76 vinimos a Lima, cuando yo tenía 7 años, a mi padre lo pasaron a trabajar a Lima. Estudié Derecho. Hice la maestría en Dirección de Empresas. Hoy en Hombro a Hombro somos 72 empresas”.
-“La información que vamos a brindar en la videocolumna de Perú21 es supremamente importante y se centra en el siguiente hecho: cuando ocurren desastres importantes, no tendremos cerca a los rescatistas; cada familia tendrá que atenderse a sí misma”.
-“Somos responsables de identificar las zonas seguras en la casa, ruta de evacuación, saber dónde ir, saber qué hacer, y cada uno tiene que difundir esas ideas a los vecinos. En la videocolumna daremos tips útiles para usarlos en las familias, que es lo más valioso que tenemos más allá de lo material”.