Por Fernando Palomino Milla
Expreso, 13 de enero del 2022.
El 13 y 15 de enero se conmemora un aniversario más de las Batallas de San Juan y Miraflores durante la Guerra del Pacífico, gestas heroicas donde se lavó el honor nacional ante el invasor y miles de peruanos, del ejército de línea, marina de guerra y en especial del ejército de reserva constituido por todos, sin distinción alguna, ofrendaron sus vidas y sangre en las trincheras de la periferia de la capital por la libertad y soberanía nacional.
Hoy, 141 años después, el Perú se debate ante un dilema similar, no por las armas como ayer, sino ante un proyecto marxista y totalitario que pretende ser impuesto a toda costa para lo cual se deberá pisotear las libertades fundamentales, la democracia, soberanía nacional e implementar un modelo trasnochado y fallido en el mundo para lo cual es necesario cambiar la Constitución Política vigente para perpetuarse en el poder.
Las lecciones de San Juan y Miraflores nos deben llevar a una profunda reflexión como peruanos. Una actitud ingenua, permisiva y sobre todo el hecho de no estar unidos como en aquel entonces hizo más fácil el triunfo del adversario y trajo una secuela de dolor, muerte, destrucción de la economía nacional, mutilación territorial y atraso y que nos costó muchos años recuperarnos.
En el 2022 la situación no es diferente, el Perú puede caer en poco tiempo en un espiral de dolor y desolación que ya experimentamos en el pasado y que nadie en su sano juicio quiere repetir. Vemos día a día la actitud desafiante del gobierno en imponer su ideología y en destruir todo lo avanzado.
A no dudar, hemos tenido tres momentos trascendentales en la historia del Perú, la Guerra del Pacífico, guerra convencional, la guerra contra el terrorismo, guerra no convencional, y hoy una guerra política de baja intensidad, pero muy letal de seguir prosperando, desatada por el marxismo totalitario contra el Perú en todo sentido. Debemos actuar antes que sea demasiado tarde, políticos, empresarios, trabajadores, campesinos, ciudadanos de pie, la juventud, todos sin distinción, unidos en un solo ideal y liderazgo para preservar la democracia y los valores fundamentales que hemos forjado durante la historia y que tanto nos costó.
Peruano es momento de despertar de tu letargo, aún estamos a tiempo de evitar que nos hundamos en el fango del totalitarismo, es momento de unirnos y de anteponer intereses personales, en especial la clase política que cree en la democracia. No es momento de tibiezas ni de posiciones indolentes, todos tenemos un deber con la verdadera Patria Grande, el Perú, que hoy nos necesita más que nunca.
El Perú se defiende, el Perú no se rendirá ante el marxismo totalitario.