Comentario de Lampadia
Sobre la Visión de Futuro, IPAE hizo dos intentos frustrados de promover una Visión Compartida.
El primero en CADE 96, que se malogró por el secuestro de la Embajada de Japón que alteró profundamente la vida del país y luego por tratar de compendiar la Visión de IPAE con las de otras tres instituciones.
El segundo en CADE 2014, que inexplicablemente, IPAE guardó en un cajón.
La Visión propuesta en Cade 2014 reza:
Visión del Perú al tercio de siglo
El Perú será un país democrático y globalizado,
encaminado al desarrollo integral, sostenible y duradero,
con sentimientos de pertenencia y ciudadanía,
en el que se respete la ley.
Sin embargo, nunca es tarde. Veamos si IPAE abre el cajón de la Visión en Cade 2016.
Fernando Ortega San Martín
Perú21, 16 de agosto de 2016
Hace unas semanas se realizó en Washington D.C. la reunión anual de la World Future Society, que celebraba sus bodas de oro. Los más de 500 futuristas participantes no dejamos de sorprendernos por la forma en que la convergencia tecnológica NBIC (Nano-Bio-Info-Cogno) está llevando hoy el conocimiento hacia fronteras que pensábamos que recién se alcanzarían en la próxima década.
Lo más preocupante es que la brecha tecnológica que nos separa de los grandes centros desarrolladores del conocimiento crece día a día. Todos los días se difunden los avances logrados en materiales nanoestructurados (como el grafeno), en computación cuántica, en biología sintética, en inteligencia artificial, en Internet de las cosas, temas en los cuales no tenemos en el Perú grupos competentes que vengan trabajando.
Eso no debería llamarnos la atención, pues somos uno de los pocos países donde no se cuenta con una visión de futuro explícita, realista (no utópica) y aceptada por todos los ciudadanos. El Plan Bicentenario fue un problema demasiado complejo para el Ceplan en las dos administraciones pasadas; es decir, no solo fueron 10 años perdidos, sino que comprometieron peligrosamente el futuro del país.
Mientras que nuestros vecinos de América Latina (Brasil, Colombia, Argentina, Chile, México) ya comenzaron a construir sus futuros nacionales desde hace años, nosotros no sabemos si seremos solo un país turístico y de producción agrícola orgánica (por lo que hemos escuchado a los voceros de este gobierno), o si podemos intentar ser mucho más que eso.
Sin una visión clara con horizontes temporales al 2030, 2040 y 2050, la mitad del siglo XXI nos va a encontrar como un país que se quedó anclado en la historia. Perdimos los trenes del guano, del salitre, del caucho y de los metales, esperemos no perder también el tren del conocimiento.
Lampadia