Felipe Morris, Economista y Presidente de Interseguro
Gestión, 18 de noviembre, 2015
No voy a escribir sobre la propuesta de la Comisión de Economía de permitir que las personas retiren sus fondos cuando lleguen a la edad de jubilación para hacer con ellos lo que deseen, porque siendo parte del gremio de seguros podrían pensar que hay conflictos de intereses. Por el contrario, voy a presentar una perspectiva diferente a la discusión, describiendo cómo funciona el sistema previsional en EE.UU., un país calificado entre los más libres económicamente. Utilizo este ejemplo ya que muchos están argumentando que obligar a las personas a adquirir una renta o pensión con el dinero ahorrado les restringe sus libertades individuales. Como se verá, EE.UU. tiene un sistema de ahorro previsional obligatorio muy estricto, con el que hay algunas coincidencias.
En EE.UU., tanto los trabajadores dependientes como los independientes están obligados a aportar el 12.4% del salario para ahorro previsional. En el caso de los dependientes, la mitad del aporte lo hacen los empleadores, pero al final es parte del costo bruto de un empleado. El dinero aportado va a una olla común que sirve para pagar pensiones vitalicias a las personas cuando llegan a la edad de jubilación, siempre y cuando se cumpla con haber realizado el mínimo de aportes. No se permite devolución de ningún tipo y la edad de jubilación que está en 65 años la han subido a 67 años para los nacidos después de 1960.
Adicionalmente, en EE.UU. se han establecido sistemas complementarios de ahorro voluntario donde existen incentivos de tipo tributario o matching para fomentar el ahorro previsional. En EE.UU., es claro que muchas personas son conscientes de que la pensión a la que podrán acceder a través del seguro social no va a ser suficiente para permitirles tener el retiro que desean, y eso que el monto tope hoy en día está en US$ 2,600, y por ello hay mucha gente que ahorra en estos esquemas voluntarios. A pesar de esto, existe una gran preocupación porque se considera que la población no está ahorrando lo suficiente para la jubilación.
En EE.UU., nadie en su sano juicio ha propuesto la eliminación del ahorro obligatorio o el uso del ahorro previsional con fines diferentes a una pensión, y eso que estamos hablando de uno de los países con mayores libertades económicas del mundo. Es paradójico que incluso podríamos argumentar que el sistema previsional peruano ofrece más libertades al ciudadano, ya que le da la posibilidad de optar entre el sistema de capitalización individual y el de reparto de la ONP, mientras que en EE.UU. todos están obligados a aportar al sistema público.
En conclusión, no son ciertos los argumentos de aquellos que dicen que las políticas públicas que coartan las libertades individuales son siempre malas. En el caso particular del ahorro previsional, existe un consenso generalizado de que es necesario restringir las libertades individuales para proteger el bien común.