Comentario de Lampadia
Felipe Morris, incluso desde el sector privado, no ha dejado nunca de participar de los temas de mayor importancia nacional, algo que deberíamos hacer muchos más. En el caso del Sistema Privado de Pensiones se involucró desde su concepción y ha seguido así hasta hoy, que esperamos no sea la de su desaparición final con las recientes absurdas normas populistas del Congreso.
En este mes de julio Felipe ha presentado su libro: “Llegó la hora de jubilarme. ¿Ahora qué hago?”, que recomendamos leer pues es informativo, sencillo y oportuno.
Líneas abajo presentamos un artículo de Morris que aclara nítidamente la incidencia de la esperanza de vida en las pensiones a través de rentas vitalicias y, contradice la información distorsionada que se ha propapalado sobre el Sistema Privado de Pensiones.
Felipe Morris, Economista
Gestión, 12 de julio de 2016
Las empresas de seguro calculan las pensiones vitalicias de las personas usando tablas de mortalidad, la ley de los grandes números y la expectativa de vida de la población.
Cada cierto tiempo entrevistan en los medios a congresistas opositores del Sistema Privado de Pensiones, quienes siempre mencionan que las empresas de seguros o las Administradoras de Fondos de Pensiones -AFP se quedan con el dinero de los jubilados, los que no recibirían la totalidad de su dinero a no ser que vivan hasta los 110 años. Lo dicen con unas caras de corderos degollados, que es difícil no creerles, y si adicionalmente los entrevistadores no los corrigen, se salen con la suya y desprestigian al sistema.
La realidad es muy diferente, ya que las empresas de seguro calculan las pensiones vitalicias de las personas usando tablas de mortalidad, la ley de los grandes números y la expectativa de vida de la población. Si bien las tablas pueden llegar a la edad de 110 años, el efecto de esto sobre la pensión que se ofrece a los jubilados no es relevante para edades encima de la expectativa de vida. Lo voy a explicar con un cuadro sencillo (adjunto).
El cuadro adjunto muestra distintos escenarios de pensión mensual que podría obtener una persona que se jubila a los 65 años, considerando diferentes estimados de años de vida restante. Asumimos que la persona acumuló S/. 226,000 en su fondo, que la empresa de seguros le ofrece 6.5% anual y que la pensión que recibe en soles se ajusta anualmente al 2%. Las cifras muestran los distintos montos de pensión inicial que podría recibir dependiendo del supuesto número de años que vivirá. Si piensa que podrá vivir 10 años a partir de la jubilación, hasta los 75 años, podría recibir una pensión ajustable de S/ 2,514 y no quedarse sin recursos económicos. Sin embargo, si piensa que vivirá hasta los 90 años, su pensión ajustable debe empezar en S/ 1,617 para que le alcance durante 25 años. Podemos hacer estos cálculos para distintos supuestos de años de vida. Se aprecia que mientras mayor sea nuestra expectativa de vida, menor es la pensión que podremos adquirir con un fondo determinado y si queremos la certeza de que el dinero no se acabe en nuestra vida, que tiene duración incierta, esta tiene que ser menor.
El cuadro incluye el caso de una renta vitalicia para los que viven 110 años o más, donde se observa que la persona podría recibir una pensión de por vida ajustada al 2% anual, la que empezaría en S/. 1,570. Como se aprecia, la diferencia entre las pensiones vitalicias asumiendo que un afiliado vivirá hasta los noventa años o más de 110 años es de solo S/ 47, la que equivale a menos de 3% entre ambas. El cuadro también muestra que la suma de las pensiones que recibiría el jubilado si comprara una renta vitalicia de S/ 1,570 sería mucho mayor de los S/ 226,000 que entregó a la empresa de seguros, siempre y cuando viva más de 75 años.
¿De dónde sacan entonces los congresistas que las personas tienen que llegar a los 110 años para llevarse todo su dinero, insinuando que se lo roban las AFP o las empresas de seguros? Aseveraciones como esa basadas en información falsa le han hecho mucho daño al sistema, ya que han contribuido a generar un clima de desconfianza, que primero sirvió para aprobar leyes que han desvirtuado el propósito del ahorro previsional y luego han contribuido a que las personas estén retirando sus fondos sin tener una idea clara de los riesgos que están asumiendo y de las bondades de una renta vitalicia que les permite eliminarlos, lo que va a resultar en jubilados sin pensiones o con pensiones bajas.
Lampadia