Enrique Ghersi
El Comercio, 2 de mayo del 2025
Hay una diferencia entre un tribunal y un jurado. El tribunal resuelve conflictos con base en la ley, no puede apartarse de ella. Un jurado, en cambio, se basa en el criterio de conciencia.
El criterio de conciencia le permite a un jurado resolver casos sobre la base de otros elementos de juicio, tales como la ética, la moral, los valores en una sociedad. El Jurado Nacional de Elecciones (JNE), como su nombre lo indica, no es un tribunal de justicia, no se llama tribunal electoral, es un jurado.
Por consiguiente, se encuentra habilitado para, con base en el criterio de conciencia, inhabilitar a los partidos políticos que han conseguido su registro con firmas y huellas dactilares falsas, porque se trata de una inscripción fraudulenta.
Es evidente el vacío de la ley electoral que no sanciona expresamente a los partidos que cometen una inscripción fraudulenta. Frente a ese vacío, no hay lagunas en el derecho. Debe complementarse con el criterio de conciencia al que está autorizado el jurado por su naturaleza jurídica.
Por consiguiente, el jurado se encuentra plenamente habilitado para, primero, establecer un criterio para definir el margen de error y, por encima de él, establecer cuando estamos frente a una acción fraudulenta. En este supuesto, el jurado puede inmediatamente cancelar la inscripción de los partidos políticos que han actuado fraudulentamente.
La democracia no puede aceptar la posibilidad de que un candidato a parlamentario, senador, diputado o inclusive a presidente pueda ser elegido por un partido que tenga una inscripción con firmas falsas.
Eso es inaceptable. Por consiguiente, el JNE debe actuar con la mayor drasticidad, cancelando la inscripción de estos partidos políticos con el criterio de conciencia.
Lo que está en juego es la credibilidad del proceso electoral. Hemos tenido en el pasado ya procesos electorales en los que ha habido una gran polémica. En esta oportunidad, el JNE se encuentra plenamente habilitado para devolverle al sistema la independencia y credibilidad que son necesarias.