Por: Alonso Rey Bustamante
Para Lampadia
Hace unos años salió una película que se llamaba “Y donde está el piloto” con el actor Leslie Nielsen que era una comedia, o más bien parodia que trata sobre el drama y desgracia que viven los pasajeros en los aeropuertos y aviones. Algo similar sucede en nuestro país con el tránsito, las pistas y las carreteras donde existen más autoridades con competencias que parece una parodia. Cada una de ellas legisla a espaldas a la realidad y con los ojos cerrados.
En efecto, tenemos al Ministerio de Transporte y Comunicaciones (MTC) que permite en las carreteras nacionales poner rompe muelles, o lo que es peor semáforos, en plena carretera como la Panamericana que además es una ruta internacional. Ello es tan absurdo, que no se dan cuenta el daño que causan, sin embargo, estamos seguros de que quien instaló el rompe muelle debe ser el alcalde distrital por donde pasa la carretera y el propio MTC no se ha dado cuenta del problema.
Entre las últimas comedias que deberían ser parte de una película, cómica por supuesto, es la publicación del D.S. 19-2018- MTC que regula la obligación de todos los usuarios de registrar ante el MTC los vehículos eléctricos o motorizados tales como los hoverboard, segway y scooters eléctricos. Es decir, a un niño de 10 años que le regalan un Vehículo Eléctrico (así definido por nuestros funcionarios del MTC) tendrá que acudir al MTC para obtener su licencia de conducir Clase B (además), inscribirse en el Registro de Propiedad Vehicular, contar con una Tarjeta de Identificación Vehicular, solicitar una Placa Única de Rodaje y comprar su SOAT. Cuando llegué a esta parte de las obligaciones que le impone el MTC al usuario, no podía dejar de reírme como en la película Y donde está el piloto.
Es que no existe una persona en el MTC que tenga, un poco no más, de sentido común y conozca la realidad peruana. Vamos a intentar expresarnos de una forma muy sencilla, el scooter (patinete eléctrico), por ejemplo, tiene un tapabarro trasero de 5.85 cm, es decir la Placa Única de Rodaje deberá ser de 3 cm y los números de 1.50 cm. Ya no queremos seguir contando las demás peripecias que tendría que seguir el niño de 10 años al solicitar la licencia de conducir ni imaginar las posibles respuestas que obtendría.
Es que no se han dado cuenta que todas las normas que principalmente generan más obligaciones absurdas son las que menos se cumplen y son las que más generan corrupción. Díganme por favor si todas las normas que existen para las mototaxis, cumplen todos las normas y sobre todo si podrían ser fiscalizadas a nivel nacional. Estamos generando informalidad y más corrupción. Lo que es más gracioso es que el año 2019 se llama “Año de la lucha contra la corrupción y la impunidad”, como podemos llamar el año así y en menos de un mes de llamarlo así, publicamos esta norma bajo comentario en el párrafo anterior, que lo único que va a generar es corrupción, impunidad y más informalidad. Y esto es una sola muestra de una aguja en un pajar.
Desde hace unos años me atrae la estupidez humana, tengo una facilidad para identificarla, cuando se me presenta muchas veces la dejo ir y otras, que son pocas para conservar la salud, pregunto por qué del trámite. Por ejemplo, el biométrico de tu huella digital, los notarios están obligados a renovarla anualmente, como si las huellas dactilares se modificaran el 1 de enero de cada año. Es como pedirle el certificado de nacimiento todos los años para realizar un trámite para ver si tus padres han cambiado, ojalá no se les ocurra nunca más algún funcionario pedirlo. Aunque si lo pidieran, ya casi nada me deja de sorprender por que la estupidez es infinita, según Einstein.
De vuelta a la estupidez, lamentablemente a veces considero que es contagiosa, por que hasta en las empresas privadas ocurre, para muchos empresarios la burocracia es una enfermedad peor que el cáncer. Hablando de burocracia, estupidez y enfermeras, me encontré un libro llamado la “Historia de la Estupidez Humana” de Paul Tabori, por supuesto que me lo leí todo para ver si era sólo un problema peruano o era global, reciente o muy antiguo. Allí encontré esta frase: “Dígame . . . ¿duele ser estúpido?” Desgraciadamente, no duele. Si la estupidez se pareciera al dolor de muelas, ya se habría buscado hace mucho lo solución del problema. Aunque, a decir verdad, la estupidez duele… solo que rara vez le duele al estúpido.” Ojalá encuentren una pastilla para la estupidez y la podamos importar cuanto antes al Perú, pero seguro que DIGEMID no le otorgaría el Registro Sanitario para importarla y comercializarla. Creo que la frase nos identifica a muchos cuando nos enfrentamos a problemas cotidianos y a tratar de entender normas que en este país sobran y lo único que generan es mayor informalidad y más corrupción, contrario al nombre designado para este año. ¿Y donde está la Autoridad?
Por otro lado, vemos que el caos vehicular se presenta nuestro país, por que no sólo es en Lima sino es por todas las ciudades del Perú, donde no se respetan ni las menores normas de tránsito y ni siquiera las esenciales como son la luz roja o la luz verde. No han visto las motos (Apps delivery) haciendo entregas a toda velocidad y no respetando norma alguna de tránsito. No ven los taxis (Apps) que se detienen mirando su celular para esperar al pasajero que puede demorarse 5 minutos y al taxista o chofer no le importa lo que sucede a su alrededor, o lo que es peor, generando un caos vehicular con las pérdidas de horas hombre de trabajo. ¿Y donde está la Autoridad? Seguro las normas que que nuestros funcionarios redactan exigiendo mayores obligaciones a los usuarios, no conocen la realidad y lo hacen sin saber al respecto, lo que genera es que a los usuarios el Estado te empuja a empellones para ser informal.
También resulta impresionante que dentro del caos vehicular ciertos distritos permitan el uso de la moto taxis en plena ciudad y sin respetar normas esenciales. Ellos se detienen donde quieren, cruzan autopistas como la carretera central o la panamericana y dan la vuelta donde se les ocurre y son impunes a toda sanción o infracción por que la autoridad le resulta imposible fiscalizar salvo para pedirles una propina. ¿Y donde está la Autoridad?
Lo que hace un tiempo no logro entender a pesar de intentar pensar como estúpido; y para ello hasta he pedido ayuda amigos cercanos y a personas que ni conozco, es por que las obras de infraestructura o reparación de pistas o instalación de servicios públicos no se ejecutan las 24 horas del día de ejecución efectiva. Es que acaso resulta más rentable sólo trabajar 8 horas por meses para realizar una obra pública e interrumpir el tráfico por meses que dura la referida obra, o resultaría mejor para la economía y la salud mental de los usuarios que transitan por la referida obra, que la misma se trabaje y ejecute día y noche por 24 horas efectivas; y, así concluya en un menor tiempo en beneficio de todos. Es que las obras tienen que descansar de noche, en lugares no residenciales y donde ni existiría una molestia por la obra. Es que nuestro Congreso podría trabajar en una norma así en vez de seguir creando distritos, que además en el Perú existen más de 1,870 distritos, 200 Provincias y 24 Regiones. ¿Me pueden ayudar a encontrar a la Autoridad competente? Por ejemplo, el Distrito de Cochas en provincia de Yauyos en Lima, tiene 153 electores y tenemos que generar burocracia y pagar alcaldes y regidores. Es una vergüenza que nadie haga nada por hacer una verdadera reforma del Estado.
Lamentablemente, la lista puede ser infinita de ejemplos tangibles, y sólo nos queda terminar con lo mismo “Donde termina la razón, empieza el Perú”.