El primero de junio pasado publicamos en Lampadia “Jugando con Fuego”, para invocar más cuidado con la situación política que estaba exacerbándose y poniendo en riesgo la democracia. Desde entonces no solo no hemos visto una mayor moderación, sino más bien, una agudización del encono con que todos se tratan.
Por un lado, la relación del Ejecutivo y del Congreso ha llegado a una situación de crisis que debiéramos evitar siempre. Además, el Ejecutivo también está enfrentado, en este caso por buenas razones, con el Sistema Judicial por que sigue liberando a delincuentes como si fuera una coladera.
Mientras tanto, los líderes políticos se dicen de todo, llegando a niveles extremos, desde los cuales es casi imposible retroceder. Las acusaciones ya pasaron de increpar incapacidades, a robos y asesinatos. Ahora, hasta PPK ha entrado a la feria de ataques, seguramente por recomendación de su asesor, el que dicen que es, pero también que no es. Al igual que la ex alcaldesa, aparentemente cree que debe acusar a todos de corruptos. Cosa que por supuesto le devolverán con creces en cualquier minuto.
Como dijimos hace un par de semanas, lamentablemente, el momento no es el adecuado para pensar e insistir en la recuperación de la economía. Ahora lo fundamental es preservar la democracia, que es la base desde la cual debe desarrollarse la economía.
Es curioso que cuando se habla de este tema, algunos analistas parecen mirar al vacío, no registran los riesgos. Parece que el enfrentamiento con personas específicas, de uno u otro lado, está por encima de consideraciones vinculadas a la salud del país.
Ningún llamado a preservar la democracia puede ser óbice para que no se investiguen los delitos, ni para que se difundan, pero la saña y falta de respeto y seriedad con la que se presentan en algunos medios, especialmente en los televisivos, hacen pensar que algunos conductores han sido traídos del Salem del siglo XVIII o son inquisidores redivivos.
Los ciudadanos esperan algo mejor, que este lamentable show. Todos sabemos que quién más dones recibió en la vida, está llamado a comportarse mejor y a dar el ejemplo. En el Perú de hoy, parece ser al revés, los buenos ejemplos están en los ciudadanos más humildes que enfrentan largas jornadas de trabajo para educar a sus hijos con esperanza y confianza en un futuro mejor. Y los malos ejemplos, vienen de los grandes líderes del mundo político y mediático. Que pena.
Reiteramos nuestra propuesta de acciones a tomar:
- Compromiso absoluto por defender la democracia. Cuidemos que el cambio de posta se de sin contratiempos el 28 de julio de 2016.
- Aprovechemos este período para tomar conciencia de la realidad global: de las políticas que han permitido que mil millones de personas hayan salido de la pobreza durante los últimos 30 años, de la tercera revolución industrial que con sus tecnologías exponenciales se presenta como disruptiva del empleo y la industrialización y, de la necesidad de construir una nueva gobernanza global, en la que no podemos dejar de participar.
- Evaluemos nuestra evolución económica, social e institucional de los últimos 25 años, sustentemos nuestro análisis en cifras serias y tratemos de establecer las relaciones causa-efecto de las políticas públicas que favorecieron y debilitaron los grandes objetivos nacionales, vinculados a la reducción de la pobreza y la desigualdad, la disminución de la mortalidad infantil y la desnutrición, la inversión y el crecimiento de la economía, la mejora de la educación y la salud, el desarrollo de nuestras infraestructuras e instituciones, nuestras capacidades productivas y de generación de empleo y, la necesidad de contar con un Estado meritocrático, eficiente y alejado de la corrupción.
- Comuniquemos a los ciudadanos las evaluaciones y análisis y promovamos debates serios sobre nuestras posibilidades de desarrollo integral y sostenible.
- Revaloremos los beneficios que nos ofrece el binomio de la prosperidad: Democracia y Mercado.
Los ciudadanos seguimos observando. Así no van a llegar a buen puerto. ¡Veamos de quién sale la Grandeza! Lampadia