Jaime Spak
Para Lampadia
En nuestra historia literaria los peruanos podemos sentirnos muy orgullosos por la gran cantidad de importantes autores.
Tenemos novelistas premiados, historiadores, juristas, pero hay un reducido y selecto grupo que ha destacado en el plano cotidiano y humorista.
Dentro de ellos, Luis Felipe Angell de la Lama, es probablemente el más importante.
Humorista, periodista, y hasta filósofo, muy recordado por nuestra generación y casi un desconocido por los jóvenes.
Falleció hace casi 20 años, y espero que luego de leer estas líneas puedan volver a descubrir a este genio del humorismo fino.
Escribió pocos libros con títulos muy sugestivos:
- La Sabana de Abajo
- Los Conchudos
- Los Cojudos
- Diccionario Chino
- Virus Matrimonial
Y un semanario que se convirtió en diario al que titulo Don Sofo.
Cuando empezó a escribir sus libros y artículos, se rebautizo como Sofocleto, en honor al poeta Sófocles, considerado por muchos como el mayor de los dramaturgos griegos, siendo su obra maestra Edipo Rey.
Pues bien, a diferencia de su admirado autor, Sofocleto se dedico no al drama, sino por el contrario a escribir con una enorme capacidad humorística.
Hagamos un poco de arqueología literaria.
En el libro Diccionario chino, solo cuatro definiciones para poder apreciar lo espectacular de su ingenio:
- Estaño: Raro
- Ambiguo: Prenda de vestir gruesa
- Labia: Ira incontrolable
- Plebe: haga la prueba.
O sus famosos sinlogismos:
- El burro es un opiniologo de cuatro patas.
- Nada sale mas caro que un enemigo gratuito.
- Parece mentira que un cuarto de baño es mas grande que un medio baño.
- Dos radios no hacen un diámetro, pero si un escandaloso ruido.
- La imitación se produce por limitación.
- La hora de la muerte no dura sino un segundo.
- Los japoneses miran recordando.
- Nadie nos conoce más que nuestras toallas.
- El ajedrez nos enseña que un peón puede matar a un rey.
En su época de esplendor cuando escribía de los peruanos más conocidos, les ponía apodos que quedaron para la posteridad.
- “Tucán” a Luis Bedoya Reyes
- “Lechuzón “a Javier Alva Orlandini “
- “Grandázuri” al cardenal Landázuri por su gran estatura.
- Chupito al político Javier Ortiz de Zevallos de los años 60.
Una de las frases más célebres que acuño fue:
“que sería de los pendejos sino existirían los cojudos”.
Capacidad de síntesis para explicar palabras como:
- Viejo: pretérito imperfecto.
- Clase Media: Sociedad Anónima.
- Adulterio: Mandar a un tipo al mismo cuerno.
- Amor: Enfermedad temporal que se cura con el matrimonio. Palabra de cuatro letras con dos consonantes, dos vocales y dos idiotas.
- Cerebro: Órgano que sirve para que pensemos que pensamos.
- Dolor de Cabeza: Anticonceptivo más usado por la mujer.
- Busto: estatua de hombre sin manos o parte de las mujeres donde están las manos del hombre.
- Confianza: vía libre que se da a una persona para que cometa una serie de abusos.
- Persona a la que todo el mundo lo llama Padre, con excepción de sus hijos que lo llaman Tío.
- Intelectual: individuo capaz de pensar por dos horas en algo que no sea sexo.
- Antílope: Enemigo de Lope de Vega.
Muchas veces se refería a la capacidad de los políticos indicando que su oratoria es el arte de no decir nada, pero decirlo con énfasis (me recordaba al profesor y a Caníbal).
Su definición de política es espectacular:
“La política es el arte de obtener el dinero de los ricos y el voto de los pobres con el pretexto de proteger a los unos de los otros”.
Indicaba que los políticos son ignorantes, pues saben todo, pero de otro modo.
Dijo una verdad dramática: “Desde hace 400 años, los países subdesarrollados tienen un gran provenir”.
Frases deliciosas como:
- Nunca me subo a una balanza porque se que me va a pesar.
- Lo peor de la experiencia es que nos enseña a golpes.
- Cuando un empleado público pierde el conocimiento, pasa a ser un empleado privado.
- Eva era tan celosa que le contaba las costillas a Adán.
- El contrabajo se transporta como su nombre lo indica.
- Habito es la claudicación de la inteligencia en favor de la costumbre.
- Si ya lo sé, todos los demás maridos son perfectos.
- Las canas ya no se respetan, se tiñen.
- La letra A la inventaron los dentistas.
Y para culminar como adelantándose a la época de los políticos actuales, escribió sobre Demóstenes:
“Dejó una escuela dialéctica a la cual pertenecen los vendedores ambulantes, los maridos que dan explicaciones y los que tratan de convencer a un policía de tránsito…”.
Los peruanos tenemos que recuperar la capacidad de sorprendernos y de reírnos.
Hemos pasado demasiados años tolerando la ignorancia, la incapacidad y sobre todo la deshonestidad.
Si Sofocleto estuviera vivo, tendría mucho material para escribir sobre nuestra sociedad. Lampadia