Jaime de Althaus
Para Lampadia
Para derrotar a la criminalidad organizada se necesita no solo el liderazgo visible y a tiempo completo de la presidente o de un ministro del Interior empoderado, y un plan que hasta ahora no es claro, sino capacidad de gestión en el ministerio del Interior y la Policía Nacional, que tampoco existe.
No tenemos ni liderazgo, ni plan, ni gestión eficiente. Si la presidenta no va a asumir el liderazgo, debe empoderar aun ministro del Interior con ascendencia y capacidad de comunicación, que no es el caso del ministro Romero, que carece de esas cualidades.
También debe exigir un plan que ponga el foco en expandir de manera sustantiva las capacidades de investigación e inteligencia operativa, que impida la liberación de los detenidos, que amplíe la capacidad carcelaria, y que trabaje con los alcaldes para instalar módulos de flagrancia y desarrollar tareas de prevención.
Un problema es que el ministro Romero no tiene las ideas claras. Declaró en Perú21 hace unos días: “Hoy hay más armas de fuego en el país, hay más violencia, hay más extorsiones, hay más sicariato, hay más crimen transnacional, entonces tenemos que dar una mirada diferente”. ¿Qué se despende de esa afirmación? Que necesitamos muchos más policías en la investigación e inteligencia operativa. Pero no, acto seguido concluye: “Hemos pedido una nueva categoría en la Policía: los policías de Orden y Seguridad porque los ciudadanos reclaman más policías”. Una desconexión preocupante entre su premisa y su conclusión.
Pero se requiere, además, modernizar y profesionalizar la gestión del sector Interior.
Al 20 de setiembre, el ministerio del Interior solo había ejecutado el 15% de su presupuesto de inversión, teniendo la PNP serias carencias logísticas, tecnológicas y de infraestructura. Hay solo un laboratorio de criminalística relativamente bien instalado (en la avenida Aramburú), una de las razones por las que los jueces liberan detenidos, por falta de pruebas. El proyecto de una Central Única de Emergencias, Urgencias e Información (C4), que es fundamental para la eficacia de la acción policial, está pendiente de ejecución hace años y no avanza. Para no hablar de las carencias clamorosas de las comisarías y de que la escuela de oficiales carece de local.
Un problema crónico y endémico es el del mantenimiento de los patrulleros. El siguiente cuadro nos revela que solo el 57% de los patrulleros a nivel nacional está operativo. Los únicos que funcionan bien y reciben mantenimiento permanente, son los 1,000 que están bajo la modalidad de alquiler en Lima Metropolitana, según nos informa el general Víctor Zanabria Angulo, director de Orden y Seguridad de la PNP.
PATRULLEROS ASIGNADOS A NIVEL NACIONAL
La pregunta es por qué no se generaliza el sistema de alquiler o renting para todos los vehículos y, en general, todos los equipos en lo que esa modalidad sea practicable.
Seguramente prevalecen intereses particulares. Si revisamos los proyectos de inversión del ministerio del Interior en la página “Data para la Acción” de Perú Compite (https://www.compite.pe/data-para-la-accion/), constatamos que se mantiene la modalidad de “Adquisición de vehículos…”, y no hay uno solo que se ejecute por alquiler o renting. Eso tiene que cambiar.
Es hora de modernizar la gestión del ministerio del Interior y de la Policía Nacional. Eso también debe formar parte del plan de lucha contra la inseguridad y la criminalidad. Lampadia