En el siguiente artículo de Mario Vargas Llosa, publicado por La República, se describe la desesperación del régimen chavista por controlar el desmadre de la economía venezolana, que se debate entre un 57% de inflación y la carestía de los productos más esenciales. Compitiendo con los mayores exabruptos de la historia latinoamericana, el Presidente Nicolás Maduro, en nombre del “Socialismo del siglo XXI”, ordenó bajar los precios de los alimentos y los electrodomésticos entre un 50% y 70%. El autócrata lanzó la consigna de ¡Vacíen los anaqueles! Esto terminó en el saqueo y el pillaje. Venezuela quizá atraviese por uno de los momentos más negros de su historia: importa el 95% de sus alimentos, porque los controles de precios y expropiaciones han ahuyentado la inversión privada; y la carencia de dólares se hace evidente mientras la producción petrolera sigue derrumbándose. Las próximas elecciones en diciembre representan una gran oportunidad para que los venezolanos sigan expresándose contra el autoritarismo y estatismo. Suerte hermanos venezolanos. Lampadia