En menos de siete días, los gobernantes de Venezuela y Argentina denuncian la injerencia de dicha alianza militar.
Buenos Aires / Washington [Agencias]. La semana pasada, el régimen de Nicolás Maduro aprovechó una audiencia ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) para acusar a la oposición de intentar simular una “guerra civil” con el fin de propiciar la intervención de la OTAN, la alianza militar que agrupa a los países de Occidente.
Germán Saltrón, agente venezolano del Estado para DD.HH., soltó esta argumentación ante laCIDH: “El objetivo de las protestas es crear un ambiente de guerra civil y solicitar la intervención extranjera de los militares de la OTAN para, de esta forma, terminar con la revolución bolivariana y entregar los mayores recursos petroleros del mundo a Estados Unidos”.
En las islas de la discordia
Ayer la OTAN volvió a sonar en esta parte del hemisferio, específicamente en Argentina, cuyo gobierno es bastante cercano al de Venezuela.
A raíz de los 32 años del inicio del conflicto con el Reino Unido por las islas Malvinas, la presidenta Cristina Fernández disparó: “Las Malvinas constituyen la base militar nuclear de la OTAN en el Atlántico sur, es una verdad que [los ingleses] no pueden seguir ocultando”.
Según Fernández, en el archipiélago hay aviones de combate de quinta generación equipados con poderosos misiles. “Sería bueno que se dedicaran menos a guerrear y que se ocupen de los ingleses y sus problemas de desempleo”, afirmó.
Publicado en El Comercio, 03 de abril de 2014.