Macroconsult acaba de publicar su reporte mensual ¿Qué implicancias tuvo el crecimiento económico de la última década en la evolución de la pobreza y desigualdad?, en el que se analiza las relaciones entre crecimiento de la economía, la reducción de la pobreza y de la desigualdad.
Una de las virtudes del estudio, es establecer en cuánto contribuye el crecimiento económico a la reducción de la pobreza por sí mismo y en cuánto contribuye por la mejor distribución de los ingresos.
El estudio señala que de los 31 puntos porcentuales de reducción de la pobreza logrados entre el 2004 y el 2011 (ésta cayó de 59% a 28% de la población), el crecimiento del gasto de las familias explica 19 puntos, mientras que los otros 12 se deben al efecto de la mejora en la distribución de los ingresos. En otras palabras, el crecimiento favoreció más a los pobres creando un modelo que algunos especialistas han denominado como “pro-pobre”.
Asimismo, el estudio mide la desigualdad confirmando que, en el período analizado, hay una reducción de la desigualdad debido al crecimiento económico de 9.8%, porque el índice Gini pasó de 0.41 a 0.37. De esta manera hoy la pobreza y la desigualdad son menores que hace 7 años. Semejante conclusión ratifica la sólida tendencia de reducción de la desigualdad que establecen la Cepal y el Banco Mundial, y aunque parezca mentira, las conclusiones del estudio de economistas como Waldo Mendoza, Yamada y Escobal. Es decir, hoy se pueden cuestionar algunos aspectos del modelo, pero nadie puede negar que la desigualdad en el Perú está cayendo por el crecimiento de la economía.
Otro aspecto muy interesante del estudio de Macroconsult tiene que ver con la elasticidad crecimiento-pobreza. Se establece que, por cada punto porcentual de crecimiento del PBI, la pobreza se reduce en 0.66%. En el informe se proyecta que si nuestro país continúa creciendo a tasas promedio de 6% anual, en el 2016 la pobreza total se reduciría a 10%. Es decir, una tasa menor a la meta de 15% trazada por el actual gobierno. Como se ve, un crecimiento alto y sostenido es la principal arma para luchar contra la pobreza.
Macroconsult advierte que la elasticidad es mayor entre los departamentos del tercil de mayor pobreza, donde cada punto porcentual de crecimiento del PBI reduce la pobreza en 0.79%, mayor al 0.66% del promedio nacional. “De ser este el caso, significaría que el crecimiento económico es pro-pobre, lo que reafirmaría la conclusión anterior respecto de la importancia del crecimiento como estrategia antipobreza”, establece el informe.
Igualmente se describe que la elasticidad crecimiento-pobreza es mayor en la selva que en la sierra, que en la sierra con respecto a la costa. En otras palabras, por cada punto adicional de crecimiento del PBI se reduce más la pobreza en la selva y en la sierra que en la costa. Una clara demostración de la característica pro-pobre de nuestro crecimiento.
El estudio de Macroconsult demuestra que los “pobretólogos” que han ignorado los efectos virtuosos del mercado y el crecimiento se han quedado sin argumentos, porque los ricos no se han hecho más ricos ni los pobres más pobres. Lo que sucede en el Perú es que los millones de peruanos que abandonan la pobreza empiezan a formar parte de una nueva clase media.