La inversión privada (entre 80-85% de la inversión total) ha sido uno de los principales motores de nuestro crecimiento de los últimos 15 años. Junto con la inversión pública hemos superado el 28% de inversión en relación al PBI (US$ 53,000 millones el 2013). Entre el 2010 y el 2012, la inversión privada se expandió a tasas que superaban el 15%. El 2013 apenas creció 6.5% y el último año cerró con una variación negativa del 1.6%. El flujo de ingreso de capitales ha caído de niveles sostenidos superiores a US$ 15,000 millones por año a solo US$ 7,000 millones el 2014.
Buena parte de esta desaceleración se debió al desprecio del gobierno por los sectores de minería, energía e hidrocarburos. Un sinsentido si tomamos en cuenta que el Perú cuenta con enorme potencial minero e hidroenergético. Se insiste en culpar a las condiciones externas por la menor inversión y exportaciones, pero se oculta que si hubiéramos desarrollado los proyectos que estaban encaminados, habríamos más que compensado el shock externo. La misma situación se vive con la inversión pública. Según el BCR esta tasa cayó a 3.6% del PBI cuando el 2013 fue de 12%.
Hace más de seis meses recomendamos en Lampadia formar equipos de profesionales independientes que se encargaran de evaluar, monitorear y ver que los proyectos más importantes no se paralizaran, manteniendo informada a la población y planteando las acciones de gobierno necesarias para lograrlo. Ver en Lampadia (L): 7 equipos que aseguren el desarrollo de 7 proyectos. El ejecutivo, con falta de sentido práctico y mucha soberbia decidió enfrentar la tarea con sus propios medios. Pues bien, no han logrado encaminar adecuadamente ni un solo proyecto. Veamos en que andan cinco de ellos: Tía María, el Gasoducto Sur, el Lote 108, la Línea 2 del Metro y Majes Siguas II.
Tía María: Como es de conocimiento público, este proyecto enfrenta una fuerte oposición de una cúpula radical vinculada a Tierra y Libertad. La empresa ha cumplido con todos los procedimientos, un nuevo Estudio de Impacto Ambiental aprobado en agosto del 2014. Desde entonces la empresa espera la licencia de construcción.
Desde el 23 de marzo del 2015 las cúpulas opositoras al proyecto han logrado iniciar un paro indefinido después de utilizarsus típicas estrategias de difundir mentiras y amedrentar a la población. Ver en (L): Tía María y la economía peruana en UCI.
El propio Presidente Ollanta Humala, el flamante premier, Pedro Cateriano y el Ministro del Ambiente se han comprometido en difundir los beneficios del proyecto y en sacarlo adelante.
Gasoducto Sur Peruano. Concesionado el año pasado (con dos años de atraso), nada menos que una de las promesas electorales de Ollanta Humala, se concesionó al consorcio Odebrecht-Enagas por 34 años y conlleva una inversión de US$ 7,328 millones. Recorrerá 1,134 kilómetros desde Camisea hasta el puerto de Ilo (Moquegua). Sus obras se iniciaron recién el 6 de febrero último.
Recientemente, el director ejecutivo de Odebrecht Perú sostuvo que este año se invertirán US$ 1,200 millones y que el 2017 deberá entrar en funcionamiento. Aún así, los trabajos de prospección arqueológica, las negociaciones con alcaldes y gobiernos regionales, pueden todavía retrasar la obra.
La compañía brasileña Braskem está a la espera de la aprobación del Gobierno peruano para el desarrollo de un complejo petroquímico con una inversión de US$ 5 mil millones. Actualmente, el puerto de Matarani (Arequipa) e Ilo se disputan la ubicación de las instalaciones y ya están afectando el proyecto.
Línea 2 del Metro. Empezó a construirse oficialmente el 29 de diciembre último. Hace unos semanas el Ministro de Transportes y Comunicaciones (MTC), José Gallardo indició que esta megaobra estará culminada en el 2020 (en todo su trayecto, de Santa Anita al Callao), y ya no en en el 2019 como se había previsto. La demora se debe a los problemas encontrados para la expropiación de terrenos y los cruces con obras de gas y electricidad.
Lote 108. Luego que en febrero último, el Frente de Defensa Ambiental de Pichanaki (alentado por Tierra y Libertad) realizara un violento paro exigiendo el retiro de la empresa Pluspetrol de la región, el Gobierno viene efectuando una serie de tareas para lograr viabilidad política. Ver en (L): Las comunidades indígenas apoyan proyecto en el Lote 108 y Del arequipazo a Pichanaki: un Estado que retrocede
Según el MEM, el “estado actual” es aún convulso: Continúan las acciones del Frente de Defensa Ambiental conforme a su plataforma lucha, con un discurso radical que incluye la derogatoria de la Ley de Hidrocarburos, el retiro de la empresa Pluspetrol de la Selva Central y rechazo al «sistema neoliberal económico”. Por su parte el Gobierno implementa programas y capacitaciones en Agricultura, siendo lo más resaltante la visita del Ministro de Agricultura en fecha 5 de marzo de 2015 para la apertura de un almacén para expendio de Guano de las Islas, a un precio de 45 nuevos soles el saco (casi un 50% menos que el precio de mercado). Proyección: Se espera más apoyo a la agricultura golpeada por el tema de la Roya Amarilla”.
Pluspetrol, mientras tanto, apoyada por varias organizaciones y en especial por las comunidades indígenas de la zona, piensa continuar con el proyecto.
Majes Siguas II. El 6 de febrero, tras cuatro años de marchas y contra marchas, el Presidente Ollanta Humala inauguró las obras del proyecto, enfatizando que permitirá ampliar la frontera agrícola en 38,500 nuevas hectáreas y producirá energía hidráulica para el desarrollo del sur, además de generar 200 mil empleos.
Tan solo un mes después se detuvo su puesta en marcha. Un desencuentro entre el Gobierno Regional de Arequipa y el Consorcio Angostura-Siguas paralizó las obras. Tras cuatro días de reuniones, finalmente hubo humo blanco. Las discusiones se desataron por ver quién debía solicitar el permiso de existencia de restos arqueológicos, pero fundamentalmente por la redacción de un nuevo Texto Único Ordenado (TUO) que elaboró el Gobierno Regional y que llenaba de trabas y trámites a la empresa, la cual presentó 60 observaciones a este documento. Increíble, pero cierto.
Superado este asunto, el Consorcio, asegura que iniciará las obras en junio. Aún así, todavía falta definir, como se aceptarán las obras en la provincia de Espinar.
Como se puede ver, el gobierno no tiene la capacidad para maniobrar con efectividad, comunicar los detalles necesarios a la población y transparentar las acciones políticas de las cúpulas radicales. Muchos menos, es capaz de involucrar a los medios para que difundan estos temas de una manera más profunda y menos superficial. Es hora de dejar la soberbia, abrir los oídos y empezar a trabajar para reactivar la economía. El premier y algunos ministros parecen estar caminando hacia esa meta. Sumemos esfuerzos para que logren reactivar al país. Lampadia