Uri Landman
Para Lampadia
El banco central de los Estados Unidos de Norteamérica, popularmente conocido como “La Fed” es sin lugar a dudas la institución financiera más importante del mundo. Las decisiones que se toman en él, afectan la economía de todo el planeta.
El Sistema de la Reserva Federal está constituido por la Junta de Gobernadores y por los 12 Bancos de la Reserva Federal.
La “Fed” tiene como mandato mantener los precios estables y maximizar el nivel del empleo en los Estados Unidos. Para realizar su tarea tiene tres herramientas a su disposición:
- Operaciones de mercado abierto, por medio de la cual compra o vende instrumentos financieros al mercado, para colocar o sacar dinero de circulación.
- Regular la cantidad de reservas o encaje que tienen los bancos comerciales por lo que aumenta o disminuye la cantidad de dinero que estos pueden prestar.
- Aumentar o disminuir la tasa de descuento que cobra a los bancos comerciales por prestarle dinero a corto plazo. Esta última herramienta es la más conocida por todos nosotros y fijada por el Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC) en sus reuniones periódicas a lo largo del año.
En mi opinión, el presidente de la “Fed” más importante de su historia ha sido el economista Alan Greenspan, quien estuvo al mando del banco desde 1987 hasta el año 2006.
Durante el mandato de Greenspan estalló la burbuja de las “punto.com”.
Luego de los ataques del 11 de septiembre del 2001, la “Fed” redujo las tasas de interés de manera agresiva hasta colocarlas en el nivel del 1% en 2004 y las mantuvo bajas durante un tiempo prolongado.
Muchos de sus críticos culpan a Greenspan por la crisis financiera del 2008, ya que según ellos, esta crisis se debió justamente por haber mantenido bajas las tasas de interés por mucho tiempo.
La importancia de Greenspan en la “Fed” era tal que los banqueros acuñaron la frase: “cuando el maestro habla, el mercado escucha”.
En el Perú no nos quedamos atrás, tenemos a nuestro propio “maestro” encarnado por el presidente del BCR, el doctor Julio Velarde, a quien tuve el honor de conocer en el CADE la semana pasada.
El Banco Central de Reserva del Perú fue creado por ley en el año 1922.
Sin embargo, recién a partir de la entrada en vigencia de la Constitución de 1993 que garantiza la independencia del BCR, éste toma la importancia que tiene hoy en día en la vida económica del país.
El BCR es una entidad autónoma por ley, cuya finalidad es preservar la estabilidad monetaria. Sin temor a equivocarnos podemos afirmar que ha sido sumamente exitoso en lograr su objetivo.
Analicemos algunos números: el promedio de la inflación anual desde 1993 ha sido de 5.6%.
Durante los últimos 5 años, el promedio ha sido de 2.9%, uno de los más bajos del mundo.
Para personas como yo que vivieron el apocalipsis devaluatorio de los noventas, es difícil de digerir que el tipo de cambio el día de hoy, aproximadamente 3.40, es el mismo que en el año 1999, habiendo transcurrido 26 años.
Las reservas internacionales del país han crecido desde 8,756 millones de dólares en el año 2000 hasta el impresionante nivel de 90,000 millones al día de hoy.
El principal responsable de este milagro económico peruano, es el presidente del BCR, el economista Velarde, quien se desempeña en el cargo desde el año 2006. Bajo su dirección el banco se ha vuelto un referente como una organización meritocrática, eficiente, libre de corrupción y escándalos, a diferencia de muchas otras entidades estatales. Durante las múltiples presentaciones en el CADE, políticos de izquierda y de derecha mencionaron al BCRP como el ejemplo a seguir.
No quiero terminar este artículo sin contarles una anécdota de mi asistencia al CADE.
Durante uno de los coffe-breaks entre sesiones, vi al doctor Velarde muy cerca mío conversando con dos personas. Al no poder dejar pasar esta oportunidad, me acerqué y lo abordé. Le dije: “Soy un pequeño empresario en el rubo automotor y vengo a agradecerle en nombre de todo el país por lo que ha hecho y sigue haciendo por todos nosotros. El hecho que la economía del país siga estable después de 20 años se lo debemos a usted. Espero, que en la medida de sus fuerzas considere quedarse en su puesto unos años más”. El hombre más importante de este país, tuvo la deferencia de conversar conmigo unos diez minutos, luego de los cuales le di la mano con honor y regresé al foro.
Mientras caminaba al salón de conferencias, no pude dejar de comparar el gesto que tuvo conmigo el doctor Velarde, con el de un periodista que hoy día es candidato a la presidencia, a quien me acerqué a felicitar hace unos años, con motivo de la entrega de un premio. En aquella oportunidad dicha persona con las justas me agradeció, se dio la vuelta y siguió su camino.
Hasta la semana pasada sabía de la grandeza del doctor Velarde como economista internacionalmente reconocido. El día de hoy también sé de su calidad humana.
El Perú sería un país desarrollado si sus funcionarios públicos siguieran la línea de meritocracia, honestidad, humildad y trabajo del BCRP y de su presidente.
Usando una frase del doctor Velarde: “Una economía sólida no se construye con discursos, sino con instituciones fuertes, reglas claras y decisiones difíciles”. Lampadia






