Abraham Levy
Perú21, 17 de mayo del 2025
Aquí ya se ha hablado varias veces de la riqueza del mar peruano. Igualmente del buen manejo de nuestras pesquerías. En esto último la labor de Imarpe es instrumental. En un país con escasa vocación científica, las buenas prácticas entre los pesqueros y los investigadores han sido instrumentales en preservar todas nuestras pesquerías.
El caso que nos trae esta semana es el extraordinario desempeño de nuestra anchoveta. Con todo el trajín al que se somete al recurso a lo largo de las dos temporadas de pesca anuales y sobre todo la enorme variabilidad de las condiciones oceanográficas de los últimos años; la biomasa de anchoveta medida por Imarpe antes del inicio de la presente temporada de pesca fue de 10.93 millones de toneladas métricas.
Es la mayor población de los últimos 20 años para esta época. Es un número notable. Sobre ese total se asignó un 27.45% de la masa para fines de pesca industrial. Ello determinó una cuota de 3 millones de toneladas métricas. Solamente 3 veces en los últimos 15 años se ha autorizado capturas en o sobre 3 millones de toneladas.
Uno podría preguntarse, ¿Cuán buenas son las estimaciones de Imarpe respecto de la precisa medición de nuestro principal recurso pesquero? La respuesta está en el desempeño de la propia temporada. Desde el 22 de abril que zarpó nuestra flota industrial, las capturas diarias han sido extraordinariamente altas. Hemos llegado a observar desembarques de hasta 70,000 toneladas métricas por día. Hay países que no pescan eso en todo un año.
Al cierre de esta columna, 1.3 millones de toneladas métricas de anchoveta ya han sido desembarcadas a lo largo de toda la costa central y norte. Siendo, como es habitual, Chimbote, el mayor puerto de desembarque. La pesca en la región norte y en la central están milimétricamente parejas 50% vs. 50%. Inclusive la bahía de Pisco que venía siendo zona de poca captura está mostrando excelentes condiciones en la actualidad.
Abundancia de anchoveta también es señal de una saludable cadena alimenticia en curso en nuestro mar.
Queda la interrogante acerca de la calidad y valor de esta captura. Allí recurrimos al experto James Frank. Según indica su análisis, la pesca ha sido muy intensa, al igual que la demanda. A pesar de la menor oferta de calidades Super Prime y Prime, los compradores no dudaron en adquirir las buenas calidades Estándar Peruanas, sabiendo que unos pocos puntos de proteína menos no afectarán el equilibrio de excelentes cualidades que ofrecen las calidades Estándar. Dado que los precios de las calidades Estándar se ofrecieron a niveles razonables, la actividad comercial se recuperó en consecuencia.
Seamos realistas, la harina de pescado producida es harina de pescado vendida. Por lo tanto, seguimos produciendo y vendiendo con la esperanza de completar una prometedora temporada 2025. Desde los pescadores hasta la Sunat toda la cadena comercial se beneficia.