Por: Lampadia
Debería existir una carpeta con las “razones técnicas” de las dos reuniones que Vizcarra admite
César Azabache ha formulado un par de observaciones interesantes a las explicaciones que diera el presidente Vizcarra en su entrevista con Rosana Cueva. La primera se refiere a que el Presidente aceptó dos de las tres reuniones delatadas, la segunda y la tercera, aquellas en las que según el colaborador eficaz se le entregó el soborno. Y explicó que se reunió en esas ocasiones por “razones técnicas”. Azabache hace notar que esas “razones técnicas” deberían figurar “en una carpeta de correspondencia intercambiada de un lado al otro de la mesa. Deberían tener una lista de precisiones y observaciones, además de memorandos de resultados obtenidos ¿Tiene el gobierno de Moquegua esa carpeta? Si no la tiene, tendríamos un caso de “coartada fallida”, y eso es más que grave. Una coartada fallida hace siempre creíble una delación”.
¿Alguien en Obrainsa tiene explicación alternativa del destino del millón de soles?
Su segunda observación es la siguiente: “Un millón de soles cobrados en efectivo deben tener una explicación dentro de la empresa titular de las cuentas de las que se retiran los fondos. Parece que el delator es quien sostiene haber entregado ese dinero al ahora presidente. Pero el dinero salió de una cuenta de bancos, de modo que hay por lo menos una persona más en esa empresa, al menos en contabilidad, que debe saber algo de esa historia, si no los socios mismos. Pues bien, ¿alguien en Obrainsa tiene una explicación alternativa sobre el uso que se dio a esos fondos? ¿Hay otra historia que requiera ser verificada? Si no la hay, el caso terminará dependiendo de la credibilidad que ofrezca el colaborador, que, dada la cantidad de evidencias que rodean ahora este caso, podrá ser recibido como testigo”.
No es la palabra del honesto contra la palabra del corrupto
Además, la primera reunión se pactó por teléfono según el colaborador eficaz. Eso debería poder rastrearse. En suma, no es la palabra de uno contra la del otro. Menos aún es la palabra del luchador contra la corrupción contra del corrupto. Hay una serie de hechos y afirmaciones que pueden ser corroboradas. En cuanto a la donación del viaje de la avioneta por “responsabilidad social”, es algo que no pasaría un mínimo estándar de compliance de una empresa seria, que no admitiría atender a un funcionario público de esa manera.