Hugo Díaz, experto peruano y consultor internacional, habla en la siguiente entrevista sobre el extraordinario impulso de la iniciativa privada en la educación, la problemática educativa de las regiones, y las reformas que se necesitan para que el Perú tenga una educación pública de buena calidad.
¿Cómo ha evolucionado la inversión privada en la educación y cómo ha contribuido a mejorarla?
Hay un dato súper-interesante que está en las cuentas nacionales que publica el INEI. Cuando uno observa qué ha pasado desde el año 2000 hasta el 2011 , generalmente, lo que se ve es que la inversión privada en educación ha sido mayor que todo el esfuerzo público. Muy pocos años la inversión pública ha sido un poco más alta que la privada. El presupuesto público fue S/. 14,500 millones, la inversión privada en educación S/. 14,100 millones, prácticamente no hay diferencia. Hablamos siempre del PBI en educación que está en el 3%, pero si sumamos otro 3% que es el esfuerzo privado ya tenemos 6% de la producción. La pena es que los recursos públicos no están suficientemente bien invertidos. No se ha aprovechado esta caída de un millón de estudiantes en la escuela pública para mejorar los resultados. Los costos por estudiante han aumentado, pero creo que sí se requiere una reforma presupuestaria que implique reasignar recursos allí donde deberían estar, y desconcentrar, sobre todo. El más ineficiente de todos en términos de ejecución presupuestal es el Ministerio de Educación, es el que más devuelve dinero. Si esto está sucediendo, entonces por qué no desconcentrar más recursos, por qué no hacer que los recursos lleguen a las escuelas. Los gobiernos regionales son muchísimo más eficientes que el ministerio. La evidencia está tan clara que la reforma tiene que ir por esos cambios.
¿Qué papel están cumpliendo las regiones en la educación?
Es un tema complicado, complicado en el sentido de que la ley de regionalización, por haber sido una ley apresurada, una ley algo improvisada, lo que ha dado es una autonomía a veces muy excesiva en los gobiernos regionales, y el liderazgo del Ministerio en ese sentido se ha debilitado muchísimo: Hay cosas que el Ministerio norma y las regiones no le hacen caso. Muchas de las regiones han sido grandes opositoras de la Ley de la Carrera Magisterial porque tienen allí a presidentes de gobiernos regionales ligados a grupos de izquierda, incluso a grupos de izquierda radicales, en varias regiones del país. Por un lado hay ese peligro, pero por otro lado ellos conocen un poco más la realidad local y muchas veces invierten mejor, aunque indudablemente no se deja de lado el riesgo de tener inversiones como las que hay por ejemplo en Ayaviri o en Puno, donde hay dos coliseos inmensos que se han hecho tan iguales como los que tenemos aquí en Limatambo pero que nadie los usa. Son inversiones perdidas. Los recursos del canon también se desperdician. Uno visita Huaraz y encuentra una ciudad totalmente sucia, con una red vial bastante deficiente. La pregunta es ¿dónde están los recursos del canon?
¿Cuáles son las reformas más importantes para que el Perú tenga una educación pública de calidad?
Creo que hay unas tres o cuatro líneas de trabajo que son súper-importantes. Una es ver qué queremos formar. En este sentido ya hay experiencias en el mundo respecto de cuáles son las competencias que el sistema educativo debería enfatizar en la formación de los estudiantes. Hay por lo menos ocho competencias. Una es la capacidad de comunicarse en lengua materna, y en lengua extranjera. Otra es la capacidad científica-matemática, el aprender a aprender, la capacidad emprendedora, la expresión cultural, la competencia digital, el saber convivir unos con otros. Es sobre todo esto que se está moviendo el mundo en estos momentos. De lo que sí tenemos que olvidarnos es de ese compartimento de asignaturas rígidas, eso de que las matemáticas no tienen nada que ver con las ciencias o con la comunicación. Claro, eso lleva a la segunda gran reforma de la educación, que es el maestro: Cómo hacemos para que un maestro sea una persona mucho más culta, que tenga una visión del mundo a la vez que una visión local, cómo hacemos para no sea solo un profesor de lenguaje o de matemáticas sino que domine todas las áreas. Y que los contenidos que enseñe sean contenidos transversales. El mundo, dentro de muy pocos años, va a ser un mundo en el que el país no va a tener que preocuparse de hacer programas curriculares porque el programa de ciencias va a ser un programa mundial, el programa de matemática va a ser un programa mundial que todo el mundo va a seguir. La globalización es eso. Y dentro de poco en los Estados Unidos empieza una gran reforma de la educación secundaria en la que el 50% del tiempo de formación de los chicos en secundaria va a ser on-line. Esos cambios son los que se vienen y debemos estar preparados para asumirlos. Todo el tema de las nuevas tecnologías es un tema que aquí no se trabaja bien. Se ha invertido, durante el gobierno aprista, en la compra de 840 mil laptop para los alumnos que no se usan. El algunos colegios se usan las laptop para hacer puentecitos en los que los niños van por debajo. No se ha capacitado a los profesores. Entonces ¿cómo hacemos para ponernos al día en temas tan desafiantes como estos?