Miguel Palomino, Director Gerente del IPE, en la presente entrevista desbarata las principales falsedades e imprecisiones del mito del “modelo primario exportador” acerca de que la producción minera no genera valor agregado, empleo ni eslabonamientos con otras actividades económicas y, en consecuencia, tampoco genera bienestar para los peruanos.
¿Es verdad que las exportaciones de nuestros minerales no tienen valor agregado?
Existe la percepción generalizada de que las actividades primarias, como la minería por ejemplo, tienen bajo valor agregado, que de alguna manera eso las hace poco deseables, que son actividades de segunda categoría, que no generan valor, como que no nos llevan a nada. Esta es una percepción muy equivocada, el valor agregado de una actividad uno lo puede medir fácilmente por cuanto paga el mercado por un producto. Al final de cuentas ésta es la única medida razonablemente objetiva de medir cuanto valor agregado hay en algo. Y comparar lo que se paga por un producto con lo que se pagaría por donde se arranca, es decir si yo tengo un pedazo de madera y luego lo tallo, lo trabajo, y lo vuelvo un producto de madera trabajado, la diferencia entre lo que me costó el pedazo de madera y lo que yo puedo vender la madera trabajada me dice cual es el valor agregado que yo he generado. Lo mismo es en minería: si yo veo cuánto vale tener la posesión o derechos sobre los minerales que puedan haber en un cerro en la puna es un valor bastante bajo. Si yo saco ese mineral, lo extraigo como concentrado minero y lo vendo, tiene otro valor, y el diferencial es muy grande, porque la minería, al contrario de lo que a veces cree mucha gente, es una actividad que en general – estoy hablando de la minería moderna, por supuesto – usa una alta tecnología, gran intensidad de capital, trabajadores en general muy bien calificados – por eso ganan en promedio 14 veces más de lo que ganan otros trabajadores – , y tiene un muy alto valor agregado: está transformando un cerro, que tiene un valor muy bajo, en minerales que tienen una cotización significativa, más aun en estos tiempos en que hay precios altos para los minerales.
¿Cómo se demuestra que nuestros minerales exportados tienen valor agregado?
Si tu comienzas a ver cuánto agrego si a este mineral, además, lo proceso en actividades manufactureras, ¿qué pasa si a este mineral lo fundo en una gran fundición y luego lo refino en una refinería, y lo convierto en un concentrado que tiene un tercio de sobre y dos tercios de basura u otros productos que no sirven, en una plancha de cobre de 99.9999% de pureza? El incremento del valor del concentrado de cobre a este refinado es, dependiendo de como estén los tiempos, de entre diez y 15 centavos de dólar, sobre un precio de tres dólares y pico por el concentrado. Entonces no es ni 5% de incremento. Y si yo, además, a este cobre que ya lo he fundido y lo he refinado, lo convirtiera en alambre de cobre para darle un procesamiento manufacturero adicional, le agrego otro tres o cuatro por ciento más. Entonces, el valor más grande, como lo demuestra el mercado, está en la actividad minera misma. Las demás actividades agregan más valor, por eso también son buenas, pero la actividad que más valor agrega, largamente, es la actividad minera.
¿Cómo se explican entonces las posiciones que sostienen que la minería no tiene valor agregado?
Se tiene la percepción – una percepción que es mas bien decimonónica, anticuada – de que las actividades primarias no tienen valor agregado, nos son deseables, y entonces lo que un país debe tener son manufacturas, que eso es lo moderno. Agricultura, minería, no. Agricultura igual primitivo, manufactura igual moderno. Esto es de una mentalidad del Siglo XVIII o del XIX, cuando en la Inglaterra que comenzó a realizar la Revolución Industrial pasaban los campesinos de un agro muy poco productivo a una actividad industrial mucho más productiva, y por eso la modernización se personificaba, se manifestaba entonces en la industrialización. Esto es lo que ha pasado en China en las últimas décadas. Los campesinos chinos, de muy baja productividad, pasan a volverse obreros industriales, aumentan muchísimo su productividad, y crecen la producción y la riqueza en China. Pero eso es porque estamos hablando de una actividad agrícola muy poco productiva, tradicional, incluso primitiva, a actividades modernas mucho más productivas. Entonces, lo mismo si esos campesinos agrícolas pasan a una minera moderna también su productividad es enormemente mayor, y también es un gran salto adelante hacia el progreso. Y si pasan a sectores de servicio modernos, si pudieran, o sea si estuvieran capacitados para ofrecer servicios modernos, entonces también lo serían. Entonces no hay que tener esta fascinación con que hay que tener una gran chimenea y una gran planta. Las chimeneas y las grandes plantas pueden ser muy buenas, pero también puede ser muy bueno procesar espárragos en sistemas de frío, o empaquetarlos bien, o tener una alta tecnología en la forma en que produces tus uvas, o en la minería o en cualquier producto en general. Ni los servicios, ni las manufacturas, ni las actividades extractivas primarias son actividades ni más ni menos buenas, todas tienen valor en la medida que lo hagas bien y generen mejoras en productividad.