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El riesgo de ‘no pasa nada’

El riesgo de ‘no pasa nada’

Pablo Bustamante Pardo
Director de Lampadia

Los descuidos pueden producir monstruos.
Las consecuencias de decir no te preocupes.

En 1994, estaba quedándome medio dormido en una mesa redonda que se celebraba en San Petersburgo, Rusia, cuando un hombre fornido y de baja estatura, con cara de ratón, que parecía ser la mano derecha del alcalde, empezó a hablar. Dijo que Rusia había entregado de forma voluntaria “inmensos territorios” a las antiguas repúblicas soviéticas, entre ellas zonas “que históricamente han pertenecido siempre a Rusia”. Se refería “no solo a Crimea y el norte de Kazajstán, sino también, por ejemplo, al área de Kaliningrado”. Rusia no podía abandonar a su suerte a esos “25 millones de rusos” que habían pasado a vivir en el extranjero. El mundo debía respetar los intereses del Estado ruso “y del pueblo ruso como gran nación”.
Aquel hombretón irritante se llamaba –como habrán supuesto– Vladímir V. Putin.

Cita del historiador británico Timothy Garton Ash
Ver en Lampadia: Putinismo, 02/11/2016

Veamos la última nota del NYT:

Putin tiene a Estados Unidos justo donde quiere

Ilustración de Shoshana Schultz/The New York Times;
fotografías de Aurelien Meunier,
Chip Somodevilla, Mikhail Svetlov, Ira Wyman a través de Getty Images

New York Times
Fiona Hill
24 de enero de 2022

La Sra. Hill fue oficial de inteligencia en asuntos de Rusia y Eurasia para los presidentes George W. Bush y Barack Obama y sirvió en el Consejo de Seguridad Nacional bajo la presidencia de Donald Trump.

Sabíamos que esto iba a suceder.

“George, tienes que entender que Ucrania ni siquiera es un país. Parte de su territorio está en Europa del Este y la mayor parte nos la dieron a nosotros”. Estas fueron las ominosas palabras del presidente Vladimir Putin de Rusia al presidente George W. Bush en Bucarest, Rumania, en una cumbre de la OTAN en abril de 2008.

Putin estaba furioso: la OTAN acababa de anunciar que Ucrania y Georgia eventualmente se unirían a la alianza. Esta fue una fórmula de compromiso para disipar las preocupaciones de nuestros aliados europeos: una promesa explícita de unirse al bloque, pero sin un cronograma específico para la membresía.

En ese momento, yo era el oficial de inteligencia nacional para Rusia y Eurasia, parte de un equipo que informaba al Sr. Bush. Le advertimos que Putin vería los pasos para acercar a Ucrania y Georgia a la OTAN como un movimiento provocativo que probablemente provocaría una acción militar rusa preventiva. Pero finalmente, nuestras advertencias no fueron escuchadas.

En cuatro meses, en agosto de 2008, Rusia invadió Georgia. Ucrania entendió el mensaje de Rusia alto y claro. Dio marcha atrás en la membresía de la OTAN durante los próximos años. Pero en 2014, Ucrania quiso firmar un acuerdo de asociación con la Unión Europea, pensando que podría ser una ruta más segura hacia Occidente. Moscú volvió a atacar, acusando a Ucrania de buscar una puerta trasera a la OTAN, anexando la península ucraniana de Crimea e iniciando una guerra de poder en curso en la región del Donbas en el sureste de Ucrania. Las reacciones silenciosas de Occidente a las invasiones de 2008 y 2014 envalentonaron a Putin.

Esta vez, el objetivo de Putin es más grande que cerrar la “puerta abierta” de la OTAN a Ucrania y tomar más territorio: quiere expulsar a Estados Unidos de Europa. Como él podría decir: “Adiós América. No dejes que la puerta te golpee al salir”.

El presidente ruso Vladimir Putin.Crédito…
Foto de la piscina por Evgeny Odinokov

Como he visto durante más de dos décadas de observar a Putin y analizar sus movimientos, sus acciones tienen un propósito y su elección de este momento para arrojar el guante en Ucrania y Europa es muy intencional. Tiene una obsesión personal con la historia y los aniversarios. Diciembre de 2021 marcó el 30 aniversario de la disolución de la Unión Soviética, cuando Rusia perdió su posición dominante en Europa. Putin quiere darle a Estados Unidos una probada de la misma medicina amarga que Rusia tuvo que tragar en la década de 1990. Él cree que Estados Unidos se encuentra actualmente en la misma situación que Rusia después del colapso soviético: gravemente debilitado en casa y en retirada en el extranjero. También piensa que la OTAN no es más que una extensión de los Estados Unidos. Los funcionarios y comentaristas rusos niegan rutinariamente cualquier agencia o pensamiento estratégico independiente a otros miembros de la OTAN. Entonces, cuando se trata de la alianza, todos los movimientos de Moscú están dirigidos contra Washington.

En la década de 1990, Estados Unidos y la OTAN obligaron a Rusia a retirar los restos del ejército soviético de sus bases en Europa del Este, Alemania y los Estados bálticos. Putin quiere que Estados Unidos sufra de manera similar. Desde la perspectiva de Rusia, las tribulaciones internas de Estados Unidos después de cuatro años de la desastrosa presidencia del presidente Donald Trump, así como las divisiones que creó con los aliados de Estados Unidos y luego la precipitada retirada de Estados Unidos de Afganistán, indican debilidad. Si Rusia presiona lo suficiente, Putin espera poder lograr un nuevo acuerdo de seguridad con la OTAN y Europa para evitar un conflicto abierto, y luego será el turno de Estados Unidos de irse, llevándose consigo sus tropas y misiles.

Ucrania es tanto el objetivo de Rusia como una fuente de influencia contra Estados Unidos. En los últimos meses, Putin ha empantanado a la administración Biden en interminables juegos tácticos que ponen a Estados Unidos a la defensiva. Rusia mueve fuerzas a las fronteras de Ucrania, lanza juegos de guerra y aumenta los comentarios viscerales. En documentos oficiales recientes, exigió garantías férreas de que Ucrania (y otras ex repúblicas de la URSS) nunca se convertirán en miembros de la OTAN, que la OTAN se retire de las posiciones tomadas después de 1997, y también que Estados Unidos retire sus propias fuerzas y armas, incluidos sus misiles nucleares. Representantes rusos afirman que Moscú no “necesita la paz a toda costa” en Europa. Algunos políticos rusos incluso sugieren la posibilidad de un ataque preventivo contra objetivos de la OTAN para asegurarse de que sabemos que son serios y que debemos cumplir con las demandas de Moscú.

Durante semanas, los funcionarios estadounidenses se reunieron para dar sentido a los documentos oficiales con las demandas de Rusia y los comentarios contradictorios, reflexionaron sobre cómo disuadir a Putin en Ucrania y se apresuraron a hablar sobre su cronograma.

Mientras tanto, Putin y sus representantes han intensificado sus declaraciones. Los funcionarios del Kremlin no solo han cuestionado la legitimidad de la posición de Estados Unidos en Europa, sino que también han planteado dudas sobre las bases de Estados Unidos en Japón y su papel en la región de Asia y el Pacífico. También han insinuado que pueden enviar misiles hipersónicos a la puerta trasera de Estados Unidos en Cuba y Venezuela para revivir lo que los rusos llaman la Crisis del Caribe de la década de 1960.

Putin es un maestro de la inducción coercitiva. Fabrica una crisis de tal manera que puede ganar sin importar lo que hagan los demás. Las amenazas y las promesas son esencialmente lo mismo. Putin puede invadir Ucrania una vez más, o puede dejar las cosas donde están y simplemente consolidar el territorio que Rusia controla efectivamente en Crimea y Donbas. Puede provocar problemas en Japón y enviar misiles hipersónicos a Cuba y Venezuela, o no, si las cosas salen bien en Europa.

Putin juega un juego estratégico más largo y sabe cómo prevalecer en el scrum táctico. Tiene a los Estados Unidos justo donde quiere. Sus posturas y amenazas han marcado la agenda en los debates de seguridad europeos y han llamado toda nuestra atención. A diferencia del presidente Biden, Putin no tiene que preocuparse por las elecciones de mitad de período o el rechazo de su propio partido o de la oposición. A Putin no le preocupa la mala prensa o las malas calificaciones en las encuestas. No es parte de un partido político y ha aplastado a la oposición rusa. El Kremlin ha silenciado en gran medida a la prensa independiente local. Putin está listo para la reelección en 2024, pero su único oponente viable, Aleksei Navalny, está encerrado en una colonia penal en las afueras de Moscú.

Así que el Sr. Putin puede actuar como quiera, cuando quiera. Salvo problemas de salud, Estados Unidos tendrá que lidiar con él en los años venideros. En este momento, todas las señales indican que Putin encerrará a EE. UU. en un juego táctico interminable, sacará más pedazos de Ucrania y explotará todas las fricciones y fracturas en la OTAN y la Unión Europea. Salir de la crisis actual requiere actuar, no reaccionar. Estados Unidos necesita dar forma a la respuesta diplomática e involucrar a Rusia en los términos de Occidente, no solo de Moscú.

Sin duda, Rusia tiene algunas preocupaciones de seguridad legítimas, y los arreglos de seguridad europeos ciertamente podrían funcionar con una nueva forma de pensar y una renovación después de 30 años. Washington y Moscú tienen mucho que discutir sobre las fuerzas convencionales y nucleares, así como en el dominio cibernético y en otros frentes. Pero una nueva invasión rusa de Ucrania y el desmembramiento y neutralización de Ucrania no pueden ser un problema para la negociación entre EE. UU. y Rusia ni un elemento de línea en la seguridad europea. En última instancia, Estados Unidos necesita mostrarle a Putin que enfrentará una resistencia global y que la agresión de Putin pondrá en riesgo las relaciones políticas y económicas de Rusia mucho más allá de Europa.

Contrariamente a la premisa de Putin en 2008 de que Ucrania “no es un país real”, Ucrania ha sido un miembro de pleno derecho de las Naciones Unidas desde 1991. Otro ataque ruso desafiaría a todo el sistema de la ONU y pondría en peligro los arreglos que han garantizado a los miembros. la soberanía de los estados desde la Segunda Guerra Mundial, similar a la invasión de Kuwait por Irak en 1990, pero en una escala aún mayor. Estados Unidos y sus aliados, y la propia Ucrania, deberían llevar este tema a las Naciones Unidas y presentarlo ante la Asamblea General y el Consejo de Seguridad. Incluso si Rusia bloquea una resolución, el futuro de Ucrania merece una respuesta global. Estados Unidos también debería plantear preocupaciones en otras instituciones regionales. ¿Por qué Rusia está tratando de llevar sus disputas en Europa a Asia y el Hemisferio Occidental? ¿Qué tiene que ver Ucrania con Japón?

Biden ha prometido que Rusia “pagará un alto precio” si alguna tropa rusa cruza las fronteras de Ucrania. Si Putin invade Ucrania sin ninguna acción punitiva por parte de Occidente y el resto de la comunidad internacional, más allá de las sanciones financieras, habrá sentado un precedente para futuras acciones de otros países. Putin ya ha incluido sanciones financieras adicionales de EE. UU. en sus cálculos. Pero asume que algunos aliados de la OTAN se mostrarán reacios a seguir el ejemplo de estas sanciones y otros países mirarán hacia otro lado. La censura de la ONU, la oposición internacional generalizada y vocal, y los países fuera de Europa que toman medidas para retirar sus relaciones con Rusia podrían darle una pausa. Forjar un frente unido con sus aliados europeos y reunir un apoyo más amplio debería ser el juego más largo de Estados Unidos.

Fiona Hill es miembro senior de la Institución Brookings. Se desempeñó como oficial de inteligencia nacional para Rusia y Eurasia y directora senior para Europa y Rusia en el Consejo de Seguridad Nacional. Es coautora de “Mr. Putin: agente en el Kremlin” y autor de “Aquí no hay nada para ti: encontrando oportunidades en el siglo XXI”.




Siria: Situación límite

El pasado viernes por la noche, Estados Unidos, junto con Gran Bretaña y Francia, bombardearon Siria. La decisión de atacar se produjo una semana después de que el presidente sirio Bashar al-Assad usara armas químicas contra civiles fuera de Damasco, matando al menos a 42 adultos y niños. Una acusación hecha por los tres países y por diversos medios, pero aún no probada fehacientemente. Después del ataque, el presidente Donald Trump prometió imponer un “gran costo” al régimen de Assad. Y el domingo, defendió el ataque, describiéndolo como “misión cumplida”.

Ya en Lampadia anunciamos el jueves pasado  que la situación internacional se estaba agravando dramáticamente, (El mundo pasa a una fase confrontacional). Efectivamente, el anuncio de Trump sobre su ausencia en la Cumbre de las Américas, estaba vinculada a las operaciones bélicas, que deben haber sido planeadas meticulosamente.

Las acusaciones sobre el uso de armas químicas en Siria tienen larga data. Hace ocho años, Barack Obama, entonces presidente de EEUU, amenazó a Siria con atacar si se probaba el uso de armas químicas. Se probó según EEUU, pero Vladimir Putin le advirtió a Obama que no se corra el riesgo de intervenir y este se replegó a EEUU, perdiendo cara y presencia en el mundo.

Esta vez, sin embargo, el agresivo presidente de EEUU advirtió y cumplió. Después del denunciado uso de armas químicas en Damasco, Estados Unidos y sus aliados Francia y el Reino Unido, deliberaron durante una semana sobre cómo responder. Para luego, el viernes por la noche, atacar tres objetivos, incluido uno en las afueras de Damasco, todos relacionados con el programa de armas químicas de Siria: un centro de investigación, una instalación de almacenamiento y una instalación de equipos y un puesto de mando.

Probablemente, este ataque debió darse hace ocho años. Hoy tenemos que lamentar la muerte de cientos de miles de sirios, las desgracias de millones de migrantes, y el fortalecimiento de Rusia y Putin, su mayor soporte, junto con Irán.

Compartimos un mapa de Siria que explica lo que está sucediendo y los últimos movimientos de las fuerzas extranjeras y las bases militares:

Los ataques golpearon el “corazón” del programa de armas químicas de Siria y le causaron un “golpe serio”, dijo el portavoz del Pentágono, teniente general Kenneth McKenzie, a los periodistas. McKenzie también señaló que Siria podría reconstituir su programa y que los ataques no eliminaron todas las instalaciones de armas químicas de Siria.

Por su lado, Rusia ha advertido de “consecuencias” después de los ataques y el presidente ruso Vladimir Putin calificó los ataques como un “acto de agresión” que podría “tener un efecto destructivo en todo el sistema de relaciones internacionales”. Pero, a diferencia de los temores expresados por muchos, Putin reaccionó con bastante cuidado afirmando que si esto vuelve a suceder “inevitablemente llevará al caos de las relaciones internacionales”. Por otro lado, no nos olvidemos que en un par de meses debe desarrollarse el campeonato mundial de futbol en Rusia, un evento en el que no participará EEUU, pero que Rusia debe cuidar con mucho esmero.

Todavía hay preocupaciones más importantes. Es posible que los aliados de Assad, principalmente Rusia e Irán, tomen represalias contra los aproximadamente 2,000 soldados estadounidenses en Siria, y se escale el conflicto.

¿Cómo llegamos a esta situación en Siria?

El ataque liderado por EEUU busca castigar a Assad, pero probablemente no alterará el equilibrio de poder en Siria, donde la guerra civil ya dura 8 años y no muestra signos de superarse. El conflicto que comenzó como un levantamiento pacífico contra el régimen de Assad escaló hasta convertirse en una guerra civil a gran escala, y ahora es una de las más mortíferas de este siglo. En el camino, el conflicto sirio permitió que los extremistas del ISIS se multiplicaran, la peor crisis de refugiados del mundo desde la Segunda Guerra Mundial, que ha cambiado Europa para siempre, y exacerbó una lucha de poder internacional.

Recordemos que la guerra civil comenzó por problemas económicos y la falta de libertad en Siria, que causaron resentimiento hacia el gobierno autoritario de Assad, quien atacó y mató a cientos de manifestantes en 2011, encarcelando a muchos más, ya que se estaban produciendo otros levantamientos en todo el Medio Oriente, a favor de la democracia en un proceso conocido como la Primavera Árabe.

A medida que la indignación y la furia de la población se intensificaba, el creciente caos atraía a combatientes extremistas en toda la región, incluidos los remanentes de al-Qaeda en Iraq y una rama que se convirtió en el Estado Islámico, o ISIS. Eventualmente, se armó una rebelión siria completa contra el régimen de Assad. Algunos de estos grupos rebeldes comenzaron a luchar entre sí, así como con las fuerzas militares de Assad debido a las divisiones sectarias, complicando la situación.

Según las Naciones Unidas, 400,000 sirios han sido asesinados y más de la mitad de los 20 millones de habitantes de Siria antes de la guerra, han sido desplazados. Alrededor de 5.5 millones de sirios han huido al extranjero causando una grave crisis migratoria en Europa.

La pobre gobernanza global

Esta no es la primera vez en que nuestras instituciones globales y los países más poderosos, se muestran incapaces de influir en terribles enfrentamientos relativamente recientes, y de evitar que escalen hasta llegar a proporciones de tragedia. La misma incapacidad se vio en la guerra de los Balcanes en la antigua Yugoeslavia a mediados de los años 90, en la que murieron más de 200,000 personas y se desplazaron millones de pobladores.

La situación de Venezuela va en la misma dirección, una crisis humanitaria abusiva, digitada por un régimen corrupto y la satrapía cubana de los Castro; que la sufrida población no puede remediar, y el resto de la humanidad no acierta a frenar. Ojalá, en Venezuela, no tengamos que lamentar otra gran tragedia. Ver en Lampadia: Venezuela Hora Cero

¿Qué pasará ahora?

A lo largo de los años, se han llevado a cabo varios intentos de paz y resoluciones de las Naciones Unidas en las que se pide el cese del fuego para permitir que la ayuda llegue a las zonas donde los civiles están atrapados. Sin embargo, la mayoría de las conversaciones de paz han sido obstaculizadas por un tema importante: Assad y sus padrinos en Rusia e Irán.

La pregunta más importante ahora es si al Assad dejará de usar armas químicas. Seguro lo pensará dos veces antes de lanzar un nuevo ataque químico. Solo queda esperar a ver cuáles serán las reacciones internacionales. El tiempo y la comunidad internacional lo dirán.

Los peligros que genera Trump

Es importante notar que la decisión de Trump de bombardear Siria, arriesgando una reacción complicada de Putin, coincide con la ‘guerra comercial’ desatada hace un par de semanas por EEUU contra China, y la exacerbación de los enfrentamientos con México en relación al clamoroso muro fronterizo. A esto debemos sumar la creciente ola de despidos violentos de oficiales estadounidenses del más alto rango, por parte de Trump.

En suma, una escalada de acciones agresivas y extremas, que hacen temer la posibilidad de que, en cualquier momento, las cosas puedan complicarse más allá de lo controlable.

Debiera sernos claro, que la humanidad carece de los frenos necesarios para evitar tragedias humanas que destruyen la vida de millones de personas. Además, en el mundo globalizado, ningún acontecimiento de proporciones escapa de influir y afectar a todos. Más vale pues, estar bien informado y, en lo posible, influir en la formación de una mejor gobernanza global. Lampadia




El mundo registra dramática caída de confianza

La imagen de EEUU en el mundo, y especialmente la confianza en que el Presidente de EEUU hará lo correcto en asuntos mundiales, ha caído dramáticamente desde la llegada de Trump a la Casa Blanca; según la encuesta del Centro de Investigaciones Pew (un thinktank de Washington), realizada en 37 países, incluyendo al Perú.

La encuesta compara dos momentos, las percepciones recogidas al final del gobierno de Obama y cinco meses después de la toma de mando de Trump.

Donald Trump ha tenido un gran impacto en cómo el mundo ve a los Estados Unidos. “La confianza en el Presidente está influenciada por las reacciones, tanto a sus políticas como a su carácter”, dice PewResearch Center y destaca que algunas de ellas son ampliamente criticadas en todo el mundo. Por si fuera poco, el 26% de los encuestados dijeron que Donald Trump no está calificado para ser el presidente de Estados Unidos.

Globalmente, la figura de Trump aúna más rechazos que adhesiones. El 75% de los encuestados lo han definido como “arrogante”, un 65% lo considera “intolerante” y el 62%, “peligroso”. Una mayoría del 55%, sin embargo, también lo describe como “un líder fuerte”, y solo el 26% le considera bien preparado para ser presidente.

Su impopularidad es el resultado de una mezcla de desacuerdos con sus objetivos políticos, como construir un muro a lo largo de la frontera con México, y con el disgusto originado en su carácter, según Pew. Y es que ninguna de las principales políticas de Trump es popular. Por ejemplo, el muro que la Casa Blanca quiere construir en la frontera con México despierta un rechazo del 78% de los peruanos. La decisión de Trump de retirarse del Acuerdo Climático de París es mal vista en el Perú por el 65% y nuestro rechazo a su proteccionismo comercial es de 72%.

En relación a este estudio, el 03 de julio, El Comercio (destacó el gráfico que muestra la ‘foto’ de la confianza/desconfianza hacia Trump).Complementando la difusión de este importante trabajo, en Lampadia queremos destacar la evolución de la confianza en EEUU en 37 países, comparando los datos referentes al final del gobierno de Obama con los de Trump a los cinco meses de su inauguración, una suerte de ‘película’ que da una mejor lectura de la evolución de la imagen de EEUU y su presidente. Para ello, compartimos con nuestros lectores el cuadro publicado hace una semana por El Mercurio de Chile:

Fuente: El Mercurio de Chile, 28 de junio de 2017

Los países en los que la caída de la confianza es más pronunciada están Suecia (con una caída de 83 puntos sobre 100), Alemania (que pasó de 86 puntos con Obama a 11 con Trump), Corea del Sur (de 88 a 17) y Canadá (de 83 a 22). En Sudamérica, en Chile la confianza cayó 48 puntos, de 60 a apenas 12, y en el Perú, cayó en 36 puntos, pasando de 53 a 17. Llamativamente, Trump solo ha ganado en imagen en dos de los 37 países encuestados: en Israel mejoró ligeramente, pasando de 49 a 56 puntos, y en Rusia, dio un tremendo salto, escalando 42 puntos, de 11 a 53.

Estos resultados son muy preocupantes ya que el ‘orden mundial’ prevaleciente desde la época de la pos-guerra está siendo alterado por aceleradamente por Trump. Recordemos que hace pocos días, Angela Merkel declaró que “Europa ya no puede confiar completamente en EEUU”.

La situación es tan delicada que Henry Kissinger (el ex secretario de Estado), con 94 años de edad, se ha visto forzado a desarrollar una gira ‘diplomática’ por las principales capitales del mundo:

“El ex secretario de Estado no era partidario de la retirada del Presidente Barack Obama del liderazgo mundial y también ha desafiado la visión de Trump. En diciembre se reunió con el Presidente Xi Jinping, y hace unos días dio un discurso en Moscú (a horas de reunirse con el Presidente ruso Vladimir Putin), pidiendo “una nueva etapa en las relaciones entre Rusia y EEUU”. Además, la semana pasada dio un discurso en Londres advirtiendo que la política exterior conducida sin una estrategia que la sostenga podría llevar a un caos global; un aviso tanto para Trump como para la Primera Ministra británica, Theresa May, a quien también visitó. Una semana antes, en Berlín, para celebrar los 70 años del plan Marshall, criticó el aislacionismo estadounidense, resaltando que la inversión en la Europa de posguerra había “construido los cimientos del orden global”.

La ofensiva diplomática freelance de Kissinger no es universalmente bienvenida. Kissinger insiste que no actúa a nombre de nadie más que de sí mismo y de su convicción en el orden global. “Soy afortunado de que mi profesión ha sido también mi pasatiempo”, dijo en enero. “No sé qué otra cosa haría”. 

El Mercurio de Chile, sábado 01 de julio de 2017

El liderazgo global está en entredicho, por eso PEW también examinó las opiniones sobre otros tres líderes importantes en la escena internacional: Angela Merkel, Xi Jinping y Vladimir Putin. El presidente chino, Xi Jinping, y el presidente ruso, Vladimir Putin, también obtuvieron calificaciones bajas, aunque ninguna de ellas tan negativa como la del presidente de los Estados Unidos. En las 37 naciones encuestadas, una media de 53% desconfía en Xi, y el 59% desconfía en Putin.En cambio, solo el 31% desconfía de la canciller alemana Angela Merkel, que recibe la confianza del 42%.

¿Por qué debería el mundo confiar en Trump? Según afirma El Mercurio, “Se ha peleado con líderes de Alemania, México, Australia, Gran Bretaña e Irán, y se ha puesto a sí mismo en una extraña posición en Medio Oriente (…) Amenaza a menudo para luego volver a frases anteriores, dejando a los ciudadanos en EEUU y otros países totalmente desconcertados sobre sus políticas”. Michael Barone, analista del centro conservador American Enterprise, recordó que “Trump hizo campaña con el eslogan AmericaFirst, mientras que Obama se describió a sí mismo en un discurso en Berlín en 2008 como un ‘ciudadano del mundo'”.

La incertidumbre sobre el vacío de liderazgo global iniciado por Obama, y exacerbado por las actitudes confrontacionales de Trump, de la potencia más importante del mundo traerá, con seguridad, costos altísimos a todo el planeta. Un ‘orden global caótico’, como ya ha sido calificado. Una reciente columna de opinión del Huffington Post se preguntó que habiendo mucha incertidumbre y EEUU sin desempeñar su rol de liderazgo en el mundo: ¿cuál es el sustituto, una visión diferente, el caos? Lampadia




Ha nacido un nuevo líder global

La victoria de Emmanuel Macron en las elecciones de Francia no es sólo una buena noticia para para todo Europa. Atempera la fiebre populista que golpeó al Reino Unido con el Brexit y a Estados Unidos con Donald Trump, y establece un nuevo centro de gravedad de la política global. Al elegirlo con una contundente mayoría en la Asamblea, los franceses ha empoderado  a un carismático nuevo líder para la gran batalla política entre el globalismo y el nacionalismo que está en marcha en las democracias occidentales.

Emmanuel Macron Is Facing the ‘Mother of All Battles’

Fuente:  estaticos.elperiodico.com/

El control de la Asamblea francesa por su partido, Republique en Marche (REM), permite que Macron, defensor de la globalización, de una política centrista y de la Unión Europea, lidere las reformas que necesita Francia, pero también pone un ‘estate quieto’ al populismo europeo con sus propuestas nacionalistas, balancea la pérdida del liberalismo británico en Europa e instala una fuerza reformadora que va más allá de Francia, a Europa y el resto de occidente. Ver en Lampadia el nacimiento de Macron y su significado para la política fracesa: Establishment francés creó a Macron para evitar giro político, y para la política global: Una nueva oportunidad para la buena política.

Macrón se está perfilando, desde sus primeros días en el gobierno, como una fuerza transformadora, que presenta con un lenguaje directo, y apunta mucho más allá de las fronteras de Francia. Hace pocos días recibió a varios diarios europeos para compartir su pensamiento en muchos temas de impacto global. Líneas abajo presentamos algunos extractos de su entrevista, y recomendamos leerla en integridad en el siguiente enlace: Deseo contener el auge de los extremismos y la demagogia.

Macron: “Mi elección es el inicio de un renacimiento francés y espero que europeo”

En la primera entrevista desde que es presidente, Emmanuel Macron aboga por un presupuesto común de la zona euro, llama a defender los derechos de los refugiados y a construir una “Europa que protege”

Por Marc Bassets
El País, 22 de junio de 2017
Glosada por
Lampadia

 

Emmanuel Macron, en el Elíseo, este martes durante la entrevista.

Emmanuel Macron, en el Elíseo, este martes durante la entrevista. JEAN-CHRISTOPHE MARMARA 

Con la nueva legitimidad que ha logrado después de las elecciones legislativas, ¿vuelve Francia a Europa? ¿Representa una especie de nuevo liderazgo en Europa?

El liderazgo no se decreta: se construye convenciendo a otros países y a otros actores, y se comprueba en función de los resultados que se obtienen. Sería presuntuoso decir que, a partir de ahora, Francia ejerce un nuevo liderazgo europeo. La verdadera pregunta es la del objetivo de nuestra acción. Y el punto de inicio es la crisis que sufren las democracias occidentales, que se construyeron en el siglo XVIII sobre un equilibrio inédito entre la defensa de las libertades individuales, la democracia política y la creación de las economías de mercado. Un círculo virtuoso permitió que se reconociesen las libertades individuales, que se desarrollase el progreso social y que las clases medias tuviesen expectativas de progreso. Desde el final de la época dorada del capitalismo, se ha instalado la duda. Francia, que tenía el modelo social más elaborado, lo ha experimentado cruelmente. Cuando observamos el mundo hoy en día, ¿qué vemos? El auge de democracias no liberales y de los extremismos en Europa, el resurgimiento de regímenes autoritarios que cuestionan la vitalidad democrática, y unos EE UU que se retiran en parte del mundo. Este contexto se ve agravado por el aumento de la incertidumbre y de los disturbios. Las crisis se multiplican en Oriente Próximo y en el Golfo, y las desigualdades se agravan en todo el mundo.

¿De dónde procede esta inestabilidad?

No tiene una sola causa. Se debe en parte a las profundas desigualdades creadas por el orden mundial y al terrorismo islamista. A estos desequilibrios se añade el del clima. A EE UU le gusta la libertad tanto como a nosotros, pero no aprecia la justicia como nosotros.

¿Qué se puede hacer concretamente para impulsar de nuevo a Europa?¿Y cómo se puede convencer a los alemanes de la pertinencia de su proyecto?

Si no somos conscientes del desafío, nos colocaríamos fuera de la historia. Yo no he elegido eso. Angela Merkel tampoco. La cuestión es convencer. Hay que ser capaces de hacerlos soñar. Francia no tendrá ninguna capacidad motora si no tiene un discurso claro. Pero tampoco la tendrá si no fortalece su economía y su sociedad. Por eso he pedido al Gobierno que inicie las reformas fundamentales que son indispensables para Francia. Nuestra credibilidad, nuestra eficacia y nuestra fuerza están en juego. Pero la fuerza de algunos no puede alimentarse durante mucho tiempo de la debilidad de los demás. Alemania, que se reformó hace unos 15 años, comprueba hoy día que esta situación no es viable.

En todas nuestras sociedades las clases medias han empezado a dudar. Tienen la impresión de que Europa se hace sin ellas. Hay que ser más eficaz frente a las grandes migraciones reformando profundamente el sistema de protección de nuestras fronteras, la política migratoria y el derecho de asilo.

Defiendo con vigor la idea de un presupuesto de la eurozona, dotado de un sistema de gobierno democrático.

¿Cree que también los alemanes están dispuestos a cambiar?

Estoy convencido. En materia de seguridad y defensa, la canciller alemana ha cambiado las cosas profundamente. Alemania va a gastar en defensa más que Francia. ¿Quién lo hubiera creído? Pero Alemania es muy consciente de los límites de una acción que no sea completamente europea, sobre todo en lo que a intervención militar se refiere. Los egoísmos nacionales son venenos lentos.

Hoy Europa está dispersa. La división entre el este y el oeste ha reaparecido. En el este, varios países han elegido regímenes autoritarios. ¿Cómo se puede administrar una Europa tan dividida?

No creo en ese conflicto entre el este y el oeste de Europa. Hay tensiones porque nuestras imágenes simbólicas y nuestra historia no son los mismos.

Cuando hoy escucho a algunos dirigentes europeos, me parece que cometen una doble traición. Deciden abandonar los principios, dar la espalda a Europa, tener un planteamiento cínico de la Unión que serviría para gastar los créditos sin respetar los valores. Europa no es un supermercado. Europa es un destino común. Los países de Europa que no respetan las reglas deben acarrear con todas las consecuencias políticas. No transigiré sobre los principios de Europa, sobre la solidaridad y los valores democráticos. Si Europa lo acepta, es que es débil y ya ha desaparecido. No es mi elección. 

¿Cuál es el modelo para la futura relación entre Reino Unido y la Unión Europea? ¿La puerta para una marcha atrás está abierta? 

La puerta está abierta hasta el momento en que se cruza. No me corresponde a mí decir que está cerrada. Pero a partir del momento en que las cosas se inician con un calendario y un objetivo, es muy difícil volver atrás. No quiero conversaciones bilaterales.

Después del Brexit y de la elección de Trump ¿su elección supone un freno para los populismos en Europa?

Desconfío del término populismo. Yo no creo en la demagogia, que consiste en adular a un pueblo para decirle lo que espera oír, para hablarle de sus temores. No tengo la arrogancia de pensar que mi elección supone un freno. Francia no es un país que se reforme, es un país que se transforma, un país de revolución. Han visto que estaban al borde del precipicio y han reaccionado.

He apostado por la inteligencia de los franceses. No les he adulado, sino que le he hablado a su inteligencia.

¿Cómo se puede abordar el riesgo que representa Donald Trump para la estabilidad europea?

Trump ha sido elegido por el pueblo estadounidense. El problema es que todavía no ha elaborado el marco conceptual de su política internacional. Por tanto, su política puede ser imprevisible, y para el mundo es una fuente de inquietud. Deseo que cambie de opinión, porque todo está relacionado. No se puede querer luchar eficazmente contra el terrorismo y no comprometerse a favor del clima.

Imagen de la entrevista al presidente de Francia, Emmanuel Macron.

Imagen de la entrevista al presidente de Francia, Emmanuel Macron. JEAN-CHRISTOPHE MARMARA

Si la línea roja sobre el uso de armas químicas se franquea en Siria, ¿Francia está dispuesta a golpear sola? ¿Puede hacerlo?

Sí. Cuando se fijan líneas rojas, si usted no sabe hacerlas respetar, es que ha decidido ser débil. No es mi opción.

¿Qué es lo que bloqueó las cosas en 2013? Estados Unidos fijó unas líneas rojas, pero decidió in fine no intervenir. ¿Qué es lo que ha debilitado a Francia? Definir políticamente una línea roja y no extraer consecuencias. ¿Y qué liberó, de repente, a Vladímir Putin en otros teatros de operaciones? El hecho de constar que ante él había gente con líneas rojas pero que no las hacían respetar.

Yo respeto a Vladímir Putin. He tenido con él un intercambio constructivo. Tenemos verdaderos desacuerdos, sobre Ucrania en particular, pero él ha visto cuál es mi posición. Le he hablado largamente, cara a cara, de los temas internacionales, así como de la defensa de las ONG y las libertades en su país. Lo que dije en conferencia de prensa, no lo acababa de descubrir. Es mi línea: decirles las cosas con mucha firmeza a mis interlocutores pero decírselas, primero, cara a cara. Hoy tenemos con Vladímir Putin el tema de Ucrania. Y está Siria. Yo no he declarado que la destitución de Bachar el Asad sea la condición previa de todo. Porque nadie me ha presentado a su sucesor legítimo.

Mis líneas son claras. Uno: la lucha absoluta contra los grupos terroristas. Dos: la estabilidad de Siria, pues no quiero un estado fallido. Estados fallidos en los que prosperan los grupos terrorista. No quiero algo así en Siria. Tres: tengo dos líneas rojas, las armas químicas y el acceso humanitario. Se lo dije muy claramente a Vladímir Putin, seré intratable con estos temas.

Usted habla de un diálogo franco con Vladímir Putin. Pero él no cede. Aún hay combates en el Dombás, Crimea está ocupada, el formato de diálogo llamado ‘Normandía’ está agotado.

Cuando hablo de un diálogo franco con Vladímir Putin, no digo que sea milagroso. ¿Qué motiva a Vladímir Putin? Restaurar un imaginario ruso poderoso para controlar su país. Rusia también es víctima del terrorismo. En sus fronteras tiene rebeliones e identidades religiosas violentas que amenazan el país.

El objetivo de Vladímir Putin es restaurar la Gran Rusia. ¿Busca debilitarnos o que desaparezcamos? No lo creo. Seguiré siendo un interlocutor muy exigente en materia de libertades individuales y de derechos fundamentales. Finalmente, está la cuestión de Ucrania, para la cual voy a esperar a la primera reunión del formato Normandía para responder con mayor precisión. Lo que es seguro que es que tenemos un deber: la protección de Europa y de sus aliados en la región. En este punto no debemos ceder en nadaLampadia

 

 




Zar Putin I de Rusia enfrenta protestas políticas

Putin ha ido construyendo su base de poder absoluto con el discurso de reconstruir la  ‘Gran Rusia’ mucho antes de que Trump anunciara ‘América Primero’. Según afirma Timothy Garton Ash (La doctrina del resentimiento), para Putin, todo es parte de un gran ajedrez geopolítico de jugadas maestras y contra jugadas, basada en sus deseos de recuperar los territorios  perdidos después del colapso del imperio soviético. Pues por más increíble que pueda parecer, “Putin tenía y sigue teniendo una definición ‘völkisch’, amplia y racial, de los rusos: ahora habla del ‘russkiy mir’, literalmente, el ‘mundo ruso’”.

El pasado lunes fue el ‘Día de Rusia’, fecha en que se conmemora la Declaración de la Soberanía Nacional de la Federación de Rusia, en el que suelen darse festividades en todo el país. Este año, las celebraciones fueron reemplazadas por manifestaciones anti-corrupción con la participación de miles de personas.

Según la BBC, unos 200 permisos de protesta se presentaron en todo el país y se concedieron 169, en ciudades como Vladivostok y Norilsk, que van de un extremo al otro. El cambio de locación para las protestas no fue aceptado, y la policía tuvo la libertad para detener a los manifestantes, lo que resultó en más de 1,000 detenciones en Moscú y San Petersburgo.-: 

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De izuierda a derecha: (cartel azul) “Es una lástima. Cobardes. Ladrón”. (Cartel rojo) “La corrupción nos está robando nuestro futuro”
Fuente: El Pais Internacional

Las imágenes de jóvenes detenidos se están convirtiendo en el símbolo del movimiento de oposición. Los manifestantes gritaban consignas como “Fuera el zar”, “Putin ladrón”, “Rusia será libre”, “Somos el poder”, y “Medvédev dimisión”. Esta vez, incluso el gigante pato inflable fue “arrestado”, que era usado para burlarse del primer ministro Dmitry Medvedev que hace un tiempo construyó una casa para patos dentro de una de sus lujosas residencias.

Image result for duck arrested russia Fuente: Twitter

¿A qué se deben estas protestas? El día nacional fue elegido por el líder de la oposición Alexey Navalny como la última ronda de manifestaciones diseñadas para conseguir apoyo en su intento de derrocar al presidente Vladimir Putin en las elecciones del próximo año. El activista de 41 años ha sido un crítico abierto de lo que él dice es un régimen corrupto liderado por Putin y sus aliados -en particular el primer ministro Dmitry Medvedev- y está usando alegatos de impropiedad del gobierno para reunir apoyo.

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Fuente:  meduza.io

La participación política de Navalny, descubriendo y exponiendo la corrupción en el gobierno ruso, así como galvanizando a las masas en una escalada sin precedentes, con la esperanza de promover “un estado democrático moderno”, ha hecho que protagonice muchas escenas en tribunales y centros de detención a lo largo de los años. Esta vez, Navalny fue detenido antes de que siquiera llegara a la manifestación y fue condenado a 30 días de arresto administrativo.


Fuente:  ElPaís Internacional

Estas manifestaciones reflejan un cambio generacional. Fueron protagonizadas por gente joven, de alrededor de veinte años, la mayoría de los cuales no tienen memoria de su país sin Putin. “El objetivo de la democracia es que se necesitan diferentes gobernantes en diferentes momentos”, dijo un estudiante de ingeniería informática que asistía a su primera protesta. “Han estado en el poder durante 17 años, ya es hora de cambiar al líder”.

Image result for russia day protest Fuente: livejournal.com

A medida que las marchas se extendían por todo el país, el oficialismo permaneció en silencio. La televisión estatal ignoró las protestas y se centró en las ferias y eventos conmemorativos, que atrajeron a decenas de miles sólo en Moscú. Pero el hecho de que se hayan formado tantas manifestaciones apunta a la debilidad del sistema que Putin ha creado. Las protestas atacan la legitimidad y la falta de rendición de cuentas de su gobierno, que algunos analistas llaman su mayor vulnerabilidad. Aparentemente, al igual del imperio soviético, la dictadura de Putin, tendría pies de barro.

En Washington, donde el presidente Trump se ha enfrentado a una creciente controversia sobre la intromisión de Rusia en las elecciones de 2016, la Casa Blanca criticó la respuesta de Moscú a las protestas. Recordemos que hace unas semanas, Putin reconoció que ‘patriotas rusos’ habían intervenido las elecciones en EEUU y Francia y que era un fenómeno difícil de controlar.

Related image Putin necesita 10 policías para controlar a una estudiante
Fuente: BBC.com

“Detener a manifestantes pacíficos, observadores de derechos humanos y periodistas es una afrenta a los valores democráticos fundamentales”, dijo el secretario de prensa de la Casa Blanca, Sean Spicer, en una declaración. “El pueblo ruso, como todo el mundo, merece un gobierno que apoye un mercado abierto de ideas, una gobernanza transparente y responsable, la igualdad de trato bajo la ley y la capacidad de ejercer sus derechos sin temor a represalias”.

Por su lado, Trump tampoco está libre de acusaciones de corrupción. La admisión del presidente Donald Trump de que está siendo investigado por despedir al director del FBI, James Comey, quien lideraba la investigación sobre la supuesta intrusión electoral de Rusia en EEUU, da más razones para acusarlo de obstruir la Justicia.

“Estoy siendo investigado por despedir al director del FBI por el hombre que me dijo que despidiese al director del FBI. Caza de brujas”, dijo Trump el viernes en Twitter. El mensaje del mandatario añade más interrogantes que certezas en un nuevo giro de la compleja investigación sobre la presunta injerencia rusa en las elecciones de 2016, y de la que se ha inhibido el fiscal general, Jeff Sessions, por sus encuentros con el embajador de Moscú en Washington, Serguéi Kislyak.

Esta no es la primera de las barbaridades que viene haciendo o proponiendo Trump, como cuando divulgó códigos secretos – en otras palabras, algo de la información altamente clasificada que el gobierno de los EEUU – al embajador y  ministro ruso de relaciones exteriores, durante una reunión en la Oficina Oval. Ver en Lampadia: Donald Trump: You are fired!

A estas alturas queda claro que tiene una relación cercana (de negocios y quién sabe más) con el nefasto Vladimir Putin, quien con una prepotencia inusitada en la política del mundo pos ‘guerra fría’, ya había hecho retroceder a Obama en Ucrania y Siria, algo que ayudó en el empoderamiento de Putin, dentro y fuera de Rusia. Ver nuestras notas anteriores sobre Rusia y Putin:

Riesgos globales según el Economist Intelligence Unit

Una lucha de extremos que solo trae inquietud al mundo

Un occidente débil frente a un Putin envalentonado

Recordemos que cuando Vladimir Putin ascendió a primer ministro en 1999, el entonces presidente Boris Yeltsin declaró: “He decidido nombrar a la persona que, en mi opinión, es capaz de consolidar nuestra sociedad, garantizar la continuación de las reformas en Rusia con el apoyo de las más amplias fuerzas políticas. Él será capaz de ponerse al frente de los que en el nuevo siglo XXI tendrán que renovar nuestra gran Rusia”.

Hoy en día, Rusia a logrado resurgir como potencia mundial. A frenado a la Otan en la frontera de lo que considera sus zonas de ‘influencia’, intervino sin tener que dar marcha atrás en Georgia, Crimea, la desestabilización del resto de Ucrania, paró a Putin en Siria, habría auspiciado a los “hackers” de las elecciones en EEUU y Francia, mantiene relaciones peligrosas con Trump y su entorno, y hoy, Rusia es nuevamente un factor determinante en la geopolítica global.

Ahora el miedo es hasta dónde llega la presencia política y militar de Rusia en sus distintos frentes. Ya ha dejado clara su decisión de reubicar a su país en la cúspide  geopolítica. Esta influencia del ‘oso ruso’ emerge ante la falta de liderazgo en Occidente, sobre todo después de la paulatina retirada de los EEUU. Lampadia

 




¿Camino a una Tercera Guerra Mundial?

Datos demasiado grandes para el formato del archivo




Un inaceptable intervencionismo político

Desde la muerte de Mao y la caída del imperio soviético, y más allá de la captura de Venezuela por parte de Cuba, no se habían visto nuevos proyectos de control y dominación política de terceros países, hasta las recientes malhadadas aventuras de Putin en EEUU y Lula da Silva en Latinoamérica.

Ambos personajes han usado sus capacidades para influir indebidamente más allá de sus fronteras.

Putin, según las más recientes revelaciones, influyó de manera explícita en las elecciones de EEUU para favorecer a Trump, mediante ciber-ataques que debilitaron la candidatura de Hillary Clinton. Algo nunca visto, que ha generado críticas muy fuertes y a lo que no se ha sabido responder institucionalmente. 

Por su lado, Lula, habría dirigido la instrumentación de un anillo de corrupción con Petrobras y las más afamadas compañías constructoras brasileñas, para sifonear recursos financieros a partidos y líderes políticos de izquierda en la región, así como para financiar movimientos y eventos como el Foro de Sao Paulo, que alteraron la agenda de desarrollo de Latinoamérica (como fue con el sabotaje de la Iniciativa de las Américas en 1992, que frenó la apertura comercial en el continente).

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Fuente: brasilpost.com

En el caso de Lula se llegó al extremo de autorizar a sus embajadores en la región, para confirmar que la alianza del presidente de Brasil con las compañías constructoras brasileñas, era un política de Estado.

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Fuente:  elmundo.sv

El ilegal, corrupto y nada fraterno, intervencionismo de Lula en la política de la región se ha ido estableciendo país por país, habiéndose llegado a confirmar, el día de ayer (según la revista Veja de Brasil), que la empresa OAS habría financiado la campaña de Michelle Bachelet.

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Fuente:  La Tercera

Todo esto constituye un atentado de carácter imperialista de Brasil en la Región. Como dice Jaime de Althaus:

La cancillería peruana debería enviar una nota de protesta al Brasil exigiendo una reparación porque la penetración corruptora de las empresas brasileñas en nuestro país, profundamente dañina y desmoralizadora, no fue el producto de iniciativas propias y aisladas de cada empresa sino fue una política de Estado dirigida desde los más altos niveles del gobierno del Partido de los Trabajadores (PT).

Ver en Lampadia: Nota de protesta al Brasil

Se hace pues evidente que muchos eventos de la vida política peruana, como hasta tres procesos electorales, presidenciales, el 2006, 2011 y 2016, habrían estado manchados por la corrupción política del ‘padrino’ Lula y su PT.

Del mismo modo, incluyendo la participación del mismo ‘estratega’ marketero que apoyó a Ollanta Humala, la ex alcaldesa Susana Villarán, se habría beneficiado del apoyo de Lula para su elección y para evitar su revocatoria.

Es de suponerse además, que Verónika Mendoza y varios congresistas hayan recibido también, apoyo ‘petista’ (del PT).

Igualmente hay que señalar a los caseritos del ‘Foro de Sao Paulo’ y quién sabe cuantos desaguisados más.

A la fecha, todos los procesos de investigación sobre la corrupción promovida por Lula en el Perú parece dirigida mayormente a los temas vinculados a los proyectos de inversión y concesiones, al amparo de coimas.

Hasta ahora, no parece haber el propósito de develar la corrupción política y la penetración imperialista de Brasil en el Perú.

Instamos a las autoridades judiciales y a los medios de comunicación, a dedicar parte de sus esfuerzos a investigar la peor interferencia política extranjera de nuestra historia. Sin embargo, como esta viene del ‘padrino’ de las izquierdas latinoamericanas, será difícil movilizar voluntades, pues muchos medios, unos desde arriba y otros desde abajo, están comprometidos con un periodismo ultramontano que aún sigue detrás de las ‘ideas muertas’, que tanto daño han hecho en la región.

No dejemos de preguntarnos tampoco, si estos dineros cochinos han estado financiando a las ONGs anti inversión y anti minería, que en su momento han servido a agendas políticas de liderazgos locales y nacionales.

Ojalá nuestros lectores nos puedan aconsejar el tipo de compensación que nuestro país debe reclamar a Brasil. Estaremos atentos a las sugerencias. Lampadia     

 




Últimas especulaciones sobre el gobierno de Trump

La elección de Trump en EEUU sigue produciendo gran incertidumbre en todo el mundo. Por un lado por supuesto, están sus ofertas-exabruptos de la campaña, sus aprontes con Putin y por otro sus juntas, especialmente luego de la elección, que lo muestra como un representante tradicional de Wall Street y del mundo de lobistas de Washington, mundo en el que se desenvolvió previamente como empresario.

Líneas abajo, compartimos con nuestros lectores la presentación y enlace de un artículo de hoy del Financial Times. Una lista calificada de posibles nombramientos y el artículo (glosado) de Nouriel Roubini de Project Syndicate, en el que plantea como más probable el acomodo de Trump con Wall Street y Washington. Veamos:

Según publicación de Quartz, del 11 de noviembre pasado (traducida por Lampadia), Trump está armando un equipo de lobistas a pesar de sus repetidas promesas de “drenar el pantano” si era elegido. Veamos:

  • Economía:

Departamento del Tesoro, David Malpass, trabajó para Ronald Reagan y George H.W. Bush antes de trabajar 15 años con Bear Stearns. (Principal economista del banco antes de su colapso y salvataje en 2008).

Secretario del Tesoro Steven Mnuchin, 17 años en Goldman Sachs.

  • Telecomunicaciones

Jeffrey Eisenach, antiguo enemigo de la regulación federal de tecnología.

  • Relaciones laborales

Departamento de Trabajo, J. Steven Hart, conocido lobista de Washington,  trabajó con Reagan, Coca-Cola y Pfizer.

  • Política alimentaria

El conocido lobista del Capitolio, Michael K. Torrey.

  • Medio ambiente

Myron Ebell, actual directora de las políticas de energía y calentamiento global del CEI (Instituto Empresarial Competitivo), es un think tank libertario que se opone a la mayoría de las políticas de Obama y “cuestiona el alarmismo del calentamiento global”. “También se opone a las políticas de racionamiento de energía, incluyendo el Protocolo de Kioto, la legislación de límites y comercio y la regulación de las emisiones de gases de efecto invernadero por la EPA (Agencia de Protección Ambiental, por sus siglas en inglés)”, así como “todos los mandatos gubernamentales y subsidios para tecnologías energéticas convencionales y alternativas”.

  • Energía

Mike McKenna, un lobista de su propia empresa, MWR Strategies, donde en 2016 recibió al menos US$ 390,000 abogando en nombre de compañías como Dow Chemical y Koch Industries.

  • Comercio

Ex-CEO de Nucor Steel, Dan DiMicco, para manejar la captación de personal para la oficina del Representante de Comercio de Estados Unidos. Conocido crítico de la política comercial de Estados Unidos, particularmente con China.

Trump domesticado

Nouriel Roubini
Project Syndicate
11 de noviembre de 2016
Traducción de Esteban Flamini
Glosado por Lampadia

Ahora que contra todos los pronósticos Donald Trump ganó la presidencia de los Estados Unidos, la duda es si gobernará según el populismo radical de su campaña o adoptará un enfoque pragmático de centro.

Si Trump gobierna en sintonía con la campaña que le valió la elección, podemos esperar agitación en los mercados y perjuicios económicos potencialmente serios. Pero hay buenas razones para esperar que su gobierno será muy diferente.

Los planes de un Trump populista radical incluirían descartar el Acuerdo Transpacífico (ATP), derogar el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (NAFTA) y aplicar altos aranceles a las importaciones chinas. También construir el prometido muro en la frontera con México; deportar a millones de trabajadores indocumentados; restringir la concesión de visas H1B para trabajadores cualificados, necesarios en el sector tecnológico; y derogar la Ley de Atención Médica Accesible (Obamacare), dejando a millones de personas sin seguro médico.

En términos generales, un programa radical llevaría a un importante aumento del déficit estadounidense y las rebajas impositivas para los ricos reducirían la recaudación unos nueve billones de dólares a lo largo de una década.

Finalmente, una política exterior radical desestabilizaría las alianzas de Estados Unidos y aumentaría las tensiones con los rivales. Su postura proteccionista podría generar una guerra comercial global, y su insistencia en que los aliados se hagan cargo de sus gastos de defensa podría llevar a una peligrosa proliferación nuclear y restar liderazgo internacional a Estados Unidos.

Pero en realidad es más probable que Trump aplique políticas pragmáticas de centro. Para empezar, es un hombre de negocios adepto al “arte del acuerdo”, así que por definición es más un pragmático que un ideólogo con anteojeras. Su decisión de hacer una campaña populista fue táctica y no refleja necesariamente convicciones arraigadas.

Trump es un acaudalado magnate inmobiliario que se pasó la vida entera rodeado de otros empresarios ricos. En cuanto asuma, Trump hará algunos gestos simbólicos para complacer a sus simpatizantes, pero volverá a las tradicionales políticas económicas de derrame orientadas a la oferta que los republicanos han favorecido por décadas. El elegido de Trump para la vicepresidencia, Mike Pence, representa al establishment republicano, y los asesores económicos de la campaña de Trump fueron empresarios ricos, financistas, constructores y economistas ofertistas. Además se dice que analiza designar un gabinete de figuras ortodoxas del partido, entre ellos Newt Gingrich (ex presidente de la Cámara de Representantes), Bob Corker (senador por Tennessee), Jess Sessions (senador por Alabama) y Steven Mnuchin (ex ejecutivo de Goldman Sachs y también asesor durante la campaña).

De modo que los colaboradores probables de Trump (republicanos tradicionales y dirigentes empresariales) definirán sus políticas. Y la inexperiencia de Trump lo volverá mucho más dependiente de sus asesores.

Otro factor que empujará a Trump al centro será el Congreso, con el que deberá negociar cada ley que quiera aprobar.

Trump también estará controlado por la separación de poderes del sistema político estadounidense, la relativa independencia de organismos públicos como la Reserva Federal y una prensa libre y muy activa.

Pero la mayor restricción para Trump será el mercado. Si intenta aplicar políticas radicales populistas, el castigo no se hará esperar: se derrumbarán las acciones, caerá el dólar, los inversores se refugiarán en los bonos del Tesoro de los Estados Unidos, el precio del oro se disparará, etcétera. Pero si Trump mezcla políticas populistas más moderadas con medidas convencionales promercado, no enfrentará consecuencias negativas en los mercados. Ahora que ya ganó la elección, no tiene razones para preferir el populismo a la seguridad.

Los efectos de una presidencia pragmática de Trump serán mucho más limitados que en el supuesto radical. Lo de descartar el ATP se mantiene (pero Hillary Clinton también lo hubiera hecho). Trump prometió derogar el NAFTA, pero es más probable que trate de hacerle modificaciones como un gesto dirigido a los trabajadores fabriles estadounidenses. E incluso si un Trump pragmático quisiera limitar las importaciones chinas, sus opciones estarían limitadas por un reciente dictamen de la Organización Mundial del Comercio contra la aplicación de aranceles por “dumping selectivo” a productos chinos. Los candidatos extrasistema suelen hablar pestes de China durante la campaña, pero una vez en el cargo comprenden pronto las ventajas de cooperar.

Es probable que Trump construya el muro en la frontera con México (a pesar de que el ingreso de inmigrantes se redujo). Pero en relación con los indocumentados, lo más probable es que sólo caiga sobre los que cometan delitos violentos, en vez de tratar de deportar a entre cinco y diez millones de personas. Y es posible que limite las visas para trabajadores cualificados, lo que puede restar dinamismo al sector tecnológico.

Un Trump pragmático también generará un déficit, aunque menor al del supuesto radical. Por ejemplo, si sigue el plan impositivo propuesto por los congresistas republicanos, la recaudación sólo se reducirá dos billones de dólares a lo largo de una década.

Es verdad que el programa político de un Trump pragmático será ideológicamente incoherente y moderadamente perjudicial para el crecimiento. Pero será mucho más aceptable para los inversores (y para el mundo) que la agenda radical que prometió a sus votantes.

Lampadia

 




Putinismo

Putinismo

Como explica The Economist en el artículo que publicamos líneas abajo, el ‘Putinismo’ representa un gran riesgo para la humanidad. Lo curioso es que estos fenómenos no salen de la nada, muchas veces son perfectamente predecibles. Pero expresiones comunes como ‘no te preocupes’, ‘no pasa nada’, ‘seguro que cambia una vez a cargo’, etc., llevan a descuidos en todo tipo de planos. En este caso, el historiador Timothy Garton Ash, fue testigo de los planteamientos públicos de Putin en 1994, pero ‘no había que preocuparse’. Ver la siguiente glosa del artículo de Garton Ash, La doctrina del resentimiento, publicado el 2014:

En 1994, estaba quedándome medio dormido en una mesa redonda que se celebraba en San Petersburgo, Rusia, cuando un hombre fornido y de baja estatura, con cara de ratón, que parecía ser la mano derecha del alcalde, empezó a hablar. Dijo que Rusia había entregado de forma voluntaria “inmensos territorios” a las antiguas repúblicas soviéticas, entre ellas zonas “que históricamente han pertenecido siempre a Rusia”. Se refería “no solo a Crimea y el norte de Kazajstán, sino también, por ejemplo, al área de Kaliningrado”. Rusia no podía abandonar a su suerte a esos “25 millones de rusos” que habían pasado a vivir en el extranjero. El mundo debía respetar los intereses del Estado ruso “y del pueblo ruso como gran nación”.

Aquel hombretón irritante se llamaba –como habrán supuesto– Vladímir V. Putin.

Pues nadie hizo caso de esta advertencia. Incluso, según relata The Economist, hasta hace cuatro años el presidente Obama dudaba de la importancia de las amenazas del nuevo ‘Zar de Todas las Rusias?

Veamos las siguientes líneas, en las que al imperio de Putin se le califica de mortal y disfuncional:  

La amenaza que viene de Rusia

Putinismo

Cómo contener el mortal y disfuncional imperio de Vladimir Putin

The Economist
22 de octubre de 2016
Traducido y glosado por Lampadia

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Hace cuatro años, Mitt Romney, el candidato republicano, dijo que Rusia era “el enemigo geopolítico número uno” de los Estados Unidos. Barack Obama, entre otros, se burló de esta hilarante metida de pata: “La década de 1980 está exigiendo el retorno de su política exterior, porque la guerra fría finalizó hace más de 20 años”, se burló el presidente. Cómo cambian los tiempos. Con Rusia  pirateando tecnológicamente la elección estadounidense, dirigiendo una masacre en masa en Siria,  anexándose Crimea y hablando despreocupadamente sobre el uso de armas nucleares, la opinión de Romney se ha convertido en la sabiduría convencional. Casi el único estadounidense que disiente de ella es candidato republicano actual, Donald Trump.

Cada semana, Vladimir Putin, presidente de Rusia, encuentra nuevas maneras de asustar al mundo. Recientemente ubicó misiles con capacidad nuclear cerca de Polonia y Lituania. Esta semana envió un grupo de portaaviones por el Mar del Norte y el Canal de la Mancha. Ha amenazado con derribar cualquier avión estadounidense que ataque las fuerzas del déspota de Siria, Bashar al-Assad. El enviado de Rusia en la ONU ha dicho que las relaciones con Estados Unidos están en su punto más tenso en 40 años. Las noticias de la televisión rusa están llenas de misiles balísticos y refugios antiaéreos. “El comportamiento insolente” podría tener “consecuencias nucleares”, advierte Dmitry Kiselev, el propagandista en jefe de Putin, y que cita asimismo las palabras de su jefe: “Si un combate es inevitable, hay que golpear primero”.

De hecho, Rusia no está a punto de ir a la guerra con Estados Unidos. Gran parte de su lenguaje no es más que bravata. Pero sí supone una amenaza para la estabilidad y el orden. Y el primer paso para responder a esta amenaza es entender que la beligerancia de Rusia no es un signo de resurgimiento, sino de una crónica debilitante debilidad.

Vlad el invasor

Como establece nuestro informe especial de esta semana, Rusia se enfrenta a graves problemas en su economía, la política y la sociedad. Su población está envejeciendo y se espera que se reduzca en un 10% para el año 2050. El intento de utilizar los ingresos extraordinarios por el auge de los productos básicos para modernizar el Estado y la economía fue un fracaso. En su lugar Putin ha presidido un enorme crecimiento del gobierno: entre 2005 y 2015, la proporción del PBI de Rusia que proviene del gasto público y las empresas controladas por el Estado aumentó de 35% a 70%. Habiendo crecido un 7% al año, al comienzo del reinado de Putin, la economía se está contrayendo. Las sanciones son en parte responsables, pero la corrupción y una caída en el precio del petróleo importan más. El Kremlin decide quién se enriquece y se mantiene así. Vladimir Yevtushenkov, un magnate ruso, fue detenido durante tres meses en 2014. Cuando salió, había renunciado a su compañía de petróleo.

Putin ha tratado de compensar la vulnerabilidad interna con la agresión exterior. Con sus protestas masivas después de la manipulación de las elecciones en 2011-12, las sofisticadas clases medias urbanas de Rusia mostraron que añoran un estado moderno. Cuando el precio del petróleo era alto, Putin podía resistirse a ellas mediante la compra de apoyo. Ahora apuntala su poder librando guerras en el extranjero y con el uso de sus herramientas de propaganda para avivar el nacionalismo. Él recela de la idea de darle acceso a las ideas occidentales porque el sistema político de Rusia, aunque experto en la represión, es frágil. Las instituciones en las que se apoyaría una Rusia próspera, tales como el estado de derecho, medios de comunicación libres, la democracia y la competencia abierta, plantean una amenaza existencial para el corrupto Estado de Putin.

Durante gran parte de su tiempo en la presidencia, Obama ha asumido que debido a que Rusia es una potencia en declive él no tenía que prestarle mucha atención. Sin embargo, un país inseguro, débil e impredecible con armas nucleares es peligroso; en algunos aspectos  incluso más que la Unión Soviética. A diferencia de los líderes soviéticos después de Stalin, Putin gobierna solo, sin el control de un Politburó o por haber sido testigo de la devastación de la segunda guerra mundial. Podría seguir a cargo por muchos años más. Y la edad es poco probable que lo suavice.

Obama señala, cada vez más,  las cosas correctas sobre el Putinismo – y que sonaron muy duras durante una rueda de prensa esta semana pasada- pero Putin ha aprendido que se puede desafiar a los EEUU y salir fortalecido. Las suaves sanciones occidentales empeoran la situación de los ciudadanos rusos, pero también ofrecen a la gente un enemigo contra el que unirse, y a Putin un chivo expiatorio para el daño económico causado por sus propias políticas.

Iván el soportable

¿Qué debe hacer Occidente? El tiempo está de su lado. Una potencia en decadencia necesita ser contenida hasta que finalmente es rebasada por sus propias contradicciones, incluso cuando la necesidad de atacar permanezca.

Debido a que los posibles peligros son un error de cálculo y una escalada sin control, Estados Unidos debe continuar las conversaciones directas con Putin incluso, como en la actualidad, cuando la experiencia es desalentadora. El éxito no se mide por los avances y los altos al fuego  -a pesar de lo mucho que serían bienvenidos en un país tan desafortunado como Siria- sino reduciendo las posibilidades de que Rusia cometa un error garrafal.

Un error de cálculo nuclear sería el peor de todos. De ahí que las conversaciones deban incluir el control de armas nucleares, así como la mejora de las relaciones entre sus fuerzas militares, con la esperanza de que las armas nucleares puedan ser separadas de los otros temas, como lo fueron en la época soviética. Eso va a ser difícil porque, a medida de que Rusia declina, considerará su arsenal nuclear como una ventaja duradera.

Otras áreas de controversia serán las regiones fronterizas con Rusia.  Ucrania es una prueba de cómo Putin pretende desestabilizar países como una forma de evitar que se alejen de la órbita de Rusia. El próximo presidente de los Estados Unidos debe declarar que, contrariamente a lo que Trump ha dicho, si Rusia utiliza este tipo de tácticas contra un miembro de la OTAN, como Letonia o Estonia, la alianza lo considerará un ataque contra todos ellos. Por otra parte, Occidente tiene que dejar claro que si Rusia asume la agresión a gran escala contra aliados fuera de la OTAN, como Georgia y Ucrania, se reserva el derecho a armarlos.

El Occidente fundamentalmente necesita mantener la calma. La injerencia rusa en las elecciones presidenciales de Estados Unidos amerita una retaliación mesurada. Pero Occidente puede sobrellevar tales “medidas activas“. Rusia no pretende ofrecer al mundo una ideología o una visión atractivas. Su propaganda más bien tiene como objetivo desacreditar y erosionar los valores liberales universales mediante el fomento de la idea de que Occidente es tan corrupto como Rusia, y de que su sistema político es igual de fraudulento. Desea un Occidente dividido que haya perdido la fe en su capacidad para moldear el mundo. En respuesta, el Occidente debe estar unido y firme. Lampadia




Sobre la defensa de la estabilidad de las naciones

Lo que pasó en el Perú con la elección de Ollanta Humala el 2011, que ofreció un gobierno de inclusión a pesar de que, justamente, estábamos viviendo un proceso de inclusión nunca antes visto; o lo sucedido en Chile con el segundo gobierno de Michelle Bachelet, que ha revertido todas las políticas públicas que permitieron la transformación del país en el más exitoso de la región y la superación de la pobreza extrema, generando una crisis imposible de imaginar hace un par de años y; el desarrollo de la campaña electoral en EEUU, que amenaza con la posibilidad de descomponer y desbaratar la vida de una de las naciones más prósperas del planeta; nos lleva a reflexionar sobre la debilidad de los procesos sociales, económicos, institucionales y políticos, cuando los mejores hombres y mujeres, aquellos que lograron enrumbar sus países hacia el bienestar, se alejan de la cosa pública, dejando el espacio a ‘segundones’ y burócratas. 

Del Perú hemos hablado muchas veces, ahora basta con revisar: Punto de Inflexión.

Veamos un par de comentarios sobre la situación de Chile:

Klaus Schmidt-Hebbel, Profesor de la Universidad Católica de Chile, en una visita al Perú, afirmó que: La parada del crecimiento de Chile es un desastre hecho por Bachelet (“Chile’s Growth Stop: A Wo-man-made Disaster”). 

Lo cual confirma lo sentenciado por Niall Ferguson, el historiador británico, en una visita a Santiago: en la cual dijo que Chile era el “país más inteligente” de la región pero que ahora estaba “ejerciendo su derecho a ser estúpido”. Ver en Lampadia: A Chile la frenó Bachelet, no el precio del cobre – Chile sigue ejerciendo su derecho a ser estúpido.

Efectivamente, muchos procesos históricos, como fue el de la creación de la Unión Europea, son impulsados por líderes de primer orden, visionarios y persistentes. Lamentablemente, cuando estos procesos se dan por sobre entendidos y se consideran irreversibles y se pierde el sentido de urgencia y/o importancia, líderes de segundo orden asumen la conducción de los acontecimientos y todos los espacios de gestión y gobierno son invadidos por burócratas que empiezan a justificar su existencia con regulaciones que terminan por asfixiar y desnaturalizar las creaciones de los  mejores líderes. “El mayor castigo para quienes no se interesan por la política es que serán gobernados por personas que sí se interesan.” – Arnold Toynbee.

En consecuencia  podemos decir que: Nada garantiza la estabilidad de una nación o de una sociedad, excepto la permanencia de sus mejores hombres y mujeres a cargo de la cosa pública.

He ahí la importancia de una clase dirigente comprometida de forma permanente con la vida de su país. La complacencia, la distancia, el goce individual y la falta de responsabilidad cívica, tarde o temprano producen inflexiones dramáticas e inesperadas.

Para ilustrar como puede descomponerse una sociedad exitosa, compartimos líneas abajo la entrevista de La Tercera de Chile a el ex Presidente Ricardo Lagos, quién después de haber apoyado el regreso de Michelle Bachelet al gobierno, se ve forzado a declarar la situación actual como: “La peor crisis política e institucional que ha tenido Chile”.

Además, incluimos el enlace a nuestro artículo sobre la campaña de los historiadores de EEUU en contra de Trump y un resumen de una de la más recientes movilizaciones de distintos personajes estadounidenses que se han puesto en acción para impedir que su país caiga en manos de un demente. La clase dirigente de EEUU está movilizándose, ojalá no sea muy tarde.

1. Ricardo Lagos Escobar: “Esta es la peor crisis política e institucional que ha tenido Chile”

Héctor Soto

La Tercera de Chile

28 de julio del 2016

¿Está en problemas la República, presidente?

Creo que estamos frente a una gran crisis. El año pasado las instituciones estaban funcionando, los fiscales acusando, los jueces fallando, el Parlamento funcionando… En consecuencia, la crisis era política, no institucional. Ahora es institucional. No porque las instituciones hayan dejado de funcionar.  Lo que pasa es que están perdiendo legitimidad. Y esto tiene que ver con la reacción de la ciudadanía ante la institución presidencial, ante el Parlamento, ante los jueces… Y no hablemos de los partidos políticos

¿Se trata de una crisis más severa, entonces?

Creo que es la peor que ha tenido Chile desde que tengo memoria. Dejo aparte, por cierto, el quiebre de nuestra democracia el año 1973. Lo que hay acá es una crisis de legitimidad asociada a una crisis de confianza. La ciudadanía no está confiando ni en las instituciones ni en los actores políticos

¿En ninguno?

Estamos todos cuestionados, cualesquiera sean nuestras posiciones y cargos. Las colusiones lastimaron mucho al sector privado. La Iglesia, que era parte de la reserva moral del país, quedó golpeada a raíz de los abusos. Y no hablemos de  lo ocurrido en el fútbol. ¿En quién confiar? ¿Desde dónde hay que comenzar a reconstruir? Ya no es una agenda de derecha ni de izquierda, sino que responde a la necesidad de llamar a un gran encuentro nacional de todos -sí, de todos- para recuperar la confianza

¿Cómo se hace?

Quienes lo deben hacer son los poderes del Estado: el Ejecutivo, el Legislativo, los jueces. Hace 50 años, ante una crisis así, habrían salido a opinar algunas de las mejores espadas del sistema político. Antes, en la hora de incidentes, se escuchaban planteamientos muy de fondo sobre el estado del país. Eran intervenciones macizas que hasta los adversarios, hasta los que no compartían ese punto de vista, celebraban. Que ese discurso se publique en extenso, pedían. 

¿Está añorando el pasado?

No, estoy dando un dato solamente. La crisis es muy severa.

De todos modos, el próximo Parlamento debiera tener mayor legitimidad.

Esperemos que sí.

En un país tan presidencialista como el nuestro, ¿no diría que la iniciativa ante una crisis de esta magnitud debe venir de la Presidencia de la República?

Bueno, algo se ha hecho. Pero no todas sus propuestas se han implementado y varias incluso se han desdibujado.

El problema es que aún queda año y medio de mandato…

Sin duda, por eso yo recordaba la experiencia de las cortes españolas. Los sistemas parlamentarios tienen una flexibilidad que el presidencialismo no tiene.

2. En un momento difícil el mundo opta por los peores líderes (La indeseable perspectiva de Trump y Putin)

3. Diez reacciones a al discurso de Donald Trump en el Convención Nacional Republicana que debes leer en este momento

Por Kajal Singh

Publicación del Partido Demócrata

23 de julio de 2016

Traducido y glosado por Lampadia

 

1. “La nominación de Donald Trump es el primer momento en que la política estadounidense realmente me ha dado miedo. Donald Trump no es un hombre que debería ser presidente. Esto no es un juicio ideológico.” – Ezra Klein

2. “El ex líder del Ku Klux Klan, David Duke, dice que está de acuerdo con el discurso de Donald Trump en la Convención Nacional Republicana.”

3. “He visto todas las convenciones políticas desde 1984. Esta noche me fui temprano. Tenía miedo”. – Melissa Harris-Perry

4. “¿Se han dado cuenta de cómo Trump cree que todos estos complejos problemas se pueden resolver de forma rápida? Siempre rápido. Siempre evidente. Como si todos los demás miembros del gobierno, de ambos partidos, fueran estúpidos o malévolos. ¡Volverá las malas ofertas comerciales en buenas! Tan sencillo. Él personalmente castigará a las empresas que utilizan recursos o empleados en el extranjero. ¿Puede un presidente hacer eso? ¿A quién le importa, en la actualidad? Este es el discurso más proteccionista de un candidato que he escuchado en mi vida. Y es un ataque directo a la globalización. Es una declaración de guerra comercial”. -Andrew Sullivan

5. “Esta es la visión de las mujeres en la campaña de Trump: que son esposas cuyas preocupaciones económicas se limitan únicamente a la capacidad de obtener ingresos de sus maridos”. – Rebecca Traister

6. “Trump emergió como una fuerza política con la afirmación racista de que el presidente Obama no nació en los Estados Unidos. Desde entonces, ha buscado sacar ventaja aprovechándose de los peores instintos de la gente descontenta, inventando culpables y teorías de conspiración, incitando ataques violentos contra los que no están de acuerdo con él”.

“La visión oscura de América, incitada por Trump, es una en el que los inmigrantes, incluyendo las familias de inmigrantes, son las principales fuentes de ‘violencia en nuestras calles y de caos en nuestras comunidades’. En el extranjero, Estados Unidos es una nación humillada, a la que se le falta el respeto.

“Esto no es sólo falso, sino que es una visión tremendamente distorsionada de lo que representa toda la nación. Uno podría pensar que, si Trump realmente creyera que existe esta distopía, tendría un plan claro y detallado para cambiarlo. Pero, como siempre, no tiene más que su vacío argumento vendedor: ‘Estoy con ustedes, voy a luchar por ustedes, y voy a ganar para usted”, dice.” – El Consejo Editorial del New York Times

7. “Rompiendo con dos siglos de tradición política, Donald Trump no les pidió a los estadounidenses que pongan su confianza en sí mismos o en Dios, sino más bien, en Trump”. – Yoni Appelbaum

8. “Donald Trump le dio a Bernie Sanders un saludo al final de su discurso en el CNR, y a Sanders no le hizo ninguna gracia.” – El presidente Barack Obama

“Cuando Trump utilizó el nombre de Sanders como un testimonio de su destreza unificadora, alegando que los partidarios de Sanders ‘se unirán a nuestro movimiento, porque vamos a arreglar su mayor problema, las ofertas comerciales’ y que ‘millones de demócratas’ serán partidarios de Trump, Sanders estaba allí para detenerlo”. – Vox

9. “Su discurso en la convención era completamente diferente a todo lo que hemos escuchado en la política estadounidense, ajeno a la historia y alimentado por el miedo”. – Jeff Greenfield

10. “Algunos de los temores que se expresaron durante toda la semana simplemente no son acordes a los hechos”. – Presidente Barack Obama

Lampadia




ISIS, terrorismo y violencia, nos alejan de la paz

El régimen genocida de Bashar al-Assad en Siria y la emergencia de ISIS, el terrorismo asesino que se arroga la representación de un nuevo califato islámico de vocación imperial, han producido alteraciones profundas de la paz en el mundo y han creado procesos como la masiva migración hacia Europa de poblaciones desplazadas del propio Siria, Medio Oriente y el norte de África.

De alguna manera, este proceso se agrava ante el desencuentro estratégico de los líderes de EEUU y Rusia, Barak Obama y Vladimir Putin, ante el genocidio criminal de Assad en Siria. Recordemos que Obama amenazó con intervenir si se probaba el uso de gases en la matanza de sectores de la población siria, pero ante el paralé que le puso Putin defendiendo a  Assad, Obama terminó retrocediendo.

En algo más de 10 años, las víctimas mortales en Siria se estiman en 250,000 más unos 180,000 desaparecidos y la mitad de su población de 22 millones de personas se habría desplazado, generando una crisis humanitaria de proporciones trágicas.

Durante sus ocho años de gobierno, Obama ha ido replegando a los EEUU en varios eventos de crisis como la débil reacción contra Putin por la anexión de Crimea y la infiltración violenta en Ucrania, dejando que el autoritario y abusivo Putin, fuera tomando cada día más espacio en el liderazgo global.

En este contexto de debilidad política de EEUU, del nuevo imperialismo ruso y de la crisis financiera y existencial de Europa, ISIS, ha venido cobrando vigencia y enfrentando a todo el planeta.

ISIS, llamado indebidamente Estado Islámico por Estado Islámico de Irak y el Levante o EIIL, o EI, es un grupo terrorista vinculado a Al-Qaeda y Boko Haram en partes de África. Es un grupo fundamentalista y yihadista wahabita formado por fieles leales a Abu Bakr al-Baghdadi, que en el 2014 proclamó un nuevo califato y pidió a todos los musulmanes lealtad absoluta para una ‘nueva guerra santa contra los infieles’.

Además de la guerra civil que lidera en Siria contra Assad, el ISIS ha desatado una cadena de atentados terroristas que se han multiplicado en Europa, EEUU, Turquía, Afganistán, Irak y otros países de la región. En la mayoría de los casos, estos crímenes son cometidos por militantes directos y en otros por simpatizantes espontáneos que muchas veces son ciudadanos de occidente con ascendencia musulmana.

El terrorismo de ISIS, junto con se la imparable marea migratoria a Europa ha cambiado y alterado completamente las expectativas de vida y desarrollo del siglo XXI. Por ejemplo, en el caso de Europa, Arturo Pérez-Reverte nos dice, en su artículo: Los godos del emperador Valente: “A ver si nos enteramos de una vez: estas batallas, esta guerra, no se van a ganar. Europa o como queramos llamar a este cálido ámbito de derechos y libertades, de bienestar económico y social, está roído por dentro y amenazado por fuera. Los ‘godos’ seguirán llegando en oleadas, anegando fronteras, caminos y ciudades. Cuando esto ocurre hay pocas alternativas, también históricas: si son pocos, los recién llegados se integran en la cultura local y la enriquecen; si son muchos, la transforman o la destruyen. No en un día, por supuesto. Los imperios tardan siglos en desmoronarse. No hay forma de parar la Historia. Mucho quedará de lo viejo, mezclado con lo nuevo; pero la Europa que iluminó el mundo está sentenciada a muerte. Ni ustedes ni yo estaremos aquí para comprobarlo. Nosotros nos bajamos en la próxima estación”.

Hace pocos días hicimos en Lampadia un llamado a una gran conferencia global para coordinar los esfuerzos de la humanidad en la lucha contra este flagelo, ver: Acción global para enfrentar el terrorismo y el radicalismo nacionalista.

Lamentablemente, más allá del terrorismo que está destruyendo la paz global, la multiplicación de los actos de violencia están creando una nueva suerte de cultura de la violencia. Es como si la cotidianidad de la violencia estuviera haciendo viable que cualquier individuo, afectado en su naturaleza personal, e inspirado en temas políticos, religiosos, raciales, o étnicos, pueda desarrollar un acto de violencia contra ciudadanos inocentes sin que le importe su propia vida.

Ya hemos visto varios de estos casos. Lamentablemente, en 7,000 millones de habitantes en el mundo, tenemos varias personas con suficientes debilidades sicológicas como para desgraciarse en actos de lesa humanidad.

La convivencia con la violencia es muy perniciosa para la formación de nuestros jóvenes. No debemos permitir que esta forma de vida se empiece a ver como algo normal y cotidiano sin que mostremos indignación y rechazo. Este lamentable desarrollo global, coincide, en el caso del Perú, con un aumento notorio de la victimización criminal, con la multiplicación del sicariato y con actos que equiparan una vida con un celular. 

Esperamos que el tema de seguridad ciudadana sea tratado por el nuevo gobierno con la perspectiva y profundidad más amplia posibles, sin sensacionalismo y con muchísima seriedad. ‘Despacio, que estamos apurados’.

Por lo tanto, no solo es necesario desarrollar una urgente estrategia y campaña para eliminar el terrorismo de ISIS y de Boho Haram, también tenemos que contrarrestar la epidemia de violencia que empieza a hacerse posible en cualquier esquina de nuestro planeta. ¿Cómo podemos evitar que individuos enfermos a los que no les importa su propia vida, dejen de optar por actos meta-surrealistas? No lo sabemos, pero no podemos dejar que las cosas sigan empeorando. 

Lampadia




En un momento difícil el mundo opta por los peores líderes

El día de ayer el Partido Republicano de EEUU oficializó la postulación de Donald Trump a las elecciones presidenciales de noviembre próximo. 

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Como hemos manifestado anteriormente en Lampadia, Trump debería ser declarado como ‘persona no grata a la humanidad’. Sus posiciones extremistas contra los más débiles en su propia sociedad y su desdén por muchos otros pueblos del mundo, lo deberían haber descalificado para encarnar la postulación republicana. Lamentablemente, muchos no lo tomaron en serio al principio y, cuando pretendieron impedir su nombramiento fue muy tarde.

Este personaje, por llamarle de alguna manera, es un ícono de la prepotencia y la soberbia. Antes de ser candidato se solazaba en los cierres de sus programas televisivos diciendo a gritos a las personas que presentaba: “You are fired” (Estás despedido).

En el plano político, es un oportunista que pretende aprovechar del descontento de los estadounidenses con llamados populistas y soluciones mágicas como cerrar la frontera con México, a cuyos migrantes acusa de ser el origen de todos los males de la economía de EEUU.

Trump ha hecho una campaña demoledora, acorralando a sus rivales con inusitada violencia y haciendo propuestas que han escandalizado a todo el mundo civilizado. 

Entre las barbaridades que propone Trump, quiere construir un muro de 3.5 kilómetros de largo y seis metros de alto, a lo largo de la frontera con México, que además, anuncia que hará que lo paguen los mexicanos. Pretende cortar la presencia militar en el mundo, excepto que sea pagada por los países que necesiten se mantenga. También pretende cortar la migración desde Europa, Medio Oriente y África. Y plantea un enfrentamiento económico con la China que puede desestabilizar la economía global y la paz mundial. Además, otras de sus propuestas podrían afectar severamente la situación del Medio Oriente. 

A estas alturas de la campaña, ya ha hecho buenas migas con otro nefasto líder político actual, Vladimir Putin, el nuevo Zar de Rusia que pretende ser ‘el Zar de todas las rusias’, que ya ha hecho retroceder a Obama de Siria y Ucrania con una prepotencia inusitada en la política del mundo pos ‘guerra fría’.

Ver nuestras notas anteriores sobre Trump y Putin:

Riesgos globales según el Economist Intelligence Unit

Una lucha de extremos que solo trae inquietud al mundo

Un occidente débil frente a un Putin envalentonado

La doctrina del resentimiento

A continuación, presentamos la campaña de los historiadores estadounidenses que pretende ilustrar a los votantes sobre las nefastas características personales y políticas de Donald Trump para asumir el más alto cargo político del mundo libre:

Historiadores sobre Donald Trump

Publicado en el Facebook: Historians on Donald Trump

12 de Julio de 2016

Transcrito y traducido por Lampadia

 

Como ejemplo de los llamados de los historiadores estadounidenses contra Trump, publicamos líneas abajo las palabras de David McCullough, un muy reputado escritor e historiador estadounidense, dos veces ganador del Premio Pulitzer y de muchas otras distinciones, que ha organizado una campaña de historiadores para hacer reflexionar a los ciudadanos que se aprestan a un proceso electoral que se presenta con un dramatismo muy especial:  

David McCullough, escritor e historiador, ha recibido en dos ocasiones el Premio Pulitzer — Por  “Truman” (1992) y “John Adams” (2001) — Y dos veces recibió el Premio Nacional del Libro — Por “El camino entre los mares” (1977) y por “La mañana a caballo” (1982). Sus otros aclamados libros incluyen “El viaje más largo” (2011), “1776” (2005), “Valientes Compañeros” (1991), “La inundación de Johnstown” (1968 ), “El gran puente” (1972) y “Los hermanos Wright” (2015). Él es el ganador de numerosos premios y honores, Incluyendo la Medalla Presidencial de la Libertad, el más alto premio de EEUU a un civil.

“¿A qué ha llegado el partido republicano? En un período tan inquietante como este, con tantos desafíos y problemas trascendentales que deben abordarse – y sí, tanto que debemos y podemos lograr – ¿por qué debemos optar por confiar nuestro más alto cargo nacional, y nuestro futuro, a alguien tan claramente inadecuado para el puesto? Alguien que nunca ha ocupado un cargo público, no ha servido a su país en ninguna forma”.

“El presidente Dwight D. Eisenhower, que tan admirablemente sirvió a su país durante toda su carrera, dijo que había cuatro cualidades claves para medir a un líder: carácter, capacidad, responsabilidad y experiencia”.

“Donald Trump no clasifica en ninguna de las cuatro. Y hay que señalar que Eisenhower puso en primer lugar el carácter. En las palabras de los antiguos griegos, el carácter es el destino”.

“Tanto así que Donald Trump, con un discurso tan vulgar y tan lejos de la verdad y mezquino; realmente no está a la altura en la cuestión del carácter. Es imprudente. Claramente no tiene preparación, ni capacidades y, a menudo, parece desquiciado. ¿Cómo podemos poner nuestro futuro en las manos de un hombre así?”

“Nosotros somos en general -no olvidemos- un buen país, de gente buena, con buenas intenciones”.

“Buenos, hasta grandes líderes, han desempeñado un rol decisivo en nuestra historia, una y otra vez. Hemos creído desde el principio en un logro digno y hemos puesto ejemplos emblemáticos de lo mucho que se puede lograr cuando trabajamos juntos, incentivados por un espíritu positivo”.

“Inspirados por Theodore Roosevelt, construímos el Canal de Panamá. Dirigidos por el presidente Harry Truman, creamos el Plan Marshall. El presidente John F. Kennedy nos incentivó para llegar a la luna – ¡y fuimos a la luna! A través del liderazgo de los presidentes Ronald Reagan y George H. W. Bush, terminamos con la Guerra Fría”.

“Y no hay ninguna razón por la cual, bajo el liderazgo correcto, no podamos continuar en ese camino. Depende de todos nosotros, de todos nosotros, republicanos, demócratas, independientes, jóvenes y viejos, sin importar los espectáculos o las discusiones durante las campañas y la política, debemos hacer una pausa y pensar -y pensar cuidadosamente. Esta opción de liderazgo, tan importante y de tan largo alcance, está en nuestras manos, nos van a responsabilizar por ella. ¿Cómo nos juzgará la historia?”

Ver los demás mensajes en el siguiente enlace:

La siguiente lámina presenta un compósito de la mayoría de los historiadores de EEUU que se han puesto al frente para defender los valores tradicionales de la política de la democracia más fuerte del planeta. 

Lampadia