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Estamos perdiendo una gran oportunidad para reducir la pobreza

Estamos perdiendo una gran oportunidad para reducir la pobreza

Todos hablan ahora de cómo podemos beneficiarnos por el aumento de los precios de los metales como el Cobre y el Zinc. Con ello se generan mayores ingresos por exportaciones, mayores recursos fiscales y disminuye el déficit fiscal.

Pero si no desarrollamos nuestros proyectos, y solo nos contentamos con los mejores precios de la producción actual, estamos perdiendo una gran oportunidad de generar riqueza. Este es el momento de iniciar inversiones. Pero para lograrlo, se requiere que el gobierno y el gremio minero, le expliquen a la población los grandes beneficios que podemos obtener y comprometer el apoyo de la población para contrarrestar las asonadas anti-mineras de quienes promueven las ideologías de la pobreza y viven del conflicto.

Como sabemos, los buenos precios no son eternos. No aprovechar estos momentos e impulsar las inversiones mineras es un acto de irresponsabilidad supina.

Veamos en qué estamos:

La mirada desde Chile

Las ilusiones oficialistas

Las inversiones mineras en el Perú se expandirían 20% este año y superarían los US$ 5,000 millones, afirmó el MEM recientemente, resaltando que este crecimiento se debe mayormente a los cambios normativos como la simplificación administrativa y la creación de condiciones sociales en los entornos mineros para que los proyectos puedan desarrollarse y seguir las operaciones.

Además, el Perú recientemente presentó una cartera de inversiones en minería proyectada para los próximos 10 años, tanto en exploración, explotación y ampliaciones, que supera los US$ 58,000 millones en la Feria Prospectors and Developers Association of Canada (PDAC) 2018. También promocionó los proyectos Colca y Jalaoca, cuya convocatoria a concurso se abrió el viernes pasado. Nótese que en la relación presentada no figura Tía María.

La cartera estimada de los proyectos mineros es descentralizada y se ubica en regiones como Cusco, Cajamarca, Moquegua, Tacna, Ica, Lima, Arequipa, Junín, Piura, Áncash, Huancavelica y Lambayeque.

Aterrizando

Según el Mercurio de Chile, el Banco Central de Reserva del Perú, en uno de sus últimos informes, calculó que la inversión minera llegaría a US$ 6.529 millones durante los años 2018 y 2019. Por su lado, según estimaciones que han realizado el Consejo Minero y la Sonami, la industria minera chilena invertirá US$ 7 mil millones en el 2018. El doble de inversión que el Perú.

Además, según el último estudio de 2017 del Instituto Fraser, el Perú fue desplazado del primer puesto de América Latina por Chile como “jurisdicción favorita para invertir en minería”. El estudio se basa en una encuesta que evalúa cómo las dotaciones mineras y los factores de política pública (impuestos e incertidumbre regulatoria) afectan la inversión en exploración minera.

Entre las razones del salto chileno, el Instituto Fraser destaca “una disminución en la preocupación por el sistema legal de Chile (-16 puntos), régimen impositivo (-14 puntos) y base de datos geológicos (-13 puntos).

A pesar de las bondades objetivas del proyecto minero que está más cerca de efectivizar inversiones, Tía María, y de una importante campaña de Southern Copper para generar el apoyo de la población del valle de Cocachacra, en Arequipa, que aclara todas las dudas y mitos sembrados alrededor del proyecto, los representantes del gobierno, tanto en su momento, Cayetana Aljovín como ministra de Energía y Minas, como la actual ministra, Ángela Grossheim, siguen omitiendo toda referencia al proyecto, dando la impresión de que estuviera vetado (por pura y llana cobardía).

¿Qué debemos hacer?

Recordemos que, al contrario de los mitos anti-mineros, el Perú ha mejorado a pasos agigantados gracias al crecimiento de este sector. La inversión privada, liderada por la minería, ha permitido un crecimiento sostenido del PBI, durante más de quince años, permitiéndonos reducir la pobreza, la desigualdad, la desnutrición y la mortalidad infantil.

Lamentablemente, en el 2011, como hemos destacado anteriormente, el 2011 se dio el punto de inflexión, coincidiendo con el inicio del ‘gobierno de la inclusión’, tanto en aspectos sociales como económicos. Ver en Lampadia: En el 2011 se dio el Punto de Inflexión de nuestro Desarrollo.

Para poder retomar recuperar el crecimiento económico, el principal camino para la reducción de la pobreza, la generación de empleo y mejoras sociales, es necesario poner en valor nuestros proyectos y situarnos como uno de los principales exportadores mineros del mundo. Nos guste o no, la inversión minera es el mejor y más rápido camino para que podamos cerrar nuestras brechas económicas y sociales.

Contamos con un sector que aporta un gran valor agregado a la economía (superior a 65%), generando miles de millones de dólares de exportaciones. Ver en Lampadia Conflictividad y debilidad política impiden desarrollo minero

Pongamos en valor los recursos mineros que tenemos el privilegio de tener y actuemos en pro del desarrollo integral, duradero y sostenible, sin que los mitos y las mentiras nos aparten del camino de la reducción de la pobreza. 

Para que estas palabras no sean una simple ficción, solo falta un liderazgo asertivo, valiente y consecuente con el reto de superar la pobreza, como primera prioridad de gobierno. Lampadia




No nos olvidemos que también sabemos hacerlo bien

Hace pocos días, el Banco Mundial publicó un gráfico que muestra a todos los países del mundo en función del crecimiento de su riqueza per cápita, durante 20 años, entre 1995 y 2014. El promedio mundial de crecimiento fue de 31% pocos países superaron el 100%, notoriamente: China, India, Chile y el Perú.

Un tremendo éxito de nuestro país, que no se produjo por obra y gracia del Espíritu Santo. Solo el año 1990, éramos un ’Estado Fallido’, sin esperanza de ser viables económica y socialmente. 20 años después, fuimos una ‘Estrella Internacional’. ¿Hay algo que puede explicar este gran salto adelante?

Casi sin dudas, podemos decir que esto se basó en:

  • El marco regulatorio de la Constitución de 1993
  • La apertura de la economía
  • El regreso de la inversión privada
  • Las privatizaciones y el régimen laboral agrario
  • La desregulación y simplificación regulatoria
  • El impulso multiplicador de la inversión minera
  • El trabajo de millones de peruanos
  • Y la gran riqueza de un país lleno de oportunidades

Qué lejos estamos hoy día de ese Perú brioso, que, en poco tiempo, superó treinta años de parálisis y empobrecimiento.

Qué fácil parecía aprender la lección, solo comparando un antes y un después. Solo apreciando que la orientación estatista e izquierdizante de la economía entre los años 60 y los 80s, sin inversión privada, con millones de regulaciones, etc., produjo pobreza, deuda y estancamiento. Pero, desde los años 90, explicados líneas arriba, crecimos, redujimos la pobreza, disminuimos la desigualdad, mejoramos nuestros indicadores sociales, y más.

Qué fácil parecía para los peruanos saber lo que teníamos que seguir haciendo. Pero desde el albor del nuevo milenio, empezamos a prestar oídos a los negacionistas, que, ya sea porque no habíamos resuelto todas nuestras necesidades económicas y sociales, o porque manteníamos grandes problemas institucionales sin resolver, despreciaron las mejoras y debilitaron las líneas de acción. También sufrimos los embates de los que, en un país que invertía y crecía, veían diluirse sus espacios políticos de convivencia con su ambiente ideal: la pobreza y falta de esperanza.

Peor aún, todos los gobiernos, desde el de Valentín Paniagua, por un juego político de corto plazo, y otros por resentimientos u odios, empezaron a hacer ascos a las políticas públicas que nos estaban sacando de pobres.

Además, nuestra clase dirigente, no política, se abstuvo de marcar las lecciones de la prosperidad, de explicar las relaciones causa-efecto que permitieron las mejoras, de participar en el debate nacional, que poco a poco nos quedamos solo en manos de los políticos busca-votos y de los periodistas busca-rating.

Así fue que empezamos a desandar las buenas políticas públicas que, sin ser suficientes, aumentaron el bienestar. Nos volvimos a llenar de regulaciones absurdas, le hicimos ascos a la inversión minera, origen del gran impulso de crecimiento, y en uno de los períodos de mayor inclusión social y económica, elegimos a Ollanta Humala, que ofrecía ‘crecimiento con inclusión’, y no nos dio ni crecimiento, ni inclusión.

Luego recalamos en el gobierno de PPK, que tenía que ser el mejor gobierno de nuestra historia, pues podía hacer la síntesis de nuestros errores y aciertos, y marcar una línea sólida hacia la prosperidad. Y podía haber desatado un shock de inversiones, de desregulación y de reformas.

Lamentablemente, el gobierno ‘de lujo’, optó por la mediocridad y por las peores juntas, manteniendo en el gobierno a los funcionarios de Humala-Heredia, haciendo cariño a los izquierdistas anti-inversión y anti-desarrollo, llenándose de asesores que podemos llamar, con propiedad, caviares y social-confusos, y dejando de explicar a los ciudadanos de donde veníamos, porqué tropezamos, y que teníamos que corregir.

Y así PPK perdió la oportunidad de presidir el mejor gobierno de nuestra historia, para, tristemente, presidir uno de los peores gobiernos de nuestra historia.

¿Y ahora qué?

Pues, todos los peruanos, ya perdimos años y oportunidades maravillosas. Lo perdido, perdido está. Como se dice en finanzas: ‘realize your loss’ (reconoce tu pérdida). PPK también perdió. Perdió la oportunidad de seguir gobernando con el mismo estilo y la misma gente.

Lo primero que tiene que hacer, es convocar, de urgencia, a un Primer Ministro independiente, que ojalá pueda convocar un gabinete de peruanistas capaces, que nos conduzcan hasta el 2021.

No podemos hacer caso a los cantos de sirena de las izquierdas que piden la vacancia presidencial, para ir a nuevas elecciones generales y cambiar la Constitución. Eso es todo lo contrario de lo que necesitamos, y debemos repudiarlo con todas nuestras fuerzas y estado de ánimo.

Si eventualmente, se produjera la vacancia del Presidente, o su tan mencionada renuncia, de igual manera, el Vicepresidente Martín Vizcarra tendría que conducir el país hasta el 2021, con un Primer Ministro independiente, tanto porque así lo establece la Constitución y el calendario electoral, como porque, durante estos días de profunda crisis política, a diferencia de otros personajes del gobierno, está mostrando seriedad y sentido de responsabilidad.

El Perú es muy grande en sus posibilidades de encaminarse a la prosperidad. Los peruanos sabemos lo que tenemos que hacer. No nos amilanemos con la crisis de estos días. Respetemos nuestra Carta Magna y pongamos el hombro para retomar la gesta del desarrollo. ¡El Perú es Infinito! Lampadia     

Nota: El cuadro que mostramos líneas arriba, es parte de la siguiente publicación del Banco Mundial, que analizaremos próximamente.     

Lampadia




Se viene un nuevo intento de cambiar de metodología

Se viene un nuevo intento de cambiar de metodología

El PBI es la manera más holística de medir el progreso nacional de los países. El crecimiento del PBI es la forma en que decimos si un país está mejorando, y el PBI per cápita se ha convertido en la medida definitiva del éxito de las naciones.

¿Es el PBI es una medida satisfactoria del crecimiento? Si por crecimiento se entiende la expansión de la producción de bienes y servicios, entonces el PBI o preferiblemente el PIB real, que mide el crecimiento sin los efectos de la inflación, es perfectamente satisfactorio. Ha sido construido para este propósito. La letra P significa “Producto”, el resultado de la producción. El Producto Bruto Interno se define como la suma de todos los bienes y servicios producidos en un país a lo largo de un espacio de tiempo. Es una medida integral, que abarca la producción de bienes y servicios de consumo, incluso servicios gubernamentales y bienes de inversión.

En este número único, se hace una idea de si la economía se está expandiendo o contrayendo. Paul Samuelson, premio Nobel y autor de muchas referencias de libros de texto, alguna vez describió el PBI como “verdaderamente uno de los grandes inventos del siglo XX, un faro que ayuda a los legisladores a orientar la economía hacia objetivos económicos clave”.

Sin embargo, durante varias décadas, un número creciente de economistas han comenzado a preguntarse si el PBI es suficiente para medir el éxito nacional. Notablemente, después de la crisis financiera de 2008, algunos economistas argumentaron que el PBI era solo un limitado indicador económico a través del cual evaluar el progreso.

Vale la pena recalcar que en Lampadia consideramos que el crecimiento del PBI es la clave del desarrollo integral (económico y social) de un país. Si la tasa de crecimiento no es óptima, la renta de una nación, es decir su nivel de riqueza, será escaso, su inversión limitada y su capacidad de crear empleo disminuida. Por lo tanto, además, el Estado no tendrá los recursos para atender sus obligaciones. Todo esto redunda directamente en una menor reducción de la pobreza, objetivo número uno de un país emergente como el Perú.

Es obvio que medir algo tan complejo como la riqueza de un país y su capacidad de crear riqueza, es algo muy difícil. Además, para agregar complejidad, es necesario tener elementos de juicio que permitan comparar distintos países, que pueden ser muy diferentes entre sí. Otrosí, las mediciones del nivel de desarrollo comparado, deben otorgar los elementos de juicio que permitan evaluar las relaciones causa-efecto de las políticas públicas que crean riqueza y, de aquellas que destruyen riqueza.

En las últimas décadas, se han creado una serie de metodologías de medición de la riqueza de los países. Por ejemplo, hace algunos años, el PNUD, sacó, con bombos y platillos el IDH (Índice de Desarrollo Humano), y lo presentó como una suerte de alternativa al PBI, y enfatizaron políticas públicas ajenas al crecimiento, sin embargo, el 33% del IDH, era el PBI. Por lo tanto, las políticas públicas no podían alejarse mucho de la búsqueda del crecimiento.

Consideramos que, aunque muchos critican al PBI, como un indicador que solo mide la riqueza/pobreza monetaria, un reciente estudio de la Universidad de Oxford demuestra que los índices que miden “la pobreza multidimensional” y el “Índice de Desarrollo Humano” reflejan lo mismo que consigue el denostado PBI. Los resultados del mencionado informen concluye que “para los hacedores de políticas [autoridades y expertos], la data también sugiere que el aumento de los ingresos se traduce en menores niveles de pobreza multidimensional. El crecimiento económico puede, entonces, no sólo ser la mejor manera de superar la pobreza extrema, sino también de reducir los aspectos no económicos, como las terribles carencias sociales” (Ver en Lampadia: No nos equivoquemos sobre cómo medir la pobreza).

Los países como el Perú, atrapados en su camino al desarrollo, no pueden distraer su atención en políticas públicas que muevan la aguja. O sea, que no disminuyan la pobreza y nivelen el piso de ingresos.

Sin embargo, consideramos importante y justo compartir también notas del Financial Times que intentan ampliar el espectro de cómo medir la riqueza de un país y utilizar métodos alternativos y holísticos para lograrlo. En nuestra opinión, estos índices o metodologías de medición, debieran ser complementarios al del PBI, pero no alterar la dirección principal del quehacer gubernativo. Lampadia

Por qué es hora de cambiar la forma en que medimos la riqueza de las naciones

El PBI es la medida de éxito económico más utilizada, pero ¿es engañosa?

Por David Piling
Financial Times
5 de enero, 2018

Imagine a dos personas: Llamémoslos Bill y Ben. Bill es un banquero de inversiones de rango medio que paga £ 500,000 al año después de impuestos. Ben es un jardinero que se lleva a casa £ 25,000. ¿Quién está mejor?

Si los juzgamos por sus ingresos, entonces Bill es claramente más rico; 20 veces más rico, para ser precisos. ¿Pero quién es más rico? Para eso, vas a tener que saber más acerca de sus existencias de activos y sobre sus circunstancias más ampliamente.

En términos de contabilidad nacional, el salario de £ 500,000 de Bill es el equivalente al producto bruto interno. Es el “flujo” de ingresos obtenidos en un año. Pero, como sabe cualquier prestamista hipotecario, eso no le dice nada sobre su riqueza o su salario del próximo año o del año siguiente.

¿Mencioné que Bill está endeudado después de un divorcio paralizante, o que tiene un hábito caro de cocaína? Ha vendido la mayor parte de sus activos, incluida su Harley-Davidsons vintage. Lo único que le queda es una hipoteca costosa y varios pagos de su (estropeado) Porsche. A los 59 años, ha sido despedido también del trabajo. De hecho, está a punto de ser despedido cuando el banco cambia su equipo de negociación de derivados de Londres a Frankfurt.

Mientras tanto, Ben vive en la finca de £ 100 millones que heredó de su tía abuela. Los fines de semana, se divierte en su propio jardín inspirado en Versalles, pagándose un salario nominal.

Este año, antes de cumplir 21 años, planea vender la propiedad y mudarse a un piso modesto en Knightsbridge. Va a invertir los 95 millones de libras que le sobran y vivir de los intereses mientras completa sus estudios como abogado de patentes, una profesión que debería hacerle ganarle un poco de dinero en efectivo en los próximos años.

Ahora, ¿quién se ve más rico? ¿Bill el banquero o Ben el jardinero?

Se dice que Michal Kalecki, el economista polaco, describió la economía como “la ciencia de confundir los stocks con los flujos”. Los inversores analizan el balance de una empresa, así como sus ganancias y pérdidas. Sin embargo, cuando se trata de dimensionar una nación, la mayoría nos quedamos estancados con el PBI, que cuenta el valor de los bienes y servicios producidos en un período determinado.

Las cifras del PBI pueden ser engañosas. Eso es especialmente cierto en los países ricos en recursos. El ingreso per cápita de Arabia Saudita de alrededor de $ 20,000 al año depende del precio y del volumen de producción de petróleo, que un día se agotará. En ese punto, a menos que los sauditas encuentren una manera de reemplazar el ingreso perdido, mediante el desarrollo de industrias de alta tecnología atendidas por personas educadas, se convertirá en Bill el banquero de las naciones.

Como dice Paul Collier, profesor de economía y política pública en la Blavatnik School of Government, es una lección difícil de extraer de las estadísticas nacionales de ingresos. Se necesitan actualizaciones periódicas del balance general de un país para “poder alertar” sobre las políticas insostenibles.

Sin embargo, no es algo sin remedio si los líderes son astutos. Gran parte de la urgencia detrás de los esfuerzos de reforma de Mohammed bin Salman, el príncipe heredero de Arabia Saudí, de 32 años, surge de una aparente determinación de diversificar la economía antes de que sea demasiado tarde.

“Las políticas que crean riqueza van más allá del aumento de la producción”, dicen Kirk Hamilton y Cameron Hepburn, en su reciente libro “La riqueza de las naciones: qué es lo que se olvida, porqué importa” (National Wealth: What Is Missing, Why it Matters)”. Implican hacer inversiones hoy para tener resultados en el futuro”.

Durante mucho tiempo tuve algunos recelos sobre el PBI como un barómetro preciso de los niveles de vida y la sostenibilidad de la riqueza. Como joven reportero del FT en América Latina en la década de 1990, aprendí rápidamente a informar minuciosamente sobre los giros trimestrales del PIB y a dar a mis artículos un toque de distinción mediante el despliegue del PBI como denominador común. Los ingresos tributarios o los niveles de deuda o el gasto en educación se expresaban mejor como un porcentaje del PBI para facilitar las comparaciones entre países. Sin embargo, más allá de saber que el PBI era una medida de producción económica, nunca me paré a pensar exactamente cómo se calculaba o qué significaba exactamente.

Más tarde, como corresponsal en Japón, me pregunté por qué la gente parecía tan acomodada cuando el PIB nominal no se había movido durante 20 años. La deflación y el bajo crecimiento de la población fueron parte de la respuesta. Eso significaba que el ingreso real per cápita era más alto que el número nominal sugerido. Pero la calidad de los servicios y la tecnología también marcaban una diferencia en los niveles de vida. Para el PIB, una elegante tienda del departamento de Mitsukoshi era lo mismo que un Walmart, y un tren de cercanías británico apabullado de gente hacía lo mismo que un tren Shinkansen japonés que viajaba a 200 mph y llegaba con una puntualidad medida en fracciones de segundo.

Más tarde aún, en China, me maravillé año tras año de un crecimiento de dos dígitos, pero me preocupaba que nadie tomara en cuenta los costos no tan ocultos del crecimiento en aire envenenado y tierra agotada. Parecía perverso que, si China gastaba dinero limpiando su desorden, eso también contara como crecimiento, al igual que el PBI cuenta el dinero gastado para reparar el daño después de desastres naturales, ataques terroristas o las guerras. Parecía que cualquier actividad, cavar un agujero y llenarla nuevamente, lo haría. En mi trabajo más reciente, como editor de África, descubrí que los datos del PIB, a menudo tratados como sacrosantos, se usaban, por ejemplo, para determinar los niveles apropiados de endeudamiento. – no tenían prácticamente ningún sentido. Los métodos normales para compilar el PBI, que se basan en costosas encuestas de empresas y hogares, a menudo son demasiado caros para que los asuman los gobiernos sin recursos. Además, no informaban adecuadamente sobre la actividad de los sectores informales y de subsistencia masivos. Terry Ryan, presidente de la Oficina Nacional de Estadísticas de Kenia, me decía que, si los datos oficiales indicaban que el 72% de los kenianos vivía con un dólar o dos por día, esto significaría que “el 72% de mi gente estaría muerta”.

En Nigeria, los pequeños cambios en la metodología implementada en 2014 revelaron que la economía era un 89 por ciento más grande de lo que se suponía, burlándose de las estimaciones anteriores. De nuevo en Kenia, un grupo de economistas contaba que podían monitorear la economía con mayor precisión que el PIB usando mediciones tomadas desde el espacio exterior. Las imágenes de satélite de las luces nocturnas mostraban que las estadísticas nacionales de ingresos no tenían en cuenta gran cantidad de actividades fuera de Nairobi, la capital.

Cuando comencé a leer más en el curso de la investigación de un libro, “El Gran engaño” (The Growth Delusion), descubrí que no estaba ni mucho menos solo en mi escepticismo. Había una gran cantidad de literatura académica, una mini industria cada vez más respetable, cuestionando la capacidad del PIB para reflejar nuestras vidas.

Un tren bala Shinkansen en Tokio © AFP

Inventado en la década de 1930 por Simon Kuznets, inicialmente como una forma de calcular los daños causados ​​por la Gran Depresión, el PIB es un niño de la era de las manufacturas. Es bueno para realizar un seguimiento de “cosas que se puede dejar de lado”, se esfuerza por dar sentido a los servicios, desde seguros de vida y jardinería paisajística hasta una comedia en directo, que comprenden alrededor del 80 por ciento de las economías modernas. Internet es aún más desconcertante. En términos del PBI, Wikipedia, que pone la suma del conocimiento humano al alcance de la mano, no vale precisamente nada.

Tampoco tiene mucho que decir el PBI sobre la distribución del ingreso, uno de los temas de nuestra era. Kuznets advirtió con urgencia que su medida nunca debe confundirse con el bienestar. Sin embargo, tratando al PBI como el parangón de los números, hemos ignorado esta advertencia.

Entre las deficiencias del PBI, la distinción entre flujo de ingresos y el stock de riqueza, destacada en la historia de Bill y Ben, es una de las más serias.

Partha Dasgupta, profesor emérito de economía en la Universidad de Cambridge, ha estado tratando de inventar formas de medir la riqueza durante décadas. La “palabra deshonesta” en el producto interno bruto, dice, es “grave”. “Si se drena un humedal para dar paso a un centro comercial, la construcción de este último contribuye al PBI, pero la destrucción del primero no se registra”.

Cuando fui a ver a Dasgupta, ahora de alrededor de setenta años, en sus habitaciones en St John’s College, comenzó con la intrincada interacción entre riqueza e ingresos. Uno podría pensar en términos de planificación de vida, dijo. Una familia puede usar el ingreso para comprar un activo, digamos una casa, o puede intercambiar un activo para pagar una educación, que, a su vez, podría convertirse luego en un ingreso más alto. Con cualquier entidad, una familia, una empresa o una nación, la riqueza es “lo que le permite planificar”, dijo, “convirtiendo una forma de capital en otra”. Con las naciones, algunas formas de capital son más fáciles de contar que otras. El llamado capital manufacturado comprende inversiones en carreteras, puertos y ciudades. Es relativamente fácil de valorar y muchos países mantienen inventarios de stock de capital. El capital humano es el tamaño y la habilidad de una fuerza de trabajo. El capital natural incluye energías no renovables, como el petróleo y el carbón, y las energías renovables, que van desde tierras de cultivo hasta complejos ecosistemas que proporcionan agua, oxígeno y nutrientes.

Puede parecer absurdo intentar valorar algunos de estos activos. En 1997, el economista ambiental Robert Costanza causó revuelo con su estimación de que el capital natural del planeta – “naturaleza” para usted y para mí – valía $ 33 billones. Sus sumas, publicadas en la revista científica Nature, fueron ridiculizadas tanto por economistas convencionales, que pensaban que el ejercicio no era científico, como por ecologistas, que se oponían a la idea de colgar una etiqueta en un océano o una selva. Costanza descubrió, por ejemplo, que los lagos y ríos “valían” $ 1.7bn, mientras que el ciclo de nutrientes, un “servicio ecosistémico”, proporcionaba $ 4.9 billones de beneficios para la humanidad.

Llamar a sus cálculos “la parte de atrás del sobre” sería difamar a los sobres. Sin embargo, cuando se cuestionó su metodología, respondió: “No creemos que exista una forma correcta de valorar los servicios ecosistémicos. Pero hay un camino equivocado, y es no hacer todo esto”.

De izquierda a derecha: Christine Lagarde, el príncipe heredero saudita Mohammed bin Salman y Masayoshi Son. Reuters.

Algunos economistas ven con sospecha cualquier intento de dar cuenta del agotamiento natural. Cuando le pregunté a Lawrence Summers al respecto, él denunció lo que vio como un intento fraudulento de los ambientalistas para limitar el crecimiento. Su principal queja era que los contables de la riqueza se quejaban rápidamente cuando los recursos se habían agotado, pero tardaban en reconocer cuándo se habían aumentado.

Las nuevas tecnologías, como el fracking y la perforación en alta mar, dijo Summers, habían aumentado las reservas explotables de petróleo y gas. La videoconferencia fue un avance que permitió a las personas celebrar más reuniones internacionales y reducir las emisiones relacionadas con los viajes. Pero los contables de la riqueza, dijo, nunca fueron lo suficientemente honestos como para admitir cómo la innovación podría aportar tanto a la riqueza como le habíamos substraído. “Es toda una operación de condenación y pesimismo”, prácticamente gruñó por teléfono. “Están a favor de que todos se queden en casa”. Que todo el mundo se quede en casa y se dedique a tejer.”

Summers tiene razón en que es difícil saber cuánto vale el stock de capital actual, ya que su valor puede cambiar dependiendo de los desarrollos tecnológicos o políticos. El cobalto había sido un subproducto del cobre de interés escaso; ahora es un componente imprescindible de las baterías de automóviles eléctricos. El petróleo ha sido oro líquido y aún puede serlo de nuevo. Pero las regulaciones ambientales más estrictas algún día podrían convertirlo en un activo varado sin valor.

Más filosóficamente, es difícil poner un precio al futuro. Una de las supuestas virtudes de la contabilidad de la riqueza es que es prospectiva. Analiza las existencias actuales de capital que producirán la corriente de ingresos del mañana. El PBI, por otro lado, es retrospectivo. Simplemente calcula la suma total del aumento de la producción durante un período determinado del pasado. Así que, en teoría, la contabilidad de riqueza debería ayudar a una generación a pensar en la siguiente.

Sin embargo, en la práctica, como me dijo mi colega Martin Wolf, existen límites. Podemos amar a nuestros hijos y a sus hijos e incluso a sus hijos por nacer. Pero, ¿qué hay de los niños que van a existir después de ellos y los de después de ellos? “La cuestión de la sostenibilidad en parte significa: ¿a quién le importa el futuro?”, Dijo. A largo plazo, “todos seremos sopa de energía cero”.

Dejando de lado consideraciones prácticas y filosóficas, ahora existe un verdadero impulso detrás de la contabilidad de la riqueza, incluso entre las instituciones más ortodoxas. Este mes, el Banco Mundial dará a conocer el intento más completo hasta la fecha para resolver el problema.

La Cambiante Riqueza de las Naciones 2018 es el fruto de años de trabajo de un equipo dedicado a ello. Se basa en investigaciones publicadas en 2006 y 2011. En su última versión, el banco produce cuentas de riqueza integrales para 141 países entre 1995 y 2014. Para cada país, hay estimaciones del capital “producido”, incluidas las tierras urbanas, la maquinaria y la infraestructura. El capital natural incluye los valores de mercado para los activos del subsuelo, como el petróleo y el cobre, tierras cultivables, bosques y estimaciones de la conservación de áreas protegidas, que están valoradas como lo están las tierras de cultivo.

Por primera vez, el banco hace un intento explícito de medir el capital humano. Utilizando una base de datos de 1,500 encuestas de hogares, estima el valor actual de las ganancias proyectadas de por vida de casi toda la población del planeta. “Estamos mirando el PBI como un rendimiento de la riqueza”, dice Glenn-Marie Lange, co-editor del informe y líder del equipo de contabilidad patrimonial del banco. “Los responsables políticos necesitan esta información para diseñar estrategias que garanticen que su crecimiento del PBI se mantenga largo plazo”.

Entre los hallazgos del informe, cuyos detalles completos están embargados, se encuentra un gran cambio de riqueza en 20 años hacia los países de ingresos medianos, impulsados en gran medida por el ascenso de China y otros países asiáticos. Sin embargo, un tercio de los países de bajos ingresos, especialmente en África, ha sufrido una caída absoluta de la riqueza per cápita durante ese período, en lo que podría ser un presagio peligroso sobre su capacidad de crecimiento futuro. En el mundo en su conjunto, según el informe, el capital humano representa un enorme 65 por ciento de la riqueza total. En 2014, este fue de $ 1,143 billones, o alrededor de 15 veces el PBI de ese año.

El informe es particularmente esclarecedor en trazo del camino hacia el desarrollo, ya que los países, en la forma descrita por Dasgupta, comercian de una forma de capital a otra. En pocas palabras, utilizan los ingresos derivados de los recursos naturales para acumular otras formas de capital, principalmente en infraestructuras, tecnología, salud y educación. Así, mientras el capital natural representa el 47 por ciento de la riqueza de los países con bajos ingresos, representa solo el 3 por ciento de la riqueza de los más avanzados.

La lección, dice Collier de la escuela Blavatnik y autor de “The Bottom Billion”, un libro sobre las economías en quiebra, es que las escaladas del PIB no te dicen nada si no sabes nada sobre la riqueza subyacente. En África, países como Nigeria han convertido los recursos en booms de consumo, pero han fracasado en gran medida en construir las infraestructuras o en invertir en la población saludable y educada que sostendrá el crecimiento futuro.

Gran parte de África, dice Collier, se ha “desenterrado a sí misma y se ha derribado a sí misma, pero no ha construido lo suficiente en su lugar”. No es crecimiento sostenible. Es una ficción de los datos de flujo “. Es una lección que Bill, el banquero endeudado con perspectivas de futuro limitado, habría hecho bien en tomar en serio. Lampadia




Nuevas investigaciones sobre la desigualdad en EEUU

Nuevas investigaciones sobre la desigualdad en EEUU

En los últimos tiempos gran parte del debate económico se ha centrado en el aumento de la desigualdad que se habría producido en los países más ricos.

Lamentablemente, este desarrollo se ha manejado sin el debido cuidado, planteando una generalización de la desigualdad para todo el planeta. La verdad, como hemos explicado  anteriormente, es que durante las últimas décadas la desigualdad se ha reducido dramáticamente en los países emergentes. Ver en Lampadia: Las dos caras de la desigualdad en el mundo y Contundente reducción de la desigualdad.

Ahora, según nuevas investigaciones serias, como la que presentamos líneas abajo, se habría sobreestimado sustancialmente, el aumento de la desigualdad en EEUU, lo que pone en entredicho la gran movilización mediática al respecto, y quita sustento al fenómeno populista que ha hecho carne, precisamente, en los países ricos.

Esperamos que, con estas nuevas investigaciones, amaine el aprovechamiento periodístico de un tema tan sensible como la desigualdad y, por supuesto, la peligrosa ola populista, que ya ha afectado la política de países muy importantes para la salud global. 

Un nuevo estudio dice que gran parte del aumento de la desigualdad es una ilusión. ¿Deberíamos creerlo?

Todos aceptan que la desigualdad creció. La pregunta es cuánto.

Por Dylan Matthews
VOX.COM
10 de enero de 2018
Traducido y glosado por Lampadia

Manifestaciones de desigualdad de ingresos y riqueza, en un evento de caridad en la ciudad de Nueva York. Andrew Lichtenstein / Corbis vía Getty Images

Pocos hallazgos económicos han penetrado tanto en la conciencia pública en los últimos años como este: la desigualdad de ingresos se ha disparado en las últimas décadas, y el top 1% de la sociedad de manera particular.

Los economistas Emmanuel Saez de UC Berkeley y Thomas Piketty de la Escuela de Economía de París han estado documentando un aumento masivo en la desigualdad de ingresos desde 2003 utilizando registros híper-detallados del IRS. De acuerdo con sus últimos datos, compilados con Gabriel Zucman de Berkeley, el top 1 % del ingreso nacional, después de que se toman en cuenta los impuestos, aumentó de 9.1 % en 1979 a 15.7 % en 2014.

Es difícil exagerar la influencia de esta línea de investigación. Ganó la medalla John Bates Clark, el premio más prestigioso de Estados Unidos para economistas académicos, convirtió al libro de Piketty en un best-seller internacional y ayudó a enmarcar el debate sobre la desigualdad de Occupy Wall Street y las propuestas de la Casa Blanca de Obama. El director de presupuesto del presidente Obama, Peter Orszag, escribió en 2009 que el trabajo de Saez ” tuvo mucha influencia en el presupuesto del presidente”.

Pero otro artículo publicado recientemente sugiere que el aumento en la desigualdad que Piketty y Saez han documentado es una sobreestimación dramática.

Gerald Auten y David Splinter, economistas en el Comité Conjunto de Impuestos del Congreso y la Oficina de Análisis Fiscal del Departamento del Tesoro, utilizaron los mismos datos impositivos del IRS que Piketty, Saez y Zucman. Descubrieron que la participación de los ingresos del top 1 % después de impuestos aumentó de 8.4 % en 1979 a 10.1 % en 2015, un aumento inferior a un tercio del total.

Lo que se ve en el papel como un gran aumento de la desigualdad en la década de los ochenta y en adelante, sostienen Auten y Splinter, es en realidad el simple cambio del manejo del dinero en respuesta a los cambios de la legislación impositiva de la era Ronald Reagan. En 1980, la tasa impositiva máxima sobre los ingresos individuales era del 69.13 %; en 1989, y disminuyo en más de la mitad, a 28 %.

En las décadas de 1960 y 1970, las empresas generalmente reinvertían sus ganancias en lugar de darles aumentos a los ejecutivos: las altas tasas impositivas significaban que esos salarios serían en gran medida gravados. La reinversión del dinero finalmente benefició a los accionistas de la compañía al aumentar el valor de la compañía, y beneficiar a los accionistas significa beneficiar a las personas ricas. Poseer acciones corporativas era mucho más raro para las personas de clase media en los años 60 y 70 antes del aumento de las pensiones e impuestos.

Después de los recortes de impuestos, las compañías comenzaron a dirigir más dinero a los aumentos. En lugar de explotar la desigualdad real, escriben Auten y Splinter, los cambios impositivos de Reagan cambiaron principalmente el dinero que solía destinarse a las personas ricas a través de las acciones, de modo que este dinero llegaba a las personas ricas en forma de salario.

Eso parece un gran aumento en la porción del pastel de los ricos, porque los sueldos más altos aparecen en las declaraciones de impuestos, pero no es un creciente valor para los accionistas, al menos hasta que se vendan las acciones.

Auten y Splinter argumentan que el aumento salarial es en gran medida una ilusión. Estos cambios de compensación y otros problemas de medición, representan el 85 % del aumento aparente en el top 1 % de los ingresos después de impuestos desde 1960.

Por su parte, Piketty, Saez y Zucman argumentan que los datos de Auten y Splinter son incompletos y se basan en una forma poco realista de tratar los impuestos corporativos. Insisten en que el descubrimiento de que la desigualdad ha aumentado dramáticamente es válido y se mantiene incluso después de considerar estos temas.

La literatura sobre desigualdad de ingresos está creciendo rápidamente y está cargada de implicancias políticas. Auten y Splinter son investigadores serios y no partidistas, pero es fácil imaginarse que los políticos conservadores se aferren a sus hallazgos para argumentar que la desigualdad no es tan importante. Su trabajo no es la última palabra sobre el tema, y ​​aún queda mucho por hacer. Pero ilustra lo difícil que es tener una idea completa de lo que está sucediendo con la desigualdad.

El caso de que estamos exagerando el aumento de la desigualdad

Auten y Splinter hicieron un ajuste con el supuesto que las altas tasas impositivas de los años sesenta y setenta se crearon para que las corporaciones acumularan dinero manejando todas las ganancias obtenidas por las corporaciones como ingresos para las personas que poseen corporaciones. Usan los dividendos y el impuesto a las ganancias de capital para estimar la cantidad de acciones corporativas que poseen los contribuyentes individuales, y luego distribuyen las ganancias a los contribuyentes.

Este no es el único ajuste que hacen. Las tasas de matrimonio, según Auten y Splinter, han caído sustancialmente en el último medio siglo. Alrededor del 69 % de los contribuyentes se casaron en 1960, en comparación con el 39 % en 2015. Pero básicamente no ha disminuido entre los estadounidenses más ricos: el 90 % del top 1 % de los contribuyentes se casaron en 1960 y el 86 % en 2015.

Eso puede sesgar los resultados cuando se comparan los declarantes de impuestos, que pueden ser personas solteras o parejas casadas (incluidas las parejas casadas donde ambas personas trabajan), entre sí. Si los ricos son más propensos a casarse, eso aumenta artificialmente los ingresos de las unidades impositivas ricas, al hacer más probable que esas unidades incluyan dos personas en lugar de solo una.

“Para controlar estas tasas decrecientes de matrimonio, nuestro análisis define los grupos de ingresos en función de la cantidad de adultos, en lugar del número de unidades impositivas”, escriben. “Esto significa que cada percentil incluye el mismo número de adultos en lugar de la misma cantidad de unidades impositivas”. Este ajuste por sí solo reduce la porción del ingreso del top 1 % en un 10 %.

Para tener una idea completa de los ingresos, Auten y Splinter hacen muchos de los mismos ajustes que Piketty, Saez y Zucman hacen en su trabajo más reciente, incluyendo la incorporación de beneficios no gravados como seguro de salud, ajustando los ingresos no reportados al IRS, añadiendo transferencias del gobierno, etc.

Encuentran que agregar las ganancias corporativas, incluidas las que grava el gobierno federal, aumenta sustancialmente la parte del ingreso del top 1 % en 1960 y 1979, pero solo aumenta levemente su participación en 2015. El efecto de agregarlas es reducir el crecimiento en el top 1 % considerablemente:

Al incluir las ganancias corporativas, la medida de la desigualdad cambia
Auten y Splinter 2017

Pero otros ajustes, como la adición de impuestos a la nómina del empleador en los ingresos antes de impuestos de los empleados, incluido el seguro de salud, también marcan la diferencia. El gran cambio no es el resultado de solo un puñado de cambios, sino el efecto acumulativo de todos estos ajustes. Antes de los ajustes, los datos de referencia de Piketty-Saez encontraron un aumento de 11.3 puntos porcentuales en la participación del top 1 % en los ingresos desde 1979 hasta 2015. Luego, el impulso se redujo a cinco puntos.

Agregar el ingreso por transferencias de los programas del gobierno y luego aplicar impuestos para obtener ingresos después de impuestos, esto reduce aún más la escala del aumento. Comparemos los números de Piketty-Saez a continuación (con el aumento de 11.3 puntos) con la medida de ingresos después de impuestos que diseñan Auten y Splinter (con solo un aumento de 1.7 puntos):

Comparando Auten / Splinter con Piketty-Saez
Auten y Splinter

Piketty, Saez y Zucman responden

Piketty, Saez y su coautor Zucman no están tan lejos del análisis de Auten y Splinter como uno podría pensar. En un trabajo reciente, han ido más allá de simplemente medir el “ingreso de mercado” antes de impuestos usando declaraciones de impuestos, datos de encuestas y otras fuentes para construir lo que llaman “cuentas nacionales distributivas”. Esta investigación intenta tomar cada dólar en la economía estadounidense en un año determinado y asignarlo a individuos específicos, y luego observar la distribución de ese ingreso.

Este enfoque produce un aumento más modesto en el top 1 % superior comparado con la duplicación del 9 % al 20.3 % que muestran los datos de ingresos del mercado. En cambio, los datos de las cuentas nacionales muestran que el top 1 % del ingreso nacional después de impuestos creció del 9.1 % en 1979 a 15.7 % en 2014.

Pero eso sigue siendo un impulso más grande que lo que muestra el documento de Auten y Splinter. Entonces, ¿qué explica la diferencia?

Cada grupo de investigadores tiene su propia respuesta. Auten y Splinter observan que no están rastreando el ingreso nacional total de la misma forma que Piketty, Saez y Zucman. Pero una vez que ajustan sus datos para hacerlo, encuentran que “las participaciones en el ingreso nacional después de impuestos [esencialmente] no han cambiado: permanecieron en 8.5 % en 1960 y aumentaron ligeramente de 10.1 % a 10.2 % en 2015. En 2014, el PSZ estimó que las participaciones en el ingreso nacional de impuestos el top 1 % representaron el 15.7 %, en comparación con nuestra estimación del 10.2 %, una diferencia de 5.5 puntos porcentuales”.

Encuentran que aproximadamente la mitad de la diferencia se explica por la forma en que los dos equipos distribuyen los ingresos no reportados.

Piketty, Saez y Zucman suponen que los ingresos comerciales no declarados se distribuyen más o menos de la misma manera que los ingresos comerciales normales: los dueños de negocios que no confiesan todos sus ingresos al IRS tienen la misma distribución de ingresos que los propietarios de negocios honestos.

Auten y Splinter no creen que eso sea correcto; argumentan que los propietarios de empresas de bajos ingresos son más propensos a reportar menos. El resto de la brecha se explica por las diferencias en cómo manejar a las parejas casadas, cómo lidiar con la distribución de los déficits del gobierno a las personas y el manejo de los ingresos de la jubilación.

Piketty, Saez y Zucman respondieron con un apéndice de datos detallado defendiendo sus números. Argumentan que, si bien los datos de auditoría aleatoria sugieren tasas bastante parejas de evasión de impuestos en todos los niveles de ingreso, las auditorías del IRS no son tan efectivas para desentrañar intentos más intrincados de evasión de impuestos emprendidos por personas ricas. Si consideran que los esfuerzos de evasión de las personas ricas son más probables de tener éxito, entonces su enfoque de asignar más ingresos no declarados a los ricos parece más razonable.

Tampoco están de acuerdo con los datos de ingresos antes de impuestos que produjeron Auten y Splinter. “Tienen un manejo poco ortodoxo del impuesto a las sociedades, que suponen que recae en los jubilados actuales (que generalmente son de ingresos relativamente bajos)”, escribió Zucman en un correo electrónico. “Como resultado, el top 1% solo paga el 17% del impuesto corporativo en 2013. Esto es demasiado bajo. CBO, JCT, Treasury y nosotros mismos tenemos un manejo más justificado donde el impuesto corporativo recae principalmente en los propietarios de capital, y el top 1% paga el 40% -45% del impuesto corporativo. Pero, Saez agrega, “Esto es relevante para la comparación de la serie de ingresos antes de impuestos, no la comparación después de impuestos”.

Muchas preguntas sobre la desigualdad se reducen a detalles aparentemente técnicos

Esos desacuerdos probablemente suenan bastante técnicos y quisquillosos. Pero marcan una gran diferencia en los números totales. Una vez más, Piketty, Saez y Zucman documentan un gran impulso en la desigualdad de ingresos, mientras que Auten y Splinter muestran un aumento mucho más leve en la participación del top 1 % desde 1979 más o menos.

Dicho esto, es importante recordar que Piketty, Saez y Zucman no son las únicas personas que documentan un aumento importante de la desigualdad. La Oficina de Presupuesto del Congreso, por ejemplo, considera que el top 1 % de los ingresos después de impuestos aumentó de 7.4 % en 1979 a 15.1 % en 2012; disminuyó al 12.4 % en 2013 como resultado de las alzas de impuestos de Obama.

Y los signos de los efectos perniciosos de la desigualdad fuera de los datos brutos de ingresos son claros. Solo observe el relativo estancamiento de la esperanza de vida de los estadounidenses pobres, incluso cuando los estadounidenses ricos viven cada vez más.

Además, los datos de Auten/Splinter no tocan el estancamiento salarial de la clase media, otro tema principal del trabajo de Piketty/Saez/Zucman. El documento de Auten / Splinter podría razonablemente hacerle cuestionar la escala del aumento en la desigualdad, pero el hecho de que haya aumentado es difícil de disputar.

Los datos de Auten / Splinter sugieren que podríamos estar subestimando el desempeño de los ricos en los años 60 y 70, y sobreestimando de qué manera es diferente la desigualdad de ese período, una conclusión compartida por otras investigaciones recientes.

Entre otras cosas, eso sugeriría que las altas tasas impositivas individuales de ese período podrían haber sido menos efectivas para atenuar la desigualdad de lo que comúnmente se piensa. Ciertamente hicieron algo, pero parece que la gente rica de ese período encontró maneras de cobrar el dinero libre de impuestos independientemente, específicamente mediante corporaciones. Lampadia




¿Por qué algunos países son ricos y otros pobres?

La respuesta a esta pregunta es más complejo de lo que parece ya que hay varios factores que interactúan en un entorno dinámico y cambiante. Para entender todas las diferentes piezas del rompecabezas de la riqueza y cómo encajan, queremos compartir con nuestros lectores un video de Marginal Revolution University, una institución que crea videos interactivos sobre distintos temas económicos.

Este video explica por qué algunos países son ricos y otros pobres con cuatro piezas esenciales:

  1. La productividad
    Aquí se explica cómo el capital físico, el capital humano, el conocimiento tecnológico y los emprendedores encajan entre sí para estimular una mayor productividad en una población. El video se enfoca en mostrar el crecimiento económico como una función de los factores de producción de un país y qué inversiones se puede hacer para mejorar y aumentar estos factores de producción.
     
  2. Los incentivos
    Se muestra cómo diferentes incentivos producen resultados diferentes en distintos sectores de la economía.
     
  3. Las instituciones
    Las instituciones, mediante herramientas como los derechos de propiedad, normas culturales, leyes confiables y estabilidad política, crean incentivos de diferentes tipos.
     
  4. La riqueza
    Porque la pieza final del rompecabezas es la combinación de la historia, las ideas, la cultura, la geografía, etc.

En Lampadia queremos compartir con nuestros lectores este video para ayudar a explicar por qué algunos países siguen siendo relativamente pobres, mientras que otros son exitosos en la transición de ingresos medios y de ahí a la situación de ingresos altos. Esperamos que las lecciones sean iluminadoras y logren transmitir las necesidades de nuestro país para poder retomar la senda de crecimiento. Lampadia




Un verdadero ‘compromiso a dar’

La tradición filantrópica nació con la fundación Carnegie en 1911, cuando el filántropo estadounidense y vanguardista Andrew Carnegie afirmó: “Ningún hombre puede volverse rico sin enriquecer a otros. Quien muere rico muere desgraciado.” De esta manera, Carnegie sentó las bases para que las personas más ricas del mundo adopten esta filosofía y donen sus riquezas a cientos de causas, desde temas educativos, mejora de la información pública hasta el apoyo de las minorías. Ahora, existe una gran cantidad de fundaciones con distintos focos de apoyo: La fundación Rockefeller formó la escuela John Hopkins de salud en Harvard, la Universidad de Stanford fue creada por el un magnate ferroviario, y le siguen organizaciones como Ford, Hearst, Heinz, Pulitzer, Guggenheim, Blank, Morgan y Franklin.

Fuente: elEmprendedor

Tradicionalmente, la filantropía se producía en el país de origen de los millonarios, pero la nueva ola de filantropía, la de los millonarios de la nueva economía de la tecnología, liderada por Bill Gates, se dá fuera del espacio nacional, con especial énfasis en los países más pobres del África. Pero eso no es lo único nuevo y de gran impacto, algunos como Gates dedican su vida a trabajar en sus emprendimientos filantrópicos. En Lampadia hemos llamado a esto:El circuito virtuoso del capitalismo”.

La firma de investigación Private Wealth-X determinó un Índice de Generosidad, que es la relación de las donaciones de su vida con su fortuna neta actual. Luego, Business Insider listó a las 20 personas más generosas del munod, quienes han donado un total de US$ 106,800 millones a varias causas filantrópicas, desde medio ambiente y derechos humanos hasta deportes y creación de empresas.

En Lampadia hemos seguido el trabajo de Bill Gates y Warren Buffet, quienes junto a Melinda Gates, empezaron la mayor iniciativa filantrópica de la historia, el ‘Compromiso de Dar’ (‘Pledge to Give’ en inglés) en 2010 para alentar a los multimillonarios a donar como mínimo el 50% de su fortuna a caridad, dirigida a los más pobres, muy lejos del lugar donde hicieron sus fortunas, mayormente, en el África. Buffett ha afirmado estar especialmente impresionado por el entusiasmo que Gates y su esposa tienen por tratar de hacer el mayor bien para el mayor número de personas. Ver: Los líderes de la nueva filantropía intercontinental

“The Giving Pledge es un esfuerzo por ayudar a la sociedad en los problemas más urgentes, invitando a las personas y familias más ricas del mundo a que se comprometan a dedicar más de la mitad de su riqueza a la filantropía o a obras benéficas, ya sea durante su vida o después de su muerte”.

Consideramos que estas 20 personas son un gran ejemplo de compromiso social. Y es que, como dijo Gates en una entrevista con Warren Buffet, “Solo así podrán mejorar como personas y continúar reinventándose para lograr ser las mejores versiones de sí mismos.” Lampadia

Las 20 personas más generosas del mundo

Por Tanza Loudenback y Emmie Martin
Business Insider
12 de octubre de 2015
Traducido y glosado por Lampadia

Fuente: Samantha Lee/Business Insider

 

 
 
 
 
 

 

El pionero filántropo estadounidense Andrew Carnegie estableció el estándar para devolver: “Ningún hombre puede enriquecerse sin enriquecer a otros”, dijo. “El hombre que muere rico muere deshonrado”.

Decenas de las personas más ricas del mundo han seguido su filosofía, donando sus riquezas a cientos de causas.

Trabajamos con nuestros amigos en Wealth-X, una empresa que realiza investigaciones y valoraciones sobre personas de muy alto patrimonio, para compilar una lista de las 20 personas más generosas del mundo, clasificadas por donaciones caritativas totales hasta la fecha.

Puesto que uno necesita tener mucho para dar mucho, Wealth-X también determinó el índice de generosidad de cada persona, que es la proporción de sus donaciones de la vida a su valor neto actual. Algunas personas, como el magnate minorista Chuck Feeney, conocido como el “James Bond de la filantropía”, tienen índices de más del 100% porque han regalado más dinero del que tienen actualmente.

Con una cantidad total de donaciones de 106,800 millones de dólares, estos 20 individuos son los principales filántropos del mundo.

20. Dietmar Hopp

Fuente: Thomas Niedermueller / Getty Images

El empresario alemán de TI, Dietmar Hopp, es el cofundador y ex presidente y CEO de SAP, una empresa multinacional que ofrece software de aplicaciones y análisis y servicios relacionados con software para empresas de todo el mundo.

Hace veinte años, Hopp estableció Dietmar Hopp Stiftung, una fundación que apoya la educación local, deportes y causas de salud en su ciudad natal en Alemania, incluyendo el Instituto Heidelberg de Tecnología de Células Madre y Medicina Experimental (HI-STEM), Hospital Universitario de Heidelberg y La Fundación Nathalie Todenhofer.

Fuente: Wealth-X

19. Pierre Omidyar

Fuente: REUTERS / Tim Shaffer

Nacido en París, el iraní-estadounidense Pierre Omidyar es cofundador y actual presidente de eBay.

En 1998, él y su esposa, Pamela, establecieron la Fundación Omidyar, una organización que ahora incluye Omidyar Network, HopeLab, Humanity United y Ulupono Initiative. La organización hace donaciones a una amplia gama de causas, incluyendo emprendimientos, derechos humanos, alimentos y energía, juegos y tecnología. En 2012, Omidyar y su esposa se unieron a la iniciativa Giving Pledge iniciada por Warren Buffett y Bill Gates, prometiendo donar la mayor parte de su riqueza a organizaciones benéficas.

En agosto de 2015, Omidyar habría vendido el 10% de sus acciones en eBay a organizaciones benéficas no reveladas, un regalo valorado en casi 270 millones de dólares.

Fuente: Wealth-X

18. Michael Dell

Fuente: AP

Michael Dell es el presidente y CEO de la compañía informática Dell. Desde 1999, es director de la Fundación Michael y Susan Dell, que atiende principalmente a la educación, los servicios sociales y humanos, las artes y la cultura y las causas de desarrollo comunitario.

A principios de este año, la fundación se comprometió a donar US$ 25 millones para financiar la construcción de un nuevo hospital de enseñanza en Austin, Texas.

Fuente: Wealth-X

17. James Simons

Fuente: TED

James Simons es presidente de la empresa de gestión de inversiones Renaissance Technologies, una de las compañías de fondos de cobertura más grandes y exitosas del mundo, con activos valorizados en 65,000 millones de dólares. Simons se desempeñó como CEO de la compañía hasta jubilarse en 2009.

Veintiún años atrás, Simons y su esposa Marilyn establecieron la Fundación Simons, que apoya principalmente las causas educativas. Desde entonces, la pareja ha fundado dos organizaciones adicionales en memoria de sus dos hijos que murieron en 1996 y 2003: La Fundación Paul Simons, que apoya a las causas sociales y educativas, y la Fundación Nick Simons, que entrena a los trabajadores de salud rurales en Nepal y apoya a las organizaciones humanitarias y causas sociales.

Simons también ha donado US$ 30 millones a la investigación del autismo y se ha comprometido a donar US$ 100 millones más.

Fuente: Wealth-X

16. Ted Turner

Fuente: Chip Somodevilla / Getty

Ted Turner, ex director general de Turner Broadcasting System (TBS) y vicepresidente y director de AOL Time Warner, es el actual presidente de Turner Enterprises, una compañía de cartera diversificada.

Turner también sirve como administrador de la Fundación Turner Global y presidente de la Fundación Turner, ambos donan al desarrollo de la comunidad y las causas ambientales y de conservación de la vida silvestre.

La Fundación de las Naciones Unidas es también un receptor principal de las donaciones de Turner. En 1997 prometió US$ 1,000 millones a la fundación, que promueve causas relacionadas con las mujeres y la población, la salud de los niños, el medio ambiente, la paz mundial y la seguridad.

Fuente: Wealth-X

15. Jon Huntsman Sr.

Fuente: Wikimedia Commons

Jon Huntsman Sr. es el fundador y presidente ejecutivo de Huntsman Corporation, un fabricante de productos químicos.

Según informes, Huntsman sobrevivió al cáncer de próstata y boca y, como resultado, estableció el Huntsman Cancer Institute en la Universidad de Utah. Muchas de sus donaciones de caridad han sido a colegios y centros de investigación de cáncer. Él y su esposa también acordaron unirse al Giving Pledge de Buffett, prometiendo donar el 50% de su riqueza.

Fuente: Wealth-X

14. Li Ka-shing

Fuente: REUTERS / Tyrone Siu

Li Ka-shing es un inversor global en tecnología disruptiva y uno de los hombres más ricos de Asia. En 1980, fundó la Fundación Li Ka-shing para apoyar la educación, la salud, la cultura y las causas relacionadas con la comunidad. El proyecto más grande de la fundación hasta la fecha fue el financiamiento de la Universidad de Shantou, la única universidad pública con fondos privados en China. Li también ha hecho donaciones personales a la Fundación China para personas con discapacidad y para el alivio de víctimas de inundaciones en China.

Fuente: Wealth-X

13. Mark Zuckerberg

Fuente: AP

Mark Zuckerberg, fundador y CEO de Facebook, es uno de los multimillonarios más jóvenes del mundo. El magnate de los medios de comunicación social ha firmado el compromiso de donación Giving Pledge y promete donar al menos la mitad de su riqueza en su vida.

El año pasado, Zuckerberg y su esposa Priscilla donaron US$ 25 millones en la lucha contra el Ebola. A través de la Fundación de la Comunidad del Silicon Valley, Zuckerberg dio US$ 75 millones al Hospital de San Francisco.

También se centraron en la educación: la pareja dio US$ 120 millones para mejorar las escuelas de Bay Area, y antes de eso, donó US$ 100 millones de acciones de Facebook a un sistema de escuelas públicas de Nueva Jersey.

Fuente: Wealth-X

12. Paul Allen

Fuente: Stephen Lovekin / Getty Images

Paul Allen, cofundador de Microsoft, ahora es el presidente de Vulcan, su compañía de inversión privada.

Como presidente de la Fundación de la Familia Paul G. Allen, ha dado millones a causas de salud global, incluyendo US$ 5 millones a Seattle BioMed, US$ 4 millones a Global FinPrint, un proyecto de conservación centrado en la preservación de tiburones en todo el mundo y US$ 7 millones en donaciones Investigación de Alzheimer.

Fuente: Wealth-X

11. Michael Bloomberg

Fuente: Getty Images / Mike Stobe

Michael Bloomberg es el fundador y CEO de la compañía de medios Bloomberg y fundador de la Fundación Bloomberg, que atiende principalmente a las causas educativas, sanitarias y ambientales. Los beneficiarios de las donaciones de la fundación incluyen la Universidad John Hopkins, la Fundación Mundial del Pulmón, la Organización Mundial de la Salud, la Fundación Sierra Club y la Escuela de Salud Pública John Hopkins Bloomberg.

Más recientemente, Bloomberg lanzó una iniciativa “What Works Cities” de US$ 42 millones destinada a ayudar a 100 ciudades de tamaño mediano a hacer un mejor uso de los datos y pruebas a través de su brazo filantrópico, Bloomberg Philanthropies.

Fuente: Wealth-X

10. George Kaiser

Fuente: YouTube / Noticias de CBS

George Kaiser, presidente de la Corporación Financiera BOK, también fundó la Fundación de la Familia George Kaiser, que apoya a causas educativas, de salud, religiosas, sociales y relacionadas con el desarrollo de la comunidad, incluyendo la Tulsa Community College Foundation, Oklahoma City Educare, National Energy Policy Instituto, la Fundación de la Comunidad de Tulsa y la Universidad de Tulsa.

En 2010, Kaiser se unió al Giving Pledge, prometiendo donar la mitad de su fortuna a la caridad.

Fuente: Wealth-X

9. Eli Broad

Fuente: AP

A través de The Broad Foundation, el cofundador de KB Home y el ex CEO de SunAmerica, Eli Broad, invierte en educación pública, ciencia y artes.

La organización funciona como dos entidades, The Eli y Edythe Broad Foundation y The Broad Art Foundation, ambas con el objetivo de mejorar las comunidades y promover el espíritu empresarial.

Como residente de California, Broad devuelve a su estado natal – y a las artes – a través de donaciones al Museo de Arte Contemporáneo y el Museo de Arte del Condado de Los Ángeles.

Fuente: Wealth-X

8. Carlos Slim Helú

Fuente: Cario Lopez-Mills / AP

Uno de los multimillonarios más ricos del mundo y presidente del Grupo Carso, Carlos Slim Helú realiza sus primeros esfuerzos filantrópicos a través de su Fundación Carlos Slim Helú.

La fundación ha invertido 100 millones de dólares en el Fondo Mundial para la Vida Silvestre con miras a conservar el medio ambiente de México, y en 2012 donó US$ 3 millones para ayudar a proveer internet a las familias latinas que viven en los Estados Unidos, además de muchas otras donaciones a organizaciones internacionales.

Slim Helú también actúa como presidente de la Fundación Telmex, que se esfuerza por mejorar la calidad de vida en México, su país de origen.

Fuente: Wealth-X

7. Gordon Moore

Fuente: Justin Sullivan / Getty Images

Gordon Moore cofundó a Intel en 1968, pero en estos días se centra en la filantropía. Se retiró de sus cargos corporativos en 2006, y actualmente dirige la Fundación Gordon y Betty Moore con su esposa.

La fundación tiene como objetivo hacer un impacto en la conservación del medio ambiente, la atención al paciente, la ciencia y la comunidad de San Francisco, y tiene programas de amplia cobertura que incluyen desde la Iniciativa de Conservación Marina hasta el Telescopio de Treinta Metros.

Fuente: Wealth-X

6. Sulaimán bin Abdul Aziz Al Rajhi

Fuente: Captura de pantalla de YouTube

En 1957, Sulaiman bin Abdul Aziz Al Rajhi cofundó Al Rajhi Bank con sus tres hermanos, que  creció como uno de los bancos islámicos más grandes del mundo y le produjo ganancias de un valor neto de 10 dígitos a Al Rajhi.

Pero en 2013, cambió su enfoque hacia la filantropía y otorgó sus propiedades en el banco a Sulaiman bin Abdul Aziz Al Rajhi Endowments Holding Company, que apoya las causas educativas, religiosas, de salud y sociales, incluyendo el Instituto Árabe para la Lengua Árabe, la Guardia Nacional Salud y la Mezquita Sheikh Sulaiman bin Abdul Aziz Al Rajhi en Riad, Arabia Saudita.

Fuente: Wealth-X

5. Charles Francis Feeney

Fuente: YouTube / DocumFeed

Conocido como el “James Bond de la filantropía”, el magnate de la venta al por menor Chuck Feeney está en una misión para regalar toda su fortuna – y con su patrimonio neto actual de hasta US$ 1.5 millones, parece que ha tenido éxito.

The Atlantic Philanthropies, fundación de Feeney, apoya la educación, la ciencia, la salud y las causas de los derechos civiles en varios países, incluyendo Estados Unidos, Vietnam y Bermuda.

Fuente: Wealth-X

4. Azim Premji

Fuente: Reuters

Además de servir como el presidente de la consultora india y la empresa de TI Wipro, Azim Premji es el fundador y presidente de la Fundación Azim Premji, que trabaja para reformar la escuela de la India y los sistemas de examen.

La organización opera a través de las acciones de Wipro de Premji y ha introducido iniciativas como el programa Computer Aided Learning, que ofrece capacitación en 18 idiomas y Azim Premji University, una universidad sin fines de lucro que otorga títulos en la formación de maestros.

Fuente: Wealth-X

3. George Soros

Fuente: Getty Images / ChinaFotoPress

George Soros, el fundador jubilado de Soros Fund Management, actualmente funge como presidente de Open Society Foundations, una red de fundaciones que fundó en 1979, que principalmente donan a causas internacionales, desarrollo comunitario, servicios sociales, salud y educación.

Open Society es más conocido por su enfoque en los derechos humanos. El primer acto de Soros en la organización fue proporcionar becas a los sudafricanos negros que sufrían bajo el apartheid.

Fuente: Wealth-X

2. Warren Buffett

Fuente: Getty Images / Michael Buckner

El presidente y CEO de la compañía de cartera Berkshire Hathaway, Warren Buffett no es sólo una de las personas más ricas del mundo, sino que también es uno de los más caritativos.

En 2006, Buffett se comprometió a donar el 85% de su riqueza a la Fundación Bill & Melinda Gates, así como a otras fundaciones creadas por miembros de la familia.

Y en 2011, el Oráculo de Omaha se asoció con Gates en la creación de la Giving Pledge, un programa que compromete a individuos ricos a donar un gran porcentaje de su riqueza a causas benéficas.

Fuente: Wealth-X

1. Bill Gates

Fuente: Chip Somodevilla / Getty

Mientras que es mejor conocido como el cofundador de Microsoft, Bill Gates ahora concentra la mayor parte de su tiempo en la filantropía, dirigiendo la Fundación Bill & Melinda Gates junto a su esposa.

La fundación otorga subvenciones para iniciativas y programas en todo el mundo, centrándose en el desarrollo agrícola, emergencias, bibliotecas globales, pobreza urbana, salud mundial y educación.

Desde su creación, la fundación ha donado millones a organizaciones que incluyen la Alianza GAVI; la Organización Mundial de la Salud; La Fundación Rotaria; El Fondo Mundial de Lucha contra el SIDA, la Tuberculosis y la Malaria; y UNICEF.

Fuente: Wealth-X

Lampadia




El Gran Machupicchu

Para ojos de muchos, fuera del país, Machupicchu es el Perú y el Perú es Machupicchu. Esa lejana visión expresa la grandeza de Machupicchu, su impacto en la mente de los ciudadanos del mundo, sus múltiples atractivos y por supuesto su potencial. No debemos tomarla como un menosprecio de nuestro también maravilloso país, más allá del valor de una de las ‘Siete Maravillas del Mundo’.

Fuente:  www.machupicchuagencia.com

Sin embargo, la gestión de Machupicchu no escapa aún al empobrecimiento que nos atrapó hasta hace un par de décadas. Tiempos en que no podíamos soñar con grandezas ni desarrollar planes que permitieran aprovechar nuestros múltiples recursos, en este caso, culturales, ecológicos, históricos y vivenciales.

Gracias a la recuperación del Perú de los últimos 25 años, desde el abismo del estancamiento, hoy, nuestros peruanos más capaces pueden desarrollar proyectos y planes de desarrollo, como el que hoy compartimos con nuestros lectores, sobre el aprovechamiento del gran Machupicchu. 

Así define su visión del ‘Gran Machupicchu’ el documento preparado por la Dirección Desconcentrada de Cultura del Cusco, que depende del Ministerio de Cultura. Ver su presentación y relación de autores:

 

El enfoque de esta nueva visión de la gestión del Gran Machupicchu, se basa en una mirada integral al territorio que conforma el espacio de desarrollo y aprovechamiento para el turismo de una zona única en el mundo por la riqueza de su oferta.

Este trabajo viabiliza la ampliación de la oferta de nuestro gran atractivo nacional, no solo en un mayor número de visitantes, sino también en la multiplicación del aprovechamiento de sus atractivos.

El detalle de este gran trabajo puede apreciarse en integridad en nuestra sección ‘Documentos’ en el siguiente enlace:

http://www.lampadia.com/assets/uploads_documentos/763c2-vision-machupicchu-2016-ddc-cusco.pdf

Curiosamente, desde la inauguración del Gobierno de PPK, el turismo cusqueño y concretamente, el de Machupicchu, ha sufrido una serie de ataques y paralizaciones que denotan que el turismo es el nuevo frente de batalla de los antipatriotas que ya paralizaron, en gran medida, la caja del país, el sector minero.

Ya hemos publicado varias advertencias sobre este proceso, ver en LampadiaEl “Perverso Arte” del Conflicto Social, El gran negocio de los conflictos sociales. Sin embargo, el gobierno parece no entender la gravedad del problema, lo que se expresa con claridad en las irresponsables declaraciones del Primer Vice-Presidente de la República, Martín Vizcarra, sobre la última paralización del acceso a Machupicchu: “Sus demandas tienen sustento”.

Esperamos que el gobierno comunique al país las agendas ocultas que están detrás de esta nueva afrenta al desarrollo nacional y que tome las necesarias providencias para evitar la paralización del país y la suspensión de un proyecto tan importante como el que hemos presentado líneas arriba. Lampadia

 




Búsqueda de Rentas versus Desarrollo Regional

Búsqueda de Rentas versus Desarrollo Regional

Un comportamiento disfuncional que está detrás de los llamados conflictos sociales es la búsqueda de rentas, ya sean pecuniarias (contratos o coimas) o políticas (plataformas de poder local y/o nacional).

Lamentablemente, esto ha pasado prácticamente desapercibido a la ciudadanía. Son pocos los casos en los que se hizo evidente, siendo el de las ‘lentejas’ vinculado a Tía María, una excepción. Aún así, buena parte de la prensa nacional no hizo las relaciones causa-efecto que desdibujaran los aprontes de los anti-mineros.

Este artículo es una segunda reflexión sobre el tema. Ver en Lampadia: El ‘negocio’ de los llamados conflictos sociales – El quid de los conflictos anti minería. Además se puede encontrar un análisis integral del tema de la conflictividad en nuestra biblioteca virtual, Recursos Naturales y Desarrollo.

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Marco Arana junto con dirigentes del FREN.A y Pepe Julio Gutiérrez (las “lentejas” de Tía María)

Sebastiao Mendonca Ferreira

Centro Wiñaq

Para Lampadia

¿Qué tiene que ver conflictividad social con búsqueda de rentas? ¿Por qué es necesario considerar la búsqueda de rentas para entender las causas de la conflictividad social relacionada a la minería y para viabilizar el desarrollo regional?

La respuesta breve es simple: Porque, para algunos actores, es muy rentable provocar conflictos, y la gente no abandona actividades rentables fácilmente. Expliquemos esto con un poco más de detalle.

¿Que es búsqueda de rentas?

Hay dos formas básicas de acumular riqueza: (1) generar riqueza (crear valor) y (2) disputar la riqueza generada por otros. Los economistas han decidido llamar “búsqueda de rentas” a la disputa de la riqueza creada por otros. Nos adherimos a esta terminología.

Cuando un productor trabaja en su campo, un profesional en su oficina o un empresario en su empresa, él está creando valor, está generando riqueza. Cuando las empresas compiten entre si, y desarrollan nuevos productos, ellas están acelerando la creación de riqueza, y ello beneficia a toda la sociedad.[1]

Cuando un grupo genera un conflicto para exigir contratos o puestos de trabajo con una empresa, o cuando el gobierno aplica impuestos a la importación de bienes, el gobierno está beneficiando a un grupo de actores que están buscando rentas. Cuando una empresa obtiene un privilegio monopólico, ella puede aumentar sus precios y obtener rentas a costas de los consumidores. Cuando un burócrata exige coima para avanzar un trámite o para aprobar un contrato, él está buscando rentas a costas de los ciudadanos. La corrupción siempre está asociada a alguna forma de búsqueda de rentas. La solicitud de “Lentejas” a las empresas mineras es un mecanismo de búsqueda de rentas para quienes no son capaces de participar honradamente en  el circuito económico generado por la mina.

Donde existan recursos acumulados o se generan grandes recursos surgen grupos interesados en la búsqueda de rentas, es decir, en disputar el acceso  a esos recursos acumulados. En toda sociedad hay grupos especializados en parasitar, es decir, en vivir de la riqueza generada por otros. Esos grupos, frecuentemente, ocultan su parasitismo con discursos demagógicos e ideologías radicales. Hablan del bien común pero lo que buscan en realidad es el provecho personal o de su camarilla.[2]

La generación de riqueza aumenta la torta para todos, la búsqueda de rentas reparte lo que ya fue creado pero no aumenta la torta. La búsqueda de rentas es un juego de suma cero o inclusive negativo, es decir, lo que uno gana el otro pierde y lo que es peor, se encuentra asociada a una conflictividad que resulta ser nociva para la generación de riqueza en la sociedad como un todo. Si dos agentes que ganan buscando rentas, hay un tercero que está perdiendo por los dos. Frecuentemente, la búsqueda de rentas se burla de los méritos y derechos de los creadores de riqueza y de toda la sociedad para beneficiar a pequeños grupos que tienen poder o que pueden ejercer algún tipo de presión. Existe abundante bibliografía en la economía moderna (Anne Krueger, Douglass North, Daron Acemoglu, Mancur Olson, Joseph Stiglitz, etc.) explicando que mientras más fuerte sea la búsqueda de rentas en una sociedad, más desigual y más lento es su desarrollo (ver gráficas abajo).[3]

La minería, la economía dual y la búsqueda de rentas

En toda sociedad poco desarrollada, cuando surge una actividad que genera grandes cantidades de riqueza, como la minería o el petróleo, surgen grupos orientados a apropiarse de esas riquezas mediante la fuerza o presiones políticas. Mientras más grande sea la piscina de riqueza disputable, más amplios y diversos serán los grupos interesados en su apropiación.

Cuando una empresa minera se instala en una zona de economía tradicional, o de muy baja productividad, su presencia genera una economía dual con dos estratos bien definidos: un estrato de economía tradicional (preexistente) y un estrato moderno ligado económicamente  a la actividad minera. La coexistencia de esos dos estratos desencadena un proceso radical de diferenciación social. Algunos sectores sociales locales logran migrar de la economía tradicional hacia la moderna, pero otros sectores no encuentran la forma de hacerlo.

Mientras mayores sean las diferencias técnicas y de escala entre la economía tradicional y la economía generada por la minera (agricultura de sobrevivencia y minifundio versus gran minería con tecnología avanzada), más difícil se hace la movilidad hacia el estrato moderno de la economía. En un artículo anterior hemos estimado que la productividad por hectárea de la minería moderna es más de 100 veces la productividad de la agricultura tradicional (http://www.lampadia.com/analisis/mineria/el-quid-de-los-conflictos-anti-mineria/).

Es decir, la minería en una hectárea produce más que 100 hectáreas de la agricultura tradicional. Esta es una diferencia gigantesca para la economía agrícola tradicional y tiene un impacto social perturbador. Cuando la diferencia de productividad y de nivel tecnológico entre el sector tradicional y el sector moderno es muy grande, la mayoría de la población no logra readecuar sus actividades económicas para articularse con la minería. Esa economía dual (tradicional y moderna) es la realidad de la mayoría de las regiones mineras del Perú.[4]

Aquellos grupos cuyas habilidades técnicas y/o empresariales son insuficientes para conectarse con la actividad minera por medio de relaciones de mercado (empleo, contratos, etc.) se sienten marginados. Ellos ven como algunos vecinos suyos mejoran sus estándares de vida de manera significativa, mientras ellos mismos siguen prisioneros de su economía tradicional y de su pobreza. Todos quieren participar de las actividades económicas ligadas a la minería, pero no todos lo logran. Este es un contexto ideal para que grupos políticos con una narrativa de victimización cultiven sentimientos de agravio en aquellos sectores de la población que se sienten marginados del progreso generado por la minería.

¿Qué es lo que aumenta o disminuye la búsqueda de rentas?

En toda sociedad existe una tensión entre crear riqueza o disputar rentas. Un equipo de la Universidad Noruega de Ciencia y Tecnología ha hecho un estudio sobre la búsqueda de rentas relacionada a la minería y ha encontrado que el predominio de los creadores de riqueza (Producers, en el cuadro) o de buscadores de rentas (Grabbers, en el cuadro) depende del marco institucional del país.[5] Es decir, depende de quienes son beneficiados por el marco institucional.

Las curvas en los gráficos abajo describen la rentabilidad (profits) de los buscadores de renta (Grabbers) y de los creadores de riqueza (Producers) en función de la proporción de ellos en una actividad económica. En este diagrama el número total de agentes económicos (buscadores de rentas + creadores de riqueza) es considerada estable. Si nos movemos a la izquierda, la proporción de buscadores de rentas aumenta, si nos movemos a la derecha, la proporción de creadores de riqueza aumenta. La situación es socialmente estable cuando las dos curvas se cruzan (E1), es decir, cuando la rentabilidad de ser buscador de rentas o ser creador de riqueza es la misma. Toda actividad económica se estabiliza en torno a ese punto de equilibrio, pues nadie tiene incentivos para cambiar.

  • Si las instituciones son favorables a los buscadores de rentas (curva discontinua en el gráfico de la izquierda), la rentabilidad de ser buscador de rentas aumenta, el nuevo punto de equilibrio es E3, y el número de buscadores de rentas aumenta (flecha celeste hacia la izquierda).
  • Si las instituciones favorecen a los creadores de riqueza (curva discontinua en la gráfica de la derecha), la rentabilidad de crear riqueza aumenta, el nuevo punto de equilibrio es E4, y el número de los creadores de riqueza aumenta (flecha celeste hacia la izquierda).

Cuando el número de buscadores de rentas aumenta, la sociedad se estanca o retrocede (E3 es menor que E1), como en el gráfico de la izquierda. La sociedad progresa cuando el número de los creadores de riqueza aumenta y el número de los buscadores de rentas disminuye (E4 es más grande que E1), como en el gráfico de la derecha.[6]

Uno de los principales mecanismos de búsqueda de rentas de la minería en Perú es la promoción de conflictos. Las rentas pueden ser económicas (ingresos), políticas (cargos públicos), o sociales (prestigio). Muchos alcaldes y congresistas reciben hoy sueldos altos y tienen control sobre los recursos millonarios (presupuestos regionales y locales) gracias a su actividad promoviendo conflictos mineros. Con el aumento del canon minero (sin uso adecuado), la rentabilidad de la búsqueda de rentas se ha incrementado.

Conclusiones y Recomendaciones.

  1. Hablar de reducción de la conflictividad sin considerar el impacto de la búsqueda de rentas sirve para hacer discursos políticos pero no es muy efectivo para formular políticas.
  2. Es necesario que las personas e instituciones interesadas en el desarrollo de la minería y de la economía nacional, y en el diseño de estrategias para la reducción de la conflictividad incorporen la búsqueda de rentas en sus análisis y propuestas.
  3. ¿En qué medida el marco institucional del Perú favorece la búsqueda de rentas o la creación de riqueza? Sería bueno que la SNMPE elabore un diagnóstico serio en ese campo y lo difunda a los actores políticos, centros de investigación y periodismo.
  4. El carácter dual de la economía de las regiones mineras es un problema. Muy pocas personas se benefician productivamente de la presencia minera local. La solución requiere de la creación de rutas de modernización de las economía locales, y ese desafío desborda lo que las empresas mineras pueden hacer por si solas.
  5. El canon y todas las inversiones públicas y privadas deben servir para ampliar los canales de transición de las actividades tradicionales hacia las actividades modernas, aprovechando el dinamismo y los recursos creados por la minería.
  6. El sector (SNMPE y las empresas) necesitan explicar claramente las relaciones causa-efecto de la minería y sus impactos directos, indirectos e inducidos, y difundirlas en los medios nacionales y locales para bloquear el efecto nocivo de los rumores que hoy día afectan la opinión pública respecto a la minería.
  7. Las empresas, el estado, los gremios empresariales y las organizaciones de la sociedad civil deben crear mecanismos para que más personas se beneficien productivamente de la minería, a través de los mecanismos de mercado y no de la generación de conflictos.
  8. Necesitamos una política nacional de desarrollo regional compartido. Esta es una precondición para la reducción de la conflictividad.
 


[1] Baumol, W., Litan, R., & Schramm, K. (2007). Good capitalism, bad capitalism, and the economics of growth and prosperity. New Haven, CT: Yale University Press.

[2] Venezuela es hoy un caso notable y triste en donde un grupo político y las FF AA, utilizando un discurso radical, se han apropiado de las rentas extraordinarias del petróleo, hundiendo su país en una crisis sin paralelo. El Argentina, el Peronismo se ha mantenido por 70 años parasitando la riqueza creada por su agricultura altamente productiva. En el Brasil, el PT ha desarrollado un discurso de inclusión social, pero sus líderes se han dedicado a parasitar de la riqueza acumulada en la Petrobras y en el estado brasileño.

[3] Desde la Revolución Neolítica hasta la Revolución Industrial Inglesa (10 mil años) la humanidad vivió semi-estancada, pues predominó la búsqueda de rentas. Es a partir del siglo XVIII que la creación de valor adquirió predominio como forma de acumular riqueza, dando inicio al crecimiento exponencial que hoy vivimos.

[4] Cuando la minería se establece en medio de una economía moderna, es posible para amplios sectores sociales beneficiarse de sus rentas extraordinarias generadas por la minería creando empresas o prestando servicios a la minería. En esos casos, los conflictos anti-mineros son escasos.

[5] Mehlum, H., Moene, K., & Torvik, R. (2005). Coursed by resources or institutions? Working Paper Series, 10/2005. Norwegian University of Science and Technology.

[6] Noruega es uno de los países más exitosos del mundo en aprovechar la exploración del petróleo para mejorar su economía y la calidad de vida de su población. Su experiencia en ese campo vale como una buena práctica




La democracia y el capitalismo crearon un nuevo mundo

La prosperidad es un logro muy reciente que distingue a las últimas 10 o 20 generaciones de todos sus antepasados. Según un reciente artículo de Our World In Data, “en 2000, el PBI promedio 30 veces el promedio del pasado [antes del año 1800]”.

Con una perspectiva histórica, a pesar de todos los problemas, sociales y económicos, que tenemos en la actualidad, con una población global mayor a los 7,000 millones de personas, no debemos perder de vista los grandes logros que ha conseguido la humanidad en los últimos años. La verdad es que los procesos económicos y sociales del mundo van sólidamente hacia la prosperidad. Jamás hemos estado tan bien.

La pobreza ha disminuido a mil millones de personas y se estima que en 20 años debe desaparecer. Ha crecido la esperanza de vida y han mejorado la alimentación y la salud, gracias a la globalización y a la consiguiente incorporación de muchos países a la economía de mercado, empezando por China y ahora India. Así lo demuestran Hans Rosling (Hans Rosling y Ola Rosling: Como no ser ignorantes del mundo), Bill Gates (El mundo ha mejorado y seguirá mejorando) y Xavier Sala i Martín (El Capitalismo Reduce la Pobreza en el Mundo y Sala i Martin calatea a Thomas Piketty)  entre otros.

Algo que no aborda el artículo citado es el origen de este proceso de crecimiento exponencial. Este análisis será motivo de otro ensayo, sin embargo, si uno se pregunta cuales fueron los cambios que dieron origen a este gran salto en la calidad de vida de tantas personas, no podemos dejar de identificar en su base, la ruptura de ese maligno binomio élite-siervo que caracterizó procesos de concentración inmensos, tanto de riqueza como de conocimiento y acceso a la tecnología. Una vez que se rompieron las ‘relaciones de dependencia social’ entre reyes y papas con los pobladores, los ciudadanos comunes y corrientes pudieron innovar, crear y acumular riqueza y, dar origen al capitalismo, que junto con la democracia, crearon la base de las sociedades modernas.

En Lampadia consideramos ilustrativo e importante compartir el artículo de Max Roser para tener una visión histórica sobre el gran progreso económico y social de la humanidad. Este  enfoque contradice al pertinaz y pernicioso negativismo con el que una buena parte del establishment político, académico y mediático devalúa la realidad.

No debemos dejar de lado el eco de los grandes procesos históricos y el fomento de una mejor educación cívica. Como afirmó Matt Ridley, en su reciente libro: The Evolution of Everything (La evolución de todo), en el que nos dice: “No puedo reconciliar en mi mente esta extraña yuxtaposición de optimismo y pesimismo. En un mundo que nos da una oferta inagotable de malas noticias, las vidas de las personas mejoran y mejoran”. Ver en Lampadia: Mayor bienestar con malas noticias.

Tenemos muchos problemas en la humanidad y en nuestro país, pero no hay nada más pernicioso que las agendas de los negacionistas. La historia debe verse como un proceso de suma, que ha venido prosperando con los años. Todavía hay mucho por hacer, pero debemos construir sobre lo avanzado. Lampadia

Crecimiento económico en el largo plazo

Max Roser

Publicado en Our World In Data

2016

Traducido y glosado por Lampadia

Desde la perspectiva de largo plazo de la historia social, sabemos que la prosperidad económica y el crecimiento económico duradero son logros muy recientes para la humanidad. En esta publicación vamos a ver cuál es la situación actual y también se estudiará la desigualdad entre diferentes regiones – tanto en lo que respecta a la desigualdad en términos de  prosperidad, como en cuanto a los desiguales puntos de partida para salir de la pobreza, del pasado ‘pre-crecimiento’.

La prosperidad económica se mide a través de crecimiento del producto bruto interno (PBI) per cápita, el valor de todos los bienes y servicios producidos por un país en un año, dividido por la población del país. El crecimiento económico es la medida de la variación del PBI de un año al siguiente. Desde una perspectiva de largo plazo de la historia social, el  crecimiento económico es una excepción absoluta.1

Crecimiento del PBI per cápita en el mundo desde el año 1 DC

Hay muchas reconstrucciones del PBI per cápita en los últimos siglos; aquí me centraré en las reconstrucciones del economista británico Angus Maddison.

El siguiente gráfico muestra las reconstrucciones de Maddison para las  principales regiones del mundo2:

PBI Real (absoluto) grandes regiones del mundo en 1990 $ internacionales, 1-2008 DC – Max Roser

Los datos de Maddison confirman lo que hemos aprendido desde la perspectiva de muy largo plazo: antes del inicio del crecimiento económico moderno, todas las regiones del mundo eran extremadamente pobres. Pero también se han obtenido importantes conocimientos gracias a la data de Maddison: Los puntos de partida del crecimiento económico son muy diferentes de una región a otra. Hasta el año 1000, el mundo era igual de pobre, pero nos enteramos de que ya en el año 1500 Europa Occidental había logrado cierta limitada prosperidad económica; hacia  principios del siglo 19 la región pudo aumentar poco a poco la riqueza económica. Pero la riqueza disfrutada en esa época sigue siendo incomparablemente más baja que la de Europa a comienzos del siglo 21. A partir de 772 $ internacionales en 1500, se duplicó hasta 1820, ¡pero desde entonces ha aumentado más de 12 veces! 3

En 1700, los “vástagos occidentales de Australia, Nueva Zelanda, Canadá y EEUU eran tan pobres como cualquier región a excepción de Europa Occidental. Sin embargo, a pesar de que tenían un retraso en el inicio del  proceso de dejar atrás la pobreza, éstos alcanzaron rápidamente a Europa Occidental y lo superaron en 1900.

A menudo el progreso crea desigualdad entre las regiones, ya que no  sucede igual de rápido en todas partes, pero si comparamos la prosperidad económica de todas las regiones en 2003 con cualquier época anterior, vemos que todas las regiones son hoy más ricas individualmente que nunca en su historia. Aunque algunas regiones son más productivas que otras, cada región está mejor que nunca antes – mucho mejor.

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Después de mirar la pobreza de más de un millón de años atrás, surge la pregunta: ¿por qué el crecimiento económico no ocurrió antes? ¿Por qué se mantuvieron nuestros antepasados en la pobreza durante milenios? Para responder a esta pregunta, es útil observar un solo país. 

Desde los últimos milenios hasta ahora

Los datos sobre el crecimiento económico se publican ahora rutinariamente en las oficinas de estadística, pero los investigadores han tenido que reconstruir la productividad económica del pasado. Estas reconstrucciones son, sin duda, muy inciertas. Sin embargo, es absolutamente claro que en comparación al crecimiento prolongado de la productividad económica en los últimos siglos, la productividad fue siempre muy baja: La diferencia de la prosperidad es mucho mayor que la incertidumbre de los valores exactos.

He incluido una reconstrucción del PBI per cápita en el muy largo plazo: los últimos 1’002,000 (un millón dos mil) años. El economista J. Bradford DeLong ha construido los datos visualizados en este gráfico interactivo.

No es fácil mostrar más de 1 millón de años en el eje X de un solo gráfico cuando toda la acción sucede en el último par de siglos. Si yo hubiera elegido darle a cada año el mismo espacio, el eje del gráfico tendría simplemente este aspecto: ˩, prácticamente un ángulo recto.

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Por esta razón decidí darle un espaciamiento muy desigual a los años,  ciertamente una manera no tan precisa de mostrar estos datos.

Lo que aprendemos de esta tabla es que, en promedio, la gente del pasado era muchas veces más pobre que en la actualidad. Para todos los miles y miles de años antes de 1800, el PBI promedio per cápita era inferior a US$ 200 (1,990 dólares Internacionales).6 La prosperidad es un logro muy reciente que distingue de todos sus antepasados a las últimas 10 o 20 generaciones. En 2000, el PBI promedio fue de $ 6539 – más de 30 veces el promedio del pasado.

Los últimos 2000 años

De los datos mencionados previamente, sabemos que con respecto al crecimiento económico, toda ‘la acción’ sucedió muy recientemente. Es cierto que en la era pre-crecimiento algunas personas estaban muy bien colocadas – pero esto fue una élite muy pequeña, de los líderes tribales a los faraones, los reyes y papas. Sin embargo, las personas promedio estaban mucho peor en estas desiguales sociedades.

La miseria del hombre común sólo cambió con el inicio del crecimiento económico. El momento en que ocurrió este cambio se representa en el siguiente gráfico – esta vez de nuevo en un eje de tiempo regular. La prosperidad económica sólo ha sido posible en el transcurso del último 

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milenio – en realidad sólo en el último par de cientos de años. De hecho, se logró sobre todo durante la segunda mitad de los últimos cien años. 7

El crecimiento del PBI desde 1500

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Fuentes:

He recogido todas las fuentes de datos en “Our World in Data’’.

Notas de pie de página:

  1. Estos datos están disponibles en la página web del Proyecto Madison. Los datos construidos por el propio Maddison también están disponibles en línea en su página web personal.
     
  2. La data ha sido tomada de “Las estadísticas sobre la población mundial, el PBI y el PBI per cápita, 1-2008 AD” disponible en línea en el Centro de Crecimiento y Desarrollo Groningen aquí.

Este es un proyecto fundado por el historiador económico Angus Maddison y ha sido actualizado más adelante.

El PBI per cápita se mide en dólares Internacionales de 1990 de Geary-Khamis.

Los “derivados occidentales” son Australia, Nueva Zelanda, Canadá y Estados Unidos.

  1. De acuerdo con los datos de Maddison, el PBI per cápita de Europa Occidental era de $772 Int. en 1500. $1572 Int. en 1820 y $19,912 Int. en 2003.
     
  2. Estos datos se toman a las estadísticas históricas de Angus Maddison Estadísticas en el Centro de Crecimiento y Desarrollo Groningen aquí.

Los países se muestran con sus fronteras actuales.

Para Rusia moderna, la data antes de 1990 incluye el total de URSS. ‘Indonesia’ incluye a Timor hasta 1999.

  1. DeLong (1998) – Las estimaciones del PBI mundial, un millón aC – se encuentran en línea aquí. El gráfico muestra la serie ‘preferida’ de Bradford.
     
  2. La moneda se explica aquí.
     
  3. La fuente es el blog Visualización Económica – aquí.

Hay otra entrada en el blog de Visualización Económica donde la autora, Catalina Mulbrandon, compara el crecimiento del PBI mundial con el de Estados Unidos.

Los gráficos están bajo la licencia de Creative Commons por el autor original.

Los datos sobre la población y el PBI promedio mundial per cápita son de Angus Maddison. Su trabajo continúa en el Proyecto Maddison, donde la data actualizada está disponible en línea.

  1. Estos datos han sido tomados del conjunto de datos por el Proyecto Maddison, que está disponible a través del Proyecto CLIO Infra aquí.

Esta base de datos trabaja en la investigación de Angus Maddison. La base de datos y el documento complementario – Tornillo y van Zanden (2013) – son un producto del proyecto Maddison y es en parte una revisión de la obra anterior. Las fuentes están muy bien documentadas en la página web del proyecto CLIO.

Ver: Jutta Perno y Jan van Luiten Zanden (2013) – La primera actualización del Proyecto Maddison – Nueva estimación de crecimiento antes de 1820. Publicado en enero de 2013 y en línea aquí.

  1. Esto está tomado del blog de Visualización Económica en línea aquí.

Los gráficos están bajo licencia de Creative Commons BY-NC.

  1. Estos datos se toma del conjunto de datos por el Proyecto Maddison que está en línea aquí.

El PBI per cápita es expresado en dólares Internacionales de 1990 de Geary-Khamis para ajustarse a los cambios de precios en el tiempo y las diferencias de precios entre países.

  1. Estos datos se toma del conjunto de datos por el Proyecto Maddison que está en línea aquí.

El PBI per cápita es expresado en dólares Internacionales de 1990 de Geary-Khamis para ajustarse a los cambios de precios en el tiempo y las diferencias de precios entre países y regiones del mundo. 




El quid de los conflictos anti minería

El quid de los conflictos anti minería

El Perú ha sido víctima de una hábil maniobra para desdibujar los beneficios del desarrollo de la minería y convertirla en una actividad que no agrega valor económico, no genera empleo, es una actividad de tipo enclave, descuida el medio ambiente, succiona nuestra riqueza para las multinacionales sin dejar nada a las poblaciones locales y, no cuida los impactos sociales de sus operaciones.

Increíblemente, esto se ha creado justamente cuando el sector minero:

  • Adoptó las tecnologías más avanzadas y con mucha eficiencia agrega valor a lo que por décadas eran terrenos baldíos con potencial económico.
  • Genera empleo de calidad que sumado a sus impactos indirectos lo convierte en un sector positivo en el frente laboral.
  • Ha generado encadenamientos muy positivos en otros sectores económicos, empezando por el sector manufacturero.
  • Es el sector que más ha invertido y avanzado en la adopción de estándares ambientales, llevando sus operaciones a las mejores prácticas internacionales.
  • Después del sector petrolero es el que más contribuciones aporta al país, llegando a tener cargas combinadas del orden del 50% de sus utilidades, de las cuales se produce el canon minero que ha permitido llevar recursos financieros a los gobiernos regionales y locales, como nunca antes en nuestra historia.
  • Las inversiones y gastos que ha hecho la minería en temas sociales representan la mayor inversión histórica del país en el frente social.

¿Por qué entonces se desarrollan los movimientos anti extractivistas y más específicamente, anti mineros?

  • Pues, porque otro encadenamiento del desarrollo del sector minero es el que se ha dado con los ‘negocios de extracción de rentas’ por parte de grupos politizados.  Éstos han sabido conectarse con las ONGs internacionales que promueven a los movimientos anti inversión en los países emergentes y han desarrollado una narrativa que ha calado en las dirigencias locales y en los medios de comunicación, transformando, cual alquimistas, ‘el vaso medio lleno, en un vaso medio vacío’.

Continuando con la formación de nuestra biblioteca virtual: Recursos Naturales y Desarrollo, con la colaboración del Centro Wiñaq, dirigido por Sebastiao Mendonça Ferreira, profundizamos nuestro análisis sobre las relaciones entre la conflictividad anti minera y la búsqueda o extracción de rentas del sector minero moderno.

Disputa de Rentas y Conflictividad

¿Cuál es el desafío real de la minería en Perú?

Sebastiao Mendonça Ferreira

Centro Wiñaq

Para Lampadia

 

El mito de la maldición de los recursos naturales

Las corrientes hostiles a la minería argumentan que esa actividad, inevitablemente, se transforma en una traba para el desarrollo al desencadenarse la “maldición de los recursos”. Ellos se basan en las investigaciones realizadas en los años 90 comparando las tasas de desarrollo de los países con muchos recursos naturales y países con pocos recursos naturales. En dichos estudios encontraron que la mayoría de los países ricos en recursos naturales habían crecido más lento que los demás entre los años 1970 y 1990. El trabajo de Jeffrey Sachs se ha constituido en la referencia principal sobre esa idea.[1]

Estudios posteriores, y más completos, han evidenciado que quienes sustentaban la maldición de los recursos naturales, léase minería y petróleo, estaban equivocados y que el freno al desarrollo no estaba en el aprovechamiento de los recursos naturales sino en la mala calidad de las instituciones de esos países.[2] Encontraron también que los países con buenas instituciones y buenas políticas económicas, como Botsuana, Noruega, y Chile, entre otros, lograron un desarrollo rápido gracias al aprovechamiento de los recursos mineros.

El éxito de Botsuana se transformó en un caso emblemático, por ser un país pobre, mediterráneo, seriamente afectado por la pandemia del VIH, cercado por otros países pobres y rodeado de guerras civiles. A pesar de todo esto, Botsuana logró crecer a tasas muy altas por más de medio siglo, y aún sigue dando ejemplo de crecimiento rápido.[3] Además, el recurso natural que Botsuana explora es el más problemático de todos, el diamante.[4]

El Banco Mundial, en los últimos años, ha desarrollado una serie de estudios sobre recursos naturales y desarrollo evidenciando como el aprovechamiento de los recursos naturales, incluida la minería, puede ser altamente positivo tanto para el desarrollo económico como para el mejoramiento de los Índices de Desarrollo Humano.[5]

En el caso del Perú el crecimiento de la minería ha tenido resultados mixtos. Por un lado, su contribución al dinamismo de la economía, y a los ingresos fiscales es indiscutible, como lo explica Macroconsult (2012).[6] El Instituto Global de McKinsey ha desarrollado una propuesta de cómo los países con abundancia de recursos naturales  pueden sacar provecho de dichos recurso.[7] McKinsey es reconocida por su solvencia técnica, por sus conocimientos de estrategia y por el sentido práctico de sus propuestas. Lampadia ha difundido una versión resumida de dicha propuesta, poniendo a disposición de los lectores peruanos.[8] Sin embargo, esas ideas no se transformaron en políticas públicas en Perú.

Los movimientos anti mineros

Lo que sí ha sucedido en Perú es que en muchas de las zonas mineras se han desarrollado movimientos políticos contrarios a la minería y al libre mercado y con claras inclinaciones autoritarias y prácticas violentas. En los últimos años esos movimientos han logrado paralizar importantes inversiones mineras (21 mil millones en proyectos mineros), y hoy están jaqueando la continuidad de la minería en Perú.

Aún que la narrativa de los grupos conflictivos es de agravios (disminución del agua, daños al ambiente, discriminación social, etc.) y esos sentimientos son reales en las poblaciones locales, los sentimientos de agravio no son suficientes para explicar los conflictos porque en esas regiones las poblaciones se benefician de las actividades mineras.

Si no son los agravios, ¿qué explica la conflictividad minera?

El negocio de la búsqueda de rentas

Nuestra conclusión es que la búsqueda de rentas es el principal motor de los conflictos.

¿Porqué la búsqueda de rentas es el principal motor de la conflictividad?

Porque en Perú, generar conflictos es un negocio muy rentable, es decir, es posible obtener importantes rentas económicas y políticas promoviendo conflictos sociales. Analicemos un poco más el contexto económico y social local para entender mejor esta idea.

La minería es una actividad con grandes unidades productivas con alta intensidad de valor agregado por hectárea. Una mina grande produce más de mil millones de dólares al año en un área relativamente pequeña, comparada con las demás actividades económicas típicas de las regiones, donde la agricultura y ganadería tradicionales, de baja productividad, son las características. Un cálculo aproximado permite ver que una mina moderna produce por hectárea más de cien veces el valor agregado de un campo de maíz amarillo duro del Perú. [9]

Por ello, la instalación de una mina moderna en una provincia rural del Perú crea un núcleo económico de gran escala en una zona de economía tradicional de baja o muy baja productividad. Un pequeño grupo de empresas mineras puede representar más del 20% del PBI regional, y en algunos casos más del 40%. En torno a la minería se genera un conjunto de actividades económicas (transporte, servicios y comercio), muy distintas de las actividades locales tradicionales, generando ingresos mucho más altos que los ingresos típicos de la región. Una gran mina genera la coexistencia de dos economías: una moderna ligada a la minería, y una tradicional. La existencia de esta economía dual provoca, inevitablemente, grandes transformaciones económicas y muchas perturbaciones sociales.[10]

Las minas modernas, por su volumen de operaciones, su productividad y rentabilidad se vuelven fuentes de rentas extraordinarias deseadas por miles de personas, especialmente por líderes radicales y aventureros políticos.[11] Ello es verdad a nivel nacional, pero es mucho más verdad a nivel local. Ese inmenso volumen de rentas extraordinarias estimula el surgimiento de una dinámica de disputas para apropiarse o repartirse esas rentas. Las disputas de rentas de la minería son tan importantes que un equipo de la Universidad de Oxford, liderado por Paul Collier, dedicó toda una serie de investigaciones mostrando el rol central de la disputa de rentas producto de actividades extractivas en las guerras civiles de los países emergentes, especialmente en África. Aún que en Perú los conflictos mineros no son armados, muchos de los análisis realizados por Collier son de gran utilidad para entender lo que sucede con la conflictividad social en Perú. [12]

Estudiosos de los impactos negativos de la minería se refieren a dos modalidades de la Enfermedad Holandesa, una modalidad es la económica y la otra es la política. En el caso del Perú los efectos económicos son positivos, visibles y bien estudiados. Pero, estamos delante de la variedad política de la Enfermedad Holandesa. Esta enfermedad consiste en la expansión de la búsqueda de rentas de la minería vía la promoción de la conflictividad social. [13]  

Lo que explica DiJohn (2002) sobre la modalidad política de la Enfermedad Holandesa es que cuando los gobernantes disponen de grandes cantidades de recursos que no provienen de impuestos cobrados por ellos a la población local sino que provienen de las actividades extractivas, ellos tienden a desarrollar conductas predatorias hacia la economía, agresivas en la política y demagógicas hacia la población.[14] Si observamos qué sucede con algunas regiones del Perú vemos situaciones que claramente encajan en ese patrón. Lo grave, es que esos comportamientos tienden a ampliarse y a fortalecerse en los próximos años.

Las empresas mineras están mejorando su gestión social y ambiental, reduciendo en parte,  los factores que pueden generar los sentimientos de agravio en la población. Sin embargo, el mejoramiento de la prácticas sociales y ambientales no están reduciendo los conflictos. La búsqueda de rentas por medio del conflicto social es el mayor desafío que la sociedad peruana tiene que resolver, si quiere que la minería funcione como motor del desarrollo de acá a 2050. Es importante que los líderes del sector minero tengan claridad sobre como funciona la búsqueda de rentas, y ajusten sus prácticas sociales para neutralizarlas. Las condiciones favorables para generar conflictos deben disminuir y la rentabilidad de los conflictos también. Solo así los grupos radicales y los aventureros políticos abandonarán el negocio de la conflictividad social. Mientras los líderes del sector minero estén confundidos, los grupos radicales van acumular recursos y poder impulsando los conflictos sociales.

Lampadia

 

[1] Sachs. F. & Warner, A. (1995). Natural resource abundance and economic growth (working paper 5398). Cambridge, MA: National Bureau of Economic Research.

[2] Mehlum, H., Moene, K., & Torvik, R. (2005). Institutions and resource course. The Economic Journal, 116(508), 01-20. DOI: 10.1111/j.1468-0297.2006.01045.x

[3] Tupy, M. (2008). Botswana and Zimbawe: A tale of two countries. Downloaded from: 

http://www.cato.org/publications/commentary/botswana-zimbabwe-tale-two-countries.

[4] Acemoglu. D., Simon, J., & Robinson, J. (2001). An African success story. MIT Department of Economics Working Paper 01-37.
http://dx.doi.org/10.2139/ssrn.290791
 
[5] Mahon, G. & Moreira, S. (2014). The contribution of the mining sector to socioeconomic and human development (Extractive Industries for Development Series #30). Washington, DC: World Bank.
 
[6] Macroconsult. (2012). Impacto Económico de la minería en el Perú. Lima, Perú: Sociedad Nacional de Minería, Petróleo y energía.

[9] El rendimiento promedio de maíz amarillo duro en Perú es de 3.6 TM/ha, y su precio internacional es de $160 por tonelada. Con dos siembras anuales, tenemos $1,152/ha/año.
Tomando por referencia a Minera Yanacocha, que opera en Cajamarca, que ha producido en promedio 1,520,000 onzas/año (1993-2015), con un precio del oro de $1,200/onza, tenemos $1,826 millones por año, dividiendo por las 12,000 ha que ocupa, tenemos $152,000/ha/año: más de 130 veces la productividad del maíz amarillo. La productividad agrícola de Cajamarca es inferior a la productiva nacional del maíz amarillo, generando una diferencia aún más grande de productividad entre la minería y las actividades tradicionales.

[10] Antes se hablaba que la minería generaba una economía de enclave, aislada de la economía local, pero hoy ya no es adecuado pensar así. Lo que la minería genera es una economía dual (tradicional y moderna) con grandes diferencias de rentas entre ellas.

[11] Los aventureros políticos son personas carecen de las capacidades para utilizar formas productivas de sacar provecho de la minería, sea como empleados o como empresarios, y optan por el control del aparato público local como manera de apropiarse de los impuestos pagados por las mineras. La distribución del canon minero sin que existan mecanismos de control efectivo de su uso, ha aumentado la rentabilidad de los aventureros políticos. 

[12] Collier, P., Roeffler, A., & Rohner, D. (2009). Beyond Greed and Grievance: Feasibility and Civil War. Oxford Economic Papers, 61(1), 1-27. DOI: doi: 10.1093/oep/gpn029

[13] La Enfermedad Holandesa económica se refiere al impacto de las exportaciones de los recursos naturales sobre la tasa de cambio (dólar barato) facilitando las importaciones y dificultando el desarrollo industrial local. En el caso del Perú ese impacto es cuestionable, pues no hay evidencias de que la tasa de cambio haya dependido en forma crítica del volumen de exportaciones minerales. Además si fuera así, el cambio barato también tendría impactos positivos haciendo que las importaciones de bienes de capital a bajo costo estimulen el crecimiento de los sectores no-transables de la economía, como servicios, construcción, finanzas, comercio y transporte que, en conjunto son mucho más importantes que la industria, y tienen un impacto económico dinamizador mucho mayor. 

[14] DiJohn, J. (2002). Mineral Resource abundance and violent political conflict: A critical assessment of the rentier state model (Crisis State Programme, Working papers series nº 1). London: Development Research Centre, London School of Economics




Los líderes de la nueva filantropía intercontinental

Bill Gates y Warren Buffett tienen más en común que su tremendo éxito profesional; también han emprendido importantes aventuras juntos y son muy buenos amigos. En una reciente publicación de Bill Gates en su blog personal, GatesNotes, el fundador de Microsoft y filántropo rindió homenaje a su mentor y amigo de 25 años, ya que la semana pasada cumplieron las ‘bodas de plata’ del día en que se conocieron y sellaron su amistad.

“Creo que la fecha está claramente grabada en mi mente porque marcó el comienzo de una nueva e inesperada amistad para Melinda y para mi, una que ha cambiado nuestras vidas para mejor en todas las formas imaginables”, escribe Gates. Buffett es uno de los dos números de teléfono que Gates mantiene en marcado rápido y a menudo se pregunta: “¿Qué haría Warren?”.

Warren Buffett,y Bill Gates durante una conferencia de prensa en Beijing.
Fuente: New York Times

Esta amistad entre Gates, de 60 años, y Buffett, 85, ha producido una de las asociaciones de más alto perfil entre la gente del mundo de los negocios. Gates es accionista y director de Berkshire Hathaway Inc. (de Buffett) y Buffett ha donado millones de dólares a la fundación formada por Gates y su esposa, Melinda, a la que apoya como fiduciario.

Juntos, los tres empezaron la mayor iniciativa filantrópica de la historia, el ‘Compromiso de Dar’ (‘Pledge to Give’ en inglés) en 2010 para alentar a los multimillonarios a donar como mínimo el 50% de su fortuna a caridad, dirigida a los más pobres, muy lejos del lugar donde hicieron sus fortunas, mayormente, en el África. Buffett ha afirmado estar especialmente impresionado por el entusiasmo que Gates y su esposa tienen por tratar de hacer el mayor bien para el mayor número de personas.

“The Giving Pledge es un esfuerzo por ayudar a la sociedad en los problemas más urgentes, invitando a las personas y familias más ricas del mundo a que se comprometan a dedicar más de la mitad de su riqueza a la filantropía o a obras benéficas, ya sea durante su vida o después de su muerte”. Así resumieron su iniciativa el inversionista Warren Buffett y el dueño de Microsoft Bill Gates, en el verano del 2010, cuando dieron a conocer la organización al mundo entero. Dos de las mayores fortunas del planeta querían arrimarían el hombro para ayudar en un momento económico muy delicado. Pero, no sólo eso, sino que instaban a hacerlo a todos los multimillonarios de los Estados Unidos. Y además, en el caso de los Gates, no solo han puesto su fortuna para ayudar a los pobres, también dedican su tiempo personal para conducir de cerca sus proyectos humanitarios.

“Un gran hito para nosotros fue cuando nuestro amigo Warren Buffet decidió darnos la gran mayoría de su fortuna, también para la fundación. Eso casi duplicó la escala del trabajo que podíamos hacer. Fue muy emocionante e hicimos lo mejor que pudimos para responder a la confianza que había puesto en nosotros”, añadió Gates en una entrevista con The Guardian.

En Lampadia hemos seguido muy de cerca esta gran iniciativa, reportado la nueva ola de filantropía y su rol en cubrir las necesidades de los más pobres. La hemos calificado como: “El circuito virtuoso del capitalismo”. Ver: El Circuito Virtuoso del Capitalismo y Otro testimonio de filantropía orientado a los pobres.

Líneas abajo compartimos la nota de Gates en que describe el inicio de una bella y generosa amistad. Lampadia

Bodas de plata

25 años de aprendizaje y risas

(Bill Gates sobre su relación con Warren Buffett)

Por Bill Gates

Publicado en GatesNotes

5 de Julio de 2016

Traducido y glosado por Lampadia

 

No recuerdo el día exacto en que conocí a la mayoría de mis amigos, pero con Warren Buffett si me acuerdo. Fue hace 25 años exactamente: 5 de Julio, 1991.

Creo que la fecha está claramente grabada en mi mente porque marcó el comienzo de una nueva e inesperada amistad para Melinda y para mi, una que ha cambiado nuestras vidas para mejor en todas las formas imaginables.

Warren nos ha ayudado a hacer dos cosas que son imposibles de sobrepasar en una sola vida: aprender más y reír más.

Durante el último cuarto de siglo de nuestra amistad, hemos hecho mucho de ambos. Melinda y yo nos referimos constantemente a alguna ‘joya de sabiduría’ que Warren compartió con nosotros o, riendo, cuando recordamos algo gracioso que dijo o hizo.

Con motivo del aniversario de nuestra amistad, pensé que podía a compartir algunos de mis recuerdos favoritos de ese tiempo juntos:

Un comienzo incómodo: A primera vista, podría parecer que Warren y yo no somos compatibles. Yo soy un nerd tecnológico. El es un inversionista que no utiliza correo electrónico. De hecho, nunca pensé que llegáramos a ser amigos.

En 1991, cuando mi madre me llamó para ir a nuestra casa de vacaciones en Hood Canal para encontrarnos con un grupo de amigos, entre ellos Warren, no quería ir. Le dije que estaba demasiado ocupado en el trabajo. Warren sería interesante, insistió mi madre. Pero yo no estaba convencido. “Mira, él solo compra y vende pedazos de papel. Eso no tiene un verdadero valor agregado. No creo que tengamos mucho en común “, le dije. Con el tiempo, me convenció en ir. Acepté quedarme por no más de dos horas antes de regresar a trabajar en Microsoft.

Entonces me encontré con Warren. Comenzó a hacerme algunas preguntas sobre el negocio del software y por qué una pequeña empresa como Microsoft podría esperar competir con IBM y cuáles fueron los conjuntos de habilidades y la fijación de precios. Estas fueron sorprendentemente buenas preguntas que nadie me había hecho. Pronto estubimos perdidos en una conversación que duró horas y horas. No parecía un inversionista tagarote. Tenía un modo muy  sencillo de hablar sobre lo que hacía. Era divertido, pero lo que más me impresionó fue la claridad con la que pensaba sobre el mundo. Se dio una profunda amistad desde nuestra primera conversación.

Galletas Oreo en el desayuno: Una cosa que sorprende aprender sobre Warren es que básicamente se dedica a comer lo que le gustaba cuando tenía seis años. Ya superó los alimentos para bebés, por supuesto, pero sobre todo come hamburguesas, helados y Coca-Cola. (Esa es una razón por la que es tan divertido ir a cenar con él). Recuerdo una de las primeras veces que se quedó en nuestra casa y abrió un paquete de galletas Oreo para comer en el desayuno. Nuestros niños inmediatamente exigieron comer algunas. Puede que establezca un mal ejemplo para los jóvenes, pero es una dieta que de alguna manera le funciona.

Warren Buffett y Bill Gates comiendo ‘como niños’ en un café (restaurante al paso) en EEUU
Fuente: Fortune

“¡Nos encanta lo que has hecho con el comedor, Warren!”. Cuando Warren nos invitó a Melinda y a mí a quedarnos en su casa en Omaha por primera vez, nos dio un tour. Cuando llegamos al comedor, vimos que no había asientos en las sillas. Warren estaba tan sorprendido como nosotros. “¿Qué está pasando?”, dijo, examinando sus sillas. Finalmente, se enteró que los cojines habían sido retirados meses antes para arreglarlos, pero no se había dado cuenta hasta entonces. (Debe de haber estado comiendo sus galletas Oreo y helados en la cocina.) Hasta ahora nos reímos de esa visita.

Para consultas de clase mundial, presione 2: En mi oficina tengo sólo dos números en marcado rápido: mi casa y Warren. Si Warren tiene tiempo para una llamada, es el punto culminante de mi semana. Estoy constantemente aprendiendo cosas de él. A Warren y a mí nos encanta hablar de empresas, política, acontecimientos mundiales y las nuevas innovaciones. Y es realmente emocionante tener a alguien que estudia estas cosas bajo un punto de vista diferente. Él tiene los ojos de inversionista económico y yo tengo los ojos de un tecnólogo hacia las cosas. Como fiduciario de nuestra fundación, Warren es un socio increíble. Cuando nos enfrentamos a un reto, a menudo nos preguntamos, “¿Qué haría Warren?” Por lo general, nos lleva a una mejor respuesta. Warren y yo somos compañeros, pero a veces él es mucho más sabio que yo, como una figura paterna.

Involucrado emocionalmente: Warren ganó una reputación como el “Oráculo de Omaha” por su astuto enfoque para invertir en el negocio. Pero está igualmente dotado para la inversión en las personas. Siempre me sorprende la forma en que es capaz de atraer a la gente y hacer que para ellos sea divertido aprender de él. A pesar de que mantiene una ocupada agenda, Warren encuentra tiempo para cultivar amistades con algunas otras personas que conozco. Toma el teléfono y llama a saludar. Envía por correo regularmente artículos que ha leído y  que piensa que a Melinda o a mi nos pueden resultar interesantes.

He aprendido muchas cosas de Warren en los últimos 25 años, pero tal vez lo más importante es: ‘de qué se trata la amistad’. Se trata de ser el tipo de amigo que uno desearía tener para uno mismo. Todo el mundo debería tener la suerte de tener un amigo que es tan considerado y amable como Warren. Hace todo lo posible para que las personas se sientan bien consigo mismas y compartan su alegría por la vida.

Al día de hoy, cada vez que voy a Omaha (trato de hacerlo siempre que puedo), Warren todavía conduce al aeropuerto a recogerme. Es un pequeño gesto, pero significa mucho para mí. Siempre estoy impaciente por que se abran las puertas del avión porque sé que Warren estará esperándome con una nueva historia o una broma y voy a aprender y reír con él nuevamente.

Gracias por tu amistad, Warren. Han sido unos sorprendentes 25 años. Espero tener muchos más recuerdos contigo en los próximos años.

Lampadia




Contundente reducción de la desigualdad

Contundente reducción de la desigualdad

En recientes declaraciones, Adrián Armas, gerente de Estudios Económicos del Banco Central de Reserva (BCRP), se afirma que “en general, se ha observado un crecimiento de ingresos para las personas en las regiones del país, con una reducción en el coeficiente Gini (desigualdad), pues se ha dado un crecimiento descentralizado”.

La nota periodística que resalta las declaraciones de Armas traen un dato espectacular sobre la disminución de la desigualdad: 

Entre el 2001 y 2015, el Gini bajó de 0.52 a 0.35

Qué otra evidencia de la prosperidad del país podemos pedir para que TODOS reconozcamos la realidad y, desde ella, proyectemos nuestras opciones políticas individuales. No es adminsible que las propuestas de acción se basan en la negación de la realidad o en mentiras abiertas.

Esto se debe principalmente a que el crecimiento económico que ha experimentado el país durante los últimos 15 años ha sido compartido entre sus habitantes. Desde el año 2000, casi una cuarta parte de la población ha logrado salir de la pobreza. A lo largo del país, los hogares de menores ingresos se han beneficiado más del crecimiento que el promedio nacional.

Como se puede ver en el gráfico superior, los coeficientes de desigualdad en el gasto y el ingreso cayeron significativamente en los últimos 10 años, con uno de los ritmos más rápidos de la región: 12.6% frente a un promedio regional de 5.3%. De esta manera, la pobreza y la desigualdad han ido cayendo constantemente todos los años. Es decir, hoy se pueden cuestionar algunos aspectos del modelo, pero nadie puede negar que la desigualdad en el Perú está cayendo por el crecimiento de la economía.

Estas afirmaciones se ven reforzadas con la recién publicada Encuesta Nacional de Hogares 2009 – 2015, del INEI, la cual muestra que en el 2015, el Perú alcanzó una desigualdad (coeficiente de GINI) del gasto de  0.35 a nivel nacional, a nivel de área geográfica para el área urbana fue 0.32 y para el área rural 0.30.

De acuerdo con lo publicado en dicho informe, el grado de desigualdad del gasto en el país entre los años 2009 y 2015, se redujo de 0.39 a 0.35. Estos resultados se explican por el descenso tanto en el área urbana como rural donde ambos se reducen en 0.02 (de 0.34 a 0.32 y de 0.32 a 0.30, respectivamente). Según región natural, la mayor disminución se dio en la Sierra y Selva al pasar de 0.40 a 0.36 y de 0.39 a 0.35 respectivamente. Ver en el siguiente cuadro:

La evolución del grado de desigualdad del ingreso, como afirma el INEI, entre el 2009 y 2015, disminuyó a nivel nacional y en casi todos sus dominios, con la única excepción de la Costa rural que se mantiene en el mismo nivel. A nivel nacional la disminución es de 0.03, pasando de 0.47 en el 2009 a 0.44 en 2015. 

Armas afirma lo mismo que grafican los cuadros del INEI: “cuando se observan los indicadores socioeconómicos de los últimos 15 años, se destaca un crecimiento mayor de los ingresos en los sectores más pobres, que es la gente que vive en las zonas rurales e inclusive en lugares de mayor altura”.

La información presentada por Armas prueba que la economía de mercado peruana ha producido impactos sociales muy positivos y trae abajo todas las mentiras y mitos con los que los grupos anti sistema de la izquierda radical, más otros grupos políticos que en la primera vuelta pretendieron captar votantes torciendo la realidad.

El año pasado, el Banco Mundial también lo confirmó, afirmando que “el crecimiento económico fue el principal impulsor de la reducción de la pobreza y la desigualdad a través de un mejorado ingreso laboral más que por medio de políticas de redistribución, que solo explican 15% de la reducción de la pobreza.” Ver en Lampadia: Crecimiento disminuye la Desigualdad.

El principal componente del crecimiento de la economía es la inversión privada y, como se observa en el gráfico inferior, es mucho mayor a la pública. Sin embargo, gran parte del debate nacional se centra en esta última, cuando debería hacerlo en la privada, que ha representado, según el IPE 24.5% del PBI en el 2013, 19.2% la privada y 5.3% la pública.

Sin embargo, en el último año, la desigualdad no ha variado. Esto refleja el mal manejo del gobierno al haber frenado la inversión y el crecimiento. En Lampadia hemos denunciado que desde el 2011, coincidiendo con el inicio del ‘gobierno de la inclusión’, se han producido dos puntos de inflexión muy graves, tanto en aspectos sociales como económicos. Ver en Lampadia: En el 2011 se dio el Punto de Inflexión de nuestro Desarrollo.

Está claro que el crecimiento económico no es suficiente para superar la pobreza, en especial la extrema. Para cumplir con este objetivo son necesaria políticas específicas que permitan que este sector de la población, por las condiciones en las que se encuentra, salga de esa estancia rápido y de forma sostenida. La pobreza extrema debe apoyarse con programas sociales, pero la solución estructural es traer a los pobres a la economía de  mercado. Eso es lo que ha sucedido, en buena medida, en la sierra rural, según demuestra Richard Webb en su libro Conexión y Despegue Rural. Armas también afirma: “Un libro del ex presidente del BCR, Richard Webb, muestra el crecimiento de los ingresos en estas regiones desde comienzos de siglo y se observa que el porcentaje de autoconsumo ha bajado significativamente, lo cual implica que ahora más personas pueden acceder al mercado”.

Queda entonces claro que la clave para derrotar a la pobreza es crear riqueza. Como hemos explicado anteriormente, el crecimiento económico no es el objetivo del desarrollo, pero es el único medio para lograrlo. Ver: Sin crecimiento económico no hay desarrollo. El crecimiento ha sido la mejor política de inclusión social. Hemos experimentado un proceso muy positivo que debemos fortalecer, precisamente, por lo que aún falta lograr. Todavía existen 6 millones de personas en situación precaria y 980,000 mil pobres extremos. Motivo por el cual, nuestra agenda pendiente debe seguir privilegiando el crecimiento económico, apostando por la mejora de la educación y salud, cerrar las brechas de infraestructuras y lograr un avance importante en la calidad de nuestras instituciones. Lampadia