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Para un Estado efectivo y probo, requerimos otro Contralor

Para un Estado efectivo y probo, requerimos otro Contralor

Se suponía que los peruanos habíamos entendido que era indispensable terminar con la tramitología y que para eso se necesitaba iniciar un profundo proceso de desregulación que libere a los ciudadanos y empresas de la maraña legislativa que obstaculiza el desarrollo del país. Como hemos comentado antes (Ver en Lampadia: El Perú sucumbe a la ‘urdimbre regulatoria’), el Estado sufre de los mismos males, sin embargo, parece que el nuevo Contralor General de la República, Edgar Alarcón, considera necesario establecer más controles y procedimientos, que solo terminarían por paralizar la ya mediocre acción del Estado.

El 21 y 22 de julio pasado, Alarcón, en sendas entrevistas del diario Gestión, declaró que piensa implementar nuevos procesos de control previo para los megaproyectos, para los que instalará una OCI (Oficina de Control Institucional) en cada proyecto y; requerimientos de nuevas exigencias de información para la Contraloría, sobre los funcionarios públicos que ganen más de una UIT (600,000 trabajadores), pero “se podría extender a los trabajadores que ganen menos de una UIT”.

Publicaciones de las propuestas de Edgar Alarcón en Gestión

Ambas propuestas muestran un grado de desenfoque que solo puede ser calificado de patético, pues ante la proverbial incapacidad de la Contraloría para evitar la corrupción vinculada a los recursos del Estado, se pretende crear más controles, con los cuales, típicamente, se malogra el trabajo de los buenos funcionarios, que son la gran mayoría, sin que se eviten las fechorías de los corruptos. Es cierto que si paraliza la inversión pública, no podría haber corrupción, pero eso no es control, es pura y llanamente, un disfraz populista y efectista que hace más daño del que pretende evitar.

La primera propuesta es nefasta para el desarrollo de las infraestructuras. En palabras del mismo contralor, “Nosotros tenemos en la estructura de la Contraloría oficinas de control institucional (OCI) que a nivel nacional son 800. De estas 300 son pagadas por la Contraloría y 500 no las paga la Contraloría. Pero hablando de las 800, tenemos órganos desconcentrados de la Contraloría en municipios que mueven al año S/25 o S/20 millones, pero hemos decidido que vamos a colocar una OCI especializada en [cada uno de] los grandes proyectos.”

La segunda propuesta pretende que todos los funcionarios públicos que ganen más de S/. 3,950 (una UIT) estén obligados a presentar una declaración de ingresos y rentas ante la Contraloría. Para simplificar la información, de aprobase esta norma, a los actuales 35,000 trabajadores del Estado que declaran sus ingresos se tendrían que sumar al menos 600,000 funcionarios públicos adicionales.

En otras palabras, una comisión permanente de auditoría que va a llevar adelante todo el proceso de fiscalización de cada uno de los megaproyectos, comenzando con Línea 2 del Metro, gasoducto sur, Línea Amarilla, aeropuerto de Chinchero y la refinería de Talara.

Justamente el principal obstáculo  para el crecimiento de la economía es la desaceleración de la inversión privada causada por el deterioro de la confianza, las expectativas y el clima de inversión en el país. Para esto se debe facilitar el impulso de grandes proyectos, atrayendo a los inversionistas para desarrollar su potencial. A diferencia de lo propuesto por el contralor, se tienen que eliminar o acortar el número de normas y permisos que enfrentan los proyectos de infraestructuras, así como la actividad minera. Ver en Lampadia: Sobre cómo financiar e invertir US$ 80,000 millones y Destrabemos la construcción de nuestro futuro.

Además, estas medidas van completamente en contra de las metas propuestas por el anterior Contralor, el jefe de Alarcón, quién en febrero pasado anuncio su interés por simplificar la tramitología para impulsar las inversiones. Con este fin publicaron el informe, denominado “Mejora regulatoria y simplificación de procedimientos administrativos que afectan la inversión”, el cual detecta nueve trámites claves que deben ser simplificados: las certificaciones ambientales, la consulta previa, las autorizaciones y permisos de uso del recurso hídrico, las servidumbres, las licencias y permisos municipales, las autorizaciones para el uso de combustibles y explosivos, las expropiaciones, las interferencias y la instalación de antenas.

Parece que Alarcón está cometiendo el mismo error que los nuevos congresistas, quienes también se olvidaron del ánimo desregulatorio y ya comenzaron a plantear propuestas de nuevas leyes para los próximos cinco años. ¿Qué deberían estar haciendo estos congresistas? Aprovechar el nuevo mandato político para avanzar en las reformas y en la desregulación o superación de la tragedia de la tramitología. Ver en Lampadia: Desregulemos antes de pensar en nuevas leyes .

Dicho sea de paso, el nombramiento de Alarcón como Contralor se hizo de forma apurada en los últimos días de la legislatura de uno de los peores Congresos de nuestra historia. No solo eso, se nombró al segundo de la Contraloría (Alarcón) de un gobierno (saliente) acusado de eventos de corrupción mayores vinculados a las inversiones del Estado. Y por si eso fuera poco, Alarcón estaba cuestionado por una operación inmobiliaria que debía ser plenamente aclarada antes de ningún nombramiento. Pero el habilidoso Edgar Alarcón, se las ingenió para recibir la bendición de PPK, tras una corta visita a su domicilio.

Como dicen los proverbios, ‘no solo hay que ser, también hay que parecer’. Pero incluso más allá de pareceres, acá tenemos un caso claro de incapacidad para una función vital que debe ejercerse con las mejores técnicas de control, con criterios que van mucho más allá de la contabilidad tradicional.

¿Qué debemos hacer?

Entre otras cosas, un buen contralor debería preocuparse por que se establezcan procedimientos transparentes para las adquisiciones, contrataciones y asociaciones del Estado. Ese es el primer proceso de control previo que se necesita. 

Esta situación debe ser corregida a la brevedad posible. Para ello hay dos alternativas, que el Congreso revoque el nombramiento, o que el señor Alarcón renuncie en un acto de dignidad.

Lampadia




¿Crisis en Italia?

Esta semana, el Fondo Monetario Internacional (FMI) ha puesto en la mira a la economía italiana. Ha revisado a la baja sus pronósticos de crecimiento, a menos del 1% este año y en torno al 1% en 2017, frente a la previsión de un crecimiento del 1.1% este año y del 1.3% en 2017. El llamado ‘Brexit’ (la salida del Reino Unido de la UE) ha complicado la ya frágil situación de la banca italiana y se teme que esto se pueda generar en el corto plazo una nueva crisis en la Eurozona, con posibles contagios a las economías española y portuguesa.

Según el organismo financiero, podría tomar otras dos décadas antes de que Italia pueda terminar de salir de los efectos de la crisis financiera global del 2008/9. En su último informe, el FMI advierte que “los riesgos están inclinados a la baja, incluyendo la volatilidad de los mercados financieros, una oleada de refugiados y los vientos contrarios de la ralentización del comercio mundial.”

El informe también dice que, durante este período de lenta recuperación, es probable que el país crezca relativamente menos en comparación con otros países de la eurozona, mientras que sus bancos siguen siendo vulnerables a factores económicos externos.

Según un artículo de The Economist, titulado ‘The Italian Job’, publicado el 9 de julio, la situación en Italia podría ser potencialmente más peligrosa que el Brexit:

“Italia es la cuarta economía más grande de Europa y una de las más débiles. La deuda pública se sitúa en 135 por ciento del PBI y la tasa de empleo entre los adultos es la más baja de los países de la UE, excepto Grecia. La economía ha estado moribunda durante años, sofocada por una excesiva regulación y una productividad débil. En medio del estancamiento y la deflación, los bancos de Italia están en profundos problemas, abrumados por unos 400,000 millones de dólares en préstamos incobrables, el equivalente de una quinta parte del PBI. En conjunto, la banca se ha preparado solo para el 45% de esa cantidad. En el mejor de los casos, los débiles bancos de Italia estrangularán el crecimiento del país. En el peor, algunos irán a la quiebra.

Lógicamente, los inversionistas han huido. Las acciones de los bancos más grandes de Italia han caído en hasta en 50% desde abril, una salida de capitales que se ha intensificado desde la votación del Brexit. La mayor preocupación inmediata es la solvencia del Monte dei Paschi di Siena, el banco más antiguo del mundo. Varios intentos por limpiarlo han fracasado: ahora vale solo una décima parte de su valor nominal, y bien pudiera no pasar una prueba de estrés del Banco Central Europeo a fines de este mes.

Su mero tamaño vuelve peligroso al lío bancario de Italia. Sin embargo, también es un ejemplo de los males más grandes de la zona del euro: la tensión entre las reglas elaboradas en Bruselas y las exigencias de la política nacional, y el conflicto entre acreedores y deudores. Ambos son consecuencia de reformas financieras mal concebidas. Mal manejada, la situación italiana podría ser la ruina de la eurozona.”

Pese a todo, el ministro de Economía italiano, Pier Carlo Padoan, se muestra optimista sobre el futuro de la economía italiana. “Estamos en un periodo de volatilidad y el Brexit ha aumentado esta volatilidad”, aseguró durante una conferencia. Sin embargo, “en esta situación tenemos que mirar a largo plazo. Continúo siendo optimista sobre los fundamentos de la economía real”, añadió. Menos optimistas se mostraron los eurodiputados del Movimiento 5 Estrellas, que, desde la oposición, denuncian que la situación del Montei dei Paschi di Siena es “una bomba de relojería”.

Italia cuenta con una bajísima productividad, tiene una larga historia de no cumplir con las metas de crecimiento y, por lo general, ha venido teniendo un rendimiento inferior a la mayoría de países europeos en los últimos años. Ahora, sin embargo, se le suma un gran problema más: una crisis bancaria sistémica.

Después de la crisis financiera del 2008/9, los bancos italianos incrementaros sus deudas incobrables en mayor proporción que lo de otros países, principalmente porque las empresas y los hogares tuvieron dificultades para pagar sus préstamos.

Ahora, el sector financiero del país está plagado de un exceso de préstamos incobrables, tanto así que el gobierno se ha visto forzado a crear un fondo de rescate llamado Atalante Fund, diseñado para comprar las malas acreencias e invertir en sus acciones, con la esperanza de que los bancos no disminuyan el crédito a la economía y estimulen el crecimiento.

El caso más preocupante, es el del banco más antiguo del mundo (y ahora el más débil de Italia), Monte dei Paschi di Siena. Más de un tercio de todos sus préstamos son improductivos (non-performing loans). Las acciones de Monte dei Paschi bajaron a 0.30 euros, frente a los 90 euros de hace 10 años. Hay rumores sobre un plan del Gobierno de Renzi para reducir el elevado volumen de préstamos improductivos presentes en los balances de la banca italiana a través de la inyección de 40,000 millones de euros.

Monte dei Paschi informó el lunes de esta semana que el Banco Central Europeo (BCE) le había instado a reducir en aproximadamente un 30% su volumen bruto de préstamos dudosos en el horizonte de 2018, hasta 32,600 millones de euros de los 46,900 millones actuales, lo que provocó que sus acciones perdiesen un 14% adicional de su valor durante la sesión de inicio de la semana.

Mejorar las perspectivas de los bancos italianos es crucial para la recuperación económica. Sin embargo, esto no será fácil. Como afirma The Economist, las reglas de la zona euro son muy rígidas y no permiten la flexibilidad necesaria para un rescate mediante una inyección de dinero gubernamental:

“Italia necesita urgentemente una grande y audaz limpieza bancaria. Como el capital privado está huyendo y un fondo de rescate con respaldo de los bancos está en gran medida agotado, se requerirá una inyección de dinero gubernamental. El problema es que políticamente esto es casi imposible. Las nuevas reglas de la zona del euro dicen que los bancos no pueden ser rescatados por el Estado a menos que sus tenedores de bonos acepten las pérdidas primero. El principio de que los acreedores los “rescaten internamente” en vez de endilgar la cuenta a los contribuyentes es buena, y en la mayoría de los países los bonos bancarios están en manos de grandes inversionistas institucionales, quienes conocen los riesgos y pueden permitirse la pérdida. Pero, en Italia, gracias en parte a una peculiaridad del código fiscal, unos 220,000 millones de dólares en bonos bancarios están en manos de inversionistas minoristas. Cuando unos cuantos bancos pequeños fueron rescatados según las nuevas reglas en noviembre, un tenedor de bonos minorista se suicidó. Causó una tormenta política. Obligar a los italianos comunes a asumir las pérdidas de nuevo dañaría significativamente al primer ministro Matteo Renzi, haciendo añicos su esperanza de ganar un referendo sobre la reforma constitucional en el otoño. Renzi quiere que las reglas se apliquen flexiblemente.”

Esperamos que esta sea una oportunidad para que Italia por fin resuelva su recurrente problema con las deudas incobrables, pero especialmente para que la Unión Europea haga las reformas necesarias para que sus miembros tengan perspectivas más auspiciosas.

Por otro lado, es importante entender que ante una crisis bancaria sistémica, el mayor riesgo es la desaparición del crédito en la economía, con lo que los grandes perjudicados son los ciudadanos comunes y corrientes y las empresas del llamado sector real (no financiero). Este proceso puede implicar, en apariencia, que se apoye a los bancos. Sin embargo, ese apoyo tendría que ser temporal, con restricciones muy duras a los accionistas y a las gerencias, así como el detonante de reformas efectivas que disminuyan efectivamente el riesgo de crisis sistémicas.

Lampadia




Las inversiones requieren un mayor nivel de confianza

Las inversiones requieren un mayor nivel de confianza

En el recientemente publicado 14to Barómetro de la Confianza para la Inversión de EY y  conducido por el Economist Intelligence Unit (EIU), basado en una encuesta a 1,700 ejecutivos de todo el mundo, se presentaron las perspectivas de altos ejecutivos de empresas de diversos sectores respecto de sus estrategias de crecimiento, de fusiones y adquisiciones, acceso a capital y su visión sobre la situación macroeconómica.

La importancia de este informe es que uno de los principales motivos de la desaceleración de la inversión privada ha sido el deterioro de la confianza, las expectativas y el clima de inversión, y esto trajo como consecuencia una menor reducción de la pobreza, menor capacidad del Estado para la inversión social y menores incentivos a ciudadanos y empresarios para apostar por el futuro. Ver en Lampadia: Otra vez La Parada (esta vez en la inversión)

La confianza de los agentes económicos, ciudadanos y empresarios, es fundamental para apostar por inversiones de buena calidad, aquellas orientadas al largo plazo. Estas difieren de las inversiones especulativas y de corto plazo, típicas de economías precarias, donde la mano del gobernante es arbitraria y la sensación de futuro se basa en las conexiones políticas.

El 14to Barómetro de la Confianza para la Inversión publicado en este año electoral es clave para re-enrumbar al país por la senda del crecimiento. Según EY, la mayoría de los encuestados peruanos ve la economía doméstica estable o mejorando, debido a los constantes esfuerzos de recuperación económica, tanto del sector privado como público.

Sin embargo, tanto a nivel global como nacional, el aumento de la inestabilidad política mundial y regional, es el mayor riesgo para muchos negocios. En segundo lugar, el aumento de la volatilidad de las materias primas y de las divisas, lo cual afecta la capacidad de las empresas para planificar en el corto plazo.

Por otro lado, las empresas siguen revisando sus carteras de proyectos y se enfocan tanto en el lugar donde se desarrolla su operación como en lo que están haciendo. Si bien el mercado nacional se mantendrá como el mercado principal de operaciones de inversión, las adquisiciones en el extranjero tienen una mayor tendencia creciente.

Este cambio muestra que los destinos de inversión han pasado de ser regionales (países vecinos) a nuevos en el extranjero, como Canadá. Se ve un crecimiento más fuerte en el Reino Unido y Estados Unidos. Además, a nivel mundial, China e India también siguen siendo destinos atractivos para los inversores.

Por otro lado, es importante ver que mientras que el crecimiento se mantiene como la prioridad de las empresas, hoy en día existe un mayor enfoque en la mejora de operaciones y procesos, así como en potencializar el uso de la tecnología para poder acceder a tal crecimiento.

En Lampadia nos alegra que por fin esté aumentando el interés y la relevancia de la tecnología en nuestra economía ya que, como hemos indicado en varios de nuestros análisis sobre la nueva revolución tecnológica y la cuarta revolución industrial, su proceso es imparable y trae grandes oportunidades y riesgos. 

En Lampadia creemos que esta revolución es muy importante para el futuro de nuestras vidas y por lo tanto debemos prepararnos para afrontarla y aprovecharla. En un país marcado por brechas muy grandes en educación, salud, infraestructuras y tecnología, la revolución tecnológica debiera causar un mayor sentido de urgencia y una mayor convergencia de nuestros postulados de acción colectiva y política.

Lo que enfrentaremos los próximos cinco años supera en imprevisibilidad y complejidad, a cualquier período anterior. Recordemos la advertencia del historiador israelita Noah Yuval Harari: “Esta vez, quienes pierdan el tren [de la nueva revolución] no tendrán una segunda oportunidad. Hoy en día, si un país, un grupo de personas, se queda descolgado, no tendrá una segunda oportunidad, en particular porque la mano de obra barata no tendrá ninguna relevancia”.

El peligro de perder la confianza

Este mayor interés en los mercados internacionales y la opción por el desarrollo de la tecnología en las empresas ayudarán a reactivar la economía y mejorar la confianza en la inversión. Como lo han venido señalando economistas como Roberto Abusada, Hugo Santa María, Carlos Adrianzén y Luis Carranza, el principal factor que está golpeando a la economía es el deterioro de la confianza y las expectativas. Tal situación se debería a fallas sistémicas del Gobierno a la hora de dar mensajes claros a la población, la falta de liderazgo del gobierno, las debilidades de nuestra burocracia para impulsar los grandes proyectos y por supuesto las ya prácticamente insuperables trampas regulatorias.

Debemos cuidar la confianza en las inversiones en el Perú. Es muy fácil destruirla, pero muy difícil construirla y recuperarla. 

Lampadia




Mejores regulaciones para una mejor sociedad

Mejores regulaciones para una mejor sociedad

En una reciente publicación de Expreso, la embajadora de la Unión Europea en Lima, Irene Horejs, afirmó que “Hay mucha gente [peruana] de negocios y otros que son pobres, pero son muy trabajadores y disciplinados, pese a lo que se pueda pensar en Lima.

Es una lástima que en el Perú menospreciemos a nuestra propia gente y tengamos una visión de ellos como de gente floja o de mala educación. Un ejemplo de esta actitud se pudo apreciar  en una entrevista de Raúl Vargas y Patricia del Río (en RPP, hace pocos meses), al sicoanalista Jorge Bruce que comentó que cuando los peruanos iban a EEUU “…los civilizaban…”.

Peruanos en Italia organizan ‘flash-mob’ de marinera en Roma
Fuente: Il Messaggero Italo-Peruviano

Lo anecdótico de la entrevista fue que Vargas y del Río llevaron la conversación a otros escenarios, ‘cuando un taxista tacneño cruza la frontera hacia Chile, se detiene en un semáforo en rojo en medio del desierto, así no venga ningún carro a muchos kilómetros, ¿también lo civilizan?’. ‘Y en Lima los taxistas que pasan al Callao, ¿también los civilizan?’

En Lampadia queremos enfatizar que no hay manera que ‘te civilicen’ instantáneamente en EEUU, ni en Chile, ni en El Callao. Como hemos dicho antes (ver en Lampadia: La fuerza del migrante: emprendimiento y libre mercado), lo que está mal no somos los peruanos, lo que no funciona es el sistema.

Hemos creado una selva enmarañada de reglas absurdas que se sobreponen, que nadie conoce y además una suerte de ‘reino de la impunidad’. Veamos el ejemplo de lo sucedido en el proceso electoral, en el que nuestros congresistas nos regalaron un excelente ejemplo de cómo las malas reglas pueden malograr cualquier proceso. (Llegó un momento en que todo el país discutía si alguien había entregado una botella de agua, o no). Ver en Lampadia: El Perú sucumbe a la ‘urdimbre regulatoria’.

Esto ha llevado a muchos a ignorar y hasta resentir las leyes que deberían poner orden en el país. Es hora de que los líderes políticos y las instituciones que rigen nuestra normativa, vean que tengan buenos fundamentos y que nos inspiren a cumplirlas, y así lograr que nos ordenemos con capacidad y autoridad moral para evitar la impunidad generalziada.

Volviendo a la calidad de nuestra gente, hoy tenemos cerca de tres millones de nuestros compatriotas viviendo afuera. Ellos (una muestra de 10% de la población) son hoy día un ejemplo de la verdadera naturaleza de los peruanos: no se pasan las luces rojas, respetan las leyes, educan a sus hijos, participan honradamente en la política de los países que los acogen y son solidarios pues envían regularmente dinero a sus familiares en el Perú (US$ 3,000 millones anuales). Nunca nos olvidemos de que lo malo en el Perú no somos los peruanos, sino el SISTEMA. Ver en Lampadia: Un mensaje para nuestros queridos jóvenes.

Los peruanos somos excelentes personas, así lo prueba el comportamiento de la gran mayoría de los tres millones de compatriotas que viven en el exterior,  que Irene Horejs corrobora con su afirmación, “Sobre todo en España e Italia donde los peruanos van a  trabajar. No es una comunidad problemática y más bien traslada nuestros valores culturales y contribuyen con sus economías”.

¡Lo que está mal no es el hombre, es el sistema! No dejemos que un sistema mal planteado desmejore el desarrollo de nuestro potencial como líderes, profesionales y jefes de familia. Debemos exigir las mejores condiciones regulatorias para ser las mejores personas, también en nuestro país.

Una de las grandes tareas del nuevo gobierno debe ser rediseñar prácticamente desde cero las normas que regulan a los ciudadanos, empresas y procesos sociales y políticos. 

Lampadia

 




Aprovechar la tecnología digital para beneficiar el desarrollo

Aprovechar la tecnología digital para beneficiar el desarrollo

A pesar de las transformadoras innovaciones impulsadas por las tecnologías digitales, la brecha digital en el mundo sigue siendo considerable. (Ver en Lampadia: La transformación digital: Migrando hacia las redes, Los retos de la Cuarta Revolución Industrial, Entrevista sobre la transformación del empleo y las industrias) ¿Cómo podría ampliarse el alcance de los dividendos digitales (es decir, ampliar los beneficios del desarrollo de las tecnologías digitales)? ¿Cómo pueden contribuir las tecnologías digitales a los objetivos del Grupo del Banco Mundial de erradicar de la pobreza extrema y aumentar de la prosperidad?

Estas son las preguntas que el reciente informe del Banco Mundial sobre el desarrollo global titulado “Dividendos Digitales” intenta responder. Si bien hay muchos casos de éxito, el impacto agregado de las tecnologías digitales hasta ahora ha sido menor de lo previsto. ¿A qué se debe esto? Los motivos son dos (ver gráfico inferior)

Primero: la brecha digital sigue siendo grande. La vida de la mayor parte de la población mundial permanece en gran medida inalterada por la revolución digital. Solamente alrededor del 15% puede costear el acceso a Internet de banda ancha. La telefonía móvil, a la que tienen acceso casi cuatro quintos de la población mundial, constituye el principal medio de acceso a Internet en los países en desarrollo. Pero aun así, casi 2,000 millones de personas no poseen un teléfono móvil  y casi el 60 % de la población mundial aún no tiene conexión a Internet y no puede participar plenamente en la economía digital. 

Segundo: algunos beneficios de las tecnologías digitales se ven contrarrestados por nuevos riesgos. Según el informe : “En ausencia de instituciones responsables, las inversiones del sector público en estas tecnologías amplifican la voz de las élites y dan lugar a un aumento del control. Se están creando nuevos puestos de trabajo, pero la automatización de los empleos de nivel medio ha contribuido al vaciamiento del mercado de trabajo. Y dado que la economía de Internet favorece los monopolios naturales, la falta de un entorno de negocios competitivos da como resultado una mayor concentración de los mercados, lo que beneficia a las empresas ya establecidas en ellos. Lógicamente, las personas más instruidas, las mejor conectadas y las más capaces han recibido la mayor parte de los beneficios, y los dividendos de la revolución digital no están bien distribuidos.” [Este párrafo del informe del Banco Mundial es verdaderamente sorprendente, hace una generalización de los impactos negativos que pueden crearse en algunos países que adolezcan de malos gobiernos, pero no se puede plantear así. Parecería que esto está inspirado en las objeciones al desarrollo de las telecomunicaciones en México].

Uno de los principales mensajes del informe es que el desarrollo digital no es solo una cuestión de acceso. La conectividad digital es clave, pero es sólo un punto de partida para un desarrollo digital exitoso. Existen otros factores igual de importantes que interactúan con la tecnología (como la regulación responsable y las instituciones responsables) con el fin de hacer que las tecnologías digitales beneficien a los pobres. El Informe ‘Dividendos Digitales’  llama a estos otros factores ‘complementos analógicos’ a los digitales, que se dividen en tres categorías: regulación, las habilidades y las instituciones (ver gráfico inferior).

Como muestra el gráfico, las inversiones digitales necesitan el apoyo de: la regulación, a fin de que las empresas puedan sacar provecho de Internet para competir e innovar; mejores habilidades de los ciudadanos, para que se puedan aprovechar plenamente las oportunidades digitales, e instituciones responsables, con el fin de que los Gobiernos atiendan a las necesidades y demandas de los ciudadanos. Las tecnologías digitales pueden, a su vez, acrecentar y fortalecer estos complementos, y acelerar el ritmo del desarrollo.

Además el informe sugiere que para ampliar el acceso y ayudar a que más personas accedan a los beneficios o ‘dividendos’ de la tecnología es necesario que la competencia de mercado, las alianzas público-privadas y la regulación eficaz de Internet y de operadores de telefonía móvil promuevan la inversión privada, que es quien finalmente puede hacer que el acceso sea universal y asequible. La inversión pública a veces será necesaria y se justificará cuando permita obtener grandes beneficios sociales.

Este video muestra cuatro historias sobre lo que es posible y lo que se necesita para hacer los dividendos digitales al alcance de todos, en todas partes:

En el caso del Perú, tenemos que tomar conciencia que aun tenemos brechas económicas y sociales que debemos superar. Por lo tanto, debemos apurar nuestras acciones para ello, y así poder ser parte del nuevo mundo que terminará de perfilarse muy pronto.

Ya se están tomando algunas medidas. Por ejemplo, recientemente se lanzó la billetera electrónica como un mecanismo de facilitación del acceso a los servicios financieros de las poblaciones no bancarizadas, sin embargo es algo que todavía debe mejorar según lo comentamos en nuestro artículo por el costo que representa para los más pobres. A pesar de todos los avances del microcrédito en el Perú y de ser catalogado como uno de los países más avanzados en la calidad de la oferta de servicios financieros, desarrollados fundamentalmente por la iniciativa privada, aún estamos muy lejos de los estándares de acceso globales y regionales. Ver en LampadiaLa billetera digital llega al Perú – buena iniciativa.

Para el Banco Mundial, la conectividad es un objetivo universal importante y un gran desafío. Sin embargo, los países también deben crear condiciones favorables para que la tecnología sea eficaz. Si faltan los complementos analógicos, el impacto en el desarrollo no será suficiente. Pero, si sientan bases analógicas sólidas, los países obtendrán grandes dividendos digitales en términos de mayor crecimiento, más empleo y mejores servicios. Lampadia




Índice de Doing Business 2016

‘Doing Business’ 2016: Medición de Calidad Regulatoria y Eficiencia, una publicación emblemática del Grupo del Banco Mundial, es la publicación #13 en una serie de informes anuales que miden las regulaciones que favorecen la actividad empresarial y aquellas que la restringen. Doing Business presenta indicadores cuantitativos sobre las regulaciones empresariales y la protección de los derechos de propiedad que pueden ser comparados en 189 economías. 

Ver ranking: http://www.doingbusiness.org/​

Ver link de origen:  http://doingbusiness.org/reports/global-reports/doing-business-2016

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Educación y formación de ciudadanos plenos

Educación y formación de ciudadanos plenos

Queremos compartir con nuestros lectores la magnífica presentación de Luis Bustamante Belaunde: La educación y formación de ciudadanos plenos, presentada en el foro de la Asociación de Clubes Departamentales, Provinciales y Distritales de Lima, coorganizado por Lampadia, hace un par de semanas.

Bustamante nos explica qué debemos entender por ciudadanos plenos y enfatiza que para ello debemos contar con educadores plenos. Asimismo, comenta el origen de la educación como una actividad privada, que ha sido capturada por los Estados, muchas veces, como en el Perú, para regimentarla y controlarla, para restarle la libertad que, sobre todo hoy, se hace indispensable en un mundo que exige una formación que va más allá de la adquisición de habilidades cognitivas.

La educación y formación de ciudadanos plenos

Luis Bustamante Belaunde

Presidente de la Asociación para el Progreso de la Dirección, Rector Emérito de la UPC

17 de febrero, 2016

Transcrito y glosado por Lampadia

 

Quisiera, en primer término, compartir unas mínimas ideas sobre los conceptos básicos que vamos a desarrollar esta tarde.

¿Qué es educación?

Generalmente se confunde educación con solamente instrucción, esto es, la transmisión o impartición de conocimientos, que tiene que ver con el qué. Pero la educación va mucho más allá, tiene que ver también con el cómo, es decir, la formación de habilidades y destrezas, y con el para qué, que tiene que ver con las actitudes. Solamente cuando combinamos el qué, el cómo y el para qué, estaremos en condiciones de educar en forma competente, pues su interacción configura las competencias.

¿Qué son ciudadanos plenos?

Ciudadanos plenos son los competentes en el último nivel educativo al que han podido acceder. Este, naturalmente, puede ser desigual, pero todos pueden tener y compartir la conciencia sobre la sociedad en la que viven y sobre todo un compromiso con los problemas y las soluciones de esa sociedad.

La formación de ciudadanos plenos obviamente requiere la existencia de agentes educativos plenos. No se puede formar ciudadanos plenos con agentes educativos limitados y esa es un poco la tragedia de nuestro país.

En Occidente, la educación comenzó siendo una tarea fundamentalmente a cargo del núcleo familiar y solamente con el paso del tiempo se fue pensando en la formación de escuelas, que comienzan también a formarse por etapas y por niveles. Más tarde entra la formación por especialidades y en todo esto tiene un papel fundamental la Iglesia Católica, que asume la educación como una forma de contribuir a la formación de los jóvenes como fieles y como ciudadanos. Con la aparición del Estado contemporáneo, en los siglos XVI y XVII —y más a fines del siglo XVIII con la revolución francesa en que se forma el estado liberal y democrático—es que aparece la existencia de un Estado que se atribuye el papel de educador.

Pero el Estado contemporáneo no fue concebido ni diseñado para educar. Fue diseñado para adoptar decisiones de interés común en una determinada colectividad. Pero con el paso del tiempo se va produciendo un desorden conceptual así como una serie de abdicaciones sucesivas de las familias y de las escuelas y de la propia Iglesia donde se van transfiriendo progresivamente atribuciones educativas al Estado, que termina convirtiendo la educación en su principal actividad productiva, hasta llegar a constituir hoy lo que podríamos llamar su más importante empresa pública.

Se ha producido una suerte de subversión en las jerarquías y en las prioridades, y poco a poco ese Estado contemporáneo en el siglo XIX y sobre todo en el siglo XX va tomando cada vez más campos y más peso en la educación. Al punto que, para mencionar a nuestro país —que no es precisamente un país socialista, ni tampoco estatista, al menos en sus declaraciones constitucionales— los programas educativos tienen que ser aprobados por el Estado, los textos tienen que ser aprobados por el Estado, las condiciones en que se presta el servicio educativo tienen que ser reguladas y aprobadas individualmente por el Estado para cada centro educativo. En materia de infraestructura, se da el caso y el contrasentido que para la educación superior tecnológica el Estado aprueba hasta las fechas de los exámenes y las áreas de las aulas.

No estamos pues ante agentes educativos plenos, que podrían formar ciudadanos plenos. Estamos frente a agentes educativos limitados.

¿Qué es el principio de subsidiariedad? 

Se ha llegado al contrasentido de que lo que en un principio fue entendido como el principio de subsidiariedad —el Estado interviene en la prestación de servicios educativos solo cuando la actividad privada es inexistente o insuficiente— se trastoca, configurando una suerte de ‘subsidiariedad invertida’, al entenderse que la iniciativa y actividad privadas en materia educativa son posibles solo porque y mientras el Estado no puede darse abasto.

Se ha desvirtuado por completo la idea inicial de educación y de Estado. Por ello más que nunca es importante retomar la importancia de lo que significa, en un país como el nuestro, la libertad de enseñanza y el papel que juega la iniciativa privada con miras a que existan agentes educativos plenos capaces de formar ciudadanos plenos.

Nuestra Constitución ha rescatado el principio de libertad de enseñanza y está presente en el ordenamiento del país a partir de 1979 así como en la actual Constitución. Anteriormente la libertad de enseñanza no formaba parte del bloque de libertades individuales y sociales consagradas por la Constitución, que dice tres cosas pero la gente sólo se acuerda de dos. La primera es que la libertad de enseñanza consiste en que los padres tienen el derecho a escoger el centro educativo de sus hijos y el tipo de educación que ellos reciben. La segunda se conoce como libertad de enseñanza a aquella que, en la educación superior, se refiere a los profesores universitarios a quienes se reconoce la libertad de cátedra, esto es, que puedan enseñar los contenidos en la forma que consideren más apropiados. Pero recién en la Constitución de 1993 se da lugar al verdadero sentido de la libertad de enseñanza, que es el derecho de toda persona, natural o jurídica, a promover y conducir instituciones educativas y transferir su propiedad.

La educación y la economía

Quisiera referirme a la relación que existe entra la educación y la economía. Por alguna extraña razón, la educación se ha disociado de la economía. Es una especie de excepción a las reglas económicas. Lo que está dentro del ordenamiento económico no se aplica a la educación,y ello produce grandes contrasentidos. Hay que recordar que la prestación del servicio educativo es una actividad productiva y que, por tanto, está sujeta a las mismas reglas y principios que rigen para todas las actividades productivas y económicas.

Al respecto se producen grandes contradicciones. Me referiré a algunas de ellas.

  • Por ejemplo, se dice que lo más importante en nuestro país es la educación y esto nadie, o casi nadie, lo discute. Sobre todo ahora, en época electoral,  todos se esmeran en decir que la educación es lo más importante para el país y lo que demanda la más amplia disposición de recursos. También se dice que es importante y necesaria la inversión privada, pero luego frente a estas dos afirmaciones no hay una consecuencia lógica. Si la educación es lo más importante y la inversión privada es indispensable ¿qué pasa con la educación privada y la educación, que siempre ha sido vista con recelo, por no decir con enorme desconfianza y hasta  con animadversión?
  • Otra contradicción consiste en decir que la inversión es indispensable para el desarrollo. Y que la inversión, para ser sostenible, tiene derecho a un retorno, a lo que se conoce normalmente como lucro, esto es, a producir un excedente que sirva para el sostenimiento y el desarrollo de la actividad. Sin embargo oficialmente en nuestro país el lucro está alejado de la educación. Recién desde hace menos de 20 años se estima como posible pero, para muchos, no como deseable. No se entiende que el lucro no solamente no está prohibido sino que está alentado en la alimentación de las personas, en la prestación de los servicios de salud, en el acceso a la vivienda propia y en cualquier manifestación de la vida privada, pero no en la educación a la cual se le considera exceptuada de este principio y de esta regla.
  • Una contradicción más consiste en que nos  llenamos la boca de palabras diciendo que la educación debe ser de calidad y que los maestros necesitan una remuneración digna, principios en los que todos nosotros estamos necesariamente de acuerdo. Sin embargo. se contrapone también la idea de que la educación no puede sacrificar la economía familiar: Por ley se permite que las familias dejen de pagar el servicio educativo que reciben sus hijos, sin que esto implique la interrupción del servicio.
  • Una última contradicción consiste en proclamar que una de las garantías del desarrollo de la economía es que sea competitiva. Pero, para que una actividad humana sea competitiva, tiene que haber competencia y la apreciación oficial respecto a la educación, es que en la competencia no es propia del campo educativo ni un factor que ayude al mejoramiento de la calidad en la educación. Quienes afirman esto, piensan que más ayuda a este efecto el control del Estado. Esta es una gravísima contradicción de la cual todos nosotros somos víctimas y tenemos que pagar sus consecuencias.

Los cambios y la educación

Tomemos conciencia de lo que significan los retos que se han presentado a la actividad educativa en los últimos años, y particularmente en las últimas dos décadas. El mundo está cambiando a una velocidad de vértigo. Se están produciendo cambios dramáticos en los  escenarios, en los actores, tanto en los agentes educativos, como pueden ser los docentes y los centros educativos, como en la actitud y habilidades y capacidades de los educandos. Se están produciendo cambios dramáticos en los contenidos educativos y en las metodologías que sirven para prestar el servicio de enseñanza y el aprendizaje. Hay una constelación de recursos tecnológicos que no solamente favorecen la comunicación sino que enriquecen enormemente el potencial de la economía, y de la educación como parte de la economía.

Hace apenas unos días, una autoridad docente, como es el profesor León Trahtemberg, llamaba la atención sobre estos cambios y decía que ellos podrían sintetizarse en algunos especialmente significativos.

  • Hay un cambio de la centralidad de la atención. En la educación, anteriormente se prestaba mayor atención a la enseñanza de las matemáticas y al desarrollo de los conocimientos. Hoy la educación presta atención a otras materias: las habilidades de diseño, el desarrollo de ciencias aplicadas, el fomento de la creatividad y el desarrollo de las manualidades, por  poner solamente unos ejemplos.
  • Hoy hay carreras que hace unos 10 años no existían ni eran pensables como tales. Hay un cambio de referencias.  Hasta hace unos 10 o 15 años, para que una persona pudiera ser empleada, su curriculum era estudiado minuciosamente por el departamento de selección de personal de las empresas y se hacían análisis muy rigurosos de los certificados de estudios. Hoy, quienes tienen a su cargo el reclutamiento y la selección de personal utilizan otras herramientas y otros instrumentos,  prefieren el desarrollo de entrevistas a fondo, el análisis de un portafolio de experiencias de trabajo y hasta de recomendaciones, que no son las clásicas tarjetas de recomendación sino la lectura de los testimonios profesionales de las personas que han trabajado con el interesado.
  • Hay un cambio en el enfoque. Hasta hace algunos años se preferían los profesionales especializados. Hoy se prefieren los profesionales multidisciplinarios.
  • Como nuevas tendencias en la educación, se prefiere la enseñanza a través de la práctica, y no solamente a través de la teoría; se pone a los estudiantes en condiciones de inventar soluciones y arriesgar apuestas, de romper paradigmas, de enfrentar el riesgo de equivocarse para corregirlo, de aprender permanentemente, lo cual supone la necesidad de actualizar el arsenal académico año a año.
  • En la cobertura educativa, hoy la educación continua es una realidad, pues los estudiantes no dejan de aprender, lo hacen durante toda la vida, a lo largo de toda la vida. Se observa una extendida renovación de conocimientos: cuando una persona termina una carrera no ha terminado una etapa de su vida, está comenzando otra que lo llevará  necesariamente a certificarse en nuevos campos a reconvertirse de forma permanente en su capacidad profesional.
  • Se estima que un estudiante que concluye su carrera en estos años, va a cambiar no menos de 12 a 15 veces de responsabilidad profesional a lo largo de su vida. Ha desaparecido el concepto de la carrera como permanencia continua y estable. Por ello se va a buscar una certificación profesional de carácter temporal que va a tener que ser renovada cada determinado número de años. 
  • La acreditación de la calidad educativa dejará de ser una actividad nacional para convertirse en un estándar internacional.
  • Se producen también cambios en el entorno, hay una educación que se presta en forma masiva a través de mecanismos on-line. Ella está a cargo de múltiples agentes crecientemente privados. Hay un conocimiento distribuido, hay un entorno muy competitivo y hay una internacionalización que antes no existía.

Hace pocos días, el director del Lampadia hablaba de la necesidad de reenfocar la educación hacia la libertad, hacia la innovación y hacia una educación diseñada a la medida de cada educando. Estos cambios necesarios, y que se están produciendo por todas partes, confrontan un elemento en la sociedad, que no los escucha, que no los entiende, que no los trabaja, un ente autista, que es el Estado peruano. El Estado es lo único que no cambia ante esta realidad dramáticamente cambiante. El Estado sigue empleando los instrumentos del pasado, cree que el control central  y la regimentación de la actividad educativa sigue siendo la respuesta en lugar de la libre iniciativa y de la competencia.

Lampadia citó a Lant Pritchett, de la Escuela de Gobierno de la Universidad de Harvard, que vino al Perú hace dos años. Él decía que el cambio en materia de educación no puede darse en forma gradual, sino que tiene que darse en forma de shock, de Big Bang. Que hay que pensar en educación como un sistema abierto y compararlo con un organismo vivo como es la estrella de mar, que no tiene cerebro, no tiene control central, pero funciona perfectamente, un sistema funcional orientado a resultados, como el que nosotros necesitamos.

Necesitamos, sobre todo y por encima de otras cosas, cambiar de mentalidad que tiene que ser distinta a la que hoy prevalece y predomina. Tenemos que ir hacia un pensamiento libre, a poner en juego la audacia y a ejercitar la información global, sólo así podemos alcanzar el conocimiento, la visión y la terquedad que se requieren para alcanzar nuevas metas y nuevos resultados. Lampadia

 




Nuestro potencial de crecimiento está aún intacto

Nuestro potencial de crecimiento está aún intacto

Para sorpresa de muchos analistas y en contra de la tendencia de algunos productores de commodities, la economía de Perú tuvo un crecimiento de 6.39 % en diciembre (la expansión mensual más grande en dos años), lo cual hizo que el crecimiento anual ascendiera a 3.26%. Un rebote pequeño pero significativo del pobre crecimiento de 2.39% en 2014. Esto a pesar de haberse trabado decenas de importantes proyectos de inversión productiva y de infraestructuras.

Así reportamos esta noticia hace pocos días. Ver en Lampadia: Minería impulsa la economía peruana. Esta nota mereció un sesudo comentario de Emilio Zúñiga Castillo, Presidente Adjunto de Latin Pacific Capital: “El crecimiento en una economía de mercado se debe a los sectores con ventajas comparativas y por lo tanto por aquellos sectores de alta productividad. Estos sectores demandan insumos de otros y por lo tanto jalan al resto y son claves en el crecimiento. Este tipo de crecimiento no es uniforme, sino desigual. En el Perú, crece la minería, los hidrocarburos (gas principalmente), la agroindustria y el turismo como sectores punta. Dentro de ellos, las inversiones mineras y petroleras son masivas con miles de millones y de ahí su gran impacto en el crecimiento. Desconocer lo anterior es ignorar la teoría elemental del desarrollo económico en una economía de mercado”.

El aumento fue impulsado por el sector de la minería e hidrocarburos, lo que representa algo menos del 12% del PBI peruano. El sector aumentó un 22.4 % en diciembre, la tasa de crecimiento más fuerte desde 2002. El alza es impulsada principalmente por un fuerte ascenso en la minería metálica, la cual tuvo una variación de 30.7% en el mismo periodo, con un peso en el PBI de solo 7.4% (como se puede observar en el gráfico inferior). Esto fue el resultado de una mayor producción de cobre, que subió un 68 % durante el mes en comparación con el mismo período del año pasado, gracias a nuevas producciones o ampliaciones, entre las que destaca el proyecto icónico de Las Bambas, propiedad de MMG de China.

Otros sector que registró un fuerte crecimiento es la pesca, que se expandió 82.5 % en diciembre, gracias a las 514,000 toneladas de anchoveta capturadas en diciembre. Esto impulsó la industria pesquera a 15.9% en 2015.

Por otro lado, el sector de telecomunicaciones creció un 11.3%, impulsado por una mayor demanda de servicios de internet, planes de datos móviles, la entrada de nuevos operadores, y una mayor cobertura de red. Además, el sector de manufactura subió 5% en diciembre, por el aumento de la producción de harina de pescado, aceite de pescado y productos de petróleo refinado.

Según el MEF, es probable que la economía se expanda un 4% en el primer trimestre de este año, lo cual es bastante bueno comparado con muchos países de América Latina que están luchando con los precios más bajos de las materias primas. Todo esto demuestra la solidez de los fundamentos macroeconómicos y productivos de nuestro país.

La economía de Perú continuará acelerándose en los siguientes meses mano a mano con la recuperación de las exportaciones. Según el BCRP, en diciembre del 2015, el Perú registró un superávit comercial de US$ 210 millones, con exportaciones de US$ 3,170 millones e importaciones de US$ 2,960 millones. Además, el INEI afirma que el volumen total de bienes exportados aumentó en 7.8% con respecto a diciembre del año pasado, como resultado de los mayores envíos de productos tradicionales (14.5%) y no tradicionales (1.4%).

La principal razón del alza de las exportaciones tradicionales fue la recuperación minera, la cual aumentó en 24.5%: cobre (49.6%), oro (1.6%), plomo (41.3%), estaño (28.9%) y hierro (21.4%). Según el INEI, los principales países de destino fueron China con una participación de 19.6% del total, Estados Unidos (19.2%), Suiza (5.6%) y Canadá (4.3%).

Para más detalles de las exportaciones, ver el siguiente video interactivo publicado por el INEI:

Los analistas de Focus Economics proyectan un incremento en las exportaciones nacionales de 2.7% en 2016 y además se espera que las ventas a los mercados extranjeros se expandan un 10.1% en 2017.

Todo este crecimiento es a pesar del aumento de la tasa de la FED y la consiguiente alza del dólar. Esto teóricamente afecta negativamente nuestro crecimiento, pues reduciría la inversión privada debido al mayor costo y disponibilidad de financiamiento, al igual que el consumo privado, debido al mayor costo de la deuda. Esto es lo que ha venido impulsando una mayor tasa de inflación, induciendo a nuestro Banco Central a subir sus tasas de referencia.

En enero, la tasa anual se ubicó en un 4.61%. De acuerdo a los estimados de este mes, la inflación anualizada llegaría a ubicarse entre un 4.30% y un 4.80%, por encima del rango meta de entre un 1% y un 3% del Banco Central. Es por esto que el BCRP ha incrementado por tercera vez consecutiva la tasa de referencia de la política monetaria, buscando contrarrestar el alza de la inflación. 

El Perú tiene reservas fiscales del orden de 15% del PBI para el financiamiento del país, y parte de ellas deberían utilizarse para incrementar la inversión pública, pues este tipo de obras contribuirán a la reactivación económica. Esa es la gran falla del Ministerio de Economía y Finanzas, ya que en su último reporte se afirmó que la ejecución de proyectos de inversión del gobierno cayó un 41% en enero. 

Para retomar la senda del crecimiento y el ciclo virtuoso del Perú, urge seguir promoviendo un alto nivel de inversión sobre el PBI. La inversión es la fuente principal de crecimiento de la economía y el empleo. Hoy estamos atrapados entre la tramitología y el caos político.

En Lampadia propusimos formar equipos de profesionales independientes que se encargaran de evaluar, monitorear y ver que los proyectos más importantes no se paralizaran, manteniendo informada a la población y planteando las necesarias acciones de gobierno para lograrlo. Ver en Lampadia: 7 equipos que aseguren el desarrollo de 7 proyectos.  El ejecutivo, con falta de sentido práctico y mucha soberbia decidió enfrentar la tarea con sus propios medios. Pues bien, no han logrado encaminar adecuadamente ni un solo proyecto. Solo veamos en que andan cinco de los proyectos que incluimos en la lista: Tía María, el Gasoducto Sur, el Lote 108, la Línea 2 del Metro y Majes Siguas II.

Ahora tenemos que reaccionar. Debemos liberar la economía de las trampas regulatorias y crecer a un mínimo de 5.5% por año. Nuestro potencial de crecimiento se encuentra intacto. No podemos perder cinco años más, tenemos una gran deuda con nuestros pobres y debemos aprovechar la ola de la cuarta revolución industrial. El momento de actuar es ahora y la decisión está en manos de todos los peruanos. Lampadia

 




El mundo del automóvil: Una nueva revolución después de 100 años

El mundo del automóvil: Una nueva revolución después de 100 años

Algo más de 100 años después de la revolución del automóvil, liderada por Henry Ford, que transformó la vida del planeta y entre otras cosas eliminó la insoportable contaminación de los desechos equinos en las ciudades más grandes, hoy se desenvuelve una nueva revolución del automóvil, la de los automóviles sin conductor.

Así como la revolución de Ford fue conducida por el innovador: “si le hubiera preguntado a la gente qué necesitaban, me hubieran pedido caballos más rápidos” (sentenció Henry Ford); la nueva revolución se ha disparado de la mano de los innovadores, las empresas de tecnología que no tenían nada que ver con el mundo del automóvil, como Google y Uber, que encuentran la posibilidad de un desarrollo sorprendente. Hoy, todas las empresas automovilísticas se han embarcado ya en una carrera por desarrollar los vehículos autónomos. Hasta hace poco, el empuje de innovación, liderado por las empresas tradicionales, se dirigía a resolver el tema energético y de contaminación. 

El cambio tecnológico en la industria automovilística está acelerándose globalmente. Además de responder a las necesidades del consumidor en un futuro bajo en carbono, se ha abierto otro espacio de innovación, la seguridad de los vehículos autónomos.

El modelo de negocio de la industria se está transformado. De hecho, el concepto mismo de autos como máquinas autónomas puede cambiar notablemente en los próximos años. A este impulso se suma la tendencia del “consumo colaborativo” y las empresas de tecnología como Apple, Alphabet (Google) y Uber están transformando los paradigmas del transporte.

Estas son algunas de las tendencias principales de la nueva industria del automóvil según un informe de McKinsey:

1. Los nuevos modelos de negocios podrían ampliar los ingresos de la industria en un 30%, impulsados por la movilidad compartida, servicios de conectividad y upgrades con más funciones, estimándose ventas de US$ 1,500 millones para el 2030.

2. El comportamiento de la movilidad de los consumidores está cambiando. En 2030, uno de cada diez coches vendidos podría ser potencialmente un vehículo compartido.

La tecnología y la conectividad plantean la cuestión de si será necesario poseer un automóvil. Compartir automóviles es una nueva tendencia de la economía compartida (Ver en Lampadia: El futuro de las economías compartidas) y puede traer algunos beneficios: el consumidor paga para usar vehículos sólo cuando sea necesario y renuncia a las responsabilidades y beneficios de la propiedad individual. Se espera que la utilización compartida de vehículos, que permiten a las personas hacer una reserva de auto con tan solo un toque en un smartphone, crezca significativamente en los próximos dos años, con un aumento espectacular en el número de usuarios. Esto se debe a que la “generación del milenio” (entre 18-34 años) que parece darle menor importancia a la propiedad de automóviles. Ellos son más abiertos a compartir y al creciente número de “servicios de movilidad”, como Uber y Lyft.

Según McKinsey, esta tendencia “podría reducir sustancialmente la venta de vehículos de uso privado. Más del 30% de los kilómetros recorridos en vehículos nuevos podría ser para movilidad compartida. Uno de cada tres coches nuevos podría ser un vehículo para compartir, tan pronto como en 2050.”

3. El tipo de ciudad, país o región será la segmentación más relevante para determinar el comportamiento de la movilidad

Es más probable que la penetración de la tecnología y sistemas eléctricos de propulsión autónomos se lleve a cabo en mayor medida en ciudades densas de ingresos altos que tienen una base automovilística bien establecida, un aumento en la presión regulatoria contra las emisiones de vehículos y donde el costo de servicios tecnológicos representan una menor proporción de los ingresos.  

4. Una vez que las cuestiones tecnológicas y regulatorias sean resueltas, hasta un 15 % de los autos nuevos vendidos en 2030 podrían ser totalmente autónomos

La industria del automóvil sigue avanzando con la implementación de vehículos autónomos, en parte porque las empresas prevén que podría ser una solución a la congestión de las grandes ciudades. Además, los vehículos autónomos transportarán a las personas de un lugar a otro sin necesidad de ponerse al volante. McKinsey and Company dice que los conductores podrían liberar hasta 50 minutos al día, los estacionamientos se reducirán en millones de metros cuadrados y los accidentes disminuirán en un 90 %.

5. En una industria más compleja y diversificada, los operadores tradicionales competirán con más empresas

Una gran cantidad de nuevos participantes ha entrado en el sector de la automoción. Ahora proveedores de movilidad (Uber), gigantes de la tecnología (como Apple y Google) y fabricantes de equipos futuristas (Tesla) aumentan la complejidad del panorama competitivo. Esto fuerza a las grandes empresas automotrices a incursionar en un ámbito más tecnológico y crear disrupciones en un mercado que no ha visto grandes cambios en muchos años.

Estas son solo algunas de las grandes tendencias que están marcando la disrupción de un mercado tan importante. Como el Presidente Ejecutivo de Ford Motor Co., Bill Ford, afirmó recientemente en The Wall Street Journal, la industria automovilística debe empezar a verse a sí misma como una parte de los cambios tecnológicos. Al mismo tiempo, el transporte en sí se está transformando, con la aparición de combustible alternativo y vehículos eléctricos, interconexiones y vehículos de auto-conducción. “Las empresas orientadas hacia el futuro van a redefinirse a sí mismas y pasar de ser sólo fabricantes de automóviles y camiones a convertirse en empresas de movilidad personal. Henry Ford redefinió la movilidad para la gente promedio, y ahora nosotros tenemos la oportunidad de hacer lo mismo”, escribió.

El futuro de la industria del automóvil tiene por delante muchos desafíos, pero también muchas nuevas oportunidades. Este sector tiene mucho por desarrollar y esperamos ansiosos a ver qué novedades traerá. Lampadia

 

 



Para el Perú, los recursos naturales son una bendición

Para el Perú, los recursos naturales son una bendición

A pesar de los múltiples ejemplos de realidades exitosas y de sustanciosos análisis sobre el tema, se sigue hablando de la maldición de los recursos naturales y de la enfermedad holandesa para justificar las supuestas debilidades de nuestro “modelo primario exportador”, el cual nos llevaría eventualmente a una gran crisis. Sin embargo, esta vez el Banco Interamericano de Desarrollo, en su informe “Gobernanza con transparencia en tiempos de Abundancia”, producido por 19 especialistas (publicado en Lampadia), nos ilustra sobre los beneficios de las industrias extractivas llevadas con transparencia y una regulación eficaz, afirmando que “el debate de las políticas públicas en estos  países [de Sudamérica] debe ir más allá de esta simple dicotomía [la maldición de los recursos naturales] y tener en cuenta de qué maneras el sector extractivo interactúa con el resto de la economía, sobre todo en los niveles institucional y local.”

Esta dicotomía de la que se habla tanto está vinculada a las experiencias económicas, sociales e institucionales de cada país, y no puede ser generalizada. Entonces, ¿en qué sociedades los recursos naturales se convierten en una maldición y en cuáles en una bendición? En Lampadia hicimos un primer análisis de este tema en marzo del 2013, ver: Recursos naturales: Bendición, no maldición.

El trabajo del BID hace un exhaustivo análisis del tema, se afirma que: a lo largo de la historia, existe mucha literatura que indica que los recursos naturales son perjudiciales para el desarrollo, y que generaron políticas como la de sustitución de las importaciones. Sin embargo, con años de experiencia y estudios, se han impugnado estas conclusiones, ya que se ha encontrado evidencia que “los países ricos en recursos naturales tenían mejores indicadores de capital humano (…) y los pobres tienen más probabilidades de beneficiarse del crecimiento en las economías extractivas en desarrollo que en las economías no extractivas en desarrollo”.

Un ejemplo cercano de esto en nuestro propio país, es el de Moquegua, la región con mayor PBI per cápita del país (S/. 50,213). Su producción crecerá en 5% en 2015 y, según el gobernador regional, Jaime Rodríguez, en un año se constituiría en una economía de pleno empleo, gracias a la expansión de la actividad minera, en conjunto con la actividad agraria y pesquera. 

Fuente: Grupo Propuesta Ciudadana

Es claro que las grandes dotaciones de recursos generan altas tasas de crecimiento en las primeras etapas de la extracción y tasas más lentas cuando los depósitos de recursos maduran. Países muy exitosos como Australia, Noruega y Estados Unidos han logrado un gran desarrollo gracias a las actividades extractivas.

Lo que afecta las fluctuaciones macroeconómicas en los mercados emergentes son las políticas internas y el marco institucional que regula las inversiones y la producción minera. Existe una correlación positiva entre la recaudación de ingresos, las decisiones de los productores y el desempeño económico del sector extractivo.

Por ejemplo, en el caso del Perú, el BID cita la investigación Cooper y Morón (2012) sobre el sistema tributario peruano, la cual afirma que “una ley aprobada en septiembre de 2011 sustituyó el sistema basado en regalías a partir de las ventas brutas por un nuevo marco basado en tasas marginales aplicables al margen ope­rativo y que exige que las nuevas empresas que entran en el mercado paguen impues­tos. Esta reforma significó un cambio en la base imponible, desde el valor de mercado de la producción hasta los beneficios opera­tivos.

 

Por lo tanto, según el BID, el debate sobre el modelo primario exportador y las políticas extractivas no de­bería fundarse en argumentos basados en teorías de la dependencia o en la maldición de los recursos naturales. Al contrario, debería avan­zar hacia una mejor comprensión de cómo el sector extractivo puede interactuar de la mejor manera con el resto de la economía. Este es el mismo enfoque que utilizo el IPE en su estudio “Efecto de la minería sobre el empleo, el producto y recaudación en el Perú“.

Será necesaria una gobernanza efectiva para poder lidiar con problemas de diseño e implementación de políticas en los múltiples sectores relacionados como: agua y saneamiento, infraestructuras, medioambiente y protección social.

Durante los últimos veinte años, el Perú ha fortalecido su economía con el desarrollo de mercados abiertos y la prevalencia de sus instituciones democráticas. Estas políticas han permitido reducir la pobreza en más del 60%, desde 1990, multiplicar el PBI per cápita en 6.9 veces (US$ ppp), disminuir la desigualdad y la desnutrición crónica.

Ya se han perdido 67 mil millones de dólares de inversión minera por el aumento de los conflictos sociales (Ver: El costo económico de la no ejecución de proyectos mineros ) y se ha estancado el crecimiento de nuestro país. Es estúpido e inmoral no aprovechar el aporte potencial de nuestros recursos naturales para cerrar las brechas económicas y sociales acumuladas durante las décadas perdidas (60, 70, 80s), en educación, salud, infraestructuras, ciencia y tecnología y superación de la pobreza.

No sigamos creyendo en fantasmas inexistentes y actuemos de manera transparente,  responsable y racional para lograr el desarrollo del país mediante la explotación de nuestras grandes reservas productivas. Máxime ahora que estamos entrando en la tercera revolución industrial que, como afirma el historiador Yuval Harari (Ver Diálogo sobre la tecnología y el futuro), quienes pierdan el tren no tendrán una segunda oportunidad. Hoy en día, si un país, un grupo de personas, se queda descolgado, no tendrá una segunda oportunidad, no tendrán ninguna relevancia”. Lampadia




Bancos Globales: ¿Están llegando a su final?

Bancos Globales: ¿Están llegando a su final?

Mal administrados y sin ganancias, los bancos globales necesitan un replanteamiento.

The Economist, 07 de marzo 2015

Traducido, glosado y comentado por Lampadia

Los bancos están en problemas una vez más, y no solo los bancos de inversión como Lehman Brothers o especialistas en hipotecas como Northern Rock; un puñado de grandes bancos globales o “redes”. Estos gigantes mamuts de las finanzas, si no pueden mejorar su rendimiento, merecerán el mismo destino.

La presión es intensa. El mes pasado JP Morgan Chase se sintió obligado a explicar a los inversores por qué no deben ser divididos. Citigroup espera sus resultados del examen anual de la Reserva Federal: si falla, como lo hizo el año pasado, sus directivos serán expulsados. Deutsche Bank está replanteando su estrategia, después de años de débil desempeño. HSBC, el banco local del mundo, ha sido golpeado por escándalos fiscales en su operación suiza y a mostrado pobres ganancias.

[Casi todos ellos han tenido que enfrentar altísimas multas por su participación en la crisis financiera. Bank of América pagó una histórica multa de US$ 16.65 mil millones y Citigroup un total de US$ 7 mil millones. Además, se eliminó a toda la dirección y administración de los principales bancos. El dinero que facilitó Estados Unidos para evitar la crisis fue recuperado por el tesoro íntegramente y con utilidades.]

En el papel, los bancos globales tienen sentido. Proporcionan la tubería que permite a las multinacionales mover dinero en efectivo, gestionar el riesgo y la financiación del comercio en todo el mundo. Desde el comienzo de la era moderna de la globalización, en la década de 1990, muchos bancos encontraron seductora la idea de abarcar todo el mundo con sus operaciones.

En la práctica, sin embargo, ha sido una pesadilla hacerlos funcionar. Su expansión sigue siendo enorme. Citi está en 101 países, emplea a 241,000 personas y cuenta con más de 10,000 propiedades. Hablar de las mejores prácticas globales es algo hueco, dados los delitos menores que los bancos han sido acusados de facilitar, incluyendo el lavado de dinero en México (HSBC y Citigroup) y romper sanciones (Standard Chartered y BNP Paribas). Ningún jefe, salvo por Jamie Dimon de JPMorgan Chase, da una impresión convincente de estar en completo control, incluso él sufrió una pérdida de $ 6,000 millones el 2012. Algunos, como el Royal Bank of Scotland (RBS), decidieron  que ya habían sufrido suficiente y anunciaron una retirada de las operaciones globales, y se han comprometido a concentrarse en sus mercados de origen. Otros, como Citi y HSBC, están reduciendo paulatinamente su presencia global.

En parte, el origen de este proceso son las regulaciones creadas después de la crisis financiera. Las reguladoras tuvieron razón cuando decidieron no dividir a los bancos globales inmediatamente después de la crisis financiera de 2007 / 8 a pesar de que Citi y el RBS necesitaban un rescate a gran escala. Las subdivisiones habrían multiplicado en demasía el número de grandes bancos a los cuales vigilar. En cambio, de esta manera, los supervisores los regulan más estrechamente – juntos, JPMorgan Chase, Citi, Deutsche y HSBC tienen ahora un 92% más de capital que el 2007. Los bancos globales probablemente acabarán teniendo que llevar alrededor de un tercio más capital que los nacionales sólo porque, si no lo hacen, las consecuencias seríantremendas. Los reguladores nacionales quieren que las operaciones locales de los bancos sean delimitadas, evitando ciertas ganancias “eficientes”. El costo de cumplir con todas las nuevas reglas es inmenso. El HSBC gastó $ 2.4 mil millones en su cumplimiento el 2014, un aumento de alrededor del 50% en comparación con el año anterior. La discusión de los requerimientos de capital en la última presentación de Citi ante los reguladores ocupa 17 páginas.

En parte como consecuencia de todo esto, los bancos globales están ahora reprobando una prueba diferente: la del valor para los accionistas. La mayoría de estos titanes luchan porlograr una rentabilidad de capital mejor a la de las compañías eléctricas (mucho más seguras). El año pasado, Citi logró un triste 3.4%. JPMorgan Chase estima que su escala añade entre $ 6,000 millones a 7,000 millones al año para lograr sus beneficios. Sin embargo, los costos de capital adicional que deben sobrellevar, y las normas y la complejidad adicionales que conlleva ser globales absorbe una gran parte de eso. (No hay otra empresa que realice estimaciones así de explicitas, presumiblemente porque las cifras no son halagadoras.) Hasta casi la mitad del capital invertido en los grandes bancos mundiales no lograron una rentabilidad sobre recursos propios del 10% o más el año pasado.

Los inversores se preguntan si los costos de su propagación mundial superan los beneficios. Si los bancos como Citi y HSBC no mejoran pronto, serán descuartizados, no por los reguladores, sino por sus propios accionistas.

Los bancos globales insisten en que tienen una ventaja competitiva. Nadie más puede hacer lo que ellos hacen. Una red de alianzas entre cientos de bancos locales sería desvencijada y difícil de controlar; Silicon Valley todavía tiene que inventar un banco internacional virtual; y los contendientes de los mercados emergentes, como el Banco de China, están a una década de distancia de tener huellas globales. Pero las actividades genuinamente globales, tales como el comercio de divisas y la prestación de servicios bancarios transfronterizos a las multinacionales, por lo general, representan sólo una cuarta parte de los ingresos de los grandes bancos.

Es difícil evitar la conclusión de que los bancos globales son, para los estándares de las empresas normales, conglomerados disfuncionales que luchan para asignar bien sus recursos. Sus jefes ahora deben tratar de forjar empresas magras que faciliten el comercio mundial a bajo costo y riesgo. Si los clientes encuentran valiosos estos servicios, los bancos podrán cobrar lo suficiente como para compensar sus enormes gastos generales, y generar un buen retorno para sus accionistas. Si los clientes no lo hacen, el banco global se convertirán en una más de las más grandes ideas fallidas de las finanzas mundiales.




El fracaso del Decreto 005-Produce

El fracaso del Decreto 005-Produce

Cometario Lampadia:

Es increíble como en el Perú nos cuesta darnos cuenta de qué cosas están bien y qué mal. Y sobre todo reconocer los errores y rectificarlos. A pesar de todas las advertencias que se hicieron en su momento, el gobierno insistió tozudamente en mantener el Decreto 005-Produce y defendió la posición irracional y antitécnica de la ex Ministra Gladys Triveño. Los resultados no se hicieron esperar y tal como se previó, provocó la casi quiebra de la pesca formal en el sur, generó  el desvío de la pesca destinada al consumo humano hacia la producción de harina de pescado fomentando la pesca ilegal. Así, lo señalamos cuando recién juramentado el ministro de producción, Piero Ghezzi, declaró que mantendría la vigencia el Decreto Supremo 005-Produce y al viceministro de pesquería Paul Phumpiu. (Ver en Lampadia (L): Graves fallas en el ordenamiento pesquero

El señalamiento originó la respuesta airada de Ghezzi, en la que desconocía abiertamente los perjuicios del mencionado Decreto (ver en L: Más sobre el ordenamiento pesquero).

Finalmente, tras dos años de vigencia de la malhadada norma se tiene que reconocer sus efectos negativos. Un reciente informe de Macroconsult concluye que el Decreto Supremo 005, que regula la pesca de anchoveta en las primeras 10 millas del mar peruano no ha logrado sus objetivos. No ha protegido el recurso, ya que la exclusividad de la franja para embarcaciones de menor escala habría incrementado el sub reporte de desembarque de anchoveta, que pone en riesgo el recurso.  Además ha causado una redistribución de riqueza hacia armadores que realizan actividades informales e ilegales, y el desembarque de anchoveta para consumo humano directo ha disminuido significativamente a pesar de que su objetivo era incentivarlo. Es decir, ha sido un completo fracaso.

Adicionalmente, habría que señalar que la menor exportación de productos pesqueros del año 2013 (US$ 600 millones), coincide exactamente con nuestro déficit de balanza comercial de dicho año. Algo que podría volver a ocurrir el 2014. Tremendo.

Ghezzi, parece finalmente reconocer el error y, de acuerdo a Caretas, le pidió la renuncia al viceministro de pesquería Paul Phumpiu. Ahora se espera la derogación de la norma. Ver líneas abajo los editoriales de El Comercio y Perú 21.

Pescando contradicciones

Por Editorial El Comercio

(Jueves 02 de Octubre del 2014)

Como informamos ayer en nuestra sección Portafolio, un reciente estudio de Macroconsult sobre los efectos del decreto que “reordenó” la pesca industrial de anchoveta hace dos años ha confirmado lo que –desde antes de su aprobación– diversos expertos argumentaban sucedería: no se ha cumplido ninguno de los objetivos por los que la norma fue aprobada y, por el contrario, esta ha agudizado los problemas que buscaba solucionar.

La regulación actual prohíbe la pesca industrial dentro de las 7 millas en el sur y las 10 millas en el norte de nuestro litoral, dejando las mismas como exclusivas y liberadas (es decir, sin límite de cuotas) para las embarcaciones pequeñas y artesanales siempre que pesquen para el consumo humano directo. Mientras tanto, los industriales, que, a diferencia de los anteriores, sí cuentan con cuotas máximas de pesca individuales, un régimen de vedas y un sistema de control vía satélite, pueden operar solo a partir de la milla 7 o 10 en el sur y norte, respectivamente.

El argumento utilizado por el presidente Ollanta Humala para la aprobación de esta norma fue que se debe privilegiar el consumo humano de los recursos marinos y reconocer el “sacrificio de los pequeños pescadores y la irresponsabilidad de las grandes empresas que han depredado la anchoveta”. El presidente, sin embargo, perdió de vista que lo que hace que un pescador deprede el recurso no es el tamaño de su operación (pues la suma de pequeños pescadores puede depredar igual que una embarcación industrial) sino que la misma se realice sin controles. Y esto, justamente, es lo que sucede con la pesca menor a la que se le entregaron las primeras millas.

A dos años de la aplicación de esta regulación, la evidencia sobre sus pésimos resultados es clara. El informe de Macroconsult ha mostrado que con el decreto ha aumentado la pesca ilegal y ha caído dramáticamente la pesca para el consumo humano directo (pues a los informales les sale más a cuenta vender el pescado para otros fines, lo que difícilmente se controla). El informe detalla, por ejemplo, que la brecha entre la exportación de harina proveniente de la pesca legal y de la pesca ilegal antes de la aplicación del decreto era de 73 mil toneladas anuales, mientras que ahora la brecha ha saltado a 163 mil toneladas en favor de los ilegales. Asimismo, el informe señala que la producción de anchoveta para el consumo humano antes del decreto había llegado a un pico histórico de 125 mil toneladas y ahora, sumado a que el Estado ha dejado de ofrecer este recurso en sus programas alimentarios, se estima que este año a duras penas se cerrará con 30 mil toneladas.

Por otro lado, a raíz de que se restringió la actividad de las grandes empresas, al término de la primera temporada de pesca la participación en el PBI de este sector se encuentra en descenso, el nivel de desembarques también ha caído y las exportaciones están yendo por el mismo camino. Para la Sociedad Nacional de Pesquería, se estima que al cierre del 2014 los desembarques totales serán de 3,5 millones de toneladas, equivalentes a la mitad del promedio de desembarques entre el 2000 y el 2011. Asimismo, las exportaciones de harina y aceite de pescado se encuentran en riesgo y se estima que serán similares al bajo nivel del 2013, aproximadamente de US$1.800 millones, lejos de los US$2.300 millones del 2012.

Como cereza de la torta, principalmente debido a las restricciones que se le impuso, la industria solo ha podido pescar el 68% del total de la cuota asignada por el propio gobierno, dejando de pescar 807.070 toneladas, lo cual representa aproximadamente US$385 millones en pérdida de exportaciones y US$21,2 millones en pérdida de ingresos de los trabajadores. Un lujo que en el contexto de desaceleración en el que nos encontramos no nos podemos dar.

Es urgente un cambio en la política pesquera. No debe hacerse distinciones entre grandes y pequeños y tiene que establecerse un sistema de cuotas individuales generalizado con controles aplicables a todo el mundo. La designación del flamante viceministro de Pesquería abre una nueva puerta para un cambio de rumbo. Ojalá él decida dar el giro que es necesario para enderezar este asunto y que el gobierno deje de pescar tan solo contradicciones.

Regulando pescados

Por Juan José Garrido

(Perú 21, 02 de Octubre del 2014)

Este gobierno, como muchos otros y un gran contingente de seguidores del Estado como Gran Hermano, creyó que microrregulando solucionaría los problemas de desigualdad. Lo hizo en el sector pesca y en el sector minero con mucho entusiasmo, pero poca previsión.

La idea era simple: dado que las “grandes pesqueras” así como las “grandes mineras” depredan nuestras riquezas, impongámosles mayores regulaciones que limiten su actividad económica. Suena sencillo, pero, en un país con una informalidad que bordea el 75% de la PEA y 45% del PBI, era fácil prever quiénes saldrían beneficiados con dichas medidas. El gobierno creyó que serían los peruanos; no obstante, sin un esfuerzo mayor por formalizar o hacer que las leyes se cumplan (para castigar las actividades ilegales), lo obvio era imaginar que fueran las mafias las beneficiadas. Y así sucedió.

El caso más concreto es el del sector pesquero. Un reciente estudio de Macroconsult desnuda la forma en que, desde el inicio del famoso Decreto 005 (aquel que trasladaba a la industria pesquera de la milla 5 a la milla 10), el sector pesquero ha sufrido una gran caída en su producción anual. Este año, el desembarque de anchovetas para consumo humano será poco mayor al del 2005, casi una cuarta parte (léase bien, 25%) de lo pescado en el 2011.

Los bienpensados creerán que ganamos todos los peruanos, que el mar recupera su biomasa y que la pesca artesanal –aquella destinada al consumo humano– podría extraer mayores recursos marinos. Ni lo uno ni lo otro: la pesca ilegal para harina se incrementó y la artesanal decayó.

El problema de la pesca se puede trasladar, de igual manera, a casi cualquier otra industria: como el Estado Peruano es incapaz de hacer valer la ley, de verificar si los informales e ilegales disminuyen (y en qué medida), las regulaciones solo hacen más difícil la actividad en el sector formal; el informal, como imaginarán, sigue realizando sus actividades sin problemas. Parafraseando, para regular y comer pescado, hay que ir con mucho cuidado.