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¿Regulamos o desregulamos la industria tecnológica?

¿Regulamos o desregulamos la industria tecnológica?

La reciente controversia entre Apple y Facebook generada hace dos semanas por una acusación hacia Facebook de haber contratado a una consultora de nombre Definers para difamar a sus competidores – que además de Apple, incluye a Google – se acentuó por una declaración que hizo Tim Cook, director ejecutivo de Apple.

Por esos mismos días, Coook dijo “…hay que admitir que el libre mercado no está funcionando. Y no ha funcionado aquí [refiriéndose a la industria tecnológica]. Creo que es inevitable que haya algún nivel de regulación” dijo.

Sin embargo, ¿Es realmente el mercado, basado en la libre competencia, el que induce a que hayan este tipo de problemas entre empresas competidoras?

Al contrario, los hechos parecen demostrar que este justamente es un ejemplo en donde no está actuando la libre competencia. Aún cuando las supuestas acusaciones hacia Facebook fueran ciertas, lo que no puede negarse es que, de no haber sido por la alta concentración de empresas que caracteriza a las industrias de sistemas operativos móbiles (Apple y Android) y la de plataformas tecnológicas basadas en publicidad (Facebook, Twitter, entre otras) estos escándalos apenas y hubieran sido transmitidos en las noticias. Como señala un reciente artículo de Financial Times sobre este tema: “las compañías están ansiosas por evitar la preocupación de que los escándalos recientes son el resultado de su dominio de la industria, algo que podría abrir la puerta a la acción en el terreno de la competencia”.

Otro punto importante a destacar y que ha sido producto de este “escándalo” es que ha puesto en la discusión de las clases políticas estadounidenses, en particular, las demócratas, la necesidad de elaborar más regulación en la industria tecnológica, que por si fuera poco, ya viene de dos años atrás. Un ejemplo de ello, como indica Financial Times, es la Ley de Anuncios Honestos, que extiende la regulación que actualmente cubre los anuncios políticos en la televisión para cubrir también las redes sociales.

Estos esfuerzos no hacen más que poner más barreras a la entrada a la alta concentración de la industria tecnológica, desincentivando la competencia y generando un problema que los economistas conocemos muy bien: una mayor posición de dominio que da paso a un posible abuso hacia los consumidores.

Un último punto en el que vale la pena reflexionar es el que tiene que ver con las alianzas que se generan entre empresas de rubros complementarios, como por ejemplo, Apple que usa como motor de búsqueda predeterminado a Google en su iPhone. Este es un elemento deseable del mercado en tanto permite mejorar la experiencia del cliente con respecto a los servicios brindados por las empresas. El problema surge cuando estas alianzas fortalecen una posición de dominio, que sí es el caso de Apple con Google.

La idea es que no solo haya competencia en el bien final sino también en los bienes intermedios (Ej. mercado de los “motores de búsqueda”) de tal manera que las empresas de tecnología no vean restringido su crecimiento por no poder acceder a un insumo barato que mejore la calidad de sus productos o servicios. Lampadia

El director ejecutivo de Apple dice que la regulación de la industria tecnológica es “inevitable”

Hanna Kuchler del Financial Times publicó un artículo el 18 de noviembre en donde desarrolla las recientes declaraciones que hizo Tim Cook, director ejectuvio de Apple, acerca de la regulación en la industria tecnológica:

“El presidente ejecutivo de Apple, Tim Cook, dijo que las nuevas regulaciones para la industria de la tecnología son “inevitables” tras una serie de escándalos, que se suman a un debate que se está intensificando junto con la presión política sobre el rival de la compañía, Facebook.

“En general, no soy un gran fanático de la regulación”, dijo. “Soy un gran creyente en el libre mercado. Pero hay que admitir que el libre mercado no está funcionando. Y no ha funcionado aquí. Creo que es inevitable que haya algún nivel de regulación. . . Creo que el Congreso y la administración en algún momento pasarán algo”.

Sus comentarios se producen en medio de la tensión entre Apple y Facebook. A principios de esta semana, se acusó a Facebook de usar tácticas clandestinas mientras luchaba por contener las consecuencias de la interferencia rusa en la red social y la controversia sobre la filtración de datos de los usuarios a Cambridge Analytica, la firma de investigación.

Las acciones de Facebook, informadas por el New York Times, incluían la contratación de Definers, una consultora de inclinación republicana, que intentó difamar a los competidores y oponentes en su nombre.

En una entrevista con el sitio web de Axios transmitido por HBO el domingo por la noche y grabado antes de las revelaciones en el New York Times, Cook dijo que la industria de la tecnología debería adoptar la regulación.

Durante la entrevista, Cook se vio obligado a defender la aceptación de los pagos de Google por parte de Apple, estimados en miles de millones de dólares al año, para que sea el motor de búsqueda predeterminado del iPhone. “Primero, creo que su motor de búsqueda es el mejor”, dijo. “Segundo, mira lo que hemos hecho con los controles”.

Los políticos estadounidenses han estado discutiendo cómo regular las compañías de tecnología durante los últimos dos años en temas que varían ampliamente, incluyendo privacidad, publicidad política y asuntos de competencia.

Las compañías tecnológicas se han ido atrasando gradualmente con la amplia legislación federal de la privacidad, en parte como un esfuerzo por socavar las reglas más estrictas aprobadas en California. Algunos, incluido Facebook, también han puesto su peso detrás de la Ley de Anuncios Honestos, que extiende la regulación que actualmente cubre los anuncios políticos en la televisión para cubrir también las redes sociales.

Pero las compañías están ansiosas por evitar la preocupación de que los escándalos recientes son el resultado de su dominio de la industria, algo que podría abrir la puerta a la acción en el terreno de la competencia.

Los senadores demócratas dijeron el viernes que estaban “gravemente preocupados” por las últimas acusaciones contra Facebook”. Lampadia




Retomemos el libre comercio

Terminemos de romper el mito de la desigualdad que ‘justifica’ el populismo anti libre comercio y anti globalización de los países más ricos

El capitalismo nos ha traído muchísimos beneficios. Ha integrado efectivamente los mercados globales y han producido inmensos beneficios para la humanidad en su conjunto, como una gran disminución de la pobreza global y de la desigualdad entre los países más ricos y los más pobres.

En los últimos 40 años la población mundial se ha duplicado y se ha formado una clase media global de 3,000 millones de habitantes y, hoy los más pobres tienen mejores condiciones de vida que nunca antes, con mayor esperanza de vida, mejor alimentación y mejor salud. Se estima que en 20 años podamos superar del todo la pobreza. Ver en Lampadia: 7 ensayos sobre la prosperidad.

Lamentablemente, en los países más ricos como EEUU y los europeos, donde la globalización permitió grandes avances, está consolidándose ahora el populismo en la política, siendo Trump el mayor y más peligroso ejemplo. Recientemente, el presidente de EEUU está llevando a la práctica sus peores amenazas electorales. Ha desarrollado regulaciones y acciones que están desnaturalizando las reglas del comercio global y desgraciadamente, han devenido ya, en una muy dañina ‘guerra comercial’.

A estas alturas, China ya respondió, y EEUU amenaza con nuevas acciones retaliatorias. Este puede ser el inicio de un estúpido enfrentamiento que perjudicará a todas las partes. Pero los más perjudicados seremos los países emergentes como el Perú. Por ejemplo, la ‘guerra comercial’ ya disminuyó la cotización del Cobre, nuestra mayor exportación, en cerca del 10%.

Curiosamente, el nuevo ministro de la Producción, Daniel Córdoba, declara sin el menor empacho, que la ‘guerra comercial’ no afectará al Perú. Qué lástima que alguien que se reputa como técnico, caiga en una politiquería barata, que nos ayuda en nada.

El populismo de los países ricos, tiene también el respaldo de muchos economistas ‘main stream’ de sus países, para quienes el mundo es EEUU, Europa, Japón, y un poquito de Australia. Cuando hablan de desigualdad, no miran más allá, y desconocen los grandes avances de la humanidad.

sto permite que se vayan construyendo mitos que son aprovechados por los políticos populistas, que están desestabilizando el mundo de nuestros días. Entre ellos, se ha planteado una supuesta generalización de la desigualdad para todo el planeta, proyectando el estancamiento de los ingresos de la clase media de EEUU a los demás. La verdad, como hemos explicado anteriormente, es que durante las últimas décadas la desigualdad se ha reducido dramáticamente en los países emergentes. Ver en Lampadia: Las dos caras de la desigualdad en el mundo y Contundente reducción de la desigualdad.

Pero resulta, que el supuesto estancamiento de las clases medias de los países ricos, no era tal. Era producto de mediciones defectuosas, que, como demuestra The Economist, en el caso de EEUU, en vez del estancamiento de ingresos desde 1979 a la actualidad, lo que se ha dado es un incremento del orden de 51%.

Esta información le quita todo sustento al populismo desatado en EEUU y llevado al gobierno por Trump. Este análisis utiliza el índice de Gasto de Consumo Personal en vez del más comúnmente usado IPC porque de esta manera se incluye los bienes y servicios que los gobiernos y las empresas gastan en nombre de las personas, como el seguro de salud (mientras que el IPC captura solo lo que los individuos gastan en ellos mismos). Esta diferencia hace un cambio sustancial en el tiempo, llegando a la conclusión de que en realidad la riqueza de los estadounidenses aumentó en un 51% entre 1979 y 2014.

Como hemos comentado hace una semana en Lampadia: ‘Cumbre de las Américas’ debe alzar su voz – Trump desata dañina ‘Guerra Comercial’, en los próximos días tendremos otra oportunidad para plantear la defensa de nuestros legítimos intereses, y de dar el ejemplo de disciplina estratégica en la región. Aprovechemos el espacio de la Cumbre de las Américas en Lima, en la primera quincena de abril próximo en Lima, para hacer un planteamiento sólido en pro del libre comercio:

Expliquémosle al presidente Trump y a los demás líderes del continente cómo es que, en un mundo globalizado, una medida específica dirigida a conseguir un resultado particular puede desencadenar una serie de reacciones y reverberaciones que pueden hacer daño a todos, incluso al propio EEUU, que, con sus aranceles al acero y aluminio, puede terminar perdiendo inversiones, empleos y crecimiento.

Esperamos que el gobierno peruano aproveche esta ocasión para defender el espacio de desarrollo que necesita nuestro país en un mundo de libre comercio, que es el único que nos permite traer parte de la riqueza del mundo exterior y superar la pobreza. Lampadia

Los estadounidenses son más ricos de lo que eran en la década de 1970

¿Pero por cuánto?

The Economist
29 de marzo, 2018
Traducido y glosado por Lampadia

La economía de EEUU ha crecido enormemente durante las últimas cuatro décadas, pero no todos sus trabajadores han cosechado los frutos. Tal vez la estadística más citada para demostrar cuán desiguales han sido las ganancias es el ingreso familiar promedio. Las estadísticas oficiales de la Oficina del Censo muestran que este número se mantuvo estable durante 40 años. Sin embargo, un análisis reciente de la Oficina de Presupuesto del Congreso (CBO) descubrió que en realidad aumentó en un 51% entre 1979 y 2014. ¿Por qué es que las cifras de la CBO son mucho más alentadoras?

Los datos de ingresos de los hogares generalmente se ajustan por inflación utilizando el índice de precios al consumidor (IPC). Esto muestra que los estadounidenses no han progresado mucho desde la década de 1970.

Sin embargo, las estimaciones de la CBO tienen en cuenta el cambio demográfico. Los hogares se han ido reduciendo, lo que significa que la misma cantidad de dinero en una familia ahora representa un mayor poder adquisitivo.

El CBO también usa el índice de gasto de consumo personal (IGC) como su medida de inflación, en lugar del IPC. Históricamente, el índice IGC ha demostrado que la inflación es medio punto porcentual más bajo que el IPC, una diferencia que se suma con el tiempo.

Además, las estimaciones de la CBO tienen en cuenta los impuestos y las transferencias, como los seguros de salud financiados por el gobierno. Los ingresos después de impuestos para la clase media han aumentado mucho más rápidamente que los ingresos antes de impuestos.

NOTAS

1. El índice GCP es diferente del CPI en dos formas clave. Primero, incluye los bienes y servicios que los gobiernos y las empresas gastan en nombre de las personas, como el seguro de salud, mientras que el IPC captura solo lo que los individuos gastan en ellos mismos.

En segundo lugar, la canasta de bienes rastreados por el índice GCP se actualiza con mayor frecuencia, lo que significa que refleja mejor la tendencia de los consumidores a cambiar sus decisiones de compra cuando los precios cambian. Por ejemplo, si el precio de las manzanas aumentara repentinamente, los consumidores estarían más inclinados a comprar otras frutas, como las peras.

Ambos índices de inflación tienen sus fortalezas y debilidades, y ambos son comúnmente utilizados por las agencias gubernamentales. Las cifras salariales generalmente se informan utilizando el índice CPI, mientras que la Reserva Federal utiliza el índice GCP como su objetivo de inflación al establecer las tasas de interés.

2. Según la CBO, la tasa impositiva federal promedio pagada por los hogares en el quintil medio de las ganancias antes de impuestos cayó del 19.1% en 1979 al 14% en 2014, mientras que las transferencias probadas en medios como Medicaid aumentaron desde el 0.8% del pre -gracias al 4.7%.

Fuentes: Oficina del Censo; CBO; BLS; BEA; NBER; The Economist

Lampadia




Nada impide que retomemos el camino a la prosperidad

El cambio de posta de PPK a Vizcarra es una nueva oportunidad para que hagamos las cosas bien y retomemos la senda de crecimiento que abandonamos el 2011. Es el momento de recuperar el espíritu de la primera vuelta de las elecciones del 2016, en las que un 80% de los ciudadanos votamos por retomar la economía de mercado y rechazamos el estatismo.

Esta oportunidad le plantea a Martín Vizcarra que convoque a su gobierno, a quienes lo ayuden a recuperar dos años perdidos en adición a los cinco años de regresión que nos dejó el ‘nacionalismo filo chavista y lulista’ de Ollanta Humala. Como hemos dicho la semana pasada, una de las tareas fundamentales del gobierno, debe ser comunicar a los ciudadanos las relaciones causa-efecto de las políticas públicas que pueden hacernos ricos o regresarnos definitivamente a la pobreza. Ver en Lampadia: Le toca a Martín Vizcarra traer la fuerza provinciana.

Lamentablemente el Perú tuvo un punto de inflexión el 2011, con el llamado “gobierno de la inclusión”, que ofreció ‘crecimiento con inclusión’, pero no nos dio ‘ni crecimiento ni inclusión’. Así se estancó nuestro crecimiento virtuoso que fue claramente pro-pobre y pro-clase media, redujo la desigualdad y generó inversión y empleo en las regiones, dinamizando, incluso, el sector rural.

Peor aún, ya con PPK en el gobierno, nuestro “gobierno de lujo” no solo no corrigió los errores de Humala, sino que nos hundió en una crisis generalizada, en la que se rompió hasta la esperanza de mejores tiempos.

Como hemos dicho ayer, ‘el Perú es un país fértil. Con solo hacer las cosas en la dirección correcta, las calidades de nuestra gente y nuestros inmensos y variados recursos, nos permitirán retomar el camino de la prosperidad’.

Después de siete años de torpeza, corremos el riesgo de olvidar lo que hicimos hace pocos años sacando al Perú de una situación que parecía irremediable, en 1990; y que supimos llevar a una cadena de realizaciones que sorprendió a tirios y troyanos. Ver nuestro análisis: Las cifras de la prosperidad, que PRUEBA que, con inversión privada, redujimos la pobreza y la desigualdad, la mortalidad infantil, aumentó el empleo y los ingresos en las regiones, incluyendo al sector rural, aumentamos la productividad, creamos una clase media emergente que superó el 50% de la población, bajaron las tasas de interés y logramos el grado de inversión.

Para que veamos como salir de este ciclo vicioso y retomar los caminos de la prosperidad, presentamos líneas abajo, una revisión de la evolución de los indicadores más importantes, que determinan la salud de nuestro país. Esperamos así, que podamos ayudar al equipo del presidente Vizcarra a tener una base objetiva para marcar el camino y medir nuestro desarrollo.

Crecimiento de la Economía

Luego de crecer un débil 4.0 % en 2016, nos desaceleramos aún más el 2017, llegado a tan solo 2.5 %, principalmente como resultado de un menor impulso del consumo privado y la inversión, tanto pública como privada. El consumo privado se vio afectado principalmente por el impacto del Niño Costero y la incapacidad del gobierno para dinamizar la inversión públicay privada.

No nos olvidemos que la caída del crecimiento se dio el 2011 con la parálisis de la inversión minera, que empieza con el papelón del gobierno de Humala con el proyecto de Conga. 

Esto se reflejó muy pronto en un menor crecimiento, pero como mostró el IPE, de haber mantenido la inversión minera el crecimiento se hubiera dado como se muestra abajo:

Es pues muy claro que, al son de las notas discordantes de los anti-mineros, comandados por el ex cura Arana, Gregorio Santos, con el soporte seudo técnico de Cooperacción, de José de Echave, más los vergonzosos ecos de buena parte de los medios de comunicación, los peruanos apagamos el principal motor del crecimiento de la economía.

El Perú puede mantener un ritmo de crecimiento alto y sostenido. Para ello tenemos que aprovechar nuestros recursos naturales, en operaciones modernas, compatibles con el cuidado del medio ambiente, y positivas para su entorno social. Y no olvidemos lo que dijo el HSBC, hace algunos años, si manteníamos un crecimiento mínimo de 5.5% anual, el Perú podía ser, hacia el 2050, la economía número 26 en el mundo, con los siguientes resultados en los ingresos de la población:

Haber parado la inversión minera y colapsado nuestro crecimiento, enfrentando a peruanos humildes en las regiones más pobres del Perú, ha sido una traición a los pobres del país. Tener los recursos y la posibilidad de crecer y de reducir la pobreza; y no hacerlo por mandato ideológico, o por estrategias de búsqueda de poder, o incluso, como medio de vida individual, es uno de los peores crímenes que se pueden cometer en un país pobre.

Pero el reto de crecer no es sencillo. Requiere de un esfuerzo sostenido. Pero lo importante es que tenemos cómo hacerlo, ciudadanos trabajadores y todos los recursos habidos y por haber. Ver en Lampadia: La importancia y dificultades de crecer alto y sostenido.

Reducción de la Pobreza y Desigualdad

Tras una década de crecimiento récord, hasta el 2013, además de la reducción de la pobreza y la desigualdad, se consolidó una nueva clase media emergente. Según una declaración de Fidel Jaramillo, anterior representante del BID en el Perú, la clase media se habría quintuplicado en 5 años, superando el 50% de la población en el 2014. (Ver en Lampadia: La Clase media en Perú: cuantificación y evolución reciente).

Para derrotar la pobreza es indispensable crear riqueza. El crecimiento económico ha sido la mejor política de inclusión social y este depende del nivel de inversión, especialmente de la inversión privada que explica más del 80%. Y es que la relación positiva entre el crecimiento económico y la reducción de la pobreza ha sido ampliamente documentada en la literatura económica. En el caso peruano, durante la última década, el crecimiento sostenido impulsado por la inversión privada, la apertura de los mercados y la disciplina macroeconómica logró reducir la pobreza en 43% y la pobreza extrema en 60%.

Si queremos reactivar la economía, debiéramos entender que tenemos que recuperar un mayor ritmo de inversión. Y sólo lo lograremos promoviendo en primera instancia la inversión minera y en segunda, las infraestructuras. (Ver en Lampadia: Volvamos a prender el motor de la economía).

Desnutrición

Indicadores publicados recientemente por el INEI revelan que al mismo tiempo que la desnutrición crónica en menores de cinco años bajó de 19% el 2011 a 14.4% el 2015 (y en el área rural de 37% a 27.7%), lo que sin duda es una buena noticia, el porcentaje de niños de 6 a 36 meses con anemia, que había venido bajando de 56.8% en el 2007 a 41.6%. Pero el 2011, se invirtió la tendencia para empezar a subir a partir de ese año hasta llegar al 46.8% el 2014. 

En otras palabras, el gobierno de la inclusión social incrementó la proporción de niños con anemia. Es decir, niños con retraso en el crecimiento y con problemas de atención y concentración en la escuela, dificultad para pensar y razonar y por lo tanto, con serios problemas de aprendizaje. Es inaceptable.

Dinamización de la economía en la regiones:

Nuestra geografía económica y social cambió radicalmente. La inversión, la economía, el empleo y los ingresos hicieron que las regiones crezcan más que en Lima. Por ejemplo, durante la última década, el empleo y los ingresos han crecido el doble en provincias, más en las zonas rurales que en las urbanas y más en la sierra y la selva que en la costa.

Regulaciones que matan el crecimiento

Existe una notoria limitación al potencial del comercio debido a las restricciones domésticas generadas por las barreras burocráticas. Estas son las mismas barreras que Lampadia viene criticando arduamente, argumentando que se ha formado un ambiente anti inversión privada mediante todo tipo de trabas burocráticas, permisos ambientales, culturales. 

Un claro ejemplo es el caso de la minería, donde hemos pasado de dos normas en los 90’s a 201 en la actualidad. (Ver en Lampadia: Hacia una minería más (in)sostenible económicamente) Es justamente esta parálisis en la inversión minera lo que ha terminado desacelerando a una de las economías más dinámicas del mundo.

Déficit fiscal

En el Perú, hace unos años vivíamos en una economia superavitaria, pero debido a los malos gobiernos recientes, hemos regresado a viivir con déficit fiscal después de muchos años. Llegando a una situación que inclusive preocupa en términos de largo plazo, como se puede ver en el siguiente gráfico:

Inversión Privada y Pública

Martín Vizcarra parece que ha empezado con el pie derecho. En su discurso, afirmó que se fomentará la inversión privada en el país: “Fomentaremos la inversión privada, la iniciativa de los emprendedores y apoyaremos a nuestras pequeñas y medianas empresas”, anticipó.

El presidente del BCR, Julio Velarde, señaló que el 2018 podría representar el inicio una fase de crecimiento alto, pero ello dependerá de la recuperación de la confianza empresarial y la prolongación del buen momento de los precios externos de los minerales, lo cual impactará en la inversión privada.

“La inversión privada puede ser más alta en el 2019 y el 2020, esperaría que vaya mejorando en el tiempo. Mucho tiene que ver con recuperación de la confianza y el crecimiento mismo de este año”, aseveró. “Si las empresas ven que la demanda está creciendo van a tener que invertir para satisfacer esa demanda entonces entramos a un ciclo positivo que podría mantenerse por mucho tiempo”, subrayó.

Por su lado, la calificadora financiera Fitch Rating indicó que la experiencia del actual presidente Martin Vizcarra promoverá nuevos proyectos mineros. El actual mandatario fue anteriormente gobernador regional de Moquegua y tuvo buenos resultados en negociaciones con comunidades cercanas a las zonas mineras.

A los jóvenes del Perú

Quizás lo más importante es aumentar la confianza en el gobierno. Vizcarra tiene la enorme tarea de unir al país. Tuvo un buen comienzo: En su discurso de inauguración anunció que “lo que ha sucedido debe marcar el punto final de una política de odio y confrontación, que no ha hecho otra cosa que perjudicar al país”. Pero empecemos por ver qué le decimos a los jóvenes.

En la política y medios peruanos se asume que la naturaleza de nuestros jóvenes es la que de tiempo en tiempo observamos en las ruidosas marchas, que normalmente se desarrollan contra alguna norma o contra algún personaje. Nada más falso de la realidad.

Nuestros jóvenes saben muy bien cómo y dónde deben proyectar sus vidas, y hoy, lamentablemente, con los impactos acumulados del gobierno de Humala con su espíritu anti inversión privada, y la pésima gestión de PPK, hemos vuelto a generar en los jóvenes el deseo de emigrar. Ver en Lampadia: Recrudece el deseo de emigrar.

Lo más dramático es el caso de nuestros jóvenes:

  • El deseo de emigrar de los jóvenes es de 76% a nivel nacional (primera vez que se mide fuera de Lima).
  • El deseo de emigrar de los jóvenes en Lima es de 83%. En 2014 era 61%.
  • El deseo de emigrar en Lima se ha vuelto a disparar a los niveles del 2008.

No hay peor indicador que el de tus jóvenes pensando en emigrar. Tenemos que interpretarlo como un país donde su población, y mayormente sus jóvenes, están dispuestos a apagar las luces e irse a algún otro lugar del mundo.

Pero, ¿qué está en el pensamiento de los peruanos cuando expresan su deseo de emigrar?

Cuando nuestros ciudadanos piensan en emigrar, proyectan sus vidas fundamentalmente a economías de mercado, donde están dispuestos, tal como los tres millones que ya están en el exterior (el 10% de nuestra población), a trabajar largas horas, a cumplir las leyes, a educar a sus hijos, a ahorrar,  a participar en la vida cívica de los países que los reciben, y a enviar dinero a sus familiares en el Perú.

¿Cómo debemos interpretar toda esta información?

  1. Los peruanos, especialmente los jóvenes, saben medir con precisión la salud del país.
  2. Cuando el Perú deja de ofrecerles el espacio adecuado para su desarrollo personal, se proyectan a economías de mercado en el exterior.
  3. Esto implica que su pensamiento individual está muy alejado de las ideas del populismo, el socialismo y el estatismo.
  4. Mientras siguen en el Perú, se siguen expresando políticamente en concordancia con una suerte de pensamiento social, más proclive al populismo, el socialismo y el estatismo.

Evidentemente, la trampa de la política peruana es seguir interpretando el pensamiento de los peruanos en función del oportunista ‘pensamiento social’, y no en función del realista ‘pensamiento individual’, que determina la búsqueda de mejores espacios de desarrollo personal en el exterior.

Tenemos que ofrecerles a nuestros jóvenes, espacios de vida en su patria, donde puedan apostar que su esfuerzo personal les dé las mismas oportunidades de bienestar, por las cuales están dispuestos a luchar fuera del Perú, lejos de sus familiares y amigos, sin sus comidas y sus fiestas.

Esperamos que esta nueva oportunidad que tenemos los peruanos, con la conducción del gobierno por Martín Vizcarra, nos permita analizar nuestras mejores opciones de manejo de gobierno, leyendo la realidad y alejados de los juegos de poder. Lampadia




La convergencia anti-empresa apunta contra los cines

Después de los ataques irracionales contra los alimentos industriales, contra la industria lechera, y otros, les toca ahora el turno a las salas de cine, empresas a las que Indecopi ha afectado sustancialmente en su modelo de negocio.

Líneas abajo compartimos un artículo publicado en el Stanford Business, en diciembre 2009, que parece escrito para el Perú. En él, Marguerite Rigoglioso se pregunta: ¿Por qué cuesta tanto la canchita en los cines?

“Los cines son conocidos por cobrar a los consumidores precios altos por artículos como canchita, refrescos y dulces. ¿Acaso se les está estafando a los cinéfilos?

La investigación del GSB de Stanford y la Universidad de California en Santa Cruz sugiere que existe un método para la ‘locura de los cines’ y uno que, de hecho, beneficia al público espectador. Al cobrar altos precios en snacks y confitería, las casas de exhibición pueden mantener bajos los precios de los boletos.

Aunque los complementos representan solo alrededor del 20 % de los ingresos brutos, significan alrededor del 40 % de las ganancias de los cines”.

De hecho, en el Perú, según la cadena de cines Cineplanet, el 40.7% de sus ingresos provienen de la venta de snacks y confitería (S&C). Ver artículo del diario Gestión del 27 de febrero pasado, El 40.7% de los ingresos de cadena Cineplanet proviene de la venta de snacks y confitería.

Por lo tanto, queda claro que se ha afectado un modelo de negocio sin evaluar sus condicionantes fundamentales.

Además, como podemos ver en los siguientes gráficos publicados por Gestión, los precios de los cines en el Perú son los menores de la región, gracias a su modelo de negocio, el mercado se ha desarrollado notablemente. Veamos:

Nada de esto importa para que, en nuestro país, el regulador, impulsado por la nefasta asociación de supuestos protectores de los consumidores (que ya han hecho mucho daño a los consumidores), y, para variar, con la caja de resonancia de los medios; termine afectando el mejor interés de los propios consumidores, de las empresas, y de la sociedad en su conjunto.

Es sorprendente que el ‘pueblerino sentido común’ de muchos periodistas, aprovechen errores como estos, para armar fiestas de ‘qué horror’, sin analizar las cosas.

Esto se repite una y otra vez en muchos casos. Pareciera que los dueños de los medios habrían abandonado la conducción de sus empresas, donde ahora funciona una suerte de cooperativas de periodistas que han tomado a su cargo el desarrollo de los programas noticiosos, al ritmo de una competencia populachera.

No queremos mencionar casos concretos de periodistas, que están haciendo tremendas performances en esta línea de acción, porque son muy sensibles, las críticas las toman como algo personal. Pero nos preguntamos, en la medida en que, entre un gobierno que ha paralizado la inversión privada en el país, reguladores que salen con sus armas a crear más regulaciones y a cortar los espacios de negocio a las empresas, y periodistas que terminan de impulsar la destrucción de nuestra incipiente economía de mercado, ¿Quiénes van a ser los anunciantes del futuro? ¿Oxfam? ¿Grufides? ¿Cooperacción? ¿Indecopi? ¿Otros reguladores? ¿Aspec?

¿No será hora de organizar asociaciones de ciudadanos para protegernos de los reguladores y las asociaciones que nos dañan, ‘tratando de defendernos’? Lampadia

¿Por qué cuesta tanto la canchita en los cines?

Un profesor de marketing dice que el alto precio de la canchita en la mayoría de los puestos de venta de salas de cine, en realidad beneficia a los cinéfilos.

Marguerite Rigoglioso
Stanford Business
1 de diciembre de 2009
Traducido y glosado por Lampadia

Los cines son conocidos por cobrar a los consumidores precios altos por artículos como canchita, refrescos y dulces. ¿Acaso se les está estafando a los cinéfilos?

La investigación del GSB de Stanford y la Universidad de California en Santa Cruz sugiere que existe un método para la ‘locura de los cines’ y uno que, de hecho, beneficia al público espectador. Al cobrar altos precios en (S&C), las casas de exhibición pueden mantener bajos los precios de los boletos, lo que permite que más personas disfruten de la experiencia de la pantalla grande.

Los hallazgos responden empíricamente a la antigua pregunta de si es mejor cobrar más por un producto primario (en este caso, el boleto de la película) o un producto secundario (la canchita). Poner la prima en los artículos “complementarios”, de hecho, abre la posibilidad de que las personas sensibles al precio vean las películas. Eso significa que más clientes vendrán a los cines en general, y es un buen beneficio para aquellos que están dispuestos a gastarlo en los Gummy Bears.

De hecho, las casas de exhibición de películas dependen de las ventas de complementos para mantener viables sus negocios. Aunque los (S&C) representan solo alrededor del 20 % de los ingresos brutos, significan alrededor del 40 % de las ganancias de los cines. Esto se debe a que, si bien los ingresos por boletos deben compartirse con los distribuidores de películas, el 100 % de las concesiones van directamente a las arcas de los expositores.

En cuanto a los datos de ingresos detallados para una cadena de cines en España, Wesley Hartmann, profesor asociado de marketing en Stanford GSB, y Ricard Gil, profesor asistente de economía en la Universidad de California, Santa Cruz, demostraron que los altos precios de los (S&C) de precios en relación con los boletos de admisión tienen sentido.

Compararon las compras de  (S&C) en semanas con baja y alta asistencia a las películas.

El hecho de que las ventas de concesiones fueran proporcionalmente más altas durante los períodos de baja asistencia sugirió la presencia de cinéfilos “empedernidos” dispuestos a ver cualquier tipo de película, buena o mala, y dispuestos a comprar palomitas de maíz de alto precio. “La lógica es que, si están dispuestos a pagar, digamos, US$ 10 por una mala película, estarían dispuestos a pagar aún más por una buena película”, dijo Hartmann. “Esto se ve subrayado por el hecho de que pagan más, incluso por una mala película, como se ve en la compra de sus complementos. Por lo tanto, para las veces que están en el cine viendo películas buenas o populares, en realidad están obteniendo más calidad de lo que tolerarían en primer lugar. Eso significa que podrías haberles cobrado un precio más alto por el boleto”.

¿Acaso los cines deberían subir los precios de sus entradas? No, dice Hartmann. El grupo de fanáticos no representa al espectador promedio de películas. Si bien los cinéfilos podrían estar dispuestos a pagar, digamos, US$ 15 por un boleto de cine, un teatro que siga esa táctica de fijación de precios pronto se encontraría cerrando sus puertas.

“El hecho de que las personas que van solo para películas buenas o populares consuman mucha menos cantidad de canchita significa que el total que pagan es sustancialmente menor que el de las personas que vendrán a ver cualquier cosa. Si quieres atraer a más consumidores, necesitas mantener los precios de los boletos más bajos para atraerlos”. Los teatros sabiamente compensan el margen, dice, transfiriéndolo a la persona dispuesta a pagar US$ 5 por una caja de canchita.

El trabajo de Hartmann y Gil corrobora lo que los exhibidores de películas han intuido desde el principio. “El argumento de que el precio de los bienes secundarios más altos que los bienes primarios puede beneficiar a los consumidores ha estado circulando durante décadas, pero hasta ahora, nadie ha examinado los datos para ver si es cierto o no”, dice Hartmann.

En otro estudio que examinó teatros españoles, los investigadores descubrieron que los espectadores que compran sus boletos a través de Internet también tienden a comprar más artículos complementarios que aquellos que los compran en la puerta, por teléfono, en quioscos o en cajeros automáticos (esta última opción no tiene pegada en los Estados Unidos). Se necesita más investigación para averiguar por qué, pero por ahora esto sugiere que los cines pueden querer asegurarse de asociarse con un servicio de internet para que ese ticket esté disponible, o incluso realizar la función internamente.

Las personas que vienen al cine en grupos también tienden a comprar más canchitas, refrescos y dulces, encontraron Hartmann y Gil. Si bien esto también merece más investigación, es posible que tales grupos sean familias o adolescentes. “Si ese fuera el caso, es posible que los cines quieran realizar más películas orientadas a las familias o al adolescente para atraer a una multitud más compradora de concesiones”, dice Hartmann.

El análisis de los datos a lo largo de las líneas sugeridas por Hartmann y Gil también puede apoyar otros esquemas de fijación de precios para las empresas que venden complementos, como los parques de béisbol. Llevar a los niños a un juego de pelota puede ser una propuesta costosa para muchas familias, una vez que se tenga en cuenta todos los hotdogs y souvenirs. “Si descubrimos que el esquema de precios actual rechaza tal grupo, la teoría sugiere que la empresa podría querer regalar una gorra o bate de béisbol”, dice Hartmann. “Eso aumenta la calidad de la experiencia y proporciona un incentivo para que las familias vayan”. Lampadia




Amazon, Facebook y Google enfrentan desafíos antimonopolio

Datos demasiado grandes para el formato del archivo




El liberalismo es la idea más exitosa de los últimos 400 años

El liberalismo es la idea más exitosa de los últimos 400 años

La filosofía política liberal es clara: derechos económicos y humanos individuales, autonomía personal, gobierno representativo, libre circulación de bienes y personas a través de las fronteras, libre desarrollo tecnológico sin trabas para promover la economía del mercado global y, bienestar y regulaciones suficientes, pero no tanto como para afectar el crecimiento económico. La mayoría de los debates políticos están dentro de este amplio marco liberal.

Sin embargo, todavía hay incertidumbre sobre el futuro del liberalismo. En Europa, la crisis de inmigración ha impulsado el nacionalismo (ya en aumento), en gran parte responsable de la campaña de Brexit. En los Estados Unidos, la política está polarizada y los comentarios de Trump no ayudan, lo cual causa que la desconfianza hacia el gobierno y otras instituciones cruciales esté aumentando. El descontento popular resultó en unas elecciones inimaginables y un ganador con una plataforma populista.

¿Estamos en un momento de crisis temporal o podemos augurar una crisis aún mayor? Y si el liberalismo está fallando, ¿se puede salvar? ¿Debería ser salvado?

Deneen, después de calificar al liberalismo ‘como la idea más exitosa de los últimos 400 años’, nos explica “Why liberalism failed?”.

El sostiene que la búsqueda de la autonomía (para ser independiente) es una de las fuerzas impulsoras del liberalismo, que ha llegado a definir la libertad como “la condición en la que uno puede actuar libremente en la esfera no restringida por la ley”. Para Deneen, el liberalismo moderno define la libertad como la ausencia de restricciones, y alcanzar tal estado sería su principal propósito. La derecha y la izquierda, “conservadores” y “progresistas”, podrían diferir sobre qué restricciones deberían disolverse, pero ambas, afirma, hacen de la promesa liberal de autonomía un objetivo central; en un caso por libertades económicas, y en otro por derechos humanos, de lo que se desprende la posibilidad de calificar al liberalismo como una doctrina de alcance universal. Ver más sobre su libro líneas abajo:

Un llamado a las armas

El liberalismo es la idea más exitosa de los últimos 400 años

Pero sus mejores años quedaron atrás, según un nuevo libro: ¿Por qué falló el liberalismo?

Por Patrick Deneen – Prensa de la Universidad de Yale
The Economist
25 de enero de 2018
Traducido y glosado por Lampadia

A lo largo de los últimos cuatro siglos, el liberalismo ha sido tan exitoso que ha expulsado a todos sus oponentes del campo de batalla. Ahora se está desintegrando, destruido por una mezcla de arrogancia y contradicciones internas, según Patrick Deneen, profesor de política en la Universidad de Notre Dame [EEUU].

El enfoque principal de Deneen es que las ruinas de los años del crepúsculo del liberalismo se pueden ver por todas partes, especialmente en Estados Unidos. Los principios fundadores de la fe han sido destrozados. La igualdad de oportunidades ha producido una nueva aristocracia meritocrática que tiene toda la distancia de la antigua aristocracia sin su sentido de ‘noblesse oblige’. La democracia ha degenerado en un teatro de lo absurdo. Y los avances tecnológicos están reduciendo cada vez más áreas de trabajo en un trabajo sin sentido. “La brecha entre las afirmaciones del liberalismo y la realidad vivida por la ciudadanía” es ahora tan amplia que “la mentira ya no puede ser aceptada”, escribe Deneen. ¿Qué mejor prueba de esto que la visión de 1,000 aviones privados que llevan a sus ocupantes a Davos para discutir la cuestión de “crear un futuro compartido en un mundo fragmentado”?

Deneen usa el término ‘liberalismo’ en su acepción filosófica, no en su sentido popular. Él está describiendo la gran tradición de la teoría política que comúnmente se remonta a Thomas Hobbes y John Locke, en lugar del conjunto de actitudes vagamente izquierdistas que los estadounidenses ahora asocian con esta palabra. La mayoría de los teóricos políticos argumentan que el liberalismo se ha dividido en dos corrientes independientes: el liberalismo clásico, que celebra el mercado libre, y el liberalismo de izquierda que celebra los derechos civiles. Para Deneen tienen una unidad subyacente. La mayoría de los observadores políticos piensan que el debate sobre el estado del liberalismo no tiene nada que ver con ellos. Deneen argumenta que el liberalismo es una filosofía dominante que dicta todo, desde las decisiones judiciales hasta el comportamiento corporativo. La teoría es práctica.

La unidad subyacente radica en la autoexpresión individual. Tanto los liberales clásicos como los izquierdistas conciben a los seres humanos como personas que llevan derechos, a quienes se les debe dar tanto espacio como sea posible para que cumplan sus sueños. El objetivo del gobierno es asegurar los derechos. La legitimidad del sistema se basa en una creencia compartida en un “contrato social” entre adultos. Pero esto produce una paradoja. Debido a que el espíritu liberal destruye mecánicamente las costumbres heredadas y las tradiciones locales, a veces en nombre de la eficiencia del mercado y algunas veces en nombre de los derechos individuales, crea más espacio para la expansión del Estado, como creador de mercado y legislador. La expresión perfecta del liberalismo moderno es proporcionada por el frontispicio del “Leviatán” de Hobbes (foto superior), con su esbozo de miles de individuos atomizados confrontados por un soberano todopoderoso.

Deneen explica bien su caso, aunque a veces confunde la repetición con la persuasión. Recuerda al lector que, antes del advenimiento del liberalismo moderno, los filósofos identificaron la libertad más con el dominio propio que con la autoexpresión, con la conquista de los deseos hedonistas en lugar de su indulgencia. Hace un trabajo impresionante al capturar el estado de ánimo actual de desilusión, haciéndose eco de las quejas de la izquierda sobre el comercialismo desenfrenado, las quejas derechistas sobre los estudiantes narcisistas y acosadores, y las preocupaciones generales sobre la atomización y el egoísmo. Pero cuando concluye que todo esto se suma a un fracaso del liberalismo, ¿es convincente su argumento?

Su libro tiene dos defectos fatales. El primero se encuentra en su definición de liberalismo. J H. Hexter, un académico estadounidense, creía que sus colegas historiadores podrían dividirse en dos bandos: “divisores” (que siempre hacían distinciones) y “lumpers” (que hacen amplias generalizaciones juntando cosas). Deneen es un lumper extremo. Él argumenta que la esencia del liberalismo consiste en liberar a los individuos de las restricciones.

De hecho, el liberalismo contiene una amplia gama de tradiciones intelectuales que brindan diferentes respuestas a la pregunta de cómo negociar con los reclamos relativos de derechos y responsabilidades, expresión individual y vínculos sociales. Incluso los liberales clásicos que eran más insistentes en eliminar las restricciones a la libertad individual agonizaban por la atomización. Los mediados de la era victoriana fueron grandes constructores de instituciones, creando todo, desde organizaciones voluntarias hasta sociedades anónimas (“pequeñas repúblicas” en la frase de Robert Lowe, un estadista británico del siglo XIX) que fueron diseñadas para llenar el espacio entre el estado y sociedad. Los liberales posteriores experimentaron con una variedad de ideas, desde la transferencia de poder del centro a la creación de sistemas educativos nacionales.

La fijación de Deneen en la esencia del liberalismo lleva al segundo gran problema de su libro: su incapacidad para reconocer la capacidad del liberalismo para reformarse y abordar sus problemas internos. A fines del siglo XIX, Estados Unidos sufrió muchos de los problemas que están reapareciendo hoy, incluida la creación de una aristocracia empresarial, el surgimiento de grandes compañías, la corrupción de la política y la sensación de que la sociedad se dividía en ganadores y perdedores. Pero una gran variedad de reformadores, trabajando desde la tradición liberal, enfrentaron estos problemas directamente. Theodore Roosevelt se hizo cargo de los fideicomisos. Los progresistas limpiaron la corrupción gubernamental. Los reformadores de la universidad modernizaron los programas académicos y crearon escaleras de oportunidades. En lugar de morir, el liberalismo se reformó a sí mismo.

Deneen tiene razón al señalar que el historial del liberalismo en los últimos años ha sido deprimente. También tiene razón al afirmar que el mundo tiene mucho que aprender de las nociones pre-modernas de la libertad como autodominio y abnegación. El mayor enemigo del liberalismo no es tanto la atomización como la codicia pasada de moda, ya que los miembros de la élite de Davos apilan cada vez más sus platos con beneficios y comparten opciones. Pero se equivoca al argumentar que la única forma de que la gente se libere de las contradicciones del liberalismo, es “liberarse del propio liberalismo”. La mejor manera de leer el libro: “Por qué fracasó el liberalismo” no es como una oración fúnebre, sino un llamado a la acción: mejora tu juego, o de lo contrario… Lampadia




Adelante Señor Alcalde…

Adelante Señor Alcalde…

Fernando Cillóniz B. 
Gobernador Regional de Ica
Ica, 24 de noviembre de 2017
Para Correo Ica y
Lampadia

La luz de la esperanza se encendió el 6 de noviembre pasado. Aquel día juramentó Javier Cornejo Ventura como nuevo Alcalde Provincial de Ica… en reemplazo del tristemente célebre – y recientemente vacado – Carlos Ramos Loayza.

Está claro… no hay que hacer leña del árbol caído. Pero en el caso de Ica, la situación de la basura no daba para más. ¿Qué le pasó a Calín? ¿Qué bicho raro le picó al ex alcalde? ¿Qué lo llevó a enfrentarse de tal manera a Diestra SAC… la concesionaria encargada del recojo de la basura de la ciudad? La verdad… no se sabe. Y peor aún… no se entiende.

Está recontra demostrado. Las instituciones son… las personas que las dirigen. A ese respecto – hasta el mes de octubre pasado – la Municipalidad Provincial de Ica era… Calín Ramos. Una persona sencilla, introvertida, y… de apariencia inofensiva. Muy devoto del Señor de Luren. En realidad, fue él – y nadie más que él – quien gestionó y concretó el compromiso de Shougang Hierro Perú de reconstruir – bajo el mecanismo de Obras por Impuestos – el Santuario del Señor de Luren. El más caro anhelo de los iqueños. ¡Lo máximo!

Sin embargo, en lo concerniente a limpieza pública… nada que ver. La Municipalidad Provincial de Ica – mejor dicho, Calín Ramos – fue una nulidad en la materia. Desde el primer día de su gestión en enero del 2015 – de manera inexplicable – el susodicho Alcalde decidió suspender los pagos por el recojo de la basura a la empresa encargada.  

Y el resto es historia conocida. Intentos unilaterales de rescisión del contrato. Multas por doquier. Dimes y diretes por allá. “Denuncias” de intentos de soborno. Juicios. Arbitrajes. Total – como tenía que suceder – se suspendió el servicio de recojo de basura, e Ica se convirtió en un muladar. ¡Una asquerosidad sin nombre! Todo a costa de los iqueños. ¡Una pesadilla! ¡Una vergüenza!

Pero… parafraseando a un conocido refrán, se podría decir que “no hay basural que dure 3 años… ni cuerpo que lo resista”.  Efectivamente, tres largos años – una eternidad – hemos vivido los iqueños rodeados de basura, y la situación era irresistible. Gracias a Dios – con la llegada del Alcalde Javier Cornejo – la pesadilla está por terminar.  

No tiene ni un mes en funciones, y ya restableció el servicio de recojo de basura en la ciudad. Ha reactivado – como tenía que ser – el contrato con Diestra SAC y – en mérito a ello – las compactadoras de basura y camiones recolectores ya están haciendo su trabajo. ¡EXCELENTE!

Está visto… su principal virtud es la valentía. Además, se le nota sencillo, inteligente y sensible a las necesidades de los iqueños. El desafío que tiene por delante es colosal. La gestión pública es muy engorrosa y carente de recursos… económicos y humanos. Pero por lo visto en estos primeros días de gestión municipal… ¡por fin, tenemos Alcalde!

No obstante – como era de esperar – ya aparecieron los periodistas carroñeros cuestionando todo el accionar de nuestro flamante Alcalde Provincial. Y lo de carroñeros es real. Lo digo con conocimiento de causa… les atrae la basura. No pueden vivir sin ella.

Es evidente… al periodismo pesimista no le importa la limpieza de Ica. Y menos… los iqueños. Ellos sólo quieren el fracaso del Alcalde Cornejo… y – por supuesto – del Gobernador Regional, y otras autoridades públicas. Tampoco les importan los pacientes de nuestros hospitales. En realidad, no les importa nada que no sea insultar a toda autoridad que se les cruce por su camino.

Por ello, mi sugerencia es… ni caso. El periodismo carroñero de Ica NO tiene mayor acogida. Ciertamente tienen algunos seguidores que chillan igual que ellos, pero son poquísimos en comparación con la mayoría de iqueños que estamos muy esperanzados en la nueva gestión municipal.

Por ello… ¡adelante Señor Alcalde! Tiene usted el respaldo de todos los iqueños de buena fe. Lampadia

 

 

 

 




Herencia que la SUNAT y el MEF deben recusar

Herencia que la SUNAT y el MEF deben recusar

Hoy en día está en proceso de desarrollo ‘la buena SUNAT’ que ofreció el gobierno de PPK y encargó a Víctor Shiguiyama. Durante el gobierno del nacionalismo, se dio rienda suelta a los fiscalizadores para que encontraran nuevos pozos de eventuales recursos fiscales. Esto llevó a comportamientos disfuncionales, pues el personal del ente recaudador tenía beneficios monetarios directos vinculados a la recaudación.

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La Metamorfosis de la SUNAT

Así fue que durante los últimos años, los fiscalizadores de la SUNAT empezaron a cuestionar todo tipo de normas tributarias y prácticas de supervisión, que al reinterpretarse por ellos, podían generar nuevas fuentes de recaudación. Lo mismo pasó con acciones de control menores, por las que se empezaron a cuestionar y observar multiplicidad de gastos.

Estas prácticas determinaron que por algún tiempo, las empresas terminaran pagando más impuestos que los determinados por las tasas  nominales del impuesto a la renta. Pero, además, en algunos casos (como el que analizamos líneas abajo), se generaron conflictos mayores por la incidencia de cambios de  reglas de juego que tenían altos impactos económicos en una serie de empresas.   

El sistema de incentivos que se estableció en la SUNAT distorsionó completamente la gestión de la institución y contrarió su misión.

La SUNAT ha llegado incluso a poner en entredicho la sacrosanta vigencia de los contratos de estabilidad tributaria, que en contra de los relatos de los enemigos de la economía de mercado, no exoneran del pago de ningún impuesto, solo establecen que las  normas tributarias vigentes a la firma del contrato se mantengan por el plazo de los mismos. En otras palabras, si los impuestos suben, las empresas con convenios seguirán pagando lo establecido al momento del contrato y, si los impuestos bajan, las empresas seguirán pagando las tasas más altas, a no ser que renuncien a los contratos. Estos contratos establecen garantías que promueven la inversión privada y no pueden ser modificados ni dejados sin efecto unilateralmente por el Estado.

La siguiente sumilla explica la importancia de dichos contratos:

Contratos de estabilidad tributaria

A inicios de los años 90, el Reino Unido (RU) devaluó la Libra Esterlina en 15%, los inversionistas consideraron que el ajuste había corregido los desbalances y se volcaron a invertir.

Al mismo tiempo, Brasil hizo una devaluación de 15%, pero ésta fue considerada el inicio de un problema mayor, y los inversionistas salieron de sus posiciones.

¿Qué explicó la diferencia en el comportamiento de los inversionistas? – La historia. Mientras el RU tenía una reputación impecable y merecía la confianza de los inversionistas, Brasil llevaba atrás una larga historia de incumplimientos que lo hacían un país no confiable.

Como sabemos los peruanos, cuando en los años 90, en el Perú se crearon las condiciones internas para atraer inversiones mineras y otras, teníamos que establecer un mecanismo que permitiera que nuestra mala historia crediticia, no inhibiera inversiones de largo plazo. Solo en los años 80 tuvimos dos cortes del pago de la deuda externa, primero con Belaunde el 82, y luego con García el 86.

Fue así como el Perú recurrió a establecer ‘Convenios de Estabilidad Jurídica’ y ‘Contratos de Estabilidad Tributaria’, que permitieron una gran dinamización de las inversiones y toda la recuperación económica y social del Perú hasta la primera década del 2000.

Hasta hace pocos años, el respeto de estos contratos ha sido clave para mantener el prestigio del Perú como un serio receptor de inversiones extranjeras.

Si esta anotación no es suficiente para hacer notar la necesidad de garantizar predictibilidad tributaria a los inversionistas, veamos el primer antecedente histórico en el Perú:

Velasco Alvarado hizo el primer contrato de estabilidad tributaria en el Perú  con Southern Copper Corporation, entonces propiedad de la compaña estadounidense, Asarco, para el desarrollo del proyecto de Cuajone en Moquegua.

Hoy día, producto de la ‘mala SUNAT’, uno de los casos contenciosos más importantes y notorios es el de la compañía minera Cerro Verde. Veamos:

  • En los últimos 20 años se celebraron 24 convenios entre el Estado e inversionistas.
  • Estos trajeron inversiones superiores a US$ 17 mil millones.
  • Cerro Verde firmó su contrato en 1998 con vigencia hasta el 2013.
  • El 2004, se crearon las regalías mineras.
  • Las regalías mineras no eran aplicables a Cerro Verde, pues su contrato tenía vigencia hasta el 2013.
  • Desde el 2013, la SUNAT le exigió a Cerro Verde el pago de las regalías supuestamente dejadas de pagar.
  • Cerro Verde inició procesos judiciales para que se declare la nulidad de las resoluciones que desconocían el Contrato de Estabilidad.
  • El Juzgado Constitucional de Arequipa desestimó una acción de amparo de Cerro Verde.  
  • Los procesos judiciales están pendientes.
  • Los gobiernos de García II y Humala comprometieron a Cerro Verde a realizar aportes adicionales mediante el Programa de Solidaridad con el Pueblo, llamado Aporte Voluntario y el Gravamen Especial Minero (GEM), además del impuesto a la renta y del reclamo de las regalías.
  • El Aporte Voluntario se diseñó para que las compañías con Contrato de Estabilidad no sujetas al pago de las regalías, las compensaran.
  • Lo mismo sucedió con el Gravamen Especial Minero.

Lógicamente, el cobro de regalías, pretendido por el fiscalizador, en adición a los pagos del Aporte Voluntario y del Gravamen Minero se convertían en un pago doble.

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Vista de las instalaciones mineras con el Misti, Chachani y Pichu Pichu al fondo. Fuente: www.mineriaonline.com​

Además de las obligaciones tributarias, Cerro Verde desarrolló un importante programa de ‘inversiones sociales’ en Arequipa como una Planta de Agua Potable, el cofinanciamiento de la Planta de Tratamiento de Aguas Residuales para el Cono Norte de Arequipa, la construcción de una Planta de Tratamiento de Aguas Residuales (PTAR La Enlozada). En los diversos programas de inversión no productivos, desarrollados en la Región Arequipa, entre el 2005 y 2016, Cerro Verde aportó hasta US$ 190 millones.

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Planta de agua de La Tomilla

En los documentos adjuntos se puede apreciar la descripción de las operaciones de Cerro Verde, el detalle de sus aportes no productivos y el impacto del proyecto en Arequipa y el Perú:

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Más allá del caso específico de Cerro Verde, es importante hacer notar que este tipo de litigios hacen mucho daño a todas las partes:

  • Impacto directo en las empresas involucradas en los largos y complicados reclamos judiciales.
  • Dañan de manera muy importante el prestigio del país, lo que determina un mal ambiente de inversión que redunda en menores inversiones y mayores costos de inserción global.
  • Daña importantemente la consolidación de la  ‘la buena SUNAT’ en proceso de desarrollo. 

Es muy claro que el Estado necesita recursos fiscales para afrontar las muchas tareas pendientes en su mochila, pero estos no se pueden obtener de cualquier manera, y menos dañando el largo plazo del sector productivo y el prestigio del Perú como un buen destino de inversiones. Ojalá, la actual dirección de ‘la buena SUNAT‘ se avenga a colaborar en la resolución de este tipo de conflictos, no originados por sus actuales directivos. Lampadia




Socialistas al Servicio de la Corrupción

Sebastiao Mendonca Ferreira
Centro Wiñaq
Para Lampadia

Los izquierdistas latinoamericanos no saben crear riqueza. Por esta incapacidad, ellos siempre buscan piscinas de riqueza que disputar, y las grandes piscinas de riqueza en América Latina son: los presupuestos nacionales, los recursos naturales y las grandes empresas. Es la disputa de esas riquezas lo que explica la lógica detrás del accionar y de los discursos de la izquierda.

La corrupción, la promoción de conflictos sociales y las estatizaciones de las empresas están entre los principales mecanismos de apropiación de esas riquezas, usadas por la izquierda. Si observamos la operatividad de las organizaciones de izquierda, más allá de sus discursos políticos, vemos que ellos siempre están relacionados a algunos de esos tres mecanismos. 

Los empresarios mercantilistas también buscan apropiarse de los recursos ajenos. Para ellos, la corrupción es la modalidad preferida. Más allá de sus diferencias ideológicas, la asociación entre socialistas y mercantilistas es mutuamente conveniente.

La izquierda descubre la estabilidad

En las últimas décadas del siglo pasado, los gobiernos de la izquierda fueron sinónimos de inestabilidad. Joao Goulart, en Brasil, Salvador Allende, en Chile y Hernán Siles Zuazo, en Bolivia, en menos de tres años, generaron profundas crisis sociales y políticas en sus países y no lograron siquiera terminar sus períodos. Todos ellos fueron destituidos y dieron origen a gobiernos autoritarios y violentos que se legitimaron, por un tiempo, ordenando el desastre dejado por la izquierda.

Es con una nueva generación de la izquierda en el poder, tanto de social-demócratas como de populistas, Fernando Henrique Cardoso (1995), Hugo Chávez (1999), Ricardo Lagos (2000), Luis Ignacio Lula da Silva (2003), Tabaré Vázquez (2005), Rafael Correa (2007), que la izquierda latinoamericana logra estabilizarse en una función de gobierno, generando así una nueva ola de los gobiernos de ideología socialista.

Lula da Silva, entonces presidente de Brasil, junto a Emilio Odebrecht y Marcelo Odebrecht en la inauguración de una planta de Braskem
Fuente: idl-reporteros.pe

El auge de la economía mundial y de los precios de las commodities crearon condiciones favorables a las políticas populistas y, por ende, para los gobiernos de izquierda. Por algunos años, muchos pensaron que el “socialismo del siglo XXI” era una nueva tendencia social, un renacimiento del marxismo después del fracaso de la Unión Soviética y de Mao Zedong. Pero con la crisis del 2008 y la caída del precio del petróleo, el sueño acabó. El nuevo contexto económico internacional obligó a los países latinoamericanos a volver al realismo. [1]

La corrupción tradicional o como funciona el mercantilismo

La corrupción ha sido, en mayor o menor grado, una vieja tradición en América Latina. Con las excepciones de Uruguay y Chile que se mantienen respectivamente en los puestos 21 y 24 de Transparencia Internacional, los países Sudamericanos se ubican en los niveles medios y altos de corrupción, entre los 176 países evaluados: Brasil (79º), Argentina (95º), Perú (101º), Ecuador (120º), etc.

El mecanismo tradicional más común de la corrupción en los países democráticos es la negociación de contratos de obras públicas entre autoridades públicas y empresas privadas locales y/o extranjeras.

Las autoridades públicas alteran las reglas de las licitaciones para beneficiar a empresas específicas, como parte de un acuerdo previo entre autoridades y empresas.

  1. En las negociaciones las empresas contratistas sobre-valoran los montos de los contratos, las autoridades aceptan la sobre-valoración y las empresas comparten el sobre-precio con las autoridades, bajo la forma de soborno.
  2. Las autoridades y gobernantes utilizan esos recursos para tres fines: (a) financiar sus actividades políticas, especialmente las campañas electorales, (b) comprar y consolidar sus coaliciones de poder y (c) enriquecerse personalmente.

En algunos países, como en Brasil, las empresas contratistas forman carteles para evitar la competencia entre ellas y bloquear el ingreso de otras empresas. Esos carteles llegan a acuerdos con diversos grupos políticos nacionales y/o regionales y esos acuerdos pueden mantenerse por muchos años, y a veces, por décadas

La corrupción en dictaduras: Cuba y Venezuela

En los gobiernos dictatoriales, donde un solo partido tiene el control del ejecutivo, de la contraloría y del poder judicial (Cuba y Venezuela), la corrupción asume la forma de apropiación directa de los impuestos y de los recursos de las empresas públicas. Ante la ausencia de mecanismos efectivos de control, los gobernantes no necesitan atender las formalidades legales y directamente reparten los ingresos públicos en tres partes:

  1. Entrega de dinero y puestos de mando y privilegios para los miembros de la coalición de poder (alta dirección del partido, miembros del ejecutivo, miembros de la Corte Suprema, comandantes de las FFAA, etc.),
  2. Financiamiento de los órganos dedicados al control ciudadano (ejército, policía, medios de comunicación estatales y privados, militancia partidaria, etc.), y
  3. Financiamiento de obras, servicios públicos, corrupciones menores y programas sociales.

Las proporciones entre esos tres destinos dependen de situaciones específicas, pero los dos primeros tienen siempre la más alta prioridad. La unidad de la coalición de poder y el financiamiento de los órganos de control ciudadano son de importancia estratégica para esos regímenes dictatoriales. El país puede estar en calamidad pública, como Venezuela hoy, si la coalición de poder está unida y los órganos de control ciudadano están operando, entonces el poder, y los recursos que se obtienen con el poder, están asegurados.

El Partido de los Trabajadores y la institucionalización de la corrupción.

Los petistas argumentan que ellos no han inventado la corrupción y tienen razón, el mercantilismo ya existía mucho antes que ellos legaran al gobierno. Brasil ya estaba en el puesto 54 de Transparencia Internacional, junto a Bulgaria y República Checa, cuando entró Lula al gobierno. Pero también es verdad que ellos hicieron de la corrupción un elemento central de su estrategia política, modificando tanto los fines como los métodos de la corrupción. En el 2016, al concluir la era PT, Brasil ya se había caído hasta el puesto 79, junto a China e India, países que antes estaban muy por debajo de Brasil.

Una vez que el Lula llegó al gobierno, el PT institucionalizó la corrupción y estandarizó los contratos con la Petrobras, y con algunas otras grandes empresas. Con ese nuevo esquema, los partidos políticos podrían exigir soborno a las empresas proveedoras de bienes y servicios. El artículo Petrolao, publicado por Lampadia explica en detalle ese esquema. 

  1. El control de las empresas públicas era/es una fuente permanente de recursos para los partidos políticos, vía comisiones en los contratos con las proveedoras.
  2. Los porcentajes de los sobornos, por lo general, estaban pre-definidos variando según empresas y los tipos de bienes o servicios.
  3. La distribución de los sobornos se hacía a los miembros de la coalición de poder según cuotas previamente definidas entre ellos. En el caso de Petrobras, 2% sería para el PT y el 1% se distribuiría entre el PP y el PMDB.
  4. Los fines del soborno serían básicamente dos: financiamiento político (campañas electorales, funcionamiento partidario, etc.) y enriquecimiento personal de los directivos de los partidos. 

En el gobierno del PT, si un partido era miembro de la coalición de poder (Base Aliada, decían ellos), la organización y sus miembros se incorporaban en la institucionalidad de la corrupción. La corrupción dejó de ser la estrategia de algunos individuos o de pequeñas mafias partidarias para se tornar un sistema institucionalizado. Dos tesoreros del PT están en la cárcel y otro ha sido condenado por su rol en el funcionamiento de la corrupción.

Pero no era solo la organización partidaria, como un todo, que estaba involucrada en la corrupción, era la institucionalidad misma de gobierno la que se comprometía con el sistema montado por el PT. Varios ex-ministros de economía y ex-primer-ministros de Lula y Dilma están hoy acusados de ser agentes activos de los mecanismos de la corrupción. Es decir, para el PT la corrupción era política de gobierno, y como veremos más adelante, era funcional de su idea de sociedad futura y estrategia de poder. Como era de esperarse, su discurso político ocultaba la práctica diaria del partido, presentándolo como una organización motivada por la sensibilidad social y sentido de responsabilidad patriótica.  

La internacionalización de la corrupción.

En los objetivos de largo plazo del PT estaba la creación de una red latinoamericana de aliados políticos, ideológicamente alineados con su corriente socialista-populista. Para ese propósito el PT ha ideado tres instrumentos: uno político, otro financiero y otro técnico:

  1. El instrumento político fue el Foro de Sao Paulo, creado por Lula y Fidel Castro en 1990, como un espacio de debate y coordinación entre los grupos de izquierda de América Latina. El éxito del Foro de Sao Paulo fue notable, logrando agrupar a más de 100 organizaciones, y apoyándolos en el logro de sus objetivos políticos.[i] El Foro de Sao Paulo antes que una instancia de conspiración política, como muchos lo han imaginado, ha sido y es una instancia de articulación entre grupos políticos con propuestas disímiles, pero con el interés común de llegar al poder. El Foro de Sao Paulo no dirigía ni dirige a sus miembros, pero sí les brinda criterios en temas políticos, y genera un espacio de intercambio de ideas y conocimientos muy útiles para ellos. El Foro de Sao Paulo ha sido y es un espacio de unidad regional entre grupos que, en sus mismos países, no logran ponerse de acuerdo. Algunos miembros peruanos del Foro de Sao Paulo son: Partido Comunista del Perú-Patria Roja, Partido Comunista Peruano, Partido Nacionalista del Perú, Ciudadanos por el Cambio, y Tierra y Libertad.
  2. El instrumento financiero ha sido el BNDES (Banco Nacional de Desenvolvimento Económico y Social). Creado en 1952 por Getulio Vargas como un banco tradicional de fomento e intervención interna anti-cíclica, el BNDES, sufrió una transformación mayor en la era petista. En 10 años, sus activos y sus colocaciones fueron multiplicados por casi seis (ver cuadro abajo), llegando en el 2014 a disponer del mismo nivel de activos ($344 mil millones) que el Banco Mundial (358.9 mil millones).[ii],[iii],[iv] Con el PT, el BNDES pasó a financiar importantes obras en el exterior ($14 mil millones). La justificación era siempre la integración regional, pero las obras principales coinciden con el mapa de los aliados políticos del PT. Los gobiernos que recibieron el mayor financiamiento de BNDES para grandes obras con Odebrecht fueron Cuba, Venezuela, Argentina, República Dominicana, y Perú.[v] Y en África, los países beneficiados fueron Angola y Mozambique. Para ocultar el uso político de los recursos del BNDES, el gobierno del PT bloqueó el acceso de la prensa a la información de los préstamos del BNDES en el exterior, como si el conocimiento de esos créditos involucrara problemas de seguridad nacional.

  1. El instrumento técnico fue la asistencia en marketing electoral brindado por el equipo de Joao Santana. Resulta que la tecnología de campaña electoral en Brasil está más desarrollada que en la mayoría de los países de América Latina, y el PT ha constituido un equipo de marketing de campaña electoral de muy buen nivel.[i] Joao Santana, preso con su esposa a inicios del 2016, era el estratega, que diseñaba las campañas, y los demás miembros de su equipo (argentinos y brasileños) eran los operadores de campaña. Odebrecht se encargaba de financiar las actividades de Santana y su equipo, con depósitos en cuentas en Suiza. Con la asistencia técnica de Santana, el PT logró que sus aliados ganaran elecciones en Venezuela, El Salvador, República Dominicana y Perú, entre otros, y lograron evitar la revocatoria de alcaldesa de Lima. Aun que, fracasaron en las recientes elecciones presidenciales de Argentina.

Conclusiones                                                     

El PT es un partido con ideología socialista y muchos elementos del marxismo. Son discípulos de Antonio Gramsci y buscan que su ideología se vuelva hegemónica en la sociedad. Tienen una concepción utilitarista de la democracia, es decir, usan la democracia para llegar al poder y mantenerse en él, pero no tienen escrúpulos para manipular las instituciones democráticas en función de sus objetivos políticos.

Detrás del discurso socialista, el modelo de sociedad que el PT promueve es una forma de capitalismo corrupto (mercantilista) con alto grado de intervención estatal, sin llegar a ser un capitalismo de estado como China. La ideología socialista, además de brindarle justificativa política y cobertura moral, sirve para viabilizar electoralmente a sus líderes y generar una polarización social hostil a sus rivales políticos. Es decir, un discurso socialista políticamente funcional a su permanencia en el poder, pero tolerante a las incoherencias económicas del mercantilismo, promovido por ellos.

Esa concepción del PT creó las condiciones propicias para constituir una alianza con el cartel de las empresas contratistas. Dentro de una narrativa de Brasil potencia, las obras faraónicas eran muy bien venidas. Manipulaban un sueno nacionalista (alcanzar a los países desarrollados y ser uno de los grandes países del mundo), mientras canalizaban los impuestos del público hacia sus bolsillos y el de las constructoras.

El BNDES, tanto fuera como en el país, ha operado como el gran financiador. En un país de crédito carísimo,[ii] el BNDES entregaba crédito subsidiado a las grandes constructoras y a las empresas aliadas del PT, forzando a un importante sector de los empresarios a aceptar las reglas del juego o competir en desventaja. 

Lo que se dio entre el PT y las contratistas fue una especie de alianza interesada, en que las dos partes ganaban a costa de terceros (mala calidad de los servicios públicos, bajo desempeño de la economía, y condiciones precarias para la población). Con ese sistema, las empresas obtenían contratos públicos con gigantescos sobre-precios y el PT obtenía recursos para financiar sus operaciones políticas, comprar a los miembros de su coalición de poder, y enriquecer a su cúpula partidaria. Lo que sucedía en la práctica, no era que se tenía capitalistas apoyando a socialistas, sino socialistas construyendo un capitalismo corrupto con amplia intervención estatal en alianza con empresas mercantilistas.

El modelo fue exitoso por un tiempo. Mientras duró su gobierno, la influencia política del PT se expandió en América Latina, usando el dinero público (BNDES, y Petrobras) para financiar la corrupción, para intervenir en los países vecinos, llevar al poder gobernantes ideológicamente afines, y hacer millonarias ganancias.

Ahora que los recursos acabaron y la corrupción fue descubierta, la herencia que el PT deja al Brasil es la peor crisis económica en 128 años de vida republicana. Y a los países vecinos, lo que les deja es una situación política y económica afectada por niveles de corrupción sin precedentes. Lampadia

 

[1] Debido a su postura anti-empresarial y su carácter parasitario, los gobiernos de izquierda en América Latina solo son estables si las condiciones del contexto económico son muy favorables, pero entran en crisis cuando el país necesita incrementar su productividad para encarar nuevas condiciones de mercado.

[2] http://forodesaopaulo.org/

[3] http://treasury.worldbank.org/cmd/pdf/InformationStatement.pdf

[4] http://www.bndes.gov.br/SiteBNDES/export/sites/default/bndes_pt/Galerias/Arquivos/empresa/RelAnual/ra2014/RA_2014_esp.pdf

[5] Rezende. F. (2015). Why Does Brazil’s Banking Sector Need Public Banks? What Should BNDES Do? Working paper 825. Accesible en. http://www.levyinstitute.org/pubs/wp_825.pdf

[6] De los $14 mil millones prestados por el BNDES durante los gobiernos del PT, el 70% fue entregado a Odebrecht.

[7] En realidad, el manejo de campañas electorales es un campo en que el PT tiene un nivel técnico excepcional. Lamentablemente, para Brasil, los conocimientos del PT en materia de economía son muy inferiores a sus conocimientos sobre manejo de campañas electorales. Su capacidad de manipulación política es muy superior a su capacidad de gestión económica.

[8] La tasa referencial del Banco Central (Selic) durante el gobierno de Dilma era de 14% (http://www.tradingeconomics.com/brazil/interest-rate). Una tarjeta de crédito en Brasil tiene una tasa de interés superior a 410% al año.

 
 



EIU proyecta mejores salarios en A.L. al 2030

Se espera que 88 millones de personas de 122 ciudades en América Latina mejoren sus ingresos hacia el 2030. Así lo proyecta un informe titulado ‘Measuring the middle: Quantifying market opportunities in Latin America’s cities’ elaborado por el Economist Intelligence Unit (EIU) de la conocida revista inglesa The Economist.

En el estudio, Lima destaca por tener el menor índice de desigualdad entre las ciudades con menor desigualdad de América Latina. Además, se afirma que será la ciudad donde se producirá mayor incremento de personas con ingresos mayores de US$ 15,000 por año hacia el 2030. En otras palabras, Lima tiene la mejor base o punto de partida y la mejor proyección a futuro.

Se espera que América Latina continúe con un bajo crecimiento generalizado en 2017, como afirma tanto el Fondo Monetario Internacional como el Banco Mundial, ya que ambas instituciones estiman un crecimiento de 1.2 % en la región, que es 0.4 % menos que lo previsto en octubre pasado, y se proyecta un crecimiento de un 2.1 % en 2018. El EIU, por su lado, estima que tras tres años de bajo crecimiento, la inversión se recuperará a una tasa de crecimiento anual promedio cercana al 4% en 2020-21 y que “el consumo privado se mantendrá muy por debajo de los máximos registrados durante el auge de los commodities, pero también se recuperará gracias a un retorno de crecimiento positivo de los salarios reales y una disminución constante de la tasa de desempleo desde el máximo cercano al 10% registrado el año pasado”.

Según el EIU, los mercados urbanos de las ciudades más grandes de América Latina ofrecen un gran número de consumidores de clase media, pero estos mercados ya están mostrando signos de madurez, por lo que los centros urbanos de la región competirán entre sí para ofrecer las mejores oportunidades de negocio y atraer los más altos niveles de inversión. Por lo tanto, es importante que durante la próxima década mejoremos el entorno político, económico y regulatorio, para aprovechar correctamente las oportunidades de mercado que brindan las grandes ciudades latinoamericanas.

América Latina tiene el segundo nivel de urbanización más alto del mundo (después de Norteamérica), con el 80%. Por lo tanto, la región tiene posibilidades únicas de aprender de los retos y oportunidades creados por el rápido crecimiento urbano, la desindustrialización, la globalización y la renovación urbana. Las megaciudades en América Latina enfrentan una serie de desafíos en las zonas limítrofes y más pobres: políticas y estrategias de planificación urbana (a menudo no bien coordinados), financiamiento ineficaz e infraestructuras subdesarrolladas, que traen como consecuencia una notoria desigualdad. Como se puede observar en el gráfico inferior, el índice de Gini muestra la distribución de ingresos (0 representa la igualdad perfecta y 1 representa la desigualdad perfecta). Las ciudades brasileñas presentan los mayores niveles de desigualdad, con coeficientes de Gini muy por encima de 0.6. Por otro lado, la capital peruana, Lima, y San Salvador, el capital de Salvador, registran distribuciones más equitativas, con coeficientes de 0.4.

Sin embargo, el EIU anuncia una tendencia alentadora: las mayores tasas de crecimiento anual compuesto en el número de personas están en los rangos de ingresos de entre US$ 15,000 y US$ 25,000 por año. En particular, el EIU proyecta que un total de 126 millones de personas en América Latina tendrán ingresos superiores a US$ 15,000 por año en 2030 y, de estos, 88 millones se encontrarán en las 122 ciudades más grandes. Estos son los consumidores que seguirán impulsando el crecimiento económico en la región.

Según el estudio, la ciudad de México lidera el listado de las mejores megaciudades rankeadas en materia salarial con un promedio de (9.44 millones). Le siguen Sao Paulo (8.02 millones), Buenos Aires (6.70 millones), Río de Janeiro (5.59 millones) y Santiago de Chile (3.47 millones). Luego están Lima (3.41 millones), Guadalajara (2.17 millones) y Belo Horizonte (1.84 millones).

Cabe resaltar que la ciudad de Lima, a pesar de estar en el puesto 6 del ranking, es de lejos la ciudad que más mejorará al 2030, ya que 3.4 millones de capitalinos alcanzarán este salario, lo que significa un incremento de 432% (una variación muy por encima del resto de países).

Este gran potencial peruano también se visualiza en la evaluación de las ciudades que ofrecen el mayor potencial global de mercado direccionable, donde de un ranking de 10 ciudades, la única megaciudad que aparece en el listado es Lima, volviéndola la megaciudad de más rápido crecimiento en las próximas dos décadas en la región.

Otras ciudades, principales e intermedias, que incrementarán el salario de sus ciudadanos, son Santa Cruz (522,400 personas), Cochabamba (263,000) y La Paz (168,100) en Bolivia; Chiclayo (109,400), Arequipa (281,700) y Trujillo (182,900), en Perú.

Las oportunidades de mercado presentadas por el retorno de América Latina son muchas, pero también enfrentan grandes desafíos políticos y económicos. El progreso en la reducción de la pobreza, que avanzó a pasos agigantados durante el boom de los commodities, se ha reducido y todavía existe desigualdad en los ingresos. Al mismo tiempo, el EIU afirma que “el auge de la clase media en América Latina durante el último decenio ha expuesto las continuas fallas de los gobiernos de la región para proporcionar servicios básicos como resultado de las persistentes limitaciones fiscales y la débil capacidad de implementación del sector público”. Por lo tanto, los gobiernos deben hacer reformas de políticas centradas en un ajuste macroeconómico y mejoras en el entorno empresarial que, combinadas con mejores condiciones externas, reforzarán el consumo y producirán un crecimiento económico más fuerte. Lampadia  




¿Las propuestas de la SNI suponen el cambio del modelo vigente?

Jaime de Althaus
Para Lampadia

El sector industrial en el Perú no pasa por un buen momento. Ha sufrido tres años de recesión continua con una caída acumulada del orden del 7%, y en los últimos 5 años ha perdido 150 mil empleos y las exportaciones no tradicionales no agrarias han disminuido en 20%, al punto que empieza a haber dudas acerca de la viabilidad de ramas emblemáticas como la exportación de textiles y confecciones.

La discusión implícita en las propuestas que formula la Sociedad Nacional de Industrias y que de alguna manera ha empezado a considerar el gobierno en el reciente Foro de Reactivación Industrial, es si el modelo de desarrollo industrial de las últimas dos décadas, que ha sido exitoso, ha llegado a su límite y necesita un cambio pasando, por ejemplo, a políticas activas de promoción e incentivo, o más bien se trata de completar el modelo en todo aquello que no se hizo o retomarlo en lo que se retrocedió.

Ese modelo ha sido el de la apertura comercial plena orientada al arancel cero, sin incentivos ni ventajas de ninguna clase. El principio subyacente es que la libre competencia en el mercado internacional y nacional permitirá desarrollar nuestras ventajas comparativas y competitivas. Y así venía ocurriendo. La industria nacional hoy es mucho más sana, fuerte y vinculada a nuestros recursos naturales que la industria ensambladora protegida que teníamos cuando aplicamos el modelo de sustitución de importaciones. Y mucho más exportadora. Su peso en el PBI, lejos de disminuir, incluso se había incrementado en una ligera medida hacia el 2007, en comparación a los 80[1] -pese a no estar protegida-, aunque recientemente se redujo un par de puntos. 

Hasta hace solo cuatro años, la industria venía creciendo a tasas muy altas sin protección alguna y podía penetrar mercados externos compitiendo con éxito. Pero esa certidumbre ha empezado a flaquear luego de los resultados de los últimos tres o cuatro años, arriba mencionados.  

La señal más preocupante es la que se advierte en la caída abrupta de las exportaciones no tradicionales no agrarias. Como vemos en el cuadro, las exportaciones de textiles y confecciones han caído casi 40% en los últimos cinco años. Y ocurre algo parecido aunque menos acentuado con las demás ramas. Estos datos llevarían a poner en cuestión la viabilidad misma del modelo actual de crecimiento industrial porque en un mercado libre, abierto y pequeño como el peruano, el crecimiento industrial está íntimamente vinculado al crecimiento del mercado externo, sólo puede darse exportando cada vez más. Y eso es lo que venía ocurriendo desde los 90, hasta el 2012.

Pero la caída en las exportaciones no tradicionales a partir del 2013 no se explica por el hecho de que el modelo ya no puede responder a las nuevas condiciones del mercado mundial, sino, más bien, por lo mismo que ha pasado en el conjunto de la economía: que en los últimos años la actividad productiva se ha repoblado de regulaciones que le restan competitividad, de modo que lo que lo que ha llegado a su límite no es el modelo sino, por el contrario, el restablecimiento de lo que hemos llamado un intervencionismo de baja intensidad, e incluso las supervivencias del modelo anterior a los 90, tales como la extremada rigidez de la legislación laboral que encarece y desalienta la contratación y desvinculación de trabajadores. En una economía abierta y competitiva, una amarra como esa vuelve inviable la producción cuando la competencia en el mercado mundial se agudiza. Pero no es solo eso, como veremos. Y allí viene la discusión.

El menor crecimiento del sector manufacturero también se explica por el debilitamiento de los encadenamientos inter-sectoriales, generado por la drástica disminución del ritmo de inversión del sector minero desde el 2011 y por la caída de la inversión pública. No deja de llamar la atención que, a diferencia de lo que enfatizaba un anterior presidente de la SNI, Pedro Olaechea, hoy el gremio no reclame el regreso de la inversión minera. Además, otro factor de pérdida de competitividad que no puede dejarse de lado es la apreciación del Sol versus el dólar.

En cuanto al tema regulatorio, Rafael Vera Tudela, gerente de normas y regulaciones de la Sociedad Nacional de Industrias, señala que lo que resta competitividad a la industria peruana es básicamente el alto costo de las regulaciones en general, y de las tributarias y laborales en particular. Según el World Economic Forum (WEF), el Perú ocupa el puesto 134 de 138 países en cuanto a carga regulatoria, que se ha incrementado profusamente en los últimos 5 o 7 años precisamente. Ese es el intervencionismo de baja intensidad del que hablábamos, que recién empezaría a ser desbrozado con los recientes decretos legislativos y por algunas normas dadas en la última etapa del gobierno anterior. Lo interesante es que la SNI formula un conjunto de propuestas específicas en este campo[1], que van incluso más allá de lo que el gobierno ha dictaminado y que deberían tomarse en cuenta.

Pero también tenemos el alto costo de las regulaciones laborales, y la extremada dificultad para contratar y desvincular trabajadores, donde estamos en el puesto 130 de 138 economías. Tenemos un mercado laboral mucho más rígido que cualquiera de nuestros socios de la Alianza del Pacífico, de modo que cualquier inversión que quisiera venir a estos lares preferirá irse a uno de esos países en lugar de venir o quedarse en el Perú. Es cierto que esto no perjudica de manera notoria a las exportaciones de textiles, por ejemplo, que tienen un régimen que les permite los contratos a plazo fijo (aunque con un límite de tres años), pero sí al resto de la industria para el mercado interno, que entonces no puede competir con las importaciones de productos similares o debe trabajar en la informalidad laboral. 

Como decíamos, la estabilidad laboral absoluta, que es lo que tenemos cuando la indemnización por despido no basta y el juez puede imponer la reposición del trabajador, es una institución supérstite del anterior modelo proteccionista, que en una economía abierta y competitiva impide a las empresas adaptarse a los cambios en la demanda y en la tecnología, condenándolas a la quiebra o a la informalidad.

Vera Tudela refiere que, según datos del WEF y del Banco Mundial, 121 economías (64%) permiten la contratación a plazo fijo para labores permanentes, 105 países (55%) no imponen límites a la renovación de contratos a plazo fijo, y 155 economías (82%) no exigen la aprobación de un tercero para desvincular a un trabajador.

En tal sentido, la Sociedad Nacional de Industrias reclama una reforma laboral que nos ponga en una posición mucho más competitiva en todos esos indicadores. Reforma que, de otro lado, permitirá el incremento del empleo, la formalización de los trabajadores, su acceso a derechos y a la negociación colectiva. Algo con lo que deberían estar de acuerdo los sindicatos, no solo por justicia laboral sino porque en última instancia les conviene desde el punto de vista de su propio crecimiento e influencia.  

La SNI propone además priorizar la negociación colectiva versus el arbitraje potestativo, otra desviación introducida a comienzos del gobierno de Ollanta Humala, que afecta la relación laboral en las empresas y promueve la ruptura de la negociación colectiva para buscar el arbitraje. Y que la SUNAFIL desempeñe una función educadora y no simplemente sancionadora.

Todo esto tiene que ver con retomar, completar y profundizar el modelo de libre mercado. Donde comienza una discusión algo distinta, es cuando la SNI pide, por ejemplo, la reducción del impuesto a la renta, que evoca las demandas de privilegios o ventajas rentistas del pasado. Pero no es así. Lo que la SNI propone, en realidad, es un impuesto competitivo, similar al promedio mundial. Como puede verse en el siguiente gráfico, dicho promedio es del orden del 23%, mientras en el Perú para la industria asciende al 37%, incluyendo el reparto obligatorio de utilidades.

Lo que propone la SNI es, entonces “establecer un programa de convergencia de la nueva tasa de IR hacia la media mundial (23%)”, considerando, adicionalmente, que el mundo marcha hacia la reducción impuesto a la renta empresarial: el 93% de países del mundo lo ha reducido (51%) o mantenido (42%) en la última década. Pide asimismo la depreciación acelerada a la inversión en activos fijos, como tiene la minería, por ejemplo, si queremos atraer nueva inversión.

Los industriales demandan, además, un papel más decidido del Estado en la defensa de la producción nacional respecto de la competencia desleal de importaciones subvaluadas o con dumping. Muestran un gráfico que señala que mientras en el mundo se aplican cada vez más medidas antidumping, en el Perú menos. Solicitan, entonces, un mecanismo anti dumping más eficiente y rápido.

 

Explican, sin embargo, que en las categorías arancelarias en las que ingresan sistemáticamente productos cuyo precio está por debajo del costo de producción, como textiles, confecciones, calzado, metalmecánica y otras, debería aplicarse un impuesto por volumen (o unidad). Jorge Peschiera, presidente del Comité de Calzado va más allá y reclama un arancel más alto para el calzado -que llega a precios irrisorios-, tal como lo hacen Colombia y México, que integran la Alianza del Pacífico e imponen aranceles de entre 30 y 40% a esos productos. Esto, señala, simplemente para emparejar la cancha, para suprimir la competencia desleal. 

La última modificación arancelaria se hizo en abril del 2011, y consistió en incrementar el número de partidas arancelarias con arancel cero y bajar otras de 13 a 11%, manteniendo las que estaban en 6%. Fue una reforma en el sentido de aproximarse al ideal del arancel cero (el arancel promedio ponderado es 1.9%). La estructura resultante podemos verla en el cuadro siguiente, extraído de la página web del MEF. Observamos que más del 70% del valor de las importaciones paga arancel cero, y las que pagan 11% no llegan al 5% en cuanto a valor. 

Evidentemente las propuestas de la SNI implicarían una cierta reversión del movimiento al arancel cero, pero se trata de cambios muy acotados a los casos de competencia desleal, donde mecanismos como el de imponer aranceles anti dumping no resultan suficientemente operativos o eficaces. Debería quedar absolutamente claro que esas modalidades arancelarias excepcionales sólo se aplican en determinadas circunstancias demostrables, porque de lo contrario podría desatarse una presión por subir aranceles ya de manera indiscriminada.

Pero, lógicamente, la prioridad debería ser la de disminuir los impactos negativos en la competitividad del sector manufacturero generados por los costos regulatorios, laborales, cambiarios. Y también logísticos, que se han vuelto crecientemente asfixiantes.  En ese sentido la SNI pide definir un Plan de Infraestructura inter-modal, crear la Autoridad Única de Transporte de Lima y Callao, aplicar acciones de reingeniería de tránsito para mejorar el flujo de vehículos, implementar un corredor segregado para camiones de carga en el Callao, eliminar cargos de la tarifa eléctrica no asociados directamente al servicio, y otras medidas de ese tipo. 

También formula propuestas para reforzar todo lo que son normas técnicas, calidad, capacitación, innovación e investigación, a fin de desarrollar nuevos productos y procesos. En la exportación de confecciones, por ejemplo, ya no podemos competir con El Salvador y países asiáticos emergentes no solo por el costo de la mano de obra, sino por el atraso productivo en el algodón agravado por la imposibilidad de producir algodón transgénico. Habría que levantar esa prohibición. E incluso empezar a desligarse de la materia prima natural. Ricardo Briceño nos decía que las exportaciones de confecciones solo serán viables y retomarán impulso si dan el salto hacia la fabricación de prendas con fibras artificiales o sintéticas modernas, esas que se usan ahora en las competiciones e incluso en el uso diario, que pesan nada, previenen la sudoración, no se arrugan, son más resistentes a las lavadas, se amoldan mejor al cuerpo, entre otras propiedades. Hay mucha investigación y tecnología al respecto. Producirlas acá supone invertir en patentes, equipos y demás, lo que requiere condiciones de competitividad. Lo que tenemos es una amplia mano de obra de costureras y bordadoras plenamente capacitadas que pueden hacer lo mismo con las nuevas telas.

Fuera de esto, la SNI propone ciertas políticas que podríamos llamar activas, tales como el establecimiento de “Zonas Económicas Especiales” tales como las que existen en muchísimos países, incluyendo los otros tres de la Alianza del Pacífico, y que tienen como particularidad un impuesto a la renta cero o 15% como máximo. También la promoción de parques industriales modernos, con mecanismos de inversión simplificados.

Nos parece que la Sociedad Nacional de Industrias ha alcanzado un mayor  grado de maduración en sus propuestas. Estas no consisten en un listado de pedidos mercantilistas, sino en un conjunto de medidas orientadas a restablecer la operatividad del modelo de economía libre y abierta, afectado por sobre regulaciones y trabas diversas y por rezagos de políticas del modelo proteccionista que no caben en un esquema de competencia abierta en el mundo. Contienen también un conjunto de propuestas orientado a mejorar la productividad de la economía, tanto en lo logístico como en la formación de recursos humanos e investigación a fin de avanzar en nuevos productos y procesos. Todo esto complementado con algunas medidas arancelarias heterodoxas que atienden a casos específicos que podrían justificarlas, y por determinadas políticas activas de creación de espacios que atraigan la inversión industrial.

También ha desarrollado la SNI una batería de propuestas para sectores específicos, tales como el textil-confecciones, pesca y acuicultura, alimentos, etc.

En tal sentido, nos parece que la importancia del tema justificaría la creación de una mesa ejecutiva en el ministerio de la Producción, con participación del ministerio de Economía y el de Transportes, para acordar un plan de implementación de estas u otras medidas cuya finalidad sea crear condiciones que permitan elevar la competitividad de nuestra industria a fin de atraer inversión y relanzar una industria fuertemente exportadora. Lo que no podemos hacer es dejar que siga languideciendo la producción industrial y cayendo la exportación no tradicional sin hacer nada. Necesitamos un plan con parámetros claros para reimpulsarla con más fuerza. Lampadia

[1] Con lo que hay que tener cuidado es con las comparaciones de más largo plazo, como lamentablemente sigue haciendo la SNI, pues antes de la liberación de la economía peruana, la industria nacional, que estaba signada por el proteccionismo y el mercantilismo, registraba cifras de producción distorsionadas tanto por los altísimos aranceles que la protegían, como por los altos márgenes de los productores que no tenían competencia. Ambos temas iban en detrimento, obviamente, del ciudadano-consumidor.

[2] Ver Presentación: “Aportes para la reactivación industrial”, Foro Ejecutivo: Reactivación industrial, Febrero 2017




La ‘balcanización’ del Estado

La ‘balcanización’ del Estado

Normalmente en una sociedad, la identificación de un problema o de una carencia conduce a la búsqueda de su solución. Bien se dice: ‘Necessity is the mother of invention’ (la necesidad es la madre de la invención). La humanidad tiene una larga historia de buscar-encontrar-instalar con la que hemos ido creando instituciones y organizando mejor la convivencia social.

Lamentablemente en el Perú, estamos cayendo en respuestas apuradas a los problemas delicados que aquejan a nuestras instituciones, precipitándonos en un pernicioso facilismo. Este es el caso del diseño de las instituciones vinculadas a la lucha contra la corrupción y la protección de los ciudadanos, en las que se estarían instalando una suerte de monarquías laterales al gobierno que podrían llegar a ejercer poderes  absolutos en determinados aspectos de nuestra vida social.

Estos son los casos del Contralor, del Procurador y del Defensor del Pueblo:

  • En el caso de Contralor hemos visto durante las últimas semanas cómo alguien nombrado apuradamente y sin el debido cuidado, pretende extender absurdamente su presencia en los quehaceres de Estado,  amenazando con paralizarlo y malograr la efectiva toma de decisiones de los funcionarios del Estado. Ver en Lampadia: El primer escándalo mediático del nuevo Contralor y Para un Estado efectivo y probo, requerimos otro Contralor.
  • Sobre la Procuraduría se vienen proponiendo nuevas normas que no se están analizando adecuadamente y que encierran importantes peligros para la libertad y protección constitucional de los ciudadanos. Se pretende darle autonomía funcional, técnica y administrativa. Pues en Lampadia hemos compartido una muy importante reflexión al respecto, que nos alerta de las posibles consecuencias que esto puede tener en términos de la libertad de los ciudadanos y el foco de corrupción que puede darse potencialmente alrededor de un poder omnímodo. Ver: Reformas que afectarían nuestras libertades.
  • El nuevo Defensor del Pueblo, ya elegido pero aún antes de juramentar el cargo, ya estaba explicando en RPP (cosa que confirmó días después en una entrevista en El Comercio) como planeaba sacarle la vuelta a la Constitución para adquirir poderes absolutos que no le corresponden, generándose la capacidad de emitir resoluciones vinculantes. Más detalle líneas abajo.

Este proceso nos puede llevar eventualmente a tener espacios de poder absoluto sobrepuestos a las funciones del gobierno, que de alguna manera ‘balcanizarían’ el Estado, al contar con nombramientos por períodos fijos sin capacidad de que los funcionarios puedan ser removidos, excepto por faltas muy graves y acusaciones constitucionales complejas;  ejerciendo capacidades discrecionales absolutas sobre sus fallos, sin segunda instancia; autonomía constitucional, financiera y jurisdiccional y protección constitucional por sus actos, eximiéndoles de responsabilidad por ellos.

Curiosamente, este es también el caso de los alcaldes, que tienen capacidad discrecional absoluta sin que sus decisiones estén sujetas a una segunda instancia. Los ciudadanos y empresas que sufren por sus actos, solo pueden contrastar sus fallos recurriendo al Poder Judicial, en procesos muy largos y de resultados ‘impredecibles’. No es pues de extrañar que la corrupción haya hecho sus guaridas en muchos gobiernos locales.

Sin embargo, en el Perú sí tenemos una institución muy seria que tiene esas capacidades en su ámbito de acción. Se trata del Banco Central de Reserva del Perú, pero sus funciones no recaen en un solo individuo, sino en un directorio, cuyo nombramiento es compartido por los poderes ejecutivo y legislativo.

Este no es, sin embargo, el caso de la Superintendencia de Banca, Seguros y AFP, que depende de un solo individuo (hoy día, casualmente, en excelentes manos). Alonso Polar Campos (QDDG), fundador de Macroconsult, opinaba que la SBS debía también tener un directorio, propuesta razonable que nunca se ha analizado.

El principio general de una buena gobernanza es la separación de poderes, de modo de no concentrar en una sola mano, o incluso en una sola institución el manejo de la cosa pública. Otras instituciones  esenciales de la buena gobernanza son la doble instancia, la transparencia, la rendición de cuentas y la responsabilidad…

Volviendo al caso de Defensor del Pueblo, nos llama la atención prácticamente todo lo que ha declarado desde su elección:

  • Dice que se debe a la ciudadanía. Error. La ‘ciudadanía’ es una entelequia, no existe. El Defensor se debe al ciudadano, al individuo que debe proteger, fundamentalmente del Gobierno.
  • El nuevo Defensor pretende sacarle la vuelta a la Constitución que establece que sus decisiones no son vinculantes. Este abogado, ex decano del Colegio de Abogados, considera que eso es un lástima y ha propuesto hacer la misma trampa que hicieron en México. “Se ha dicho que los informes de la defensoría no son vinculantes. Santisteban dijo que la defensoría tiene el magisterio de la persuasión; correcto, pero hay un nuevo contexto. Qué tenemos que hacer. Si las resoluciones de la defensoría no son vinculantes, tenemos que dar un paso más, como en México, donde tampoco son vinculantes pero un informe defensorial [sic] no es guardado por un funcionario en un cajón. Si no lo va a cumplir, tiene que hacer una expresión de causa de por qué. Se empoderan más las competencias y no son solo documentos” (El Comercio, 11 de setiembre). Esto es inaceptable y esperamos que el país se pare en seco para evitarlo.
  • Además, resulta que el Defensor se ha autonombrado como alguien que quiere regular al sector privado en la formación de precios, la competencia, la calidad de la educación privada, etc., etc. O sea, pretende trocar su función de defender al ciudadano del gobierno, por una estúpida defensa del gobierno, enfrentando lo privado con lo privado, ciudadanos versus empresas privadas, discriminando  entre los servicios del sector público y privado, bajo una aparente concepción ideológica.

Es el colmo que nos pasemos años sin poder nombrar un Defensor del Pueblo para terminar eligiendo a alguien evidentemente inadecuado. Siendo la corrupción uno de nuestros grandes flagelos del país, es el colmo que se haya nombrado apuradamente a un nuevo Contralor que ya mostro sus debilidades y que debieramos ver la manera de cesarlo. No sigamos cometiendo estos errores sobre-empoderando a nuevos funcionarios como el Procurador y otros.

Además de la corrupción, adolecemos de niveles de institucionalidad muy precarios. No es el momento para nombramientos apurados ni para dar espacio a funcionarios alocados que se proyecten como pequeños monarcas. Lampadia