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Segunda reforma agraria desenfocada

Segunda reforma agraria desenfocada

Carlos Paredes
Coordinador Nacional de Sierra Productiva
Para Lampadia

Discrepo del concepto acuñado como “segunda reforma agraria”. El modelo de reforma agraria de Velasco se aplicó entre junio de 1969 y Julio de 1974. Impulsó el reemplazo de las haciendas por latifundios estatales que eran las Cooperativas y SAIS.

Las 2’300,000 unidades productivas existentes hoy, se originan en el movimiento campesino iniciado el año 1952. Tras la recuperación de tierras en La Convención y Lares, en Cusco, el gobierno militar de Lyndley promulgó la Ley de Reforma Agraria 14444, aplicable en ese ámbito territorial.

Fernando Belaunde en su primer gobierno respetó esa Ley y puso en marcha varias medidas de implementación. Ese movimiento se replicó y expandió. En ese contexto, llegó Velasco y su “Nueva Reforma Agraria”, Ley 17716.

En Julio 74, las Actas de Toxama y Huancahuacho en Andahuaylas conquistaron el fin del colectivismo, determinando que las tierras ya no formarán cooperativas, sino que se entregarán a las comunidades y comuneros.

Así es que superada la reforma agraria, se produjo la más profunda democratización de la propiedad y de la economía, comparando con otros países de América.

El agro peruano no requiere una reforma agraria. Lo urgente es el aumento de la productividad y el acceso a mercados. Se debe buscar el desarrollo de innovación tecnológica productiva con tecnologías de altas productividades en pequeños espacios (como en los minifundios alto andinos), para contribuir a una sustantiva elevación de producción, saltos enormes en productividad, dinamización de mercados y mejor calidad de vida de las familias productoras; tal como ha desarrollado Sierra Productiva.

En base a ese proceso, se debe asegurar un desarrollo rural integral y sostenible, transitando desde el colectivismo y asistencialismo, al desarrollo de la agricultura familiar, que es la única que promueve la dignidad del campesino. Lampadia




Cambiar el capítulo económico empobrecerá al país

La Cuadratura del Círculo es un espacio producido por Infraestructura Institucionalidad y Gestión – IIG, con la colaboración de Lampadia como media partner.

Presentamos el siguiente video sobre cambiar el capítulo económico empobrecerá al país.

Participa como invitado Alonso Segura, ex ministro de Economía y Finanzas, junto con Aldo Defilippi, Gonzalo Prialé y Sebastián Otero, asociados de IIG.

 




Dos mundos incomunicados

Dos mundos incomunicados

Jaime de Althaus
Para Lampadia

La semana pasada IPAE organizó un CADEX sobre la competitividad del país en el que el ministro de economía Waldo Mendoza expuso los avances del Plan Nacional de Competitividad y Fernando Zavala presentó el Informe de Competitividad 2021 elaborado por el Consejo Privado de Competitividad (CPC), que es el tercer informe producido por este Consejo con más de 100 propuestas y con una evaluación del avance de las propuestas anteriores y de cuántas han sido recogidas por el Ejecutivo. Un esfuerzo sin precedentes muy positivo que debería ayudar mucho a mejorar las relaciones público-privadas y a establecer un diálogo racional que permita un avance conjunto a cada vez mejores niveles de productividad y competitividad, indispensables para volver a crecer a tasas altas.

El problema es que este intento de conversación se da en medio de esfuerzos denodados del Congreso por destruir los fundamentos mismos de la competitividad, sin que este problema fuera señalado ni por ninguno de los dos expositores. Ambas presentaciones parecieron discurrir en la intemporalidad.

El ministro presentó una perspectiva bastante optimista del futuro de la economía peruana. Indicó que la recuperación de la economía peruana será más rápida en comparación con las recesiones que afrontó Perú en periodos previos y que el Perú seguirá liderando el crecimiento económico de la región en los próximos años. Ello pese a que, según reveló, se ha cumplido con sólo el 34% de los hitos del Plan Nacional de Competitividad y Productividad programados a julio de 2021.

Esas perspectivas optimistas de crecimiento no son compatibles con el Estado estructuralmente desfinanciado e inviable que está dejando este Congreso. Como hemos demostrado, las leyes aprobadas en los últimos meses agregan un gasto permanente y rígido del orden del 6% del PBI, mientras que otras leyes disminuyen el crecimiento al afectar motores y mecanismos de la economía de mercado. Si el próximo congreso no deroga esas leyes, no habrá manera de volver a crecer a tasas altas, y la descomposición nacional quedará asegurada.

Claro, siempre es posible que las leyes que agregan gasto no se cumplan en toda su medida, pues no habrá recursos (salvo que se afecte la autonomía del BCR, como ya anuncian algunas candidaturas). Pero también se afecta la meritocracia, con nombramientos masivos sin concurso ni evaluación. El CPC propone, por ejemplo, que los directores generales y servidores públicos en puestos clave sean contratados mediante procesos meritocráticos y con nombramiento regulado, pues no se puede estar cambiando de directores todo el tiempo (ver cuadro). O que sean gerentes públicos de SERVIR. Sería una revolución. Pero si todo el personal se maneja con criterios de nombramiento sin obligaciones, ¿servirá de algo?

Sabemos que la recuperación del empleo ha sido mucho más lenta que la del producto y que se ha degradado considerablemente la calidad del empleo. Ha aumentado es el empleo no adecuado, informal. No el formal. Ante eso, CPC hace una propuesta de sentido común: implementar un régimen laboral temporal para la reactivación económica, que brinde facilidades de contratación y liquidez (con acceso temporal a los costos laborales de la pequeña empresa), que se aplique solo a las empresas más afectadas por el COVID-19. ¿Es viable una propuesta tan sensata cuando, por ejemplo, el Congreso no hace sino encarecer y rigidizar el régimen laboral agrario que era el que más empleo formal y bien remunerado había generado?

El Informe de Competitividad del CPC contiene un conjunto de propuestas para acelerar la obra pública, que deja de ejecutar más de S/28 mil millones en promedio en los últimos 10 años -un escándalo-; mejorar la salud y la justicia, simplificar los regímenes tributarios para permitir el crecimiento de las micro empresas, y acelerar el crecimiento en general. Es chocante que un esfuerzo serio, racional y constructivo como este sea abofeteado una y otra vez por el Congreso y la política. Debe encontrarse vasos comunicantes si queremos recuperar la viabilidad del país. Lampadia




Historia y potencial de la minería

Historia y potencial de la minería

Milpo Empresa pionera del desarrollo minero peruano

Augusto Baertl M.
IIMP –Jueves Minero
Julio 9, 2020
Glosado por Lampadia

El Perú es un país minero con claro liderazgo a nivel global

La contribución socio-económica de la minería es enorme, y se puede medir no solo a través de los resultados que su actividad directamente le brinda al país, como son:

  • Cerca del 50% del incremento anual del PBI
  • Alrededor del 60% del valor de nuestras exportaciones

Sino también, y sobre todo, por la cadena de valor que ésta genera.

La actividad minera ha promovido el desarrollo de diferentes sectores económicos proveedores de bienes y servicios, como el metal mecánico, la construcción, el transporte, servicios financieros, entre otros, así como de industrias de transformación de los metales que el país produce. Todas ellas hoy no solo satisfacen las necesidades de la minería, sino también compiten a nivel global, exportando sus productos y servicios a otros países mineros.

Otro aspecto muy valioso ha resaltar es la generación de empleo.  Todos sabemos que, por encima de los 3,000 msnm, sino la única, sí la mas importante actividad formal que genera empleo, es la minería.

A su vez, según el IPE nuestra actividad genera 6.25 puestos de trabajo indirectos e inducidos por cada trabajador que labore en minería, por lo que podemos afirmar que hoy son un millón y medio de familias peruanas las que dependen de la actividad minera.

El origen de Milpo, los primeros pasos

  • Eran los años 20/30 y el Perú era un país más descentralizado. Las personas que trabajaban en el sector minero no vivían en Lima, se establecían con sus familias en el lugar donde se encontraba la mina. Ernesto Baertl Schütz y Luis Cáceres laboraban en la mina Colquijirca, Aquiles Venegas, Ing. Agrónomo, dirigía las haciendas de Eulogio Fernandini y Amador Nycander en la Cerro de Pasco Corporation.
  • Estos 4 hombres laboraban en la zona, la conocían y la respetaban. Eran empresarios que se integraron a la comunidad, llegando a asumir responsabilidades cívicas.
  • Con el tiempo nació una amistad entrañable entre ellos, unidos por la pasión a la minería. Luego se sumó al grupo de amigos Manuel Montori, abogado de profesión, residente en Lima.
  • En 1934 deciden iniciar su primera aventura minera: CUYUMA, muy pequeña operación situada en las alturas de Huariaca, entre Cerro de Pasco y Huánuco.
  • Lamentablemente, luego de unos años fracasaron en su intento y tuvieron que paralizar las operaciones. Fueron conocidos como las 5 barretas de Cuyuma.
  • Eulogio Fernandini, accionista de la naciente Atacocha le solicitaba a Ernesto Baertl que supervisara el avance de los trabajos iniciales, que se venían realizando, lo cual le llevaba a visitar Atacocha con frecuencia.
  • Para llegar, él debía ir a caballo a lo largo de la quebrada Atacocha donde se encontraban las labores mineras realizadas años antes por Agustín Arias Carracedo, conocidas como el Rajo Arias.  Sus difirentes visitas le permitió evaluar su potencial y visualizar la posibilidad de desarrollar un nuevo emprendimiento minero.
  • En 1942 Ernesto Baertl, luego de 21 años de trabajo para la negociación minera Eulogio Fernandini, renunció a Colquijirca para asumir la gerencia de operaciones de Castrovirreyna Metal Mines, en Huancavelica. Cada uno de sus amigos siguió trabajando a lo largo de los años en sus labores, pero sin renunciar al sueño de desarrollar  algún día una operación minera en el Rajo Arias.
  • Ernesto Baertl a su retiro, le pidió permiso a Fernandini, su ex jefe, para iniciar el proyecto lo que denota el gran respeto empresarial que se respiraba en esa época.
  • Luego Baertl le encarga a Aquiles Venegas y Axel Nycander adquirir los derechos mineros donde se ubicaba el Rajo Arias e iniciar progresivamente labores de reconocimiento del proyecto que denominaron  ¨El Porvenir¨.
  • La perseverancia de este grupo de amigos hizo que luego de varios años finalmente naciera de su unión, amistad y respeto a la tierra un proyecto pequeño, que con el tiempo se volvió un gran emprendimiento minero, que rescató los grandes valores empresariales de la amistad y de la minería nacional.
  • En los primeros meses se realizaron trabajos de exploración y desarrollo,  para el siguiente año, durante 1950 lograron producir tan solo 5,144 ton. las que debieron ser llevadas a la planta concentradora de Colquijirca para su tratamiento.
  • En paralelo se construyó en  “El Porvenir” la planta concentradora con una capacidad inicial de 50 ton/día, la cual entra en operación en Febrero de 1952.  Esta fase inicial incluye la compra de las hidroeléctricas de Rayhuán y de Yanamachay así como de la construcción de las primeras viviendas, talleres y Almacén.
  • Sin duda alguna, la dación de políticas a favor de la inversión privada, lo cual incluyó el Código de Minería de 1950, aunado a positivas condiciones de mercado facilitaron el crecimiento progresivo de “El Porvenir”

Profesionalismo puesto al servicio del país

  • Milpo se ha caracterizado por ser una empresa que siempre miró hacia adelante. Una empresa hacedora, con muchas ganas de seguir creciendo.

Arraigo y espíritu de país

  • La mediana minería se hizo con gente que estuvo muy familiarizada con su entorno. Las empresas estaban cerca de las comunidades, y las comunidades se sentían cerca de las empresas. Las familias de los trabajadores se trasladaban dónde estaba la operación y sociabilizaban con la comunidad. Se respiraba una cultura integrada con el entorno. 
  • Las empresas pioneras buscaban desarrollo, ayudaban a los pueblos y los pueblos admiraban a la empresa, dado que la tomaban como un vecino serio, que les daba beneficios, pero sobretodo, las respetaba.  La relación era directa y humana. En las relaciones comunitarias participaban todos los empleados, incluidos el gerente.  Es por ello que cuando había un problema, venían y buscaban directamente.
  • El liderazgo que ejerció la compañía fue un liderazgo inspirador. Siempre hubo una vocación por participar en la búsqueda de la mejora del Perú.
  • En la actualidad se respira un espíritu de industria, pero lamentablemente no un espíritu de equipo. Muchas de las empresas mineras ahora son corporaciones que están distanciadas de su entorno. Se debe cerrar la brecha de ese distanciamiento para volver a conectar con las comunidades y con sus grupos de interés de una manera más directa, y sin tantos intermediarios. Se debe volver a conectar con el espíritu país.
  • La organización trascendió gracias al manejo profesional y a la vez humano que se tenía. La característica que más resaltó hacia afuera fue, sin lugar a dudas, el liderazgo, el cual venía desde arriba y se interiorizaba a través del ejemplo, transmitiéndose en todos los niveles. Más que lo que dices, importa, lo que haces, era uno de los rasgos distintivos de su cultura.
  • En Milpo los líderes tenían una autoridad moral muy grande para predicar con el ejemplo.  Inculcaban el trabajo en equipo y el compromiso con la sociedad con la misma fuerza que lo hacían con la productividad y los resultados operativos. El liderazgo personal, luego se volvió un liderazgo corporativo que finalmente trascendió a la empresa llegando a la sociedad.

Desarrollo Socio-Económico

  • En estas épocas cuando llegaba una empresa minera las comunidades se alegraban muchísimo. Las empresas pioneras en la minería se conectaban con sus comunidades y generaban inclusión social, sin que nadie se lo haya impuesto. Solo era una genuina y sostenida relación con su comunidad, y lo hacían porque consideraban que era su responsabilidad hacerlo.

Resiliencia, una condición para sobrevivir

  • Las empresas pioneras mineras como Milpo lograron sobrevivir a múltiples condiciones negativas generadas por un entorno político y económico cambiante, agresivo y desfavorable.

La estatización de la minería

  • Durante los 70´s, el gobierno militar expropió la firma estadounidense Cerro de Pasco Corporation la cual se convirtió en Centromin. Milpo estuvo en la mira un tiempo.
  • La estatización de algunas operaciones mineras, como la Cerro de Pasco Corporation y Marcona, estuvo acompañada con el monopolio de la comercialización de minerales por el Estado a través de Minero Perú.  
  • En este periodo de incertidumbre y gran presión política se sumó también una limitación operativa debido a la prohibición en la importación de equipos y tecnología.
  • Durante esta época se vivió un ambiente de gran agitación social. Las huelgas y paros se desarrollaron con frecuencia.

El primer gobierno de Alan García

  • El periodo de gobierno de Alan García,  de 1985 a 1990, se caracterizó por situaciones del entorno adversas, tales como: terrorismo, populismo, hiperinflación, expropiación de bancos y por el famoso dólar MUC.
  • Todo esto configuró un reto gigante para la subsistencia de las empresas, pero las que lo lograron se convirtieron en compañías sólidas y cohesionadas, y Milpo fue una de ellas.
  • En la zona de Pasco que constituía el entorno geográfico de Milpo, se desarrollaron activamente acciones terroristas que ocasionaban pérdidas de vidas humanas y severos daños materiales. Todo ello deterioraba el clima laboral, causando miedo y temor en los trabajadores.
  • Milpo como las otras empresas privadas hicieron suyo el deber de colaborar al esfuerzo nacional en la lucha contra el terrorismo que afectaba gravemente al país, a sus ciudadanos y a la economía nacional.
  • Por el lado financiero el nivel de endeudamiento ahogaba a Milpo y amenazaba su viabilidad. Las exportaciones se pagaban con dólar MUC y los costos subían con dólar libre, expropiándose buena parte de los ingresos generados.
  • La renovación de la deuda se tenía que hacer todas las semanas. Los intereses volaban. Si no lograbas renovar la deuda, te quedabas sin financiamiento y entrabas en default.
  • Otro factor que generaba especial preocupación eran las dificultades en la importación de repuestos, insumos y equipos que se requerían para las operaciones, debido a la escasez de divisas en el país. 
  • A pesar de las condiciones externas desfavorables, Milpo optó por seguir invirtiendo, confiando de esa manera en el futuro del Perú, en favor de la mejora de la capacidad operativa y de la eficiencia, así como en el impacto positivo de la calidad de vida de los trabajadores, a través del programa de remodelación de viviendas y obras complementarias para el bienestar de las familias
  • El sector minero no es especulativo, es una industria que apunta al largo plazo para crecer. Y por ello las empresas que querían trascender debían soportar épocas malas y gobiernos malos, mirando siempre hacia el futuro.

Situación actual

  • En estos momentos el país atraviesa nuevamente una situación económica social y política muy delicada, y rendirse no debe de ser una opción. Invito a todos los empresarios a recordar la historia y analizar las diferentes lecciones aprendidas que uno puede sacar de ella. La principal y más importante es buscar las oportunidades en medio del caos, con una estrategia clara mirando hacia el futuro. No permitamos nunca que el miedo frene su crecimiento.  Hoy el Perú requiere con urgencia que asumamos una actitud luchadora frente a la adversidad
  • La crisis económica derivada de la segunda guerra mundial hizo que el Perú busque promover la minería y, gracias a ello, se dio el Código de Minería de los años 50´s, porque era claro que para levantar la economía del país se debía recurrir a la minería. De la misma manera, hoy, en el Perú, la minería puede, y debe, volver a jugar un rol protagónico para la reactivación de la economía y el desarrollo social a gran escala.
  • Lamentablemente, la minería peruana ha perdido su sitial en la sociedad. Contradiciendo la realidad, se ha hecho creer que sus impactos negativos son mayores que los positivos. Sucesivos gobiernos han dejado de promover su desarrollo y muchos gobiernos regionales y locales combaten su presencia.
  • La opinión pública está confundida sobre su naturaleza y gran parte de los medios de comunicación difunden imágenes distorsionadas de la industria.
  • Este es un fenómeno peruano, puesto que los países mineros que compiten con el Perú, no adolecen de los mismos problemas. Ellos siguen teniendo a la minería como una actividad estratégica para su desarrollo.
  • La minería ya ha realizado grandes contribuciones, pero ese beneficio puede ser mayor si se diera el compromiso, tanto de las autoridades como de los actuales líderes mineros de sacar adelante el país utilizando como palanca a este sector tan importante. El Perú tiene la suerte de tener los minerales, de generar la energía a buen costo y de contar con la mejor mano de obra de la región aasí como excelentes  técnicos y profesionales mineros. Nuestro país lo tiene todo, solo falta generar la atmósfera adecuada para que la inversión vuelva a florecer.  Y para ello,  solo nos basta recordar que, siempre, el Perú es primero. Cuento con ustedes. Lampadia



Las incomprensibles priorizaciones de proyectos en el Ministerio de Transportes

Las incomprensibles priorizaciones de proyectos en el Ministerio de Transportes

Jorge Coll Calderón
Ingeniero, M.Sc. (U. of Texas-Austin), MBA (ESAN)
Para Lampadia

El incremento de la productividad, reflejado en mejores sistemas de transporte público y menores costos logísticos para las cadenas productivas, en buena parte, recae en las decisiones del Ministerio de Transporte (MTC), pues maneja cerca del 50% de la inversión pública.

Sin embargo, los costos logísticos representan más del 30 por ciento de los costos finales de las mercaderías, mientras que en Chile estos costos sólo representan alrededor de 15%. Por otro lado, la Metrópoli de Lima probablemente pierde anualmente, más US$ 5,000 millones por el caos del transporte, y sin tener solución a la vista.

Se ha comprobado, a través del tiempo, que el MTC no prioriza los proyectos de manera correcta, y además, ejecuta los proyectos, basados en estudios deficientes; esto quiere decir:

1) con una deficiente predictibilidad de los presupuestos de obra, que luego generan adicionales de obra si la licitación se ejecuta a precio unitario (caso Interoceánica), u ofertas de construcción caros, si la licitación se ejecuta a suma alzada (caso L2 del Metro); y/o,

2) también con una deficiente predictibilidad de la demanda (como la errada sobreestimación de beneficios para la Interoceánica).

Como consecuencia de todo ello, se generan en los proyectos, numerosos imprevistos, que terminan perjudicando al país de diferentes maneras. Cabe mencionar, que de seguro, el país pierde mucho más dinero, por estas incorrectas priorizaciones en sus proyectos, que por la corrupción. Veamos solo un par de ejemplos, de muchos que hay:

  1. El caso de la Carretera Interoceánica, con la buena Pro otorgada en agosto-2005, para un costo de inversión en construcción de US$ 880 millones, que terminaron costando el triple. Cuando se hizo el estudio de factibilidad de esta carretera, el Consultor de turno asumió, aparentemente presionado por el gobierno, que el Departamento de Madre de Dios iba a tener una producción agropecuaria igual a la de Lambayeque y Piura juntos. Como terminó costando el triple, entonces, para que esta carretera sea socialmente rentable, debiera tener una producción agropecuaria el triple de Lambayeque y Piura juntos. Más bien ocurrió lo contrario, pues generó pasivos ambientales, trata de personas, etc. En vez de la Interoceánica, se debió haber construido, por ejemplo, vías alternas a la carretera Central, que en este momento está colapsado; mientras que el peaje de la Interoceánica, ni siquiera alcanza para el mantenimiento, requiriendo el continuo subsidio del Estado.
  2. En este momento, el MTC pretende otorgar en concesión el tren de Lima a Ica, con un proyecto de factibilidad, es decir, probablemente, con un presupuesto de obra insuficientemente acotado; mientras que por otro lado, el MTC posterga la construcción de las líneas 3 y 4 del Metro de Lima. Es evidente que por la demanda actual, en este momento, no hace falta el tren de Lima a Ica; mientras que el caótico tráfico de la ciudad de Lima clama por varias soluciones, entre ellas, la implementación urgente de la Red Básica del Metro de Lima, que se ejecuta de una manera lenta (1.5 Km/año); mientras que la ampliación del metro de Madrid se hizo a un ritmo de 20Km/año (1997-2007), y a costos por Km, como la mitad de la L2 del Metro de Lima; o la L1 del metro de Quito de 22Km que se construyó en 4 años (2016-2020) a costos por Km, como el 60% de la L2 del Metro de Lima.

Para solucionar estos problemas del MTC, se requiere que se conforme una Gerencia de Proyectos, con profesionales del mejor nivel, en las especialidades relevantes, cuyas opiniones técnico-económicas debieran ser respetadas y sin presiones políticas de las autoridades de turno. Caso contrario, nos seguiremos hundiendo en nuestra ineficiencia, conduciéndonos, o estando ya, en la trampa del país de ingresos medios. Lampadia




Productividad desacelerada en el mundo emergente

Productividad desacelerada en el mundo emergente

Un reciente e interesante artículo publicado por The Economist, que compartimos líneas abajo, explica la situación de desaceleración que se encuentra experimentando la productividad laboral tanto en el mundo desarrollado como el emergente en la década pasada, a la vez que sugiere posibles hipótesis para explicar este comportamiento.

Como se podría conjeturar, en los países desarrollados el rol tecnológico habría jugado un papel importante en esta desaceleración en tanto puede que las innovaciones del 2010 no significaron en su momento un notorio avance en relación a otros inventos que gatillaron la producción en la década de los 2000. A esto se sumaría también la guerra comercial EEUU China que ha lanzado a los países a imponer proteccionismos en sus industrias, desplomando el comercio internacional.

Sin embargo, como también enfatiza el popular medio británico, el meollo del asunto en el caso de los países emergentes estaría explicado fundamentalmente por una desacumulación de capital, lo cual estaría haciendo menos productivos a los trabajadores en relación a los años 2000. La década de los 2000 a diferencia de la de los 2010 estuvo caracterizada por un boom de commodities impulsado por China, lo cual generaba grandes retornos con consecuentes altos niveles de inversión extranjera en los países exportadores de materias primas como el Perú.

Si bien esto explica gran parte del estancamiento experimentado en América Latina (ver Lampadia: ¿Una década perdida en América Latina?), creemos que existe una suerte de responsabilidad compartida puesto que a la par del factor externo, la coexistencia de populismos de izquierda como el acaecido en Brasil, Argentina, Venezuela, y en menor medida en Perú, comprometieron fuertemente los volúmenes de atracción de inversión privada tanto nacional como extranjera, en tanto se lapidaban los incentivos de acumulación de capital. Los escándalos de corrupción de Odebrecht también jugaron un rol como hemos escrito en anteriores oportunidades.

En ese sentido, consideramos que para retomar el gran crecimiento de la productividad que caracterizó la década de los 2000 en el mundo emergente, se debe atraer más inversión y más comercio, de forma que la brecha que aún nos lastra en nuestros niveles de vida frente a los países ricos pueda ser acortada con mayor premura. Lampadia

No solo un problema del primer mundo
Las economías emergentes están experimentando una desaceleración prolongada de la productividad

Parecen condenados a quedarse atrás de los países ricos por más tiempo de lo esperado

The Economist
18 de enero, 2020
Traducido y comentado por Lampadia

¿Cómo se comparan las innovaciones modernas con las del pasado? Algunos economistas, como Robert Gordon, de la Universidad Northwestern, argumentan que los autos sin conductor, las impresoras 3D, etc., se vuelven insignificantes en comparación con los frutos de revoluciones industriales anteriores, como la producción en masa. Eso, piensan, explica una prolongada desaceleración de la productividad en EEUU y otras economías ricas que la crisis financiera profundizó.

¿Pero qué hay de otros lados? Los países en desarrollo están, por definición, a cierta distancia de la frontera tecnológica. Un consuelo de su posición es la vasta acumulación de innovaciones pasadas que les queda para explotar más plenamente. Su crecimiento depende más de la imitación que de la innovación. Un país donde la mayoría de las personas todavía andan en scooter no tiene que preocuparse si el próximo Tesla no llega a tiempo.

Y, sin embargo, ellos también han sufrido una disminución de la productividad. Según un nuevo informe del Banco Mundial, la desaceleración es la “más pronunciada, más larga y más amplia hasta la fecha”, según los datos que se remontan a cuatro décadas. El PBI por trabajador de las economías en desarrollo es casi un 14% más bajo que si la productividad no hubiera perdido impulso.

El Instituto de Finanzas Internacionales, un grupo de expertos, cree que los mercados emergentes ahora sufren una variante del “estancamiento secular” que atormenta al mundo rico. Oxford Economics, una consultora, argumenta que los mercados emergentes han perdido volatilidad y vigor, consignándolos a una “estabilidad de rejilla”. Capital Economics, otra consultora, predice que en la próxima década, “el crecimiento generalizado de los mercados emergentes de las últimas dos décadas llegará a su fin”. En la mayoría de los mercados emergentes que rastrea, el PBI por persona creció menos rápidamente el año pasado que en EEUU. Se supone que la imitación es más fácil que la innovación. Pero a pesar de que a las economías líderes les resulta más difícil abrir un camino, muchos de sus seguidores se han perdido por completo.

¿Cómo pasó esto? Cuando miran al mundo rico, a algunos economistas les preocupa que las grandes empresas la tengan demasiado fácil. Sin una fuerte competencia, tienen pocos incentivos para innovar o invertir. Pero cuando miran al mundo pobre, a algunos les preocupa que las grandes empresas ahora la tengan demasiado difícil. En una encuesta a más de 15,000 compañías, el Banco Mundial muestra que las grandes empresas en los países pobres tienden a ser más productivas y más propensas a exportar que sus rivales más pequeños. En el pasado, estas empresas han sido conductos importantes para mejorar el conocimiento y las tecnologías adquiridas de socios y rivales en el extranjero y transmitidas a proveedores e imitadores en casa. Pero las “rutas hacia la transferencia de tecnología se están reduciendo”, señala el banco, gracias al creciente proteccionismo y el alto en la expansión de las cadenas de valor mundiales.

Sin embargo, la falta de transferencia de tecnología es solo una parte del problema. La mitad de la desaceleración en el crecimiento de la productividad laboral en los últimos años refleja no un fracaso para imitar, sino un fracaso para acumular: la débil inversión ha dejado al trabajo con muy poco capital para trabajar. Este déficit en la inversión explica toda la desaceleración de la productividad en el sur de Asia, el Medio Oriente y el norte de África, y dos tercios de eso en Europa y Asia Central. Ese es un problema grave, pero también tranquilizador convencional. En la medida en que el bajo gasto de capital proviene de la falta de crédito o confianza, es bastante fácil imaginar una reversión una vez que las heridas financieras sanan y el espíritu animal revive.

La renuencia a movilizar capital ha sido igualada por la lentitud de los trabajadores en la mudanza. En cualquier país, algunas partes de la economía (como la manufactura) son más productivas que otras (como la agricultura). Pero esta brecha es inusualmente grande en los países en desarrollo, donde lo moderno y lo medieval a menudo coexisten. En principio, por lo tanto, las economías emergentes tienen mucho que ganar al trasladar trabajadores entre sectores, incluso si la productividad dentro de cada sector no mejora. En el típico país en desarrollo, este movimiento contribuyó con aproximadamente 1.1 puntos porcentuales al crecimiento en los años previos a la crisis financiera mundial. Esa contribución se ha reducido a solo 0.5 puntos en los últimos años (ver gráfico líneas abajo). En América Latina y el Medio Oriente, la contribución fue negativa: los trabajadores se mudaron por el camino equivocado, a donde eran menos productivos.

Quizás la explicación más simple para la caída de la productividad radica en el auge que la precedió. Durante cinco años extraordinarios, marcados por la crisis financiera mundial, China experimentó un crecimiento excepcional que atrajo a los exportadores de productos básicos. Ese mismo éxito dejó al gigante asiático con menos espacio para un mayor crecimiento de recuperación, lo que contribuyó a su inevitable desaceleración. Su crecimiento también se ha vuelto más autónomo y menos intensivo en productos básicos.

El ritmo y el patrón cambiantes del crecimiento de China resultaron ser un desastre para muchas economías en desarrollo que exportan productos, especialmente en América Latina y Oriente Medio. Su crecimiento de la productividad se ha derrumbado. Pero en otras economías en desarrollo, las afirmaciones de estancamiento secular y el fin del crecimiento de recuperación parecen exageradas. Su crecimiento de la productividad está cerca de su promedio de 25 años y todavía está cómodamente por encima del mundo rico. Es lento solo en comparación con unos pocos años antes y después de la crisis financiera mundial.

En una publicación del Banco Mundial hace 25 años, Lant Pritchett, ahora en la Universidad de Oxford, enfatizó que el crecimiento por imitación fue históricamente bastante raro. Sí, la imitación debería ser más fácil que la innovación (y los rendimientos de la inversión deberían ser altos cuando el capital es escaso). Pero a menudo se interponen otros factores. Después de todo, si los países pobres crecieran de manera confiable más rápido que los ricos, no habría tantos países pobres todavía alrededor. El “rasgo dominante” de la historia económica moderna no era la convergencia entre países ricos y pobres, escribió Pritchett, sino “divergencia, a lo grande”.

La última década, a pesar de todas sus decepciones, ha resistido esa tendencia histórica, aunque menos impresionante que la década anterior. Para las economías emergentes, los años 2010 fueron decepcionantes. Pero seguían siendo la segunda mejor década de los últimos 50 años. Lampadia




La oportunidad para el gran punto de inflexión

Jaime de Althaus
Para Lampadia

La confrontación entre el Ejecutivo y el Congreso ha culminado con el otorgamiento de la confianza. Es de esperar, entonces, que en la Comisión de Constitución se alcance un consenso para avanzar en la aprobación de los proyectos de reforma política que, junto con la reforma del sistema judicial, es muy importante para construir una institucionalidad que mejore la gobernabilidad e instaure el Estado de derecho, bases fundamentales de la prosperidad y el crecimiento.

Pero no es necesario esperar hasta el mediano o largo plazo para que esos objetivos se alcancen. El gobierno puede y debe ir avanzando con decisiones cruciales que tendrían un impacto muy grande en el corto plazo para mejorar sustancialmente las condiciones para la inversión, el crecimiento y la generación de empleo formal e inclusivo en el Perú. Y también el Estado de derecho. Se trata de la licencia de construcción de Tía María, que debería darse antes del 31 de julio que vence la vigencia del estudio de impacto ambiental de ese proyecto, y la inclusión en el Plan Nacional de Competitividad de un conjunto potente de reformas laborales y tributarias que permitan incluir en la legalidad formal a muchísimas empresas y trabajadores hoy excluidos y que permitan su crecimiento económico, hoy reprimido.

La primera decisión tendría el valor simbólico de señalar que el Estado peruano se decide a desarrollar el enorme potencial minero que tenemos y que puede convertirnos en un país desarrollado, y que empieza a crear las condiciones para ello. Es decir, que empieza a tener la madurez suficiente para manejar procesos que permitan la inversión asegurando los derechos de todos.

La segunda indicaría que hemos empezado un proceso para cerrar la mayor desigualdad estructural y social existente el país: la que separa a los formales integrados al mundo moderno, de los informales e ilegales arrinconados en los márgenes del desarrollo y la legalidad.

Sobre la decisión de otorgar la licencia de construcción a Tía María ya nos explayamos la semana pasada en este mismo portal. Respecto de lo segundo hay que decir que el Estado peruano ha agotado ya todas las instancias de diálogo en el Consejo Nacional de Trabajo (CNT), y no ha sido posible conseguir la participación ni el aporte de las centrales sindicales, con la CGTP a la cabeza. Por lo tanto, es necesario tomar una decisión ante un tema que tiene que resolverse si queremos volver a crecer con oportunidades para todos.

El proceso comenzó a mediados del año pasado con la pre publicación del “documento de política”. En el Objetivo de Política Nº 5, orientado a “crear las condiciones para un mercado laboral dinámico y competitivo para la generación de empleo formal”, se identificaron con claridad los problemas e implícitamente las soluciones:

  • El Perú es uno de los países con mayor rigidez para contratar y despedir trabajadores.
  • El Perú registra mayores costos laborales no salariales respecto a sus pares de la Alianza del Pacífico (Chile, Colombia y México): 50.3% respecto al salario mensual neto que recibe el trabajador mientras que Colombia es el 30.4%, Chile el 15.8% y México el 21.1%.
  • En el Perú la indemnización por concepto de despido injustificado es alta si se compara con nuestros pares de la Alianza del Pacífico (Chile, Colombia y México)

Ese documento de política, luego de recibir comentarios, se convirtió en la “Política Nacional de Competitividad y Productividad”, aprobada por decreto supremo el 31 de diciembre del 2018. El problema es que la “Política…” diluyó y relativizó el diagnóstico que estaba en el documento de trabajo llegando a decir que en realidad la solución no pasa por reducir esos costos no salariales porque ya tenemos regímenes especiales menos onerosos y no han resuelto el problema, una falacia que ya desbaratamos en un artículo anterior.  

La CGTP no se presentó

El hecho es que las centrales sindicales, con la CGTP a la cabeza, protestaron porque no habían sido consultadas para la elaboración del Objetivo de Política Nº 5, y se retiraron, una vez más, del Consejo Nacional de Trabajo (CNT), pese a que el mencionado capítulo no contenía propuesta de cambio alguna. El presidente de la República las invitó a Palacio y allí les solicitó que se reincorporen para discutir precisamente ese capítulo, que se decidiría en el CNT, y se dictó un decreto para disponerlo así.

El pasado jueves 30 de mayo se llevó a cabo la reunión del CNT en la que los sindicatos y los gremios empresariales debían presentar sus propuestas finales respecto del Objetivo de Política Nº 5, pero las centrales no se presentaron. Si hubieran tenido propuestas y argumentos, habrían asistido. No lo hicieron. El gobierno, entonces, tiene el camino libre para incorporar en el Plan Nacional de Competitividad que se apruebe próximamente las reformas necesarias para desentrampar el mercado laboral e incorporar a los marginados.

Los gremios empresariales, en cambio, habían unificado posiciones y presentaron un documento completo que incluye no solo propuestas relativas a la regulación de las relaciones laborales sino otras para resolver problemas de desnutrición y anemia, educación, educación tecnológica, condiciones para la inversión y el crecimiento de las Mypes, simplificación administrativa y análisis de impacto regulatorio de las normas que emite el Estado, extensión de régimen agrario y exportador, etc.

La importante propuesta de Macroconsult

Macroconsult, por su parte, con el auspicio de la Cámara de Comercio de Lima, formó un equipo liderado por Elmer Cuba y Claudia Cooper que elaboró una muy bien pensada propuesta de formalización laboral y tributaria que también ha sido elevada al gobierno. Dicha propuesta tiene como concepto central cambiar el paradigma de regímenes especiales para la micro y pequeña empresa (laborales y tributarios) por escalas graduales basadas en el ingreso del trabajador o en las utilidades de la empresa. Esto para evitar los saltos mortales de un régimen al siguiente, que desalientan el crecimiento y fomentan la subdivisión de las empresas o la informalización de los trabajadores, y para facilitar la formalización de las propias empresas.

Así, en lo laboral se plantea un régimen general único basado en una escala gradual de ampliación de beneficios en función del tamaño del sueldo, tal como podemos ver en el siguiente cuadro, que compara al régimen actual de la microempresa con la escala que se propone, hasta llegar al régimen general actual que sería la última escala de un régimen general gradual:

Fuente: “Reforma laboral para la reducción de la informalidad y el aumento de la productividad (presentación preliminar), Macroconsult, junio 2019

Lo interesante es que la unidad de ampliación de beneficios ya no es la empresa según su número de trabajadores, sino la persona misma, el trabajador, en función del tamaño de su remuneración. Eso implica que en una misma empresa podría haber varios regímenes o escalas o que en una empresa con muy pocos trabajadores pero de servicios profesionales bien remunerados, sus empleados estarían en la escala más alta, por ejemplo.

La propuesta incluye la idea de que cuando el trabajador pasa a la segunda escala (salario entre 1,500 y 2,500 soles), la empresa empieza a pagar a Essalud aunque solo 6%, pero el trabajador no perdería el acceso al SIS, que es más valorado por su prontitud en la atención que Essalud. De esa manera, al mismo tiempo, Essalud tiene un nuevo ingreso sin que tenga que dar el servicio.

La propuesta implica que cuando una empresa crece no pasa de un régimen a otro incrementando sustancialmente los costos no salariales del trabajo, sino que estos se incrementan gradualmente en la medida en que suben las remuneraciones de sus empleados. Pero mejor aún sería plantear una escala de ampliación de beneficios más continua, con rangos más pequeños.  

Evidentemente, sin embargo, el límite al potencial formalizador de esta propuesta y de cualquier otra, está en el nivel relativamente alto del salario mínimo que, según cálculos del IPE, es superior al salario promedio en el sector informal. Se constituye, entonces, en una barrera absoluta a la formalización. Dicho salario no debería ser subido hasta que técnicamente su nivel se adecúe a la realidad del mercado laboral y permita la formalización de los trabajadores sin derechos.

Ahora bien, la propuesta laboral facilitará el crecimiento de las empresas ya constituidas formalmente y evitará la informalización del trabajo dentro de ellas. Pero la gran mayoría de empresas es informal, informal tributariamente, o está en regímenes como el RUS que disfrazan la informalidad o se usan para sacarle la vuelta al fisco. En ese sentido, para facilitar la formalización y el crecimiento de las empresas formales, Macroconsult plantea suprimir los regímenes especiales (parte del RUS, RER, Mype tributario –RMT-, régimen general) y reemplazarlos por un régimen general único gradual y progresivo, algo que siempre hemos demandado en Lampadia. Lo podemos ver en el siguiente cuadro:

Fuente: “Reforma laboral para la reducción de la informalidad y el aumento de la productividad (presentación preliminar), Macroconsult, junio 2019

Esto supone mantener el RUS con un techo más bajo y solo para casos especiales (mercados de abastos y bodegas), que las personas naturales que usan RUS deban migrar hacia el impuesto a la Renta de personas naturales, que las personas con negocios que usan RUS y las que tienen RER y RMT deban migrar al Impuesto a la Renta de tercera categoría progresivo, y que las personas con negocios deben registrarse como persona jurídica. Todos los individuos tendrían que emitir una declaración jurada obligatoria. Por supuesto, la Sunat ayudaría con una contabilidad progresiva.

Nuevamente acá la escala podría ser más continua, para eliminar al máximo los saltos. Y, de hecho, una escala como esta ayudaría a la formalización y el crecimiento  empresarial. La masificación de los comprobantes electrónicos haría todo esto posible.

Las propuestas de Lampadia

Sería conveniente que el gobierno analice esas propuestas y las compatibilice con las que formuló el Consejo Privado de Competitividad en relación al mercado laboral, e incluya también las que hemos discutido en Lampadia en un taller en el que participaron Miguel Jaramillo, Gustavo Yamada, Germán Lora, Jorge Toyama y Pablo Bustamante, que adjuntamos al presente. En dicho taller se elaboró una lista mínima de reformas:

  • Cambio de criterio del Tribunal Constitucional, limitando la posibilidad de reposición a despido nulo, conforme a ley (posición de magistrado Sardón de Taboada). O, en su defecto, modificación de artículo 27 de la Constitución Política de 1993, fijando la indemnización por despido arbitrario como mecanismo protector frente al despido, abriendo la posibilidad de reposición únicamente para despido nulo (hay un proyecto de la congresista Letona en este sentido).
  • Modificación del artículo 8 del Texto Único Ordenado de la Ley de Productividad y Competitividad Laboral, permitiendo pactar la Remuneración Integral Anual (RIA) sin que exista un límite mínimo de remuneración (2 UIT es en la actualidad) para ello (salvo la RMV).
  • Considerar la Compensación por Tiempo de Servicios (CTS) solo como seguro de desempleo. Establecer un tope de 6 sueldos en la cuenta de trabajador. Llegado a dicho tope, el empleador no tiene obligación de seguir haciendo depósitos. Esa cuenta solo podrá ser abierta por el trabajador cuando esté desempleado. No se podrá hacer retiros parciales.
  • Mejorar la regulación del tiempo parcial: aumentar número máximo de horas trabajadas a la semana a 30 horas. Modificar el Decreto Supremo N° 1-96-TR, estableciendo que será trabajo a tiempo parcial el trabajo realizado en menos de 24(30) horas a la semana, independientemente de los días que se labore.
  • Aprobar la ley de empleo juvenil.

Fuera de eso, en Lampadia hemos desarrollado una propuesta clave indispensable para formalizar la economía y el trabajo y resolver el problema pensionario:

  • Que los ciudadanos puedan, desde los 18 años, aportar a su cuenta individual de pensiones una parte del IGV que pagan cuando compran cualquier producto. Esto no solo resolvería el problema pensionario de la población peruana, sino que ayudaría a formalizar la economía vía el pedido de facturas. Esta reforma tiene el potencial incluso para construir gradualmente un sistema de salud universal e integrado.

El gobierno está ante la responsabilidad histórica de incorporar en el Plan Nacional de Competitividad estos y otros cambios orientados a modernizar la legislación laboral, tributaria y social para hacerla más inclusiva y más adaptada a la cuarta revolución industrial que se nos viene, y a la que no podremos sobrevivir si es que no actualizamos nuestro marco regulatorio. De paso propiciaría una gran revolución: la que haga posible reducir sustancialmente la gran desigualdad estructural de nuestro país, que es la que excluye al sector informal emergente de la formalidad y el crecimiento económico. Lampadia




La economía de la inteligencia artificial (IA)

La economía de la inteligencia artificial (IA)

Hemos dedicado numerosos artículos para abordar las implicancias que tiene el uso de la inteligencia artificial (en adelante, IA) en una serie de tópicos que van desde el mercado laboral (ver Lampadia: La revolución de la IA en el trabajo), hasta la misma ética empresarial (ver Lampadia: La ética en la inteligencia artificial (IA)); así como sus impresionantes prospectos futuros que podrán ser posibles gracias a la robótica (ver Lampadia: Visiones de un experto robotista hacia el 2069).

Sin embargo, aún no hemos ahondado lo suficiente en los mecanismos, a través de los cuales, las empresas y los modelos de negocios pueden ir introduciendo esta nueva tecnología en sus procesos productivos, de manera que generen enormes ganancias de productividad.

En esta línea, queremos compartir una excelente entrevista realizada por Mckinsey a Ajay Agrawal – profesor de la Rotman School of Management de la Universidad de Toronto y uno de los autores del reciente libro “Máquinas de Predicción: La Economía Simple de la Inteligencia Artificial” publicado en octubre del año pasado – en la que señala, de manera simple y didáctica, la forma en que la IA actúa en la economía, particularmente, a través de los costos de predicción (ver artículo líneas abajo).

Asimismo, provee de una guía muy útil hacia los líderes de las organizaciones para facilitar la búsqueda de espacios y áreas de la empresa en donde esta tecnología pueda ser implementada satisfactoriamente, así como de tips para aprovechar su potencial al máximo.

Es importante destacar que la tesis central del profesor Agrawal indica que conforme la IA recopila mayor información del comportamiento humano, va reduciendo cada vez más los costos de predicción de las actividades económicas que intenta replicar. Esto último genera que el precio de bienes sustitutos como la predicción humana se reduzca, y de bienes complementarios como la data, el juicio humano y la acción empresarial aumente.

Así, las posibilidades que tiene esta tecnología para seguir generando transformaciones en los modelos de negocio son ilimitadas en tanto los problemas que antes consideraban los empresarios como ajenos a la predicción – por los altos costos arraigados en este proceso -,con dicho avances, ahora pueden ser tratados como tales. Este es el caso pues de los automóviles autónomos o de la predicción de compras por e-commerce.

Esperamos que conforme el uso de la IA se masifique en el ámbito empresarial de los países de Occidente, esta pueda penetrar con mayor facilidad en los negocios de los países emergentes como el Perú, los cuales se muestran ávidos por incrementar su productividad, a través de la innovación disruptiva provista por la IA. Lampadia

La economía de la inteligencia artificial

Ajay Agrawal,  profesor del Rotman School of Management, explica cómo la IA cambia el costo de la predicción y lo que esto significa para los negocios.

McKinsey Quarterly
abril, 2018
Traducido y glosado por Lampadia

Con tantas perspectivas sobre el impacto de la inteligencia artificial (IA) que inunda la prensa de los negocios, cada vez es más raro encontrar una que sea verdaderamente original. Entonces, cuando el profesor de estrategia Ajay Agrawal compartió su brillante y simple visión sobre la inteligencia artificial, nos levantamos y lo notamos. Agrawal, que enseña en la Rotman School of Management de la Universidad de Toronto y trabaja con empresas emergentes de IA en el Creative Destruction Lab (Laboratorio de Destrucción Creativa), que él fundó, postula que la IA cumple un único objetivo económico, pero potencialmente transformador: reduce significativamente el costo de predicción.

El presente comentario es una adaptación de una reciente entrevista con Rik Kirkland de McKinsey, resume la tesis de Agrawal. Considérelo como una guía del CEO para analizar y priorizar las oportunidades de IA.

Efectos de la caída de los costos

Cuando observamos la inteligencia artificial desde la perspectiva de la economía, nos hacemos la misma pregunta que hacemos con cualquier tecnología: ¿Qué reduce el costo? La respuesta revela por qué la inteligencia artificial es tan importante en relación con muchas otras tecnologías interesantes. La inteligencia artificial puede ser refundida, lo que provoca una caída en el costo de un insumo de primer orden en muchas actividades en los negocios y en nuestras vidas: predicción.

Podemos ver el ejemplo de otra tecnología, los semiconductores, para comprender los profundos cambios que se producen cuando la tecnología reduce el costo de un insumo útil. Los semiconductores redujeron el costo de la aritmética y, al hacerlo, sucedieron tres cosas:

  • Primero, comenzamos a usar más aritmética para aplicaciones que ya aprovechaban la aritmética como insumo. En los años 60, estas fueron en gran parte aplicaciones gubernamentales y militares. Más tarde, comenzamos a hacer más cálculos para funciones como la previsión de demanda porque estos cálculos ahora eran más fáciles y más baratos.
  • Segundo, comenzamos a utilizar esta aritmética más barata para resolver problemas que tradicionalmente no se habían enmarcado como problemas aritméticos. Por ejemplo, solíamos resolver la creación de imágenes fotográficas empleando química (fotografía basada en películas). Luego, a medida que la aritmética se hacía más barata, comenzamos a utilizar soluciones basadas en aritmética en el diseño de cámaras y la reproducción de imágenes (cámaras digitales).
  • Lo tercero que sucedió al disminuir el costo de la aritmética fue que cambió el valor de otras cosas: el valor de los complementos aritméticos aumentó y el valor de sus sustitutos disminuyó. Entonces, en el caso de la fotografía, los complementos fueron el software y el hardware utilizado en las cámaras digitales. El valor de estos aumentó porque usamos más, mientras que el valor de los sustitutos, los componentes de las cámaras basadas en películas, disminuyó porque comenzamos a usar cada vez menos.

Expandiendo nuestros poderes de predicción

A medida que el costo de la predicción continúe bajando, lo usaremos más para los problemas de predicción tradicionales, como la administración de inventario, porque podemos predecir más rápido, más barato y mejor. Al mismo tiempo, comenzaremos a usar la predicción para resolver problemas que históricamente no hemos considerado como problemas de predicción.

Por ejemplo, nunca pensamos en la conducción autónoma como un problema de predicción. Tradicionalmente, los ingenieros programaban un vehículo autónomo para moverse en un entorno controlado, como una fábrica o un almacén, diciéndole qué hacer en ciertas situaciones, si un humano camina delante del vehículo (luego se detiene) o si un estante está vacío (luego pasar al siguiente estante). Pero nunca podríamos poner esos vehículos en una calle de la ciudad porque hay demasiados “si”, si está oscuro, si está lloviendo, si un niño corre a la calle, si un vehículo que se aproxima tiene su luz intermitente encendida. No importa cuántas líneas de código escribamos, no podríamos cubrir todos los posibles “si”.

Hoy podemos replantear la conducción autónoma como un problema de predicción. Entonces, una IA simplemente necesita predecir la respuesta a una pregunta: ¿Qué haría un buen conductor humano? Hay un conjunto limitado de acciones que podemos tomar al conducir (“thens”). Podemos girar a la derecha o a la izquierda, frenar o acelerar, eso es todo. Entonces, para enseñar a una IA a conducir, ponemos a un humano en un vehículo y le decimos que maneje mientras la IA está figurativamente sentada junto al humano observando.  La IA toma los datos de entrada a medida que entran a través de sus “ojos” y mira al humano y trata de predecir, “¿Qué hará el humano a continuación?”

La IA comete muchos errores al principio. Pero aprende de sus errores y actualiza su modelo cada vez que predice incorrectamente una acción que el humano tomará. Sus predicciones comienzan a mejorar cada vez más hasta que se vuelve tan bueno en la predicción de lo que haría un humano que ya no necesitamos que el humano lo haga. La IA puede realizar la acción misma.

La creciente importancia de los datos, el juicio y la acción

Como en el caso de la aritmética, cuando el precio de la predicción cae, el valor de sus sustitutos disminuirá y el valor de sus complementos aumentará. El principal sustituto para la predicción de la máquina es la predicción humana. Como seres humanos, hacemos todo tipo de predicciones en nuestro negocio y en nuestra vida diaria. Sin embargo, somos pensadores bastante ruidosos y tenemos todo tipo de sesgos cognitivos bien documentados, por lo que somos bastante malos en la predicción. La IA se convertirá en un predictor mucho mejor que los humanos, y a medida que la calidad de la predicción de la IA aumenta, el valor de la predicción humana disminuirá.

Pero, al mismo tiempo, el valor de los complementos de predicción aumentará. El complemento que más se ha cubierto en la prensa son los datos, y las personas usan frases como “los datos son el nuevo petróleo”. Eso es absolutamente cierto: los datos son un complemento importante para la predicción, por lo que si el costo de la predicción disminuye, el valor de los datos de la empresa aumentan.

Pero hay otros complementos a la predicción que se han discutido con mucha menos frecuencia. Uno es el juicio humano. Utilizamos tanto la predicción como el juicio para tomar decisiones. En realidad, nunca antes hemos desagregado esos aspectos de la toma de decisiones; por lo general, consideramos la toma de decisiones humanas como un solo paso. Ahora estamos desagregando la toma de decisiones. La máquina está haciendo la predicción, lo que hace que el papel distintivo del juicio en la toma de decisiones sea más claro. Por lo tanto, a medida que el valor de la predicción humana disminuye, el valor del juicio humano aumenta porque la IA no hace juicios, solo puede hacer predicciones y luego entregarlas a un humano para que use su juicio y determine qué hacer con ellas.

Otro complemento a la predicción es la acción. Las predicciones son valiosas solo en el contexto de alguna acción a la que llevan.

Un experimento mental para el mejor equipo

Un enfoque para identificar maneras de utilizar la IA en los negocios es revisar los flujos de trabajo organizacionales, los procesos de conversión de entradas en salidas, y desglosarlos en tareas. Luego, busque las tareas que tienen un componente de predicción significativo que se beneficiaría de una máquina de predicción. A continuación, determine el retorno de la inversión para construir una máquina de predicción para realizar cada tarea, y simplemente clasifique esas tareas en orden de arriba a abajo.

Muchas de las IA creadas a partir de este ejercicio serán herramientas de mejora de la eficiencia que le darán a la empresa cierto impulso, posiblemente un aumento del 1 a 10 por ciento en el EBITDA o alguna otra medida de la productividad.

Sin embargo, para anticipar qué herramientas de IA irán más allá de aumentar la eficiencia y, en cambio, conducirán a la transformación, empleamos un ejercicio llamado “ciencia ficción”. Tomamos cada herramienta de la IA e imaginamos que es una perilla de volumen de radio, y al girar la perilla, más bien en lugar de subir el volumen, está aumentando la precisión de predicción de la IA.

Para ver cómo funciona esto, imagine aplicar el ejercicio al motor de recomendaciones de Amazon. Hemos encontrado que su herramienta tiene una precisión de alrededor del 5 por ciento, lo que significa que de cada 20 cosas que recomienda, compramos una de ellas y no la otra 19. Esa precisión suena mal, pero cuando se considera que la herramienta extrae 20 artículos del catálogo de millones de artículos de Amazon y de esos 20 compramos uno, no es tan malo.

Al hacer solo una cosa, al girar el botón de precisión de predicción, el cambio realizado por IA va de uno que es incremental (que ofrece recomendaciones en el sitio web) a uno que es transformador: todo el modelo de negocio cambia de compras y luego se envía a envío y luego compras.

Cinco imperativos para aprovechar el poder de la predicción de bajo costo

Hay varias cosas que los líderes pueden hacer para posicionar a sus organizaciones para maximizar los beneficios de las máquinas de predicción.

1. Desarrollar una tesis a tiempo para el impacto de la IA

La pregunta más importante que los ejecutivos de cada industria deben formularse es: ¿Qué tan rápido creo que girará el mando para una aplicación de IA particularmente valiosa en mi sector? Si cree que tomará 20 años para convertir esa perilla en el punto de transformación, entonces hará un conjunto de inversiones muy diferente hoy que si cree que tomará tres años.

Mirar las inversiones que varias compañías ya están haciendo puede darle una idea de su tesis sobre qué tan pronto la perilla llegará al punto de transformación.

2. Reconocer que el progreso de la IA probablemente será exponencial

A medida que los ejecutivos desarrollan su tesis sobre el tiempo, es importante reconocer que el progreso en la IA en muchos casos será exponencial en lugar de lineal. Ya el progreso en una amplia gama de aplicaciones (por ejemplo, visión, lenguaje natural, control de movimiento) en los últimos 12 meses fue más rápido que en los 12 meses anteriores. El nivel de inversión está aumentando rápidamente. El costo de los sensores ajustado a la calidad está cayendo de manera exponencial. Y la cantidad de datos que se generan está aumentando exponencialmente.

3. Confiar en las máquinas

En la mayoría de los casos, cuando las IA están diseñadas y desplegadas adecuadamente, son mejores predictores que los humanos. Y, sin embargo, a menudo todavía somos reacios a entregar las riendas de la predicción a las máquinas.

4. Saber lo que quiere predecir

Las organizaciones que se beneficiarán más de la IA serán las que puedan especificar sus objetivos de manera más clara y precisa. Veremos que muchas de las declaraciones de misión difusas se vuelven mucho más claras. Las empresas que más pueden mejorar sus visiones obtendrán los mayores beneficios de la inteligencia artificial. Debido a los métodos utilizados para entrenar a las IA, la efectividad de la IA está directamente relacionada con la claridad de la especificación del objetivo.

5. Gestionar el bucle de aprendizaje.

Lo que hace a la IA tan poderosa es su habilidad para aprender. Normalmente, pensamos que el trabajo es ser aprendices y que el capital es fijo. Ahora, con la IA, tenemos capital que aprende. Las empresas deben asegurarse de que la información fluya hacia las decisiones, siguen las decisiones hacia un resultado, y luego aprenden del resultado y devuelven ese aprendizaje al sistema. Gestionar el ciclo de aprendizaje será más valioso que nunca. Lampadia

Ajay Agrawal es profesor de gestión empresarial y estratégica en la Rotman School of Management de la Universidad de Toronto.




Automatización demandará nuevos empleos y habilidades

Automatización demandará nuevos empleos y habilidades

La Cuarta Revolución Industrial (4RI) ha generado y sigue generando enormes beneficios a la humanidad, sobre todo en lo concerniente a la productividad y, en general, a la eficiencia en el uso de los recursos empresariales.

Uno de sus principales aportes es pues, la automatización de tareas repetitivas u operativas en una gran cantidad de ocupaciones existentes, lo cual ha motivado una reducción del empleo en el corto plazo, sobre todo en países donde el uso de la inteligencia artificial y los algoritmos matemáticos por parte de las empresas ya es un hecho del día a día.

En este contexto, ha surgido una creciente preocupación entre los jóvenes a nivel mundial que están ingresando al mercado laboral, quienes perciben que, en un futuro no muy lejano, las máquinas “reemplazarán” totalmente al capital humano de las empresas.

Lo que los jóvenes no logran visualizar es que en el mediano y largo plazo, la automatización hará a la industria más dependiente de las habilidades humanas, pero no tanto de las habilidades duras, sino más bien de las habilidades blandas, relacionadas a la creatividad, el pensamiento crítico, y la comunicación.

En esta línea, Dave McKay, presidente y director ejecutivo de Royal Bank of Canada, plantea en el blog del World Economic Forum (ver artículo líneas abajo), que este proceso en su firma ya está tomando la forma de una mayor demanda por empleos con habilidades poco convencionales, como diseñadores y economistas del comportamiento. Asimismo, cita un reciente estudio de su misma firma en el que, a partir del análisis de más de 300 ocupaciones del mercado laboral canadiense, encuentra que la tecnología, más que erradicar el empleo, “actuará como un soporte e integrador, haciendo que la fluidez digital sea tan importante como la alfabetización y la capacidad numérica en el futuro”.

Sin embargo, no podemos quedarnos con los brazos cruzados. Creemos al igual que Dave McKay que es necesario preparar tanto a las nuevas generaciones que están próximas a trabajar así como las que ya se encuentran ocupadas, para lo que él denomina la nueva ‘economía de las habilidades’. Mckay plantea que esto puede lograrse si se trabaja desde tres frentes: la escuela, el gobierno y la empresa.

  • Desde la escuela, los educadores deben implementar programas de aprendizaje remunerado e integrado en el trabajo, así como  programas reentrenamiento y aprendizaje permanente para la fuerza laboral existente.
  • Desde el gobierno, los tomadores de política deben crear una plataforma de talento, que conecte mejor las empresas con los estudiantes en todos los sectores y disciplinas y priorizar aquellos sectores productivos en donde haya una mayor necesidad como país.
  • Desde las empresas, los empleadores deben repensar la forma en que contratan, capacitan y moldean sus fuerzas de trabajo, de tal manera que se potencien los talentos y la innovación. Lampadia

Se necesitan seres humanos
¿Por qué la automatización no acabará con tu trabajo?

¿Cómo podemos educar, emplear y capacitar a los ciudadanos para la nueva ‘economía de habilidades’?

Dave McKay
Presidente y CEO
Royal Bank of Canada
World Economic Forum
15 de Enero, 2019
Traducido y glosado por Lampadia

Se acerca un quantum de cambio. A medida que la era de la automatización se afianza, tanto los jóvenes que ingresan en la fuerza laboral como los que ya están establecidos en sus carreras están preocupados por el aumento de las máquinas.

Pero mientras las máquinas serán más poderosas, los humanos serán más esenciales.

Este es el mensaje claro que he escuchado al hablar con clientes de Canadá, Estados Unidos y el extranjero. A pesar de la volatilidad del mercado en los últimos meses, desde los productores lecheros hasta las compañías petroleras y tecnológicas, los líderes empresariales y los empresarios están luchando contra una enorme escasez de mano de obra.

Dentro de nuestro propio negocio, buscamos cada vez más incorporar nuevas habilidades al Royal Bank of Canada (RBC) en áreas que se podría esperar, como machine learning y blockchain, pero también en áreas que no, como diseñadores y economistas del comportamiento. Consideramos este cambio secular como una oportunidad para rediseñar el banco desde el cliente.

Está claro que la tecnología no reemplazará muchas de las habilidades necesarias para los trabajos del futuro. Simplemente actuará como un soporte e integrador, haciendo que la fluidez digital sea tan importante como la alfabetización y la capacidad numérica en el futuro.

Y este fue un hallazgo clave en un informe reciente de RBC sobre el mercado laboral canadiense llamado Humans Wanted (se necesitan seres humanos), que examinó más de 300 ocupaciones y las habilidades necesarias para hacerlas.

Si bien el informe concluyó que la mitad de todos los empleos en Canadá corren el riesgo de una interrupción significativa de la tecnología durante los años 2020, también sugiere que la era de la automatización no tiene que ser una amenaza.

A pesar de la interrupción, se prevé que se crearán o se abrirán 2.5 millones de empleos en la economía canadiense en los próximos cuatro años, una cifra significativa para una nación con 18.5 millones de empleos en la actualidad. Esta fuerza de trabajo necesitará habilidades básicas para prepararse para varios trabajos y roles diferentes, en lugar de una única carrera.

Esto está configurando una crisis silenciosa en todo Canadá, y en prácticamente todas las naciones del mundo, con trabajadores futuros, jóvenes y establecidos, que no están preparados para lo que demanden los trabajos del futuro, y mucho menos las habilidades necesarias para hacerlos.

La realidad es que los niños de hoy crecerán para trabajar en empleos habilitados por la tecnología que probablemente aún no existen. Para planificar esa realidad, no se trata solo de codificar, se trata de ser humano y adquirir competencias que ofrezcan más movilidad de habilidades, como el pensamiento crítico, la creatividad, la comunicación y la resolución de problemas complejos.

El informe de Humans Wanted mostró claramente que la movilidad de las habilidades será esencial en una economía futura donde los empleos aumentan y disminuyen con cada nueva ola de tecnología. Pero, ¿cómo pueden los líderes del sector privado, los educadores y los responsables de las políticas cambiar la manera en que educamos, empleamos y capacitamos a los ciudadanos para que los capaciten en esta nueva ‘economía de habilidades’?

Aquí es donde podríamos empezar:

1. Educadores

Si bien el ritmo de la disrupción continúa aumentando, los baby boomers están acercándose cada vez más a la jubilación. Esto presiona a la próxima generación de jóvenes que buscan adquirir la combinación de habilidades que necesitarán para prosperar en el nuevo mundo del trabajo.

Para fomentar estas habilidades, necesitamos conectar mejor los campus y los centros de trabajo postsecundarios a través de programas de aprendizaje remunerado e integrado en el trabajo, tales como cooperativas, aprendizajes y pasantías. Cada estudiante de educación superior debe tener acceso a una experiencia laboral significativa y práctica relacionada con su campo de estudio al momento de graduarse.

El modelo post-secundario que prosperó a lo largo del siglo XX ya no es adaptable a las nuevas necesidades de los países, empresas y comunidades. Necesitamos capacitar a los jóvenes de diferentes maneras, además de construir una infraestructura que ayude a respaldar los esfuerzos de reentrenamiento y aprendizaje permanente para la fuerza laboral existente.

2. Tomadores de política

Para garantizar que los programas de aprendizaje integrados en el trabajo se vuelvan omnipresentes, los gobiernos de todos los niveles deben trabajar juntos y financiar iniciativas que faciliten la participación de los empleadores y las instituciones educativas.

Las naciones deben abordar este desafío desde una nueva perspectiva. En lugar de buscar un canal de talento, deberían cambiar hacia la construcción de una plataforma de talento, una que conecte mejor las empresas con los estudiantes en todos los sectores y disciplinas.

Para ayudar a poner esto en acción, los gobiernos deben decidir en qué quieren centrarse y hacia dónde quieren que fluyan el talento y el capital. Esto significa hacer que las habilidades y la juventud sean centrales para las grandes apuestas de una nación. Por ejemplo, en Canadá, eso es sobre agricultura, océanos, datos, inteligencia artificial y fabricación avanzada.

3. Empleadores

Por último, los empleadores de todos los tamaños deben comenzar a reconocer el cambio de la economía del empleo a la ‘economía de las habilidades’. Necesitamos repensar la forma en que contratamos, capacitamos y moldeamos nuestras fuerzas de trabajo, y eso requiere pensar más allá de los títulos y certificados.

Encontrar y retener talento constantemente se ubica como la principal prioridad para los CEOs globales. Debería ser un imperativo comercial integrarse mejor con los educadores y ofrecer un trabajo con más experiencia y oportunidades de aprendizaje para los estudiantes. No se trata simplemente de proporcionar a los jóvenes, puestos de trabajo, sino más bien de aprovechar sus talentos y aprovechar sus ideas innovadoras.

Como ejemplo, el verano pasado, los estudiantes que participaron en nuestro programa RBC Amplify, una campaña en la que les brindamos a los estudiantes cooperativos algunos de nuestros problemas comerciales más difíciles de resolver, colaboraron para presentar 15 patentes para el banco. Trabajaron en proyectos para mejorar nuestras capacidades de análisis predictivo, políticas de gestión de datos y medidas de ciberseguridad. Ninguno de estos estudiantes había trabajado en un banco antes.

Todos los empleadores deben ver el aprendizaje integrado en el trabajo no solo como una inversión en la economía de las habilidades del mañana, sino también como una inversión en su propio futuro.

Inversión colectiva en habilidades

La conclusión es: los empleos permanecerán, pero requerirán un nuevo conjunto de habilidades para realizarlos. Las nuevas tecnologías harán obsoletos algunos trabajos; sin embargo, también reducirán los costos e impulsarán las expansiones que conducirán al crecimiento del empleo en nuevas áreas.

La respuesta a la disrupción de las tecnologías radica en nuestra capacidad para aplicar la humanidad al desafío.

Durante la próxima década, nuestro mundo tendrá la tarea de resolver algunos de los problemas más apremiantes que haya enfrentado, incluidos el cambio climático, las brechas de riqueza y los costos de salud en las sociedades que envejecen rápidamente.

Solo a través de la construcción de una base sólida para la nueva ‘economía de habilidades’, invirtiendo en nuestros jóvenes y apoyando los programas de aprendizaje permanente para nuestras fuerzas de trabajo con talento existentes, podemos garantizar que nuestras naciones y nuestra gente estén preparadas para enfrentar un mañana turbulento. Lampadia




¿Por qué algunas economías emergentes superan al resto?

Las economías emergentes son el motor del crecimiento para la economía global, pero no todas crecen de igual manera. Algunas han logrado un rápido crecimiento durante períodos prolongados, lo suficiente como para cerrar una parte de la brecha que tienen con las economías avanzadas. Sin embargo, otros países están lejos de lograrlo.

¿A qué se debe esto? En el informe Outperformers: Las Economías Emergentes de Alto Crecimiento y las empresas que los impulsan, el McKinsey Global Institute analiza el historial a largo plazo de 71 economías en desarrollo para identificar a los outperformers y encuentra dos factores clave que ayudan a explicar su alto desempeño:

  1. Una agenda de políticas públicas a favor del crecimiento de la productividad, los ingresos y la demanda, que ha impulsado un crecimiento económico excepcional
  2. El rol que han desempeñado las grandes empresas en el impulso de ese crecimiento

Para entender bien el informe, hay que mencionar que McKinsey analizó las principales 71 economías emergentes (incluyendo el Perú) y se definieron como realmente exitosas aquellas que habían logrado incrementar su PBI per cápita en más de 3.5% anual durante los últimos 50 años, o en más de 5% anual durante los últimos 20 años. Cabe añadir que ningún país de América Latina logro clasificar como economías “realmente exitosas”.

Entonces, en primer lugar, los que tienen un mejor desempeño desarrollan una agenda pro crecimiento en los sectores público y privado con el objetivo de aumentar la productividad, los ingresos y la demanda. Los pasos para impulsar la acumulación de capital son una característica común, al igual que mayores conexiones con la economía global. Los gobiernos de estos países han tendido a invertir en la construcción de competencias, son ágiles y abiertos a la experimentación regulatoria y están dispuestos a adaptar las prácticas macroeconómicas globales a los contextos locales.

En segundo lugar, según McKinsey, las grandes empresas competitivas son quienes impulsan a las economías con mejor desempeño. En promedio, las economías con estas condiciones tienen el doble de empresas con ingresos de más de US$ 500 millones que otras economías emergentes. Sus ingresos en relación con el PBI casi se triplicaron, del 22 % entre 1995 y 1999 al 64 % entre 2011 y 2016 y su contribución de valor agregado al PBI aumentó del 11 % al 27 % en el mismo período, el doble entre los pares de la economía en desarrollo. Estas empresas aportan beneficios de productividad al invertir en activos, I + D y capacitación laboral, lo que genera efectos secundarios para las empresas más pequeñas. Las grandes empresas, a su vez, se benefician de los bienes y servicios intermediarios que las compañías más pequeñas proporcionan a través del ecosistema de la cadena de suministro.

La competencia y el liderazgo impulsado en el sector privado son características clave de estas economías. Menos de la mitad (45 %) de las empresas que alcanzan el quintil más alto de generación de ganancias económicas logran permanecer allí durante una década, en comparación con el 62 % en las economías de ingresos altos.

Este entorno doméstico competitivo ha generado jugadores globales innovadores cuyo rendimiento total para los accionistas es de ocho a diez puntos porcentuales más alto que sus pares de altos ingresos. Obtienen el 56 % de sus ingresos de nuevos productos y servicios, 8 % más que sus pares de la economía avanzada y son 27 % más propensos a priorizar el crecimiento en el extranjero.

Según McKinsey, extender el éxito de las empresas con mejor desempeño a todas las demás economías emergentes podría agregar US$ 11 mil millones a la economía global para 2030. La automatización y el libre comercio, junto con otras tendencias globales, presentan nuevas oportunidades. Existen amplias perspectivas de crecimiento en los servicios, un motor tradicional de empleo y en la manufactura, que también puede estimular la demanda y la productividad en otros sectores.

¿Qué sucede en el Perú?

El Perú quedó clasificado como un país que se está acelerando muy recientemente (very recent accelerator). No cuenta con ningún indicador en verde, sino mayormente en amarillo y naranja (como se ve en el cuadro inferior), como índice de PBI per cápita, de innovación global e índice de conexión MGI. Sin embargo, es más importante aún notar el indicador en rojo (negativo): efectividad del gobierno.

Como afirma Julio Luque, Presidente de IPAE Acción Empresarial, en su columna El aporte de las grandes empresas a la prosperidad de los países, “Lamentablemente, en el Perú llevamos años haciendo exactamente lo contrario, con el agravante que aquí las diferencias de productividad entre empresas grandes y pequeñas son bastante más marcadas que en otros países. Comparada con las grandes, la productividad de una microempresa es de tan solo 6%, la de una pequeña empresa 16% y la de una empresa mediana, 50%. Sin embargo, seguimos legislando y regulando para restarle competitividad a nuestras grandes empresas. La absoluta inflexibilidad laboral, los altos costos no salariales, el reciente paquetazo tributario o el proyecto para limitar las fusiones y adquisiciones son solo una muestra de la consistencia con la cual nuestra clase política mira con temor y desconfianza el avance de nuestras grandes empresas. Como el citado estudio de McKinsey demuestra, las grandes empresas, lejos de ser el problema, son la solución para aumentar la productividad y, en consecuencia, los ingresos de los trabajadores. No sigamos disparándonos a los pies y adoptemos políticas que ya han demostrado en otros países su capacidad para generar prosperidad para todos.”

Esperamos que esto ayude a que los hacedores de políticas impulsen una agenda pro crecimiento y la competencia entre las grandes empresas, para que así el Perú supere los promedios de crecimiento en los próximos diez años. Lampadia




El tráfico de Lima: un gran problema y ninguna solución

El tráfico en Lima es algo que todos padecemos diariamente. Según el índice de las ciudades con tráfico más lento de la región, realizado por Numbeo, hasta enero de este año, Lima ocupa el séptimo lugar. La verdad es que, en Lima, sentimos que el tráfico está en permanente situación de crisis, pero no estamos haciendo nada para cambiar la situación.

El tráfico es algo que afecta la productividad, calidad de vida y hasta la salud de las personas. Según un estudio titulado “Tráfico y Tendencias de Movilidad Urbana 2017”, realizado por la Escuela de Postgrado de la Universidad del Pacífico, el 92% de los limeños afirmó que la congestión vehicular les genera estrés, mientras que el 82% señaló que este problema les quita calidad de vida. Frente a esta problemática, el 57.3% de los entrevistados refirió que opta por usar el transporte público, mientras que el 43% prefiere caminar.

En Lampadia propusimos en marzo de 2014 que se estableciera una Autoridad Única de Transporte, ver: Es imperativo crear una única autoridad que gestione el transporte de Lima y Callao. Felizmente, este año por fin aprobaron la creación de la Autoridad Única para Transporte Urbano de Lima y Callao para implementar un sistema integrado de personas, carga y tránsito urbano entre ambas ciudades. Lo que se busca es que sea un organismo técnico especializado, el cual estará anexado al Ministerio de Transportes y Comunicaciones (MTC) pero tendrá autonomía administrativa, funcional, económica y financiera. Así, tendrá por objetivo implementar el Sistema Integrado de Transporte de Lima y Callao de manera “eficiente, sostenible, accesible, seguro, ambientalmente limpio”.

La Autoridad de Transporte regularía todo el tránsito, obras de infraestructura vial y el otorgamiento de rutas para que no haya esta situación caótica en la que Callao otorga rutas que colisiona con las rutas otorgadas por Lima. Esta autoridad única sería el ente rector que articule, coordine y supervise el transporte urbano y público en las provincias de Lima y Callao, sin vulnerar sus atribuciones, autonomías, ni recursos económicos.

También propusimos que se instalaran pasos a desnivel de acero (sin orejas), que se pueden fabricar en lugares aislados e instalar rápidamente; pero ni chus ni mus. (Ver: Sobre túneles, bypass y puentes de acero).

Sin embargo, la percepción que existe tanto en Lima como en el interior del país es que las autoridades municipales no han hecho mucho por mejorar el transporte público. Como afirma, Carlos Gálvez, “no hay una medida que por sí sola solucione el problema del tránsito, sino un amplio menú.” Para esto, propone que analicemos los siguientes factores:

  1. No es posible que en los colegios públicos se atienda población escolar de distritos distintos al de la circunscripción de tal colegio, pues obliga a una gran movilización escolar.
  2. Todos los colegios privados deberían tener bajo su responsabilidad la obligación de atender el transporte de sus alumnos en ómnibus de no menos de 50 pasajeros, eliminando así el transporte de alumnos en múltiples vehículos de menor capacidad.
  3. Deberíamos apelar a horarios de ingreso y salida de colegios que eviten la hora punta de movilización del público.
  4. Creo también importante la implementación de canales exclusivos para ómnibus de transporte público y escolar privado, de modo que tengan preferencia y tránsito fluido en las grandes arterias.
  5. No es posible que algunos alcaldes distritales hayan autorizado el cierre con rejas, encadenadas y sin vigilancia de nadie que permita el paso en calles secundarias, en horarios de gran cogestión de tráfico. Entiendo que la falta de seguridad nocturna ha obligado a esa medida, pero de 5:30 am a 10:00 pm esas rejas deben permanecer abiertas bajo pena de retirarlas definitivamente.
  6. El diseño y construcción de ciclo vías es fundamental, pero no reduciendo la vía diseñada y a duras penas para dos carriles de autos, pues ahora pretenden cercenar las vías para, quitándoles un metro y medio de ancho, dar paso a bicicletas. Esto no sólo es insensato por el problema que generan a los automovilistas, sino por el altísimo riesgo al que se somete a los ciclistas que usen ese segmento. Cuánto más seguro y agradable es tener ciclo vías en los jardines centrales
  7. Los taxis en estos tiempos de control absoluto de la inflación, deben tener taxímetro y evitar esas paradas frecuentes de individuos que, sin estar registrados como taxi autorizado, nos someten a cada paso a sus largas paradas en lugares inopinados de la calle con sus interminables negociaciones.
  8. Por otro lado, en estos tiempos previos a elecciones se ve exacerbada la clausura de avenidas principales, sin haber previsto rutas alternativas debidamente planeadas. No sólo eso, sino que producto de las rencillas del más bajo nivel, los alcaldes distritales boicotean la labor del alcalde provincial y viceversa, trabando el tránsito, lejos de solucionarlo, e incluso modificando la frecuencia y tiempos de los semáforos en ciertas intersecciones de avenidas, alterando los flujos y provocando congestión sin causa real.
  9. Una medida simple de gestión municipal consiste en que, el servicio de limpieza de las principales arterias de la ciudad se realice entre las 11:00 pm y las 5:00 am, pues la práctica actual de barrer en las horas punta de la mañana obliga a que, el camión que da seguridad a los trabajadores, anule un carril de los tres disponibles de forma absurda. 
  10. Lo anterior exacerba, como se mencionó al inicio, la ineficacia de contar con alcaldes distritales, quienes cual “reyezuelos” manejan sus prioridades no sólo de manera no alineada a las prioridades del concejo provincial, sino en contra de ellas, particularmente en época electoral. Los distritos deben ser gestionados por gerentes designados bajo responsabilidad del alcalde provincial.
  11. Ciertamente una importante inversión en el transporte público es fundamental pues una buena calidad del transporte público masivo es la única opción que permita pedirle a la población que se vuelque al uso masivo del mismo.

Lamentablemente, en el Perú (como en la mayoría de países, según The Economist), las quejas se quedan en las carreteras y avenidas, no en acciones concretas para solucionar el problema. ¿Hasta qué punto vamos a tolerar la situación actual? Lampadia

Lentos y furiosos
La gente dice odiar el tráfico, pero son extrañamente tolerantes

En las ciudades más congestionadas, están obsesionados con hablar de tráfico; sin embargo, parece no ser tan prioritario terminar con el problema

The Economist
6 de setiembre, 2018
Traducido y glosado por Lampadia

Mucha gente cree que su ciudad tiene un tráfico inusualmente malo, y que está empeorando. Es difícil juzgar si tienen razón. TomTom, fabricante de dispositivos de navegación por satélite, e INRIX, una compañía de datos, clasifican las ciudades según la congestión del tráfico. Pero sus listas están dominadas por ciudades en países ricos y de ingresos medianos altos. Las ciudades más pobres a menudo tienen un tráfico peor, pero producen muy pocas cifras para clasificarse. Los más atascados incluyen El Cairo, Delhi, Dhaka, Yakarta, Lagos, Manila, Nairobi y São Paulo.

La mayoría de estas ciudades tienen tres cosas en común. Primero, son muy populosas. El Atlas de Expansión Urbana, un proyecto dirigido por Shlomo Angel de la Universidad de Nueva York, tiene datos sobre El Cairo, Dhaka, Lagos, Manila y São Paulo. Todos están al menos dos veces más densamente poblados que París. Dhaka, con una densidad total de 552 personas por hectárea en su área urbanizada, es diez veces más concurrida que París. En segundo lugar, con la excepción de Delhi, ninguno tiene un sistema de transporte público rápido y extenso basado en trenes. Los viajeros no tienen más remedio que usar las carreteras.

La tercera cosa que comparten estas ciudades es que la propiedad de vehículos privados está aumentando rápidamente. En Delhi, el número de motos registradas aumentó de 4.3 millones en 2011 a 6.7 millones en 2017. Los automóviles y jeeps han aumentado de 2.2 a 3.2 millones. No todo el mundo con un auto conduce todos los días. En Nairobi, el tráfico es peor a fin de mes, cuando a los trabajadores asalariados se les paga y pueden comprar gasolina.

En las ciudades más tugurizadas, el tráfico parece un hecho ineludible. La gente habla de forma obsesiva e intercambia historias. La quintaesencia de la historia de Manila es la del arzobispo católico que, en 2015, se cansó tanto del tráfico que dejó su automóvil y se puso a dirigir el tráfico bajo la lluvia. En la década de 1970, el jefe de Estado de Nigeria, Murtala Mohammed, fue asesinado mientras estaba sentado en el tráfico de Lagos. En junio de este año, un lagosiano trató de evitar un embotellamiento conduciendo por el lado equivocado de la carretera.

Los economistas creen que la congestión es un terrible desperdicio de recursos. Han tratado de cuantificar la pérdida por quedarse sentados en el tráfico, volviendo a centrarse en los países ricos. INRIX estima que las demoras en el tránsito le costarán a Los Ángeles US$ 19 mil millones y a la ciudad de Nueva York US$ 34 mil millones en 2017, contando gasolina y pérdida de productividad. Matthias Sweet, de la Universidad Ryerson en Canadá, calculó que la congestión reduce el crecimiento laboral en las ciudades estadounidenses cuando retrasa el viaje promedio en más de cuatro minutos y medio.

Pero ver los embotellamientos puramente como una pérdida de tiempo es perder algo importante. Para los economistas, cada hora que pasa en el tráfico es una hora que no se gasta en ser productivo. Pero en las ciudades con el peor tráfico, esto no siempre es cierto. Tampoco está claro que a la gente le desagraden los atascos tanto como dicen que lo hacen.

Sin embargo, no son tan estresantes como para que las personas hagan mucho para evitarlos. Además, el tiempo que pasan quejándose en el tráfico parece ser olvidado rápidamente. En 1966, un escritor argentino, Julio Cortázar, llevó esta impresión a una conclusión fantástica. En su cuento “The Southern Thruway”, un hombre que conduce a París se atasca en un aprieto tan malo que dura varios días. Al principio él y sus compañeros conductores están furiosos. Pero gradualmente crean una pequeña sociedad, comparten comida y bebida y convierten un automóvil en un hospital. Cuando, para sorpresa de todos, los autos comienzan a moverse finalmente, el protagonista está angustiado. Resulta que no hay lugar donde él preferiría estar que atrapado en el tráfico. Lampadia




No nos olvidemos de lo que somos capaces de lograr

Hace tan solo cinco años, publicamos en Lampadia nuestro ensayo sobre ‘Las Cifras de la Prosperidad’, en el que destacamos los logros económicos y sociales del Perú durante los 20 años previos.

Perú: Camino al bienestar General
LAS CIFRAS DE LA PROSPERIDAD

Con un año de vida institucional, en Lampadia queremos reunir en un solo documento las cifras más significativas del asombroso progreso logrado por el Perú en los últimos 20 años. Los opositores políticos e ideológicos de nuestro modelo económico suelen atacarlo mediante “fotos” que muestran la realidad del país desde la perspectiva del vaso medio vacío. Al mostrar solo lo que está por hacerse, pretenden desprestigiar nuestro proceso de desarrollo, quebrando así, el gran potencial de alcanzar el bienestar general que tenemos todos los peruanos. La historia y el desarrollo de un país, solo se puede apreciar y medir cabalmente, contemplando su evolución, su eventual proceso de avances y retrocesos, a través de las variables más representativas de su vida económica y social. Hay, pues, que ver las “películas” y situarse en la perspectiva del vaso medio lleno. Solo así se pueden establecer relaciones causa-efecto que permitan profundizar lo bueno, corregir lo malo y complementar la acción social. En cambio, desde el vaso medio vacío, todo está abierto y nunca se sabrá a dónde se va y, evidentemente, nunca se llegará.

En el ensayo destacamos el crecimiento de la economía; la reducción de la pobreza, la desigualdad y la mortalidad infantil; el incremento de ingresos y empleo fuera de Lima; la mejora de ingresos en el sector rural; el incremento de la productividad; y las perspectivas de bienestar general.

En estos días, después del resultado del punto de inflexión de nuestro camino a la prosperidad, el 2011 con Ollanta Humala; y después de la profundización de la regresión económica y social con PPK; nuestros indicadores de reducción de la pobreza se han malogrado y entre otros muchos indicadores, casi-casi, hemos perdido la fe en nuestra capacidad de superación, de creación de riqueza y confianza en el futuro.

A tres años de nuestro bicentenario, este 28 de julio, queremos recordarles a los peruanos que cuando queremos, somos grandes, que no debemos dejarnos amilanarnos, y menos aún, dejarnos llevar a la reversión de las bases que permitieron nuestra recuperación.

El Perú fue capaz de alejarse de la condición de ‘Estado Fallido’ (1990), y tornarse una ‘Estrella Internacional’ (2011), reduciendo la pobreza de cerca del 60% a menos de 22% en pocos años.

Veamos los principales avances de la prosperidad del país:

El Perú es grande, no nos dejemos engañar. Lampadia