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Mejores regulaciones para una mejor sociedad

Mejores regulaciones para una mejor sociedad

En una reciente publicación de Expreso, la embajadora de la Unión Europea en Lima, Irene Horejs, afirmó que “Hay mucha gente [peruana] de negocios y otros que son pobres, pero son muy trabajadores y disciplinados, pese a lo que se pueda pensar en Lima.

Es una lástima que en el Perú menospreciemos a nuestra propia gente y tengamos una visión de ellos como de gente floja o de mala educación. Un ejemplo de esta actitud se pudo apreciar  en una entrevista de Raúl Vargas y Patricia del Río (en RPP, hace pocos meses), al sicoanalista Jorge Bruce que comentó que cuando los peruanos iban a EEUU “…los civilizaban…”.

Peruanos en Italia organizan ‘flash-mob’ de marinera en Roma
Fuente: Il Messaggero Italo-Peruviano

Lo anecdótico de la entrevista fue que Vargas y del Río llevaron la conversación a otros escenarios, ‘cuando un taxista tacneño cruza la frontera hacia Chile, se detiene en un semáforo en rojo en medio del desierto, así no venga ningún carro a muchos kilómetros, ¿también lo civilizan?’. ‘Y en Lima los taxistas que pasan al Callao, ¿también los civilizan?’

En Lampadia queremos enfatizar que no hay manera que ‘te civilicen’ instantáneamente en EEUU, ni en Chile, ni en El Callao. Como hemos dicho antes (ver en Lampadia: La fuerza del migrante: emprendimiento y libre mercado), lo que está mal no somos los peruanos, lo que no funciona es el sistema.

Hemos creado una selva enmarañada de reglas absurdas que se sobreponen, que nadie conoce y además una suerte de ‘reino de la impunidad’. Veamos el ejemplo de lo sucedido en el proceso electoral, en el que nuestros congresistas nos regalaron un excelente ejemplo de cómo las malas reglas pueden malograr cualquier proceso. (Llegó un momento en que todo el país discutía si alguien había entregado una botella de agua, o no). Ver en Lampadia: El Perú sucumbe a la ‘urdimbre regulatoria’.

Esto ha llevado a muchos a ignorar y hasta resentir las leyes que deberían poner orden en el país. Es hora de que los líderes políticos y las instituciones que rigen nuestra normativa, vean que tengan buenos fundamentos y que nos inspiren a cumplirlas, y así lograr que nos ordenemos con capacidad y autoridad moral para evitar la impunidad generalziada.

Volviendo a la calidad de nuestra gente, hoy tenemos cerca de tres millones de nuestros compatriotas viviendo afuera. Ellos (una muestra de 10% de la población) son hoy día un ejemplo de la verdadera naturaleza de los peruanos: no se pasan las luces rojas, respetan las leyes, educan a sus hijos, participan honradamente en la política de los países que los acogen y son solidarios pues envían regularmente dinero a sus familiares en el Perú (US$ 3,000 millones anuales). Nunca nos olvidemos de que lo malo en el Perú no somos los peruanos, sino el SISTEMA. Ver en Lampadia: Un mensaje para nuestros queridos jóvenes.

Los peruanos somos excelentes personas, así lo prueba el comportamiento de la gran mayoría de los tres millones de compatriotas que viven en el exterior,  que Irene Horejs corrobora con su afirmación, “Sobre todo en España e Italia donde los peruanos van a  trabajar. No es una comunidad problemática y más bien traslada nuestros valores culturales y contribuyen con sus economías”.

¡Lo que está mal no es el hombre, es el sistema! No dejemos que un sistema mal planteado desmejore el desarrollo de nuestro potencial como líderes, profesionales y jefes de familia. Debemos exigir las mejores condiciones regulatorias para ser las mejores personas, también en nuestro país.

Una de las grandes tareas del nuevo gobierno debe ser rediseñar prácticamente desde cero las normas que regulan a los ciudadanos, empresas y procesos sociales y políticos. 

Lampadia

 




Aún hay tiempo para abordar la agenda del Perú

El proceso electoral que estamos viviendo se da en un contexto muy especial, el de tener que enfrentar dos grandes brechas que impiden el bienestar general de todos los peruanos: la del pasado que se llevó treinta años de nuestro desarrollo y la del futuro, que se abrirá con la ‘cuarta revolución industrial’ si no nos ponemos las pilas.

En estas elecciones nos estamos jugando mucho más que la propia elección, estamos definiendo la calidad del gobierno de los próximos cinco años, las elecciones del 2021 y la posibilidad de evitar que nuestros pobres queden lejos del nuevo mundo que se está formando con los avances tecnológicos.

En la agenda del país tenemos dos grandes retos: el de las reformas institucionales, mejoras de la educación, salud e infraestructuras; y el de la inversión, crecimiento de la economía y el empleo.

Para enfrentar ambos retos necesitamos un elemento común, el único que permite superarlos: el crecimiento económico. Tenemos que duplicar nuestro PBI cada diez años, para ello tenemos que crecer al 7% anual. Solo así podemos invertir más en educación y salud, en los salarios de los maestros, enfermeras y policías y en infraestructuras sociales y económicas.

A continuación presentamos el diálogo de Alfonso Baella con el Director de Lampadia sobre estos temas en el programa Redes y Poder del 18 de mayo pasado:

Lampadia




El Perú sucumbe a la ‘urdimbre regulatoria’

El Perú sucumbe a la ‘urdimbre regulatoria’

Editorial

Muchos reclaman y otros se preguntan estos días ¿cómo es posible que los trámites y los procesos electorales sean tan absurdos, detallistas y complejos? ¿Qué les pasa a los Magistrados del Poder Electoral para exigir tantos requisitos y demorar tanto sus laudos?

Pues los Magistrados del sistema electoral no están desquiciados, no son torpes, no son la exageración del burocratismo. Solo tienen que aplicar las leyes, normas y procedimientos que se han ido dictando para complicar todo, para crear una ‘urdimbre regulatoria’ (urdimbre = maniobra, intriga, maquinación, enredo, etc.) de la cual solo se puede salir cambiando las normas y mientras tanto, nos guste o no, aplicando leyes y procedimientos. ‘Dura es la ley, pero es la ley’.

Exactamente lo mismo se ha tejido para las relaciones de los ciudadanos con el Estado en sus trámites con la burocracia, con el Poder Judicial, con los municipios, etc.

Igualmente sucede con las empresas, desde las más pequeñas hasta las más grandes. Así es el ‘vía crucis’ para sacar una licencia, ya sea del letrero de un nuevo negocio, las inspecciones de Indeci, las licencias municipales, la aprobación de un nuevo programa universitario, la autorización para poner una clínica, un colegio, un centro comercial, una fábrica, una antena de celulares, un proyecto minero, pesquero, maderero, etc., etc., etc.

Esa es la locura que se ha urdido a pulso con el afán normativo de los funcionarios públicos, fundamentalmente desde el gobierno de Paniagua, con distintos ritmos de creatividad, hasta el ultra-paralizante gobierno de Humala.

Sí queridos lectores, por eso es que todo demora, por eso es que se frenó el crecimiento de la economía, por eso es que la corrupción está a la orden del día, detrás de cada requisito. Por eso cayó la inversión privada y la productividad de la economía. Ver el siguiente gráfico:

Como hemos dicho muchas veces, la inversión de la nueva minería ha sido uno de los motores más importantes del crecimiento, no solo por sus impactos directos, también por los indirectos, producto de su encadenamiento con los demás sectores de la economía. Veamos en los siguientes dos gráficos, la evolución de la normativa minera:

 

Lo mismo que determina la dinámica del sistema electoral y del sector minero, afecta todas las inversiones y la vida de todos los ciudadanos.

Evidentemente, esta frondosa realidad tramitológica origina que muchos ciudadanos y empresas opten por la informalidad. Pero ese no es el camino, ni de los partidos políticos, ni de las empresas. El camino es emprender una poda masiva y generalizada de las ligaduras que están asfixiando la economía nacional y la sociedad en conjunto.

El camino no es el del irrespeto que registra el comportamiento del partido político ‘Todos por el Perú’ (que está dando un ejemplo clamoroso de falta de civismo). El camino es la reforma institucional detrás de una visión compartida de desarrollo integral que nos lleve a recuperar la capacidad de ser una sociedad exitosa en el mundo que nos toca vivir.

Estamos por elegir nuevas autoridades nacionales, aprovechemos la experiencia que el proceso electoral ha puesto a la luz, para entender nuestros males y comprometernos con el rediseño institucional. Es un mandato urgente del que ahora nadie puede esconderse. Lampadia  

 

 




La política peruana nos deseduca

La política peruana nos deseduca

Ya no se enseña Educación Cívica en los colegios. Nuestros jóvenes están invadidos por la televisión basura. Los medios de comunicación están en la búsqueda del rating, difundiendo malas noticias, escándalos, accidentes, crímenes y entretenimiento barato.

Un proceso electoral debiera ser una ocasión para que los ciudadanos, cotidianamente dedicados a sus quehaceres, tengan la oportunidad de recibir buenos diagnósticos sobre la realidad nacional, sobre nuestras oportunidades de desarrollo, sobre las lecciones de otros países, sobre desarrollos y políticas que podríamos emprender para llevar al país a la realización de sus anhelos y necesidades. Y, de manera muy importante, para comunicar, como dice la canción: “Para subir al cielo se necesita una escalera grande y otra chiquita”. Que los logros más importantes solo pueden darse con enfoque, esfuerzo y perseverancia. 

Lamentablemente, nada de esto se aprecia en los procesos electorales. El típico comportamiento de los candidatos, va más por la crítica que por el diagnóstico. Por la querella con los adversarios, más que por inculcar sentido de pertenencia nacional. Por las propuestas populistas, más que por la explicación de las relaciones causa-efecto sobre lo que funciona y no funciona para el bienestar común. Por lo que se entiende por ‘políticamente correcto’, más que por lo ‘socialmente correcto’, inculcando la necesidad del esfuerzo ciudadano y las acciones colectivas  necesarias para superar nuestras deficiencias y retos.

Un ejemplo que nos ha hecho reflexionar sobre esta realidad es el tema de las regulaciones laborales que, todos sabemos, son inconducentes a la creación de más y mejor empleo, objetivo número uno de la sociedad y la política. No solo nos distinguimos por tener una de la legislaciones laborales más rígidas del planeta, tal vez un concepto intangible y difícil de entender por el ciudadano común. Sino que convivimos con un nivel de informalidad laboral (algo muy tangible a todos), que solo trae una muy mala calidad de vida a nuestros trabajadores.

Como hemos reportado y comentado en Lampadia la semana pasada, Francia, el reino de la rigidez laboral y las políticas del socialismo europeo, que lamentablemente, han sido la inspiración de nuestra clase dirigente, ha planteado una reforma laboral muy drástica para superar la falta de empleo, la desocupación de sus jóvenes y la pobre competitividad de su economía. Ver en Lampadia: Francia opta por la flexibilidad laboral – El altar del laboralismo se rinde a la ‘dura prueba de la realidad’.

Pues, en el Perú, la necesidad de hacer una buena reforma laboral, no solo está proscrita del diálogo político electoral, como indicamos en el artículo indicado líneas arriba, sino que también está enterrada en los cajones de las editoriales de los medios de comunicación. Esta importante noticia sobre la reforma francesa, no ha sido reportada por ningún medio de comunicación nacional, con excepción nuestra. Como suena, nadie la ha recogido, informado y, por supuesto, menos, analizado. Una vergüenza.

Lo mismo pasa con el tema del agua. Poco a poco, todos los candidatos se van alistando en las críticas al sector minero, desconociendo la necesidad que tenemos de sacar adelante los proyectos que están ‘a punto de caramelo’, un tema íntimamente vinculado, en el imaginario popular y mediático, al agua.

En lugar de aprovechar los oídos de los ciudadanos, aguzados por el proceso electoral, para explicarles que el Perú es uno de los diez países con más disponibilidad de agua en el mundo y, que lo que tenemos que hacer es aprovecharla: cosechándola, canalizándola e infiltrándola; prefieren seguir construyendo los muros de los mitos que nublan nuestra visión.

Asimismo, con el desastre de la Carretera Central, donde el gran problema está causado por regulaciones licenciosas, que responden a la penetración política de las mafias del transporte que nos han llevado a tener en circulación camiones de 60 toneladas, prohibidos, inclusive, en las grandes autopistas de EEUU. Nadie quiere perder el apoyo de los malos gremios de transportistas para no perder unos cuantos votos. Ver en Lampadia: El síndrome de la Carretera Central

Todo esto, por supuesto, va en contra de la mayor cantidad de votos, los de los sufridos ciudadanos, la gran mayoría de electores, que tienen que padecer pésimas condiciones laborales, falta de agua y el suplicio de la Carretera Central.

Así pasaba hace unos años, cuando la política de desarrollo alentaba a los industriales mercantilistas, sobreprotegidos por las ideas cepalinas de la sustitución de importaciones, a costa de los ciudadanos que nos la teníamos que ver con productos carísimos y de mala calidad, cuando no, simple y llanamente, con la escasez. Eso se superó en los años 90 con la gran Constitución de 1993, pero parece que no hemos aprendido.

Exijamos a los candidatos que sean más responsables. Estamos seguros que el primero que diga las cosas como son, y ofrezca a nuestros jóvenes el espacio de vida que estuvieron buscando cuando pensaban migrar (a economías de mercado, como EEUU, Europa antes de la crisis y a Chile), en su propia Patria, con sus familiares, sus amigos, sus costumbres y su comida, habrá encontrado la ‘piedra filosofal’ del buen líder victorioso. Lampadia     

 




Una lucha de extremos que solo trae inquietud al mundo

Una lucha de extremos que solo trae inquietud al mundo

La gran diferencia entre la política de los países más desarrollados y la de los países emergentes, como el Perú, ha sido siempre que en ellos se había abandonado la posibilidad de giros radicales que plantearan opciones refundacionales. El juego de izquierdas y derechas se daba dentro de espacios sensatos y predecibles, en base a propuestas de mejoras y de actitudes responsables con respecto al importante rol que sus países tienen en la vida del mundo global.

Lamentablemente, ahora, los EEUU se enfrenta a una confrontación de opciones extremistas, que solo puede traer peores tiempos para todos. Ver el siguiente esquema sobre el actual proceso electoral.

A diferencia del comportamiento tradicional de la política estadounidense, lo más llamativo de su dinámica actual es la emergencia, con sorprendente ascendiente popular, de la lucha entre los dos extremos ideológicos. Tanto el Partido Republicano como el Demócrata presentan hoy candidatos bastante extremistas, que en otro momento de la historia de EEUU, no hubieran tenido el espacio que han logrado. Bernie Sanders por los demócratas y Donald Trump por los republicanos, han sorprendido al mundo con el volumen de intenciones de voto que exhiben. ¿Cómo es que estos candidatos, a menudo considerados renegados por miembros de sus propios partidos, han atraído el apoyo de sectores tan amplios de la población? Intentaremos analizarlo.

Empecemos con sus biografías:

Bernard “Bernie” Sanders, senador por Vermont, un autodenominado socialdemócrata que se dirigide mayormente a la clase media, un idealista que comenzó como activista. Participó en el Movimiento por los Derechos Civiles y estuvo en la histórica marcha celebrada Washington por el ‘Tratado y la Libertad’, donde Martin Luther King pronunció su famoso discurso: “Yo tengo un sueño”El núcleo de su programa es cortar la financiación privada masiva a los partidos. Se opone frontalmente al modelo de Wall Street y propone la creación de un sistema de bienestar a la europea (cuando Europa está teniendo que abandonarlo). Otras medidas son la gratuidad de la enseñanza universitaria, la sanidad universal y el aumento del salario mínimo.

Donald Trump, por su parte, heredó entre US$ 40 millones y US$ 200 millones de su padre, los utilizó para convertirse en un magnate de bienes raíces en la ciudad de Nueva York, donde los precios del m2 subieron impresionantemente, se declaró en bancarrota corporativa en cuatro ocasiones con el fin de aislarse de protegerse de sus acreedores y terminó con algunos miles de millones de dólares a su nombre. Sin embargo, nunca ha sido elegido para un cargo político de ningún tipo. Hace ya unos meses, en Lampadia lo declaramos “Persona no grata a la humanidad”. Ver: La crisis migratoria y humanitaria más grande de la historia.

Veamos ahora algo de sus propuestas políticas.

El discurso de Bernie Sanders es netamente populista y resulta a veces hasta simplón. Sus propuestas son, en gran medida, irrealizables, a no ser que impusiera un alza masiva de impuestos. Sanders demoniza a las grandes empresas, a los bancos de inversión y a los súper-ricos. Mientras que la mayoría de demócratas con ambiciones políticas son pragmáticos y proponen una mezcla de políticas pro-gobierno y pro-mercado, para solucionar los problemas del país, Sanders parece adorar al gobierno y detestar al mercado.

  • El “18 trillion dollar man” Wall Street Journal analizó sus propuestas de campaña y estimó que sus planes para nuevos programas federales costarían alrededor de US$ 18’000,000 de millones durante los próximos diez años.

Alrededor de US$ 15’000,000 de millones se utilizarían en la expansión del Medicare para incluir a todos los estadounidenses en un intento de imponer un sistema de salud de “pagador único” (el gobierno).

El resto de propuestas incluye US$ 1’200,000 de millones para aumentar los beneficios de la Seguridad Social, US$ 1 mil millones de millones para la construcción de carreteras y puentes, US$ 750 millones de millones para que las universidades sean gratuitas, US$ 319 millones de millones para permisos médicos y licencias por motivos familiares, y US$ 5.5 millones de millones para “iniciativas de empleo juvenil”.

  • Combatir la desigualdad – Su campaña dice que va a “impedir que las corporaciones se muden al extranjero para evitar pagar impuestos”, aunque no ofrece un mecanismo de cómo hacerlo. También propone un “impuesto progresivo a la herencia” para los estadounidenses que heredan más de US$ 3.5 millones y un nuevo impuesto a Wall Street.
  • Sueldo mínimoPretende aumentar el salario mínimo a US$ 15 en 2020, ya que “nadie que trabaja 40 horas a la semana debería estar viviendo en la pobreza”.
  • Anti Libre MercadoPromete revertir la Asociación Americana de Libre Comercio (NAFTA), la Asociación de Libre Comercio de América Central, así como las relaciones comerciales con China. Acusa a los regímenes de libre comercio de haber ” impulsado los salarios hacia abajo y de ser la causa de la pérdida de millones de puestos de trabajo” (en su página web destaca específicamente a China).

Donald Trump, mantiene la visión republicana en muchos temas como el apoyo a los recortes de impuestos, el aborto y el matrimonio entre personas del mismo sexo. Se ha lanzado como candidato presidencial 3 veces: la primera en 2000, la siguiente en 2012 y ahora. Su campaña electoral se caracteriza por muchos de los rasgos del  populismo y del nacionalismo de viejo cuño. Entre sus propuestas tenemos (Según la página oficial de Donald Trump: Make America Great Again!):

  • Reformas de inmigraciónAfirma que los mexicanos “son violadores; Y algunos, supongo, son buenas personas”. Plantea construir un muro en la frontera con México, aumentar los oficiales de inmigración, poner fin a la ciudadanía por nacimiento y eliminar los créditos fiscales para los inmigrantes indocumentados.

(Lo más grave es su ‘muro’, que tendría alrededor de 3,200 kilómetros de largo y tendría un costo de construcción de entre US$ 15 a US$ 25 mil millones de millones, según estimaciones de MPI, más el costo de mantenimiento y patrullaje. Afirma que México lo pagará a través de una combinación de los derechos de aduana, remesas incautadas de los salarios de los trabajadores ilegales y tarifas más altas en visados).

  • Relación comercial con ChinaPretende declarar a China como manipulador de divisas y reprimir la capacidad de China de subvencionar sus exportaciones. Planteó elevar un arancel a los productos chinos importados en un 45%, aunque luego lo negó. Esto es ilegal según las normas de la Organización Mundial del Comercio.
  • Discriminación religiosaProhibición absoluta del ingreso de musulmanes a EEUU por: “Un odio más allá de lo que se puede comprender”.
  • Reforma de impuestos Tiene una propuesta populista para eliminar los impuestos a millones de contribuyentes y los reduciría para las pequeñas y grandes empresas. Eliminaría principalmente los impuestos federales a los ingresos salariales para personas que ganan menos de US$25,000 y la tasa impositiva para los pequeños y grandes negocios no sobrepasaría el 15%. También se corregirían los resquicios de los que ahora gozan los inversionistas en Wall Street, en particular las empresas de capital privado que se benefician de bajas tasas impositivas.
  • TerrorismoOfrece un enfoque de política exterior que carece de lógica, destacando lo lejos que iría a derrotar a los grupos terroristas. “Bombardearía a esos imbéciles, haría estallar las tuberías, las refinerías, haría estallar cada pulgada de terreno, hasta que no quede nada más.”

Estas propuestas han roto las fronteras tradicionales entre la política derechista dentro del Partido Republicano. El candidato considera que si llega a ser elegido presidente podrá obligar a otros Gobiernos, utilizando el poder económico y político de la superpotencia (y con su carácter), a plegarse a sus deseos y convicciones.

Además, Trump ha tenido la osadía de coquetear con el Ku Klux Klan. Según Martin Wolf, promueve fantasías paranoicas y está gravemente descalificado para el trabajo político más importante del mundo.

Trump y Sanders han tenido éxito debido a su capacidad de atraer a aquellos que han dejado de votar, o que se sienten en conflicto con la clase política actual. Mientras Sanders parece ser la voz en temas de la desigualdad de ingresos, Trump trae el discurso público hacia el sistema de inmigración y el extremismo islámico. A los ojos de sus partidarios, Trump y Sanders plantean cuestiones que han, en su mayor parte, desaparecido del diálogo estadounidense en muchos años.

Ambos candidatos traen a la luz cuestiones que trascienden la política de sus partidos. Sanders y Trump por igual, hablan claro y fuerte con osadía al expresar sus opiniones particulares (aunque muchas veces algo sicóticas, mayormente en el caso de Trump). Lo que dice Trump (sobre el Islam, la inmigración y el terrorismo) es solo la visión de extremistas y de gente que se deja llevar por sus emociones y sus miedos, no por un pensamiento racional. Por otro lado, Sanders ha llevado el debate sobre la desigualdad de ingresos, a un nivel no visto desde el movimiento ‘Occupy Wall Street’.

Muchos argumentan que ambos candidatos se mueven en una plataforma que no hará más que perjudicar a sus respectivos partidos. Bernie Sanders ha sido comparado con Jeremy Corbyn, el nuevo líder del Partido Laborista del Reino Unido, quien ha sido llamado “inelegible” por llevar a su partido a la izquierda dura de la peor época del laborismo, que terminó con el desastroso ‘Winter of Discontent’ (invierno del descontento) de James Callaghan, que terminó propiciando el gobierno de Margaret Thatcher.

También, ha sido comparado con el líder del Partido de la Independencia Reino Unido, Nigel Farage. Ambos hombres han utilizado sus voces de línea dura para llamar la atención de los medios de comunicación con temas de inmigración de una manera que la mayoría de la gente y la élite política tienen el cuidado de evitar.

En realidad, el movimiento electoral a favor de Sanders o de Trump no parte de movimientos en creencias del pueblo, sino que llena el vacío político resultante del debilitamiento del liderazgo político de EEUU y refleja la insurgencia electoral de la fragmentación del electorado.

Nadie sabe cuál será el final de esta aventura política. Tras los resultados del “Súper Martes”, pareciera, que por el lado de los demócratas, Hillary Clinton podrá desplazar la amenaza de Sanders, pero Trump parece afirmar su opción con mucha fuerza.

Esperamos por el bien de toda la humanidad que el futuro líder del país más poderoso del mundo, la república más destacada desde Roma, sea alguien más constructivo y sereno, pues, nos guste o no, el liderazgo estadounidense es crucial para la paz y la gobernanza global. Lampadia

 




Las ideas populistas son como ‘huecos negros’

Las ideas populistas son como ‘huecos negros’

El populismo es una trampa de la que es muy difícil alejarse. Durante los últimos años hemos podido ver en el Congreso de la República, como las peores ideas generan de pronto votos ‘unánimes’ y, además, para su votación se exoneran del paso por comisiones, se llevan al Pleno entre gallos y media noche y encima de todo, se exonera (irregularmente) de la segunda votación.

Así sucedió hace poco con el proyecto que permitiría el retiro de los fondos de pensiones privados a la edad de 65 años. De pronto se produce una situación de la que nadie se atreve a desmarcarse. El terror de la soledad del político, podríamos decir. Y, una y otra vez, todos pierden la oportunidad de asumir causas de fondo, en pro de los ciudadanos, por cobardía, flojera o incapacidad.

Lo peor es que los ‘huecos negros’ de las malas ideas terminan arrastrando a la gran mayoría de los medios y son recogidas, sin rigor por las encuestas. Así, el país va dando bandazos hacia el entrampamiento, la dilución de nuestro potencial económico y la confusión sobre las relaciones causa-efecto y las diferencias entre lo que funciona y lo que es pernicioso.

En el proceso electoral, esperaríamos que se tenga mayor independencia de criterio, pero por recientes desarrollos podemos ver que los candidatos son también, tragados por los huecos negros. Veamos las opiniones de los candidatos sobre el proyecto de marras:

Según una nota del diario Gestión del pasado 9 de enero del 2016, los principales candidatos a la Presidencia de la República mantienen las posiciones detalladas líneas abajo, mayoritariamente conformes con la propuesta congresal.

  • La bancada de Fuerza Popular votó a favor del proyecto de ley, pero en el CADE 2015, Keiko Fujimori señaló que “por ahora” no era el momento más adecuado para discutir una reforma de este tipo, sino que habría que esperar el fin de la campaña electoral.
  • Pedro Pablo Kuczynski (PPK), fiel a su estilo ambiguo, si bien no ha querido mostrarse abiertamente en contra al proyecto –nuevamente evitó responder a la prensa con claridad- ya antes ha subrayado los riesgos de esta medida y en una ocasión advirtió el riesgo del “colapso” del sistema si se retira todo el fondo.
  • Alejandro Toledo como Alan García se han mostrado a favor del proyecto.
  • De César Acuña no se conoce una posición oficial sobre el tema. Peroel Presidente del Congreso y miembro de su partido, Luis Iberico, se muestra dispuesto a respaldar una propuesta intermedia que solo permita retirar una parte de los fondos.
  • Verónika Mendoza (FRENAIZ) Y Alfredo Barnechea (AP) se muestran a favor del proyecto del Congreso.

La pregunta es: ¿Quién protege a los ciudadanos de la nefasta atracción de los ‘huecos negros’?

Supuestamente, deberíamos ser amparados por académicos y gremios empresariales. Lamentablemente, nos encontramos con académicos como Juan Mendoza, de la Universidad del Pacífico, que termina haciendo una campaña mediática en pro de la propuesta. Otros, al igual que los gremios, ‘mutis por el foro’.

Aparentemente, solo queda tratar de empoderar a los ciudadanos para que desarrollen su propio criterio y les digan a los políticos que aprendan de las experiencias de los países más exitosos y de como se debate el tema de las pensiones en el Reino Unido, que comentamos hace unas semanas. Lampadia 

 

 




Se fue el 2015, ¿y ahora qué?

Se fue el 2015, ¿y ahora qué?

Recuperemos una Visión Positiva del Perú

Se nos va un año que debió ser mucho mejor para los peruanos.

  • Por el lado de nuestra clase dirigente, los políticos fueron exacerbando cada día más sus relaciones y los líderes de la sociedad civil fueron alejándose cada vez más del debate nacional.
  • La economía siguió contrayéndose y, contra todos los pronósticos oficiales, cerraremos el año con un crecimiento menor al 3% del PBI. (El Presidente Humala perdió la apuesta que hizo con Christine Lagarde en la reunión de los Gobernadores del FMI y el BM).
  • Los peruanos fuimos perdiendo confianza en el futuro mientras IPAE encarpetó la “Visión del Perú al Tercio de Siglo”, revisada el 2014, supuestamente hecha para abrir la escena electoral con algunos lineamientos coherentes.
  • Nos zambullimos en una gran confusión sobre nuestras verdaderas capacidades. ‘Ya no podemos crecer alto’, ‘Somos parte de la región más volátil’, etc.
  • No supimos diferenciar los impactos de los shocks externos, de nuestras propias falencias, que en nuestra opinión fueron determinantes para el tropezón económico, social y político en el que nos hemos ubicado.
  • Iniciamos el proceso electoral con mucha inquina entre los contendores y poco sentido de responsabilidad.

En verdad el año 2015 es solo el colofón de un proceso que empezó el 2011; cuando, después de diez años de inclusión en serio y de una cierta distancia de nuestras políticas públicas con los efluvios ideológicos, nos entregamos a una nueva ola de ideologización y de negación de nuestros avances y desarrollos. Ya hemos explicado muchas veces que en 2011 se produjo un punto de inflexión en nuestra realidad. (Ver en Lampadia: En el 2011 se dio el Punto de Inflexión de nuestro Desarrollo).

Por el lado del mundo hemos enfrentado una serie de procesos importantes que muchas veces han sido usadas como disculpas para tapar nuestras debilidades.

  • Se recuperaron las economías de EEUU y Europa, pero se ajustaron las de los países emergentes, empezando por el ‘cambio de motores en vuelo’ de China, que ahora transita de los impulsos de la inversión y exportaciones al del consumo interno (ver en Lampadia: China: Un Gigante cambia de Piel).
  • Menores precios de los commodities. La gran disculpa de los países incapaces. Hasta el BM indicó que América Latina era la región más vulnerable del planeta. Éste y el próximo año, el crecimiento de la región será negativo. Pero el Perú es distinto, no debió caer en el saco de los demás. (Ver: Sudamérica: Crecimiento visto con lentes oscuros y El Perú no es igual a ningún otro país). Una cosa es el desastre labrado por los gobiernos de Venezuela, Brasil y Argentina; o la parada de la inversión privada en Chile promovida a pulso por el gobierno de Bachelet (“woman made”); y la frenada de la inversión privada en el Perú, producto de los conflictos socio-políticos que el gobierno no supo enfrentar y la paralizante sobre regulación de las inversiones; y otra cosa muy distinta es concluir que el Perú solo flotaba en nuevas condiciones globales que nos impedían invertir y crecer. En verdad tenemos muchos proyectos productivos y de infraestructuras ‘a punto de caramelo’, listos para florecer, que nos permitirían crecer pronto, más de 6% anual.
  • Menor financiamiento global por los cambios de la política monetaria de EEUU que por fin aumentó, ligeramente, sus tasas y que lo seguirá haciendo paulatinamente.
  • El regreso de Rusia, de la mano de Putin, a ser ‘el niño malo del barrio’.
  • La explosión de la violencia asesina desatada por ISIS.
  • La crisis humanitaria de doble cuño (tragedia para los migrantes y para los europeos) desatada por la masiva migración de sirios y nor-africanos a Europa.
  • Se sigue profundizando la nueva revolución tecnológica de la mano de la robótica, la inteligencia artificial y otras, que nos ofrecen importantes oportunidades de desarrollo y al mismo tiempo nos exigen dar un gran salto en educación, salud, infraestructuras y tecnología, para no perder el tren de la historia. (Ver en Lampadia: El futuro del empleo con Robots e Inteligencia Artificial (II)).

Y, ¿cómo debemos ver el 2016?

En Lampadia creemos que el 2016 nos da la gran oportunidad de retomar el camino de la prosperidad, el bienestar común y el enfoque o convergencia social hacia la consolidación del Perú como uno de los mejores países del mundo para vivir.

  • Después de hacer ‘balance y beneficio de inventario’, la evaluación del actual gobierno, que trajo la ideología y la confusión social de regreso a la vida pública, tenemos que concluir que no se puede elegir un gobierno sin hacer un acto de madurez y en función de una mirada de largo plazo.
  • Desde la promulgación de la Constitución de 1993 y con el regreso de la inversión privada a la vida económica del país, hemos revertido 30 años de parálisis y empobrecimiento (60s – 80s). Parece que el 2011 no nos la creíamos, pero después del tropezón del 2011 que apagó varias luces, es más fácil entender las diferencias entre una y otra realidad.
  • Nuestra nueva clase media, tal vez pensaba que no era necesario preocuparse de la vida política del país, pues todo avanzaba sin tener que involucrarse. Pero después del tropezón de los últimos años, no pueden renunciar al futuro al que estaban accediendo.
  • Si bien desde hace 20 años (CADEs y otros), la sociedad civil ha puesto sobre la mesa la necesidad de desarrollar importantes reformas institucionales, se puede decir que recién ha calado en la conciencia política y social y, por lo tanto, deberá ser preocupación esencial del electorado y del próximo gobierno.
  • Algo que además debe ayudarnos a tomar las decisiones correctas es la revolución tecnológica, que como hemos explicado puede ser muy disruptiva a no ser que sepamos prepararnos y ponernos al día con prontitud. Prepararnos implica crear riqueza para cerrar las brechas que nos separan del primer mundo en educación, salud, infraestructuras y tecnología. El Perú tiene las capacidades para hacerlo, pues tenemos gente trabajadora y creativa y, todos los recursos naturales que podemos necesitar. No dejemos de tener presente la advertencia de Yuval Harari: “Países que, como China, perdieron el tren de la Revolución Industrial, 150 años más tarde han conseguido recuperar el terreno perdido, en gran medida, en términos económicos, gracias a la mano de obra barata. Esta vez, quienes pierdan el tren no tendrán una segunda oportunidad. Hoy en día, si un país, un grupo de personas, se queda descolgado, no tendrá una segunda oportunidad, en particular porque la mano de obra barata no tendrá ninguna relevancia”.

A diferencia de la prédica de los “doomsayers” (los agoreros del desastre), algunos políticos y economistas que se multiplican en los medios de prensa anunciando nuestra supuesta incapacidad para crecer y crear riqueza, en este portal decimos que ¡El Perú es Infinito! Lampadia    




Una sentencia inequívoca: No más socialismo del siglo XXI

Una sentencia inequívoca: No más socialismo del siglo XXI

En las elecciones del pasado domingo, los líderes de la oposición en Venezuela, la coalición de la Mesa de Unidad Democrática (MUD), ganaron más del doble de escaños que los socialistas en la Asamblea Nacional, castigando al gobierno del presidente Nicolás Maduro por la profunda crisis económica, política y social del país.

El que el gobierno venezolano haya tenido que reconocer la derrota no lo hace democrático ni respetuoso de la voluntad popular. El proceso electoral ha estado plagado de eventos anti democráticos, no se permitieron observadores, se acosó a la oposición, se dieron amenazas desde la cúpula del poder, se alargó la hora de la votación, se manipularon votaciones en las cárceles, etc. Todo esto con el afán de evitar que la oposición tome la mayoría calificada, cosa que parece logró el gobierno.

Fue la primera vez en 16 años que el movimiento “chavista”, llamado así por el ex presidente del socialismo del siglo XXI, Hugo Chávez, pierde la mayoría en la asamblea de 167 miembros y da a la oposición una plataforma para erosionar aún más el poder de Maduro. La oposición se ha comprometido a usar su nueva mayoría en la legislatura de Venezuela para liberar a los opositores encarcelados por el gobierno chavista, pero también dijeron que no desmantelarían las políticas de bienestar populares.

El presidente de la Asamblea, quien fue elegido a dedo por Chávez (pero carece de su carisma y astucia política) aceptó rápidamente la derrota en un discurso a la nación en las primeras horas del lunes, calmando los temores de una posible violencia. Consciente de que la victoria se debió más al descontento público con Maduro que al apoyo de la oposición, secretario ejecutivo de la MUD, Jesús Torrealba, instó a los venezolanos a enterrar sus diferencias.

“Comenzó el cambio Venezuela, hoy tenemos razones para celebrar, el país pedía un cambio, ese cambio comenzó hoy”, Torrealba, quien fue burlado por Maduro como un “mal Shrek” durante la campaña, dijo a sus seguidores en un discurso de victoria.

El secretario ejecutivo de la MUD añadió que los resultados le envían un mensaje claro al Gobierno de que el país está cansado de “vivir las consecuencias de un fracaso”. “Venezuela puede estar tranquila. La unidad sabrá administrar el triunfo y no llegará a atropellar a nadie. Hoy esto cambió y ahora la Asamblea tiene una dirigencia del pueblo. Esta victoria es real para aquellos que han sido perseguidos, encarcelados e inhabilitados”, subrayó.

El preso político más conocido en Venezuela es Leopoldo López, quien fue sentenciado a casi 14 años, acusado abusivamente en 2014 de promover la “violencia política”. Pero la oposición tiene una lista de lo que dicen ser más de 70 presos políticos.

¿Qué tan grande es la mayoría?

Según la información publicada por el CNE en su página de internet, la opositora Mesa de Unidad Democrática obtuvo 109 curules en el voto lista y nominal, a los que hay que sumar tres diputaciones por las circunscripciones indígenas. Esto significa que podrían, en teoría, despedir a ministros después de un voto de censura.

El oficialista Partido Socialista Unido de Venezuela se quedó en 55 de los 167 curules de la Asamblea Nacional. En porcentaje, el CNE informó que la oposición logró un 65.27% de los votos emitidos y el oficialismo un 32.93%.Con dos tercios, la oposición podría tratar de hacer modificaciones a las instituciones, como a los tribunales, ampliamente vistos como pro-gobierno. Incluso con sólo una mayoría simple, la oposición puede ejercer control sobre el presupuesto, dar marcha a investigaciones que podrían afectar al gobierno y aprobar la ley de amnistía.

Con 112 diputados de un total de 167 la oposición puede proceder a elaborar leyes orgánicas, aunque éstas todavía tienen que ser firmadas por el presidente. También puede designar a los poderes Judicial y Electoral, pero a través de un complejo procedimiento. Pero lo más crucial es la posibilidad de reformar la Constitución o convocar a una Asamblea Constituyente.

Sin embargo, todavía tendrían que negociar con Maduro. Este es uno de los retos más importantes ya que el presidente venezolano no aceptará muchos de los cambios. Por lo pronto, ya anunció que rechazará la anunciada ley de amnistía, considerada una prioridad por la nueva mayoría de la oposición en la Asamblea Nacional. “No aceptaré ninguna ley de amnistía. Me podrán enviar mil leyes pero los asesinos de este pueblo tienen que pagar”, declaró Maduro.

La caída de Maduro

Maduro, cuyo gobierno ha sustituido a Cuba como el adversario más vocal de América Latina contra los Estados Unidos, culpó el resultado de las elecciones a una “guerra económica” llevada a cabo por líderes empresariales y otros opositores en el extranjero con el fin de sabotear la economía y lo llevan hacia abajo. “En Venezuela, ganó la contrarrevolución, no la oposición”, agregó en su discurso el lunes.

Muchos venezolanos no han comprado este argumento, sin embargo, culpándolo por la inflación más alta del mundo, la escasez desde la leche hasta los medicamentos y una moneda devaluada que cotiza en el mercado negro a casi 150 veces su tasa oficial.

La persistencia de Maduro con los controles de divisas y de precios complejos han contribuido a distorsiones económicas de Venezuela, pero, a diferencia de Chávez, también ha tenido que lidiar con una caída en el precio de la única exportación significativa de Venezuela, más del 95% de ellas: el petróleo.

La derrota del gobierno fue otro gran golpe para el bloque latinoamericano de gobiernos de izquierda después, especialmente después de las elecciones presidenciales de Argentina el mes pasado. Esperemos que los gobiernos ideologizados de la región sigan esa tendencia centro-derechista hacia democracias más libres y economías más prósperas. Lampadia




El Estado del Siglo XXI: La Gran Reforma Institucional

El Estado del Siglo XXI: La Gran Reforma Institucional

Ad portas del proceso electoral para elegir a un nuevo presidente del Perú, Lampadia decide abrir esta sección destinada a debatir y proponer las reformas que se requieren para construir el Estado del Siglo XXI que necesitamos, una tarea impostergable si queremos recuperar la gobernabilidad que nos permita seguir creciendo y reduciendo la pobreza.

Pues no cabe duda que además de recuperar el ritmo de crecimiento de la economía,  esa tendrá que ser la principal labor del próximo gobierno. En los últimos 15 años hemos tenido desarrollo económico pero no desarrollo institucional. No tenemos todavía un Estado fuerte, moderno, profesional, meritocrático y eficiente. En algunos temas hemos retrocedido.

Por un lado, el Estado ha perdido control. El Estado logró reconstruirse parcialmente luego del colapso de fines de los ochenta, pero luego ha perdido control, autoridad y capacidad de gobierno. Ha crecido la economía pero también la inseguridad, el crimen organizado, las mafias y los poderes locales anti inversión. Hay zonas liberadas en el territorio y también en algunas empresas estatales. La descentralización ha alimentado el proceso de fragmentación partidaria y política, jaqueando el gobierno unitario. [sin que las propias autoridades regionales asuman sus nuevas responsabilidades y dejen de ¡reclamar la presencia del Estado’]

Por otro lado, gracias al crecimiento de la economía, hemos avanzado en inclusión social -reducido la pobreza y la desigualdad-, pero no hemos avanzado en inclusión legal, ciudadana. La informalidad es altísima. No tenemos una República de ciudadanos. Pues tenemos un Estado y una legalidad excluyentes.

Parafraseando a Madelaine Albright se puede decir que: Tenemos un sector privado que habla el lenguaje del Siglo XXI, un Estado que escucha con los oídos del Siglo XX y políticos que proponen las ideas del Siglo XIX.

Necesitamos, en ese sentido, dos grandes tipos de reformas. Unas destinadas a construir un Estado fuerte, moderno, meritocrático, capaz de garantizar el imperio de la ley en todo el territorio y brindar servicios eficientes.

Y otras destinadas a crear una república de ciudadanos, a incorporar al Estado legal, a la formalidad, a la mayor parte de peruanos, mediante una legalidad más inclusiva, flexible y consultada.

  1. Reformas fortalecedoras del Estado (imperio de la ley, meritocracia y mejores servicios públicos)
  • Reforma política para reconstruir sistema de partidos y canales de representación
  • Reforma del sistema policial-fiscal-judicial-penal
    • Reforma del Ministerio Público y del Poder Judicial
    • Reforma de la Policía
    • Mejora de la implementación del nuevo código procesal
      • Atención primaria de la justicia penal y juicios en flagrancia
      • Concesionar penales
  • Profesionalizar y meritocratizar el Estado
    • Reforma del Servicio Civil (reingeniería de entidades públicas, simplificación)
    • Presupuesto por resultados
  • Reforma de la descentralización: redistribución racional de competencias y fortalecimiento de la autoridad central (capacidad de control, monitoreo e intervención en casos de falencia de algún servicio)
    • Servicio civil
    • Recaudación del predial y arbitrios
  • Educación
    • Carrera magisterial meritocrática
    • Gestión: empoderamiento de directores
    • Aprendizajes en tablets con tecnologías de la información
    • Ley universitaria y Ponteencarrera.pe
    • Liberalizar Institutos y educación dual           
  • Salud y Essalud: separar financiación de prestación           
  • Reforma de las Empresas Públicas de Saneamiento
    • Rellenos sanitarios y plantas de tratamiento de aguas residuales                       
  • Planificación urbana

 

  1. Reformas flexibilizadoras para la inclusión ciudadana:
  • Tributaria: bajar las tasas nominales y modernizar la SUNAT (simplificar y facilitar los procesos)
  • Laboral: flexibilizar la extrema rigidez laboral y bajar los costos de la formalidad
  • Regulatoria: disminuir requisitos y exigencias en todos los sectores. Prepublicación y estudio de impacto regulatorio
    • Simplificación administrativa
    • Fortalecer capacidad derogatoria de barreras burocráticas de   Indecopi
    • Gobierno electrónico
    • Gobierno Abierto
    • Hacer evaluaciones costo-beneficio rigurosas de las normas
  • Programa de titulación individual al interior de comunidades campesinas
  • Formalización de la minería informal
  • Reorientación de los programas sociales hacia productivos: Sierra Productiva

 

Lampadia se propone desarrollar y recoger propuestas acerca de cada una de estas reformas como una contribución al desarrollo integral del Perú, al debate electoral y a la agenda del próximo gobierno. Para ello contará con el aporte especial de Jaime de Althaus y de aquellos especialistas que invite a colaborar en el debate sobre el diseño del Estado del Siglo XXI que debemos construir

Invitamos a nuestros lectores y a especialistas en los temas del Estado a hacernos llegar sus contribuciones, las que difundiremos fomentando un necesario debate nacional. (contacto@lampadia.com.pe). Lampadia

 

 

 

 




Sorprendente y excelente iniciativa política

Sorprendente y excelente iniciativa política

Es muy esperanzador poder reconocer una iniciativa positiva de la clase política peruana, después de tantas decepciones por el comportamiento de ‘chicos de barrio’ al que nos tienen acostumbrados.

El día de hoy, 14 partidos han suscrito un acuerdo que plantea un mejor clima político, el cuidado del próximo proceso electoral y acciones conjuntas en pro del beneficio de toda la ciudadanía.

¡Bravo por ello!

A continuación reproducimos este importante avance de la política peruana:

 

DECLARACION DE LOS PARTIDOS POLITICOS DEL PERU

Los Partidos Políticos qua suscriben, con motivo de iniciarse el último año de gobierno de la administración del Presidente Ollanta Humala Tasso, hemos reunido voluntades par que, sin perjuicio de las diferencias ideológicas y partidarias, hagamos votos para que nuestro Perú prospere en un clima de democracia y libertades plenas. En ese marco invocamos a la ciudadanía acompañarnos a  buscar consensos nacionales en los siguientes temas:

1.- Confiamos que el próximo proceso de Elecciones Generales se desarrolle en un clima de Libertad y Transparencia, de respecto a la Voluntad Popular y al no uso de recursos públicos o de fuente impropia para el financiamiento de campañas, de neutralidad del Gobierno Central, Regional  y Municipal y de un marco de Libertad de prensa que a su vez se ejerza con respeto de todos los ciudadanos que aspiren a regir los destinos del país.

2.- Asimismo, exhortamos a desarrollar los mejores esfuerzos por la estabilidad económica del país, la promoción de los procesos de inversión pública y privada como fuente de generación de empleo digno y el apoyo al desarrollo económico y social de todos los peruanos.

3.- Apoyamos las políticas y acciones por la Seguridad Ciudadana, las que justifican incluso adoptar medidas extraordinarias para salvaguardar la integridad de la ciudadanía y la familia peruana.

Estos lineamientos de consenso nacional esperamos contribuyan a elevar el nivel del debate político, dejando en claro que bajo ninguna circunstancia esta confluencia implique no ventilar presuntos casos de corrupción en las instancias fiscales y judiciales, como corresponde de acuerdo a ley.

 

Lima, 30 de Julio de 2015

ORDEN, PARTIDO POLITICO                                            Antero Flores Araos Esparza

PARTIDO ACCION POPULAR                                            Mesías Guevara Amesifuén

PARTIDO ALIANZA PARA EL PROGRESO                         Luis Ibérico Núñez

PARTIDO APRISTA PERUANO                                           Jorge del Castillo Gálvez

PARTIDO FUERZA POPULAR                                             Joaquín Ramírez Gamarra

PARTIDO HUMANISTA PERUANO                                    Yehude Simon Munaro

PARTIDO NACIONALISTA PERUANO                               Nadine Heredia Alarcón

PARTIDO PERU POSIBLE                                                   Luis Thais Díaz

PARTIDO PERU PATRIA SEGURA                                      Andrés Reggiardo Sayán

PARTIDO PERUANOS POR EL KAMBIO                            Pedro Pablo Kuczynski Godard

PARTIDO POPULAR CRISTIANO                                        Raúl Castro Stagnaro

PARTIDO RESTAURACION NACIONAL                              Humberto Lay Sun

PARTIDO SOLIDARIDAD NACIONAL                                  José Luna Gálvez

PARTIDO SOMOS PERU                                                      Fernando Andrade Carmona