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Dani Rodrik: Ideas desde Davos

Dani Rodrik: Ideas desde Davos

Dani Rodrik es un destacado economista de Princeton y Harvard, y uno de los más influyentes a nivel internacional en temas relacionados a crecimiento y desarrollo económico y reformas de Estado. En una entrevista para Perú 21 desde la sede donde se lleva a cabo el Foro Económico Mundial, Rodrik habla sobre el nuevo escenario internacional que le espera a los países emergentes para continuar la senda de crecimiento que han mostrado en los años previos, las políticas económicas de los países de América Latina, y los retos en materia de reformas institucionales. Uno de los mensajes que deja el experto es que “no existe un libro de recetas para ejecutar reformas”, ya que mejorar la gobernanza, las instituciones regulatorias, y en general el ambiente de inversiones con mejor protección a los derechos de propiedad involucra cambios difíciles y largos cuyos diseños varían de un contexto a otro. Asimismo, Rodrik señala que uno de los desafíos prioritarios de la región es reducir la informalidad a través de políticas que se adecuen a las causas que la generan.   

Leer la entrevista completa publicada en Perú 21, jueves 23 de enero de 2014




Más reforma y menos burocracia

Más reforma y menos burocracia

En la siguiente entrevista del diario Gestión, el economista Roberto Abusada sostiene que el Perú viene creciendo por debajo de su potencial. Propone que si el país quiere expandir su economía por encima del 6% tiene que incrementar en 2% la productividad anual, pero, precisa, que este objetivo no será posible si es que no se abordan los déficits en infraestructuras, educación, salud y no se mejora el clima de inversión.

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Hablemos del futuro que podemos construir

Hablemos del futuro que podemos construir

Desde siempre, nuestro debate político ha estado atrapado por los temas de coyuntura. En medio de las contiendas cotidianas de nuestra vida nacional, muy pocas veces hemos sido capaces de trascender el corto plazo y de explorar, juntos, nuestro potencial de desarrollo, definido como el de una sociedad que alcance el bienestar general y la generación de oportunidades para todos nuestros ciudadanos.

En CADE 96 se propuso la Visión del Perú al 2020: “El Perú será el país latinoamericano más integrado al mundo, en el comercio, la inversión y la tecnología”. IPAE no logró que el país asuma el reto. Luego promovió el Consejo Nacional de la Visión junto con Prom-Perú, Perú 2021 y Agenda Perú, sin lograr impregnar al país de la necesidad de apuntar al largo plazo. Posteriormente Roberto Dañino, como Primer Ministro de la administración del Presidente Toledo, plantea en su primer discurso al Congreso el compromiso de convocar al país para formular una visión compartida de futuro. Lamentablemente, esto terminó en la formulación de 30 políticas y muchos objetivos en el Acuerdo Nacional, que no pasó nunca de ser, la expresión de una serie de cúpulas políticas y gremiales, incapaz de vincularse a la ciudadanía.

Así llegamos al presente, después de 20 años en los que hemos transformado al país promoviendo el regreso de la inversión privada a todos nuestros sectores productivos. Los resultados económicos y sociales son extraordinarios en términos de crecimiento, reducción de la pobreza e inclusive de reducción de la desigualdad. Por primera vez en nuestra historia, la inversión total, pública y privada, supera el 27% del PBI y, hasta hace unos pocos meses, los peruanos, al igual que los extranjeros, veíamos nuestro futuro con un gran optimismo.

Sin embargo, como comenta Felipe Ortiz de Zevallos, “la política, lamentablemente, se ha venido desenvolviendo por carriles poco vinculados a la economía y a la sociedad. Y es más pasadista que futurista”. En este contexto, nuestra vida política, ha venido transitando a una situación de conflicto de todos contra todos, que ya empieza a debilitar nuestras perspectivas de desarrollo.

Esta coyuntura conflictiva nos ha llevado, sin mucha convicción y compromiso, a que el Gobierno convoque a un diálogo con las demás fuerzas políticas, que permita identificar ciertas líneas de acción futuras.

El diálogo debería tener el basamento de nuestras potencialidades. Con este propósito volvemos a publicar un gráfico del HSBC, que muestra la posible evolución de la participación de la población de ingresos medios y altos hasta el 2050. El gráfico prevé que el 2030 tendremos 80% de la población con ingresos medios y altos, (medios – considera US$ 3,000 a 15,000 p.c. por año y altos – US$ 15,000 + p.c. por año). Para el 2050 nos plantea ya 90%, (50% medios y 40% altos).

Este potencial implica que el 2050, habremos dejado de ser un país pobre.

¿Qué nos dice el HSBC, en cuanto a los requisitos para lograr este potencial? Que el crecimiento debiera promediar un 5.5% por año y que necesitamos lograr un buen nivel educativo, instituciones sólidas y cerrar nuestras brechas en infraestructuras.

Agenda del diálogo Pro-Bienestar: crecimiento alto y sostenido, buena educación, instituciones sólidas y mejores infraestructuras.




¡Es hora de producir más!

¡Es hora de producir más!

A pesar de la caída de los precios de los minerales por la desaceleración económica global, éstos se mantienen en un buen nivel para el Perú, que es un productor relativamente eficiente y,por lo tanto, debiéramos seguir atrayendo nuevas inversiones mineras, sobre todo tomando en cuenta nuestro potencial mineralógico para aumentar la producción.

En esa dirección, Luis Miguel Castilla, ministro de Economía, ha señalado que “todavía tenemos precios altos(…) lo que le da al país una ventana de oportunidades para usar esa riqueza de capital natural en cerrar brechas de infraestructuras física y de capital humano”. Ésta afirmación cobra mayor relevancia habida cuenta de que el Perú mantiene un importante atraso en su nivel de producción de minerales por efecto de las décadas perdidas de los años 60, 70 y 80, en que dejamos de invertir. Así, por ejemplo en cobre fino producimos 1.3 millones de toneladas, mientras Chile produce 5.4 millones de  toneladas, teniendo el mismo potencial.

En cuanto a precios, los términos de intercambio muestran, tanto en su nivel actual como en su proyección, que las exportaciones tradicionales pueden seguir generando los recursos necesarios para sustentar nuestro desarrollo. (Ver el siguiente cuadro).

Si analizamos los precios de los metales – que publicamos más abajo- podemos percatarnosde que éstos mantienen muy buenos niveles comparados con los promedios de las últimas dos décadas y, también en cuanto a sus proyecciones. Por ejemplo, el cobre en el 2003 estaba en 80.70centavos de dólar por libra, trepó hasta los 400 centavos, hoy está alrededor de los 330. Ver los detalles para el cobre, oro, plomo y zinc.

Por todas estas consideraciones no se justifican las opiniones pesimistas y alarmistas que han surgido sobre el futuro de la minería en el Perú, que en el extremo nos muestra a los anti mineros tratando de llevar agua para su molino.

Otro aspecto a tener en cuenta es que, a pesar de los evidentes avances del país, todavía no hemos asumido debidamente La Agenda Pendiente, especialmente en Educación, Infraestructuras e Instituciones. En otras palabras, efectivamente, no hemos aprovechado en toda su magnitud la gran ventaja que le otorga al país la explotación de sus recursos naturales, de modo que todos los motores del crecimiento se pongan en marcha y no desperdiciemos el gran momento en que todavía nos encontramos.

En este contexto, debiéramos hacer una cruzada nacional para alentar y aumentar la producción de cobre y oro. Por ejemplo el cobre nos ofrece todavía un inmenso potencial de crecimiento y perspectivas de rentabilidad. Miremos sus precios durante los últimos 50 años, en el siguiente cuadro:

Aquilatemos la información que afecta a la vida nacional con perspectiva y seriedad. La necesidad tiene cara de hereje, es hora de que gobierno y empresarios caminenjuntos en pro del desarrollo.No es momento para temores infundados, pesimismo o visiones tremendistas.Manos a la obra.




El Perú no puede parar

El Perú no puede parar

La recuperación de la economía peruana durante las dos últimas décadas ha sido notable, siendo reconocida y destacada a nivel internacional. Sin embargo, lo alcanzado hasta el momento no es suficiente, el camino aún es muy largo, pero ¿cuán lejos estamos de llegar a nuestro al PBI que hoy ya debiéramos tener?

 

El Perú es el quinto paísen población y cuarto en extensión territorial en América Latina. Sin embargo, estamos en sexto lugar en el PBI (ajustado por precios). Si nuestro PBI actual (US$ 350 mil millones) mantuviera proporción con el tamaño de nuestra población, debería llegar a US$ 410 mil millones, y si fuera proporcional a nuestro territorio, tendría que alcanzar los US$ 530 mil millones.

Si nos comparamos con Colombia que tiene un 10% menos de territorio que el Perú, nuestro PBI tendría que ser de US$ 600 mil millones (PBI actual de Colombia = US$ 530 mil millones).

Si el análisis lo hacemos a nivel global y vemos que teniendo el 0.42% de la población mundial, y el 0.39% del producto total, mientras que un vecino exitoso como Chile, con 0.24% de la población global, produce el 0.38% del producto mundial, 1.6 veces su participación en población, el Perú tendría que tener un PBI de US$ 560 mil millones.

Del análisis anterior, podemos concluir que nuestro PBI ajustado por precios, debiera aproximarse a 600 mil millones de dólares, 1.5 veces lo actual, con un producto per cápita de 20,000 dólares.

Como vemos, ya sea por la extensión territorial, por población, o por comparación con el mejor de la clase, el Perú está muy por debajo de su potencial. Si bien desde los noventa hemos tomado el camino hacia el desarrollo, las décadas pérdidas de los años 60, 70 y 80 nos siguen pasando la factura. De allí la importancia de no perder esta gran oportunidad para seguir creciendo alto y sostenido, para seguir atrayendo inversión privada, para generar confianza en el futuro, y para enfrentar, de una vez por todas, la agenda pendiente en educación, salud, infraestructuras, ciencia y tecnología, y desarrollo institucional, con que el Perú podría superar la pobreza.




Crecimiento permite cumplir Objetivos del Milenio

Crecimiento permite cumplir Objetivos del Milenio

En un reciente pronunciamiento de la Oficina de las Naciones Unidas para la Agricultura (FAO), se destacó que el Perú es uno de los pocos países que ha logrado avanzar -y en muchos casos cumplir anticipadamente- en el cumplimiento de Los Objetivos del Milenio que las Naciones Unidas estableció para el mundo en el 2015.

Por ejemplo, nuestro país ha logrado reducir sustancialmente los indicadores de pobreza, desnutrición, mortalidad infantil, entre otros, gracias al fuerte crecimiento económico iniciado hace dos décadas.

Según estos objetivos, el Perú se comprometió,para el 2015, a disminuir la pobreza y la pobreza extrema a la mitad de los niveles registrados en 1991, es decir, a 27.3% y 11.5%, respectivamente. Sin embargo, estas metas han sido superadas en el 2011 al lograrse 27.8% en pobreza y 6.3% en pobreza extrema, tal como lo señalan las cifras del Instituto Nacional de Estadística e Información (INEI).

De esta manera, el milagro económico peruano que sorprende al mundo- con sus altas tasas de crecimiento del PBI y de inversión privada, no solamente se circunscribe a cifras macroeconómicas sino también a resultados sociales incuestionables. No solo competimos con China e India en crecimiento, sino en reducción de la pobreza y otras lacras sociales. Una vez más queda demostrado que no hay desarrollo sin crecimiento y sin inversión privada. La FAO ha reconocido el mérito del Perú y ha resuelto un debate que plantea la izquierda cuando pretende separar el desarrollo del crecimiento económico.

Hace pocos años se consideraba que el crecimiento no estaba impactando su?cientemente en la reducción de la pobreza. Según estudios del INEI, el MEF y el BCR, entre 1994 y 1998, por cada punto porcentual (1%) que crecía el PBI, lapobreza se reducía en solo 0.43%. Sin embargo, al acentuarse el ritmo de crecimiento de la economía durante la última década, por cada punto (1%) de incremento del PBI, la reducción de la pobrezase dinamizó desde una disminución de 1% hasta llegar en el 2010 a una reducción de1.7%, una magní?ca relación causa-efecto que despeja cualquier duda sobre las virtudes del modeloeconómico y el crecimiento en cuanto a la reducción de la pobreza.

Estos reconocimientos no nos inhiben de plantear la necesidad y urgencia de que afrontemos cuanto antes, y con la mayor dedicación posible, una agenda pendiente en temas vitales para la construcción de un mejor futuro para todos, tal como lo planteamos en nuestro artículo La Agenda Pendiente.




La agenda pendiente

La agenda pendiente

En anteriores artículos hemos resaltado los grandes avances económicos y sociales que hemos logrado en los últimos 20 años, avances que se sustentan en cifras concretas que nadie las puede negar. (Ver Hagamos el balance de lo avanzado y miremos al futuro).

El crecimiento económico, el nivel de inversión privada, la reducción de la pobreza, la desigualdad, la desnutrición y la mortalidad infantil; el aumento sustancial de los ingresos y del empleo adecuado, con una mejor distribución de ingresos y empleo a lo largo y ancho del país, y la multiplicación por siete del crecimiento de los ingresos en la sierra rural, son indicadores seriosque han hecho que el país sea reconocido internacionalmente como una “estrella en ascenso”.

Sin embargo, debemos ser conscientes que el Perú tiene todavía un largo camino por recorrer, debido a que los daños generados por las erradas políticas de los 60, 70 y 80 fueron muy profundos y aún estamos recuperándonos.

Gracias a lo avanzado es que ahora podemos concentrarnos en la agenda pendiente, pues contamos con mejor capacidad de recursos para enfrentarla. No hacerlo sería  inmoral.

La agenda pendiente debe enfocarse en lograr un Estado que funcione y una economía más competitiva, como hace poco manifestó en Lampadia Gianfranco Castagnola, presidente ejecutivo de Apoyo Consultoría.

El banco global HSBC en su publicación “The World in 2050” (“El mundo en el 2050”) indica que el Perú puede ser uno de los países que más crezca durante los próximos cuarenta años, alcanzando el lugar 26 entre las economías más grandes del planeta mediante un crecimiento del PBI de 5.5% como promedio anual.

Para su análisis, el HSBC ha considerado el perfil de la población, la demanda de commodities y otros factores como el promedio de años de educación, la esperanza de vida al nacer, la fertilidad, el imperio de la ley, el nivel de consumo del Gobierno, el índice de democracia y la tasa de inflación.

Del análisis del HSBC se puede decir que esta oportunidad se basa en dos factores estructurales y cuatro de coyuntura. Los estructurales se dan más allá de nuestras acciones y los coyunturales dependen de nuestro manejo.

En lo estructural están la demanda global de los commodities que deberían ofrecernos buenos niveles de precios, y el perfil de nuestra población, en el que la relación de nuestra PEA (población económicamente activa) al total de la población es muy alta y por lo tanto nos ofrece una buena base de crecimiento.

Entre los factores de coyuntura, tenemos aquellos que debemos manejar con destreza, como la mejora de la educación, el desarrollo de infraestructuras, un buen clima de inversión y el fortalecimiento de nuestras instituciones. En estos cuatro temas debiéramos centrar el debate sobre nuestras acciones futuras.

Nuestro bienestar general demanda una verdadera revolución en el tema educativo.

La brecha en infraestructuras también es alarmante, se calcula en alrededor de US$ 88,000 millones.

En el clima de inversión estamos retrocediendo. Las asonadas político-sociales anti-mineras y anti-inversión privada en muchas regiones, han alcanzado niveles de sedición.

La debilidad de nuestras instituciones es una nítida amenaza al crecimiento.Necesitamos contar con un Sistema Judicial eficiente y moderno, crear partidos políticos que representen a la mayoría de la población, reformar el Estado hacia el servicio de los ciudadanos, con eficiencia, vocación de servicio y una acción ética.Garantizar el equilibrio de poderes y la libertad de prensa.

En los próximos días estaremos abordando cada uno de estos temas y fomentando un debate al respecto.

The World in 2050 – Global Economics January 2012 HSBC