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La necesaria reforma de pensiones en Brasil

La necesaria reforma de pensiones en Brasil

La victoria de Jair Bolsonaro en los recientes comicios electorales por la presidencia de Brasil ha mejorado sobremanera las expectativas -tanto del ciudadano brasilero de a pie como de los inversionistas extranjeros.

Reflejo de ello, fue que, apenas se dieron a conocer los resultados electorales en octubre, el valor del real dio un salto en el orden del 7%, alcanzando niveles máximos desde mayo del presente año, y el Índice de la Bolsa de Valores de Sao Paulo (Bovespa) tuvo un rendimiento del 3%, un máximo histórico.

En este escenario, sin embargo, es menester señalar que sobre él y sobre su actual ministro de economía, Paulo Guedes, recae una enorme responsabilidad, una verdadera reforma del sistema de pensiones, que como veremos a continuación, tiene fuertes implicancias en los altísimos niveles de gasto gubernamental y de deuda pública en este país.

Resulta fundamental analizar esta problemática dado que se asemeja mucho a la que se da con la ONP y Pensión 65 en el Perú. Las soluciones brasileñas podrían ser de mucha utilidad para la evolución de nuestro actual sistema de reparto.

Actualmente, Brasil gasta el 12% de su PBI en el pago de sus pensiones, un porcentaje que es superior al promedio de la OCDE, ubicado en 8%. Ha sido tal el crecimiento de este concepto de gasto que ha pasado a ser el principal determinante del aumento de la deuda pública, cuya proporción, como porcentaje del PBI, pasó del 52% a finales de 2013, al 74% en la actualidad. Peor aún, de no llevarse a cabo una reforma que lidie con esta explosión del gasto, pronto este porcentaje podría llegar al 90% al 2050, según proyecciones de la OCDE.

Guedes ha propuesto la creación de un modelo de capitalización individual con una edad de jubilación mínima–como el empleado en nuestro país con las AFP con jubilados que cobren pensiones de sus ahorros acumulados mientras trabajaban.

No es coincidencia que nuestro país adolezca del mismo problema con su actual sistema de reparto, la ONP y Pensión 65. Según estimaciones del IPE, la ONP cuenta con una deuda traída a valor presente cercana a los 100 mil millones de dólares, monto que representa el 50% de nuestro PBI a valor corriente.

Ello significa que muchos de los aportantes a la ONP no van a poder disfrutar de una pensión, hecho que se agrava aún más si consideramos que tienen que haber aportado por lo menos 20 años para disfrutar de este beneficio.

Y es que el problema de todos los sistemas de reparto a nivel mundial, a diferencia de aquellos con capitalización individual, es que se constituyen como esquemas tipo Ponzi, en donde se tiene una alta dependencia de los aportes de una población joven, que con el pasar de los años se hace cada vez más pequeña, para el mantenimiento de la población mayor.

Esto inevitablemente genera enormes huecos fiscales, conforme envejecen las sociedades, los cuales, en algún momento, pasan factura a los gobiernos, quienes tienen que extraer más impuestos para hacer frente a sus obligaciones con los pensionistas.

En el caso del Perú creemos que la solución del tema pensionario debe venir acompañada por el aumento de la cobertura de los afiliados. Esta puede hacerse, usando una parte del IGV como aportes individuales a fondos privados de pensiones.

Como explicamos en Lampadia: El IGV como aporte al Fondo de Pensiones y formalización del empleo , esta política no solo fomenta la formalidad, sino que además permite una mayor recaudación impositiva, lo cual es fundamental para lidiar con los problemas de deuda pública y de déficit fiscal.

Con ello en mente, aprovechamos en hacer un llamado a nuestras autoridades competentes para la implementación de esta medida. ¡Nuestros pensionistas no pueden esperar más! Lampadia

Ver líneas abajo más detalle sobre las propuestas de Jair Bolsonaro y Paulo Guedes en torno a la reforma de pensiones en Brasil:

Hacer o romper
Bolsonaro debe enfrentar el gasto descontrolado en pensiones

Si lo controla, dará forma a su presidencia y al futuro de Brasil.

The Economist
13 de diciembre, 2018
Traducido y glosado por Lampadia

“No podemos salvar a Brasil matando a las personas mayores”, dice Jair Bolsonaro, el próximo presidente de Brasil. Se refiere al principal problema de política pública del país: un proyecto de ley de pensiones que consume más de la mitad del presupuesto federal y crece cuatro puntos porcentuales por encima de la inflación. No es el único de la nueva administración que expresa ambivalencias y falta de sentido de urgencia.

Sin embargo, muchos apuestan que Bolsonaro actuará rápidamente para resolver un problema que acosa a Brasil durante años. Aunque el optimismo viene más por la elección de Paulo Guedes como ministro de economía, egresado de la Universidad de Chicago.

El presidente saliente, Michel Temer, logró algunas reformas fiscales, en particular, un tope en el gasto federal y recortes a los préstamos subsidiados. Pero las pensiones lo derrotaron.

Dado que Brasil tiene reservas de divisas saludables y una de las tasas de inflación más bajas durante décadas, el progreso no depende de los mercados o las instituciones financieras globales, sino de los políticos en Brasilia. Eso es alentador y preocupante.

El sistema de pensiones brasileño

  • El esquema de gobierno para los trabajadores del sector privado está fuertemente subsidiado.
  • El esquema del sector público es aún más generoso.
  • No es raro que los funcionarios públicos se retiren a los 50 años con el sueldo completo.
  • El 41% de los beneficios de pensión van a la quinta parte más rica de los brasileños y el 3% a los más pobres.

Pero una población que envejece significa que el sistema es insostenible.

  • En el 2000, había ocho trabajadores por cada jubilado.
  • Para el 2060, solo habrá dos.

El gobierno gasta el 12% del PBI en pensiones, en comparación con un promedio del 8% en los países ricos de la OCDE.

Las pensiones han jugado un papel importante en el aumento de la proporción de la deuda pública como porcentaje del PBI que pasó del 52% a finales de 2013 al 74%. Sin reforma, pronto podría pasar el 90%.

Propuestas para una reforma

Muchos esperaban que, antes de asumir el cargo, Bolsonaro podría hacer que el Congreso saliente aprobara una reforma de pensiones, estancada, que fue introducida por Temer. Aunque eso no se logró, el nuevo presidente aún puede revivirlo el próximo año.

Dicha propuesta mantiene el sistema de reparto, en el que los trabajadores actuales apoyan a los jubilados actuales, pero se implementa una edad mínima de jubilación y un período de contribución mínimo. Ahorraría 400 mil millones de reales ($ 100 mil millones) en la próxima década.

Otros abogan por un mayor radicalismo. Durante la campaña, Guedes propuso un modelo de “capitalización”, con jubilados que cobren pensiones de sus propios ahorros acumulados mientras trabajaban.

Pero recientemente Bolsonaro ha hablado de “dividir” la reforma en etapas, comenzando por introducir una edad mínima de jubilación. Y el Congreso puede diluir cualquier esquema más, como lo hizo con Temer. Pero incluso las reformas más completas que se están considerando no resolverán todos los problemas fiscales de Brasil.

La gran pregunta es si Bolsonaro puede alinear al Congreso. Su Partido Social Liberal tiene poco más de una décima parte de los escaños, y dice que no atraerá a los legisladores de la manera brasileña habitual, es decir, comprando fiestas con gastos de barril de cerdo y nombramientos para ministerios de altos gastos. En lugar de eso, planea negociar tema por tema con grupos de interés de todos los partidos, como evangélicos, personas de línea dura de seguridad y agricultores. Eso puede no funcionar.

Bolsonaro fue elegido con una plataforma de abolición de privilegios.

El nuevo equipo económico está comprometido con la reforma y las condiciones son favorables, dice Eduardo Guardia, el ministro de finanzas saliente. Pero dice, “Hay riesgo de ejecución”. Lampadia




Apurímac avanza en su potencial de desarrollo

Recientemente se publicó el último informe INCORE (Índice de Competitividad Regional) elaborado por el IPE. Según el informe, los resultados indican una relación directa entre competitividad y desarrollo económico y social.

Este indicador cuantifica la posición de las 24 regiones del país mediante seis pilares: Entorno Económico, Infraestructuras, Salud, Educación, Laboral e Instituciones. Cada uno de los cuales está compuesto por varios componentes que dan como resultado un total de 46 indicadores. Con esta información se puede evaluar el desarrollo integral de cada región, así como identificar sus principales fortalezas y debilidades.

Entre los resultados más importantes tenemos que Lima continúa liderando la competitividad del país. Además, una de las regiones que ha avanzado es Arequipa, que desplazó a Moquegua del segundo lugar que vino ocupando en los últimos tres años. Dicho avance se debe a que Arequipa obtuvo mejores cifras en el pilar Laboral debido a la mejora en creación de empleo formal, pero registró un retroceso de una posición en el pilar de Instituciones.

Les siguen las regiones de Moquegua, Ica y Tacna. Estas cinco regiones se ubican en el tercio superior en más del 60% de los 45 indicadores evaluados, lo que muestra una notable ventaja respecto al resto de regiones.

Por otro lado, Cajamarca, Puno y Loreto son las regiones menos competitivas del país por quinto año consecutivo, y se ubican en el último tercio en más de la mitad de los 45 indicadores del INCORE.

Cajamarca, específicamente, es un caso trágico porque hasta hace pocos años, era la región con mayor potencial de crecimiento del país y, de haber consolidado una vocación pro inversión y desarrollado, los cuatro grandes proyectos que estaban en marcha antes de la caída de los precios de los minerales, pudo haberse convertido en la región más rica del Perú.

El sorprendente salto de Apurímac

Quizás lo más revelador del informe es que Apurímac fue la región que registró el mayor avance, que subió del puesto 19 al 14, gracias al mejor desempeño de los pilares instituciones, laboral, infraestructura y entorno económico.

Según el IPE, Apurímac es la región que escaló más posiciones en el INCORE (cinco puestos) debido al avance sustancial de los pilares Instituciones y Laboral. El primero mejoró ocho puestos, por una caída importante en el número de homicidios por cada 100 mil personas y una mayor resolución de expedientes judiciales. El segundo avanzó seis puestos, debido principalmente a la mayor creación de empleo formal y a la reducción de la brecha de género en los ingresos laborales.

Es importante remarcar que gran parte de los avances que se pueden ver en Instituciones y Laboral tienen que ver con las mejoras de entorno económico que, aunque el informe no lo destaca, pasó del puesto 16 en el 2016 al 12 en el 2017. Estas mejoras económicas que dan inicio a las mejoras en los demás pilares fueron impulsadas por el inicio de las operaciones del proyecto Las Bambas.

En anteriores ocasiones hemos presentado información sobre la evolución del crecimiento y reducción de la pobreza en la región Apurímac, que en los últimos años se ha dinamizado notoriamente, como producto del gran proyecto minero de cobre de Las Bambas, el proyecto minero de mayor envergadura actualmente operativo en el país y representó una inversión de 10,000 millones de dólares, tiene una vida útil de 18 años y representa una producción de 453,000 toneladas de cobre al año.

Es importante recalcar que este proyecto ha estado asociado a conflictos sociales, pero, a pesar de todo, el proyecto pudo ir adelante iniciando sus embarques de exportación que ha brindado una gran mejora económica y social a la región, que se debe, fundamentalmente, al crecimiento de la producción minera. En Lampadia ya hemos podido comparar cómo Apurímac aprovechó la inversión minera para dar un salto adelante en las condiciones de vida de la región. Ver en Lampadia: Apurímac: Un nuevo testimonio del aporte de la minería.

Apurímac, al igual que otras regiones con un alto puntaje como Arequipa, Ica, y Tacna son parte de la zona cuprífera donde se ubican las principales unidades mineras productoras de cobre a gran escala: Toquepala, Cuajone, Cerro Verde, Tintaya, Antapacay, Constancia y el Proyecto de Las Bambas.

Esto debe dejar claro que la inversión minera ha traído consigo un impacto altamente positivo. La minería moderna usa tecnología de punta y se integra adecuadamente con sus espacios sociales y ambientales. La recuperación del sector minero ha traído consigo el desarrollo de un sector industrial que ahora puede calificarse como el más grande, sólido, competitivo y exportador de nuestra historia. Además, se han construido carreteras y aumentando la cobertura eléctrica y de telecomunicaciones, mejorando la calidad de vida de los pueblos aledaños. (Ver en Lampadia: Al menos 80% de la reducción de la pobreza es por el crecimiento).

La minería ha creado puestos de trabajo bien remunerados e importantes ingresos fiscales. (Ver en Lampadia: Informe del Efecto de la minería sobre el empleo, el producto y recaudación en el Perú elaborado por el IPE). Este estudio demuestra que, por cada empleo generado por la minería, se crean nueve empleos indirectos en otros sectores (el sector agrícola solo crea 1/6 de empleo indirecto por cada empleo directo de su sector). Esto se puede ver en los buenos resultados de Apurímac en este último INCORE.

El INCORE es un buen indicador para identificar el nivel de competitividad de las regiones y tomar las decisiones correctas en las agendas políticas para lograr retomar su crecimiento. Como afirma el IPE, “definirá la ruta que seguirán las regiones en el futuro y las condiciones responsables no solo de su crecimiento sino también de su desarrollo, atraso o estancamiento y de las diferencias regionales.”

Para retomar la senda del crecimiento y el ciclo virtuoso del Perú, urge seguir promoviendo un alto nivel de inversión, sobretodo en el sector minero. Esta es nuestra fuente principal de crecimiento de la economía, empleo y encadenamiento con los demás sectores. Hoy, sin embargo, estamos atrapados entre la tramitología y el caos político. Lampadia




Pactos de Integridad para el desarrollo de infraestructuras

Goberna-Perú acaba de organizar un importante foro sobre: Como sacar adelante proyectos cuando se han producido casos de corrupción. Dado que en el Perú los casos de corrupción paralizaron la economía, es muy importante revisar el desarrollo de dicho foro.

La economía sigue bajando su ritmo de crecimiento. Poco a poco transitamos al estancamiento. Luego de cinco años de una creciente caída de la inversión privada y pública, en vez de corregir el clima de inversión y apostar a ganador activando los proyectos paralizados, tanto en minería como en infraestructuras, el nuevo gobierno se contentó con plantear un crecimiento de 5% hacia al 2021.

Uno de los motivos de la falta de crecimiento es la parálisis del sector construcción y de las obras de infraestructuras. La construcción es uno de los sectores que más aporta a la economía, sin embargo, el sector atraviesa su peor crisis reputacional y de crecimiento.

Fuente: Perú21

Como afirmó Diego Macera, Gerente general del IPE, es su presentación sobre Infraestructura de uso público y participación privada: situación actual, “La provisión de infraestructura es una herramienta efectiva para incrementar productividad y competitividad, que reducen la pobreza de manera sostenible”. Sin embargo, según el Foro Económico Mundial, el Pilar Infraestructura del Perú se encuentra en el puesto 86 de 140 países. ¿Cuáles son los problemas para el cierre de la brecha? Según Macera, son 3:

  1. Inexistencia de un plan nacional de infraestructura
  2. Recursos Insuficientes
  3. Prácticas inadecuadas en el proceso de inversión pública

En la Alianza del Pacífico, somos el único país que carece de un plan nacional de infraestructura de mediano-largo plazo, así como una entidad especializada. El incremento de la responsabilidad de la inversión pública en infraestructura entre los gobiernos subnacionales no ha sido acompañada de mayores capacidades de gestión. Más de 1,600 obras públicas se encuentra paralizadas y se concentran en gobierno locales. Según la Contraloria, la inadecuada formulación de proyectos es el principal motivo.

Lamentablemente, el escándalo de corrupción de Lava Jato y la investigación del ‘club de las constructoras’ permitió que al no hacer caso a Lampadia: A grandes males, grandes remedios (sin matar al paciente), que las entidades vinculadas a la justicia y administración del Estado, el Poder Judicial, la Fiscalía de la Nación, la Contraloría, los Procuradores (autónomos) y la Sunat; desarrollaran acciones descoordinadas que crearon un verdadero caos, que propició la parálisis de las empresas y proyectos de inversión vinculados a los brazos empresariales corruptos de Lula (Odebrecht), pero también arrastrando en el mismo proceso a los trabajadores, proveedores, contratistas y socios locales. (Ver en Lampadia: Cortemos la parálisis del Perú).

Un crecimiento cero en construcción, según un informe de BBVA Research, puede significar una pérdida de 70,000 empleos indirectos. Más de US$ 10,000 millones en inversión están paralizados, y la ralentización del crecimiento tiene mucho que ver con esta situación. Más de 1,600 obras públicas se encuentran paralizadas y se concentran en gobiernos locales, según Diego Macera del IPE. De acuerdo con la Contraloría, la inadecuada formulación de proyectos es el principal motivo. Salvar el sector construcción, pues, es necesario para evitar un escenario solo favorable para las fuerzas antisistema en el 2021, que intentan lentificar el crecimiento y que retorne el círculo autodestructivo de la pobreza, con objeto de hacer pasar las recetas populistas y estatistas.

¿Cómo sacar adelante proyectos cuando se han producido casos de corrupción?

Es incuestionable que la lucha contra la corrupción tiene que seguir profundizándose caiga quien caiga. Pero el combate a la corrupción de ninguna manera puede significar parar la economía, sobre todo porque en ningún país afectado por el caso Lava Jato ha sucedido lo que acontece en el Perú.

Para esto, el ‘Foro de Modernización e Infraestructura: Experiencia Internacional y Agenda Pendiente’, organizado por Goberna Perú (Fundación Ortega y Gasset – Gregorio Marañón) en alianza con la Escuela de Gestión Pública de la Universidad del Pacífico, analizó un método de cómo sacar adelante proyectos cuando se han producido casos de corrupción.

La construcción es el sector en el mundo con mayor posibilidad de generar actos de corrupción. A nivel global está valorado en 11.4 trillones de dólares. Para evitarla, Pablo Gil de Montes, Director de ‘Compliance, Forensics and Intelligence, Control Risk’ afirmó en Lima el pasado 10 de setiembre, que se debe fomentar una cultura de transparencia mediante el monitoreo, auditoría y mejorar continua.

Para lograrlo, propone que todas las empresas y agentes que participen en los proyectos de infraestructuras firmen un “Pacto de Integridad” (PI), una serie de acuerdos suscritos por gobiernos u agencias gubernamentales con empresas o grupos de empresas que participen en procedimientos de contratación pública. Para lograrlo, es indispensable que todas las partes involucradas se comprometan a no pagar, ofrecer, promover u aceptar sobornos. Como consecuencia de ello, las partes implicadas también aceptan someterse a un sistema de supervisión.

En esencia, los PI tienen la finalidad de incrementar los niveles de transparencia, nivelar las condiciones existentes entre los distintos actores, así como mejorar la eficacia de los procedimientos de contratación pública. Según Gil de Montes, estos pactos incluyen los siguientes puntos:

  • Promesa de las partes de no buscar beneficios ilegales
  • Promesa entre todos los postores de no haber entendimiento entre ellos 
  • Promesa de los postores de no compartir información
  • Postores extranjeros tienen que dar detalles de sus agentes locales y viceversa
  • Postores tienen que revelar pagos a cualquier agente o intermediario
  • Acuerdo vigente desde la etapa de contratación hasta la entrega
  • Violación del pacto significa descalificación para cualquier tipo de contratación futura

Según Gil de Montes, numerosos países aplican estos los pactos de integridad, y da como ejemplo a China y SIngapur. Si alguna compañía viola el pacto, pierde la posibilidad de contratar con el Estado en el futuro. En el caso de estos dos países mencionados, solían ser de los más corruptos en el mundo en los 40’s y 50’s, sin embargo, tras la creación de instituciones independientes contra la corrupción, lograron reducir sustancialmente este grave problema. Para lograrlo, estas instituciones crearon tres áreas que trabajan conjuntamente:

  • Investigación: cumplimiento de las leyes anticorrupción
  • Prevención: minimizar oportunidades de corrupción
  • Educación: Educar a y desarrollar apoyo de la población en la lucha contra la corrupción

Quizás lo más importante es la participación de la ciudadanía y esta se logra investigando todas las denuncias de corrupción. Este es un método probado en la lucha contra la corrupción que busca establecer una receta para luchar contra la misma. Entre sus mayores beneficios tenemos:

  • Mayor recaudación fiscal
  • Mayor inversión extranjera
  • Orden jurídico
  • Estabilidad política

Un punto importante es el valor formativo y educativo. En el marco de la prevención de la corrupción, un Pacto de Integridad ayuda a promover e identificar las mejores prácticas en contratación pública y de seguimiento para evitar casos de corrupción.

Entre sus principales recomendaciones para el Perú, Gil de Montes (ver su presentación), nos deja con siete puntos clave:

  1. Contextualizar, planificar y evaluar el riesgo: No usar una receta, sino analizar e identificar las áreas de riesgo, como el entorno donde se opera, los terceros y los gastos. Se debe considerar la corrupción como una parte integral de la gestión integral de riesgos empresariales
  2. Apropiarse de la importancia del cumplimiento y asegurar los recursos para implementarlo
  3. Establecer políticas, procedimientos y controles internos: Tener políticas y procedimientos claros acerca de los puntos débiles de los protocolos anticorrupción, incluyendo:
  4. Capacitar, entrenar, comunicar y asesorar continuamente
  5. Fomentar una cultura de transparencia: Implementar un protocolo claro para el reporte de cuestiones relacionadas con actos de corrupción
  6. Investigar y remediar: Se deben establecer lineamientos y protocolos de investigación formales para asegurar que los asuntos se revisen y aprueben, rastreen y remedien de modo adecuado y oportuno.
  7. Monitorear, auditar y mejorar continuamente: tienen que someterse a evaluaciones de riesgos periódicas y evaluaciones en tiempo real para garantizar el progreso y la mejora

Los Pactos de Integridad se enmarcan en una sociedad cada vez más hastiada de la corrupción, y a la vez, deseosa de que se establezcan mejores remedios, legales o políticos, para luchar contra la misma. El utilizarlas es una manera de demostrarle al público la voluntad del gobierno de compromiso con un sistema justo.  Lampadia




El alza del salario mínimo causará despidos y más informalidad

El alza del salario mínimo causará despidos y más informalidad

Jaime de Althaus
Para Lampadia

Buscando apoyos sociales a fin de evitar la vacancia, al presidente Kuczynski no se le ocurrió mejor idea que proponer –ofrecer- el alza de la remuneración mínima vital. En la caja de herramientas populistas, el salario mínimo es la más facilista y la más socorrida, pese a que beneficia a muy pocos y perjudica a muchos. Lo que pasa, como siempre, es que los beneficiados y los interesados hacen bulla, y los perjudicados no saben que lo son o no están organizados.

El daño, sin embargo, de un alza indiscriminada del salario mínimo, es enorme. Baste con señalar, como podemos constatar en el siguiente cuadro de PLADES,[1] que el 49.4% -prácticamente la mitad- de la Población Económicamente Activa Ocupada percibe un ingreso que está por debajo del nivel del salario mínimo. ¿Cómo se puede subir el salario mínimo si la mitad de la población ocupada gana menos que él?

Para comenzar, todas esas personas pierden toda esperanza de alcanzar un trabajo formal con derechos si se sube la RMV. Y todos aquellos formales que están percibiendo la RMV en empresas que no pueden pagar más, serán despedidos o informalizados.

Como bien señalaba un informe de Apoyo, “el salario mínimo (SM) puede ser un instrumento útil para evitar que un empleador con mucho poder de negociación imponga salarios por debajo del nivel de productividad de sus trabajadores”,[2] situación que solo podría darse en alguna gran empresa. En realidad, el salario mínimo en el Perú, tal como está planteado, podría ser aplicable a la gran empresa y eventualmente a la mediana empresa, que podrían solventarlo, pero es muy alto para las micro y pequeñas empresas, que no pueden pagarlo debido a sus bajos niveles de productividad. Como dice Apoyo Consultoría, “fijar el SM por encima de la capacidad de pago de las empresas lo convierte en un serio obstáculo para la generación de puestos de trabajo formales y excluye así a millones de trabajadores de beneficios laborales básicos, como seguro de salud, derecho a pensión y vacaciones”.

Las grandes perjudicadas con un aumento de la remuneración mínima vital ahora serán todas aquellas pequeñas empresas que tienen parte importante de sus trabajadores percibiendo salario mínimo y que incurrirán en pérdidas si lo aumentan. Lo mínimo que necesitaríamos es darnos el trabajo de pensar en dos salarios mínimos, tal como propone Apoyo: uno para la gran y mediana empresa, y otro para las micro y pequeñas empresas. En realidad, lo mejor para estas últimas y sus trabajadores sería que no hubiese salario mínimo, porque de esa manera la formalización y el crecimiento empresarial y por lo tanto el de los propios salarios, serían mucho mayores. El mejoramiento de la productividad no se impone por ley ni por decreto. La ley y el decreto, sin embargo, sí pueden frenarlo, como ocurre en nuestro país.

Nuestros políticos y nuestros ideólogos solo trabajan con mundos ideales. Es como si para ellos sólo la gran empresa existiera. Ella es el modelo y el blanco a la vez. Debe haber algo de herencia colonial en esto de excluir sistemáticamente a las grandes mayorías informales, que constituyen el 72% de la PEA. 

No solo a ellas. Dentro de ellas, a quienes se perjudica más es a las mujeres. En el siguiente cuadro de PLADES podemos ver que la tasa de informalidad es mayor en las mujeres que en los hombres:

Y no es solo que el salario mínimo único e indiscriminado tiene efectos estructurales contraproducentes y negativos, sino que la coyuntura económica actual es la peor para adoptar una medida de esa naturaleza, pues no se puede subir el salario mínimo cuando se está destruyendo empleo formal. Hacerlo solo servirá para acelerar esa destrucción. Pues bien, la tasa de empleo formal en el área urbano bajó del 35.1% en diciembre de 1916 a 33.0% en diciembre del 2017[3]. Y, como vemos en el siguiente cuadro del INEI,[4] en el 2017 el empleo formal promedio en el área urbana, lejos de aumentar, cayó en -2.8%:   

Y lo que vemos es que esa caída del empleo formal afectó más a las mujeres –que constituyen el segmento más débil del mercado laboral- y a los jóvenes entre 25 y 44 años.

Además, como observamos en el siguiente cuadro, la caída del empleo formal ha sido mucho más fuerte en las empresas más pequeñas, las que tienen entre 1 y 10 trabajadores, donde se desplomó en -8.9%

¿Cuántos más se quedarán sin empleo formal –es decir, sin derechos laborales- si subimos el salario mínimo en estas circunstancias? ¿Cuántos  perderán su trabajo?

Todo esto es absurdo. Además, al salario mínimo hay que agregarle los distintos beneficios sociales. Y entonces resulta más alto aún. Como vemos en el siguiente cuadro preparado por el IPE,[5] en el régimen general, la Remuneración Mínima Vital, que es de 850 soles, se transforma en 1,230 soles. En el régimen de la pequeña empresa, se convierte en 1,075 soles. Y en el de la micro empresa, en 962 soles. Es decir, el salario mínimo en una microempresa es, en realidad, 962 soles. ¿Qué porcentaje de la PEA ocupada gana menos de 962 soles al mes? No tenemos el cálculo, pero no sería de extrañar que llegue a alrededor del 55% o 60%.

Según Elmer Cuba, “el punto acá es que el nivel actual del salario mínimo es muy alto”. Diego Macera, del IPE, opina lo mismo: “Nuestro estimado es que no debería ser mucho más de 600 soles”. Esto para las micro y pequeñas empresas, por supuesto. Que es donde está la gran cantidad de trabajadores.

Apoyo Consultoría propuso la siguiente reforma de la RMV:[6]

“(…) se proponen dos cambios… El primer cambio consiste en actualizar el salario mínimo, previo diálogo y debate en el Consejo Nacional del Trabajo, de manera diferenciada: por un lado, micro y pequeñas empresas y, por otro lado, las empresas medianas y grandes. El segundo cambio implica que al momento de actualizar el salario mínimo, se tome en cuenta el nivel de los salarios de mercado observados en cada uno de los dos segmentos mencionados. Así, solo se evaluará un aumento cuando el salario mínimo sea menor al 50% del salario promedio en cada segmento de mercado. Los cambios propuestos están en línea con las recomendaciones de la OCDE y de la OIT (Recomendación N°135 y Convenio N°131), y pueden implementarse en el corto plazo utilizando información de las encuestas a hogares del INEI.”

Si leemos la propuesta anterior a la luz del siguiente cuadro, veríamos que, efectivamente, el salario mínimo el 2014 estaba muy por encima de lo adecuado para las micro y pequeñas empresas, y que un aumento solo habría sido viable, en ese momento, para las medianas y grandes empresas.

Es hora de empezar a discutir estos temas con seriedad en lugar de jugar con el trabajo y los derechos de las grandes mayorías. Lampadia

[1] Informe sobre el Trabajo Decente en el Perú 2016 PLADES.  Ir a: https://drive.google.com/file/d/0B1L6UjYv4p-7WFZMQmcyU1ZFYlU/view
[2] Propuesta para mejorar la política de salario mínimo en el Perú, julio 2015, Apoyo Consultoría
[3] Comportamiento de los indicadores de mercado laboral a Nivel Nacional, INFORME TÉCNICO N° 01 Febrero 2018, INEI, p. 35. Ver: file:///C:/Users/Jaime/Downloads/01-informe-tecnico-n01_empleo-nacional_oct-nov-dic2017.pdf
[4] Idem, p. 14
[5] “La Valla Mínima”. Informe El Comercio-IPE, lunes 16 de enero del 2017. Ver: file:///C:/Users/Jaime/Downloads/2017-01-16%20-%20La%20valla%20m%C3%ADnima%20-%20Informe%20IPE%20-%20El%20Comercio.pdf
[6] Op. Cit




¿Exportaciones sin valor agregado, o periodistas sin nada que agregar?

¿Exportaciones sin valor agregado, o periodistas sin nada que agregar?

A pesar de todos los estudios, informes y explicaciones, se sigue difundiendo el brulote de que las exportaciones de productos primarios, como los minerales, no tienen valor agregado. Solo hace dos días, en un programa matutino de RPP, a eso de las 7 am, el periodista que pasaba lista a los temas de la economía, celebró que el año pasado hayamos exportado US$ 44,918 (lo que representó un incremento de 22.7% respecto al 2016). Sin embargo, agregó, que lamentablemente, el 70% de nuestras exportaciones no tenían valor agregado.

Veamos algunas informaciones objetivas sobre el valor agregado de la minería, que se han repetido infinidad de veces:

De cada sol producido en minería, el 69% corresponde a su Valor Agregado, mientras que el 31% restante proviene del Consumo Intermedio. En el sector manufacturero  esta proporción se invierte, siendo que su Valor Agregado llega solo a 33% de lo producido y 67% a consumos intermedios.

  • Otro punto de vista muy ilustrativo sale de una entrevista que le hicieron a Andrés Oppenheimer en Buenos Aires. Resulta que compró un polo Ralph Lauren en Miami pagando US$ 85. Como el polo había sido fabricado en el Perú, llamó al productor, que le comentó, que de ese precio él se quedaba solo con US$ 8.5, el 10%. Pero lo que queda al productor minero es el 85% del valor del producto final. Ver: Conflictividad y debilidad política impiden desarrollo minero

  • Durante la edición 33 de la convención minera Perumin, se publicó la encuesta de El Comercio-Ipsos, que analizaba las percepciones sobre la actividad minera en el Perú urbano. Las tres preguntas principales analizan la importancia del sector minero, su contribución a la economía del país y si las personas consideran conveniente desarrollar estos proyectos. La respuesta es innegable: ¡Sí, queremos! Entre el 79% y 87% (cifra varía dependiendo de la pregunta) de las personas encuestadas están de acuerdo:

Qué lástima que en el Perú los ciudadanos seamos desinformados constantemente. Podemos entender que los políticos comprometidos con doctrinas anti mercado, digan cosas que solo llevan agua para sus molinos, tergiversando datos e incluso mintiendo. También podemos entender que académicos y/o intelectuales comprometidos con ideologías anti inversión privada, manejen la información a su mejor interés, como hace buena parte de los profesores de economía de la Pucp. Pero no podemos entender, que en los medios nacionales, varios periodistas, sigan repitiendo mentiras abiertas, como la del valor agregado de los minerales, y que, entre sus filas, no haya nadie que los eduque y corrija.

La pura verdad es que, como se ve en el gráfico superior, la exportación de concentrados de minerales tiene casi el doble de valor agregado que el conjunto del sector industrial.

Volviendo a informaciones falsas que se difunden en un medio, puede ser que el periodista se haya confundido, pero una vez que se explica que las cifras demuestran lo contrario, un periodista serio tendría que llamarse a sorpresa, y comprometerse a dar, en ocasiones futuras, la información correcta.

Pero resulta que lo políticamente correcto en los medios es hablar mal de la minería. Solo importa el aplauso de los comunes, el gregarismo de la profesión y la simpatía de los activistas políticos. Y habría que agregar, el cariño del anti-minero más pernicioso, el ex cura, ahora congresista, Arana. Lampadia    




Las pensiones como ciclo virtuoso

Las pensiones como ciclo virtuoso

Todas los sistemas previsionales de reparto públicos, se basan en los ingresos de una generación futura, para cubrir las pensiones de los jubilados actuales. Una suerte de esquema Ponzi, o pirámide del tipo de las grandes estafas como ‘Clae’.

Un esquema de Ponzi se define como “una estafa de inversión en la cual algunos primeros inversionistas son pagados con el dinero puesto por los posteriores inversionistas con el fin de alentar más y mayores riesgos”. El modelo es insostenible porque para mantenerse requiere un universo infinito de nuevos participantes.

En el caso de las pensiones de reparto, además de las tradicionales ineficiencias de los sistemas administrados por los estados, con la evolución de la demografía, en la que la tasa de reproducción ha bajado sensiblemente, no es posible evitar un déficit estructural de los modelos previsionales de reparto.

Por ello, los beneficios del sistema de aportes individuales a cuentas privadas, en las que cada trabajador construye la base de su propia jubilación, han probado largamente ser una de las reformas más importante de la seguridad social en el mundo. Esto no significa que no sea necesario hacer ajustes, como los que debería conllevar la mayor esperanza de vida.

Lamentablemente, cuando se enfrenta la necesidad de hacer ajustes, se corre el riesgo que los políticos desandados en cuanto a los beneficios de los ciudadanos, se vayan por la tangente.  Como en Chile, donde se hizo evidente que la mayor esperanza de vida requería más años de aportes, y el descalabro del modelo.

En el caso del Perú, evidentemente, la mayor debilidad del sistema es la cobertura de los sistemas pensinarios que solo cubren al 25% de la población. Sin embargo, ni el Estado, ni los operadores del sistema privado de pensiones, muestran el más mínimo interés de enfrentar esta deficiencia estructural.

Por ello, en Lampadia insistimos en nuestra propuesta de pasar el esquema a uno basado en el canje, voluntario, de pagos por IGV, a cuentas individuales. Ver: El IGV como aporte al Fondo de Pensiones y UNIVERSALICEMOS LA CAPITALIZACIÓN INDIVIDUAL – ONP: INCLUSIÓN O EXCLUSIÓN. Lampadia 

Generaciones superpuestas

Pateandola lata por un camino sin fin

El resumen final de nuestra serie sobre grandes ideas económicas examina los costos (y beneficios) de pasar el proyecto de ley a la próxima generación

The Economist
31 de agosto, 2017
Traducido y glosado por
Lampadia

En la primavera de 1899, William Miller persuadió a tres miembros de su grupo de oración de Brooklyn a que invirtieran su dinero con él, prometiéndoles retornos sobrenaturales. Pagaría un dividendo del 10% por semana, más una comisión por cada nuevo inversionista que pudieran contratar. Pronto, William “520%” Miller estaba atrayendo a multitudes de depositantes a su puerta.Tan “grande fue el agolpamiento”, dicen por ahí, que su escalera finalmente se desplomó. Miller atribuyó su éxito a “información privilegiada”. Pero su método real lo hizo famoso 20 años más tarde el hombre que lo perfeccionó, Charles Ponzi.

Los esquemas Ponzi, como el de Miller, pagan un retorno a los primeros inversionistas con el dinero recaudado de los posteriores. Cuando se quedan sin nuevas contribuciones, se derrumban. Un plan tan generoso como el de Miller no puede durar mucho tiempo. Pero, ¿qué pasaría si las promesas fueran menos extravagantes y los intervalos de reembolso menos estrictos? ¿Y si, por ejemplo, un plan pidiera dinero a los inversores en sus años más jóvenes a cambio de un pago en su vejez? Sobre esa escala del tiempo, un esquema de Ponzi no necesita limitar sus esfuerzos del reclutamiento a la gente viva cuando comienza. Puede reembolsar a los contribuyentes de hoy con dinero de futuros participantes que aún no han nacido. Y puesto que la próxima generación nunca es probable que sea la última, la cadena podría, en principio, continuar indefinidamente. Salvo una catástrofe, nacen nuevos posibles clientes cada día.

Esta lógica intergeneracional está detrás de las pensiones de “reparto” (PAYG, por sus siglas en inglés) comunes en muchos países. Las personas contribuyen al plan durante su vida laboral, y reciben un pago en la jubilación. Muchas personas imaginan que sus contribuciones se guardan o se invierten en su nombre, hasta que alcancen la edad de jubilación. Pero ese no es el caso. Las contribuciones de los trabajadores de hoy pagan las pensiones de los jubilados de hoy. El dinero se transfiere entre generaciones, no a través del tiempo.

El Seguro Social de los Estados Unidos, por ejemplo, es en gran parte por reparto. Por esta razón, sus críticos a menudo lo comparan con un esquema Ponzi para desacreditarlo. Pero la comparación también puede funcionar de otra manera. Si el Seguro Social (un venerable derecho que ha ahorrado a millones de personas de la penuria) tiene algún parecido con un esquema de Ponzi, entonces tal vez los principios de Ponzi no siempre son tan diabólicos como su nombre lo sugiere.

En algunos casos, esos principios podrían redundar en beneficio de todos. Uno de esos escenarios fue bosquejado por Paul Samuelson del Instituto de Tecnología de Massachusetts en 1958. Su experimento de pensamiento es más fácil de entender cuando se da el ejemplode una isla (a lo largo de líneas sugeridas por Laurence Kotlikoff de la Universidad de Boston). La isla de esta parábola alberga árboles de cacao inusualmente altos, personas hambrientas y casi nada más. Sólo los jóvenes pueden trepar a los árboles y recoger la fruta, que se debe comer rápidamente antes de que se estropee en el sol. Y sólo dos generaciones (jóvenes y viejas) están vivas al mismo tiempo.

En esta isla, los ancianos no tienen forma de protegerse. Son físicamente incapaces de recoger fruta. No pueden comprar fruta de los jóvenes, porque no tienen nada que ofrecer a cambio. Tampoco pueden vivir de las vainas de cacao salvadas de su juventud, porque su reserva se habrá podrido cuando sean mayores. No hay activos duraderos, imperecederos que puedan servir como un vehículo para su ahorro.

La solución, por supuesto, es un esquema intergeneracional de Ponzi. Los jóvenes dan fruto a los viejos en el entendimiento de que la próxima generación hará lo mismo para ellos cuando crezcan frágiles. En efecto, los jóvenes prestan a sus padres y cobran el reembolso de sus hijos. Al hacerlo, sirven como un vínculo entre dos generaciones que no coexistirían de otro modo.

Las grandes mentes se superponen

El esquema funciona, señaló Samuelson, sólo porque “siempre están llegando nuevas generaciones”. Si la reproducción hubiese dejado de existir, la última generación no obtendría nada del esquema. Sabiendo esto, no pondrían nada. Pero su falta de contribución también privaría a la penúltima generación de un pago, no dejándoles ninguna razón para participar. Cualquier ruptura anticipada en la cadena provoca que todo se desacople. Si el esquema no puede terminar nunca, no puede incluso comenzar.

El trabajo de Samuelson fue seminal, pero no totalmente original. Un modelo similar fue descrito en 1947 por Maurice Allais, que entonces trabajaba en una oficina de estadísticas mineras en París, pero su contribución tuvo la “desgracia de ser escrita en francés”, como ha señalado un erudito. La ‘interminabilidad’ de estos modelos juega estragos con gran parte del sentido común económico. Los economistas saben que las limitaciones presupuestarias eventualmente se unen y que las cuentas deben ser resueltas al final del día. Pero, ¿y si el final nunca llega?

Tales parábolas pueden parecer demasiado artificiosas para ser iluminadoras. Seguramente los isleños se benefician de un esquema de Ponzi sólo porque la historia les niega arbitrariamente cualquier manera de ahorrar para su futuro. Si los jóvenes pudieran adquirir un activo duradero, podrían cuidar de sí mismos en su vejez vendiéndolo para las cosas que necesitan. En lugar de comer fruta de cacao, los isleños podían plantarla para cultivar un nuevo árbol, que luego podrían alquilar o vender a los jóvenes escaladores cuando se retiraran.

En la mayoría de los casos, este tipo de ahorro e inversión realmente sirve mucho mejor a la gente. La acumulación de capital amplía la capacidad productiva de la economía, creando así riqueza, a diferencia de los esquemas de Ponzi, que simplemente lo difunden. Ahorrar e invertir el valor de la tienda y añadir a ella, convirtiendo una fruta de cacao en un árbol entero. Por lo tanto, los jubilados pueden esperar obtener más de su inversión de lo que ponen inicialmente.

En algunos casos inusuales, sin embargo, otros factores pueden pesar en favor del esquema de Ponzi. En primer lugar, el ahorro y la inversión pueden producir rendimientos que disminuyen drásticamente. Si una sociedad está deseosa de transferir recursos al futuro, acumulará un gran stock de capital, lo que puede reducir el retorno de más inversiones. Pienseen un huerto con demasiados árboles, cada uno toando parte de la luz de otro y absorbiendo su suelo.

Una segunda consideración es la demografía. Una población creciente crea un esquema de pirámide natural. Cada cohorte de participantes recibirá el dinero aportado por una generación posterior, mayor. Por lo tanto, ellos también pueden sacar más provecho de lo que ponen. Las generaciones futuras también pueden estar mejor que sus predecesores. Pueden beneficiarse de fuentes de avances económicos (como la mejora de la tecnología), más allá de la simple acumulación de capital. Esta marcha del progreso debería permitir que un esquema de Ponzi pague un retorno positivo a los inversionistas incluso si el esquema toma solamente un porcentaje constante de los ingresos de cada generación. Gracias al crecimiento económico, el 10% recaudado de los ingresos de los jóvenes de hoy valdrá más que el 10% recaudado en el pasado de la generación más pobre de sus padres.

Para hacer las cosas concretas, supongamos que la población de un país crece un 1% al año y los ingresos por persona crecen un 4%. En este caso, un esquema Ponzi puede ofrecer un rendimiento anual de aproximadamente 5% indefinidamente, simplemente tomando una proporción constante de los ingresos de cada generación. Si la economía ya tiene un gran stock de capital, el rendimiento del ahorro y la inversión podría ser menor que eso, especialmente teniendo en cuenta el riesgo involucrado. Tal economía sufriría lo que los economistas llaman “ineficiencia dinámica”. En estas circunstancias, un esquema intergeneracional de Ponzi puede ser sostenible y deseable.

Una pensión de reparto es sólo el ejemplo más obvio de tal esquema. La deuda del gobierno puede desempeñar un papel similar (una posibilidad que entretenía Peter Diamond del MIT en un artículo de 1965 sobre las ideas de Samuelson). Si el gobierno no quiere extraer contribuciones de la seguridad social de los jóvenes, puede vender bonos a largo plazo. Cuando estos bonos maduran, el gobierno puede pagarlos vendiendo una nueva ronda de bonos a la siguiente generación, más rica.

Una tercera forma más anárquica de transferir recursos de los jóvenes a los viejos es una burbuja especulativa. En una burbuja, la gente paga sobre las probabilidades de un activo, como una casa, en la creencia de que los inversores posteriores pagarán un precio más alto todavía. El sobrepago equivale a una contribución a un esquema de Ponzi, reembolsado no por las ganancias del activo subyacente, sino por sobrepagos de inversores posteriores. Si cada generación es colectivamente más rica que la anterior, entonces el precio del activo puede seguir aumentando incluso si cada comprador absorbe sólo el mismo porcentaje de sus ingresos (ascendentes).

La teoría del joven-tonto

Todos estos mecanismos tienen efectos secundarios. La deuda del gobierno puede eliminar la inversión productiva. Las burbujas pueden hacer lo mismo. Pero en una economía que sufre de ineficiencia dinámica, este desplazamiento es algo bueno. Esta economía ha acumulado demasiado capital. Requiere grandes inversiones para mantener este gran stock de maquinaria, equipos, edificios e infraestructuras en línea con la economía. Los jóvenes se sienten tentados a añadir aún más capital en un esfuerzo por transferir recursos a su futuro, los seres viejos. Sin embargo, debido a que los rendimientos son tan bajos, es más eficiente para ellos transferir recursos directamente a las personas de edad avanzada (contribuyendo a la seguridad social, comprando bonos del gobierno o pagando demasiado por los activos de los ancianos), entendiendo que los jóvenes de mañana harán lo mismo para ellos.

Bajo ciertas condiciones, entonces, los principios de Ponzi son eficientes y no son maléficos. Pero, ¿se encuentran esas condiciones en el mundo real? Una manera de buscarlos es comparar las tasas de interés (que representan la rentabilidad del capital) y las tasas de crecimiento del PBI (que reflejan tanto el crecimiento de la población como el aumento del ingreso por persona). Una prueba alternativa, más rígida (que funciona bien bajo ciertas suposiciones) es comparar la inversión y los beneficios. Si la inversión nacional es mayor que las ganancias, un país está arando más en su capital que lo que gana. Es como si los isleños estuvieran replantando toda la fruta que recolectan de los árboles adicionales que han cultivado (menos cualquier fruta que necesiten para compensarse por su trabajo) además de unos cuantos más. Los esfuerzos de la economía para ahorrar e invertir para el futuro están sobrecargando las herramientas disponibles para ahorrar.

Los economistas solían confiar en que la mayoría de las economías estaban en el lado correcto de esta prueba, ganando mucho más en ingresos de lo que invirtieron. La investigación reciente es menos definitiva. François Geerolf de la Universidad de California en Los Ángeles cree que Japón sufre de ineficiencia dinámica. Y no puede descartar la posibilidad de que todos los países del G7 (y otros nueve) sufren de manera similar. Si es así, las implicaciones son provocativas. Ellos asumen que la deuda pública del G7 está absorbiendo dinero que de otro modo se gastaría en aumentar aún más el stock de capital sobrecargado. En la medida en que los ingresos de este préstamo del gobierno se destinan a la atención médica y pensiones, los ancianos se benefician de manera desproporcionada. Tal vez, entonces, la deuda pública del G7 está desviando esfuerzos infructuosos para proveer para el futuro en proveer para los ancianos en su lugar.

Varios estudiosos, entre ellos Qian Liangxin de la Universidad de Anhui, también señalan que China a menudo se dedica más a su capital que lo que gana. En la etapa de desarrollo de China, esto no puede ser algo malo, porque la relación capital-intensidad de la economía está todavía en flujo. Pero la combinación de crecimiento rápido y retornos reprimidos sobre el ahorro puede ayudar a explicar por qué China es tan propensa a las burbujas especulativas, especialmente en la propiedad. Los chinos en edad de trabajar pagan en exceso por casas, muchas de las cuales están vacías, suponiendo que las venderán a precios más altos, no a un mayor tonto necesariamente, sino a uno más joven, más rico.

El esquema proto-ponzi de William Miller duró menos de un año. Sus bancos (incluyendo el Hide and Leather National Bank of Nueva York) cerraron sus cuentas y los periódicos lo persiguieron. Él huyó a Canadá antes de que la policía lo alcanzara. Pero nunca se le acabaron los inversionistas. Aun cuando escapaba del país, muchos sobres dirigidos a su sindicato se amontonaban en la oficina de correos, llenos de contribuciones de la siguiente generación de creyentesLampadia

 




ONP: Inclusión o Exclusión

ONP: Inclusión o Exclusión

Presentación de Pablo Bustamante Pardo, Director de Lampadia, en el evento: “Hacia un Sistema de Pensiones Inclusivo”, organizado por la y UPC, el lunes pasado.

El Perú fue uno de los primeros países en el mundo, en adoptar un sistema previsional de capitalización individual, que permite superar la trampa de los quiebres de financiamiento que han perseguido a todos los países desde la instauración de los sistemas de pensiones estatales en 1883, por iniciativa de Otto von Bismark, el ‘Canciller de Hierro’ de Prusia y unificador de Alemania.

En 1980, José Piñera ideó un sistema de pensiones contributivo de capitalización individual. Desde entonces, el Sistema Privado de Pensiones (SPP) ha sido adoptado por muchos países, que han encontrado en él, la posibilidad de ofrecer pensiones sostenibles que no absorban parte importante de los siempre escasos recursos públicos.

Como toda creación humana, este sistema tiene que irse adaptando en el tiempo a cambios estructurales, como, por ejemplo, el incremento de la esperanza de vida. Una realidad demográfica que afecta todos los esquemas pensionarios, que eventualmente debería llevar a incrementar los años de trabajo. Sin embargo, las políticas populistas propician jubilaciones más tempranas.

Más allá de las necesidades de hacer ajustes, el SPP es una clara expresión de capitalismo popular, que liberó a los jubilados del Estado, de su condición de rehenes de la politiquería de las izquierdas de las ‘ideas muertas’. Razón por la cual, el sistema fue víctima de largas campañas de desprestigio y formación de mitos, que, en el caso del Perú, terminaron por desdibujarlo ante la opinión pública.

Veamos donde estamos:

En el Perú, el talón de Aquiles de los sistemas pensionarios, tanto del SPP, como del Sistema Nacional de Pensiones (SNP), administrado por la ONP, es que su cobertura solo alcanza a los trabajadores del sector formal. Esto deja fuera de los beneficios previsionales al 75% de la PEA.  

Una buena solución a esta deficiencia es el canje parcial de pagos por IGV, por aportes individuales al SPP. Veamos:

Propuesta para el canje de IGV por aportes individuales

En enero del 2014 Lampadia propuso usar parte de los pagos de IGV como aportes individuales a fondos privados de pensiones de todos los peruanos sin excepción.

Este mecanismo permitiría formalizar el empleo y dar acceso a pensiones privadas al 100% de los trabajadores. Ver en LampadiaEl IGV como aporte al Fondo de Pensiones y formalización del empleo.

Con el aporte de una parte de los pagos por IGV a cuentas individuales se podrían obtener los siguientes resultados:

  • Registrar y formalizar a toda la clase trabajadora, pues sería muy extraño que alguien dejara de canjear su IGV por ahorro previsional privado bien remunerado.
  • Establecer un sistema universal de pensiones al que se podría aportar desde los 18 años y que podría permitir acumular un fondo adecuado, por lo menos para una pensión base o mínima de buen nivel, dado el período de aportes de 47 años (18 a 65) con el efecto de la tasa de interés compuesta. Por ejemplo, un aporte de 10 soles después de 47 años con un rendimiento de 7% anual generaría 240 soles, y en 24 años, el promedio del período sugerido de aportes, 51 soles por cada 10.
  • Se podría disminuir la evasión de pagos del IGV.
  • Se podría cerrar la ONP y poner coto al forado fiscal que hoy representa.
  • Se podría ir eliminando las inafectaciones al IGV y tener un sistema plano y universal.
  • Aumentaría la recaudación de IGV, lo que podría compensar (total o parcial) los puntos que se usen en los canjes.

En Lampadia asumimos que el nivel de canje debería estar entre 3 a 5 puntos de los actuales 18 puntos del IGV. Sin embargo, es evidente que habría que hacer los cálculos adecuados en función de los períodos de aporte y demás factores vinculados. También será necesario ver como se establece una pensión mínima que podría lograrse mediante aportes complementarios del Estado, adicionales a lo que el trabajador pueda haber acumulado por su cuenta.

Lamentablemente, esta propuesta no fue nunca recogida por la Asociación de AFPs ni por las empresas individualmente. La verdad es que nunca manifestaron ningún interés en siquiera conversar del tema. El gobierno de PPK tampoco se allanó a analizar la propuesta. Ver en Lampadia: Agarremos el toro por las astas – Sobre formalización, pensiones e IGV. (Julio, 2016).

Pero, además de la gran exclusión, se generó una dolorosa discriminación con quienes se propició se mantuvieran en un sistema contributivo de reparto estatal, el SNP, que los castigó con una serie de maleficios. Veamos:

Uno de los castigos más importantes a los afiliados de la ONP es el requerimiento de mantener aportes de más de 20 años para poder recibir una pensión, que como veremos más adelante, afecta a muchos trabajadores.

Desde un punto de vista social y económico, el SNP, es cada vez más insostenible, pues con el aumento de la esperanza de vida de nuestra población, habría que cubrir pensiones durante más años, con un sistema que ya arrastra un importante déficit de financiamiento. Ello determina que un país pobre como el Perú, con mil necesidades insatisfechas, con brechas económicas y sociales que no alcanzamos a cubrir (en educación, salud, e infraestructuras, entre otras), tenga que dedicar recursos fiscales crecientes para sustentar el pago de pensiones. Algo que, de no corregirse, incapacitará al Estado para solventar sus necesidades y determinará continuos retrasos en los ajustes de los montos de pensiones, o, en otras palabras, menores pensiones.

Otro castigo del sistema de reparto del Estado, es que genera menor rentabilidad con los aportes de sus afiliados, en comparación con la que obtiene el SPP, que duplica el rendimiento de sus inversiones.

A julio del presente año, las pensiones de jubilación, de invalidez y de sobrevivencia que ofrece el sistema privado son también, claramente mejores de las que aporta el sistema estatal.

Como indicamos líneas arriba, si un afiliado al sistema estatal no acumula 20 años de aportes, no solo se queda sin pensión, además, pierde todos los fondos que haya aportado. No se le devuelve ni un Sol. Según el IPE, dos tercios de los afiliados a la ONP, no recibirán pensiones y perderán todo lo aportado. Algo abusivo e inaceptable, que se sigue fomentando, al promover las afiliaciones al SNP de la ONP.

Pero, por otro lado, la situación actual, de debilidad de la imagen del SPP, de pensiones, no es gratuita. En ello han confluido varios elementos: 

  • Falta de cobertura

75% de la PEA, los trabajadores que no son parte de la formalidad, están excluidos de ambos sistemas pensionarios, y eso determina una falla estructural.

Como se explica líneas arriba, una buena solución a esta deficiencia es el canje parcial de pagos por IGV, por aportes individuales al SPP.

  • La publicidad de las AFPs y su relacionamiento con los afiliados

Es muy lamentable que los operadores del sistema, hayan privilegiado una competencia de atributos patrimoniales, accionarios, y hasta inmobiliarios, antes que difundir los beneficios del sistema de capitalización individual.

  • Falta de transparencia

No se logró tangibilizar y hacer más cercano a los afiliados, el SPP.

  • Políticos irresponsables

Lamentablemente, las debilidades y falencias del sistema, como la insuficiente cobertura, fueron aprovechadas por políticos irresponsables, que se permitieron jugar partidos de conveniencia política individuales de corto plazo, a costa de los beneficios de largo plazo del conjunto de la sociedad.

La aprobación del retiro del 95.5%, contó con la anuencia de Keiko Fujimori, por un cálculo político muy equivocado. Así mismo, más allá de los impulsores de la norma, retratados en la imagen anterior, debe singularizarse la vergonzosa actuación del entonces presidente del Congreso de la República,  Luis Iberico, que promulgó la ley por insistencia, sin haber buscado previamente, espacios serios de debate.  

Pero, el puntillazo al SPP fue la absurda norma promulgada durante el gobierno del nacionalismo, que permite que los pensionistas de SPP, al cumplir 65 años, puedan retirar hasta el 95.5% de su fondo individual. Algo, que tal como se advirtió, dejará sin acceso a pensiones a la gran mayoría de afiliados del sistema, pues, como ya se ha comprobado desde la incepción de la ley, los fondos que se retiran (por la gran mayoría de afiliados), no se reservan para sustentos pensionarios.

Factualmente, se puede afirmar, que, con esta medida, el 75% de los peruanos no está cubierto por los sistemas pensionarios (SPP y SNP), y los afiliados al SPP, en más de 90%, tampoco tendrán pensiones. Esto genera una tremenda amenaza para la salud fiscal del Estado, pues, ante la carencia de pensiones y el consiguiente drama social que se generaría, el Estado se verá, eventualmente, compelido a universalizar algún sistema, como Pensión 65, a todos los peruanos. Algo inmanejable desde el punto de vista fiscal, y que condenaría a los peruanos a tener pensiones miserables.

Los argumentos de los políticos populistas que forzaron el tema del 95.5%, se caen por su inconsistencia. Ver en Lampadia: La reforma de las pensiones. Uno muy llamativo es el caso de los jubilados viudos en Japón, que prefieren ir a la cárcel, que vivir con sus pensiones de reparto. Ver: Ancianos japoneses prefieren la cárcel a pobres pensiones.

En resumen:

  • El SNP es una suerte de estafa a los peruanos que se ha propiciado, se mantengan en el sistema de reparto estatal, y se debe propiciar su traslado al SPP.
  • El SPP debe ser reparado de inmediato para corregir los perniciosos impactos del retiro del 95.5% de los fondos individuales a los 65 años de edad.
  • Debe desecharse el absurdo (y secreto) proyecto del gobierno de PPK, basado en la creación de un monopolio estatal para manejar buena parte del sistema de pensiones.
  • El SPP debe ser universalizado, cambiando la base de contribuciones de todos los ciudadanos, a un mecanismo de canje parcial de pagos por IGV, por aportes individuales al SPP.  

Lampadia

 




La Mancomunidad en Perumin 33

La Mancomunidad en Perumin 33

Alfonso Baella Herrera
Para
Lampadia

Perumin33 ha sido un evento que ha servido, entre otras cosas, para poner en relieve el beneficio de la unión en función de objetivos regionales comunes. Es el caso del conversatorio sobre la MANCOMUNIDAD REGIONAL DE LOS ANDES. La misma que es una asociación de los gobiernos regionales de Apurímac, Huancavelica, Ayacucho, Junín e Ica. Estas cinco regiones que ocupan una parte estratégica de la sierra central y sur del Perú decidieron, en el 2011, constituirse en una persona jurídica con asiento en sus propios presupuestos, para trabajar en proyectos de desarrollo comunes.

En el evento participaron tres de los cinco gobernadores y expusieron con precisión las oportunidades que tienen por delante.

Fernando Cillóniz, Gobernador de Ica, hizo un defensa política e institucional de esa mancomunidad destacando los beneficios de la visión común y del “pago por el agua” como uno de los dinamizadores de las relaciones entre la minería, los gobiernos regionales y sus poblaciones. “Sí se gobierna descentralizadamente” dijo Cillóniz afirmando lo que ha sido una característica de esta mancomunidad.

Wilber Venegas Torres, Gobernador de Apurímac, por su parte, precisó que tiene 54% de su territorio concesionado, que reporta el mayor número de EIAs aprobados para exploración a nivel nacional, destacando que esta región se convertirá en una de las más importantes principalmente por la producción de Cobre. Aquí, destacan nítidamente la mina LAS BAMBAS, pero además existen más de 45,000 millones de dólares en proyectos mineros como Los Chancas, Trapiche, Haquira, Cotabambas y Hierro Apurímac. Venegas fue enfático al afirmar que “el cobre y el agua son compatibles en Apurímac” y afirmó que, al haber sembrado más de 30 millones de árboles en SACHATARPUY, se está cosechando agua.

Glodoaldo Álvarez Oré, Gobernador de Huancavelica, centró su exposición en señalar las acciones para mejorar la distribución de sus presupuestos destacando el énfasis en el combate a la desnutrición y la anemia.

Diego Macera, del IPE, quien expuso las fortalezas en agricultura, turismo y minería, señalando que esta última ha permitido que Apurímac salte del penúltimo lugar en el Índice de Competitividad Regional, INCORE, al décimo segundo –mitad, en la tabla de 24 regiones- por la mina Las Bambas.

Finalmente, Rudy Laguna, director del Centro para la Competitividad y el Desarrollo de la Universidad San Martín de Porres, expuso el crecimiento de esta mancomunidad y la potencialidad para los próximos años, si continúan en la senda del acuerdo político y en la promoción de la inversión privada.

La conclusión es alentadora. La Mancomunidad Regional de los Andes es una realidad de cómo podemos ponernos de acuerdo en temas esenciales que impactan y ayudan a generar trabajo, desarrollo y a luchar contra los verdaderos enemigos, para sacar a más peruanos de la pobreza. Perumin33 ha sido un excelente espacio de reflexión y de descubrimiento de muchas de las cosas buenas que debemos reconocer en nuestra minería.  Lampadia

 

 

 




La Mancomunidad en Perumin 33

La Mancomunidad en Perumin 33

Alfonso Baella Herrera
Para
Lampadia

Perumin33 ha sido un evento que ha servido, entre otras cosas, para poner en relieve el beneficio de la unión en función de objetivos regionales comunes. Es el caso del conversatorio sobre la MANCOMUNIDAD REGIONAL DE LOS ANDES. La misma que es una asociación de los gobiernos regionales de Apurímac, Huancavelica, Ayacucho, Junín e Ica. Estas cinco regiones que ocupan una parte estratégica de la sierra central y sur del Perú decidieron, en el 2011, constituirse en una persona jurídica con asiento en sus propios presupuestos, para trabajar en proyectos de desarrollo comunes.

En el evento participaron tres de los cinco gobernadores y expusieron con precisión las oportunidades que tienen por delante.

Fernando Cillóniz, Gobernador de Ica, hizo un defensa política e institucional de esa mancomunidad destacando los beneficios de la visión común y del “pago por el agua” como uno de los dinamizadores de las relaciones entre la minería, los gobiernos regionales y sus poblaciones. “Sí se gobierna descentralizadamente” dijo Cillóniz afirmando lo que ha sido una característica de esta mancomunidad.

Wilber Venegas Torres, Gobernador de Apurímac, por su parte, precisó que tiene 54% de su territorio concesionado, que reporta el mayor número de EIAs aprobados para exploración a nivel nacional, destacando que esta región se convertirá en una de las más importantes principalmente por la producción de Cobre. Aquí, destacan nítidamente la mina LAS BAMBAS, pero además existen más de 45,000 millones de dólares en proyectos mineros como Los Chancas, Trapiche, Haquira, Cotabambas y Hierro Apurímac. Venegas fue enfático al afirmar que “el cobre y el agua son compatibles en Apurímac” y afirmó que, al haber sembrado más de 30 millones de árboles en SACHATARPUY, se está cosechando agua.

Glodoaldo Álvarez Oré, Gobernador de Huancavelica, centró su exposición en señalar las acciones para mejorar la distribución de sus presupuestos destacando el énfasis en el combate a la desnutrición y la anemia.

Diego Macera, del IPE, quien expuso las fortalezas en agricultura, turismo y minería, señalando que esta última ha permitido que Apurímac salte del penúltimo lugar en el Índice de Competitividad Regional, INCORE, al décimo segundo –mitad, en la tabla de 24 regiones- por la mina Las Bambas.

Finalmente, Rudy Laguna, director del Centro para la Competitividad y el Desarrollo de la Universidad San Martín de Porres, expuso el crecimiento de esta mancomunidad y la potencialidad para los próximos años, si continúan en la senda del acuerdo político y en la promoción de la inversión privada.

La conclusión es alentadora. La Mancomunidad Regional de los Andes es una realidad de cómo podemos ponernos de acuerdo en temas esenciales que impactan y ayudan a generar trabajo, desarrollo y a luchar contra los verdaderos enemigos, para sacar a más peruanos de la pobreza. Perumin33 ha sido un excelente espacio de reflexión y de descubrimiento de muchas de las cosas buenas que debemos reconocer en nuestra minería.  Lampadia

 

 

 




Aceleremos el desarrollo del Perú mediante la innovación

El creador de Microsoft y líder de la filantropía de nuestros tiempos, nos trae nuevamente un acertado planteamiento, la necesidad del liderazgo para acelerar la innovación. Que ya ha producido un mundo mucho mejor a lo largo del siglo pasado.

Gates deja claro que “Desde electricidad y vehículos hasta la medicina y los aviones, la innovación ha hecho que el mundo sea mejor. Hoy en día, somos mucho más productivos debido a la revolución de la TI. Las economías más exitosas son impulsadas por las industrias innovadoras que evolucionan para satisfacer las necesidades de un mundo cambiante”.

Fuente: elEconomista.es

Y es que las mayores innovaciones son el resultado tanto de la inversión de gobiernos en investigación básica como de la creatividad e inversión del sector privado, que la transforman en productos transformadores.

Los peruanos tenemos vocación por la innovación, sin embargo, en el último informe de Innovación del IPE, se evidencia que en los últimos 9 años, el Perú ha retrocedido 16 puestos en el Pilar de Innovación según el Global Competitiveness Report del Foro Económico Mundial (WEF por sus siglas en inglés). Nos mantenemos muy debajo de otros países en la región, como Colombia, México y Chile (ver gráfico inferior).

Uno de los principales frenos a una mayor innovación en el Perú son las barreras que el mismo gobierno le impone a las empresas, reduciendo su productividad y yendo en contra del crecimiento. Las barreras de entrada y los altos costos de operación y expansión reducen el crecimiento de las pequeñas y medianas empresas. Según un informe del Banco Mundial, Perú, siguiendo la senda del éxito, “una gran cantidad de empresas informaron que el exceso de  licencias y permisos eran una importante limitación a la complejidad general de los procedimientos reglamentarios, llegando a un puntaje de 20.4 % en el Perú, comparado al promedio de la OCDE de 5 %. Esto les reduce a las empresas su capacidad para crecer, ampliar e innovar. Casi el 30 % de estas empresas identificó licencias comerciales y permisos como una limitación importante.”

Como nos ha dicho Xavier Sala-i-Martín ayer en Lima, no se trata de que hagamos en el Perú los productos más sofisticados de la tierra, se trata de hacer lo que hacemos de mejor manera posible y, de desatar revoluciones innovativas como la de la gastronomía.

Acelerando la innovación con liderazgo

Por Bill Gates

Publicado en GatesNotes

6 de octubre de 2016

Traducido y glosado por Lampadia

A medida que los candidatos a la presidencia de Estados Unidos trazan sus visiones para el país, he estado pensando acerca de un tema que aún no se ha discutido en detalle: lo que el liderazgo político puede hacer para acelerar la innovación. La innovación es la razón por la que nuestras vidas han mejorado a lo largo del siglo pasado. Desde electricidad y vehículos hasta la medicina y los aviones, la innovación ha hecho que el mundo sea mejor. Hoy en día, somos mucho más productivos debido a la revolución de la TI. Las economías más exitosas son impulsadas por las industrias innovadoras que evolucionan para satisfacer las necesidades de un mundo cambiante. Desde los avances que ponen a una computadora en cada escritorio hasta los descubrimientos que condujeron a las vacunas que salvan vidas. Las principales innovaciones son el resultado de las inversiones del gobierno en investigación básica y de la creatividad e inversión del sector privado que la convierte en productos transformadores.

He oído argumentos de algunas personas sobre que las innovaciones que cambian nuestras vidas proceden exclusivamente del sector privado. Pero la innovación comienza con el apoyo del gobierno en los laboratorios de investigación y universidades que trabajan en nuevos conocimientos que los empresarios luego pueden convertir en empresas que cambian el mundo. Las inversiones del sector público abren la puerta al ingenio del sector privado.

Yo tuve la suerte de ser estudiante cuando aparecieron las computadoras en la década de 1960. Al principio eran muy caras, así que era difícil obtener acceso a ellas. Pero los dos milagros, la revolución del microchip y la Internet (ambos gracias a la investigación del gobierno de EEUU), lo cambiaron por completo. No es de extrañar que hoy en día la mayoría de las principales empresas de hardware y software estén basadas en EEUU.

Acelerar la innovación requiere tanto liderazgo político como liderazgo del sector privado. A medida que los votantes estadounidenses deciden qué candidatos quieren elegir para llenar las oficinas nacionales, estatales y locales, y como muchos países de todo el mundo experimentan transiciones políticas similares, creo que debemos tener en cuenta qué tipo de líderes pueden impulsar las innovaciones que necesitamos.

Los mejores líderes tienen la capacidad de hacer tanto las cosas urgentes que requieren atención hoy y, al mismo tiempo, sentar las bases de la innovación que pagará dividendos por décadas.

Como país y el conjunto del mundo, nos enfrentamos a una amplia gama de temas urgentes que nuestros líderes deben abordar, desde el terrorismo hasta la creación de empleo y la migración. Nuestro próximo presidente será parte de un nuevo grupo de líderes mundiales que tendrá que abordar estos urgentes problemas. Esos líderes pueden tomar uno de dos caminos: o dar prioridad a aliviar la pobreza, lo que volvería al mundo más saludable, y acelerar el crecimiento económico, o pueden permitir que se detenga el progreso. La clave para priorizar el progreso es el apoyo a la innovación.

Cuando innovamos, creamos millones de puestos de trabajo, construimos las empresas que lideran el mundo, somos más saludable, y hacemos nuestras vidas más productivas. Y estos beneficios trascienden las fronteras, impulsando mejoras en la vida de todo el mundo. Nuestra cultura global de la innovación ha sido más exitosa en esos momentos en que la ciencia, la tecnología y un gran liderazgo se unen para crear milagros que mejoran la vida moderna. Creo que estamos en uno de esos momentos.

Uno de los ejemplos más indelebles en que un líder mundial causó un desencadenamiento de la innovación en los sectores públicos y privados se produjo en 1961 cuando el presidente John F. Kennedy habló ante el Congreso de EEUU y desafió al país a poner un hombre en la luna en una década. Ese discurso se produjo en un momento de agitación cultural y política, cuando la seguridad nacional y económica dominaba los titulares. El presidente Kennedy creía que mirando al cielo inspiraría al país a soñar en grande y lograr cosas grandes.

Ese discurso no solo lanzó a la humanidad en un exitoso viaje a la Luna. También inspiró a América a construir una red de satélites que cambió la forma en que nos comunicamos en todo el mundo y produjo nuevas formas de mapeo del clima que volvieron mucho más productivos a los agricultores. En la cara del miedo, el presidente Kennedy convocó con éxito a nuestro país para aprovechar el ingenio de EEUU y avanzar en el progreso humano.

Es importante recordar lo que hizo al moonshot el moonshot -es decir, lo que transformó la retórica política en avances que cambiaron el juego. Un reto moonshot requiere un objetivo medible claro, que capture la imaginación de la nación y fundamentalmente cambie nuestra forma de ver lo que es posible. Y requiere recursos e intelecto, tanto del sector público como privado. Cuando hacemos eso, nos trazamos un rumbo para un futuro que es más seguro, más sano y más fuerte.

Debido a que estamos en un momento crucial, cuando las condiciones son propicias para innovaciones transformadoras, hay muchas cosas importantes que podría lograr este nuevo grupo de líderes nacionales, incluyendo cualquiera que sea elegido en EEUU, en noviembre, que puede lograr en la próxima década. Hay cuatro objetivos a los que creo que hay que dar prioridad:

  1. Proporcionar a todos en la tierra, energía asequible sin contribuir al cambio climático.
  2. Desarrollar una vacuna para el Sida y una cura para las enfermedades neurodegenerativas.
  3. Proteger al mundo de futuras epidemias de salud, que podrían ser más infecciosas que el Ébola y más letales que Zika.
  4. Dar a todos los estudiantes y profesores nuevas herramientas para que reciban una educación de clase mundial.

Proporcionar a todos en la tierra, energía asequible sin contribuir al cambio climático

Existe un enorme potencial para desarrollar tecnologías que reducirán los costos de la energía y reducirán nuestras importaciones de energía sin contribuir al cambio climático o la contaminación del aire. En los próximos ocho años, podríamos empezar una transición a un nuevo tipo de combustible limpio que no emita carbono, despliegue baterías que permitan a los autos eléctricos funcionar mucho más tiempo con una sola carga, y producir caídas espectaculares en el costo total de las energías renovables.

El año pasado, EEUU y otros 20 países se comprometieron a duplicar su presupuesto en I+D relacionado a la energía, y 28 inversionistas se comprometieron a invertir en los resultados de esa investigación. Esto es sólo el principio. Al aumentar el apoyo del gobierno para la investigación de la energía limpia, los presidentes y primeros ministros podrían atraer a más inversionistas privados al campo. A medida que progresan las ideas en etapa temprana, el capital privado se vierte en la construcción de las empresas que van a entregar esas ideas al mercado.

Desarrollar una vacuna para el Sida y una cura para las enfermedades neurodegenerativas

Con el liderazgo adecuado y las inversiones de la próxima década, podremos descubrir y entregar una vacuna para el Sida. Muchos se han olvidado de esta plaga, tratándola como una enfermedad que se puede tratar en lugar del virus mortal que mata a más de 1 millón de personas en todo el mundo cada año. Según progresos recientes, creo que los líderes mundiales podrían ayudar a crear una vacuna eficaz contra el SIDA en la próxima década. Y con una vacuna, estaríamos en el camino correcto para erradicar la enfermedad por completo.

También podemos avanzar con erradicar las enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer. Estas enfermedades son devastadoras para las personas y familias a las que afectan. También son grandes causantes de altísimos costos de atención en salud, que agotan los presupuestos del gobierno que podrían ser utilizados para otras funciones críticas. Las nuevas herramientas digitales y el rápido avance de la ciencia están proporcionando un nuevo impulso y esperanza en la búsqueda de curas.

Proteger al mundo de futuras epidemias de salud

Los líderes mundiales deben estar orgullosos de su rol en el logro de poner fin a la crisis del Ébola y de ayudar a los países afectados a recuperarse. Muchos organismos, entre ellos los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) y las fuerzas militares de EEUU, hicieron un trabajo ejemplar considerando los significativos riesgos a su propia seguridad. Otros líderes de todo el mundo también movilizaron sus infraestructuras. Pero la epidemia del Ébola y el surgimiento del virus Zika también ponen en relieve la necesidad de nuevos avances. Hay una posibilidad significativa de que una epidemia infecciosa aún más grave aparezca a lo largo de la próxima década. Si sudece, tendremos que ser capaces de detectarla, desarrollar pruebas, y producir curas muy rápidamente. Usando los avances en la biología, los científicos están desarrollando estas capacidades. Con visión y apoyo, vamos a ser capaces de identificar y prevenir epidemias antes de que devasten familias, comunidades y economías.

Dar a cada alumno y profesor nuevas herramientas para que todos los estudiantes reciban una educación de clase mundial

La educación es una de las áreas del I+D que a menudo se pasa por alto y pueden tener beneficios inmediatos. El mundo puede desarrollar tecnologías que pueden ayudar a los estudiantes a aprender en formas que se adaptan mejor a sus necesidades. Pero eso es sólo una parte de la ecuación para el éxito educativo. Cursos en línea de alta calidad todavía están empezando. Así se personaliza el aprendizaje, que combina el tiempo en las aulas con herramientas digitales para que los estudiantes avancen a su propio ritmo. La tecnología puede hacer más fácil y más eficaz el trabajo del profesor, subiendo videos de sí mismos en el aula, comunicándose con otros profesores, viendo a los mejores educadores en acción, y obteniendo información en tiempo real de sus estudiantes. El sector privado ha comenzado a trabajar en estas ideas, pero la financiación de los presupuestos de investigación del gobierno impulsaría al mercado y ayudaría a identificar los enfoques más eficaces, dando a los profesores y estudiantes las nuevas herramientas que les permitan hacer mejor su trabajo.

Espero que nuestros líderes aprovechen estas oportunidades, que tienen el potencial de cambiar el mundo mediante la inversión en grandes instituciones de investigación, que se traducen en grandes oportunidades para los innovadores.

Cuando estas ideas ayuden a dar forma a un futuro que es más sano, más productivo y más potente, será porque los líderes mundiales decidieron hacer lo urgente y lo importante al mismo tiempo. Lampadia

 




Minería sigue impulsando el crecimiento de Apurímac

Minería sigue impulsando el crecimiento de Apurímac

Como vamos a apreciar en el informe del IPE sobre el crecimiento de las regiones, que presentamos (glosado) líneas abajo, no quedan dudas sobre el impacto positivo de la minería en el crecimiento del conjunto de la economía, el empleo y los encadenamientos con otros sectores.

Como hemos explicado anteriormente, la caída del crecimiento de la economía, que ahora todos extrañan, se debió fundamentalmente a la inflexión producida en la inversión minera por el pésimo manejo político de las inversiones del gobierno de Ollanta Humala. Hoy hemos vuelto a la realidad de la carencia de recursos. Los ingresos del Estado ya no son suficientes para cubrir nuestras necesidades de gasto operativo (mayores sueldos) y de inversión pública en requerimientos sociales indispensables.

A estas alturas todos sabemos que al caerse la inversión minera se afectó toda la economía. Esa es una relación causa-efecto que hay que analizar y mostrar para que la población no se vuelva a dejar engañar. El desarrollo de los proyectos de Las Bambas y Cerro Verde muestran con claridad sus impactos, sin embargo, a pesar de estas evidencias y la imperiosa necesidad de generar recursos fiscales adicionales, el nuevo gobierno, empezando por su nuevo Ministro de Energía y Minas, muestra una parsimonia sorprendente, desaprovechando los meses de mayor capacidad de comunicación del mismo.

No debemos seguir esperando que el Espíritu Santo arregle las inversiones. Los precios de los minerales no son malos para las condiciones de los proyectos peruanos. A todos nos duele la caída de la economía y hoy sabemos que el sector que más mueve la economía es el de la minería. ¿Qué estamos esperando?

Según el estudio del IPE, Indicador Compuesto de Actividad Económica (ICAE), la región de Apurímac está batiendo todos los records nacionales de crecimiento, 226%. Esto se debe principalmente a la fuerte expansión de la minería (2,236%) por la puesta en marcha del proyecto de Las Bambas. Al cierre de 2017 Las Bambas sería la segunda mina de cobre más grande del país y la sexta más grande del mundo.

Este crecimiento estimado respondería a las características de la economía de Apurímac. En el 2015, el PBI de la región fue de S/. 2,628 millones (0.5% del PBI nacional). Solo la producción de Las Bambas añadiría aproximadamente S/. 4,160 millones al PBI de Apurímac.

El impacto de la operación de Las Bambas en la economía de Apurímac también se puede observar en la aceleración del empleo total en la ciudad de Abancay (13.0%) por tercer trimestre consecutivo, que se debe a la mayor demanda laboral de los sectores transporte, almacenes y comunicaciones (30.4%) y servicios (14.4%). Asimismo, las ventas de electricidad en la región continúan creciendo a una tasa muy elevada (45.4%).

El ICAE-Arequipa ocupa el segundo lugar a nivel regional pues creció 37.2%. Este resultado se explica por el fuerte incremento de la producción de cobre (168.9%) debido a la nueva ampliación de la mina Cerro Verde. La actividad de Cerro Verde ha sido el principal determinante del crecimiento en Arequipa desde su entrada en operaciones a finales del 2015. Por otro lado, se observa un mayor dinamismo del sector construcción, dado el significativo incremento de los despachos de cemento en los dos primeros trimestres del año (11.8% en el 1T-16 y 10.1% en el 2T-16).

Cabe destacar el buen desempeño del ICAE-San Martín, que creció 13.4%. Ello se debe, en gran medida, al crecimiento del sector agrícola (34.1%) por la recuperación de los cultivos de café (80.7%), que superó los efectos negativos de la roya, y de cacao (31.8%). Por otra parte, las producciones de madera rolliza (53.7%) y aserrada (7.0%); esta última tuvo su primer resultado positivo luego de 11 trimestres. En contraste, la elaboración de aceite y manteca, importante producto manufacturero, cayó 3.1%.

El crecimiento más bajo en el segundo trimestre lo tuvo el ICAE-Loreto, que cayó 16.0%, su segundo crecimiento negativo consecutivo. La extracción de petróleo crudo continúa disminuyendo fuertemente (-73.2%) debido a las rupturas del Oleoducto Norperuano y a su menor cotización internacional, acumulando seis trimestres consecutivos de caída. Asimismo, hubo fuertes caídas en la producción de madera aserrada (-27.1%) y en el arribo de turistas nacionales (-16.7%), el cual acumula cuatro trimestres consecutivos de caída.

El ICAE-Tacna registró un crecimiento negativo de 6.8%, con lo cual obtuvo el segundo peor resultado a nivel regional. Ello se explica, principalmente, por la caída en la producción de molibdeno (-23.8%) en la unidad minera Toquepala. La caída del sector minero no pudo ser contrarrestada por el incremento de los despachos de cemento (13.5%) ni tampoco por las exportaciones no tradicionales (2.1%), entre las cuales destacan los mayores envíos de productos pesqueros.

Las regiones del sur continuaron con el dinamismo del trimestre anterior y crecieron 11.7%. Además del fuerte crecimiento de Arequipa, Cusco creció 8.3% debido a la recuperación de la producción de gas natural (16.5%) y líquidos de gas natural (20.0%). La región Puno creció 4.9% por mayores arribos de turistas (26.1%) y flujo de vehículos ligeros (11.6%), variables que aproximan las actividades de servicios y comercio. Dichos avances fueron contrarrestados por los resultados de Tacna (-6.8%) y Moquegua (-4.7%) que se encontrarían en recesión al acumular al menos dos trimestres de caída. En ambas regiones, el resultado se explica por una menor actividad minera. Asimismo, Ica cayó 1.5%, primer resultado negativo desde finales del 2012, por una menor producción agrícola, principalmente, de algodón (-38.8%).

Las regiones del centro se aceleraron fuertemente de 7.6% en 1T-16 a 22.7% en 2T-16. Dicho resultado se explica debido al extraordinario crecimiento de Apurímac (266.0%) por la fuerte expansión del sector minero. Asimismo, Pasco se aceleró fuertemente (de 3.3% a 8.9%) ante la mayor producción de cobre (10.3%) y zinc (4.9%) de la minera El Brocal. Además, los crecimientos de Ayacucho (9.1%) y Huánuco (2.5%) se explican por mayores extracciones de oro (73.7%) en la mina Inmaculada y de zinc (55.9%) en la unidad minera Raura, respectivamente. Por el contrario, Huancavelica se desaceleró (de 5.6% a 3.5%) por las fuertes caídas en la actividad minera (-21.1%) y la producción eléctrica (-6.6%), pese al crecimiento del sector agrícola (25.6%). Junín registró una desaceleración similar (de 1.6% a 0.2%) debido a la caída en la extracción de cobre (-6.3%) y la menor producción de cemento en la planta Condorcocha.

En el segundo trimestre del año, las regiones del norte cayeron fuertemente de 5.8% a -0.2%. La Libertad (-5.5%), Piura (-2.9%) y Tumbes (-5.7%) se encontrarían en recesión. El desempeño de estas regiones se explica, principalmente, por una menor actividad manufacturera. En La Libertad, debido a la caída en la elaboración de alimentos y bebidas; mientras que, en Piura y Tumbes, por la menor disponibilidad de materia prima ante condiciones marinas desfavorables. Además, Cajamarca cayó 3.0% por el resultado negativo de los sectores minero (-13.0%) y agrícola (-14.4%). Lambayeque registró una fuerte desaceleración (de 8.4% a 1.7%) explicada por la caída del sector agropecuario (-3.2%) dados los menores cultivos de algodón (-47.8%) y producción de huevos (-12.7%). Dichos retrocesos fueron contrarrestados por el crecimiento de Áncash (10.0%) debido al continuo aumento de la producción de cobre (31.7%) de la minera Antamina.

Las regiones orientales cayeron 2.0% y mantienen la tendencia negativa del 1T-16, a pesar de la fuerte aceleración de San Martín (de 4.2% a 13.4%). Madre de Dios se desaceleró fuertemente (de 27.1% a 6.8%) debido a que la producción de oro aumentó 15.0%, luego de crecer en promedio 93.0% entre 2T-15 y 1T-16. Amazonas registró un débil crecimiento de 0.2% explicado por la caída en el sector agrícola (-6.9%) dados los menores cultivos de arroz (-25.1%). Además, el desempeño negativo de Loreto (-16.0%) y Ucayali (-0.1%) se debe a la caída en la producción de hidrocarburos.

Finalmente, la región Lima creció 1.2% y es el menor resultado desde mediados 2009. Las ventas de electricidad tan solo aumentaron 0.6% y el empleo industrial cayó 2.9%, con lo que acumula diez trimestres consecutivos de caída. Ello se explica, principalmente, por la disminución en el sector textil. Además, el crédito continúa desacelerándose desde mediados del 2015 (de 14,2% en el 2T-15 a 6.2% en el 2T-16); cabe destacar que el crédito bancario cayó 5.6% en el segundo trimestre del año.

Regiones mineras y no mineras

Para el cálculo agregado de las regiones mineras se consideran aquellas cuya incidencia del VAB minero sobre el VAB total supera el 20% en el último año. De esta forma, este grupo incluye las siguientes regiones: Áncash, Arequipa,  Cajamarca, Cusco, Huancavelica, Junín, Madre de Dios, Moquegua, Pasco y Tacna. Adicionalmente, se incluye a Apurímac porque con el inicio de operaciones de Las Bambas, la estructura económica de la región en el 2016 será predominantemente minera.

Las regiones mineras continúan liderando el crecimiento del país por cuarto trimestre consecutivo. En el segundo trimestre del 2016 crecieron 15.8%, un resultado 1.0 pp. superior al del trimestre anterior (14.8%). Entre las ocho regiones (de doce) que contribuyeron positivamente a dicho incremento destacan Arequipa (7.2 pp.), Apurímac (5.7 pp.), Áncash (1.4 pp.) y Cusco (1.4 pp.). Por otra parte, las regiones que contribuyeron negativamente fueron Tacna (-0.4 pp.), Moquegua (-0.3 pp.) y Cajamarca (-0.3 pp.).

Por otra parte, el grupo de regiones no mineras volvieron a registrar un crecimiento negativo (-1.9% en 2T16 y -0.5% en 1T16). La fuerte caída de Loreto, La Libertad y Piura restaron 1.3 pp., 1.1 pp. y 0.5 pp. de crecimiento, respectivamente. En tanto, las regiones que aportaron positivamente fueron San Martín (0.8 pp.) y Puno (0.4 pp.). 

 

Desde mediados del 2015, se observan dos tendencias de crecimiento muy marcadas. Por una parte, las regiones mineras registran una tendencia positiva, mientras que el grupo de no mineras y Lima presentan una tendencia negativa. En el segundo trimestre del 2015, la diferencia en el crecimiento de las mineras sobre las no mineras fue de 0.4 pp.; para el segundo trimestre del 2016, dicha diferencia se amplió a 17.7 pp. Asimismo, la brecha entre el crecimiento de las regiones mineras y Lima se amplió de 0.7 pp. a 14.6 pp. en dicho período.

Los resultados detallados por región y el anexo metodológico del ICAE se encuentran publicados en la página web del IPE: www.ipe.org.pe.

Lampadia




Debate Electoral: Recursos Naturales y Conflictividad

Debate Electoral: Recursos Naturales y Conflictividad

En nuestra biblioteca virtual sobre Recursos Naturales y Desarrollo hemos depositado múltiples informes, incidiendo de manera importante en los aspectos vinculados a la conflictividad social. Esta, aunada al débil liderazgo gubernamental, ha logrado parar varios proyectos mineros, operativos como la ampliación de Yanacocha en el Cerro Quilish de Cajamarca y la mina Santa Ana de Bear Creek en Puno y; entre otros, dos proyectos que estaban a punto de caramelo como Conga en Cajamarca y Tía María en Arequipa.

Como hemos publicado en varias ocasiones, esto nos ha hecho perder hasta tres puntos de crecimiento del PBI en 2014 y 2015 según el IPE[1], nos llevó a desaprovechar la cola de los buenos precios para terminar inversiones que hoy estarían produciendo, con la consiguiente frenada de la reducción de la pobreza y la desigualdad.

Después de las divagaciones sobre las propuestas de diversificación productiva, hoy ha quedado muy claro que nuestros principales motores de crecimiento son la minería, la agroexportación, el desarrollo forestal, la acuicultura y el turismo. De ellos, la minería es el más importante y el próximo gobierno tendrá que hacer aproximaciones inteligentes y serias para que nuestra población pueda tener una correcta apreciación de sus impactos positivos, así como de los requisitos sociales y ambientales que deben velarse. En este proceso habrá que evidenciar la naturaleza de los conflictos impulsados por los anti mineros, que muchas veces obedecen a objetivos subalternos a los de la creación del bienestar general.

Con mucho sentido de importancia, el último debate electoral incluyó una sección sobre los recursos naturales y la conflictividad. Con el apoyo de nuestros colaboradores del Centro Wiñaq, hemos preparado el siguiente análisis de los comentarios de los candidatos.

La cobertura periodística respecto al reciente debate presidencial se ha focalizado en los ataques y críticas mutuas entre los candidatos. A pesar de ello, a través de las propuestas brindadas, ha servido para tener una buena impresión respecto a los consensos y disensos sobre cómo enfrentar varios de los más agudos problemas del país.

La viabilidad de las propuestas sobre el aprovechamiento de los Recursos Naturales  dependerá, en gran medida, de la efectividad con que se reduzca la Conflictividad Social. Por lo tanto, no podemos tratar estos dos temas de forma separada. En este artículo trataremos los consensos y discrepancias entre los candidatos en estos dos aspectos, y evaluaremos el impacto esperado de las medidas propuestas sobre la conflictividad social.

Los Consensos y sus Limitaciones.

Ambos candidatos se refirieron a la consulta previa como un mecanismo efectivo de reducción de la conflictividad social. A primera vista, esto es bastante obvio. Si las comunidades, tras un proceso de negociación e información aprueban un proyecto, el mismo podrá llevarse a cabo sin que exista un proceso de resistencia social.

El problema estriba en que no existe una definición inequívoca respecto a quienes son y quienes no son “la comunidad,” donde están sus límites geográficos  y en qué consiste la “consulta previa”. Si consideramos como “la comunidad” a la población del entorno directo de un proyecto minero, de haberse realizado la consulta previa sobre el proyecto Conga en Cajamarca o Santa Ana en Puno, se hubieran viabilizado. En ambos casos las comunidades del área de influencia directa de estos proyectos eran claramente favorables a los mismos. Fue la movilización de la resistencia de comunidades más alejadas, que no se beneficiaban tanto de su implementación, la que inviabilizó los proyectos.

Si se expande el ámbito de la consulta, se generaría un nuevo espacio de disputa que debe ser evaluado con cuidado. Tanto los grupos interesados en beneficiarse con la minería como los grupos interesados en promover la conflictividad van buscar estar incluidos en “la comunidad” que apruebe la consulta previa. Los criterios técnicos no son suficientes, pues todos los grupos de interés utilizarán criterios “técnicos” en su discurso, se requiere entender los intereses en purga detrás de los argumentos técnicos.

Los anti-mineros pretenderán dar representatividad a aquel grupo que se movilice contra algún proyecto y dirán que el mismo representa a las “comunidades afectadas” independientemente de su cercanía al proyecto y o del real involucramiento en las consecuencias del mismo. Lo único que les importará será que la movilización de los insatisfechos tenga relevancia política y mediática. Mientras existan condiciones para generar conflictividad social en alguna zona la aplicación de la consulta previa, su realización no será un mecanismo efectivo para evidenciar la aceptación social de los proyectos.

El otro punto de consenso de los candidatos fue el énfasis que se dio en que las actividades extractivas generen desarrollo local. Sea mediante un mayor grado de inversión pública (Keiko Fujimori) o mediante un “adelanto social” (PPK). Este desarrollo local es un fin loable desde el punto de vista humano, económico y político. Si bien la minería debe servir al desarrollo de todos los peruanos, y no solo a quienes estén cerca de una mina, debemos estar claros que la persistencia de la pobreza adyacente a la enorme riqueza de las actividades extractivas genera condiciones óptimas para la conflictividad social.

Si bien el desarrollo local es condición necesaria, los estudios muestran que no suficiente para que las actividades extractivas sean viables. Una investigación del BID[2] respecto al impacto sobre el desarrollo local de las actividades mineras en el Perú encuentra que las zonas mineras manifiestan una reducción más rápida de la pobreza y de la desigualdad que zonas (comparables) sin actividad minera. Es decir, la minería en el Perú no solo reduce la pobreza en su entorno sino también la desigualdad, siendo estos hallazgos claramente opuestos a las creencias comunes brindadas respecto a las causas de la conflictividad en las zonas mineras. No hay que olvidar que las zonas mineras han recibido, vía canon, regalías y derechos de vigencia, más de 40 mil millones de soles, entre 2005 y 2014.[3]

Un problema objetivo es que los beneficios locales de los proyectos mineros, se dan con un importante desfase en el tiempo, pues estos se dan mayormente durante la etapa productiva de los mismos. El canon llega cuando las empresas producen utilidades y, eso ocurre algunos años después del inicio de operaciones, luego de absorber las pérdidas pre-operativas. En consecuencia, si el Estado no se las ingenia para acompañar el desarrollo de los proyectos (en su fase previa al canon) con inversiones sociales, productivas y de infraestructuras, la espera de los beneficios crea un espacio de vulnerabilidad hacia los conflictos.

A pesar de todos los beneficios generados por la operaciones mineras, los resultados electorales evidencian una fuerte presencia de la ideología de la conflictividad justo en las zonas más beneficiadas. Ello muestra que el beneficio económico no es suficiente para reducir la conflictividad. No hay que olvidar que algunos grupos promueven la conflictividad justamente porque es posible obtener rentas económicas y políticas por medio del conflicto.

Para ser efectivo, el desarrollo local debe aumentar la legitimidad del sector extractivo. La población necesita visualizar claramente que los beneficios obtenidos tienen su origen en la actividad minera. Es necesario que la población local atribuya el desarrollo traído por este sector a las operaciones extractivas y las empresas que las realizan. Sin ese entendimiento la narrativa anti-minera socava la legitimidad de la minería como motor del desarrollo, y vamos a escuchar consignas absurdas como “Canon sí, Mina no”.

Respecto a la minería informal ambos manifiestan una postura expectante a la misma, posiblemente dado el importante bolsón electoral que este sector representa. Sin embargo, hay que considerar que la fiscalización ambiental efectiva a miles de unidades económicas de pequeña minería resultara un esfuerzo mucho más complejo que la fiscalización a la gran inversión minera con procedimientos de control y reporte mucho más estandarizados. A su vez, la presión tributaria que se puede ejercer sobre la pequeña minería es claramente menor que la que se puede dar sobre las grandes empresas. En este aspecto hay que desarrollar nuevas estrategias para, por ejemplo, concentrar el procesamiento del mineral en instalaciones limpias y formales.

Las Diferencias.

Keiko Fujimori hizo hincapié en el rol de árbitro que debe jugar el Estado entre las comunidades y las empresas mineras. Por otro lado, considera que son las comunidades afectadas las que deben recibir las multas generadas por las infracciones ambientales. Ambas medidas tienen un potencial positivo en la medida que este rol de árbitro sea respetado y considerado como legitimo por parte de las poblaciones locales y supere la persistente campaña de desconfianza que promueven los anti mineros. Respecto a la entrega de las  multas a las comunidades afectadas, esto debe verse con mucho cuidado, esto puede responder a un principio de justicia, sin embargo el proceso de fiscalización ambiental tiene que obedecer a criterios puramente técnicos para evitar que las denuncias ambientales se vuelvan mecanismos de presión política de comunidades deseosas de fondos.

Pedro Pablo Kuczynski planteo un adelanto social como mecanismo de generación de confianza, esto permitirá mostrar realidades que faciliten socavar parte de la estrategia política anti-minera en los momentos previos a la implementación de un proyecto extractivo, el momento más vulnerable de un proyecto, tal como hemos planteado líneas arriba.

PPK propone un Banco de Fomento Minero con la idea de propiciar la formalización del pequeña minería, ello sin embargo implica poner en riesgo fondos públicos con fines que siempre terminan siendo sobrepasado por la política. Dada la nefasta experiencia del Estado con la banca de fomento sectorial, esta opción debe ser considerada como riesgosa.

En Conclusión.

Las propuestas evidencian intenciones positivas y avances sobre la situación actual, pero los planteamientos adelantados por ambos candidatos, evidencian una comprensión limitada respecto a la naturaleza de conflictividad social como fenómeno político. Las medidas en favor de minería informal parecen, por ahora, más impulsadas por criterios electorales que de formalización efectiva.

Ambos han presentado diversos mecanismos para amplificar los efectos de las actividades extractivas sobre el desarrollo en el entorno de los proyectos. Estas medidas, con un mejor entendimiento de las cuestiones políticas, tienen el potencial de reducir la conflictividad social y reabrir la puerta del desarrollo minero en Perú.

Algo que debió estar presente en el debate, es el inmenso impacto positivo de los grandes proyectos mineros, tanto los suspendidos, como los de desarrollo potencial, en el conjunto de la sociedad a través de sus encadenamientos productivos, la generación de empleo de calidad (directo e indirecto) y el aporte de divisas y recursos fiscales, que hacen posible una acción efectiva del Estado para derrotar la pobreza y superar las brechas sociales que nos aquejan. Lampadia

 

 


[1] Estudio disponible en: 

http://www.lampadia.com/assets/uploads_documentos/937ff-el-costo-economico-de-la-no-ejecucion-de-los-proyectos-mineros.pdf

[2] “Disponible en: http://www19.iadb.org/intal/intalcdi/PE/2014/14364.pdf

[3] Córdoba, H. (2015). Arequipa: Minería y Desarrollo Regional. Ponencia en el Forum: Arequipa: Minería y Desarrollo Regional.