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La sicología en la economía

El ganador del premio Nobel de Economía de este año, Richard Thaler de la Universidad de Chicago, fue una elección polémica: Thaler es conocido por su búsqueda de la economía del comportamiento, que es el estudio de la economía desde la perspectiva de la sicología. Para muchos, la idea de que la investigación sicológica debe ser parte de la economía ha generado grandes debates durante años.

¿Qué es la economía del comportamiento?

El campo de la economía del comportamiento combina conocimientos de sicología y economía, y proporciona ‘insights’ valiosos sobre las personas que no se comportan en su propio beneficio. La economía del comportamiento proporciona un marco de análisis para comprender cuándo y cómo las personas cometen errores. Los errores sistemáticos o los sesgos se repiten de forma predecible en circunstancias particulares. Las lecciones de la economía del comportamiento se pueden usar para crear entornos que empujen a las personas hacia decisiones más sabias y vidas más saludables.

Esta rama de la economía surgió en el contexto del enfoque económico tradicional conocido como modelo de elección racional. Se supone que la persona racional analiza correctamente los costos y beneficios de sus decisiones o acciones, y calcula las mejores opciones para sí mismo. Se espera que la persona racional conozca sus preferencias (presentes y futuras), y nunca cambie de idea entre dos deseos contradictorios. Tiene un autocontrol perfecto y puede contener los impulsos que pueden impedirle alcanzar sus objetivos a largo plazo. La economía tradicional usa estos supuestos para predecir el comportamiento humano.

En contraste, la economía del comportamiento muestra que los seres humanos reales no actúan de esa manera. Las personas tienen capacidades cognitivas limitadas y una gran cantidad de problemas para ejercer el autocontrol. Las personas a menudo toman decisiones que tienen una relación mixta con sus propias preferenciasTienden a elegir la opción que tiene el mayor atractivo inmediato a costa de la felicidad a largo plazo, como consumir drogas y comer en exceso. Están profundamente influenciados por el contexto y, a menudo, tienen poca idea de lo que les gustaría lograr el próximo año o incluso mañana. Como afirma Daniel Kahneman (Premio Nobel de Economía), “parece que la economía tradicional y la economía del comportamiento están describiendo dos especies diferentes”.

La economía del comportamiento muestra que somos seres humanos excepcionalmente inconsistentes y falibles. Elegimos un objetivo y luego actuamos con frecuencia contra él, porque el problema de autocontrol no nos permite implementar nuestros objetivos.

¿Qué busca identificar?

Por lo tanto, la economía del comportamiento rastrea estos errores de decisión en el diseño de la mente humana. Los neurocientíficos argumentan que la mente consiste en muchas partes diferentes (procesos mentales), cada uno operando por su propia lógica. Thaler, en su libro “Misbehaving” observa que el cerebro está mejor representado por una organización de sistemas que interactúan entre sí. Una idea clave es que el cerebro es una suerte de democracia. Es decir, no hay un tomador de decisiones dominanteAunque el objetivo conductual de un individuo puede afirmarse como maximizar la felicidad, alcanzar ese objetivo requiere contribuciones de varias regiones cerebrales.

La economía del comportamiento intenta integrar la comprensión de los sicólogos del comportamiento humano en el análisis económico. En su libro, Thaler sugiere formas en que los responsables de las políticas pueden estructurar los entornos para facilitar mejores elecciones.

Pensiones como ejemplo

Los análisis sobre los ahorros para la jubilación. son probablemente la historia de mayor éxito de los economistas de la conducta. Es un problema prototípico de la economía del comportamiento, porque ahorrar para la jubilación es cognitivamente difícil: calcular cuánto ahorrar y requiere sacrificios y autocontrol. Estas son dos de las cosas más importantes que quedan fuera de la economía tradicional. La suposición de que todos sabrán cuánto tienen que ahorrar y que luego, simplemente, implementarán su decisión, es obviamente absurda.

¿Cuáles son las conclusiones de Thaler? Para los economistas, si las personas no están ahorrando lo suficiente para la jubilación, es su culpa. Según el Nobel, “La lección de la economía del comportamiento es que la gente solo ahorra si es automático [obligatorio]. Si la gente simplemente guarda lo que queda a fin de mes, esa es una receta para el fracaso. Y [los hacedores de políticas] podemos ayudar. Mi lema es que si quieres ayudar a las personas a lograr algún objetivo, hazlo fácil. Y sí, todos los trabajadores deberían poder ahorrar para la jubilación mediante deducciones de nómina. Simplemente no hay excusa para no hacer algo como una IRA automática o un myRA [un plan de jubilación patrocinado por el gobierno para las personas cuyos empleadores no ofrecen uno].”

Una vida de contradicciones

En resumen, el mensaje de la economía del comportamiento es que los humanos están destinados a cometer errores de juicio y necesitan un empujón para tomar las decisiones que les sean más beneficiosas a largo plazo. Este enfoque que impulsó Robert Thaler complementa y mejora el modelo de elección racional, ya que nos brinda un análisis multidisciplinario que se acerca más a la realidad y que tiene el potencial de transformar las políticas públicas y cómo se manejan las decisiones empresariales y personalesLampadia




El mundo necesita mejores líderes

Es difícil encontrar líderes que puedan ir más allá de las disputas diarias de la política moderna y establecer un norte genuino para su país, que tengan profundidad, visión y resiliencia. Para compensar la falta de ideas, capacidad y arduo esfuerzo, los líderes de hoy hablan en frases vendedoras o ‘virales’, apelan a las emociones y dividen sus países. Cuando los líderes son incapaces de ejercer un verdadero liderazgo, quienes sufren los resultados somos todos los ciudadanos.

Muchos de los retos a los que nos enfrentamos hoy son por la falta de liderazgo y de líderes apropiados. El liderazgo no se basa en el poder y los elogios otorgados al líder, sino en la mejora de aquellos a quienes el líder sirve. En su esencia, el liderazgo se basa en su gente. Su objetivo principal consiste en mejorar el statu quo e inspirar la creación de un cambio positivo.

Según los asertos más comunes, la generación de Millennials tecnológicos está desilusionada con casi todos los líderes actuales, convirtiéndose en una generación huérfana (Ver en Lampadia: La caída de nuestros líderes es una tragedia). De alguna manera las personas, especialmente los jóvenes, están perdiendo la esperanza y el respeto por los “viejos de la tribu”, por el establishment, que sienten que les ha fallado e interrumpido sus expectativas de un mundo mejor.

Fuente: striveleadership.org

En un reciente artículo de Project Syndicate (traducido y publicado líneas abajo), Kishore Mahbubani (uno de los principales pensadores de la geopolítica global) y Klaus Schwab (visionario de las tendencias a futuro como la Cuarta Revolución Industrial), se hicieron una gran pregunta: ¿qué diferencia a un líder del resto? ¿Qué cualidades debería tener un líder?

  • Para Mahbubani, la respuesta se centra en la “compasión, entusiasmo y coraje, así como en la habilidad para identificar el talento y comprender la complejidad”.
  • Para Schwab, los cinco elementos clave son “corazón, cerebro, músculo, nervio y alma”.

En esencia, ambas caracterizaciones dicen lo mismo, con palabras distintas.

Entonces, ¿tenemos actualmente líderes con estas cualidades? Lamentablemente, muchos dirigentes políticos no califican en la categoría de líderes y que dejan mucho que desear. Como hemos manifestado en Lampadia, (6/7/2015), Donald Trump debió ser declarado como ‘persona no grata a la humanidad’. Sus posiciones extremistas contra los más débiles en su propia sociedad y su desdén por muchos otros pueblos del mundo, lo deberían haber descalificado para encarnar la postulación republicana.

La realidad es que hoy existe un gran vacío de liderazgo político a nivel mundial. Según Fortune, “el sistema político en EEUU está roto y vemos pocas razones para pensar que los contendientes actuales puedan solucionarlo.” Este es un indicio más, de que hay un problema importante: un extraordinario nivel de disfunción política en el mundo y una aparente incapacidad de cualquiera de nuestros líderes actuales para salir adelante.

Pero si hay algunos ejemplos de liderazgo que pueden destacarse por ser auspiciosos, como el reciente advenimiento a las ligas globales de Emmanuel Macron en Francia, quien se está perfilando, desde sus primeros días en el gobierno, como una fuerza transformadora, que presenta con un lenguaje directo, y apunta mucho más allá de sus fronteras. Ver en Lampadia: Ha nacido un nuevo líder global. Y Justin Trudeau, el Primer Ministro de Canadá, quien se está consolidando como el modelo del líder con especial sensibilidad humanidad. Ver: Justin Trudeau, el modelo de un líder diferente.

Los líderes que actualmente hacen nuestras leyes, escriben nuestros presupuestos y establecen nuestras agendas no son vistos como eficaces. Actualmente, especialmente en occidente, hay una falta grave y alarmante de liderazgo en los cargos de elección popular.

En esta época de liderazgos tan débiles y de devaluación de la política, “debemos buscar líderes que puedan proteger y servir a los intereses de las personas que se supone que representan”, sin recurrir al populismo o cortoplacismo irresponsable. Más bien con visión y coraje, y hasta con capacidad de llamar al sacrificio, como hizo el gran Winston Churchill con su famoso: “Blood, sweat, toll and tears” (sangre, sudor y lágrimas)Lampadia

¿Qué hace que alguien sea un gran líder?

Dos destacados pensadores reflexionan sobre las características del liderazgo y de quienes lo representan en nuestros días.                                                                                                                                        

Kishore Mahbubani, Decano de la Escuela Lee Kuan Yew de Políticas Públicas de la Universidad Nacional de Singapur, es autor de The New Asian Hemisphere.

Klaus Schwab, Fundador y Presidente Ejecutivo del Foro Económico Mundial (WEF), es autor de La Cuarta Revolución Industrial.

9 de agosto, 2017
Project Syndicate
Traducido y glosado por
Lampadia​

Hace no mucho tiempo, durante una cena en Singapur, intentamos definir qué cualidades hacen a un gran líder. Para Klaus, los cinco elementos clave eran corazón, cerebro, músculo, nervio y alma. Para Kishore, la clave eran compasión, entusiasmo y coraje, así como la habilidad para identificar el talento y comprender la complejidad. El nivel de superposición es revelador.

No es casualidad que ambas listas comiencen con el corazón. Al igual que Nelson Mandela y Mahatma Gandhi, un líder no puede alcanzar la grandeza sin mostrar una profunda empatía con su pueblo – un sentimiento que alimenta la lucha contra las injusticias que esas personas pueden enfrentar.

No es probable que estos líderes heroicos surjan en tiempos normales. Pero estos no son tiempos normales. Por el contrario, la desigualdad sin precedentes de hoy en muchas partes del mundo es precisamente el tipo de injusticia que podría estimular la aparición de grandes líderes con compasión por los que menos tienen. El primer ministro canadiense, Justin Trudeau, el joven líder que irradia más esperanza hoy, fue elegido por su compromiso de ayuda a la gente común.

Luego está el “cerebro” – la capacidad de tamizar a través de las masas de información con la que estamos constantemente inundados, con el fin de tomar decisiones inteligentes en un mundo complejo y rápidamente cambiante. Aquí, algunos líderes actuales están mostrando mucha aptitud.

Por ejemplo, el crecimiento y continuo desarrollo de las economías de China e India reflejan que el Presidente Xi Jinping y el Primer Ministro Narendra Modi, respectivamente, comprenden los desafíos económicos y sociales y las oportunidades que implica la Cuarta Revolución Industrial. Saben que, en este complejo contexto, deben desarrollar nuevas industrias dinámicas que sitúen a sus economías en la frontera del progreso científico y tecnológico.

El uso inteligente de la nueva tecnología también está ayudando a aliviar la pobreza. Los mil millones de indios que se han inscrito en un Aadhaar, una tarjeta de identidad electrónica, ahora tienen acceso directo a prestaciones sociales sin barreras burocráticas. Los mil millones de chinos que utilizan sus teléfonos inteligentes para hacer pagos móviles, ahora disfrutan de acceso directo a todo tipo de productos de consumo que mejoran su estilo de vida.

Todavía nadie ha cuantificado de manera fiable el impulso al bienestar que tales avances tecnológicos producen. Pero el optimismo tanto en China como en India está aumentando. Según el Centro de Investigación PEW:

  • El 87% de los chinos se sienten positivos sobre la situación económica actual de su país
  • El 82% cree que sus hijos tendrán una mejor condición de vida que la que mantienen hoy en día.
  • El 83% de los indios se sienten positivos con respecto a la economía.
  • El 76% piensa que sus hijos tendrán mejores oportunidades.

La tercera cualidad crítica de un gran líder es el valor – o el nervio, como dice Klaus. La oleada de refugiados en Europa, especialmente los solicitantes de asilo sirios en 2015, llevó a una explosión de sentimientos populistas, con cada vez más líderes políticos llamando a cerrar las fronteras. Algunos líderes débiles se rindieron bajo la presión, alineando su retórica con la de los populistas o siendo arrasados por sus competidores.

La canciller alemana Angela Merkel no lo hizo. Ella dio un ejemplo muy poderoso al aceptar un millón de refugiados. Al principio, su posición con los votantes – e incluso muchos dentro de su propio partido – se debilitó, hasta el punto de que algunos comenzaron a escribir su epitafio político. Pero su notable coraje acabó dando sus frutos. Ahora es reconocida mundialmente como una de las líderes más fuertes de nuestro tiempo.

El presidente Joko “Jokowi” Widodo de Indonesia, con su manera tranquila, ha mostrado un valor similar. Indonesia, al igual que Europa, se enfrenta a la creciente presión de las voces nacionalistas y populistas que buscan desplazar los cinco principios de la tolerancia -la “Pancasila” – que sustentan la condición de Estado indonesio.

El encarcelamiento del aliado político de Jokowi, el ex gobernador de Yakarta, Basuki Tjahaja Purnama, también conocido como Ahok, por motivos de blasfemia contra el islam ha reforzado esa presión. Sin embargo, Jokowi, al igual que Merkel, ha seguido luchando contra los extremistas, incluso proscribiendo al grupo extremista Hizb ut-Tahrir.

Por supuesto, transformar el coraje en un cambio positivo requiere músculo – la influencia y la autoridad para actuar – lo que requiere una comprensión astuta de las realidades políticas. Esa astucia era vital para provocar el poderoso cambio en el sistema político de Irlanda, por ejemplo, un país profundamente conservador que eligió a Leo Varadkar, un homosexual de origen indio, como su primer ministro.

El Papa Francisco muestra cómo estas diversas cualidades pueden unirse para producir un fuerte liderazgo. La astucia, el coraje, la moralidad y la inteligencia han respaldado sus esfuerzos por cambiar la posición y la percepción de la Iglesia Católica Romana en el mundo.

Por ejemplo, mientras la tradición prohíbe al Papa endosar la homosexualidad, el Papa Francisco tuvo el valor de decir: “Si una persona es gay y busca al Señor y está dispuesta, ¿quién soy yo para juzgar a esa persona?” De la misma manera, el Papa Francisco se salió de la línea tradicional de la Iglesia para sugerir que las mujeres expuestas al virus Zika que asoló partes de América Latina el año pasado podrían usar anticonceptivos artificiales.

Asimismo, el Papa Francisco ha demostrado coraje y sabiduría al impulsar una estructura de iglesia más descentralizada y tener la visión de una iglesia inclusiva que es un “hogar para todos”. En otro movimiento astuto, incentivó gradualmente la rotación de altos funcionarios en el Vaticano.

El Papa Francisco también tiene lo que Klaus llamaría el alma de un líder. La mayoría de los líderes sucumben, en un momento u otro, a los cómodos adornos de la oficina. Sin embargo, el Papa Francisco sigue viviendo una vida sencilla y humilde, sin las ventajas que a menudo se asocian con el liderazgo, incluso en el ámbito religioso.

En un mundo que está cambiando más rápidamente que nunca, debemos buscar líderes que puedan proteger y servir a los intereses de las personas que se supone que representan. Esto significa no sólo criticar los fracasos de los líderes débiles, sino también destacar los éxitos de los más fuertes. Pueden ser raros, pero sí existen, y debemos celebrarlos. Lampadia




El mundo mejora día a día

Veamos algunas cifras que muestran cómo mejora el mundo.
Cada día:

  • 250,000 personas salen de la pobreza extrema
  • Unas 300,000 obtienen electricidad por primera vez
  • 285,000 obtienen acceso al agua clara y tomable

Lamentablemente, las noticias suelen centrarse en los problemas del mundo: el miedo a Trump, el terrorismo, la crisis migratoria, las guerras y los accidentes. Pero no debemos perder la visión macro de lo que realmente está sucediendo en el mundo: Cada vez nos estamos convirtiendo en un mundo más próspero. Como dice el artículo compartido líneas abajo: “La verdad es que el mundo de hoy no es deprimente, sino inspirador”.


Fuente:  quetengasungrandia.com

Y es que “Los periodistas y las organizaciones de ayuda necesitan destacar los conflictos, las enfermedades y el sufrimiento, pero también debemos reconocer el trasfondo del progreso. De lo contrario, la gente percibirá la pobreza global como irreparable y sencillamente se rendirán.”

Pero también debemos darnos un espacio para destacar lo bueno que viene sucediendo en el mundo, algo que en Lampadia solemos compartir con nuestros lectores.

La verdadera historia de los últimos 25 años trae sorprendentes mejoras en la salud, bienestar y el nivel de vida de todo el mundo, especialmente de las personas más pobres del mundo. Desde 1990, gracias a una reducción del 50% en las tasas de mortalidad infantil, han vivido 122 millones de niños que de otro modo habrían fallecido.

Sin embargo, no solemos ver estas cifras en el día a día. Más bien, vemos lo malo que sucede en el mundo y creemos que está empeorando, lo cual es completamente falso. Este fenómeno lo explicó el difunto Hans Rosling, profesor de estadísticas en Suecia y creador de “Gapminder”, en su video: Hans Rosling y Ola Rosling: Como no ser ignorantes del mundo, donde nos ilustran lo poco que los seres humanos sabemos de nuestra realidad. Para ello, hacen algunas preguntas a gente común, a profesores de universidades y a periodistas. En todos los casos se aprecia como nuestros prejuicios, mitos, o simple ignorancia, nos alejan de interpretar la realidad correctamente. (Este ejercicio es parte del “Ignorance Project” de Gapminder Foundation).

Otro inspirador historial de progreso que nos llena de optimismo se puede apreciar en la Carta Anual 2017de Melinda y Bill Gates. (Ver en Lampadia: El optimismo debe impulsarnos a una sociedad sin enfermedades), y es un recordatorio del enorme potencial de políticas e intervenciones bien hechas. Lo mismo se ve reflejado en este artículo del NYT que compartimos líneas abajo: “Ha habido un declive impresionante en la pobreza extrema, definida como menos de aproximadamente US$ 2 por persona por día, ajustado por la inflación. Durante la mayor parte de la historia, probablemente más del 90 % de la población mundial vivió en extrema pobreza, descendiendo a menos del 10 % hoy”.

Esperamos que este inspirador historial de progresos llene de convicción a nuestros lectores y podamos compensar y resistir el bombardeo de malas noticias y abiertas mentiras que nos rodean todos los días. Lampadia

Buenas noticias, a pesar de lo que hayas escuchado


John Brimah (derecha), tenía lepra cuando era niño y ahora supervisa el
Centro de Rehabilitación Leprosorio y de TB en Ganta, Liberia.
A la izquierda, Bindu Daddah, una enfermera, revisa las heridas del paciente
John Flomo. Monique Jaques para el New York Times

Por Nicholas Kristof
The New York Times 
1 de Julio, 2017
Sugerido por Bill Gates
Traducido y glosado por
Lampadia

Anímense: A pesar del pesimismo, el mundo realmente se está convirtiendo en un mejor lugar. De hecho, es probable que el 2017 sea el mejor año en la historia de la humanidad.

Para explicar por qué, permítanme comenzar con una historia. Estoy en mi viaje anual con un estudiante universitario ganador del premio ‘Gana un Viaje’. Este año es Aneri Pattani, un graduado recién formado de Northeastern University. Una de las personas que conocimos es John Brimah, quien se contagió de lepra cuando era un niño.

A la edad de 12 años, Brimah fue desterrado por su pueblo y obligado a vivir en una choza aislada. Una vez al día, su padre llevaba comida y agua a un punto a medio camino entre la aldea y la cabaña, y luego golpeaba un palo en el suelo para hacerle saber que estaba allí.

Durante un año y medio, vivió en completo aislamiento, incluso cuando su lepra empeoraba. Entonces un misionero de Ohio, Anthony Stevens, pasó por ahí. “Me oyó llorar y se acercó”, recordó Brimah. Stevens lo llevó a un centro de lepra donde recibió tratamiento y Brimah nunca más volvió a ver a su familia.


Pacientes con lepra en espera de tratamiento.
Monique Jaques para el New York Times

Brimah fue curado, recibió educación de misionero y se convirtió en enfermero. Ahora está a cargo del hospital de lepra en Ganta, en la frontera entre Liberia y Guinea. Cuida a hombres y mujeres a los que les faltan dedos de las manos, dedos de los pies y, a veces, pies completos, un duro recuerdo de por qué la lepra ha aterrorizado a la gente desde tiempos bíblicos.

Sin embargo, estamos derrotando a la lepra. En todo el mundo, los casos han caído un 97% desde 1985 y ahora es fácilmente tratable. Un plan global estableció el 2020 como un objetivo para que ningún niño se deforme por la lepra.

Los avances contra la lepra reflejan los mayores beneficios contra la pobreza y la enfermedad, que creo que pueden ser la tendencia más importante del mundo de hoy. Ciertamente es la mejor noticia que nadie conoce.

Tal vez el optimismo no se siente mucho. Estamos alarmados por el presidente Trump (o Nancy Pelosi), el terrorismo y el riesgo del aumento del nivel de los océanos, si es que antes no somos incinerados por las armas nucleares norcoreanas. Esas son buenas razones para preocuparse, pero recordemos que durante la mayor parte de la historia, los humanos se preocupaban por algo más elemental: ¿sobrevivirán mis hijos?

Desde 1990, se han salvado más de 100 millones de vidas de niños a través de vacunas y de una mejor nutrición y atención médica. Ya no mueren de malaria, diarrea o causas desagradables como tener los intestinos bloqueados por gusanos. (Esta es una buena columna de noticias, pero no dije que no sería un poco desagradable.)

“Ahora hay campañas de desparasitación, por lo que es mucho más raro que tengamos que hacer una cirugía por una obstrucción y veamos una gran masa de gusanos”, explicó Agatha Neufville, el director de enfermería en el Ganta United Methodist Hospital.

Nueve de cada 10 estadounidenses dicen en las encuestas que la pobreza global ha permanecido igual o ha empeorado. Corrijamos este equivocado record.

Ha habido un declive impresionante en la pobreza extrema, definida como un ingreso menor a aproximadamente US$ 2 por persona por día (ajustado por la inflación). Durante la mayor parte de la historia, probablemente más del 90 % de la población mundial vivió en extrema pobreza, hoy a descendido a menos del 10 %.

Cada día, otras 250,000 personas salen de la pobreza extrema, según cifras del Banco Mundial. Alrededor de 300,000 obtienen electricidad por primera vez. Unos 285,000 obtienen acceso al agua clara y tomable. Cuando yo era niño, la mayoría de los adultos eran analfabetos, pero ahora más del 85 % puede leer.

La planificación familiar lleva a los padres a tener menos bebés ya invertir más en cada uno. El número de muertes mundiales por guerra está muy por debajo de lo que fue entre los años cincuenta a noventa, y mucho menos el número por asesinatos entre los años treinta y cuarenta.

Aneri y yo estamos informando desde un país cuyo nombre, Liberia, evoca Ebola, la guerra civil y combatientes de guerra como el general Butt Naked. Eso se debe en parte a que los periodistas tenemos un sesgo hacia las malas noticias: cubrimos los aviones que se estrellan, no los aviones que despegan.

En Liberia, Aneri y yo vimos a niños faltar a la escuela o sufrir dolores atroces, pero la narrativa más grande es lo opuesto – menos muertes y más alfabetización.


Brimah en la parte trasera de una moto.
Monique Jaques para el New York Times

Los periodistas y las organizaciones de ayuda necesitan destacar los conflictos, las enfermedades y el sufrimiento, pero también debemos reconocer el trasfondo del progreso. De lo contrario, la gente percibirá la pobreza global como irreparable y sencillamente se rendirán.

La verdad es que el mundo de hoy no es deprimente, sino inspirador. Conocimos a un hombre llamado Fanha Konah, que había perdido todos los dedos de los pies y de la mano por la lepra, pero de alguna manera se las arregló para convertirse en un maestro tallador de madera: agarra un pedazo de madera entre sus rodillas, sostiene el cincel entre los muñones que quedan de sus manos y deja fluir el arte.

Konah refleja la tenacidad y la resiliencia de tantos sobrevivientes en los países más pobres del mundo, y las consecuencias serán enormes, ya que gozan de mejor salud y educación.

Aneri y yo también conocimos a un joven de 18 años que nunca había asistido a la escuela, pero de alguna manera había construido un asombroso ventilador eléctrico de tres pies de altura con restos de cartón. Tenía un pequeño motor, accionado por una batería, y funcionaba. Imaginen lo que pueden lograr cuando los niños como él son educados, ¡para sí mismos y para sus países!

Así que, por un nanosegundo hagamos una pausa en nuestro pesimismo, para celebrar por un mundo que en realidad está mejorando. La fuerza histórica más importante del mundo actual no es el presidente Trump, y no son terroristas. Más bien, son los impresionantes avances contra la pobreza extrema, el analfabetismo y la enfermedad; son todos aquellos niños de 12 años de edad que nunca tendrán lepra y, en cambio, van a la escuelaLampadia

 




La Economía hecha fácil

En Lampadia nos gusta seguir a líderes de opinión, políticos y académicos que tengan un aporte positivo para la sociedad. Pocos, sin embargo, logran mezclar la academia con la comunicación, tal y como lo logra Xavier Sala i Martín (XSiM), un economista, carismático y bastante único, que nos acerca a la economía a través del entretenimiento, ya que nos muestra cómo la economía puede ser parte del día a día, cómo no es algo lejano o abstracto, sino algo muy presente en nuestra vida cotidiana.

El profesor catalán y ex presidente del Club Barcelona, Sala i Martin es reconocido como uno de los más grandes economistas del mundo. Enseña en la Universidad de Columbia y es asesor económico principal del Programa de Competitividad del Foro Económico Mundial. Es creador del prestigioso Índice de Competitividad Global (GCI).

Tal vez por ser un profesor experimentado, explica con sencillez y presenta ideas complejas en un formato fácil de entender. Aunque hay muchos economistas brillantes, pocos pueden explicar y analizar con facilidad y elocuencia como lo hace el profesor Sala i Martin. Sus presentaciones son reputadas como divertidas y con altas dosis de humor y entretenimiento,  sin dejar el rigor y la seriedad y tienen una gran demanda en el circuito de conferencias global.

Fuente: Espectalium

Recientemente lanzó su libro ‘Economía En Colores’, porque la economía, al igual que las chaquetas de XSiM, puede estar llena de color. Tras el éxito del programa de televisión del mismo nombre, Economia en colors (emitido por TV3 Televisión de Catalunya), Sala i Martín ha querido ampliar en este libro el contenido de cada capítulo con información más detallada y un análisis más profundo.

Fuente: Feria Chilena del Libro

Su libro es un compendio de cuentos, en el que cada capítulo empieza con una historia que plantea un enigma económico, de manera que nos lleva a aprender ocho campos (en ocho capítulos) de la economía que nos permite ir descubriendo conceptos y entender la teoría. La lista de capítulos del libro es la siguiente:

1.Más rico que el más rico.
Habla sobre la riqueza de las naciones, el PBI y la división del trabajo.
2.¿Quién sabe hacer una galleta?
Trata sobre la economía de las ideas, que son el motor del progreso.
3.El falso nueve
Explora el tema de la Innovación empresarial y en qué se diferencia con la investigación.
4.¿Dónde están los niños de diciembre?
Analiza el capital humano y la educación.
5.Arma de destrucción masiva.
Responde a la pregunta: ¿Qué es el dinero, para qué sirve y cuáles son sus peligros?
6.El mono adiestrado.
Se centra en el las finanzas, la especulación, las burbujas financieras y la importancia de los instrumentos financieros.
7.La chica de los caramelos. 
Analiza por qué la ayuda al desarrollo ha sido un fracaso.
8.El penalti al estilo Panenka
Ayuda a entender la Economía de la racionalidad  y del comportamiento.

En el primer capítulo, ‘Más ricos que el más rico’, XSiM nos ilustra que el hombre más rico de todos los tiempos fue Mansa Musa I: “Los historiadores han calculado que en 1324, Mansa Musa sería cinco veces más rico que Bill Gates, el hombre más rico de hoy”cuya fortuna traída a precios de hoy día superaría con creces la de Bill Gates, el hombre más rico en la actualidad”.

Iconografía del ‘rey de reyes’, Mansa Musa I, hijo del Emperador Abubakari Keita II de Mali, África. Fuente: El País

Después de recalcar que las posesiones materiales, como el oro, nunca han sido una medida de la riqueza de las naciones, XSiM nos recuerda la frase de Adam Smith, “Nadie ha visto jamás a un perro cambiando voluntariamente un hueso con otro perro” para concluir que:  “La capacidad de intercambiar bienes y servicios con otros miembros de la especie acabó siendo uno de los cimientos del progreso económico de la sociedad.” A partir de esta capacidad desarrollada hace cien mil años, surgen la división del trabajo y la especialización que han permitido a la raza humana aumentar su productividad y por lo tanto ser más ricos.

“Hasta hace unos cien mil años, nuestros antepasados tampoco estaban capacitados para entender el concepto del comercio. (…) La idea de intercambiar no apareció hasta hace entre setecientos y mil siglos”.

Para uno de los más respetados expertos mundiales en los temas de crecimiento económico y competitividad: “La historia de la humanidad es una historia del mejoramiento de productividad. Para conseguir lo mismo, cada día se necesitan menos horas de trabajo.”  Esta afirmación se ilustra con la historia del fuego, que también ilumina, y también la electricidad. Hace un millón de años los homínidos para conseguir una hora de luz debían trabajar 58 horas. En el neolítico de hace 40,000 años tardaban 41 horas para conseguir una hora de luz y hoy para lograr una hora de luz, los ‘millenials´ solo tienen que trabajar 0.02 segundos.

La división del trabajo en el neolítico. Fuente: Emaze

“Los ciudadanos de hoy somos, por término medio, mucho más ricos que nuestros abuelos (o que Mansa Musa): porque nosotros somos capaces de producir más productos y de ofrecer muchos más servicios que ellos”.

Sala i Martin explica que, en buena parte, el crecimiento económico se da por el desarrollo de una red global, unas instituciones favorables al crecimiento económico y la competencia. La razón de que hoy en día el trabajador promedio es más rico que Mansa Musa I es que el mundo ha mejorado mucho y que a pesar de las desigualdades el progreso económico ha llegado a buena parte de la humanidad.

En Lampadia celebramos los aportes a la literatura económica que sean fáciles de entender y comuniquen temas muy importantes y complejos, de manera que todos puedan entenderlas. Aún así XSiM se queja de que “nunca acabé de encontrar un formato que fuera atractivo y digerible para el gran público”.

Quizás una de las ideas más importantes de Sala i Martín es que si el crecimiento está basado en ideas, se podrá obtener más productos con menos recursos. Y, como dijo en una de sus conferencias, frente a quienes creen que cada día es más difícil tener una idea novedosa, el autor recuerda la afirmación de Newton: “Yo pude ver más lejos que los demás, porque estaba de pie sobre los hombros de los gigantes antepasados”. Lampadia




La increíble anulación del habeas corpus que negaba lesa humanidad en los hechos de El Frontón

La increíble anulación del habeas corpus que negaba lesa humanidad en los hechos de El Frontón

Jaime de Althaus
Para Lampadia

Hay un asunto que no puede ser pasado por alto. Cuatro magistrados del Tribunal Constitucional han anulado parte de una sentencia de hábeas corpus contra el auto de apertura de instrucción por el caso El Frontón del 9 de febrero del 2009. La sentencia del habeas corpus, dada el 14 de junio del 2013, declaraba nulo dicho auto de apertura de instrucción “en el extremo que declara que los hechos materia del proceso penal constituyen crímenes de lesa humanidad”. Pero el 5 de marzo del 2017 el TC dicta un auto resolviendo que la incorporación de ese punto en la sentencia del habeas corpus constituyó un “error material”, porque el magistrado Juan Vergara Gotelli, según el Tribunal, no estuvo de acuerdo con eso.

Un voto solo puede ser interpretado por el magistrado que lo ha emitido, recalca Enrique Ghersi.
Fuente: Diario La Razón

Con lo que dicho auto no solo viola el principio de la cosa juzgada, lo que es grave, sino que interpreta erróneamente el voto del magistrado Vergara Gotelli, despojándolo de su sentido. Despojándolo de su voto, por lo tanto. En realidad, como ha explicado el ex magistrado Ernesto Alvarez, uno de los coautores de la sentencia, Vergara Gotelli había sido incluso más radical que los otros tres magistrados en el asunto de la lesa humanidad: para él ni siquiera tenía sentido discutirlo porque no se podía aplicar para eventos ocurridos antes del 2003, como veremos.

El argumento del auto de apertura de instrucción contra el que acciona el habeas corpus es, precisamente, que lo que se cometió en la debelación del motín senderista en El Frontón, en 1986, fue un delito de lesa humanidad que, según la “Convención sobre la Imprescriptibilidad de los Crímenes de Guerra y de los Crímenes de Lesa Humanidad” firmada por el Perú el 2003, es imprescriptible. Contra ese auto de apertura de instrucción los marinos interpusieron un hábeas corpus el 3 de mayo de del 2009, que llegó finalmente al Tribunal Constitucional y fue resuelto el 2013 declarándolo fundado y nula dicha apertura de instrucción en el extremo de que se trata de delitos de lesa humanidad (aunque ordenaba continuar el proceso), con cuatro votos a favor.

Fuente: LibrosyEditores

En efecto, el 14 de junio del 2013 los magistrados Juan Vergara Gotelli, Carlos Mesía Ramírez, Fernando Calle Hayen y Ernesto Álvarez Miranda emiten sentencia declarando “FUNDADA en parte la demanda; en consecuencia, NULO el auto de apertura de instrucción emitido por el juez del Cuarto Juzgado Penal Supraprovincial con fecha 9 de enero de 2009 (Exp. N° 2007-00213-0-1801-JR-PE-04), en el extremo que declara que los hechos materia del proceso penal constituyen crímenes de lesa humanidad, manteniéndose subsistentes los demás extremos de la imputación”.

Tres de esos cuatro magistrados -Mesía Ramírez, Calle Hayen y Alvarez Miranda- fueron al fondo del asunto, refutando que hubiese habido lesa humanidad en los supuestos crímenes cometidos por los marinos en la debelación del motín de El Frontón. El magistrado Vergara Gotelli firmó también la sentencia, pero escribió un fundamento de su voto. En su escrito él también declara fundada en parte la demanda y redacta lo siguiente “En consecuencia corresponde que se declare la NULIDAD de la Resolución de fecha 9 de enero de 2009 que abrió instrucción en contra de los aludidos…”.

Lo que pasa es que Vergara Gotelli está de acuerdo con la sentencia de habeas corpus pero por otras razones. Concede el hábeas corpus y considera que no hay lesa humanidad pero no por los argumentos de sus tres colegas, sino porque sencillamente el Perú había expresado una reserva cuando firmó la Convención sobre la Imprescriptibilidad de los Crímenes de Lesa Humanidad el 2003, y esa reserva era que esa Convención solo se aplicaría a los delitos cometidos a partir del momento de la firma en adelante. Es decir, sin retroactividad. No solo eso. Vergara cita artículos de la Constitución, de la “Convención de Viena sobre el Derecho de los Tratados” y del Estatuto de Roma de la Corte Penal Internacional, para concluir que “De los instrumentos antes señalados se aprecia entonces, con claridad, que sus disposiciones son obligatorias a partir de la fecha de entrada en vigor en el Estado parte y no de manera retroactiva”.

De modo que, para Vergara Gotelli,  ni siquiera tenía sentido entrar al fondo del asunto. Bastaba con dicha reserva y con el principio de no retroactividad consagrado en la Constitución y en tratados internacionales para obligar al juez que quisiera abrir un proceso sobre delitos que hubiesen prescrito, a fundamentarlo debidamente, cosa que, a su juicio, no ocurría en el auto de apertura de instrucción. Por eso, la resolución de Vergara Gotelli dice así: “Declarar FUNDADA en parte la demanda de hábeas corpus al haberse acreditado la vulneración al derecho a la motivación de las resoluciones judiciales en conexidad con el derecho a la libertad individual… En consecuencia corresponde que se declare la NULIDAD de la Resolución de fecha 9 de enero de 2009 que abrió instrucción en contra de los aludidos favorecidos por el delito de homicidio calificado – asesinato en lo que respecta a la motivación de la prescripción de la acción penal”.

Entonces el ex magistrado Ernesto Álvarez, que votó a favor del habeas corpus, tiene razón cuando asevera que “el doctor Vergara fue más radical aun en su voto que nosotros”. Álvarez certifica que el sentido del voto del Dr. Vergara fue declarar fundado el habeas corpus en lo relativo a anular el auto de apertura en el extremo de que hubo lesa humanidad, como queda claro de las citas mencionadas. Es decir, Vergara estuvo de acuerdo con la sentencia, pero con argumentos distintos. Discrepaba del argumento, pero no de la sentencia, y discrepaba del argumento desde una posición aún más radical en defensa del otorgamiento del habeas corpus y de la inexistencia de lesa humanidad.

No solo eso, el magistrado Oscar Urviola Hani, que el 2013 había discrepado de la sentencia del hábeas corpus, ahora, ante la ponencia del auto que terminó despojando de su voto a Vergara Gotelli, emite un voto singular mostrando su asombro ante la pretensión de desconocer el sentido del voto de Vergara: “Los más de ocho años de experiencia del señor Vergara Gotelli como magistrado del Tribunal Constitucional, a la fecha de esa sentencia, hace inimaginable suponer que desconocía cuándo no debía firmar una sentencia y emitir un voto singular…. Asombrosamente, la ponencia niega la realidad de una sentencia firmada por cuatro magistrados y dice que hubo empate en la votación…”

Urviola recuerda que el propio Vergara se pronunció contra el pedido de subsanación por error material: “…considero muy importante acudir a la propia declaración del magistrado Vergara Gotelli respecto a la presente solicitud de subsanación. Ésta fue tratada por el Pleno del Tribunal Constitucional en su sesión del 1 de octubre de 2013. En la respectiva Acta (firmada por los magistrados Vergara, Mesía, Calle, Eto, Álvarez y el suscrito) consta lo siguiente: “… el Pleno debatió sobre el pedido de nulidad efectuado por el Procurador Público Especializado Supranacional. El magistrado Vergara Gotelli indicó que en un plazo de dos días emitiría su opinión, al respecto, pero adelantó que no encontraba justificado el pedido de nulidad formulado por el Procurador Público Especializado Supranacional” (énfasis añadido).

Y añade Urviola: “Con esta declaración, el magistrado Vergara Gotelli mostraba su conformidad con lo firmado por él en la sentencia del Tribunal Constitucional, cuando el Procurador afirmaba lo contrario. No obstante ello, la ponencia sorprendentemente se sustituye en la voluntad del magistrado Vergara Gotelli para decir que “no estaba de acuerdo con lo finalmente incorporado en el fundamento 68”, no obstante su firma en la sentencia y lo dicho por él mismo en la sesión de Pleno citada”.

Queda claro, entonces, que aquí ha habido una sustracción de la voluntad del Dr. Vergara Gotelli. Algo muy grave. Pero allí no queda la cosa. Ese acto se cometió pese a que las solicitudes de subsanación fueron presentadas y acogidas  extemporáneamente. Los magistrados José luis Sardón y Ernesto Blume Fortini señalan en su voto singular “que el artículo 121 del Código Procesal Constitucional dice: En el plazo de dos días a contar desde su notificación (…) el Tribunal, de oficio o a instancia de parte, puede aclarar algún concepto o subsanar cualquier error material u omisión en que hubiese incurrido. Las solicitudes de subsanación se presentaron ocho y dieciséis días después de vencido este plazo. Es decir, fueron notoriamente extemporáneas.”  Por otro lado –agregan- “quienes formulan estas solicitudes de subsanación no fueron parte en el proceso de habeas corpus. Por tanto, no tienen legitimidad para presentar dicha solicitud”.

Es cierto, de otro lado, que, pese a que la sentencia del habeas corpus del 2013  declara en el punto resolutivo 1 la nulidad del auto de apertura de instrucción en lo relativo a la lesa humanidad, resuelve en el punto 2 algo que parece contradictorio con el punto 1: que se continúe con el proceso penal. Uno se pregunta: ¿cómo podría continuar el proceso penal si ya habría prescrito desde que fue descartada la lesa humanidad? Una respuesta es la que da Cesar Azabache, quien sostiene que “la Corte Interamericana ha declarado de manera uniforme que la prescripción no puede oponerse a las investigaciones de los casos en que se discuten “graves violaciones” a la Convención Americana (haya o no lesa humanidad)… (ello) se aplica usualmente a los casos en que los Estados retrasan, eluden o incluso boicotean sistemáticamente las investigaciones demandadas por las víctimas o por sus familiares o representantes. En este caso, la Corte ha ordenado que el caso concluya precisamente porque la demora en que ha incurrido el Estado es inaceptable”.

Esta tesis supone que la Convención Americana prevalece no solo sobre la Constitución, sino sobre la Convención de Viena acerca del Derecho de los Tratados, sobre el Estatuto de Roma y sobre la reserva con la que el Perú firmó el Tratado sobre la Imprescriptibilidad de los Crímenes de Lesa Humanidad. Aparentemente, sin embargo, es la tesis que el propio fallo del habeas corpus contradictoriamente recoge, acaso por temor a nuevas sentencias de la Corte que obliguen a revisar los casos. Esta es la discusión de fondo, que no se ha dado aun.

Pues, si de todos modos se ordena continuar el proceso,  ¿por qué el fallo se centra en discutir si hubo lesa humanidad o no? Esto no tendría sentido si es que la existencia de lesa humanidad o no en este caso es irrelevante para determinar si hay prescripción o no. ¿Y por qué el Tribunal actual se toma el trabajo de “desincorporar” el punto 1 del habeas corpus que declaraba nulo el auto de apertura de instrucción en el extremo de que se tratara de delito de lesa humanidad, si esto no tiene ningún efecto?

Porque determinar que no hubo lesa humanidad sin duda influye en la naturaleza del proceso que sigue. Para Vergara Gotelli el proceso debe continuar en el sentido de que “el juzgador penal debe proseguir con el esclarecimiento de los hechos a efectos del tema civil de la reparación a las víctimas de las violaciones de los derechos humanos” (acápite 26). En el punto 2  de la parte resolutiva de su fundamentación escribe: “DISPONER que el juzgador penal competente, en el nuevo pronunciamiento judicial que determine si operó la prescripción de la acción penal a favor de los beneficiarios de autos, si fuere el caso, prosiga con el tema de las costas del proceso y la reparación civil a las víctimas, conforme a lo expuesto en el Fundamento 26, supra”.

Como fuere, y más allá de las consecuencias en el proceso penal, lo cierto es que el Tribunal Constitucional actual ha alterado una sentencia del propio TC que era cosa juzgada y ha cambiado el sentido del voto de un magistrado que la firmó. Lo ha despojado de su voto. Atentar contra la garantía de la cosa juzgada es, a nuestro juicio, prevaricato. Es muy grave y debe ser rectificado, so pena de sanción constitucional. Lampadia




Pensamiento pos-extractivista (3)

Pensamiento pos-extractivista (3)

En esta tercera entrega sobre el pos-extractivismo, Sebastiao Mendonca Ferreira, identifica a uno de sus principales propulsores, el portugués Boaventura de Sousa Santos, creador de los artificios intelectuales con los que protege sus absurdos planteamientos de las críticas racionales. De Sousa Santos hace ver los hechos objetivos como creencias y a sus creencias como verdades indiscutibles, y busca descalificar la capacidad de la ciencia moderna para juzgar el pensamiento indígena, al que reputa como de otra dimensión o naturaleza.

Con ese racional, 2 + 2 puede ser 3.5 ó 4.7, de manera que solo queda como válida la estructura de un pensamiento basado en una suerte de indigenismo seudo escatológico.

Solo se requiere pues, un poco de buena voluntad para entender que la adopción del pos-extractivismo por parte de peruanos con títulos profesionales otorgados en mayor medida por la PUCP, es un refugio discursivo en una falsa arquitectura intelectual, que por lo tanto demuestra la incapacidad para generar un pensamiento propio que les permita interpretar la realidad y construir propuestas políticas que les ayuden a ejercer el poder.

 

Manipulación de la epistemología

Sebastiao Mendonca Ferreira
Centro Wiñaq
Para
Lampadia

¿Qué tiene que ver la epistemología, un campo de la teoría del conocimiento, con las ideas de los pos-extractivistas? Lamentablemente, mucho.

El pensamiento de los pos-extractivistas tiene fallas graves y no soporta una crítica objetiva. Por ello, se protegen de las críticas, haciendo que las creencias y los hechos tengan el mismo valor cognitivo, para que los hechos no puedan usarse para cuestionar sus discursos. Ellos necesitan que los cuestionamientos a sus argumentos, sean vistos como actos de intolerancia intelectual y social. Para esto ellos tienen sus teóricos.

Incapaces de responder a la gigantesca carga de hechos y conocimientos que cuestionan sus afirmaciones, los pos-extractivistas reaccionan buscando la descalificación ética de sus críticos. Según ellos, la ciencia, los conocimientos modernos, y toda y la modernidad global fueron creados por los europeos para sustentar su avaricia y avanzar en el colonialismo. Esta supuesta mala intención, colonialista y opresora, de los creadores de los conocimientos modernos cuestiona su validez. De paso, ellos barren con los principios del método científico, y con toda la base cognitiva de la modernidad, presentándola como una especie de mono-cultura del conocimiento, buscando una analogía algo forzada con los defectos de la mono-cultura agrícola.

Esos teóricos se presentan como pensadores occidentales alternativos a la modernidad occidental y global, y afirman ser los únicos intelectuales capaces de hacer correctamente el trabajo interpretativo (hermenéutico) de separación entre los componentes opresores y liberadores del pensamiento europeo. Ellos declaran ser capaces de criticar el pensamiento occidental moderno y proponer alternativas distintas de sociedad que son válidas para los países emergentes o del Sur Global.

Uno de los autores más representativos de ese artificio discursivo (la crítica europea al eurocentrismo) es Boaventura de Sousa Santos, de origen portugués. Santos es un europeo intelectualmente sofisticado y autor de varios libros. Él escribe sus ensayos como si fueran novelas, valorando más las analogías que el rigor lógico, usando una terminología propia, inventada o modificada por él mismo, y ha dedicado un gran número de artículos y libros a descalificar la ciencia y el conocimiento moderno, atribuyéndole una intención opresora y colonial. Sus ideas, aún que irrelevantes para el desarrollo del conocimiento y para las sociedades del siglo XXI, ejercen, sin embargo, gran influencia sobre los pos-extractivistas.

Santos, como muchos de los ecologistas radicales de su generación y actuales gurús del pos-extractivismo, tiene una formación intelectual marxista. En el marco conceptual de su tesis de doctorado, dedicada a una favela ficticia “Pasárgada” en Rio de Janeiro, Santos hace explícito su concepción social. Los conceptos que guían su tesis son: la dominación de clase, el estado como instrumento de dominación de clase, relaciones de producción, relaciones de reproducción, situación non-revolucionaria (ausencia de crisis), etc. En realidad, su introducción conceptual pareciera haber sido tomada de algún manual de materialismo histórico de los años 70s. A pesar de ello, Santos critica al marxismo europeo, en particular al grupo alemán de la Teoría Crítica (Herbert Marcuse, Jürgen Habermas, Georg Lukács, Karl Korsch, etc.). Él usa una terminología nueva, pero las ideas de sus textos muestran que Santos nunca abandonó completamente los conceptos políticos de sus maestros alemanes.[1]

Una crisis inventada

En la síntesis de su artículo Epistemologías del Sur, Santos expresa sus ideas en forma clara: Es un hecho irreversible que el “logos” eurocéntrico ha implosionado en sus propias fuentes de desarrollo político y económico. El peligro de esta crisis es total porque abarca su hegemonía, a la humanidad y a la naturaleza (p.17).[2]

Estas frases son ilustrativas de su pensamiento. Según él, es un hecho incuestionable que el conocimiento moderno, llamado por él de logos eurocéntrico, ha implosionado, y lo ha hecho en forma irreversible. Santos no se preocupa en aportar datos para sustentar lo que dice, pero lo dice con tanta convicción que parecería que tal implosión irreversible fuera verdad. Sin embargo, el hecho es que más allá del pequeño mundo de sus seguidores ideologizados no existe tal implosión, ni de la ciencia ni de los conocimientos modernos.

Una diversidad de estudios sobre la producción de conocimientos, tanto académicos como tecnológicos, a nivel global evidencia que la tendencia es al incremento exponencial de los conocimientos, y esta tendencia se mantiene desde que los franceses publicaron el primer artículo académico en Le Journal des Sçavans (El Periódico de los Sabios) en 1650, y los ingleses iniciaron las publicaciones de la Philosophical Transactions (Transacciones Filosóficas), en 1665. A partir de ahí se desencadenó un proceso que aún sigue una especie de Ley de Moore para los conocimientos después de 350 años.[3] Actualmente, producción de conocimientos crece a una tasa anual de 4.2%, permitiendo su duplicación cada 17 años.

Santos habla de implosión de los conocimientos modernos, pero una estimación confiable es que existen 50 millones de artículos académicos ya publicados[4] y cada año se publican algo más de un millón y medio de nuevos artículos académicos.[5]

Si, a los artículos académicos sumamos los blogs, las patentes tecnológicas, el flujo de ideas en las redes, y consideramos la reducción de los costos de acceso al conocimiento, la digitalización de las bases de datos y artículos, y la creciente cobertura de Internet, y complementamos con los nuevos instrumentos y métodos de estudio, y el uso de la inteligencia artificial en el procesamiento de información, y finalmente combinamos con el creciente nivel educativo de la población mundial, podemos afirmar que la producción de conocimientos será en el futuro aún más dinámica que hoy. Podemos apostar que las perspectivas del siglo XXI son positivas: la explosión cognitiva de la humanidad continuará.

El regreso al pasado

Ante esa crisis inventada, Santos pregunta ¿De qué alternativas disponemos para superar este fin de milenio y su hecatombe? (p. 17). Un poco más adelante él mismo responde que la clave es: “Esta otra epistemología, que tiene su génesis en la Teoría Crítica y se recrea en América Latina, desde el Sur, se asume desde la praxis de un logos emancipador que fractura los límites hegemónicos del ‘capitalismo sin fin’ y del ‘colonialismo si fin’” (p. 17).

Según su particular visión de la economía mundial, estamos delante del riesgo de la hecatombe occidental y global, y la alternativa a esa hecatombe es una nueva epistemología. Como es su estilo, Santos no aporta datos sustentando el nivel de crisis económica que genera el riesgo de esa imaginada hecatombe. La base de la epistemología alternativa propuesta por Santos es la Teoría Crítica, la corriente del marxismo europeo antes referida y parcialmente criticada. Según Santos, esa epistemología alternativa de base marxista debe servir para fracturar la hegemonía del capitalismo y de la economía global, llamada por él de colonialismo sin fin.[6]

¿Y como describe Santos su propuesta? Según él, la clave para evitar esa hecatombe es “La sabiduría ancestral que porta el pensamiento de esos pueblos originarios, expresada por sus tradiciones, ritos, magias, y hasta sus representaciones antropomórficas de la realidad, son síntomas de que el ocaso de la civilización no muere con Occidente, sino que renace desde el Sur con el ‘Sumak Kawsay’(p. 17)[7]

Para solucionar la imaginada hecatombe de occidente, Santos descarta la ciencia, los premios Nobel, y todos los avances de la economía moderna, psicología social, métodos matemáticos, y estudio de las instituciones, y mucho más, y opta por sustituir todos esos conocimientos por las tradiciones, ritos, magias, y representaciones antropomórficas de las poblaciones indígenas de los Andes.[8] Santos no considera las limitaciones que esas tradiciones, ritos, magias y representaciones antropomórficas puedan tener por el contexto de completo aislamiento y de severo autoritarismo (Imperio Wari y después Imperio Inca) en que esas culturas se desarrollaron, ni por sus grandes diferencias respecto al mundo moderno con 7 mil millones de habitantes y una economía global de US $78 billones.

Un manejo equívoco de la epistemología

Santos hace un uso vago y equívoco del término Epistemología. Él lo usa algunas veces como sinónimo de las concepciones del mundo y otras veces como tipos de conocimiento (científico y indígena), cuando en realidad Epistemología, según el diccionario Oxford, se refiere a “la teoría del conocimiento, especialmente relacionado a sus métodos, validez, y alcance, y la distinción entre creencias justificadas y opiniones.”[9]

La diferencia entre epistemología y conocimiento es similar a la diferencia entre la medicina y el cuerpo humano. La medicina no es el cuerpo humano, sino el estudio del cuerpo humano. Epistemología no es el conocimiento, sino el estudio del conocimiento y la forma como se adquiere el mismo. Ese uso vago y equívoco del término Epistemología, hecho por Santos, sirve para dar un aire sofisticado a su forma de razonar y confundir a los lectores sobre la naturaleza de las concepciones que él propone como alternativas al conocimiento moderno.

Sin embargo, la funcionalidad política más importante de ese uso equívoco del término Epistemología es evitar la crítica, especialmente aquellas críticas a las creencias políticas y ambientales del movimiento radical con el cual Santos desea acabar con el capitalismo. Lo que Santos busca con ese manejo equívoco es blindar las creencias falsas del movimiento  radical que él promueve.  Su argumento es que no podemos usar la ciencia moderna para criticar creencias de su movimiento porque la epistemología indígena es de otra naturaleza. Como es de otra naturaleza, los conocimientos generados con los métodos modernos no sirven para evaluar la confiabilidad de las creencias que se sostienen en una otra epistemología. Lo que Santos nos propone es que: dos afirmaciones pueden ser igualmente válidas, sin importar si una de ellas es verdadera y la otra es falsa.

La ausencia de la epistemología

A Santos le gusta hablar de la sociología de las ausencias, para criticar a un discurso teórico que, según él, oculta a sectores de la sociedad. Sin embargo, lo más notable en su extenso libro Epistemologias do Sul[10] es la ausencia del tratamiento de la Epistemología del Sur, es decir, la ausencia de una explicación clara de los métodos que los indígenas andinos utilizan para distinguir en sus leyendas y creencias tradicionales aquellas que podrían ser creencias falsas, es decir, como hacen los indígenas para filtrar las creencias que son falsas de las que son verdaderas y así generar conocimientos confiables. Esta es una ausencia grave en un libro dedicado a la epistemología del sur, dígase, a la epistemología indígena andina.

En ningún momento, Santos se preocupa en exponer y explicar la epistemología usada por los indígenas andinos, a pesar que, según él, el ‘Sumak Kawsay’ es un ejemplo privilegiado de las epistemologías del Sur. En realidad, no hay en su libro sobre epistemología del sur ningún tratamiento de los métodos de adquisición de conocimientos usado por los indígenas andinos, ni de otros continentes, ni menos de los movimientos sociales hostiles a la minería. ¿Por qué los pos-extractivistas no comentan esta ausencia tan importante?

El interesante tema de los métodos de generación de conocimientos de origen heurística y pre-científicos es actualmente materia de estudio de sicólogos, antropólogos y arqueólogos, pedagogos, y en general, de los científicos dedicados a las ciencias cognitivas, pero parece que Santos no ha considerado relevante tratarlos en un libro sobre epistemología. La abundante literatura de las ciencias cognitivas modernas sobre esos temas está ausente en las referencias bibliográficas de los textos de Santos que hemos revisado.[11]

Hay mucha sabiduría en las culturas antiguas de todos los países. Si sabemos rescatar esos aportes, enriquecemos la vida moderna. Sin embargo, no hay que olvidar que también hay muchas creencias falsas y dañinas en esas culturas. No es cuestión entonces de mistificar lo indígena. Es importante dialogar respetando a las personas, pero respetar a las personas no implica abandonar la capacidad crítica que nos brindan los métodos y conocimientos que han permitido crear el mundo moderno.

Lo que Santos busca es una separación absoluta entre las creencias que sustentan sus ideas y el conocimiento moderno, basado en evidencias. Así Santos evita las críticas a sus ideas, descalificando las críticas como parte de un logos eurocéntrico colonialista.

La simpatía de los pos-extractivista por los escritos de Santos se explica porque su rebuscada literatura de rechazo al conocimiento moderno da una aurea de cientificismo a un conjunto de ideas ambientales y sociales que tienen poco o nada de científicas y sirve para generar un escudo a las críticas que, en realidad, ellos no saben como responder.

[1] Santos, B. (1977). The law of the oppressed: The construction and reproduction of the legality in Pasárgada. Law and Society Review, 12(1). (Versión resumida y reimpresa de la Tesis doctoral de 1974). 

[2] Santos, B. (2011). Epistemologías del Sur. Utopía y Praxis Latinoamericana, 54, pp. 17-39. Maracaibo, Venezuela: Universidad de Zulia.

[3] Quienes se interesen en entender mejor el rol de la ciencia y de generación los conocimientos en creación del mundo moderno, pueden leer los libros y artículos de Joel Mokyr, especialmente su muy recomendable libro: “The Gifts of Athena: Historical Origins of the Knowledge Economy.”

[4] Jinha, A. E. (2010). Article 50 million: An estimate of the number of scholarly articles in existence. Learned Publishing, 23(3), 258-263. DOI: 10.1087/20100308

[5] Larsen, M. & von Ins, M. (2010). The rate growth in scientific publication and the decline in coverage provided by Science Citation Index. Scientometrics 84, 575–603. DOI 10.1007/s11192-010-0202-z

[6] Los pos-extractivistas son, en general seguidores de Antonio Gramsci, marxista italiano, que escribió sobre la importancia de la hegemonía en la lucha política. Donde los pos-extractivistas operan, ellos buscan acallar las voces discrepantes para establecer la hegemonía de su ideología, siguiendo las instrucciones de Gramsci.

[7] Sumak Kawsay es la misma idea de Buen Vivir de Eduardo Gudynas y Alberto Acosta, citados en un artículo anterior. El Sumak Kawsay es en realidad una mistificación del pensamiento Andino pre-colombino.

[8] La pregunta que salta a la vista es: ¿por qué no incluir a las culturas antiguas de los otros continentes como China, India, Egipto, Australia, Camboya, Congo y Sumeria, entre otros? ¿Por qué excluir los conocimientos generados en los últimos 400 años?

[9] https://en.oxforddictionaries.com/definition/epistemology

[10] Santos, B., & Meneses, M.P. (2009). Epistemologias do Sul. Coimbra, Portugal: G. C. Gráfica de Coimbra, LDA.

[11] Los conocimientos non-científicos, tanto tácitos como explícitos, son de gran importancia para la ciencia y la tecnología moderna. Chris Argyris (Harvard), Donald Schön (MIT), Ikujiro Nonaka, Michael Polanyi, Kurt Lewin (MIT), entre otros, son referencias reconocidas en ese campo. Llama la atención la ausencia de todos esos autores en la literatura citada por Santos.  




Indicadores de la Historia del Bienestar

Queremos cerrar el año compartiendo con nuestros lectores las buenas noticias sobre los avances de la humanidad, sustentadas en información objetiva. Según la publicación de Max Roser, ver líneas abajo, ‘El mundo en datos’: en 1950, tres cuartas partes del mundo vivían en extrema pobreza, en 1981 el 44%, hoy la pobreza extrema ha caído por debajo del 10%. “El mundo de hoy es más saludable, más rico y mejor educado”.

Sin embargo, como muestra el informe de Roser, la percepción, las imágenes que la gente tiene, son lo contrario. Ante la pregunta siguiente:

¿Crees que el mundo está mejorando o empeorando, o ni mejorando ni empeorando?”

En Suecia, el 10% cree que las cosas están mejorando, en Estados Unidos sólo el 6%, y en Alemania sólo el 4%.

Muy pocas personas piensan que el mundo está mejorando.

Roser agrega: “No creo que los medios de comunicación sean los únicos culpables de esto, pero creo que tienen parte de la culpa. Esto es porque los medios no nos dicen cómo está cambiando el mundo, nos dicen que es lo que va mal en el mundo”.

Desde el inicio de Lampadia, hemos procurado mostrar los procesos estructurales de la humanidad y del Perú, que son los que recogen nuestros avances. Por ejemplo, hemos seguido a Hans Rosling, creador de Gapminder, que muestra de manera muy amena y didáctica las estadísticas de cuanto indicador cabe. En el caso del Perú, hicimos una publicación icónica sobre nuestros avances: Las cifras de la prosperidad. Y hemos combatido, con mucha fuerza y a veces indiscreción, las medias verdades, las mentiras y los mitos con los que se siembra en los medios de comunicación imágenes negativas de nuestra realidad y un falso sentido común de las cosas.

Los avances que muestra Roser, se dieron en paralelo al progreso humano, como podemos ver en el siguiente gráfico.

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Esperamos que nuestros lectores mediten sobre la discordancia entre una realidad de importantes avances e imágenes falsas que muchas veces nos llevan a descontinuar los procesos económicos y sociales que generaron las mejoras en el bienestar. Esta disonancia es la materia prima de los políticos populistas que están nuevamente tomando el control del mundo, para hacernos menos prósperos.

Nada de esto significa tampoco, que no hay mucho por hacer. Efectivamente, hay muchas cosas pendientes, pero lo último que debemos hacer, es en desconocimiento de la realidad, desandar los caminos del bienestar.

Una historia de las condiciones de vida globales en 5 gráficos

Max Roser 
Our World in Data
2016
Traducido y glosado por
Lampadia

Una encuesta reciente preguntó: “Considerando todo, ¿crees que el mundo está mejorando o empeorando, o ni mejorando ni empeorando?” En Suecia, el 10% cree que las cosas están mejorando, en Estados Unidos sólo el 6%, y en Alemania sólo el 4%. Muy pocas personas piensan que el mundo está mejorando.

¿Qué evidencia necesitamos considerar al responder a esta pregunta? La pregunta es sobre cómo el mundo ha cambiado y, por lo tanto, debemos tomar una perspectiva histórica. Y la pregunta es acerca del mundo como un todo y la respuesta debe considerar a todos. La respuesta debe considerar la historia de las condiciones de vida globales – una historia de todos.

I. La Pobreza

Para analizar de dónde venimos debemos ir muy atrás en el tiempo. 30 o incluso 50 años no son suficientes. Si se analiza cómo se ve el mundo durante nuestro corto tiempo de vida, es fácil cometer el error de pensar en el mundo como algo relativamente estático: las partes ricas, sanas y educadas del mundo aquí y las regiones pobres, sin educación y enfermas allá; concluyendo, falsamente, que siempre fue así y que siempre será así.

Para evitar retratar el mundo de una manera estática – el Norte siempre mucho más rico que el Sur – tenemos que empezar nuestro análisis hace 200 años, antes de que las condiciones de vida realmente cambiaran dramáticamente.

Los investigadores miden la pobreza extrema como vivir con menos de US$ 1.90 por día. Estas cifras de pobreza toman en cuenta las formas no monetarias de ingreso (para las familias pobres de hoy y en el pasado esto es muy importante, sobre todo debido a la agricultura de subsistencia). La medida de pobreza también se corrige para diferentes niveles de precios en diferentes países y se ajusta a los cambios de precios a través del tiempo (inflación) – la pobreza se mide en dólares internacionales que dan cuenta de estos ajustes.

El primer gráfico muestra las estimaciones de la proporción de la población mundial que vive en pobreza extrema.

En 1820 sólo una pequeña élite disfrutaba de un nivel de vida más alto, mientras que la gran mayoría de la gente vivía en condiciones que hoy llamaríamos pobreza extrema. Desde entonces, la proporción de personas extremadamente pobres ha venido cayendo continuamente. Cada vez más regiones del mundo se industrializan y con ello aumenta la productividad que permitió sacar a más personas de la pobreza: En 1950, tres cuartas partes del mundo vivían en extrema pobreza; en 1981 era 44%. Para el año pasado, la investigación sugiere que la participación en la pobreza extrema ha caído por debajo del 10%.

Es un gran logro. Para mí, como investigador que se centra en el crecimiento y la desigualdad, tal vez el mayor logro de todos en los últimos dos siglos. Es particularmente notable si tenemos en cuenta que la población mundial se ha multiplicado por 7 en los últimos dos siglos En un mundo sin crecimiento económico, este aumento de la población habría dado lugar a menos y menos ingresos para todos. Un aumento de 7 veces en la población mundial habría sido suficiente para llevar a todos a la extrema pobreza. Sin embargo, sucedió exactamente lo contrario. En un momento de crecimiento demográfico sin precedentes, nuestro mundo logró dar más prosperidad a más personas y sacar continuamente a más personas de la pobreza.

El aumento de la productividad era importante porque hacía que los bienes y servicios vitales fueran menos escasos: más alimentos, mejores prendas de vestir y viviendas menos abarrotadas. La productividad es la relación entre la producción de nuestro trabajo y el aporte que ponemos en nuestro trabajo. A medida que aumentaba la productividad, se beneficiaba de una mayor producción, pero también de un menor número de insumos: la jornada laboral semanal cayó muy sustancialmente.

El crecimiento económico también fue importante porque cambió la relación entre las personas. En el largo tiempo en que el mundo vivió en un mundo sin crecimiento, la única manera de mejorar era si alguien empeoraba. Su propia buena suerte era la mala suerte de sus vecinos. El crecimiento económico cambió eso, el crecimiento hizo posible que uno sea mejor al mismo tiempo que otros mejoraban. El ingenio de quienes construyeron la tecnología que aumentó la productividad -el automóvil, la maquinaria y la tecnología de la comunicación- hizo que algunos de ellos fueran muy ricos y, al mismo tiempo, aumentaran la productividad y los ingresos de otros. Es difícil exagerar la diferencia entre la vida en suma cero y la economía de suma positiva.

Desafortunadamente, los medios de comunicación están demasiado obsesionados con reportar eventos individuales y cosas que salen mal y no prestan suficiente atención a los lentos desarrollos que remodelan nuestro mundo. Con estos datos empíricos sobre la reducción de la pobreza podemos recrear qué reportaría un medio de comunicación concreto sobre el desarrollo global. El titular podría ser “El número de personas en extrema pobreza cayó en 130,000 desde ayer”. Y este titular no se habría publicado solo una vez, ya que – en promedio – ha habido una reducción de 130,000 personas menos en situación de pobreza extrema cada día desde 1990.

​II. Alfabetismo

¿Cómo evolucionó la educación de la población mundial durante este período? La siguiente tabla muestra la proporción de la población mundial alfabetizada en los últimos dos siglos. En el pasado, sólo una pequeña élite era capaz de leer y escribir. La educación de hoy, incluso en los países más ricos, es un logro muy reciente. Fue en los últimos dos siglos que la alfabetización se convirtió en la norma para toda la población.

En 1820 sólo 1 de cada 10 personas eran alfabetizadas. En 1930 era cada 3 y ahora estamos en el 85% a nivel mundial. Dicho de otra manera, si uno estuviera en 1800, tendría una probabilidad de 9 en 10 de no ser capaz de leer – hoy más de 8 de cada 10 personas son capaces de leer. Y si son jóvenes, las posibilidades son mucho más altas ya que muchos de la población analfabeta de hoy en día son viejos.

Si crees que la ciencia, la tecnología y la libertad política son importantes para resolver los problemas del mundo y crees que saber leer y escribir ayuda para lograrlo, entonces mira las cifras en números absolutos. En 1800, había 120 millones de personas en el mundo que sabían leer y escribir; hoy hay 6.2 mil millones con la misma habilidad.

III. La Salud

Una de las razones por las que no vemos progreso es que no somos conscientes de lo mal que estábamos en el pasado.

En 1800, las condiciones de salud de nuestros antepasados ​​fueron tales que alrededor del 43% de los recién nacidos del mundo morían antes de cumplir 5 años. Las estimaciones históricas sugieren que el mundo entero vivía en malas condiciones. Hubo relativamente poca variación entre las diferentes regiones: en todos los países del mundo más de 1 en cada tres niños murieron antes de los 5 años de edad.

Sería erróneo creer que la medicina moderna era la única razón que explica la mejorar en salud. Inicialmente, la prosperidad creciente y la naturaleza cambiante de la vida social importaban más que la medicina. Se trata de mejoras en la vivienda y el saneamiento que mejoraron nuestras posibilidades de sobrevivir las enfermedades infecciosas. Una dieta más sana – posible gracias a una mayor productividad en el sector agrícola y en el comercio exterior – nos hizo más resistentes a las enfermedades. Sorprendentemente, mejorar la nutrición y la salud también nos hizo más inteligente y más altos.

Pero seguramente la ciencia y la medicina también importaban. Una población más educada logró una serie de avances científicos que hicieron posible reducir aún más la mortalidad y las enfermedades. El descubrimiento de la Teoría microbiana de la enfermedad (o la teoría de los gérmenes) en la segunda mitad del siglo 19 fue particularmente importante. En retrospectiva es difícil entender por qué una nueva teoría puede ser tan importante. Pero en un momento en que los médicos no se lavaban las manos al pasar de la autopsia a la partería, la teoría finalmente convenció a nuestros antepasados ​​de que la higiene y el saneamiento público son cruciales para la salud.

La teoría de los gérmenes sentó las bases para el desarrollo de antibióticos y vacunas, y ayudó al mundo a ver por qué la salud pública es tan importante. La salud pública importa mucho: todos se benefician de que todos los demás estén vacunados y todos se benefician de que todos obedezcan las reglas de higiene.

Con estos cambios, la salud global mejoró de una manera que era inimaginable para nuestros antepasados. En 2015, la mortalidad infantil se redujo al 4.3%, 100 veces menos que hace dos siglos. Es importante tomar esta larga perspectiva para ver el progreso de lo que hemos logrado.

IV. La Libertad

La libertad política y las libertades civiles están en el corazón del desarrollo, ya que son un medio de desarrollo y un objetivo de desarrollo. El periodismo y el discurso público son los pilares sobre los que descansa esta libertad, pero las evaluaciones cualitativas de estos aspectos corren el riesgo de percibir erróneamente un declive de las libertades a lo largo del tiempo, cuando en realidad estamos elevando el nivel por el cual juzgamos nuestra libertad. Por lo tanto, las evaluaciones cuantitativas pueden ser útiles cuando nos ayudan a medir la libertad con el mismo criterio entre los países y con el tiempo.

Hay varios intentos de medir los tipos de regímenes políticos que gobiernan los países del mundo y capturar algo tan complejo como un sistema político puede ser polémico. No hay manera de evitarlo. En este análisis me basaré en el índice Polity IV, ya que es el menos problemático de las medidas que presentan una perspectiva a largo plazo. El índice mide los regímenes políticos en un espectro de +10 para democracias completas a -10 para autocracias completas. Los regímenes que caen en algún lugar en el centro de este espectro se llaman anocracias (un sistema de Gobierno que incluye características de inestabilidad política, ineficacia y una mezcla incoherente de rasgos y prácticas autoritarias y democráticas). A esto agregué información sobre los países del mundo que fueron gobernados por otros países como parte de un imperio colonial.

Una vez más quiero dar una perspectiva de tiempo para tener una perspectiva de cómo la libertad política ha cambiado en los últimos 200 años.

El gráfico muestra la proporción de personas que viven bajo diferentes tipos de regímenes políticos durante los últimos dos siglos. A lo largo del siglo XIX, más de un tercio de la población vivía en regímenes coloniales y casi todos vivían en países gobernados autocráticamente. La primera expansión de la libertad política a partir de finales del siglo XIX fue aplastada por el surgimiento de regímenes autoritarios que en muchos países tomaron su lugar en el tiempo previo a la Segunda Guerra Mundial.

En la segunda mitad del siglo XX, el mundo cambó significativamente: los imperios coloniales terminaron y cada vez más países se volvieron democráticos. La proporción de la población mundial que vivía en las democracias aumentó continuamente, particularmente después de la ruptura de la Unión Soviética, que les permitió a más países democratizarse. Ahora más de la mitad de las personas en el mundo viven en una democracia.

La inmensa mayoría de los que viven en una autocracia – cuatro de cada cinco de los que viven en un régimen autoritario – viven en la autocracia de un solo país: China.

Los derechos humanos son igualmente difíciles de medir consistentemente en el tiempo y en el tiempo. Los mejores datos empíricos muestran que después de un tiempo de estancamiento, la protección de los derechos humanos mejoró globalmente durante las últimas 3 décadas.

V. Fertilidad

El gráfico siguiente muestra el aumento de la población mundial durante los últimos 2 siglos. La población mundial fue de alrededor de 1 mil millones en el año 1800 y se incrementó 7 veces desde entonces.

El crecimiento de la población aumentó la demanda de recursos de la humanidad y amplificó el impacto de la humanidad en el medio ambiente. Pero este aumento de la población mundial debería evocar más que la ruina y la tristeza. En primer lugar, este aumento demuestra un logro tremendo. Muestra que los seres humanos dejaron de morir a la misma velocidad de la que nuestros antepasados ​​murieron durante muchos milenios antes.

En tiempos pre-modernos, la fertilidad era alta: lo normal era tener 5 o 6 niños por mujer. Lo que mantuvo el crecimiento de la población bajo fue la alta tasa con la cual la gente moría y eso significó que muchos niños morían antes de que alcanzaran su edad reproductiva. El aumento de la población mundial siguió cuando la humanidad comenzó a ganar la lucha contra la muerte. La esperanza de vida mundial se duplicó en los últimos cien años. [En el Perú, la esperanza de vida pasó de 43 años en 1950, a 74 años en la actualidad].

El crecimiento de la población es una consecuencia de que la fecundidad y la mortalidad no disminuyen simultáneamente. El rápido crecimiento de la población ocurrió cuando la fecundidad seguía siendo tan alta como el ambiente insalubre del pasado, pero la mortalidad ya ha disminuido a los niveles bajos de nuestro tiempo.

Lo que hemos visto de país en país durante los últimos 200 años es que una vez que las mujeres se dan cuenta de que las posibilidades de que sus hijos mueran han disminuido considerablemente, se adaptan y eligen tener menos hijos. El crecimiento de la población llega a su fin. Esta transición de la alta mortalidad y fertilidad a baja mortalidad y fertilidad se llama transición demográfica. En aquellos países que primero industrializaron duró por lo menos desde mediados del siglo XIX hasta mediados del siglo XX – tomó 95 años para que la fertilidad disminuyera de más de 6 niños a menos de 3 niños por mujer en el Reino Unido. Los países que siguieron después lograron a veces esta transición mucho más rápido: Corea del Sur pasó de más de 6 hijos por mujer a menos de 3 en sólo 18 años, Irán lo logró en sólo 10 años.

Así como los países pasaron por esta transición, el mundo está pasando por esta transición. La fecundidad global se ha reducido a más de la mitad en los últimos 50 años, de más de 5 hijos por mujer a principios de los 60 a menos de 2.5 hoy. Esto significa que el mundo está entrado en la transición demográfica y el crecimiento de la población mundial ha alcanzado su punto máximo hace medio siglo.

Ahora que vemos la disminución de la fecundidad en todas partes llegamos al final del crecimiento de la población: La población mundial se ha cuadruplicado a lo largo del siglo XX, no se duplicará a lo largo de este siglo. Y al final del siglo, la ONU espera un lento crecimiento anual de la población de 0.1% mientras que los demógrafos de la IIASA (siglas en inglés del International Institute for Applied Systems Analysis, organización internacional de investigación científica multidisciplinaria) esperan un fin del crecimiento de la población alrededor del año 2075.

VI. Educación

Ninguno de los logros alcanzados en los últimos dos siglos podría haber sido alcanzado sin la expansión del conocimiento y la educación. La revolución en cómo vivimos no sólo fue impulsada por la educación sino que también hizo que la educación fuera más importante que nunca.

Y sabemos que la educación está en camino a mejorar a nivel mundial. Contrariamente a muchos otros aspectos sociales en los que los permisos son de uso limitado, creo que la educación es un aspecto en el que podemos hacer proyecciones útiles para el futuro. La simple razón es que la composición educativa de hoy nos dice algo sobre la educación del mañana: una joven alfabetizada de hoy será una anciana alfabetizada en 2070 y un estudiante con educación secundaria ahora será un graduado con educación secundaria en el futuro.

La cohorte más joven de hoy es mucho mejor educada que las cohortes más viejas. Y como el tamaño de la cohorte está disminuyendo, las escuelas que ya están en su lugar pueden proporcionar mejor educación para la próxima generación.

La visualización a continuación muestra la proyección del Instituto IIASA para el tamaño y la composición educativa de la población mundial hasta el año 2100.

Es una interesante mirada al futuro: con la baja fertilidad global de hoy, los investigadores esperan que el número de niños declinen desde ahora – nunca habrá más niños en el planeta que hoy. Y como se mencionó antes, los investigadores de la IIASA esperan que la población mundial alcance su pico en 2070 y disminuya a partir de entonces.

Centrándose en el desglose educativo, la proyección sugiere que para el año 2100 casi no habrá nadie sin educación formal y habrá más de 7 mil millones de mentes que habrán recibido por lo menos educación secundaria.

Con la gran importancia de la educación para mejorar la salud, aumentar la libertad política y acabar con la pobreza, esta proyección es muy alentadora.

VII. ¿Por qué no sabemos esto?

La motivación para esta historia de condiciones de vida globales fue el resultado de la encuesta que documentó la negativa perspectiva del desarrollo global que la mayoría de nosotros tenemos. ¿Cómo encaja esto con la evidencia empírica?

No creo que los medios de comunicación sean los únicos culpables de esto, pero creo que tienen parte de la culpa. Esto es porque los medios no nos dicen cómo está cambiando el mundo, nos dicen que es lo que va mal en el mundo.

Una de las razones por las que los medios de comunicación se centran en las cosas que salen mal es que los medios de comunicación se centran en eventos únicos y los eventos individuales son a menudo malos – miremos las noticias: accidentes de avión, ataques terroristas, desastres naturales, resultados electorales que nos gustan, etc.

Los acontecimientos positivos, por otra parte, suceden a menudo muy lentamente y nunca llegan a los titulares en los medios obsesionados con el acontecimiento.

El resultado de un sistema mediático y educativo que no presenta información cuantitativa sobre los desarrollos a largo plazo es que la gran mayoría de la gente es completamente ignorante acerca del desarrollo global. Incluso la disminución de la pobreza extrema global sólo es conocida por una pequeña fracción de la población del Reino Unido (10%) o EEUU (5%). En ambos países, la mayoría de la gente piensa que la proporción que vive en la extrema pobreza ha aumentado. Dos tercios en Estados Unidos incluso piensan que la participación en la pobreza extrema ha “casi duplicado”. Cuando ignoramos el desarrollo global, no es sorprendente que pocos piensen que el mundo está mejorando.

La única manera de contar una historia completa es usando estadísticas. Sólo entonces podemos esperar tener una visión general de las vidas de los 22 mil millones de personas que vivieron en los últimos 200 años. Los desarrollos que revelan estas estadísticas transforman nuestras condiciones de vida globales – lenta pero constantemente. Se informan en esta publicación en línea – Our World in Data (Nuestro mundo en datos) – que mi equipo y yo hemos estado construyendo en los últimos años. Lo vemos como un recurso para mostrar estos desarrollos a largo plazo y así complementar la información en las noticias que se centran en eventos.

La dificultad de contar la historia de cómo cambiaron las vidas de todos en los últimos 200 años es que no se pueden escoger historias únicas. Las historias sobre personas individuales son mucho más atractivas pero no pueden ser representativas de cómo el mundo ha cambiado. Para lograr una representación de cómo el mundo ha cambiado en general, hay que contar muchas, muchas historias a la vez; y eso es estadística.

Para que sea más fácil entender la transformación en las condiciones de vida que hemos logrado, he hecho una visualización resumida de cómo sería la historia de un grupo de 100 personas durante estos 200 años para ver cómo sus vidas habrían cambiado si hubieran podido experimentar este período transformador del mundo moderno.

VIII. ¿Por qué importa que no sepamos esto?

La transformación exitosa de nuestras condiciones de vida sólo fue posible gracias a la colaboración. Tal transformación sería imposible para una sola persona.

Es nuestro cerebro colectivo y nuestro esfuerzo colaborativo son necesarios para tal mejora.

Hay grandes problemas que persisten. Ninguna de lo mostrado anteriormente debe darnos razones para ser complacientes. Por el contrario, nos muestra que aún queda mucho trabajo por hacer: lograr la reducción más rápida de la pobreza es un logro tremendo, pero el hecho de que 1 de cada 10 viva en extrema pobreza hoy en día es inaceptable. Tampoco debemos aceptar las restricciones de nuestra libertad que todavía existen y que se ponen en práctica. Y también está claro que el impacto de la humanidad en el medio ambiente está en un nivel que no es sostenible y que pone en peligro la biosfera y el clima de los que dependemos. Necesitamos urgentemente reducir nuestro impacto.

No es seguro que haremos progresos en contra de estos problemas – no existe una ley tácita que garantice que el mundo continúe con esta tendencia de mejorar las condiciones de vida. Pero lo que está claro desde la perspectiva a largo plazo es que los últimos 200 años nos han llevado a una mejor posición que nunca para resolver estos problemas. Resolver problemas – grandes problemas – es siempre un tema de colaboración. Y el grupo de personas que es capaz de trabajar juntos hoy en día es un grupo mucho, mucho más fuerte que nunca hubo en este planeta. Acabamos de ver el cambio con el tiempo: El mundo de hoy es más saludable, más rico y mejor educado.

Para que nuestra historia sea una fuente de aliento, tenemos que conocer nuestra historia. La historia que nos contamos acerca de nuestro tiempo importa. Debido a que nuestras esperanzas y esfuerzos para construir un futuro mejor están inextricablemente ligados a nuestra percepción del pasado, es importante comprender y comunicar nuestro desarrollo global hasta ahora. Saber que hemos recorrido un largo camino en la mejora de las condiciones de vida y la noción de que nuestro trabajo vale la pena es importante. Es una condición necesaria para la auto-mejora.

La libertad es imposible sin la fe en la gente libre. Y si no somos conscientes de nuestra historia y creemos falsamente lo contrario de lo que es verdad, corremos el riesgo de perder la fe unos de otros.

Lampadia

 




Una explicación integral sobre el desarrollo de la Inteligencia Artificial

Una explicación integral sobre el desarrollo de la Inteligencia Artificial

Una de las tecnologías más disruptivas para el futuro de la humanidad es la Inteligencia Artificial – específicamente, la perspectiva de la creación de la “Súper-Inteligencia Artificial” (ASI, por sus siglas en inglés: Artificial Super Intelligence), que puede llegar a tener una inteligencia miles de veces superior a la de los seres humanos, el Homo Sapiens, la especie dominante del planeta. Como dice el historiador israelita, Noah Yuval Harari en su libro ‘Sapiens’: “Será el diseño inteligente el principio básico de la vida? ¿El Homo Sapiens, será reemplazado por súper-humanos?”. (Ver en Lampadia: Del Homo Sapiens al Súper Humano.)

 A medida que la tecnología digital continúa mejorando exponencialmente en el tiempo, los futuristas y expertos en tecnología creen que la SIA podría ser una realidad mucho antes de lo que pensamos, en solo unas décadas.

La Inteligencia Artificial (IA) puede parecer un tema salido de una novela de ciencia ficción cuando, en realidad, ya vivimos y trabajamos con la IA todos los días. Nuestros celulares, autos, Google y muchas otra aplicaciones tecnológicas de uso cotidiano, son expresiones del desarrollo de la IA. Cuando se menciona casualmente, la IA inmediatamente trae todavía imágenes populares tales como 2001: Odisea del espacio, R2D2 y C3PO de Star Wars, Jarvis y Ultron del Universo Marvel o Robocop. La representación en ficción de la IA ha convencido a mucha gente que no será posible alcanzarla en nuestras vidas. Sin embargo, ahora, más que nunca, estamos al borde de la creación de un ser aún más sofisticado que nosotros mismos.

Muchas personas asocian los robots con IA. Un robot es sólo un contenedor y transportador de la inteligencia artificial. La IA es el cerebro del robot. John McCarthy, editor de un primer estudio de la IA, acuñó el término en 1956 y observa que “tan pronto como funcione, nadie volverá a llamarla IA.” Lo que significa que la gente toma la tecnología de la IA como algo común una vez que se integra en su vida diaria, al igual que las aplicaciones en un teléfono celular. McCarthy define la inteligencia artificial, “Necesitamos el uso de computadoras para entender la inteligencia humana, pero la IA no tiene que limitarse a métodos que son biológicamente observables”.

Un gran artículo del blog ‘Wait but Why?’ llamado: “La Revolución de la IA: El camino a la súper-inteligencia” (traducido y publicado por Lampadia) hace un análisis integral, con una perspectiva de su desarrollo, incluyendo opiniones de muchos expertos y explicando nuestro camino a la súper-inteligencia artificial: Qué es, cómo se está desarrollando y por qué es importante para el futuro de toda la humanidad. En pocas palabras, si/cuando logremos la ASI, ésta va a alterar de forma permanente de nuestra comprensión de lo que significa ser humano. Cualquier persona que se encuentra en la industria de la tecnología debería pensar un poco en las profundas cuestiones, los potenciales peligros y las muy interesantes posibilidades planteadas por la súper-inteligencia artificial. 

Según el artículo indicado, dado que el concepto de IA es tan amplio, los científicos han definido tres grandes categorías de la IA:

1. Inteligencia Artificial Estrecha (ANI, por sus siglas en inglés: Artificial Narrow Intelligence): Especializada en un área específica. Un Smartphone funciona con IA especializada. La IA (Watson de IBM) que puede vencer al campeón mundial de ajedrez o a los campeones de Jeopardy, son inmejorables en su especialidad, pero eso es lo único que saben hacer. Si le preguntas a ‘Watson’, cuál es la mejor manera de almacenar los datos en un disco duro, te mirará sin comprender.

2. Una Inteligencia Artificial General (AGI, por sus siglas en inglés: Artificial General Intelligence): Se refiere a una IA con múltiples capacidades que iguale la inteligencia de un ser humano en todos los ámbitos, una máquina que puede realizar cualquier tarea intelectual de la misma manera que un humano y puede aprender de su propia experiencia.

3. Una Súper Inteligencia Artificial (ASI, por sus siglas en inglés: Artificial Super Intelligence): Un intelecto que es mucho más inteligente que los mejores cerebros humanos en prácticamente todos los campos, incluyendo la creación científica, la sabiduría general y las habilidades sociales, según lo define Nick Bostrom, filósofo y analista de IA de Oxford.

Los seres humanos ya han conquistado de muchas maberas los desarrollos de menor calibre de ANI. La revolución de la IA es el camino de ANI, a través de AGI, hacia ASI, un camino que podemos o no sobrevivir, pero que, sin lugar a dudas, cambiará todo.

Científicos de todo el mundo están trabajando para pasar la primera etapa (De ANI a AGI). EEUU ha destinado más de 300 millones de dólares a la iniciativa llamada BRAIN (Cerebro, en inglés), que está trabajando en la ingeniería inversa del cerebro humano. Por otro lado, Europa tiene su propio ‘Human Brain Project’ con un presupuesto de mil millones de dólares para lograr el mismo objetivo de “construir un cerebro”.

¿Cómo lo harán? Para lograr la ASI, tendrán que hacerse grandes mejoras de hardware y software, mediante el aumento de velocidad, tamaño, almacenamiento, confiabilidad y durabilidad en cuanto al hardware; y la capacidad de auto-aprendizaje y auto-actualización del software.

Estas pueden parecer metas demasiado ambiciosas de lograr. Sin embargo, la comunidad científica ha hecho más avances en los últimos cincuenta años que en toda la historia humana anterior combinada. Los seres humanos tienen la tendencia a mirar hacia el futuro y extrapolarlo linealmente sobre la base de sus experiencias pasadas, pero la tecnología, como estableció la Ley de Moore, avanza de manera exponencial.

La siguiente ilustración gráfica interactiva muestra como avanza el crecimiento exponencial:

¿Cuánto tiempo pasará hasta que las computadoras tengan la misma

potencia que el cerebro humano?

El volumen del lago Michigan (en onzas) es aproximadamente el mismo que la capacidad de nuestro cerebro (en cálculos por segundo). La potencia de la computación se duplica cada 18 meses. A ese ritmo, se ve muy poco progreso durante mucho tiempo- y, de pronto, todo se terminó.

Como explica el artículo de Wait but Why?, algo que parece como muy lejano, puede estar muy cerca de lograrse, pero no tenemos perspectiva de la curva ascendente. Ver el siguiente gráfico:

La trayectoria de la historia más reciente a menudo cuenta una historia distorsionadaEn primer lugar, incluso una empinada curva exponencial parece lineal cuando sólo se mira a una pequeña porción de la misma, de la misma manera que si nos fijamos en un pequeño segmento de un círculo, se ve casi como una línea recta. En segundo lugar el crecimiento exponencial no es totalmente liso y uniforme. Kurzweil explica que el progreso ocurre en la “curvas S”:

Una S es creada por la ola de progreso cuando un nuevo paradigma se extiende por el mundo. La curva pasa por tres fases:

1. El crecimiento lento (la primera fase de crecimiento exponencial)

2. El crecimiento rápido (el tardío y explosivo crecimiento exponencial)

3. El nivelamiento cuando un paradigma en particular madura

Este fenómeno, llamado la ley de rendimientos acelerados por Kurzweil, es lo que hace que llegar a la ASI sea perfectamente posible en las próximas décadas. Una vez ahí, el avance va a cambiar la estructura misma de nuestra sociedad.

La inteligencia artificial, tan misteriosa y disruptiva, está revolucionando la forma en que conducimos nuestras vidas. Se están desarrollando inmensos esfuerzos en este campo, y no falta mucho para ver los resultados. Viviremos con robots, se habla de que no existirá la mortalidad, o que visitaremos una nueva galaxia virtualmente sin salir de nuestro hogar. Incluso lo que imaginamos en las películas de ciencia ficción se queda corto con lo que deparará el futuro.

Este fenómeno será tan impactante para la vida del ser humano, que no debemos dejar de informarnos sobre su desarrollo. Este artículo resume algunos conceptos y ejemplos del informe ‘Wait but Why?’ y recomendamos leerlo en su integridad.

Lampadia

 

 




Llegan los Cobots a la fuerza laboral

Llegan los Cobots a la fuerza laboral

(Los robots de colaboración)

En Lampadia venimos explicando la llegada de los robots a la fuerza laboral desde ya hace algún tiempo. Ver: El futuro del empleo con Robots e ‘Inteligencia Artificial’ y El inexorable ascenso de los robots . Ahora tenemos que hablar de una nueva generación de robots: los cobots (robots de colaboración). Están diseñados para trabajar junto a los trabajadores humanos, ayudándolos con una variedad de tareas. Las pequeñas y medianas empresas ya están dispuestas a adoptar esta tecnología y algunos analistas esperan que este nuevo proceso  tenga un crecimiento masivo en los próximos años.

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Fuente: revistadigital.inesem.es

En una reciente edición especial del Financial Times, se les dio un protagonismo único para explicar detalladamente su gran importancia en la disrupción del empleo en distintos sectores, especialmente en la manufactura. Se explica que las mayores razones para la propagación del uso de cobots es que pueden ser colocados junto a los humanos en puestos de trabajo de montaje de  maquinarias y electrónica, son rápidos en maniobras rutinarias y se les puede programar fácilmente sin necesidad de codificación, además de ser perfectos para manejar rutinas repetitivas, trabajos aburridos y tareas desafiantes ergonómicamente. Además, los cobots están ganando popularidad debido a sus reducidos costos, principalmente porque los sensores y la potencia de las computadoras han bajado sus precios y por lo tanto son más asequibles para empresas de todos los tamaños.

Además, un estudio llevado a cabo por investigadores del MIT en una fábrica de BMW demostró que los equipos compuestos de seres humanos y robots que colaboran pueden ser más productivos que los equipos compuestos de seres humanos o robots solos. El proceso cooperativo reduce el tiempo de inactividad humana en 85%.

En la actualidad, las ventas de robots de colaboración representan el 5% del mercado global de robots pero existen fuertes expectativas de crecimiento para el futuro. De hecho, se espera que la aceptación de los cobots y también de drones en el mercado cause un significativo crecimiento en la robótica no industrial.  El sector de la robótica colaborativa aumentará más o menos diez veces entre 2015 y 2020, pasando de más de US $ 1 mil millones en 2014 a US$ 95 millones en 2020. Algunos analistas sugieren un crecimiento más rápido: los cobots se convertirán en el producto más vendido en la industria en unos dos años. TechNavio, una firma de investigación de mercado británica, pronostica que el mercado mundial de los cobots crecerá a una tasa anual de 50% al 2019.

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Fuente: www.autoalliance.org

Mientras que industrias enteras se ajustan a estos cambios, la mayoría de los empleos están experimentando una transformación fundamental. Algunos trabajos se ven amenazados por ser redundantes, otros crecen rápidamente y muchos de los empleos existentes también están pasando por un cambio en las habilidades necesarias para hacerlos. (Ver en Lampadia: Apuntes para la creación de empleo al 2034 (II)). El debate sobre estas transformaciones es a menudo polarizado entre los que prevén ilimitadas nuevas oportunidades y los que prevén la dislocación masiva de puestos de trabajo. (Ver: El futuro del empleo con Robots e Inteligencia Artificial (II)).

Por ejemplo, Citi Group estima que con las nuevas transformaciones  al sector de la banca, los bancos estadounidenses y europeos podrían eliminar casi 2 millones de puestos de trabajo en la próxima década. (Ver gráfico inferior)

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Entonces, la pregunta ahora es cómo las empresas, el gobierno y los individuos reaccionarán a estos desarrollos y transformaciones. Para evitar un caso extremo negativo (cambios tecnológicos acompañados de escasez de talentos, desempleo masivo y una creciente desigualdad), lo primordial será la constante actualización de conocimientos y la mejora de las habilidades de los trabajadores actuales.

Aunque mucho se ha dicho acerca de la necesidad de una reforma en la educación básica en el  futuro, simplemente no es posible detener la actual revolución tecnológica para esperar a la fuerza laboral de la próxima generación. En lugar de ello, es fundamental que las empresas tomen un papel activo en el apoyo a sus empleados actuales a través de re-entrenamiento y que los individuos adopten un enfoque proactivo para su propio aprendizaje durante toda sus vida, además de que los gobiernos creen un ambiente propicio para incentivar estos esfuerzos.

En palabras de Klaus Schwab, “la revolución tecnológica actual no tiene por qué convertirse en una carrera entre los humanos y las máquinas, sino más bien debería ser una oportunidad para que el trabajo sea verdaderamente un canal a través del cual la gente reconoce su potencial. Para asegurar que logremos esta visión, debemos ser más específicos y mucho más rápidos en comprender los cambios en curso y ser conscientes de nuestra responsabilidad colectiva para dirigir nuestros negocios y comunidades a través de este momento de transformación.” Ver en Lampadia: Los retos de la Cuarta Revolución Industrial

Líneas abajo compartimos un artículo del Financial Times que ilustra un poco más la participación de los cobots en el mundo laboral.

Conoce a los ‘Cobots’: los seres humanos y robots juntos trabajando en fábricas

Escrito por Peggy Hollinger, editora

Financial Times

05 de mayo de 2016

Traducido y glosado por Lampadia

Mechanical engineer Jesse Rochelle works with a Robot called Baxter which automates production at the Stenner Pumps factory Thursday April 21, 2016 in Jacksonville, Florida.

Dándole una mano: ingeniero mecánico Jesse Rochelle trabaja con Baxter en la fábrica Stenner Pumps en Jacksonville, Florida

Recorrer la fábrica de SEW en Baden-Württemberg es como pasar a través de un túnel del tiempo. Por un lado, la luz es tenue y los trabajadores permanecen de pie en largas cadenas de montaje repitiendo la misma tarea una y otra vez. Por otro, una flota de camiones de robots se transporta alrededor de la planta de producción, abasteciendo las rediseñadas estaciones de trabajo.

En estas pequeñas células, un empleado solo, ayudado por una mesa de trabajo robótica, monta un sistema de propulsión prácticamente completo que se utiliza para energizar la producción de todo, desde automóviles hasta Coca Cola. En otra parte, un brazo robótico llamado Carmen ayuda a los trabajadores a cargar las máquinas o recoger los componentes de contenedores.

Acá, la luz es más brillante, y los trabajadores dicen ser más felices. “Todo está justo donde lo necesito. No tengo que levantar las piezas pesadas “, dice Jürgen Heidemann, que ha trabajado en SEW durante 40 años, desde que tenía 18. “Esto es más satisfactorio porque yo estoy haciendo todo el sistema. Sólo lo hice una parte del proceso a la antigua”.

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Heidemann es uno de una nueva generación de empleados industriales, aprendiendo a trabajar lado a lado con la última generación de sistemas robóticos. Tradicionalmente, los robots industriales han permanecido detrás de las jaulas, principalmente porque su gran peso y movimientos rápidos los hacen peligrosos para la interacción humana. Han requerido programadores altamente capacitados para establecer sus tareas y, una vez instalado, rara vez se mueven.

Ahora, con un peso más ligero y una versión móvil, están llegando a las fábricas para colaborar de manera segura con los trabajadores humanos gracias a los avances en la tecnología de sensores y visión, y potencia de cálculo. Si te interpones en su camino, se detendrán.

Se pueden programar con una tableta o simplemente moviendo sus brazos en el patrón requerido; no es necesario una codificación. Y si se necesita el robot en una parte diferente de la fábrica – a diferencia de los pesados brazos robóticos ​​que pueblan las fábricas de automóviles del mundo y están atornillados al suelo – se pueden mover fácilmente.

Los Cobots, el nombre de las máquinas de colaboración, son tan nuevos que representan sólo una fracción de las ventas mundiales de robots industriales: menos del 5 por ciento de los 240,000 vendidos el año pasado.

Pero los fabricantes dicen que estos flexibles robots – a un precio promedio de $ 24,000 cada uno, según Barclays – tienen el potencial de revolucionar la producción, en particular para las pequeñas empresas que representan el 70 por ciento de la fabricación mundial.

La mayoría de las empresas han tenido dificultades para automatizarse dado el alto costo asociado con la robótica tradicional. Sin embargo, si consideramos que el sueldo promedio de un  trabajador de fábrica en los EEUU es de US$ 11.80 por hora y £ 7.40  en el Reino Unido (de acuerdo con el sitio web de comparación de salarios PayScale), una recuperación de la inversión en estos niveles de precios más bajos puede ser una cuestión de meses. James Stettler, analista de Barclays Capital, estima que el mercado de Cobots podría crecer de poco más de US$ 100 millones el año pasado a US$ 3 mil millones para el año 2020. 

“Muchas personas han estado esperando este tipo de avance”, dice Jesse Rochelle, ingeniero de fabricación en Stenner Pump, una empresa con sede en Florida que emplea a 90 personas. Stenner adquirió Baxter, un COBOT de dos brazos hecho por Rethink Robotics con sede en Boston, hace 18 meses.

El nuevo trabajador de la compañía está siendo utilizado para colocar las piezas directamente de la fabricación al embalaje, reduciendo la manipulación humana en un 75 por ciento. Como Baxter no tiene que trabajar detrás de una cerca o detenerse cada vez que un ser humano está cerca, los empleados de Stenner pueden continuar con otros trabajos. “Hemos reducido significativamente el tiempo de ciclo desde la materia prima hasta el producto terminado”, dice.

Rochelle añade que los robots de colaboración de bajo costo son una gran ayuda para las pequeñas y medianas empresas, tales como Stenner, que tienen que competir con rivales de mercados de bajo costo. “El uso de cobots en pequeñas empresas permite que… como mínimo los trabajos sean de carácter local “, dice.

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Sin embargo, no se puede escapar al temor de que la llegada de los robots vuelva redundante la fuerza de trabajo de grandes sectores. Los economistas Carl Frey y Michael Osborne, de la Universidad de Oxford, han estimado que cerca de la mitad de los empleos en Estados Unidos podrían estar en riesgo de automatización.

La aparición de robots altamente adaptables podría aumentar el riesgo. Los avances en la tecnología ‘de agarre’, la máquina de aprendizaje y la inteligencia artificial, inevitablemente, ayudarán a corregir algunas de las debilidades de los cobots de hoy en día. La manipulación de cables, textiles o el cambio de tareas sigue siendo un reto para los robots industriales. Un estudio encontró que un robot tardó 20 minutos para doblar una toalla, por ejemplo.

Las compañías niegan que los cobots reemplazarán a los trabajadores, más bien los describen como ayudantes de los puestos de trabajos “aburridos, sucios y peligrosos” que los seres humanos no les gusta o están mal equipados para realizar. Sin embargo, muchos son reacios a mostrar sus trabajadores robóticos, tal vez por temor de la publicidad adversa a medida que exploran las formas en que esta nueva fuerza de trabajo puede ser utilizada. Varios denegaron la solicitud del Financial Times para verlos en acción.

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Muchos sindicatos ni siquiera han empezado a considerar las implicancias de la colaboración entre humanos y robots. “Va a pasar y las pérdidas de empleo podrían ser terribles en algunas áreas”, dice Tony Burke, secretario general adjunto del sindicato Unite. “Pero el problema es que nadie realmente sabe.”

Joe Shelton, un gerente de la planta automotriz de Nissan en Tennessee, dice que los manipuladores de materiales estaban ansiosos cuando se introdujeron los vehículos guiados autónomas en la fábrica. “Sentían como que estaban tomando sus puestos de trabajo”, dice. Ahora, sin embargo, ” son muy receptivos a ellas. Trabajan de la mano”. Nadie fue despedido, insiste, más bien la vida laboral de 30 años de la fábrica se ha fortalecido. El tiempo necesario para volver a configurar un nuevo modelo se ha reducido de más de un año a cuestión de días gracias al sistema logístico robótico más flexible, dice.

En Airbus, el fabricante europeo de aviones, un robot móvil atado a un lado de un fuselaje realiza decenas de miles de agujeros necesarios para sostener un avión de pasajeros, mientras que los seres humanos trabajan junto a él.

Stéphane Maillard, quien durante 13 años ha trabajado en el montaje de aviones, dice que el robot no ha sustituido su trabajo. “Se ha cambiado la forma de trabajar”, dice “Antes era muy manual. Ahora se trata más de pilotar el robot. El 100 por ciento de nuestros operadores nunca volvería.”

El grupo está probando un robot sobre ruedas que se mueve por el interior de la aeronave para etiquetar donde tienen los trabajadores que instalar los soportes – una posición que debe tener una precisión al milímetro.

Los seres humanos pueden sentirse tranquilos por la reciente decisión de Mercedes-Benz de sustituir a los robots con humanos en algunas funciones. Las máquinas no eran lo suficientemente ágiles como para seguir el ritmo de la creciente demanda de productos personalizados, mientras que los seres humanos pueden “reprogramarse” a sí mismos en una fracción de segundo. “Nos estamos alejando de tratar de maximizar la automatización, con personas que de nuevo toman un papel más importante en los procesos industriales “, dice Markus Schaefer, jefe de planificación de la producción de automóviles. “Cuando las personas y las máquinas cooperan, como cuando una persona guía a un robot automático, somos mucho más flexibles y podemos fabricar muchos más productos en una línea de producción. La variedad es demasiado para las máquinas”.

Los científicos del MIT han demostrado la veracidad de la experiencia de Mercedes-Benz. Trabajando con otro fabricante alemán de automóviles, BMW, los investigadores encontraron que los equipos robot-humanos eran aproximadamente 85 por ciento más productivos que cualquiera de los dos solos.

De vuelta en Baden-Württemberg, Heidemann confía en que su humanidad garantizará su propio puesto de trabajo – no importa lo inteligentes que se conviertan las máquinas. La tarea de montar un motor de engranajes es más delicada de lo que parece. “Se necesita destreza, se necesita sentir. Un robot podría dañarlo “, dice.

Por otra parte, el futuro a largo plazo no es realmente su preocupación. “Me retiro en seis años”, dice con una amplia sonrisa. “En esos seis años no va a pasar.” Lampadia




No temamos a las máquinas súper inteligentes

No temamos a las máquinas súper inteligentes

Mucho de lo que hemos publicado últimamente sobre la inteligencia artificial conlleva temores sobre el mal uso de esta tecnología para la raza humana. En el siguiente artículo de Luciano Floridi del Financial Times, el experto en filosofía y ética de la información descarta los temores como algo que no corresponde a lo que hoy se puede prever.

Los humanos no tienen nada que temer de las máquinas inteligentes

Luciano Floridi (Profesor de filosofía y ética de la información en la Universidad de Oxford, R.U.)

Financial Times

25 de enero 2016

Traducido y glosado por Lampadia

 

Ninguna versión de un Godzilla IA con está a punto de esclavizarnos.

Debemos centrarnos en los desafíos reales, dice Luciano Floridi.

Elon Musk, fundador de SpaceX y Tesla Motors, cree que la inteligencia artificial es “potencialmente más peligrosa que las armas nucleares”. La “mayor amenaza existencial” para la humanidad, piensa, es una inteligencia de máquinas súper inteligencies estilo Terminator que un día dominarán a la humanidad. Por suerte, Musk se equivoca.

Muchas de las máquinas pueden hacer cosas increíbles, a menudo mejor que los humanos. Por ejemplo, la computadora Deep Blue de IBM jugó y venció al gran maestro Garry Kasparov en ajedrez en 1997. En 2011, otra máquina de IBM, Watson, ganó un episodio del programa de concurso de televisión Jeopardy, superando a dos jugadores humanos, uno de los cuales habían disfrutado de una racha de 74 victorias. El cielo, al parecer, es el límite.

Sin embargo, Deep Blue y Watson son versiones de la “máquina de Turing”, un modelo matemático ideado por Alan Turing, que establece los límites de lo que un ordenador puede hacer. Una máquina de Turing no tiene entendimiento, no hay conciencia, no hay intuición – en fin, nada que reconoceríamos como una vida mental. Carece de la inteligencia incluso de un ratón.

Otros científicos están en desacuerdo. Stephen Hawking ha argumentado que “el desarrollo completo de la IA podría significar el fin de la raza humana”.

Ray Kurzweil, inventor y futurista estadounidense de Silicon Valley, ha pronosticado que en 2045 el desarrollo de tecnologías de cómputo alcanzará un punto en el que la IA superará la capacidad del ser humano para comprenderla y controlarla. Escenarios como los de Kurzweil son extrapolaciones de la ley de Moore, según la cual el número de transistores en los ordenadores se duplica cada dos años, entregando más y más poder computacional a un costo cada vez menor.

Sin embargo, Gordon Moore, persona por la cual se nombró dicha ley, reconoció que es una generalización poco fiable porque hay un límite físico a la cantidad de transistores que pueden ponerse en un circuito integrado.

En todo caso, la Ley de Moore es una medida de la potencia de cálculo, no de inteligencia. Mi robot de limpieza, un Roomba, va a limpiar el suelo de forma rápida y barata y cada vez mejor, pero nunca va a reservar unas vacaciones por sí misma con mi tarjeta de crédito

En 1950, Turing propuso la siguiente prueba: Imagine que un juez humano hace preguntas escritas a dos interlocutores en otra habitación. Uno de ellos es un ser humano, el otro una máquina. Si el juez no puede darse cuenta de la diferencia entre la máquina y el humano en el 70 por ciento de las veces, entonces, se puede decir que la máquina ha pasado la prueba.

Turing pensaba que las computadoras pasarían la prueba para el año 2000. Se equivocó. Eric Schmidt, el ex presidente ejecutivo de Google, cree que la prueba de Turing se logrará en 2018. Veremos. Hasta ahora no ha habido ningún progreso. Los programas de computadoras todavía tratan de engañar a los jueces mediante el uso de trucos desarrollados en la década de 1960.

Por ejemplo, en la edición 2015 del Premio Loebner, en un concurso anual de Turing, un juez le preguntó: “El auto no podía caber en el espacio de estacionamiento, ya que era demasiado pequeño. ¿Cuál era demasiado pequeño?” El software que ganó el premio de consolación de ese año respondió: “Yo no soy una enciclopedia andante, ¿sabes?”

Las ansiedades sobre máquinas súper-inteligentes son, por lo tanto, científicamente injustificadas. Las tecnologías “inteligentes” existentes no son un paso hacia la IA en toda marcha, al igual que subir a la cima de un árbol no es un paso hacia la luna, sino el final del viaje. Estas aplicaciones sin duda pueden ser más astutas que nosotros, pueden superarnos y sustituirnos en la realización de un número creciente de tareas. Esto no es porque tratan el mundo de forma inteligente, sino porque estamos volviendo al mundo cada vez más fácil para ellos.

Tome como ejemplo a los robots industriales. No les damos rienda suelta en el mundo para que construyan autos; construimos ambientes artificiales alrededor de ellos para asegurar su éxito. Lo mismo puede decirse de los miles de millones de artefactos inteligentes que pronto se comunicarán unos con otros vía la llamada ‘Internet de las Cosas’.

Ninguna versión Godzilla con IA de está a punto de esclavizarnos, por lo que debemos dejar de preocuparnos por la ciencia ficción y empezar a centrarnos en los retos reales que plantea la IA. En el análisis final, los seres humanos y no las máquinas inteligentes, son el problema, y ​​lo seguirán siendo en el futuro previsible.

Nuestra prioridad debe ser evitar cometer errores dolorosos y costosos en el diseño y uso de nuestras tecnologías. Existe un grave riesgo de que podamos hacer un mal uso de ellas en detrimento tanto para la especie como para el planeta.

Winston Churchill dijo una vez: “nosotros damos forma a nuestros edificios y después nuestros edificios nos dan forma a nosotros.” Lo mismo se aplica a las tecnologías inteligentes en la ‘infoesfera’. Lampadia

 

 

 

 




La tecnología no es la mayor amenaza para nuestra humanidad

La tecnología no es la mayor amenaza para nuestra humanidad

Escrito por Gianpiero Petriglieri

Publicado en el World Economic Forum en colaboración con el Harvard Business Review

3 de diciembre de 2015

Traducido y glosado por Lampadia

 

Últimamente hemos publicado varios ensayos sobre la evolución de la tecnología y su impacto en la vida de los seres humanos, con especial énfasis en el futuro del empleo.

En el artículo que compartimos líneas abajo, Petriglieri, un profesor de Comportamiento Organizacional, analiza los cambios tecnológicos desde la perspectiva de su propia experiencia a lo largo de 25 años y postula que más que la tecnología, la amenaza para nuestra humanidad estaría en cómo nos manejamos nosotros mismos, en cómo nos deshumanizanos nosotros mismos.

agenda.weforum.org

Como hemos indicado en varios de nuestros análisis sobre la nueva revolución tecnológica, su proceso es imparable y trae grandes oportunidades y riesgos. Petriglieri nos dice que tenemos que estar más allá de ‘aplaudir o lamentar lo rápido que vamos’. Para ello es fundamental tomar conciencia de la realidad y no ser sujetos pasivos del devenir de los tiempos.

En Lampadia creemos que esta revolución es muy importante para el futuro de nuestras vidas y por lo tanto debemos prepararnos para afrontarla y aprovecharla. Lamentablemente, vemos pasar la información, los análisis y los meses, sin que en el Perú, nuestra clase dirigente y nuestros medios de comunicación aquilaten este importante momento de nuestra historia.

Esta falencia es especialmente importante para un país marcado por brechas muy grandes en educación, salud, infraestructuras y tecnología, que debieran causar un mayor sentido de urgencia y una mayor convergencia de nuestros postulados de acción colectiva y política. Por nuestro lado, seguiremos tercamente, difundiendo estos temas entre nuestros lectores.

La tecnología no es la mayor amenaza para nuestra humanidad

Gianpiero Petriglieri es Profesor Asociado de Comportamiento Organizacional en INSEAD y miembro de la Facultad del Programa de Becarios de Liderazgo Global del Foro Económico Mundial.

Hace unas semanas, fui a dar un paseo por las calles de Viena. Yo estaba allí para una reunión de ejecutivos de Recursos Humanos, la tercera conferencia a la que he asistido este otoño, en la cual el tema central fue la “revolución tecnológica” y sus consecuencias para el empleo, la educación y los estilos de vida.

Una hora antes, durante un panel, había respondido tweets de algunos miembros de la audiencia – desatando una pequeña controversia entre los asistentes. ¿El leer desde mi ‘tablet’ en el escenario, aumentó o disminuyó mi humanidad? ¿Me volvió más conectado o más desconectado? Todavía estaba dándole vueltas al asunto cuando una fila de bancas en una acera me distrajo.

Me volví hacia atrás, con una sensación de déjà vu a la que no podía dar sentido, hasta que la calle me llevó a la entrada de la residencia de estudiantes de un jardín de invierno. Entonces, emergió intacto un repentino recuerdo de otra noche de otoño en esa misma calle.

Había estado parado allí casi 25 años antes, en un rito tradicional para muchos adolescentes europeos de mi generación – ‘interrailing’. Utilizabamos el nombre de la marca del billete mensual de tren abierto para menores de 26 años (InterRail) como un verbo, porque InterRail no era, al igual que Google hoy en día, algo que se utilizaba. Sino algo que se hacía.

Esos viajes en trenes baratos eran una tecnología social. Llevaba a los jóvenes en un viaje hacia su edad adulta como europeos, un viaje hacia las otras personas y lejos de las crianzas provinciales y los viejos conflictos que todavía proyectan sus sombras sobre el continente.

Para muchos hombres y mujeres de mediana edad, como yo, el ideal europeo, el primer hijo nacido fuera del trauma de la guerra y con la promesa de paz y prosperidad, se convirtió en una identidad europea a través de largas noches en vagones de segunda clase que llevaban a París, Múnich, Madrid, Estocolmo o Amsterdam.

De pie en esa calle vienesa, después de un cuarto de siglo viviendo y trabajando en distintas partes de Europa, se me ocurrió que esos trenes fueron una de las tecnologías más humanizantes que he experimentado en mi vida.

No por la eficiencia de la ingeniería de ferrocarriles o el éxito de una estrategia de fijación de precios. Fue la libertad y las conexiones que nos dio. InterRailing expandía la definición de quién eras y a dónde pertenecías. Volvió a personas muy diferentes a personas como uno. El entender la importancia de esos trenes, en otras palabras, requiere mirar a través de ambos lentes instrumentales y humanísticos – imaginando sus destinos geográficos y culturales, contemplando lo que hicieron y lo que significaron para nosotros.

Esos dos lentes son necesarios para comprender el significado de cualquier tecnología. En estos días, por desgracia, privilegiamos la instrumental. ¿A dónde nos llevarán las nuevas tecnologías? ¿Qué van a hacer para y por nosotros? Con menos frecuencia tomamos en cuenta en qué nos estamos convirtiendo cuando la usamos.

Considere los sentimientos más populares sobre el surgimiento de tecnología de la información: una mezcla de esperanza y ansiedad. Solíamos reservar esos sentimientos para nuestros líderes más carismáticos, pero la tecnología y liderazgo están asociados cada vez más cercanamente. Pensemos en los autos eléctricos, los dispositivos informáticos, el comercio minorista en línea, los motores de búsqueda y las plataformas de medios sociales para nombrar sólo algunas empresas de alta tecnología cuya expansión y cuyos líderes icónicos, provocan tanto entusiasmo como sospecha hoy en día.

La esperanza y la ansiedad que causan los líderes cuando despliegan las últimas tecnologías no son nuevas. La controversia sobre cómo manejar la data de los usuarios por parte de empresas y gobiernos, por ejemplo, es la gran preocupación del siglo 21 – el riesgo planteado por los líderes equipados con más tecnología que humanidad.

Lo que es nuevo es que el riesgo ahora se refiere a la mayoría de nosotros, así seamos los líderes de los principales países o de nuestras propias vidas.

Y entonces, llegamos a la discusión de cómo asegurar que controlamos nuestras máquinas, en lugar de al revés. Mientras tanto, consentimos un desequilibrio igual de arriesgado como el que existe entre personas y máquinas. Es decir, el desequilibrio del humanismo y la instrumentalidad en el diseño y uso de la tecnología. Mientras que las preocupaciones por la libertad, las conexiones y la cultura pueblan nuestra retórica, es la preocupación por el impacto, devoluciones y eficiencia que suelen motivar nuestras decisiones.

Una tecnología no puede llamarse revolucionaria, sin embargo, simplemente porque les da a los líderes un mayor impacto y alcance. No hay nada de revolucionario en líderes utilizando nuevas herramientas para ampliar su poder. La tecnología sólo puede llamarse revolucionaria si cambia la forma con la cual el poder es experimentado, entendido y distribuido. Y aun así, la pregunta sigue abierta en cuanto a quién se beneficia de la redistribución y lo que hacen después.

Del mismo modo, una tecnología no puede ser llamada humanizadora simplemente porque permite que las personas transmitan sus historias. No hay nada humanizador en el uso de nuevas herramientas para proteger y hacer valer nuestras historias. La tecnología sólo puede ser llamada humanizadora si nos libera para revisar y ampliar esas historias y si nos ayuda a entender mejor las de los demás.

Si bien la tecnología a menudo aumenta el poder de los líderes y en ocasiones le brinda poder a nuevos líderes, en definitiva, es la humanidad lo que mantiene chequeado al poder. Esta es la razón por la que la relación más productiva entre el instrumentalismo y el humanismo es un conflicto entre iguales. La subordinación de uno a otro nos hace daño. Podemos controlar la tecnología y aún matar el humanismo, con la excusa de que es demasiado costoso, ineficiente o pasado de moda.

Considere la posibilidad de un mito empresarial legendario, uno que dejó escatimar un alumno que abandonó la universidad en una clase de caligrafía. Ese extracto de la vida de Steve Jobs a menudo es re-dicho para sugerir que un fondo en las humanidades, un gusto refinado y un intelecto amplio son valiosos porque ayudan a construir una gran compañía. No porque van a hacer una persona más interesante y digna. El mensaje sutil y devastador es que el humanismo es una estrategia para, más que un contrapeso de, objetivos instrumentales.

Es esta actitud la que nos deshumaniza, antes de que sea inscrita en la tecnología con la intención de los diseñadores y los hábitos de los usuarios. ¿Cómo podemos construir y utilizar la tecnología para liberar y conectar a las personas, si tal actitud nos amarra y aísla?

Antes de señalar acusatoriamente a los teléfonos inteligentes de nuevo, haríamos bien en volver a visitar un intenso debate que dio forma a una de las tecnologías más extendidas del último siglo: la administración. El defensor más influyente por su función instrumental, Frederick Taylor, sostuvo que la función de los directivos era aumentar la eficiencia y maximizar la rentabilidad de sus empresas. Peter Drucker pronto desafió esas teorías. Presentó una visión humanista de la función de los directivos de la empresa que arrojan tanto mecanismos de expresión de las personas y crecimiento.

Muchos de los avances que han provocado los negocios en el siglo pasado son el resultado de la tensión entre esas dos visiones de la forma de organizar el trabajo, mejorar la productividad, y definir el éxito. Esa tensión dejará de producir mucho progreso si todos nos quedamos con el taylorismo en ropa druckeriana. Cuando lo único que nos importe sea la eficiencia, y el humanismo sea reducido a una cuestión de estilo, la verdadera amenaza vendrá de las máquinas inteligentes en las que nos habremos convertido, no de las que vamos a construir.

Al igual que los viejos trenes, puede que no podamos controlar la velocidad del avance tecnológico, pero todavía podemos tomar muchas decisiones sobre a dónde vamos. No hay vuelta atrás, lo que hace que sea aún más importante a tener en cuenta el significado de seguir adelante, en lugar de simplemente aplaudir o lamentar lo rápido que vamos. Lampadia

 

 

 




Sobre los riesgos de la Inteligencia Artificial

Sobre los riesgos de la Inteligencia Artificial

Comentario de Lampadia

Una vez más queremos difundir información que nos permita crear nuestro propio criterio  la revolución tecnológica que ya envuelve a la humanidad, especialmente sobre la tecnología que amenaza ser la más disruptiva, la Inteligencia Artificial (IA). (Ver nuestro Repositorio: Revolución Tecnológica).

En esta ocasión compartimos dos artículos del Financial Times, el primero sobre el reto personal de Zuckerberg (Facebook), de crear un asistente personal con IA y al mismo tiempo que rechaza los riesgos más comentados y, el segundo, un diálogo abierto sobre los riesgos de un desarrollo descontrolado de la IA. Como parte de esta información incluimos además dos videos (en inglés) transcritos al español.

El tema de la revolución tecnológica es muy difícil de seguir en su cabal medida y por lo tanto, es igualmente complicado entender sus implicancias en las políticas de desarrollo de los países. Como hemos visto antes, su impacto en el empleo puede ser muy disruptivo. Pero en el caso de la IA, sus impactos pueden traer profundos cambios en la vida de los seres humanos mismos. Amenazando incluso nuestra supervivencia. Las siguientes líneas nos ayudarán a poner en perspectiva este último aspecto.

Zuckerberg rechaza temores sobre tendencias destructivas de la Inteligencia Artificial (IA)

Richard Waters y Hannah Kuchler en San Francisco y Murad Ahmed en Londres, 4 de enero 2016

Financial Times

Traducido y glosado por Lampadia

Zuckerberg (Facebook) cree que la IA puede desarrollarse para que ‘trabaje para nosotros’   ©Getty

Líderes tecnológicos como Elon Musk de Tesla Motors y el capitalista de riesgo, Peter Thiel han advertido que las tendencias destructivas de la IA pueden, algún día, amenazar a la raza humana. Pero Zuckerberg se ha impuesto el reto de construir este año su propio asistente personal con IA, rechazando los temores de que la ‘súper-inteligencia’ se comporte incontrolable y disruptivamente, como improbable.

En un post de la web de su compañía Facebook founder dijo que ha decidido construir una máquina inteligente que controle las funciones de su casa y que le ayude en el trabajo. Lo comparó con Jarvis, la computadora inteligente de las películas de Iron Man.

Su reto de este año es el primero que involucra un código de software para testear tan importante desarrollo para el futuro de Facebook. La compañía ya tiene dos equipos trabajando en inteligencia artificial – uno que se enfoca en investigación pura y otro que ve la forma de aplicar IA a las redes sociales.

El reto también enfatiza la carrera de IA que se está desarrollando entre las compañías líderes de internet que tratan de crear las vías para que las personas puedan interactuar con las máquinas. 

Facebook ha establecido tres laboratorios de IA, en Silicon Valley, New York y Paris y sus contrataciones de alto perfil incluyen a Yann LeCun, profesor de New York University, uno de los pioneros de ‘conocimiento profundo’ – una forma de IA que trata de imitar las capas de funcionamiento de neuronas del cerebro humano.

Zuckerberg dice que su trabajo lo lleva a temas técnicos profundos con los ingenieros de la compañía, y que construir su propia máquina inteligente traerá una nueva perspectiva en el trabajo.

Describió su proyecto personal como ‘una simple IA’, tomando un sistema al que pueda enseñar a reconocer su voz y a controlar todo en su casa – música, luces, temperaturas y otros.

También dijo que está interesado en usar reconocimiento de voz y rostros para identificar a quién estuviera en la habitación, por ejemplo, para ajustar la temperatura, pues él prefiere ambientes más frescos que su esposa.

Para ayudarse en su trabajo, Zuckerberg añadió que intentará enseñarle al sistema a convertir datos en representaciones visuales que pueda ver con su dispositivo de realidad virtual.

Hermann Hauser, un emprendedor científico de computadoras de Cambridge dijo que los avances recientes en algoritmos de aprendizaje de máquinas, el poder computacional y el acceso a inmensos volúmenes de datos, combinados permiten que los ingenieros de computadoras, puedan crear sistemas de IA. Pero el doctor Hauser dijo que le preocupaba que solo las más grandes compañías de Silicon Valley tuvieran acceso al nivel de información necesario para crear IA funcional, lo que concentraría poder entre esas compañías. “La gran preocupación que tengo es que el único camino para que esto funcione es tener acceso a grandes conjuntos de datos”, dijo. “La única gente que tiene acceso a esto son de Apple, Google, Amazon y Facebook.”

Los grandes avances en IA han llevado a líderes tecnológicos a advertir que algún día, las máquinas inteligentes podrían poner en peligro a la humanidad.

Zuckerberg calificó esto como “improbable … y mucho menos factible que desastres debidos a la dispersión de enfermedades, violencia, etc.”. Añadió: “Creo que podemos construir IA para que trabaje para nosotros y nos ayude”.

Hasta ahora, el experimento de Facebook más avanzado con IA ha sido la prueba de un asistente virtual llamado M, que opera en el Messenger de Facebook y promete servir los deseos de llamar un taxi hasta organizar una fiesta de cumpleaños. También ha utilizado IA para describir fotos a usuarios ciegos. 

           Ver video: Robots in the workplace

Comentario del Financial Times (Transcripción del video):

Andrew Hill (Editor de administración, Financial Times): Los humanos contra las máquinas es una historia tan antigua como la historia de la automatización, ya sea en el campo o en las fábricas, con la invención de la nueva tecnología siempre viene la promesa de una revolución de la forma en que trabajamos y seguramente con el temor de que se sustituyan los trabajos que ahora harían las máquinas. Después de un período de transición inquietante siempre han evolucionado nuevos puestos de trabajo. ¿Es diferente esta vez?

Martin Ford: Creo que ahora estamos en el momento en que la tecnología está  finalmente acá, cuando esta opción va a pasar y el hecho de que es, ya sabes, hemos tenido estas falsas alarmas tantas veces en el pasado que realmente es difícil para las personas aceptar esto, que es de donde viene una gran cantidad de la resistencia.

Andrew Hill: el libro de Martin Ford, “El ascenso los robots”, ganador del premio del  libro de negocios del año, de Financial Times y McKinsey, pinta un panorama sombrío del futuro en el que las máquinas desplazan a los seres humanos en todo menos en algunos roles muy especiales. Él prescribe soluciones económicas radicales, incluyendo un ‘dividendo ciudadano universal’ (ver en Lampadia: El futuro del empleo con Robots e ‘inteligencia Artificial’), pero advierte que la disrupción se extenderá a profesiones que se consideraban inmunes.

Martin Ford: Uno ve ahora impactos en el periodismo (reporteros) y en revisión de documentos y empresas de abogados, creo que va a escalar, que comenzará a impactar a cualquiera que haga análisis o escritos rutinarios, ya sabes, se reporta a los superiores y haces lo mismo una y otra vez, todo eso va a ser susceptible, eventualmente.

Andrew Hill: Pero desarrollos como los que trabajan en la vanguardia de la tecnología cognitiva de IBM ven el futuro de manera diferente. Las máquinas más sofisticadas trabajarán en conjunto con los humanos abriendo nuevas posibilidades en áreas de trabajo todavía inimaginables, al igual que la última ola de cambio impulsada por computadoras creó la profesión del ingeniero de software.

Guruduth Banavar (Vice Presidente, Cognitive Computing de IBM Research): En el futuro, cuando nos metemos en este mundo de datos a gran escala, el conocimiento y los sistemas cognitivos, creo que va a haber un tipo similar de nuevas profesiones en el área, lo que yo llamaría ingeniería del conocimiento, que comienza a partir de la toma de datos en bruto alcance hasta la creación y representación del conocimiento de las diferentes áreas que necesita ser complementado por los tipos de aprendizajes estadísticos más automáticos para ser aplicados a los datos en bruto a gran escala.

Andrew Hill: Watson de IBM, el sistema cognitivo de más alto perfil, ya ha golpeado al ser humano en concursos, pero Banavar ve esta tecnología como una forma de ayudar a los humanos expertos, no suplantándolos.

Guruduth Banavar: Bueno, mi opinión es que hay tantas dimensiones de la inteligencia que, de hecho, hay mucho desconocimiento acerca de lo que significa inteligencia. Sostenemos ideas al respecto, pero no entendemos que sólo estamos arañando la superficie de la inteligencia, así que creo que un mejor enfoque para nosotros en este momento sería construir máquinas que aumenten la inteligencia humana para resolver problemas prácticos y que ayuden a hacer frente a la enorme cantidad de datos y conocimientos que se han generado en el mundo.

Andrew Hill: Mientras los trabajadores de oficina tratan de adaptarse a las nuevas tecnologías, Banavar cree las computadoras ayudarán en la transición de la nueva era, educando en formas nuevas y enseñando nuevas habilidades, pero la clave para saber si esta transformación socava o simplemente perturba las economías y sociedades está en cuán lejos y cuán rápido progresa el cambio.

Martin Ford: Creo que incluso las personas que no compran por completo esta idea de la amplia automatización estarían de acuerdo en que, con claridad, las cosas van a avanzar más rápido y más rápido en el futuro. Quiero decir, yo no creo que haya ninguna duda de que algunas ocupaciones van a evaporarse, la gente, si quiere seguir siendo relevante tienen que reentrenarse o encontrar algo más que hacer. Creo que lo más importante de cara al futuro es estar en una posición en la que estés preparado para hacer eso.

Andrew Hill: Finalmente, optimistas y pesimista de la tecnología, pueden no estar tan distantes como parece que la naturaleza revolucionaria de la tecnología cognitiva podría traer una gran promesa. Ambos están de acuerdo en la necesidad de que las personas, las empresas y las sociedades se adapten. Ambos piensan que la educación y la reeducación pueden suavizar la transición, pero las áreas en las que difieren fundamentalmente, es que la velocidad y la escala del cambio están llenos de incertidumbre. ¿Quién esté en lo cierto determinará si el ascenso de los robots conduce a un futuro más brillante para muchos trabajadores o a uno mucho más oscuro.

Ya que hiciste preguntas complicadas sobre IA

Izabella Kaminska

18 de diciembre 2015

Financial Times

Traducido y glosado por Lampadia

¿Es la IA algo de lo que debemos preocuparnos?

Robots de un restaurante en Suzhou, China ©Getty

“Silicon Valley en movimiento para mantener segura la IA”

¿Es la IA algo de lo que debemos preocuparnos?

Bueno, ya sabes lo que dicen sobre IA…

No — ¿Qué?

Que los científicos dicen hace 40 años que la IA está a 40 años de distancia.

Bueno. ¿Entonces por qué todo el ruido?

Emprendedores de alto perfil y científicos han estado tocando las alarmas sobre el riesgo existencial que la IA trae a la humanidad. Elon Musk, el promotor de los autos eléctricos de Tesla tuiteó el año pasado que la IA era “potencialmente más peligrosa que las bombas atómicas”. Y el físico Stephen Hawking, ha advertido que “el desarrollo de inteligencia artificial puede significar el fin de la raza humana”.

¿Cuál es el riesgo inminente?

Los avances en sistemas de aprendizaje profundo – una forma de tecnología de algoritmos – ha permitido que las computadoras se involucren en tareas que antes solo podían ser hechas por los seres humanos. Estos descubrimientos se refieren a la habilidad de detectar pequeñas diferencias en el mundo, como reconocer patrones visuales de sonidos y, luego de ser capaces de responder a ellos con fluidez. En muchos casos esto ha creado una impresión convincente de acciones conscientes. Y como estos sistemas se ven y sienten inteligentes – aún cuando no hay inteligencia detrás de ellos – la gente está crecientemente inquieta.

¿O sea que estos desarrollos están mal representados?

Los científicos de computadoras te dirán que los intentos de aprendizaje de las máquinas usados por algo como el Google’s DeepMind no son nuevos. Lo nuevo es la velocidad de proceso y el tamaño del conjunto de datos manejados por los algoritmos. Musk y Hawking están entre los que creen que un programa de ‘superinteligencia’ autónoma puede colarse, pues podría aprender de sí mismo exponencialmente.

¿Pero es correcto hacer ese supuesto?

Científicos como Simon Stringer del ‘Oxford Centre for Theoretical Neuroscience and Artificial Intelligence’ son escépticos sobre la idea de que se combinen las fuerzas de computación exponencial con estrategias de aprendizaje de máquinas que lleven a un tipo de IA que pueda ser una amenaza a los humanos. Estos modelos tienen muchas aplicaciones – la habilidad de tranzar en mercados o de navegar autos sin piloto – pero no pueden resolver los problemas de replicar la conciencia. Y todos ellos dependen de seres humanos para su intelecto. Un sistema verdaderamente consciente tendría que entender el mundo sensorial de la misma manera en que lo hace el cerebro humano. El trabajo de Stringer se focaliza en alcanzar eso, pero el no cree que lleve a la superinteligencia. Él espera lograr la inteligencia de una rata.

¿No sería inteligente cubrir el riesgo, por si acaso?

Musk y el financiero de Silicon Valley, Peter Thiel, piensan así, por lo cual ellos y otros han anunciado un proyecto de US$ 1,000 millones para desarrollar IA en una forma que sea más probable de beneficiar al conjunto de la humanidad. Su proyecto OpenAI, será un movimiento sin fines de lucro que conduzca investigación de IA con código abierto y que comparta sus hallazgos con todos. Otros fundadores de OpenAI incluye a Amazon Web Services e Infosys, así como inversores individuales como Sam Altman, presidente de Y Combinator, una incubadora de start-ups de California.

¿De verdad los billonarios del club de élite de Silicon Valley alinean sus intereses con los de la humanidad?

Los cínicos sugerirían que este es un intento de evitar que las ventajas de la IA sean monopolizadas por una corporación o una persona. Un plan para compartir libremente la tecnología de IA no es lo mismo que frenar el conocimiento para que un sistema de inteligencia artificial sea creado y usado por un mal actor; o prevenir que una IA autónoma de aniquilar la humanidad. A lo máximo permite que la emergencia simultánea de muchos tipos de IA con los buenos protegiéndonos de los malos.

¿Pero qué pasaría si todos ellos se coluden contra la humanidad?

Exacto. Pero esa es una pregunta inconveniente para los billonarios de Silicon Valley.

¿Cómo así?

Si la IA posee realmente un riesgo existencial para la humanidad, lo mejor sería suspender todos los desarrollos. Imagínate lo que una moratoria del desarrollo de IA haría en la valorización de las compañías de tecnología.

Se convertirían en nuevas compañías de combustibles fósiles. O sea que no sería una gran sorpresa si ellas forman un grupo de lobby para promover un desarrollo responsable. 

Ver video: AI and the future for humanity

FT Negocios (Transcripción del video)

Ravi Mattu, Editor de Tecnología, FT

Durante casi 400 años, la Royal Society en Londres ha sido la sede de los líderes del pensamiento para discutir cómo la ciencia puede beneficiar a la humanidad. Desde Isaac Newton a Charles Darwin, los científicos se han reunido en estas habitaciones para considerar los temas más importantes del día. Ahora esta venerable institución está presentando una serie de eventos para la era de Internet. La primera reunión es una conferencia de un día sobre el aprendizaje de las máquinas, el proceso mediante el cual las computadoras son capaces de funcionar sin ser explícitamente programadas. Uno de los expertos que hablan en el evento en la Royal Society es Nick Bostrom, director del Instituto del Futuro de la Humanidad de la Universidad de Oxford y autor del best-seller “Súper-Inteligencia”. Él dice que podría haber un momento en el futuro cercano, cuando las máquinas sean más inteligentes que los seres humanos y tenemos que hacer más para abordar el riesgo potencial de ello.

Habrá una gran intersección en la historia humana, cuando hagamos la transición de una era dominada por la inteligencia biológica a una era dominada por la inteligencia artificial. No es algo necesariamente inminente, de hecho, creo que tenemos muy poca evidencia acerca de la línea de tiempo para estos desarrollos, pero con el tiempo, tal vez a lo largo de décadas o más tiempo, vamos a encontrar la manera de producir en las máquina el mismo proceso que hace inteligentes nuestros cerebros. Y va a ser realmente una invención como ninguna otra, el último invento, yo pienso, el último invento que los humanos alguna vez tengan que hacer porque después usted tendrá una máquina súper inteligente que lo hará mejor que nosotros. Incluso si esta transición es aún bastante lejana, las consecuencias son enormes y vale la pena empezar a pensar en ello desde hoy.

Si usted le cree a Hollywood, estas consecuencias pueden verse bastante aterradoras. Películas como Terminator y The Matrix sugieren que la inteligencia artificial podría ser la mayor amenaza para el futuro de la humanidad. Bostrom no cree que las películas de ciencia ficción sean una buena guía del futuro, no es el único que toca una campana de advertencia. El físico Stephen Hawking, que se basa en una forma de IA para comunicarse, ha dicho que un completo desarrollo de la inteligencia artificial podría significar el fin de la raza humana.

Súper-Inteligencia es algo potencialmente muy potente, al igual que la inteligencia humana es una cosa muy poderosa en relación con otras criaturas biológicas, que nos dieron a los humanos una posición inusual y dominante en el planeta. No es que tengamos músculos más fuertes o los dientes más afilados, es nuestro cerebro, que es ligeramente más inteligente que nos ha permitido los grandes avances desarrollando tecnologías, planes y organizaciones. Fundamentalmente las mismas razones, si usted tiene algo que supera nuestra inteligencia tanto como la nuestra supera la de los animales, esa cosa podría ser muy poderosa y puede ser capaz de dar forma al futuro de acuerdo a sus preferencias.

Así es que usted dice que uno de los posibles riesgos es que el dispositivo, las tecnologías que creemos podrían llegar a dominar?

Sí, creo que es un tipo de escenario posible, el futuro de los gorilas hoy depende mucho más de nosotros, de lo que los humanos decidan hacer, que de lo que los gorilas mismos decidan hacer. Del mismo modo, si hubiera máquinas súper-inteligentes, entonces nuestra suerte, el futuro de la humanidad, puede depender más de sus decisiones y de sus acciones. Entonces se convierte en algo muy importante que las preferencias de esta superinteligencia coincida con las nuestras, que estén lo suficientemente bien alineadas, que realmente se preocupen por el mismo tipo de cosas que nos importan, eso no es algo que no podemos dar por hecho, tenemos que actuar juntos para que en el momento en que necesitemos saber cómo controlar la súper inteligencia, podamos resolver el problema y parece que a partir de la limitada  investigación que se ha hecho hasta ahora, esto parece ser un problema realmente difícil .

¿Es usted optimista sobre a dónde vamos ?

¿Eres neutral, o estás muy ansioso?

Teniendo en cuenta nuestro estado actual de conocimiento podemos ver en la mesa, resultados extremadamente buenos y muy extremadamente malos. Yo creo que el resultados del tipo intermedio se ve probable cuando extrapolamos más hacia el futuro y que el destino de más largo plazo para la humanidad y pienso que es más probable que no sea ninguno de los extremos, ya sea la extinción o algo tan malo como la extinción, o un resultado extremadamente utópico.

El avance tecnológico es imparable. Los riesgos indicados son probables y de muy alto impacto eventual. Todo esto puede estar lejos, pero eso no disminuye sus posibles efectos. Nos parece que ya es hora de que la humanidad inicie un proceso de fijación de reglas éticas que regulen el comportamiento de las máquinas súper-inteligentes. Este es otro aspecto en el que la humanidad necesita desarrollos positivos de gobernanza global. Ver en Lampadia: Inteligencia Artificial: ¿Se puede controlar?

Para empezar, reflexionemos sobre las tres leyes de la robótica de Isaac Asimov:

1. Un robot no puede causar daño a un ser humano o, por inacción, permitir que un ser humano sufra daño.

2.- Un robot debe obedecer las órdenes dadas por los seres humanos, excepto si estas órdenes entrasen en conflicto con la primera ley.

3.- Un robot debe proteger su propia existencia, en la medida en que esta protección no entre en conflicto con la primera o segunda ley.

Lampadia