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Limpiando al terrorismo

Limpiando al terrorismo

CONTROVERSIAS
Fernando Rospigliosi
Para Lampadia

Cuando el lunes en la mañana se conoció la espantosa masacre perpetrada por los terroristas de Sendero Luminoso en el Vraem, los partidarios de Pedro Castillo reaccionaron de manera unánime echándole la culpa a la derecha y a Keiko Fujimori.

Vladimir Cerrón, el dueño de Perú Libre, y según la Dirección Contra el Terrorismo (Dircote), vinculado a los terroristas Quispe Palomino a través de Guillermo Bermejo y Alex Pimentel, respondió a un tuit mío donde informaba de la matanza, responsabilizando a la derecha.

Lucía Alvites, estrecha colaboradora y ex candidata de Verónika Mendoza y hoy entusiasta seguidora de Castillo puso en Twitter: “El fujimorismo en la desesperación total. No les importa matar a peruanos para hacerse del gobierno. Lo del Vraem es evidentemente un psicosocial. Que no quede ni una pizca de duda que si entra Keiko eso es lo que tendremos cinco años. De terror”.

Estas y varias otras expresiones similares de todos los secuaces de Castillo y Cerrón no dejan duda alguna de sus intenciones: lavarles la cara a los terroristas del Vraem e intentar confundir a la opinión pública con una absurda teoría.

Porque desde el primer momento era evidente que los autores de la masacre eran los senderistas del Vraem. No solo por lo panfletos que dejaron en el lugar, por la advertencia que habían hecho a los pobladores de Mayacu el 9 de abril sobre lo que se venía, por el hecho que son el grupo armado que domina esa zona y son suficientemente sanguinarios para asesinar a sangre fría a hombres, mujeres y niños desarmados, sino porque –a diferencia del narcotráfico que opera con perfil bajo- a ellos les interesa la publicidad para infundir terror y dar señales a sus amigos y enemigos.

Por si fuera poco, la Dircote y Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas señalaron de manera inequívoca que los autores eran los terroristas de Sendero Luminoso, identificando incluso a los cabecillas del grupo asesino.

Pero los partidarios de Pedro Castillo han seguido incansablemente en su labor de zapa. Periodistas, medios de comunicación, políticos, ONG y opinólogos cuestionan con medias verdades, hipótesis absurdas, y sembrando dudas diversas, la contundente realidad. Pero sumados, constituyen un coro potente que viene cumpliendo su propósito, hacer dudar a muchos ciudadanos de lo que es un hecho evidente.

Hasta el propio jefe de la Policía se ha sumado a ellos con una sibilina afirmación: “No podemos confirmar que son Sendero, pero sí de narcotráfico” (RPP, 24/5/21). Ese individuo, que ocupa ese cargo ilegalmente y sabe que solo con Castillo lo conservaría, no duda en hacer campaña a favor de los enemigos de la Policía y la democracia, tratando de disimular al terrorismo. Con la anuencia del Gobierno, naturalmente,

Ellos han convertido el tema en parte de su campaña política, porque pretenden evitar que una masacre cometida por los vinculados -según la Dircote- a Cerrón, por los hermanos de los senderistas del Movadef que rodean a Pedro Castillo (aunque distanciados desde 1993), los perjudique electoralmente.

Pero hay algo mucho más profundo y duradero. Precisamente ese persistente comportamiento de las izquierdas desde 1980, de lavarle la cara al terrorismo, de minimizar sus crímenes, de relativizarlos y, eso sí, perseguir con saña a quienes los combaten y denuncian, es la que nos ha conducido, a pesar de la derrota del terrorismo, a que ahora, décadas después, los herederos políticos de Abimael Guzmán, Víctor Polay y otros, estén a punto de hacerse del gobierno por la vía electoral. Lampadia




Pelotudeces democráticas

Pelotudeces democráticas

CONTROVERSIAS
Fernando Rospigliosi
Para Lampadia

Las declaraciones de Guillermo Bermejo, congresista electo de Perú Libre, solo confirman lo que creen y piensan los dirigentes de esa agrupación y, por lo menos, buena parte de sus miembros.

Ellos desprecian la democracia y pretenden implantar una dictadura como la cubana o la venezolana en el Perú. No existe la más mínima duda de ello. Que un conjunto de personas “progresistas” finge no darse cuenta o que algunos ingenuos no están convencidos, es otra historia.

Las evidencias sobre los promotores y animadores de ese conglomerado que se llama Perú Libre son abrumadoras.

  • En primer lugar, Vladimir Cerrón, que es una suerte de agente de cubanos y venezolanos y que no da el trabajo de ocultar sus posturas antidemocráticas y marxistas leninistas. Lo ha dicho para todo aquel que quiera escucharlo: si llegan al Gobierno será para quedarse indefinidamente, como en Cuba y Venezuela, que es exactamente lo mismo que repite Bermejo.
  • En segundo lugar, Sendero Luminoso de Abimael Guzmán, -ahora se hace llamar Movadef-, que es quien captó a Pedro Castillo para ponerlo al frente de la huelga magisterial que ellos promovieron el 2017 y después lo ha usado para lograr su ansiado ingreso a la política electoral. No es necesario describir cuál es su pensamiento y sus intenciones.
  • En tercer lugar, Antauro Humala, que desde la cárcel ha experimentado todas las opciones para introducirse en la política y ahora ha encontrado otra, sumándose a Castillo y ofreciéndole el control de las Fuerzas Armadas que, según dice, es el elemento indispensable para establecer una dictadura. De hecho, ya los antauristas aparecen públicamente al lado de Castillo, disfrazados de militares y sirviéndole de fuerza de choque.

Las informaciones que se van conociendo ahora sobre el desempeño de Cerrón en Junín, revelan también lo que esperaría al Perú en caso de que ganen las elecciones. Su gobierno regional es absolutamente corrupto. No solo está la sentencia que ya pesa sobre él, sino decenas de investigaciones que lo involucran a él, a sus familiares más cercanos y a sus secuaces.

Como reveló el periodista Carlos Paredes, ha establecido una red de corrupción que incluye a medios de comunicación y periodistas locales, financiados con dinero del gobierno regional u otras instituciones públicas, red que también incluye a jueces y fiscales, a cuyas esposas y parientes contrata también con dinero del erario público.

A los opositores y críticos que no pueden comprar o someter los amedrenta o amenaza. Una réplica local de la Venezuela chavista, como ha dicho el congresista César Combina, aunque por ahora solo controla los limitados recursos regionales y municipales.

No se requiere gran imaginación para prever lo que haría si llegara al gobierno.

Por último, el desprecio que Bermejo expresa por Verónika Mendoza y sus propuestas sobre los gays, el aborto, la mujer, etc. es también idéntico al que ha manifestado Cerrón en múltiples oportunidades. No obstante, ella y algunos de sus adictos no se dan por aludidos y se alinean sin chistar con ellos, demostrando visiblemente que todas esas posturas son solamente declaraciones que pueden ser fácilmente olvidadas si lo que está en juego es la posibilidad de seguir mamando de la teta del Estado. Lampadia




Desenmascarando a los revolucionarios

Desenmascarando a los revolucionarios

Fernando Rospigliosi
CONTROVERSIAS
Para Lampadia

Conforme se va conociendo quienes son realmente Pedro Castillo y Vladimir Cerrón, su popularidad va decreciendo y el rechazo a esa improvisada candidatura aumentando.

Una de las razones del meteórico ascenso de Castillo las últimas semanas y los últimos días previos a la primera vuelta electoral fue que, precisamente, no era conocido, ni él ni su patrocinador.

Así, pudo canalizar la ira, la rabia, el descontento, la desesperación de muchos ciudadanos ante el desastre de la gestión gubernamental de Martín Vizcarra y Francisco Sagasti, que llevó al Perú a tener la más alta proporción de muertos por millón de habitantes en el mundo entero y a una catástrofe económica con millones de desempleados y de personas que cayeron en la pobreza.

No es la primera vez que ocurre eso en el Perú y probablemente tampoco será la última. Alberto Fujimori capitalizó en 1990 el disgusto con la clase política de aquel entonces y la crispación existente por la hiperinflación, el terrorismo y la crisis. Con Alejandro Toledo sucedió algo similar el 2000 y 2001. Ambos superaron la prueba y finalmente ganaron.

Una de las ventajas de la segunda vuelta es que cuando aparece un candidato muy poco conocido, se le puede apreciar e investigar antes de la votación definitiva. Y eso es lo que está ocurriendo ahora con Castillo y su mentor Cerrón.

De este último se sabe ahora que es no solo un admirador declarado de los tiranos Fidel Castro y Hugo Chávez, sino que pretende implantar en el Perú una dictadura comunista similar a las de Cuba y Venezuela. Lo ha dicho explícitamente, si llegan al poder será para quedarse.

Pero quizá más importante son las revelaciones del congresista por Junín César Combina y las investigaciones del periodista Carlos Paredes, entre otros.

Ellos han expuesto como han gobernado Cerrón y sus secuaces en Junín, una región con miles de millones de soles de canon de la minería. Más de 40 obras, incluyendo hospitales, abandonadas, aumento de la anemia infantil y corrupción desenfrenada. Además, persecución, agresiones y amedrentamiento a periodistas y políticos opositores.

Y como cereza del pastel, divulgaron el comportamiento machista y misógino de Cerrón, cosa que no debería sorprender a nadie, ni siquiera a su reciente aliada Verónika Mendoza, pues ya se conocían los antecedentes del personaje.

Paredes ha hecho público el parte del serenazgo que prueba que Cerrón maltrataba a su esposa cubana, cosa que el individuo se había encargado de ocultar, manipulando al parecer los reportes policiales del incidente. Típico comportamiento de un sujeto de esas características.

Peor todavía, Paredes también ha destapado que Cerrón extorsionaba a una joven que estaba en dificultades económicas para obtener favores sexuales a cambio de ayuda, como expuso en el programa de Beto Ortiz en Willax TV.

Por eso, y por lo que también se va conociendo de Castillo, las preferencias electorales están cambiando. No obstante, el peligro sigue siendo muy alto. No hay que bajar la guardia. Lampadia




No hay vacuna contra la mentira

No hay vacuna contra la mentira

 

Fernando Rospigliosi
CONTROVERSIAS
Para Lampadia

El miércoles 5 me quedé pasmado cuando leí en el diario La República que el doctor Ernesto Bustamante había impedido que se compraran millones de vacunas chinas. Suelo enterarme de lo que sucede en el Perú, de algunas cosas por lo menos, y no sabía que Bustamante había sido designado ministro de Salud. Porque hasta donde puedo entender, es ese funcionario el principal responsable de la adquisición –o no- de las vacunas.

Revisé la información oficial y confirmé que Oscar Ugarte seguía en ese cargo. Inmediatamente realicé otra búsqueda, porque quizá Bustamante había sido designado Presidente del Consejo de Ministros (PCM), pero no, Violeta Bermúdez seguía allí. ¿Tal vez Presidente de la República? Un imposible jurídico, pero como sabemos, en el Perú todo puede ocurrir. Tampoco, Francisco Sagasti continuaba en Palacio.

Es decir, corroboré que Bustamante no ocupaba ningún cargo público con poder decisión sobre las vacunas. Entonces volví a mirar “La República”. Su portada dice: “Campaña impidió que se vacunara a dos millones de personas”.

¿Campaña? Exploré la información y ratifiqué lo que recordaba. El doctor Bustamante opinó sobre la vacuna china en un programa de TV que nadie ve, que se propala por un pequeño canal de TV que tampoco nadie ve. Prácticamente todos los grandes medios de TV, radio y escritos ignoraron la opinión de Bustamante o la criticaron sañudamente.

Además, la PCM Bermúdez anunció públicamente, al día siguiente que Bustamante vertió su opinión en el canal de TV que nadie ve, que el Gobierno no estaba de acuerdo con esa apreciación. Más todavía, lo amenazó a él y al conductor del programa que nadie ve con denunciarlos judicialmente. Después el ministro de Salud y el presidente se pronunciaron en el mismo sentido.

En suma, si Bustamante no ocupa cargo público alguno y no tiene poder de decisión. Si el Gobierno ha rechazado explícita y reiteradamente su opinión. Y si casi todos los medios de comunicación, fieles al poder, han difundido la misma versión ¿cómo hizo Bustamante para imponer su voluntad?

Un misterio insondable.

En realidad, se trata simplemente de una patraña gigantesca de “La República” que está decididamente alineada tanto con el Gobierno como con Pedro Castillo.

Así, tratan de disminuir la responsabilidad del desastre sanitario de los únicos culpables, Sagasti y Martín Vizcarra y cargársela a quién ha denunciado persistentemente los errores y propuesto alternativas razonables para mejorar el desempeño del Estado.

Dicho sea de paso, ninguno de los académicos y ONG izquierdistas, que se ha autoerigido como jueces de la verdad, ha criticado tamaña falsificación de parte de un medio periodístico. Ellos solo persiguen el más mínimo desliz –o a veces lo inventan- de quienes no coinciden con sus preferencias políticas.

Por último, como bien ha aclarado Bustamante, la OMS no ha dicho que la vacuna china tiene 90% de eficacia. La OMS ha dicho que Bahréin dice eso. Lo que si afirma la OMS es que la vacuna no es eficaz en mayores de 59 años. Y lo que también dice la Contraloría es que esa vacuna costó casi 30 dólares por dosis, probablemente la más cara de todas. Y lo que supone Germán Málaga, que dirigió el fracasado experimento de la universidad Cayetano Heredia, es que se necesitan tres dosis de esa vacuna. Y lo que parecen demostrar Vizcarra y su esposa es que los vacunados con Sinopharm sí se contagian. Lampadia




¿Sorprendidos con Hernando?

¿Sorprendidos con Hernando?

Fernando Rospigliosi
CONTROVERSIAS
Para Lampadia

Hernando de Soto (HdS) ha recibido una oleada de críticas por su postura presuntamente equidistante de los candidatos que pasaron a la segunda vuelta, y porque ha manifestado que conversó con Pedro Castillo para atenuar sus posiciones radicales y atraerlo a una postura más centrista.

En realidad, a nadie ha debido sorprender lo que ha dicho. En varias oportunidades, antes de ser candidato, él había declarado que había que conversar con partidarios de Sendero Luminoso para tratar de acercarse al sector de la población que supuestamente representan.

Durante la campaña incorporó a Jorge Paredes Terry, un individuo de conocida trayectoria extremista, cercano al Movadef -que es el Sendero Luminoso de Abimael Guzmán con otro nombre-, al antaurismo y cuanto movimiento radical aparezca en el escenario.

Y cuando recibió críticas por hacer participar a Paredes, lo defendió ardorosamente. Hasta el final.

No hay motivo para sorpresa entonces. Ahora Hernando está tratando de hacer lo que siempre ha preconizado.

Algunos lo critican porque, según dicen, con su candidatura impidió que Rafael López Aliaga (RLA) pasara a la segunda vuelta y le ganara a Castillo. Son especulaciones sin fundamento.

No hay ninguna evidencia que si HdS no postulaba esos votos fueran a RLA, sobre todo teniendo en cuenta lo volátil e imprevisible que es el electorado. Tampoco que en caso que fuera así, RLA hubiera tenido más posibilidades que Keiko Fujimori. Nadie lo sabe.

En suma, no hay ninguna sorpresa y no tiene sentido seguir lamentándose sobre lo supuestamente pudo ser y no fue.

El asunto central con Castillo es que él no se va a moderar si es que llega al Gobierno. La gente que lo rodea y muchos de los que han entrado al Congreso son del Movadef o cercanos, y del grupo de Vladimir Cerrón, que es una suerte de representante de los cubanos y venezolanos, de la llamada Coordinadora Bolivariana que integraban las FARC de Colombia, el MRTA, etc. Es decir, los grupos más radicales, que propugnaban o practicaron el terrorismo y que ahora, cuando fueron derrotados, buscan los mismos objetivos por la vía electoral.

Es decir, Castillo no es Ollanta Humala, que trabajaba con los brasileros, interesados en hacer grandes negocios y no en desestabilizar el país y provocar una revolución. Y por gente como Siomi Lerner, un empresario izquierdista, pero empresario al fin.

Por último, el mensaje de Castillo es realmente destructivo, revolucionario y antidemocrático. Mucha gente que lo escucha y lo sigue lo cree. Quiere cerrar el Congreso y el Tribunal Constitucional, convocar una Asamblea Constituyente, liquidar una serie de instituciones como la Defensoría, la ATU, etc. Si él triunfa le van a exigir eso de inmediato y se va a generar una situación caótica.

Un ejemplo es lo que ocurrió en la huelga magisterial de 2017. El Gobierno les hizo muchas concesiones, pero su entorno y sus seguidores no transaban con nada, siempre querían más y, cuando se abría alguna posibilidad de conciliación, lo acusaban de traidor y vendido.

No hay que equivocarse, entonces. Si gana lo que viene será un enfrentamiento que fácilmente derivará en violencia y caos. Lampadia




Los neutrales

Los neutrales

CONTROVERSIAS
Fernando Rospigliosi
Para Lampadia

Aunque sorprendió a algunos, el pronunciamiento de Mario Vargas Llosa –y de su hijo Álvaro- a favor de Keiko Fujimori, era de esperarse. MVLL ha mantenido una crítica persistente a Alberto Fujimori, y luego a su hija, durante tres décadas, pero en circunstancias como esta, cuando el Perú está seriamente amenazado por un grupo extremista, que no oculta su intención de establecer una dictadura chavista, no ha dudado en asumir una clara posición en defensa de la democracia y el libre mercado.

Desgraciadamente no es el caso de varios otros que siguen consumidos por el odio, el rencor y el resentimiento, por agravios reales o supuestos, y anteponen ese encono a la supervivencia del país y, probablemente, a la suya propia.

Como no les es posible pronunciarse a favor de Pedro Castillo y sus secuaces, que son claramente enemigos de la democracia, asumen una absurda posición de neutralidad, censurando a ambos candidatos, generalmente cargando más las tintas contra Keiko Fujimori.

En una situación en que la encuesta de Ipsos pone a Castillo once puntos adelante, ponerse al medio o llamar a votar blanco o viciado es, por supuesto, favorecer a al que va primero. En la práctica están apoyando al engreído de Evo Morales y Nicolás Maduro.

Otros también hacen lo mismo, aunque en privado dicen que luego se van a decantar por Fujimori, pero hay que exigirles garantías o simplemente “hacerla sufrir”. Eso, naturalmente, es una completa necedad. A siete semanas de las elecciones, teniendo los herederos de Sendero Luminoso una ventaja apreciable, no se puede perder un minuto para asumir claramente una postura en defensa de la democracia y el libre mercado y rechazar a los que quieren destruirlos.

Varios medios de comunicación están jugando un papel nefasto. Escudados en una supuesta objetividad periodística, en realidad están ayudando descaradamente a Castillo. Primero, lo idealizan, presentándolo como un apacible maestro rural, con sus gallinitas, su burrito y sus ojotas, un hombre del pueblo preocupado por el pueblo.

Esa imagen bucólica es falsa. Y se comprueba fácilmente comparándola con la del agresivo dirigente sindical de 2017, que no vestía con poncho ni sombrero, y se arrojaba al suelo en las manifestaciones para fingir que había sido agredido por la policía.

Tampoco lo investigan, ni a él ni a sus socios, como han hecho hasta el cansancio –y muchas veces mal intencionadamente, propalando información falsa o dudosa- con Keiko Fujimori.

No es la gran prensa la que ha publicado que Castillo es gerente de una empresa constructora. Ni que el dueño del partido, Vladimir Cerrón y sus familiares cercanos integran una red de corrupción en Junín, que se ha beneficiado del poder político que tuvo como gobernador regional. Ni destacan su pésima gestión en una región con ingentes recursos del canon minero.

Solo cabe terminar con la conocida cita de Dante Alighieri: “Los confines más oscuros del infierno están reservados para aquellos que eligen mantenerse neutrales en tiempos de crisis moral”. Lampadia




El peligro que nos amenaza

El peligro que nos amenaza

CONTROVERSIAS
Fernando Rospigliosi
Para Lampadia

Aunque la significativa votación que ha logrado el candidato respaldado por el Movadef, Pedro Castillo, ha sido una sorpresa, no lo ha sido el que un candidato de la izquierda radical haya pasado a la segunda vuelta. En realidad, el peligro del populismo y el izquierdismo está presente desde hace tiempo debido a las múltiples crisis que han asolado el país.

En el caso de Castillo ha sido favorecido, adicionalmente, por el hecho de que es un rostro nuevo en la política, cosa que ha sucedido también con otros postulantes a la presidencia de diferente signo político. El descrédito de la clase política, que ya era visible el 2016, se ha agravado hasta cotas elevadísimas por tres escándalos sucesivos que han involucrado a las más altas autoridades: Lava Jato, jueces y vacunagate.

Si a eso se le suma la pandemia del coronavirus y sus desastrosas consecuencias en la salud y la economía, producto de las pésimas gestiones de Martín Vizcarra y Francisco Sagasti, que han provocado decenas de miles de muertos y millones que han perdido el empleo y han caído en la pobreza, tenemos la tormenta perfecta que posibilita que los herederos de Sendero Luminoso hayan obtenido la primera mayoría en una elección caracterizada por la fragmentación, el escaso interés y el ausentismo.

No hay necesidad de explayarse sobre el peligro que representa Catillo para el país. No han intentado esconder sus propuestas estatistas, socialistas y dictatoriales como disolver el Tribunal Constitucional y el Congreso, convocar a una Asamblea Constituyente integrada por las “organizaciones populares”, etc.

El Movadef, que es el nuevo rótulo del Sendero Luminoso (SL) de Abimael Guzmán, tiene una significativa presencia entre los participantes de ese conglomerado comunista que se hace llamar Perú Libre.

Movadef no es el “brazo político” de SL como dicen algunos. Es decir, no existe un “brazo armado” y uno político. Desde que fue derrotado y encarcelado, Abimael Guzmán se rindió y sus seguidores no realizan acciones terroristas. Varias veces han intentado ingresar al sistema para participar en elecciones y no lo han logrado. Hasta ahora.

En suma, Movadef es SL con un nuevo nombre y ahora intenta llegar al poder usando la democracia, la vía electoral.

Fue un error del Ministerio del Interior durante la huelga magisterial de 2017 que encabezó Castillo, tildarlo de terrorista. La consecuencia fue que más maestros indignados se sumaron a la huelga y las negociaciones se entorpecieron porque le prohibieron a la ministra de Educación negociar con Castillo y los dirigentes. (Ver “Los herederos de Sendero y MRTA”, https://www.expreso.com.pe/opinion/herederos-de-sendero-y-mrta/).

No hay que subestimarlos. Ya tienen una mayoría relativa en el Congreso y de inmediato han recibido el respaldo público del otro sector radical de la izquierda. Algunos desquiciados, consumidos por el odio y el rencor, están llamando a permanecer neutrales y votar viciado.

Y, al momento de escribir estas líneas, ninguno de los candidatos partidarios de la democracia y el libre mercado se ha manifestado todavía a favor de quién va a enfrentar al Movadef y sus aliados en la segunda vuelta.

Se requiere deponer odios y rencores, actuar con sensatez, para superar esta crisis y derrotar a los que amenazan llevar al país por el camino de Venezuela o Cuba. Lampadia




El peligro izquierdista

El peligro izquierdista

CONTROVERSIAS
Fernando Rospigliosi
Para Lampadia

Los grupos terroristas derrotados en el Perú en la década de 1990, Sendero Luminoso y el MRTA, no van a volver a las andadas. Es decir, no van a repetir su intento de tomar el poder a través de la “lucha armada”, la “guerra popular”. Pero ahora varios de sus remanentes, aliados con algunos caudillos, participan en las elecciones y tratan de hacerse del Gobierno por ese camino.

Durante mucho tiempo se ha insistido en la posibilidad de un “rebrote terrorista”, contingencia que en mi opinión es imposible (un atentado se puede cometer en cualquier momento, otra cosa es lo que tuvimos en el Perú desde 1980).

La situación que posibilitó esas aventuras ha cambiado radicalmente en el mundo y en el Perú. Pero, sobre todo, está la experiencia: SL y MRTA fueron aniquilados por las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional, como todos sus congéneres en América Latina. Saben que por esa vía nunca podrán llegar al poder.

Por eso han variado su estrategia y ahora participan en el proceso electoral con objetivos similares a los que tenían antes, pero sin revelar sus auténticas intenciones.

Abimael Guzmán lo viene intentando desde 1993, cuando propuso un “acuerdo de paz”. Sus seguidores han buscado participar en las elecciones a través del Movadef, pero no lo consiguieron. En 2017 respaldaron la huelga magisterial, que logró movilizar a miles de maestros contra la voluntad de la burocratizada dirigencia del Sutep.

El principal dirigente de esa huelga, hoy día es un candidato en alza. No es un terrorista, como erróneamente lo calificó el Gobierno de aquel entonces –no ha realizado acciones terroristas-. Es un radical apoyado por los seguidores de Abimael Guzmán que pretenden alcanzar objetivos similares a través de las elecciones.

Igualmente, una candidata que tiene en su entorno más inmediato a varios antiguos colaboradores del MRTA y que tuvo directa vinculación con el Gobierno de Hugo Chávez cuando fungía de secretaria de Nadine Heredia, tiene hoy día cierta opción, con el respaldo suicida de parte del estrato A/B.

Por supuesto, sería aceptable que grupos izquierdistas que antes repudiaban la democracia y el libre mercado, rectificaran y se incorporaran al sistema político, como de hecho ha ocurrido en otros lugares de América Latina. El problema radica cuando en realidad no han modificado su pensamiento ni sus objetivos, solo han adoptado una nueva estrategia para hacerse del poder y tratar de implantar el “socialismo del siglo XXI”, una dictadura estatista que hundiría al país en una situación parecida a la de Venezuela.

Obviamente no todos los que están con esos caudillos se dan cuenta de eso. Tampoco todos los que acompañaron a Fidel Castro (o a Hugo Chávez) se percataron de sus propósitos hasta que fue muy tarde y terminaron en el paredón, en la cárcel o el exilio.

La amenaza populista e izquierdista está en la puerta, aprovechando la crisis y el desastre que han causado los ineptos Gobiernos de Martín Vizcarra y Francisco Sagasti, ambos con influencia de esos izquierdistas que hoy secundan a varios de los caudillos que podrían ganar la elección.

Hay que detenerlos. Lampadia




La verdad de las mentiras chinas

La verdad de las mentiras chinas

CONTROVERSIAS
Fernando Rospigliosi
Para Lampadia

Ni el presidente Francisco Sagasti, ni los ministros Oscar Ugarte y Violeta Bermúdez, hablan ya de los 38 millones de vacunas chinas que estaban prácticamente empezando a llegar en este mes, según habían declarado varias veces. Ahora silencio total sobre el asunto. ¿Qué raro no?

Ahora nos cuentan que el próximo mes empezarán a llegar más vacunas Pfizer a un ritmo de 250,000 por semana. Ojalá que por lo menos llegue esa cantidad. Si fuera así, se podría terminar de vacunar a todos los ciudadanos a principios de 2025. Pero la realidad es que están llegando solo unas 50,000 por semana ahora.

También dicen que traerán la Astra Zeneca, que a pesar de los cuestionamientos parece tener un desempeño razonable.

No obstante, lo que según el Gobierno iba a permitir la vacunación rápida y masiva de los peruanos, era la china Sinopharm.

El silencio oficial actual probablemente se debe a que ya no la van traer por su poca eficacia y alto precio, que es precisamente lo que se descubrió en un programa de Willax TV de Beto Ortiz donde el doctor Ernesto Bustamante hizo una explicación didáctica y sencilla del problema.

Luego ambos han seguido aportando más elementos que apuntan en la misma dirección.

El tema es importante porque a raíz de la primera revelación, los denunciantes sufrieron un cargamontón mediático y político brutal. Medios que antes eran serios, como El Comercio, publicó editoriales lapidarios, además de numerosos artículos de opinión de supuestos observadores imparciales y reportajes negando que la vacuna china fuera mediocre y acusando a los denunciantes poco menos de traición a la patria.

El Gobierno también atacó. El presidente y sus ministros se escandalizaron por las revelaciones, lo negaron todo y dijeron que se trataba de una campaña de desinformación. Violeta Bermúdez amenazó con sanciones legales y un grupo de paniaguados del Gobierno interpuso una acción judicial contra los denunciantes.

Verónika Mendoza, por supuesto, aprovechó la ocasión para atacar la libertad de prensa y amenazar con sanciones. Julio Guzmán la siguió de cerca.

Pues ahora resulta que lo que dijeron Beto Ortiz y Ernesto Bustamante era verdad, a tal punto que el Gobierno ya retrocedió y simplemente dejó de hablar de las vacunas chinas. Naturalmente, no se atreven a reconocerlo explícitamente, porque implicaría rectificarse y darles la razón a sus críticos.

Que esas vacunas son mediocres ya lo sabe todo el mundo. El Washington Post acaba de publicar un artículo que lo confirma. (“La tercera dosis de la vacuna contra el coronavirus de Sinopharm es necesaria para algunos en los Emiratos Árabes Unidos después de una baja respuesta inmune”, 22.3.21).

La importancia de este asunto reside en que la prensa crítica, como Ortiz, y expertos como Bustamante, han ayudado a evitar una mala -y quizá corrupta- compra. Y ha quedado nuevamente al descubierto que son precisamente el Gobierno, sus medios de comunicación adictos y toda la legión de analistas y opinólogos a su servicio, los que constituyen la auténtica fábrica de mentiras en el Perú de hoy. Lampadia




La ola populista

La ola populista

CONTROVERSIAS
Fernando Rospigliosi
Para Lampadia

La última propuesta de Verónika Mendoza es nacionalizar el gas de Camisea, con lo cual liquidaría las posibilidades de inversión privada en hidrocarburos. De hecho, las trabas burocráticas y los conflictos sociales ya han disminuido sensiblemente la exploración y, como en ocasiones anteriores, la riqueza sigue bajo tierra sin que nadie la aproveche, mientras millones de peruanos caen en el desempleo y la pobreza.

Y es precisamente Mendoza, la heredera y continuadora de los grupos de izquierda que en la década de 1980 impidieron la explotación del gas de Camisea, la que tiene la desfachatez de insistir en su fracasada fórmula.

Como recordé en otro artículo (“Campañas de divulgación y política”, Lampadia, 4/2/21), en el primer gobierno de Alan García, las izquierdas que eran muy fuertes en el Parlamento realizaron una feroz campaña para impedir que la empresa Shell, una de las más grandes e importantes del mundo, que había descubierto los yacimientos de Camisea luego de invertir muchos millones [400 millones de dólares] de dólares, lo explotara.

Triunfaron y perjudicaron al país, pues recién el 2001, en el gobierno de Alejandro Toledo, y gracias al empuje de los ministros Jaime Quijandría y Pedro Pablo Kuczynski, el proyecto se reinició y en solo tres años se puso en marcha, se construyó el gasoducto y se empezó a producir electricidad abundante y barata que fue fundamental para posibilitar el espectacular crecimiento de más de una década que tuvo el Perú.

No es casualidad que uno de los líderes que destruyó la posibilidad de explotar Camisea en la década de 1980, Manuel Dammert, diputado de la Izquierda Unida en esa época, fue congresista de Ollanta Humala durante su gobierno -su lema fue “balón de gas a 12 soles”-, y después en el grupo de Verónika Mendoza el 2016.

Ni que decir del compromiso de Mendoza para impedir el desarrollo de Tía María e indultar a los lentejeros que han sido sentenciados por el Poder Judicial.

En suma, los mismos que causaron un enorme daño al país paralizando la posibilidad de explotar el gas y deteniendo el desarrollo de la economía, hoy, cuando gracias a que el Estado permitió que la iniciativa privada realizara una obra que ha beneficiado largamente a los peruanos, vuelven a tratar de destruir y arruinar lo que se ha avanzado debido a la colaboración pública-privada.

Y desgraciadamente los que se presentan abiertamente como izquierdistas y estatistas no son los únicos. Yonhy Lescano, de Acción Popular, que encabeza las encuestas, también pretende volver a una variante de nacionalización de la minería y, por supuesto, quiere una nueva Constitución, señal que identifica claramente a los populistas de izquierda.

George Forsyth también cree haber descubierto una mina de votos en este tema y dice “que se revisarán los contratos de mineras”. (“Gestión”, 16/3/21).

El asunto es que la ola populista izquierdista está creciendo y cada vez más candidatos se suben a ella. Si alguien cree que esa ola amainará el día de las elecciones y que en un posible gobierno populista no harían lo que ahora anuncian, se están equivocando. Serían probablemente peores. Lampadia




Izquierdistas intolerantes

Izquierdistas intolerantes

 

Fernando Rospigliosi
CONTROVERSIAS
Para Lampadia

La reacción del presidente Francisco Sagasti y la premier Violeta Bermúdez a la revelación del Beto Ortiz en Willax TV ha sido característica no solo de la intolerancia del Gobierno Morado sino también de una tendencia inherente de las izquierdas, que cuando no están en el poder reclaman por todas las libertades y los derechos humanos, pero cuando llegan al Gobierno los atropellan y los violan. Cuando pueden, claro está.

Bermúdez amenazó inmediatamente con una denuncia penal a Ortiz y al doctor Ernesto Bustamante, que hizo una interpretación del informe de la Universidad Peruana Cayetano Heredia (UPCH) en ese programa de TV. Una denuncia penal que implica, por lo general, prisión para los culpables, ya sea efectiva o suspendida.

A continuación, el coro de la coalición que respalda a Sagasti pidió también sanciones contra Willax TV y un grupo de personas inició acciones legales contra Ortiz y Bustamante, que ahora no tienen posibilidad de prosperar pero que en otras circunstancias tendrían otro cariz.

Luego, Sagasti enardecido los acusó de “golpistas”, porque un candidato, que no tienen nada que ver con Ortiz ni Bustamante, propuso irreflexivamente su vacancia, cosa que, por supuesto no sería adecuada en esta situación, pero que no está fuera del marco legal, como no lo estuvieron la vacancia de Vizcarra o la de Manuel Merino.

Lo cierto es que la información de Ortiz y el análisis de Bustamante se han comprobado veraces y exactas:

  1. El informe era de la UPCH, no era fabricado ni inventado, era real. Y aportaba información relevante desconocida por el público.
  2. La lectura de los datos allí consignados que hizo el doctor Bustamante era correcta y no, como dijeron muchos, errada.
  3. La vacuna de Wuhan, una de las que fue probada en el ensayo, no sirve para nada.
  4. La otra, la de Beijing, si sirve, pero es deficiente. Esta es la que ha comprado el Gobierno.

En suma, lo dicho en ese programa es cierto y muy útil para los peruanos, por dos razones:

La primera, porque de inmediato se debería suspender la adquisición de más vacunas chinas (38 millones según había anunciado el Gobierno), y buscar otros proveedores que ofrezcan vacunas más eficaces, como Pfizer, Moderna, Sputnik u otras. Está claro que la vacuna china no es la mejor -en verdad parece la peor de todas las que están en el mercado hasta hoy-, pero si la más cara. Eso redundará en beneficio de todos los peruanos que deberíamos tener acceso a vacunas de calidad, que realmente nos protejan de la infección.

La segunda, es que según el mismo protocolo mostrado por Ortiz y Bustamante, el Gobierno iba a comprar la vacuna luego que se terminara el estudio que se desarrollaba en el Perú -no existe otro comprobado independientemente en ninguna parte del mundo, salvo lo que dicen los mismos vendedores-, cosa que no ocurrió, pues la adquirieron sin que se haya completado el estudio de UPCH y UNMSM, que se recién se conocerá en varias semanas, según el propio Gobierno.

Finalmente, señalar que es una buena noticia que en la última encuesta de Datum un 65% sostenga que se vacunará y el mismo porcentaje esté de acuerdo en que los privados puedan importar vacunas. Lampadia




¡Qué mueran los ricos!

¡Qué mueran los ricos!

CONTROVERSIAS
Fernando Rospigliosi
Para Lampadia

El absurdo argumento del presidente Francisco Sagasti vertido en una entrevista el domingo pasado, entrará a la antología de las canalladas dichas y hechas durante la pandemia, junto con la vacunación clandestina de Martín Vizcarra, y la de ministras y otros funcionarios del Gobierno de Sagasti.

Para negar la posibilidad de la importación de vacunas por empresas privadas sostuvo que por “equidad” no quería que el que tiene plata se vacune y que el que no tiene no lo haga. Un argumento usual de las izquierdas contra los privilegios de los ricos. En este caso, entran en la categoría de privilegiados, ricos, acaudalados, opulentos, millonarios, aquellos peruanos que pueden disponer de 35 soles para eventualmente administrarse una vacuna rusa Sputnik V que cuesta eso. O de 70 soles, para las dos dosis y quedar a salvo del virus.

Sin duda el académico Sagasti, un connotado intelectual de izquierda, acaba de establecer una nueva línea divisoria entre ricos y pobres, donde entran en la primera categoría todos aquellos que para salvar su vida están en condiciones de invertir 70 soles en una vacuna.

Naturalmente, todo esto es una quimera, pues el Gobierno se niega a autorizar el uso de la vacuna rusa en el Perú, vacuna que ya está acreditada en decenas de países y tiene una eficacia superior a la china que ha adquirido Sagasti en condiciones oscuras y cuestionables.

Es decir, los peruanos ricos, los que tienen más de 70 soles, no tienen la opción de vacunarse con la importación de vacunas por empresas privadas y tendrán que esperar -y seguir muriendo- mientras que la ineficiente gestión de Sagasti pueda traer más vacunas chinas y administrarlas con una lentitud e indolencia digna de un Gobierno de intelectuales de izquierda.

En realidad, la obstinada negativa de Sagasti a permitir que otros importen vacunas parece explicarse no solo por su ceguera ideológica sino también, como ha señalado Ernesto Bustamante, por corrupción.

Si empresas privadas -o gobierno regionales o municipales- pudieran traer vacunas a un precio menor que las que ha comprado el Gobierno, sería una evidencia que se ha estado pagando un sobreprecio que solo se explicaría por lo que muchos están sospechando ya.

Además, si las empresas privadas pudieran vacunar a sus trabajadores más rápido que la lentísima maquinaria estatal, también quedaría al descubierto su deficiente gestión.

Por lo demás, probablemente muchas empresas privadas estarían dispuestas a vacunar gratuitamente a sus trabajadores, lo que sería un golpe demoledor a las ideas populistas e izquierdistas de los actuales gobernantes y varios candidatos, que sostienen la teoría de la maldad intrínseca del capitalismo.

Así, mientras siguen muriendo peruanos que podrían vivir si Vizcarra y Sagasti hubieran comprado vacunas de calidad a tiempo -como hizo Chile-, estamos entrampados en discusiones absurdas sobre como no favorecer a aquellos ricos que pueden disponer de 70 soles. Lampadia