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Desarrollo humano es más igualitario

La prosperidad económica provista por la globalización y el libre comercio sigue expresándose en mejoras sustanciales de diversos indicadores de bienestar mundiales, que incluyen el PBI per cápita, los ingresos reales de los hogares, el empleo e inclusive la calidad de este (Ver en Lampadia: Recuperando lo mejor del capitalismo, Auge de empleo en países ricos, EEUU: Crecen salarios de los menos remunerados, Retomemos el libre comercioOtra mirada al mito de la desigualdad). Hasta en aquellos indicadores, que podrían considerarse de corte más social, como el Índice de Desarrollo Humano (en adelante, IDH) – compuesto por no solo el PBI per cápita, sino también por los años de escolarización y la esperanza de vida – se ve reflejada una notable mejora, prácticamente en todas las regiones del globo. Ello ha permitido que, en este indicador, los países de menores ingresos se nivelen con aquellos más desarrollados, un hecho que se ve reflejado en el siguiente gráfico que muestra cómo ha caído notablemente la desigualdad del IDH en los últimos 100 años.

Fuente: Juan Ramón Rallo – El Confidencial (2018)

Esta es el principal mensaje que deja un artículo escrito en el 2018 – con mucha vigencia aún – por Juan Ramón Rallo – profesor de Economía de la Universidad Francisco Marroquín y uno de los principales exponentes del liberalismo en España – y publicado en el blog de opinión El Confidencial (ver artículo líneas abajo). Ello en contra de todos los críticos y académicos que actualmente pululan en diversos medios especializados (ver Lampadia: Trampa ideológica, política y académica) que – haciéndose los ciegos y despistados – desacreditan estos avances de los procesos arraigados a la globalización y ponen en tela de juicio al mismo sistema capitalista.

Confiamos en que difundir este tipo de evidencias reconfirman nuestro compromiso de hacer frente a estos embates ideológicos, que, lamentablemente, aprovechan la coyuntura política internacional – Guerra Comercial EEUU-China, Brexit, Socialismo del Siglo XXI, por destacar los más importantes – para asentarse en la agenda de los gobiernos y de la academia. Lampadia

Desigualdad de desarrollo humano: un siglo reduciéndose

En contra del manido discurso de los agoreros catastrofistas, el mundo no va a peor. Va a mejor cada vez para un mayor número de sociedades.

Juan Ramón Rallo
El Confidencial
11 de mayo, 2018
Glosado por
Lampadia

La renta per cápita de Singapur es de 85,500 dólares internacionales: muy superior a la de Suecia (46,800 dólares internacionales) o a la de Finlandia (40,400 dólares internacionales). Pero “alto ahí” —se suele objetar— “lo realmente relevante para aproximar el bienestar de una sociedad no es su renta per cápita, sino su índice de desarrollo humano (IDH)”. Dejando de lado que el IDH de Singapur (0,925) también sea superior al de Suecia (0,913) y al de Finlandia (0,895), la réplica contiene una objeción potencialmente relevante: los ingresos que recibe un ciudadano no miden todos los aspectos que influyen en su calidad de vida (aunque sí correlaciona muy bien con casi todos ellos); en consecuencia, puede ser conveniente utilizar otros parámetros complementarios —como el IDH— para conocer el grado de desarrollo de esa sociedad.

Sin embargo, semejante objeción no suele plantearse contra muchos de los indicadores habituales de desigualdad, los cuales tratan de medir el grado de dispersión de los ingresos dentro de un país. ¿Por qué la renta no nos sirve para conocer el grado de desarrollo de una sociedad pero sí como base para cuantificar su desigualdad? Un más que probable motivo es la carga ideológica que incorporan muchas de esas críticas: si quieres empeñarte en demostrar que el mundo va a peor, entonces deberás desdeñar aquellos marcadores que evolucionan en una buena dirección (como el crecimiento sostenido de la renta per cápita a escala global) y, al tiempo, abrazar aquellos que evolucionan aparentemente mal (como el aumento de la desigualdad de ingresos dentro de muchos países).

Un mínimo ejercicio de coherencia, empero, debería llevarnos o bien a aceptar la información que nos proporciona el sostenido incremento de la renta per cápita en prácticamente todo el mundo durante el último medio siglo o bien a elaborar indicadores alternativos de desigualdad que no contemplen solo la desigualdad de renta sino, por ejemplo, la desigualdad en el índice de desarrollo humano.

El economista Leandro Prados de la Escosura acaba de publicar un ensayo en el que trata de medir la desigualdad mundial del índice de desarrollo humano entre 1870 y 2015. El resultado es evidentemente llamativo: mientras que la desigualdad de la renta per cápita entre países aumentó cuasi ininterrumpidamente desde 1870 a 1990, la desigualdad del IDH comenzó a descender sostenidamente desde comienzos del siglo XX. Las diferencias no son menores: si tomamos como punto de partida la renta per cápita, deberíamos sostener que el siglo XX fue un siglo de desarrollo polarizado por el aumento permanente de la desigualdad; tomando el IDH, en cambio, deberíamos afirmar que el siglo XX fue un siglo de desarrollo convergente debido a unas diferencias cada vez más estrechas en el bienestar de las distintas sociedades.

Como es sabido, el índice de desarrollo humano se compone de tres indicadores: la renta per cápita, los años de escolarización y la esperanza de vida. Por tanto, si hasta finales del siglo XX la desigualdad de la renta per cápita entre países no se estrechó (sino que mantuvo una trayectoria ascendente) y, en cambio, el IDH se redujo de manera ininterrumpida, por necesidad habrá de ser porque la desigualdad en la esperanza de vida y en los años de escolarización se hundió a lo largo del siglo XX. Y, en efecto, así fue.

Por un lado, la desigualdad entre países en años de esperanza de vida se redujo desde la década de los treinta hasta finales del siglo XX (momento en el que ha experimentado un muy leve repunte).

Por otro, la desigualdad en los años de escolarización también ha ido reduciéndose sin pausa desde el inicio de la Primera Guerra Mundial y hasta la actualidad.

Por supuesto, caben interpretaciones muy diversas sobre las causas de esta reducción global de la desigualdad en el desarrollo humano. Los socialdemócratas tenderán a pensar que se debe a la progresiva extensión del Estado de bienestar: la gradual implantación de la educación y de la sanidad públicas habrían logrado mejorar la esperanza de vida y el acceso a la enseñanza. En cambio, los liberales tenderán a asociarlo al proceso de globalización: la expansión mundial de la división del trabajo y la internacionalización de la tecnología han contribuido a elevar los ingresos de cada vez más ciudadanos en todos los puntos del orbe (cosa que, en efecto, ha sucedido), lo que les ha permitido costearse (ya sea directamente o indirectamente a través del Estado de bienestar) el acceso a una mejor sanidad y una mejor educación.

Sea como fuere, lo cierto es que en contra del manido discurso de los agoreros catastrofistas, el mundo no va a peor. Va a mejor cada vez para un mayor número de sociedades. Y, por eso, la desigualdad internacional del desarrollo humano lleva más de un siglo disminuyendo. Lampadia




Una reforma hacia sistemas individuales de capitalización

Mientras el mundo real produce cambios que inviabilizan los sistemas de pensiones de reparto y piden más años de aportes pensionarios, dado el aumento de la esperanza de vida, nuestros políticos siguen organizando falsos regalitos populacheros como jubilaciones a menores edades.

Esperamos que las reflexiones siguientes les ayuden a reflexionar, o por lo menos a darles vergüenza cuando hacen propuestas contraproducentes. 

El envejecimiento de la población y la baja tasa de natalidad causarán problemas en el sistema de pensiones de jubilación. El desafío principal es que las personas viven más tiempo y, mientras que es un gran logro que el Perú tenga una mejor expectativa de vida, podría generar una situación inviable para los sistemas de jubilación de reparto en el país, ONP y Pensión 65.

¿Cuál es el problema a nivel global? Si bien la dramática expansión de las expectativas de vida es uno de los logros de la humanidad, lo que una vez fue solo una década de subsistencia en los planes de ahorro y pensión, a menudo se ha convertido en dos o más décadas. Al mismo tiempo, el número de trabajadores jóvenes que los reemplazaron se ha reducido, poniendo en duda el sostenimiento de los modelos de los sistemas de pensiones de reparto.

Rafael Puyol, el Director del Observatorio de Demografía del Instituto de Empresa Business School, realizó una presentación titulada El envejecimiento de la población y el futuro de las pensiones, en un evento organizado por la Asociación de AFP y la Universidad Privada de Ciencias Aplicadas.

En el evento, el experto explicó que el bono demográfico se inicia en América Latina en la década del 70 y prevé que puede durar 50 años, lo que significa que ya se estaría acabando en aproximadamente una década. Por lo tanto, el sistema de jubilación de reparto (establecido en Alemania en el siglo XIX por Otto von Bismarck) ya no es viable porque fue pensado para una población cuyas expectativas de vida activa no superaban los 40 años y debían jubilarse a los 70 años. 

¿Y en Perú? Nuestro país refleja las mismas tendencias generales. Su tasa de fecundidad es de 2.4 hijos por mujer, una reducción muy marcada desde los años 70 cuando el promedio era de 6 hijos, y, según el INEI, en los últimos 14 años, la población mayor a los 65 años pasó de 7% a 12%, mientras que la participación de los menores de 15 años bajó de 37% a 26%.

“La tasa de fecundidad en el Perú está en declive. Según el World Population Prospects del 2017, esta será de 2.12 hijos por mujer entre el 2025 y 2030, y de 1.84 entre el 2045 y 2050, con lo cual el Perú estará por debajo de la tasa de reemplazo; es decir, que el número de los nacidos será menor a de los fallecidos”, afirmó Puyol.

De hecho, Puyol inició su conferencia haciéndose la pregunta más básica: ¿cómo definimos el envejecimiento? Mientras que durante mucho tiempo se definía el envejecimiento de la población cuando cruzaban el umbral de los 65 años, eso está cambiando. Dado el exponencial crecimiento de la esperanza de vida de la población en el mundo, el porcentaje de personas que supera ese umbral crece continuamente. Así que el experto propone que esta definición es obsoleta y que, más bien deberían usarse un umbral móvil en vez de uno fijo, basado en la esperanza de vida al nacer.

Según Puyol, estas tendencias hacen inviable mantener mucho tiempo o volver al sistema de reparto (la Oficina de Normalización Previsional se rige bajo este sistema). Los instrumentos de capitalización, con una pensión básica para las personas sin recursos, es mucho mejor procedimiento. Al menos, el modelo europeo puede servir de ejemplo de lo que es necesario evitar. Esto significa que, en el 2050, el Perú no tendrá la cantidad suficiente de trabajadores en actividad para cubrir las pensiones de los jubilados, cuyo número seguirá subiendo por el aumento en las expectativas de vida.

Entonces, ¿qué debemos hacer?

Lo que propone Puyol es que abandonemos el sistema de reparto y que sigamos la tendencia de los sistemas individuales de capitalización “porque van a ser los únicos [sistemas] que permitirán que un trabajador (con la ayuda del Estado mediante bonificaciones y otros instrumentos fiscales) pueda planificar su futuro”.

Advirtió que dichos sistemas de capitalización requieren la ayuda del Estado mediante bonificaciones u otros instrumentos fiscales que permitan incrementar el fondo de capitalización del trabajador y así financiar su jubilación. Lampadia




El mega error de que “el mundo está empeorando”

En esta ocasión solo hemos hecho una traducción libre del segundo capítulo del libro de los Rosling, ‘FACTFULNESS’, que es otro de esos trabajos que luchan por mostrar la realidad del mundo. Esta obra debe servirnos para que nuestras políticas públicas puedan focalizarse donde más se necesita para abolir la pobreza, y no devaluar o descontar, lo que ha hecho posible la gran mejora de las condiciones de vida de la humanidad, durante las últimas décadas, la economía de mercado, la globalización y el libre comercio.

Aprovechamos para recomendar nuevamente, que bajen ‘Gapminder’ en sus procesadores, el programa creado por Hans Rosling, que permite evaluar la evolución de todos los indicadores económicos, sociales e institucionales, en todos los países del mundo, desde que se disponen estadísticas.

Factfulness
Hans Rosling, Ola Rosling y Anna Rosling Rönnlund
Traducido y Glosado por Lampadia

“Diez razones por las que estamos errados sobre el mundo
Y porqué las cosas son mejores que lo que piensas”

Del Capítulo Dos, que trata sobre el instinto de la negatividad: nuestra tendencia a notar lo malo más que lo bueno (el segundo mega concepto erróneo que presenta Rosling).

“Las cosas están empeorando” es la declaración del mundo que escucho más que cualquier otra. Y es absolutamente cierto que hay muchas cosas malas en este mundo.

  • El número de muertes de guerra ha estado disminuyendo desde la Segunda Guerra Mundial, pero con la guerra siria, la tendencia se ha revertido. El terrorismo también está aumentando de nuevo.
  • La sobrepesca y el deterioro de los mares son realmente preocupantes. Las listas de áreas muertas en los océanos del mundo y de especies en peligro se están haciendo más largas.
  • El hielo se está derritiendo. Probablemente, los niveles del mar continuarán aumentando en los próximos 100 años. No hay duda de que es debido a todos los gases de efecto invernadero que los humanos han bombeado a la atmósfera, que no se dispersarán por un largo tiempo, incluso si dejamos de agregar más.
  • El colapso del mercado inmobiliario estadounidense en 2007, que ningún regulador había predicho, fue causado por las ilusiones generalizadas de seguridad en inversiones abstractas, que casi nadie entendía. El sistema sigue siendo tan complejo ahora como lo era entonces y una crisis similar podría volver a ocurrir. Quizás mañana.

Para que este planeta tenga estabilidad financiera, paz y recursos naturales protegidos, hay una cosa de la que no podemos prescindir, y es la colaboración internacional, basada en un mejor entendimiento compartido del mundo, sobre la base de hechos. La falta actual de conocimiento sobre el mundo es el problema más preocupante de todos.

Pero escucho tantas cosas negativas todo el tiempo. Quizás pienses: “Hans, debes conocer a las personas más pesimistas del mundo”. Que decidimos verificar.

A la gente en 30 países se le preguntó con qué afirmación estaba de acuerdo:

  • Crees que el mundo está mejorando
  • Crees que el mundo está empeorando
  • Crees que el mundo no está mejorando ni empeorando

Esto es lo que dijeron:

Yo nunca confío en los datos al 100%, y tú tampoco deberías hacerlo. Siempre hay algo de incertidumbre. En este caso, diría que estos números son más o menos correctos, pero no se debe sacar conclusiones basadas en diferencias pequeñas. (Dicho sea de paso, ese es un buen principio general con las estadísticas: ten cuidado de saltar a conclusiones si las diferencias son menores que un 10%). Sin embargo, la perspectiva general está muy clara. La mayoría de las personas piensa que el mundo está empeorando. No es de extrañar que todos nos sintamos tan estresados.

Estadísticas como terapia

Es fácil estar al tanto de todas las cosas malas que suceden en el mundo. Es más difícil saber sobre las cosas buenas: miles de millones de mejoras que nunca se informan. No me malinterpreten, no estoy hablando de noticias triviales positivas para equilibrar supuestamente lo negativo. Estoy hablando de mejoras fundamentales que cambian el mundo, pero son demasiado lentas, demasiado fragmentadas o demasiado pequeñas para calificar como noticias.

Hablo del secreto y silencioso milagro del progreso humano

Los hechos básicos sobre el progreso mundial son tan poco conocidos que me invitan a hablar sobre ellos en conferencias y reuniones corporativas en todo el mundo. A veces llaman a mis clases “inspiradoras”, y muchas personas dicen que también tienen un efecto reconfortante. Esa nunca fue mi intención. Pero es lógico. Lo que muestro son principalmente datos oficiales de la ONU. Mientras las personas tengan una cosmovisión mucho más negativa que la realidad, las estadísticas puras pueden hacer que se sientan más positivas. Es reconfortante, e inspirador, aprender que el mundo es mucho mejor de lo que piensas. ¡Un nuevo tipo de píldora feliz, completamente gratis!

Pobreza extrema

Comencemos por ver la tendencia de la pobreza extrema.

En los últimos 20 años, la proporción de la población mundial que vive en la pobreza extrema se ha:

  • A: casi duplicado
  • B: mantenido más o menos igual
  • C: reducido a casi a la mitad

La respuesta correcta es C: en los últimos 20 años, la proporción de personas que viven en la pobreza extrema casi se ha reducido a la mitad. Pero en nuestras encuestas en línea, en la mayoría de los países, menos del 10% lo sabía.

En el año 1800, aproximadamente el 85% de la humanidad vivía en la pobreza extrema. En todo el mundo, la gente simplemente no tenía suficiente comida. La mayoría de las personas se iban a dormir con hambre varias veces al año. En toda Gran Bretaña y sus colonias, los niños tenían que trabajar para comer, y el niño promedio en el Reino Unido comenzaba a trabajar de diez años. Una quinta parte de toda la población sueca, incluidos muchos de mis parientes, huyeron de la hambruna a los Estados Unidos, y solo el 20% de ellos regresó. Cuando la cosecha falló y tus familiares, amigos y vecinos mueren de hambre, ¿qué haces? Escapas. Migras. Si puedes.

Ese nivel de pobreza es donde comenzó toda la humanidad. Es donde siempre vivió la mayoría, hasta 1966. Hasta entonces, la pobreza extrema era la regla, no la excepción.

La curva que ven arriba muestra cómo la tasa de pobreza extrema ha estado cayendo desde 1800. Y mira los últimos 20 años, la pobreza extrema cayó más rápido que nunca en la historia mundial.

En 1997, el 42% de la población de India y China vivía en la pobreza extrema. En 2017, en India, esa proporción había descendido al 12%: había 270 millones menos de personas que vivían en la pobreza extrema que 20 años antes. En China, esa proporción cayó a un asombroso 0.7 % durante el mismo período, lo que significa que otros 500 millones de personas superaron este umbral crucial. Mientras tanto, América Latina llevó su proporción de pobreza extrema del 14% al 4%: otros 35 millones de personas.

Si bien todas las estimaciones de la pobreza extrema son muy inciertas, cuando el cambio parece ser así, entonces, sin lugar a dudas, algo enorme está sucediendo.

¿Qué edad tenía usted hace 20 años? Cierra los ojos por un segundo y recuerda a una versión tuya más joven. ¿Cuánto ha cambiado tu mundo? ¿Mucho? ¿Un poco? Bueno, esto es lo mucho que ha cambiado el mundo: hace apenas 20 años, el 20% de la población mundial vivía en la pobreza extrema. Ahora ese número es 9%. Hoy casi todos escaparon del infierno. La fuente original de todo sufrimiento humano está a punto de ser erradicada. ¡Deberíamos planear una fiesta! ¡Una gran fiesta! Y cuando digo “nosotros”, ¡me refiero a la humanidad!

En cambio, estamos pesimistas. En nuestros televisores, todavía vemos personas en extrema pobreza y parece que nada ha cambiado. Miles de millones de personas han escapado de la miseria y se han convertido en consumidores y productores para el mercado mundial, miles de millones de personas han logrado pasar de la pobreza extrema a mejores niveles de vida, sin que las personas menos pobres lo noten.

Esperanza de vida

¿Cuál es la esperanza de vida del mundo hoy?

  • A: 50 años
  • B: 60 años
  • C: 70 años

Mostrar todas las causas de las muertes y el sufrimiento en un solo número es casi imposible. Pero la esperanza promedio de vida se acerca mucho. Cada muerte infantil, cada muerte prematura por desastres naturales o provocados por el hombre, cada madre que muere en el parto y la vida prolongada de cada persona mayor se reflejan en este indicador.

En 1800, cuando los suecos morían de hambre y los niños británicos trabajaban en las minas de carbón, la esperanza de vida era de aproximadamente 30 años en todo el mundo. Así ha sido a lo largo de la historia. Entre todos los bebés que nacieron, aproximadamente la mitad murieron durante su infancia. La otra mitad murió entre las edades de 50 y 70. Así que el promedio fue de alrededor de 30. No significa que la mayoría de la gente vivió hasta los 30. Es solo un promedio, y con promedios siempre debemos recordar que hay diferencias.

La esperanza de vida promedio en todo el mundo hoy en día es 70. En realidad, es mejor que eso: es 72. Aquí están los resultados de algunas encuestas.

Esta es una de esas preguntas en la que, cuanto mejor educado seas, más ignorante pareces ser. En la mayoría de los países donde probamos, los miembros del público vencieron a los chimpancés. Pero en nuestro público más educado, la respuesta más popular fue de 60 años. Eso podría haber sido correcto si hubiéramos hecho la pregunta en 1973 (el año en que 200,000 personas murieron de hambre en Etiopía). Pero lo preguntamos en esta década, después de más de 40 años de progreso. La gente vive un promedio de diez años más ahora. Los humanos siempre hemos luchado mucho para hacer que nuestras familias sobrevivan, y finalmente lo estamos logrando. 

Cuando muestro este sorprendente gráfico, la gente a menudo pregunta: “¿Cuál es la caída más reciente allí?” Y apuntan a 1960. Si no lo sabes ya, esta es una gran oportunidad para atacar el concepto erróneo de que el mundo es empeorando.

En 1960, la curva de la expectativa de vida mundial experimenta un descenso debido a que entre 15 y 40 millones de personas -no se sabe el número exacto- murieron de hambre ese año en China, en lo que probablemente fue la hambruna más grande jamás creada por el hombre.

La cosecha china en 1960 fue más pequeña de lo previsto debido a una mala temporada que se combina con los malos consejos del gobierno sobre cómo cultivar de manera más efectiva. Los gobiernos locales no querían mostrar malos resultados, así que tomaron toda la comida y la enviaron al gobierno central. No quedaba comida. Un año después, los impactados inspectores entregaban informes de testigos de canibalismo y cadáveres a lo largo de las carreteras. El gobierno negó que su planificación central haya fallado, y la catástrofe fue mantenida en secreto por el gobierno chino durante 36 años. No fue descrito en inglés para el mundo exterior hasta 1996. (Piénselo. ¿Podría algún gobierno mantener hoy en día la muerte de 15 millones de personas como un secreto mundial?). [Otros informes hablan de incautación de alimentos para canjearlos por armas rusas, una de los actos genocidas de Mao].

Incluso si el gobierno chino le hubiera contado al mundo sobre esta tragedia, el Programa Mundial de Alimentos de la ONU -que hoy distribuye alimentos donde más se necesita en el mundo- no podría haber ayudado. No fue creado hasta 1961.

El concepto erróneo de que el mundo está empeorando es muy difícil de mantener cuando ponemos el presente en su contexto histórico. No deberíamos disminuir las tragedias de las hambrunas que están ocurriendo en este momento. Pero el conocimiento de las tragedias del pasado debería ayudar a todos a darse cuenta de cómo el mundo se ha vuelto mucho más transparente y mucho mejor para conseguir y llevar ayuda a donde se necesitaLampadia




El libre comercio benefició a los países emergentes

El libre comercio, la más clara expresión de la globalización económica de las últimas décadas, produjo los grandes avances de la humanidad en términos de reducción de la pobreza y de la desigualdad global, la mortalidad infantil, el aumento de la esperanza de vida, la emergencia de una clase media global y el crecimiento de la población mundial al doble de lo que fue hace pocas décadas, con mejor calidad de vida, salud e ingresos.

Hoy solo falta que menos de mil millones de personas salgan de la pobreza, lo que se estima pueda suceder para el 2030.

Lamentablemente, los países más ricos como EEUU y los europeos, donde la globalización permitió la deslocalización del empleo a países emergentes, empezando por China, la crisis financiera del 2008/9 y la aparición de un neo populismo político, siendo Trump, su peor y más grande expresión, están macerando una reacción popular, aderezada por académicos poco rigurosos como Piketty, que podría estar llevando al planeta a regresar al proteccionismo regresivo de los años 60.

ALERTA GLOBAL: Si se llega a producir un retroceso de la apertura comercial por parte de los países más ricos, sus efectos en los países emergentes serían dramáticos. Esta situación es casi el peor evento económico posible que se puede imaginar y golpearía muy duramente a los países y poblaciones más pobres del mundo.

Afortunadamente, el Perú, casi por accidente, supo aprovechar la ventana de oportunidad que se produjo después del fracaso de la apertura comercial multilateral (bombardeada en buena medida por el proteccionista Brasil), para celebrar acuerdos comerciales bilaterales. Los famosos TLCs, que hoy cubren más del 90% de nuestro comercio internacional.

Estos acuerdos constituyen una sólida protección de nuestras relaciones comerciales que serán la visa para continuar exportando nuestros productos a todos los mercados globales. Otro aspecto que nos protege, es que hemos diversificado nuestro comercio exterior en proporciones parecidas con los tres grandes bloques económicos: EEUU, Europa y el Asia.

Ahora debemos prepararnos para defender el libre comercio en todos los foros internacionales y cuidar nuestros acuerdos de libre comercio.

Líneas abajo, compartimos las recientes reflexiones sobre los riesgos que enfrenta el comercio global, del Financial Times y de The Economist. 

La política de EEUU está cerrando la puerta al libre comercio

Por Philip Stephens

Publicado en Financial Times

07 de abril de 2016

Traducido y glosado por Lampadia

 

Sin Estados Unidos, se perderá el ‘momentum’. El peligro será un deslizamiento hacia un proteccionismo abierto.

El resto del mundo debe estar alerta. Esto va más allá de unas emociones políticas agitadas por una carrera presidencial en EEUU. La fallida Ronda de Doha de la Organización Mundial del Comercio (OMC) trajo el final de la liberalización multilateral del comercio. El fracaso del TPP afectaría las alternativas de los grandes acuerdos plurilaterales. El libre comercio ha sido una poderosa fuente de prosperidad, pero ha perdido la legitimidad política. Y no sólo en los EEUU: los populistas europeos de la izquierda y la derecha comparten la disposición Trumpiana sobre las barricadas al comercio.

El libre comercio siempre ha creado perdedores, pero ahora parece que superan en número a los ganadores. No hay nada de populista en notar que la globalización ha visto al 1% superior agarrar una parte cada vez mayor de la riqueza de EEUU.

Los acuerdos de libre comercio solían ser sobre aranceles. Ahora se centran en normas reglamentarias y políticas, derechos de propiedad intelectual, privacidad de datos y protección de inversiones. Estos son asuntos que cortan profundamente las preferencias políticas y culturales

El cálculo geopolítico también ha cambiado. Para las democracias avanzadas del mundo, la liberalización del comercio de la posguerra era evidentemente ‘ganar-ganar’. Era por su propio interés, pero también sirvió para generar un bienestar más amplio. La entrada de China en la OMC en 2001 cambió las cosas. Beijing se ha convertido en el mayor beneficiario del sistema de comercio abierto.

El libre comercio es bueno para el mundo – para los consumidores occidentales y para miles de millones de personas que están saliendo de la pobreza en economías emergentes. El peligro entonces será el de un deslizamiento gradual hacia atrás, hacia el proteccionismo abierto.

No hay una solución rápida. El tener un período sostenido de crecimiento y aumento de los ingresos ayudaría. También lo harían políticas proactivas para amortiguar el impacto de la liberalización en los perdedores. Los EEUU podrían empezar por el relanzamiento del programa de asistencia por los ajustes del comercio introducido a raíz del Tratado de Libre Comercio de América del Norte en 1993.

Pero la actual política con una clase media descontenta, exige una respuesta mucho más allá de tener mejores planes de reentrenamiento y programas de empleo. Mientras la globalización sea vista como un proyecto de las élites políticas y de los ricos, ésta llevará las semillas de su propia destrucción.

El libre comercio en América

La defensa del libre comercio es abrumadora. Pero los perdedores necesitan más ayuda

Publicado en The Economist

02 de abril de 2016

Traducido y glosado por Lampadia

 

La magnitud de las pérdidas de empleo no es sorprendente: la dinámica economía de los EEUU crea y destruye alrededor de 5 millones de puestos de trabajo cada mes. Sin embargo, unos recientes estudios realizados por economistas en las principales universidades de EEUU han encontrado algo perturbador. Una quinta parte de la disminución de empleos en las fábricas entre los años 1999 y 2011 fue causada por la competencia china y, generalmente, quienes perdieron sus puestos de trabajo no encontraron nuevos cerca a sus hogares.

Las actuales preocupaciones por tales hallazgos han avivado el debate sobre el comercio en la elección presidencial de EEUU. Donald Trump, el favorito entre los republicanos, promete instaurar aranceles prohibitivos a las importaciones de China y México. Bernie Sanders, el rival a Hillary Clinton y candidato demócrata, ha mostrado  su oposición a los acuerdos comerciales como una insignia de orgullo. Clinton, por su lado, se ha apartado de su antiguo apoyo a la Asociación Trans-Pacífico (TPP), un acuerdo comercial negociado por Barack Obama.

Un comercio más libre fue uno de los motores de prosperidad en las décadas después de la segunda guerra mundial, en los Estados Unidos y en otros países. Sin embargo, ahora los principales políticos no sólo temen apoyarlo, sino que avivan el debate en contra. Eso es lamentable. El libre comercio aún merece un apoyo a pleno pulmón, aunque se debe tener mayor cuidado con aquellos a quienes les afecta negativamente. Quienes apoyaron el libre comercio siempre han sabido que algunos pierden aun cuando beneficie a la mayoría.

La peor respuesta a tales temores es el proteccionismo que Trump está vendiendo. Un estudio realizado por economistas de la Universidad de California y la Universidad de Columbia calcula que la clase media en los EEUU perdería el 29% de su poder adquisitivo si América se cerrase al comercio, pero que los más pobres perderían hasta el 62%, porque gastan proporcionalmente más en bienes que son objeto de comercio.

Pero, ¿qué se debería hacer para proteger a los trabajadores que han perdido a causa de la competencia del exterior? La red de seguridad proporcionada por la asistencia a ajustes del comercio, un programa federal, es mínima – por lo que muchos trabajadores estadounidenses desplazados optan por beneficios de invalidez más generosos y se salen del mercado de trabajo. En realidad, EEUU ha importado algunos de los peores aspectos de Europa ignorado los mejores.

Lampadia

 

 




La agricultura en un mundo de 9,000 millones de personas

La agricultura en un mundo de 9,000 millones de personas

No sólo enfrentamos a una población mundial en rápido crecimiento (las Naciones Unidas predice que para el 2050 seremos 9 mil millones de personas), sino que también la esperanza de vida será mucho mayor. Este implica un importante crecimiento de la producción de alimentos. Los agricultores de todo el mundo se enfrentan a un gran reto: producir más con menos recursos y ser sostenibles. 

La producción de alimentos del mundo necesita duplicarse en los próximos 35 años, con un 50% menos de uso de tierra y recursos naturales. Según la WWF, los agricultores con mejor rendimiento del mundo son aproximadamente 100 veces más eficientes que los menos productivos, siendo los últimos responsables de la mitad del impacto ambiental. Los sistemas más eficientes y de alto rendimiento usan menos ‘inputs’ por kilogramo de producto final y generan menos emisiones. La cantidad de terreno utilizado es menor, dejando más espacio para la naturaleza, la urbanización y la recreación.

¿Cuál es la clave del éxito? Los avances tecnológicos. Es la única manera que la producción de alimentos pueda aumentar en un 70% para el año 2050 (meta trazada por la FAO para lograr abastecer la gran demanda de alimentos), y esto tiene que ser logrado a pesar de la limitada disponibilidad de tierras cultivables, la creciente necesidad de agua dulce (la agricultura consume el 70% del suministro de agua dulce del mundo) y otros factores menos predecibles, tales como el impacto del cambio climático, que, según un informe reciente de la ONU, podría dar lugar, entre otras cosas, a cambios en los eventos de temporada en el ciclo de vida de plantas y animales.

En las últimas décadas, ya hemos logrado avanzar en la producción de alimentos. Como se puede ver en los gráficos inferiores, hemos mejorado en nivel de nutrición adecuada y disminuido en desnutrición en los últimos quince años. Tenemos que continuar esta tendencia, pero ahora considerando un menor uso de tierra y una cantidad aún mayor de personas.

La mejor manera de abordar este dilema es aumentando la calidad y cantidad de la producción agrícola mediante el uso de tecnologías para hacer granjas más “inteligentes” y más conectadas a través de la llamada “agricultura de precisión”, también conocida como la “agricultura inteligente” (smart agriculture). Lo que necesita es un gran salto de productividad en el campo.

Es algo que ya está sucediendo. Empresas agrícolas recogen grandes cantidades de información de rendimiento de los cultivos, mapean los suelos, utilizan fertilizantes, datos meteorológicos, maquinaria, etc.

Sin embargo, en el futuro, la agricultura inteligente irá un poco más lejos. Desde máquinas de ordeño automático hasta drones para analizar la data, los observadores de la industria dicen que la tecnología está volviendo a la agricultura más precisa y eficiente. De acuerdo con Tractica (una empresa que se centra en el análisis de la interacción humana con la tecnología), el mercado mundial de robots agrícolas se incrementará de US$ 3 mil millones en 2015 hasta US$ 74 mil millones de dólares en 2024.

Y es que los robots están comenzando a transformar la agricultura en EEUU, arando y cortando los pastos autónomamente vía la llamada agricultura de precisión, un enfoque basado en los datos de los cultivos, siembras y cosecha. Según el último informe del Bank of America Merrill Lynch Global Research, en los próximos 10 años, los robots podrían convertirse en los principales granjeros.

En Japón, ya se está implementando la primera granja completamente robotizada del mundo y estará lista el próximo año. La cuarta revolución industrial permitirá que, pronto, una sola fábrica produzca más de 30,000 cabezas de lechuga todos los días, con 98% menos de agua, un 30% menos de energía y 50% menos participación de los seres humanos.

Esta granja, desarrollada por una empresa llamada Spread, será capaz de cosechar cultivos en cantidades nunca antes vistas. En el interior, utilizará lámparas LED en lugar de luz solar y almacenará las plantas en bastidores verticales, permitiendo que el crecimiento del cultivo sea más fácil de controlar y más productivo (con tecnologías similares a las de los cultivos hidropónicos). Con una automatización completa, la granja aumentará su producción de lechuga a 30,000 cabezas por día. La instalación también proporcionará beneficios ambientales como el reciclaje del agua utilizada y costes laborales reducidos. Spread espera exportar su tecnología a todo el mundo en un futuro próximo.

Un último punto, menos tecnológico pero igual de revolucionario, es un proyecto de ley en Francia (diciembre 2015) en el que se obliga a los supermercados de más de 400 metros cuadrados a donar la comida que descartan para bancos de alimentos, alimentación animal o abonos. El objetivo final es reducir la mitad de los desperdicios al 2025.

Aproximadamente un tercio de los alimentos producidos en todo el mundo se desperdician: hogares (42%), industria alimentaria (39%), restaurantes y servicios alimentarios (14%) y comercios y distribución (5%). Esto es teóricamente alrededor de cuatro veces la cantidad de alimentos necesarios para alimentar a más de 800 millones de personas que sufren de hambre. (Ver video sobre la gesta contra los desperdicios)

En el caso del Perú, nos hemos convertido en una de los diez primeros países proveedores de alimentos en el mundo y nuestras agroexportaciones crecieron a un promedio de 16% anual entre 2005 y 2015 (ver gráfico inferior). Este sector se ha convertido en una de las principales actividades económicas que impulsan el desarrollo del país, acompañando a la minería en la generación de empleo formal rural y divisas para nuestro país. 

El desarrollo de la agricultura en el Perú es un segundo brazo de la revolución de la gastronomía, pues sin nuestros ingredientes locales, esta no podría haber llegado a generar una oferta tan singular y valiosa. Por eso, es importante apoyar a este sector que tiene tanto potencial. Además, se podrían aprovechar los avances tecnológicos que están cambiando la industria y las tendencias del futuro.

En el Perú, ya hay desarrollos empresariales que ofrecen sistemas de agricultura de precisión, lo que conllevará a la reducción de costos debido a una menor utilización de elementos químicos como fertilizantes. Esto podría ser el comienzo de un repotenciamiento del sector agrícola, reflejando una mayor competencia e innovación que el modelo de escala industrial que ha dominado durante décadas.

Sin embargo, aún subsisten millones de campesinos en la sierra rural que aún no han podido adoptar las tecnologías del siglo XX, como el riego tecnificado y, por lo tanto, su productividad sigue siendo muy baja. En esencia, un campesino de un minifundio alto-andino solo dispone del secano (la lluvia) para regar sus tierras. Ésta se produce en promedio durante tres meses del año y logra un pobrísimo crecimiento de los pastos naturales de solo 5 cm. anuales, con el que solo se puede alimentar a animales famélicos, con la consiguiente debilidad de su cadena productiva. A lo cual hay que agregar su imposibilidad de integrarse a los mercados que demandan productos de buena calidad, permaneciendo básicamente en una agricultura de subsistencia o teniendo que migrar temporalmente para trabajar fuera de sus tierras y completar sus ingresos.

Esta tragedia se resume en las siguientes palabras: Baja productividad agrícola.

Sierra Productiva

Sin embargo, por más que vaya a parecer increíble, en el Perú se han desarrollado programas privados como el de: ‘Sierra Productiva’ que permiten superar todas las debilidades explicadas líneas arriba: El programa aprovecha las diversas fuentes de agua que abundan en la sierra para cosecharla en reservorios familiares. Se apoya en las pendientes para generar presión de agua. Instala riego por aspersión. Reemplaza los pobres pastos naturales por cuatro variedades de pastos cultivados que, con el riego permanente, dan hasta cinco cosechas de un metro al año (pasando de 5 cm a 5 metros, hasta 100 veces más). Esto dispara la productividad del predio de forma extraordinaria y permite desarrollar todas las cadenas productivas aparentes para cada zona. La abundancia de productos de buena calidad facilita la integración comercial de los agricultores. Finalmente se logra un salto cualitativo en la calidad de vida de los campesinos y en su autoestima, algo tan importante como su mejora socio-económica. Además, los costos del programa son bastante reducidos.

¿La pregunta del millón es y por qué no se ha multiplicado este programa?

Pues por la irresponsabilidad de los gobiernos peruanos del nuevo siglo, período de desarrollo del Programa de Sierra Productiva (SP). Desde inicios de siglo, los gobiernos de Toledo, García y Humala, han ‘perdido’ la oportunidad de sumarse a esta iniciativa, que de manera privada ya ha llegado a más de 60,000 unidades familiares. Pero hay más de un millón de familias esperando desarrollos de este tipo, las que mientras tanto han sido incorporadas a programas asistencialistas de reparto de dinero, que además de todos sus vicios, destruye la dignidad de esta maravillosa gente, que cuando pasan al siglo XVI al siglo XX se convierten en los ciudadanos más sanos y entusiastas del país. En el gobierno actual se creó en el MIDIS, el programa Haku Wiñay (Mi Chacra Emprendedora), un remedo de SP de muy reducido impacto.

Como hemos visto, el futuro de la alimentación de los seres humanos depende del aumento de productividad que se pueda lograr aplicando nuevas tecnologías. Estas deben ser incorporadas a nuestra exitosa agricultura moderna. Pero además, debemos hacer el salto del siglo XVI al siglo XX para los campesinos alto-andinos con las tecnologías tradicionales de riego y otras completamente amaestradas. Esperamos que el próximo gobierno apoye el desarrollo del programa de Sierra Productiva, una excelente iniciativa que podría potenciarse en la modalidad de una APP (asociación público privada). Hasta ahora, solo el partido de Fuerza Popular ha anunciado su intención de desarrollarlo. Lampadia




Activismo de la Confiep de Singapur

Activismo de la Confiep de Singapur

Federación Empresarial de Singapur (SBF) plantea sus  recomendaciones para los próximos 50 años

Singapur acaba de celebrar sus primeros 50 años de vida con justificada pompa y alegría. Este pequeño país-isla ha logrado, de la mano de su fundador Lee Kuan Yew, fallecido solo meses antes de las bodas de oro, un estándar de vida extraordinario, con un PBI pc de US$ 56,284 y una esperanza de vida de 84 años. La base del éxito de Singapur está en la orientación de su economía: abierta al mundo y a la inversión privada, un modelo educativo de primer nivel, meritocracia entre los funcionarios y trabajadores del Estado y una férrea disciplina institucional que prácticamente ha evitado toda forma de corrupción. (Ver en Lampadia: 10 razones que explican el éxito de Singapur).

Ahora, el gobierno, el sector privado y académico, se proyectan para establecer la visión y estrategia de desarrollo de los próximos 50 años: SP100 (Singapur-100 años al 2065). 

Visión de Singapur al 2065 por destacados pensadores

El Perú, con casi cuatro veces más años de vida que Singapur, es aún un proyecto inacabado y en gran medida poco exitoso. Un ‘país en construcción’ con problemas en sus cimientos. Es casi ocioso reiterar nuestras debilidades institucionales, nuestro atraso en educación y salud, las deficiencia del Estado y, por supuesto, nuestra pobreza relativa a esa extraordinaria experiencia de desarrollo de una pequeña isla por la que nadie daba medio. 

Hoy estamos en medio de un gran desorden: Se ha debilitado aún más la confianza en nuestras instituciones y en nuestros líderes. Hemos parado el crecimiento económico y la reducción de la pobreza. Se nos viene una ‘cuarta revolución industrial’ que será disruptiva del empleo y la educación. Las ideologías siguen turbando nuestra visión de desarrollo. Y estamos en un proceso electoral con 19 candidatos que empezando la campaña, ya muestran, en muchos casos, terribles debilidades, nos llenan de diagnósticos superficiales y proponen todo tipo de barbaridades.

Uno esperaría que ante semejante escenario, nuestra sociedad civil tomara cartas en el asunto y participara propositivamente en el debate nacional. Pero sucede todo lo contrario, la sociedad civil ha apagado sus reflectores y megáfonos. ‘Mutis por el foro’. No se escucha a nuestros gremios empresariales ni a nuestros académicos e intelectuales.

Esto no debe seguir. Por ello estamos mostrando en esta nota el ejemplo de Singapur, un país exitoso avenido a pensar institucionalmente en su futuro. Todavía tenemos tiempo de reaccionar. Por ejemplo, IPAE podría difundir la propuesta de: “Visión del Perú al Tercio de Siglo”, que se presentó en CADE 2014, debidamente aprobada por su directorio y que duerme el sueño de los justos.

¡Vamos, no es momento para colocarse de costado! Lampadia

Propuestas de la Federación Empresarial de Singapur

Por Lee U-Wen

Publicado por The Business Times de Singapur

6 y 7 de enero de 2016

Traducido y glosado por Lampadia

 

La Federación Empresarial de Singapur (SBF) ha emitido una propuesta al Gobierno para reforzar la competitividad global de Singapur.

En un documento de 32 páginas publicado hace pocos días, el SBF hizo hincapié en la necesidad de emprender una “revisión profunda” de las estrategias existentes en el país y buscar nuevas respuestas para hacerles frente.

“Prevemos un Singapur ‘enchufado’ en la economía global y apoyando a muchos tipos diferentes de empresas, utilizando la tecnología y palanqueando nuestra propiedad intelectual que nos hace singularmente competitivos”, dijo el diario.

Las recomendaciones fueron preparadas por 28 asociaciones de comercio y cerca de 70 líderes empresariales, académicos y economistas durante seis meses y se refieren al corto, mediano y largo plazo.

En el corto plazo, la propuesta insta al gobierno a ayudar a las empresas que tendrán aumento de costos de mano de obra.

En el mediano y largo plazo, el documento pide al gobierno crear una economía que no esté limitada por las fronteras geográficas de Singapur y que desarrolle el país como un hub (centro) de liderazgo, investigación y desarrollo, innovación y actividades de crecimiento.

El nuevo gobierno tiene ahora un nuevo y fuerte mandato. No hay mejor momento que ahora para tomar medidas audaces y decisivas que fortalezcan la posición de Singapur en la economía global, ahora y en el largo plazo, dijo el presidente de SBF Teo Siong Seng.

La SBF plantea: Invertir parte de los fondos de pensiones (Fondo Central de Previsión) en el mercado de valores local (en Singapur, por ley, solo se pueden invertir en el exterior). Nombrar un ministro que supervise los esfuerzos del gobierno para el desarrollo de las empresas locales y usar más de las reservas para ayudar a las empresas a que se expandan en el extranjero.

También afirman que hay un cierto margen para explorar el desarrollo de una nueva plataforma de mercado de valores que haga frente a la brecha entre las empresas líderes y las más pequeñas, denominadas de “clase media”. Estas empresas son aquellas que han logrado un rendimiento estable, pero que por su tamaño tienen dificultades para competir por financiamiento.

Es necesario que más empresas locales extiendan sus alas en el extranjero:  “necesitamos una buena ‘puesta en escena’ para ayudar a nuestras empresas que vayan al extranjero,” dijo Teh Kok Peng. “No se está pidiendo la intervención indebida del gobierno. Si la intervención se realiza con incentivos adecuados, las empresas pueden lograr un buen desempeño en el extranjero y aprender a tomar riesgos y fracasar”, añadió.

“A pesar de todas las dificultades, queremos animar a nuestras empresas a asumir los retos y aventurarse en el extranjero, si pueden. Pero tenemos que actuar con decisión o arriesgarnos a un fracaso mayor en los próximos años”, dijo Teo.

SBF: Construyendo el espíritu empresarial desde temprano en las escuelas

Hay una necesidad de seguir fomentando una mentalidad y una cultura más empresarial en Singapur, y este esfuerzo podría comenzar en la escuela primaria, dijo  la SBF. Introduciendo programación, ingeniería y robótica desde temprano en las escuelas primarias y secundarias, para permitirle a los estudiantes la oportunidad de desarrollar sus habilidades en la creación de soluciones.

Se señaló que las iniciativas gubernamentales existentes fueron dirigidas en gran parte al lanzamiento de empresas start-ups y al crecimiento de ellas aquí, pero es igual de importante ayudar a ampliar los servicios para servir a los mercados más allá de las costas de Singapur.

Sobre la cuestión de la preparación del talento, el SBF sugirió que el gobierno ofrezca becas más públicas. La SBF señaló que los funcionarios públicos podrían trasladarse a trabajar en el sector privado, así tendrían una “mejor comprensión” de las preocupaciones del sector.

“Las condiciones de negocio a nivel local y regional serán un gran reto con el débil crecimiento de la economía mundial, como se prevé para los próximos tres años. Ahora es un momento para buscar ajustes de política que mejoren el tránsito de las empresas al futuro económico de Singapur”. Lampadia

 

 




Dos modelos contrapuestos

Dos modelos contrapuestos

El ex presidente estadounidense Bill Clinton describió la Zona Desmilitarizada de Corea (ZDC) como “el lugar más espantoso en la Tierra.” La ZDC es una franja de cuatro kilómetros que divide la península coreana casi por la mitad, la división más prominente entre Corea del Norte y Sur que ha existido desde el armisticio que puso fin a la Guerra de Corea en 1953. Ahora, casi 60 años después, la República Democrática de Corea (Corea del Sur) y la República Democrática Popular de Corea (Corea del Norte) se han distanciado tanto que es difícil de creer que alguna vez fueron un solo país. El cuadro inferior, publicado por The Economist, muestra gráficamente las grandes diferencias entre ambas naciones.

Corea del Norte

Corea del Norte, un país comunista liderado por una política autocrática, populista y hereditaria es una de las economías más aisladas en el mundo. A menudo se la etiqueta como una economía dictatorial sin reformar.

La fase inicial del desarrollo económico de Corea del Norte estuvo dominada por una industrialización bajo el modelo soviético. Hizo hincapié en el desarrollo de la industria pesada, logrando como resultado un cierto avance en los sectores de hierro, acero, cemento y de maquinarias pesadas. Este modelo funcionó durante la década de los 60s, en la cual hubo un aumento constante de la producción industrial, pero cayó desde 1970.

Corea del Norte, apenas era capaz de gestionar su deuda, se vio afectado por la crisis del petróleo que aumentó rápidamente los precios del crudo. Los precios de las principales exportaciones de Corea del Norte cayeron en picada, y a la vez tuvieron que enfrentar un mayor costo por sus importaciones. Su déficit comercial debilitó su capacidad de pago, lo que agravó aún más el problema de la deuda externa. Desde este punto comenzó a desacelerarse su economía.

Para 1980 su economía mostraba síntomas de mal funcionamiento por su sistema centralizado: escasez de suministros, ineficiencia sistémica, obsolescencia mecánica y deterioro de la infraestructura. Se negaron a abrir la economía o liberar su gestión económica y esta rigidez los llevó hacia el estancamiento.

La economía de Corea del Norte entró en una de sus peores etapas en la década de 1990. Sufrieron una severa crisis alimentaria debido a una serie de desastres naturales (granizadas en 1994, inundaciones en el período 1995-1996, y sequías en 1997). El país pasó a depender casi íntegramente de la ayuda internacional para evitar una hambruna generalizada, ayuda de la cual se benefician hasta la actualidad.

Al ser una de las economías más centralizadas y menos abiertas del mundo, se enfrentan a problemas económicos crónicos. Su infraestructura se encuentra en una situación casi irreparable como resultado de años de falta de inversión, escasez de repuestos, y falta de mantenimiento. El gasto militar a gran escala utiliza recursos necesarios para la inversión y el consumo civil. La producción industrial y de energía se han estancado durante años a niveles comparables con la década de los 90s. Frecuentes pérdidas de cosechas relacionadas con el clima agravan la ya existente escasez crónica de alimentos causadas por problemas del sistema, como la falta de tierras de cultivo, las prácticas agrícolas colectivas, la mala calidad del suelo, la fertilización insuficiente y la persistente escasez de tractores y combustible.

La historia económica de Corea del Norte retrata desaceleración, estancamiento y crisis con fases intermitentes de lenta recuperación y crecimiento económico. Su prioridad de hacer de Corea una ‘economía de defensa’ ha eclipsado los temas de desarrollo, alimentación, nivel de vida y derechos humanos. Corea del Norte vive en el aislamiento y las dificultades con su economía presentan una imagen dicotómica con armamento nuclear a un lado y hambruna en el otro. Encima de todo, no tienen libertad.

Corea del Sur

El “milagro del río Han,” como se le llama popularmente al espectacular crecimiento económico de Corea del Sur, ha transformado a una nación que alguna vez fue sacudida por el caos político y la pobreza en una economía exitosa. Corea del Sur en las últimas cuatro décadas ha demostrado un increíble crecimiento e integración global para convertirse en una economía abierta,  industrializada y de alta tecnología.

En la década de 1960, el PBI per cápita era comparable con los niveles de los países más pobres de África y Asia. En 2004, Corea del Sur se unió al club de los países con economías multimillonarias, y actualmente es la 12ª economía más grande del planeta. El país ha registrado una tasa promedio de crecimiento anual de 7%, durante más de 30 años, experimentando una contracción sólo durante dos años. Corea del Sur fue aceptada a la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) en 1996, un hito que marcó su desarrollo como una nación industrializada exitosa.

Inicialmente, un sistema de cercana relación entre entidades gubernamentales y empresariales hizo posible su éxito. El gobierno promovió la importación de materias primas y la tecnología a expensas de los bienes de consumo, e incentivó los ahorros y la inversión sobre el consumo. La crisis financiera asiática de 1997-1998 expuso las debilidades en el modelo de desarrollo de Corea del Sur. El PBI se desplomó un 6.9% en 1998, y luego se recuperó en un 9% en el período 1999-2000. Desde entonces ha adoptado numerosas reformas económicas, como una mayor apertura a la inversión extranjera y a las importaciones.

La economía de Corea del Sur es varias veces (36.7 vecesmás grande que Corea del Norte en términos de PBI (según las cifras del 2013 del cuadro de The Economist). Al 2013, el PBI de Corea del Norte se estima en US$ 30,000 millones, mientras que la de Corea del Sur es US$ 1’300,000 millones. El PBI per cápita es de US$ 26,200 en Corea del Sur, mientras que en el Norte es de US$ 1,200. El comercio de Corea del Sur fue de US$ 1,070,000 millones el 2013. Corea del Norte tuvo solamenteUS$ 7,300  millones.

Mientras que Corea del Norte sufre un enorme déficit comercial, las exportaciones (de bienes y servicios) juegan un papel importante en la historia de crecimiento de Corea del Sur. De acuerdo con datos del Banco Mundial, las exportaciones de bienes y servicios representaron el 53.9% del PBI en 2013. La contribución al PBI de Corea del Sur por sectores: agricultura (24.4%), industria (47.2%) y servicios (29.4%), mientras que en Corea del Norte son 6.9%, 23.6% y 69.4% respectivamente (según cifras del CIA World Factbook). Corea del Sur tiene hoy marcas de nivel global como: Samsung Electronics, HK Hynix, Samsung Life Insurance, LG Chem, Hyundai Mobis, Kia Motors, POSCO, Hyundai Heavy Industries, Shinham Financial Group, y Hyundai Motors.

Foto nocturna de las dos Coreas        Fuente: NASA

Conclusión

Corea del Norte se ha mantenido al margen de la influencia exterior, viviendo bajo la absoluta dominación de un entorno controlado. Entre su empobrecimiento y su armamento nuclear, es difícil decir cuál será el futuro de Corea del Norte. Pero, por ahora, es un ejemplo clásico de una economía fallida, totalitaria y aislada, uno de los pocos dinosaurios sobrevivientes de la era sino-soviética. La República de Corea del Sur, por otra parte, es occidentalizada y avanzada. Ha desarrollado muy rápido, desde un estado devastado por la guerra a una potencia económica. La enorme brecha de desarrollo económico entre el Norte y el Sur refleja el fracaso absoluto de la economía de planificación central de Corea del Norte desde 1945. Es un ejemplo claro de dos modelos contrapuestos, que muestra  como las mismas personas, que partieron del mismo punto, están en situaciones completamente opuestas, aclarando que la libertad política y el libre mercado te llevan al desarrollo, mientras que la falta de ellos, la autarquía, elpopulismo y el comunismo te condenan a la miseria individual y social.

Una prueba más de que las buenas políticas hacen la diferencia, como enseña Arnold Harberger. Lampadia




El mundo mejora todos los días

El mundo mejora todos los días

Ha concluido un 2014 muy tumultuoso, con muchos altibajos, sin embargo, no hay que perder de vista los grandes logros que la humanidad ha conseguido en los últimos años. Somos  bombardeados continuamente con malas noticias; muertes, ataques terroristas y accidentes, que nublan todo lo bueno que sucede en el mundo. A pesar de todos los problemas actuales, los procesos económicos y sociales del mundo van sólidamente hacia la prosperidad. En realidad, jamás hemos estado tan bien. 

El 29 de diciembre del año pasado, Dylan Matthews publicó en el portal ‘VOX’ una lista de gráficos para demostrar los grandes logros que hemos conseguido hasta hoy. Afirma que: “El mundo está haciendo muchas, muchísimas mejoras en una variedad de múltiples dimensiones. (…) Vale la pena poner atención a estos factores.”Esto no se difunde normalmente en los medios, pero estamos viviendo en la época más pacífica de todos los tiempos. Ver en Lampadia (L): El mundo mejora todos los días.

Matthews presenta los siguientes avances: La pobreza extrema se ha reducido drásticamente al igual que la hambruna, se gasta menos en alimentos (EEUU), menor trabajo infantil, mayor esperanza de vida (15 años adicionales desde 1990), menor mortalidad infantil, menor mortalidad materna, mayores tallas de la población, más mosquiteros contra la malaria, casi erradicación del gusano de Guinea, menores nacimientos entre adolescentes, menos fumadores, las guerras en declive, menos homicidios en EEEUU y Europa, menores crímenes violentos en EEUU, menos armas nucleares, más personas estudian más tiempo, más países democráticos, mayor alfabetización, menos “homeless” en EEUU, la ley de Moore sigue comandando el avance tecnológico, mayor acceso a internet y energía solar más barata.

Afortunadamente, hay algunas personas muy valiosas que no se dejan llevar por el ambiente mediático y con sus presentaciones y, sus realizaciones muestran a una humanidad que nos debe llenar de esperanza y mostrar el camino de la prosperidad, a los que aún nos mantenemos rezagados en el logro del bienestar general. En esta categoría tenemos a Bill Gates con sus esfuerzos por erradicar el sida y la malaria en el África. A Hans Rosling, difundiendo estadísticas  sorprendentes de todos los países de la tierra. Tenemos a Xavier Sala-i-Martín con sus análisis económicos que rompen las inercias del negativismo. Últimamente, Fraser Nelson, de The Spectatorha publicado en  The Telegraph de Gran Bretaña: “Goodbye to one of the best years in history” (L) (Adiós a uno de los mejores años de la historia). Él dice: “puede no sonar así, pero estamos más seguros, prósperos y saludables que en cualquier momento registrado (…) estamos viviendo vidas más largas y sanas que nunca antes”.

Tenemos muchos problemasen la humanidad y en nuestro país, pero no hay nada más pernicioso que las agendas de los negacionistas. Unos por puro cinismo, otros por ignorancia, otros por intereses de grupo o personales, otros por ideologías obsoletas y afanes de poder y, otros por fanatismos extremistas. La historia debe verse como un proceso de suma, no de tasajeo ni de borrón y cuenta nueva. Hay que abordar lo que falta sin destruir lo avanzado. Lampadia